La Opinión Popular
                  13:33  |  Jueves 04 de Diciembre de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná

Por
“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
Recomendar Imprimir
Nacionales - 25-07-2020 / 10:07
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

Buscan debilitar a Alberto para condicionar la pospandemia

Buscan debilitar a Alberto para condicionar la pospandemia
Con los antecedentes golpistas en Bolivia y Brasil, algunos ven intenciones similares en esta fuerte ofensiva en un momento tan crítico de la pandemia. La idea del golpe parece irrealizable porque la derecha no tiene con quién reemplazar al Gobierno, está descabezada. Pero es claro el objetivo de debilitar a Alberto Fernández para condicionar la salida de la pandemia.
La oposición de derecha macrista, minoritaria, trata de llevar el debate a un escenario de realidad virtual donde ellos valen lo mismo o más que la mayoría, según queda plasmado en el diseño de las corporaciones mediáticas: Clarín, La Nación, canal América e Infobae.
 
Por la pandemia, la única relación de millones de personas con el mundo son las redes y los medios, entonces la ecuación de poder se asienta más en la propiedad de los medios que en una representación democrática.
 
Sin duda esos factores alteran el ejercicio del gobierno y distorsionan el engranaje complejo de la democracia. La expresión de los medios no es democrática porque responden a los intereses de sus propietarios. No es un poder republicano porque nadie lo elige ni lo controla, aunque se lo quiera introducir por abajo de la mesa como el quinto poder.
 
Por su parte, las redes tienen un nivel de distorsión por los mismos motivos a veces, ya sea por el manejo de trolls y bots, pero también por la lógica con la que se publica. Los mensajes tiene una violencia inusitada que surge del malentendido o la ignorancia, del borbotón y del todo vale.
 
Los planteos extremos entre posiciones que pueden resolverse en un debate más razonable surgen de la vulnerabilidad que genera esta situación de pandemia y aislamiento ante la prepotencia mediática para imponer su agenda y arrastrar ese debate a una situación de no retorno y ruptura.
 
La frase de Cristina en el Senado: "Ustedes no pueden aceptar que son minoría", tuvo la puntería de la síntesis porque en el marco de una sociedad sumida en el aislamiento y el temor a la pandemia, la oposición trata de llevar el debate a un escenario de realidad virtual donde ellos valen lo mismo o más que la mayoría, según queda plasmado en el diseño de las corporaciones mediáticas.
 
El macrismo gobernó con todo a su favor, desde el poder económico hasta las corporaciones de medios, y fue un desastre: ni siquiera pudo reelegir y perdió por nueve puntos de diferencia. Desde las elecciones hasta ahora ha perdido más base todavía. Son minoría real e indiscutible aunque el poder mediático trate de equipararlos.
 

 
De todos modos, resulta claro que la perspectiva de quién y cómo pagará la salida de la pandemia ha sensibilizado a los sectores más cerrados del poder económico. El golpe que recibieron Mauricio Macri y María Eugenia Vidal en las elecciones pasadas dejó vacante el liderazgo de la oposición. Y las corporaciones mediáticas tienden a ocupar ese vacío con un discurso cada vez más violento en representación de los grupos económicos concentrados.
 
Con los antecedentes golpistas en Bolivia y Brasil, algunos ven intenciones similares en esta fuerte ofensiva en un momento tan crítico de la pandemia. La idea del golpe parece irrealizable porque la derecha no tiene con quién reemplazar al Gobierno, está descabezada. Pero es claro el objetivo de debilitar a Alberto Fernández para condicionar la salida de la pandemia.
 
 
República Pandémica
 
La oposición, minoritaria, trata de llevar el debate a un escenario de realidad virtual donde ellos valen lo mismo o más que la mayoría, según queda plasmado en el diseño de las corporaciones mediáticas.
 
Se habla de pospandemia y se desestima este tránsito intrapandemia porque se supone que es como antes de la pandemia. Pero la única relación de millones de personas con el mundo son las redes y los medios, entonces la ecuación de poder se asienta más en la propiedad de los medios que en una representación democrática.
 
"Ustedes no pueden aceptar que son minoría" fue una frase que le soltó el jueves Cristina en el Senado a la oposición. Además el margen de decisiones que puede tomar el Gobierno es como si estuviera dentro de un submarino porque no sabe a ciencia cierta cuánto se va a producir y cuánto se va a vender o se va a comprar y se maneja sin una expresión del respaldo, más que la que le transmiten los medios.
 
No es tan extremo como la imagen que genera esa enumeración, pero sin duda esos factores alteran el ejercicio del gobierno y distorsionan el engranaje complejo de la democracia.
 
La expresión de los medios no es democrática, eso ya se sabe, porque responden a los intereses de sus propietarios. No es un poder republicano porque nadie lo elige ni lo controla, aunque se lo quiera introducir por abajo de la mesa como el quinto poder.
 
Las redes tienen un nivel de distorsión por los mismos motivos a veces, ya sea por el manejo de trolls y bots, pero también por la lógica con la que se publica. Hay un tuit que circuló mucho con la frase de Jorge Rivas que PáginaI12 publicó en el recuadro de tapa de ayer. El dirigente socialista afirma que sin importar el contexto en que haya ocurrido "la justicia por mano propia es inadmisible". Y una persona le contestó: "Es fácil hablar sin haberlo vivido".
 
El contraste entre los dos mensajes tiene una violencia inusitada que surge del malentendido o la ignorancia, del borbotón y del todo vale. Puede tener un transcurso normal y de repente el tono de las redes sube a esos niveles de violencia tóxica, a veces insoportable.
 
La discusión del escenario del 9 de Julio en la Quinta de Olivos adquirió ese tono. Hebe publicó una carta legítima con su crítica. Fue un gesto fuerte como ha sido siempre la forma de expresión de Hebe.
 
Pero detrás de la carta pública de Hebe hubo una catarata de mensajes que le agregaban otro sesgo: "hasta aquí llegué" o "para mí se terminó", que no era el sentido de la crítica enérgica de Hebe, pero que crearon un clima a partir del cual los que se sentían identificados con esa crítica tenían que subirse al mismo plano de ruptura. El movimiento fue empujar esa crítica hacia una posición de ruptura.
 
Algo similar, pero de manera más abierta, se produjo con la posición del Gobierno ante Venezuela. En el Frente de Todos, los acuerdos sobre ese tema van desde el no intervencionismo hasta el reconocimiento de Nicolás Maduro como presidente constitucional y un alineamiento regional en ese sentido, por fuera del que impulsa Washington. Pero en el tema de los derechos humanos siempre hubo matices, incluso durante los gobiernos kirchneristas.
 
Esas diferencias, que bien valen un debate interno, fueron utilizadas por Clarín, La Nación e Infobae para sacarlas de contexto, anunciar con grandes titulares un cambio en la posición de Alberto Fernández y hasta hubo un comunicado del macrismo para felicitarlo por su nuevo posicionamiento. Otra vez se trataba de manipular las diferencias que existen dentro del frente que gobierna para llevarlas al plano de la ruptura.
 
Esto produjo un fuerte debate en las redes y en portales sobre el derecho a la crítica en el Frente de Todos. El que no critica vendría a ser un olfa ultraoficialista y el que critica, un torpedo macrista. Los planteos extremos entre posiciones que pueden resolverse en un debate más razonable surgen de la vulnerabilidad que genera esta situación de pandemia y aislamiento ante la prepotencia mediática para imponer su agenda y arrastrar ese debate a una situación de no retorno y ruptura.
 
Cuando se impide la crítica en una institución o agrupamiento, la presión que se genera es peor y puede provocar la explosión. La crítica es necesaria porque enriquece y equilibra. Y quedó claro que el Frente de Todos no tiene ámbitos donde se puedan volcar estas discusiones. Menos aún en esta situación de aislamiento. Pero también resultó claro que esa discusión tiene que evitar la agenda, los tiempos y el tono que le quiere imponer el adversario.
 
No es una tarea fácil. Las formas celulares tradicionales siempre han funcionado más para el control que para la discusión. Una organización de masas tiene que encontrar formas que habiliten ese debate sin convertirla en uniforme ni sectaria. La calle o la asamblea han sido el lugar de debate del peronismo, pero ahora no se puede.
 
La frase de Cristina Kirchner en el Senado tuvo la puntería de la síntesis porque en el marco de una sociedad sumida en el aislamiento y el temor a la pandemia, la oposición trata de llevar el debate a un escenario de realidad virtual donde ellos valen lo mismo o más que la mayoría, según queda plasmado en el diseño de las corporaciones mediáticas.
 
El macrismo gobernó con todo a su favor, desde el poder económico hasta las corporaciones de medios, y fue un desastre: ni siquiera pudo reelegir y perdió por nueve puntos de diferencia. Desde las elecciones hasta ahora ha perdido más base todavía. Son minoría real e indiscutible aunque el escenario mediático trate de equipararlos.
 
De todos modos, resulta claro que la perspectiva de quién y cómo pagará la salida de la pandemia ha sensibilizado a los sectores más cerrados del poder económico. El golpe que recibieron Mauricio Macri y María Eugenia Vidal en las elecciones pasadas dejó vacante el liderazgo de la oposición. Y las corporaciones mediáticas tienden a ocupar ese vacío con un discurso cada vez más violento en representación de los grupos económicos concentrados.
 
Con los antecedentes golpistas en Bolivia y Brasil, algunos ven intenciones similares en esta fuerte ofensiva en un momento tan crítico de la pandemia.
 
Está comprobado que el peritaje y el testimonio que se usaron para la detención preventiva de Roberto Baratta y Julio De Vido fueron truchos. La declaración estuvo a cargo de Marcelo D'Alessio, el falso abogado que operaba con la AFI macrista, y el peritaje lo hizo David Cohen, que está bajo la misma sospecha en un juicio por falso testimonio. Situaciones similares se plantean en la mayoría de las causas creadas por el lawfare macrista.
 
Las declaraciones de los espías de la AFI (ex SIDE) en el Congreso demuestran que Mauricio Macri puso la agencia de espionaje al servicio del lawfare, ya fuera para presionar testigos o jueces o para difundir intimidades de las víctimas a través de políticos y periodistas amigos. El objetivo no era alimentar a la Justicia con pruebas, sino usar a la Justicia para destruir al opositor.
 
No hay cuadernos invisibles ni cuentas de fantasía, ni testigos presionados. Son testimonios directos de los actores de los hechos, pruebas documentales concretas. Las pruebas son irrebatibles. Cualquier persona honesta tendría que reconocer que se equivocó al creer en las falsas acusaciones del lawfare.
 
Nadie refuta esas pruebas. Se limitan a decir que no son ciertas, pero ni siquiera aportan datos para desmentirlas. Los columnistas del macrismo se pusieron de acuerdo para juntar estas causas con la propuesta de reforma judicial. Afirman que unas y otra constituyen la vía para lograr impunidad para Cristina Kirchner, que sería el verdadero gobierno.
 
La idea del golpe parece lejana porque la derecha no tiene con quién reemplazar al Gobierno, está descabezada. Pero es claro el objetivo de debilitar a Alberto Fernández para condicionar la salida de la pandemia. Todo apunta a que será un momento importante de definiciones.
 
Por Luis Bruschtein
 
Fuente: Página 12
 

Agreganos como amigo a Facebook
04-12-2025 / 08:12
Martillar el último clavo en el ataúd que encierra el cadáver del peronismo es una causa nacional que pronto cumplirá 80 años. Ahí, en 1946, radica la "cifra redonda", el año fundacional, tanto del peronismo como movimiento de masas como del antiperonismo como irrenunciable leit motiv de buena parte de la sociedad argentina. Y así venimos desde hace décadas, matando al peronismo, dándolo por finiquitado, y asistiendo a sus múltiples y polifacéticas resurrecciones.
 
Como un destino nacional inexorable; "el hecho maldito del país burgués" que definió John William Cooke. En ese itinerario pueden indentificarse 11 muertes del peronismo, 11 episodios que el antiperonismo festejó como un Mundial para, poco después, volver a empezar.
 
Pero, ¿qué sería del antiperonismo, buceando ya en profundidades ontológicas, si el peronismo realmente muriera? Si combatir al peronismo en todas sus formas -rechazarlo, denostarlo y condenarlo- es la razón de ser de tantos argentinos, ¿qué vendría después? ¿Qué verían al asomarse a ese abismo nietzscheano que nos habita y nos acecha cuando el monstruo de afuera ya no esté?
 
La flamante victoria de La Libertad Avanza generó todo tipo de conjeturas sobre el futuro de un peronismo enredado en la miseria de sus internas y carente de una propuesta alternativa, capaz de seducir a una ciudadanía desencantada. Lo llamativo es que este contexto crítico se replicó en varias ocasiones desde los años 50 a la fecha y generó los mismos efectos.
 
"Ahora sí, este es el fin del peronismo", es un título redactado en numerosas ocasiones, siempre listo y nunca definitivo. Será porque los intentos por "matar" al peronismo han adoptado distintas formas: la proscripción, la represión, la fragmentación interna, la debacle económica, la derrota electoral. Cada uno de esos embates reforzó, de una manera u otra, su condición de fenómeno político persistente.
 
Los siguientes 11 episodios -las 11 muertes- lo ejemplifican.
 
1) 26 de julio 1952. La que fallece es Eva Duarte, "Jefa Espiritual de la Nación" y estandarte del "primer peronismo", cuando el país -al decir de Félix Luna- era una fiesta. Después de Evita, ¿qué?, era la pregunta. Las pintadas celebratorias repartidas por Buenos Aires ("viva el cáncer") expresaban el anhelo de que esa muerte de carne y hueso fuera el simbólico inicio de otra muerte, la de Perón, la de su gobierno y la de todo lo que el peronismo representaba. Muchos lo creyeron así.
 
2) 16 de septiembre de 1955. Golpe de Estado. Revolución Libertadora (para los peronistas, la "fusiladora"). Es el comienzo de una gigantesca operación cultural: la desperonización de la Argentina. La proscripción del peronismo y el exilio de 18 años de su líder son la punta del iceberg. Se demuelen estatuas, se destruyen bustos, se queman cuadros, se borra todo vestigio de peronismo al punto de prohibir, por ley, que se lo nombre en público. Pero en lugar de matarlo, lo que lograron fue fortalecer la identidad, al punto de que el sólo hecho de ser peronista se convirtió en un acto de resistencia.
 

03-12-2025 / 10:12
No fue solo un giro diplomático: por primera vez desde el retorno de la democracia, Argentina votó en esta materia junto con EEUU e Israel, dos países cuestionados por graves violaciones a los derechos humanos y hasta genocidio, posicionándose, así como los tres únicos Estados en el mundo que se niegan a condenar el uso de la tortura.
 
El posicionamiento argentino desnuda la verdadera esencia del gobierno de Javier "el Loco" Milei, al cual la calificación de fascista no resulta exagerada, pues hubo incluso gobiernos de extrema derecha, que por vergüenza o compromiso, votaron afirmativamente condenando la tortura.
 
La resolución rechazada por Argentina fue promovida por el Comité contra la Tortura (CAT), órgano que días antes había publicado un informe crítico sobre la situación del país. Ese informe expresó su "profunda preocupación" por la persistencia de detenciones prolongadas en comisarías, prácticas policiales violentas, falta de controles judiciales efectivos y condiciones inhumanas en lugares de encierro.
 
El Comité recordó que los jueces y juezas penales son garantes últimos de la legalidad y dignidad de toda detención, y que el Estado argentino viola sus obligaciones cuando tolera celdas sin ventilación, superpobladas, sin colchones, sin agua potable, o cuando naturaliza golpizas, hostigamientos y traslados arbitrarios.
 
Nada de esto es nuevo: hace décadas que organismos de DDHH como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) o la Comisión Provincial por la Memoria de la provincia de Buenos Aires, entre otros, advierten y condenan las prácticas sistemáticas que se dan en los contextos de encierro, que encuadran dentro de los "Tratos crueles, inhumanos o degradantes" tal como se define en el derecho internacional en materia de DDHH.
 
Sin embargo, lejos de reconocer la legitimidad de estas observaciones, el gobierno argentino reaccionó con un ataque político. El mismo día que se conoció el informe del CAT, se publicó en el sitio "Argentina.gob" la respuesta oficial, calificando al informe como "sesgado", bajo la acusación de haber omitido "graves abusos ocurridos durante el gobierno de Alberto Fernández".
 
Para el gobierno de Milei, el documento emitido por el CAT está "abiertamente influido por grupos militantes y organizaciones con marcada orientación kirchnerista" y "exhibe un sesgo ideológico incompatible con la imparcialidad que exige el sistema internacional de derechos humanos".
 
Resultaría gracioso, si no fuera tan trágico, que se etiquete de esa forma a un organismo técnico en el ámbito de las Naciones Unidas. Pero esa es la lógica del gobierno de La Libertad Avanza: quien denuncia abusos policiales o defiende garantías constitucionales es automáticamente sospechado de "zurdo" o "kuka".
 

03-12-2025 / 10:12
Karina "la Coimera" Milei sueña con que su hermano la elija como sucesora como hizo Néstor Kirchner con Cristina en 2007 en una maniobra que le permitió al kirchnerismo quedarse en el poder durante 12 años. "Hay que ir por la reelección de Javier Milei", aclaró en Mar del Plata, en el congreso libertario que encabezó frente a 300 personas, pese a que esperaban más de 700. Pero lo que no dijo es que ella se plantea como sucesora de su hermano, en el 2027 o en el siguiente turno electoral.
 
"Ella quiere que Milei la elija como sucesora, como hizo Néstor con Cristina", explicó un dirigente libertario al tanto de los planes de la hermana presidencial. En el mismo acto se difundió la creación de un "comité de disciplina" de La Libertad Avanza, que tendrá tolerancia cero a las individualidades. Entre los libertarios dijeron que el comité servirá como una suerte de Mazorca de Karina para tener a raya a todo el partido, en especial a los influencers como el Gordo Dan, el cabecilla de Las Fuerzas del Cielo que agrupa a los seguidores de Santiago Caputo.
 
Justamente el Gordo Dan ofició durante los primeros dos años de mandato de Milei como un guardián de la pureza libertaria y fue quien hizo echar a varios funcionarios que se corrieron de la línea. Karina quiere ser la única en detentar ese poder. Además, no quiere que los ministros, diputados y senadores vayan a la televisión sin su supervisión previa.
 
La visión policial de la política que despliega Karina ya es motivo de preocupación entre importantes dirigentes libertarios y llegó a impactar en el Congreso. "Patricia Bullrich le tiene terror a Karina", afirmó un importante dirigente libertario.
 
La hermana de Milei ahora tiene en mira el ministerio de Justicia como el próximo lugar para colonizar. Karina le pidió a Mariano Cúneo Libarona que se quedara en el ministerio luego de las elecciones pese a que ya había presentado una carta con su renuncia. El objetivo era darse un tiempo para definir su sucesor.
 
Ahora, Karina quiere que el puesto de Cúneo lo ocupe Santiago Viola. Viola es el apoderado de La Libertad Avanza y era su candidato para la secretaría Legal y Técnica antes de que Santiago Caputo acercara a María Ibarzábal Murphy, quien se ganó la confianza de Milei y es una pieza clave del gabinete. Pero los tiempos cambiaron y la obsesión de Karina por la Justicia creció desde el caso Libra y las coimas de la Andis, que la tienen en el centro de las investigaciones de la justicia federal.
 
Estos movimientos forman parte, según los libertarios, de un objetivo mayor para Karina, que es el de entrar a la fórmula presidencial en el futuro. Milei repite que su jefe es su hermana y por eso en el gobierno no descartan que Karina pida dar el salto en 2027.
 
La semana pasada, Karina se apersonó en el Senado para dar una demostración de poder en la Cámara en la que acaba de entrar Patricia Bullrich, otra de las figuras del gobierno con aspiraciones a entrar en la fórmula presidencial, pero que teme a la hermana de Milei.
 
Karina es la persona de este gobierno que tiene peor imagen, se la asocia a la corrupción. Su figura, cada vez más central dentro de la estructura de poder, es parte del debate sobre quién toma las decisiones en la gestión nacional. De hecho, las encuestas ya están evaluando la percepción sobre quién gobierna realmente: Javier Milei o su hermana, la secretaria general de la Presidencia.
 
La Opinión Popular
 

01-12-2025 / 09:12
En Diputados, con una impunidad ante la que vale detenerse, la legisladora macrista Marilú Quiroz organizó una jornada de seis horas contra "la obligatoriedad y compulsividad" de las vacunas, abarcando relacionarlas con el autismo. Vimos a un tipo que, a torso descubierto, se mostró imantado por efecto de la inoculación. En 2014 ya habían montado el mismo circo, en una actuación televisiva y con otro protagonista, y adjudicándoselo a otros factores. Los objetos metálicos "se le pegan al cuerpo", ratificaron esta vez tras varios intentos fallidos.
 
Lo más parecido a esto que se vio el jueves debe ser el conjunto de infradotados, vestidos de búfalo, que tomaron el Capitolio el 6 de enero de 2021. El acto, el de acá, fue autorizado por la presidencia de la Cámara de Diputados.
 
Al margen del espanto y las denuncias de toda autoridad científica, ya con siete niños muertos de sarampión y tos convulsa por no estar vacunados, se desconocen presentaciones judiciales o procederes de oficio. Hubo un delito. Un atentado contra la salud pública.
 
¿Hecho menor, por haberse tratado de un grupo de delirantes bien que ocupando parte del edificio parlamentario? ¿O símbolo gigantesco?
 
Basta recorrer por encima los temas dominantes de la agenda publicada para advertir el momento prácticamente bizarro de nuestra política. Es el accionar gubernamental, es la plancha desconcertante en que está sumida la oposición y son las consecuencias de ese estadio. ¿Será la calma o desviación temática que preceden a alguna tormenta o, acaso, un clima destinado a permanecer durante largo rato?
 
La guerra entre la AFA, el Gobierno y los medios oficialistas, operada desde el efectismo de un campeonato de escritorio y una formación de pasillo dando la espalda a los campeones, se lleva por varios cuerpos el conversatorio periodístico, digital y vaya a saberse si, también, masivo. Es de esos disparadores que invitan a la básica y poderosa pregunta de si no pasa nada más importante en el país.
 
Los títulos de casi toda la prensa ametrallan sin parar, incluso a través de "noticias" y variantes fragmentadas -sobre el mismo tópico- que se suceden una tras otra. Pocas veces se vio algo semejante, tan desembozado.
 
Hasta un imberbe percibiría que no destrozan a la AFA por sus desaguisados ni por arbitrajes escandalosos, que desde ya sobran. El centro indesmentible es privatizar la actividad futbolística hasta el extremo que sea posible, pero eso ni siquiera es mencionado de refilón por la militancia independiente de los bufones oficiales.
 
Desde el Presidente de la Nación hasta su ministra de Seguridad instalaron el asunto con rango de gravedad nacional. Se supone que una cosa es la pasión desenfrenada que el fútbol desata en Argentina. Y que otra, completamente distinta, es llevar el caso a una cuestión de Estado ligada a negociados formidables. Sólo se supone.
 

30-11-2025 / 12:11
La concentración de fachos en Plaza de Mayo para pedir por la libertad de los represores fue un fracaso. No fue nutrida ni contó con la asistencia de las caras más conocidas del reclamo pro-dictadura. Sus organizadores debieron levantar sus petates a las apuradas cuando un efectivo de la Policía Federal Argentina (PFA) se acercó para avisarles que estaba llegando la manifestación por Palestina, que los sextuplicaba en participantes.
 
El que recibió el mensaje fue Guillermo Sottovia, uno de los organizadores de la movida fallida, que dice ser piloto civil e hijo de un oficial de la Aeronáutica. A Sottovia no le quedó más remedio que agarrar el megáfono maltrecho que tenían e iniciar la retirada. -Nos tenemos que ir, no por cobardes, sino para demostrar que ellos son los violentos -dijo.
 
Hasta segundos antes, Sottovia había estado a los abrazos con Carlos Pampillón, el dirigente neonazi marplatense procesado por atacar un monumento a la Memoria, la Verdad y la Justicia. Pampillón palmeaba a algunos hombres con uniformes y los llamaba "héroes" mientras se abría paso por la Plaza de Mayo.
 
Asunción Benedit estaba contenta porque casi había más fotógrafos que concurrentes. Ella se había puesto un pañuelo negro en la cabeza como forma de identificarse: no solo en oposición a las Madres de Plaza de Mayo sino porque también dice estar de "luto" por los represores presos.
 
Según las estadísticas de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad (PCCH), hay 22 criminales de lesa humanidad presos en cárceles comunes y 63 en la Unidad 34 de Campo de Mayo, considerada una prisión VIP por sus comodidades.
 
Tanto Asunción como su hermano, el diputado nacional entrerriano Beltrán Benedit, suelen visitar a los condenados y procesados por secuestrar, torturar y desaparecer personas. Ella sostiene que no solo hay que pedirle al gobierno de Javier "el Loco" Milei por su libertad, sino también reivindicar su accionar represivo.
 
"La esperanza es lo último que se pierde", dijo la mujer que pululó por distintas organizaciones pro-dictadura. "De hecho podemos estar haciendo este reclamo. Si fuera con otro gobierno, ya estaríamos presos", concedió, aunque no esconde su desazón porque la administración de La Libertad Avanza (LLA) no hizo más para tener al genocida Alfredo Astiz y compañía fuera de las cárceles.
 
Conformaron un grupúsculo que se dio en llamar Unidos por la Sangre Derramada, pero, en realidad, lo que derramaron fueron peleas internas. Hasta hace diez días, Orlando González se presentaba como el coordinador general de la iniciativa. El tema se complicó cuando se contó quién era el personaje: un represor de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) condenado a prisión perpetua y que se encuentra en arresto domiciliario. Aficionado a la fotografía, el "Hormiga" González solía retratar a sus víctimas.
 
En Plaza San Martín se hicieron grandes actos para oponerse a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia del kirchnerismo y para reclamar una amnistía general. Las concentraciones eran mucho más nutridas que las de este sábado en Plaza de Mayo. Pese a eso, con megáfono en mano, Sottovia afirmaba: "Tenemos poder ahora de cambiar la historia. Nunca se hizo un acto como éste". Patético.
 
La Opinión Popular
 

NicoSal soluciones web

© Copyright 2009 LA OPINIÓN POPULAR – www.laopinionpopular.com.ar - Todos los derechos reservados.

E-mail: contacto@laopinionpopular.com.ar