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Nacionales - 23-07-2020 / 10:07
LOS ACREEDORES SIGUEN EXIGIENDO MÁS

Con los canjes local y externo, el Gobierno busca una quita total de deuda de U$D39.500 millones

Con los canjes local y externo, el Gobierno busca una quita total de deuda de U$D39.500 millones
Si se alcanzara una reestructuración generalizada de los bonos bajo legislación externa en el marco de la última oferta oficial y el canje local fuera aceptado por el conjunto de los acreedores, el Gobierno conseguiría una quita total en los servicios de deuda de USD39.500 millones, es decir, del 21,2% respecto del actual perfil de vencimientos en moneda extranjera.
Si se alcanzara una reestructuración generalizada de los bonos bajo legislación externa en el marco de la última oferta oficial y el canje local fuera aceptado por el conjunto de los acreedores, el Gobierno conseguiría una quita total en los servicios de deuda de USD39.500 millones, es decir, del 21,2% respecto del actual perfil de vencimientos en moneda extranjera.
 
Para la próxima década, el alivio en los pagos alcanzaría los USD58.000 millones y se ubicaría algo por encima del piso de USD55.000 millones planteado por el FMI en su análisis de sustentabilidad. El actual perfil de vencimientos estipula pagos totales en servicios de deuda por USD186.207 millones. Con dos reestructuraciones exitosas, se reduciría a USD146.699 millones.
 
Los números surgen de la presentación que hizo el secretario de Finanzas, Diego Bastourre, en la comisión de presupuesto del Senado del proyecto de canje local, que será tratado en el recinto la próxima semana, y de un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).
 
Pese a la enormidad de las sumas en cuestión, sólo pudo lograr la aprobación de un par de acreedores como Fintech y Gramercy que participaban de uno de los tres grupos conformados, el ACC (Argentina Creditor Committee). Los otros dos fondos, Ad Hoc Group (BlackRock) y Exchange Bondholders Group (Monarch), vienen reclamando más y más.
 
La negativa de estos usureros internacionales fue fundamentada por partida triple: querían 56 centavos de dólar, como mínimo; reclamaban condiciones contractuales más favorables para demandar a Argentina y embargar bienes en casos de incumplimiento, y acusaron a Martin Guzmán de no haber negociado de buena fe durante estos meses.
 
Las exigencias de los fondos, cada vez más buitres, fueron difundidas y defendidas por los amigos argentinos del capital concentrado, la derecha política macrista y los medios monopólicos de comunicación porteños: Clarín, La Nación, canal América e Infobae, que juegan para los acreedores y operan para que Argentina pague más.
 

 
En su diálogo virtual con los representantes del capital financiero internacional agrupados en el Consejo de las Américas, Alberto Fernández les dijo el martes 21: "Pueden acusarnos de muchas cosas, pero no de no haber sostenido el diálogo y de no haber hecho un esfuerzo enorme para encontrar una solución. Y no tengan ninguna duda de que haremos todo el esfuerzo que podamos, pero créanme también que esto es lo que podemos, no podemos más que esto, no es un capricho, es sensatez".
 
De prosperar, el grueso del alivio se concentraría en los primeros años y los vencimientos comprometidos crecerían a partir de 2025. El recorte en los cupones sería del 54%. Por el pago de intereses devengados en un nuevo bono, el capital adeudado subiría 2,6%.
 
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La clave de esa disminución pasa por el recorte del 54,2% previsto en los intereses a saldar. En cambio, a pesar de la quita promedio del 1,9% pautada para el capital en ambos casos, el valor nominal adeudado de principal se incrementaría en un 2,6% (unos USD2.800 millones) debido a la capitalización de los intereses devengados impagos a través de un nuevo título, que incluyen las propuestas externa y local que el Ejecutivo diseñó en términos equitativos.
 
A pesar de que el Gobierno redujo de tres a un año el período de gracia propuesto desde la oferta inicial de abril hasta la actual, el grueso del alivio en los pagos se concentra en los próximos cuatro años, cuando se concentra el grueso de los vencimientos legados por Cambiemos.
 
Crecer para pagar es la premisa oficial. Entre 2020 y 2024, la quita alcanzaría los USD57.500 millones. Esto se debe al ofrecimiento de cupones escalonados que comienzan en el 0,125% y crecen paulatinamente hasta alcanzar un máximo del 5% en algunos bonos.
 
Los desembolsos empezarían a crecer en 2025, cuando comenzarían las amortizaciones de capital. Y entre 2028 y 2035 los servicios de deuda comprometidos serían superiores a lo dispuesto en el perfil actual.
 
La mayor carga se concentrará entre 2028 y 2030, con obligaciones anuales de alrededor de USD14.000 millones, sin incluir los vencimientos con el FMI y otros organismos, cuyos préstamos serán reestructurados una vez que se realicen los canjes con los acreedores privados.
 
Esos años, según un cálculo de la consultora ACM en base a las proyecciones de crecimiento económico del Gobierno y un supuesto de rediseño del stand by con el Fondo, las necesidades financieras en moneda extranjera podrían superar el techo del 3% del PBI sugerido por el propio organismo como otro de los parámetros para definir un esquema de deuda sostenible.
 
Esto mantendrá, aún con la reestructuración, un importante peso sobre las cuentas públicas. La pregunta es si bastará el ritmo de crecimiento y el superávit externo para cubrir esos pasivos o si presionará por un ajuste del gasto. Un tema que estará sobre la mesa a la hora de negociar el nuevo programa con el FMI.
 
La pulseada con los acreedores externos se encuentra en momentos decisivos. Como contó BAE Negocios, el Gobierno trabaja en concesiones legales, principalmente en límites a la estrategia pac-man de canje parciales sucesivos por pedido de los bonistas, en busca de que los fondos más duros acepten su oferta económica de USD53,5 de valor presente neto, que pretende ser la última. El plazo de suscripción vigente cierra el 4 de agosto aunque podría extenderse hasta finales de ese mes.
 
El proyecto de canje local, se descuenta, será aprobado con facilidad. En ambos casos, la fecha de liquidación del canje será el 4 de septiembre.
 
 
Trato equitativo, con matices
  
El Gobierno respectó sus palabras y propuso términos equitativos para la reestructuración de la deuda en dólares bajo legislación argentina respecto de la oferta vigente para la los bonos con jurisdicción extranjera. La estructura de nuevos títulos ofrecidos es casi igual y el período de gracia y el recorte de capital es el mismo.
 
Sin embargo, hay algunos matices. Por caso, el cupón promedio de los bonos ley local pasarían del actual 7,6% al 2,4%, una reducción algo superior a la que tendrán los títulos ley extranjera, que bajarían del 6,3% al 3,1%. Con todo, la quita de intereses sería mayor en los segundos (60% vs 33%) debido en parte a la mayor extensión de su perfil actual: bajo jurisdicción argentina no hay bonos tan largos como el Centenario y los Globales 2046 y 2048 emitidos por Cambiemos, que devengan intereses durante una gran cantidad de décadas.
 
Por ese mismo motivo, mientras que los instrumentos con ley local duplicarían su vida promedio (de cinco a diez años), en los bonos con jurisdicción foránea esta se mantendría en 12 años.
 
Además, en el canje local los acreedores contarán con la posibilidad de pesificar sus tenencias a través de nuevos bonos ajustados por CER (inflación). Esta variante no forma parte de la oferta externa.
 
El objetivo es desolarizar parte de los pasivos y los incentivos dispuestos por el ministro de Economía, Martín Guzmán, son vencimientos más cortos que la opción en dólares y la ausencia de quita de capital. En lo que va de 2020, el Palacio de Hacienda ya pasó a pesos casi USD8.000 millones en letras y bonos.
 
Por Juan Strasnoy Peyre
 
Fuente: BAE Negocios
 

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23-10-2025 / 08:10
En el ocaso de una campaña sin épica, Javier "el Cipayo" Milei enfrenta el miedo más grande de su propio gobierno: quedar sin el tercio legislativo que sostiene su poder político seudo democrático. El que hace un año prometía "refundar la Argentina", llega a la elección del 26 de octubre devaluado, aislado y con un discurso cada vez más errático, mientras las encuestas anticipan una caída que podría dejar a La Libertad Avanza sin capacidad de defensa en el Congreso.
 
Consultado por Guillermo Andino sobre qué consideraría un "buen resultado", el presidente no habló de ganar ni de convencer, sino de sobrevivir: "Uno que me asegure un tercio en la Cámara, que es una pared de defensa", admitió Milei, resignado a celebrar un empate como si fuera un triunfo. Esa "pared" es lo único que separa al Gobierno anarco capitalista del colapso institucional. Sin ese tercio, el oficialismo perdería poder de veto sobre leyes opositoras, vería caer sus DNU y hasta quedaría a tiro de un eventual juicio político, algo que hoy se comenta en voz baja en despachos peronistas y radicales.
 
Según un informe elaborado por el politólogo Gonzalo Taboada, el Gobierno solo mantendría control con un 39 por ciento de los votos, cifra que nadie se anima a pronosticar. En el escenario más optimista, Milei llegaría a 104 diputados sumando el PRO y algunos gobernadores aliados; pero con un resultado más realista, cercano al 32 por ciento, el oficialismo quedaría a merced de bloques provinciales y de una oposición fortalecida, con 109 bancas y capacidad de bloquear cualquier iniciativa presidencial.
 
En el peor escenario, con un 30 por ciento o menos, La Libertad Avanza ni siquiera lograría conformar el tercio propio ni sumando al PRO, lo que significaría una catástrofe política. "Una elección de 30 por ciento o menos es el número del abismo", señaló Taboada. "En ese escenario el Gobierno dependería de los árbitros, perdería autonomía y quedaría sin margen de maniobra".
 
La situación no sorprende a quienes observan el deterioro del poder libertario. El desquiciado Milei, que se soñó emperador, terminó mendigando apoyo a Donald Trump, mientras su ministro de Economía intenta contener una recesión que ya acumula dos años consecutivos, con inflación persistente y un dólar que sigue escalando.
 
A la crisis económica se suma una soledad política creciente. Karina "la Coimera" Milei se atrincheró en la Secretaría General, Santiago Caputo perdió influencia y el vínculo con los gobernadores aliados se tensó al extremo. El PRO ya no se comporta como socio, sino como tutor de un Gobierno que no logra ordenar su propia tropa.
 
La estrategia electoral del oficialismo se limitó a campañas de miedo, spots improvisados y discursos cargados de enojo, sin propuestas ni respuestas ante el descontento social. Milei dejó de hablar de "reformas estructurales" para conformarse con conservar la silla presidencial y evitar el aislamiento total.
 
"Pasar de un balotaje con 55 por ciento a una legislativa que arranque con un 20 y pico sería un golpe devastador", reconoció un operador libertario que, en privado, admite que el Gobierno festejará si logra un empate técnico. La foto final podría marcar un antes y un después. Si Milei no alcanza el tercio, su relato de liderazgo "anticasta" trucho quedará pulverizado y su futuro político dependerá de los mismos actores a los que prometió "dinamitar". La elección del domingo, más que una prueba electoral, será un plebiscito sobre su propia capacidad de gobernar.
 
La Opinión Popular
 

22-10-2025 / 11:10
A cinco días de las elecciones legislativas de medio término, la economía argentina volvió a quedar atrapada en un torbellino de tensiones cambiarias y el Banco Central debió volver a intervenir para que el dólar mayorista no superara el techo de la banda de flotación.
 
Ni las intervenciones del Tesoro de Estados Unidos, ni la firma del swap con Washington, ni el anuncio de una recompra de bonos alcanzaron para calmar la incertidumbre del mercado, que se mueve bajo una sola lógica: cubrirse como sea ante el riesgo electoral, aun pagando precios récord por el dólar y desarmando posiciones en acciones y bonos soberanos.
 
El sueño de Javier "el Cipayo" Milei de conseguir un megacrédito internacional empieza a tambalearse. Los gigantes financieros de Wall Street pusieron el freno y exigen garantías concretas antes de liberar los 20 mil millones de dólares prometidos. En la Casa Rosada, el discurso libertario suena fuerte, pero los bancos no compran humo: quieren saber quién paga si el país vuelve a tropezar con su historia de impagos.
 
El plan oficial buscaba armar una línea de financiamiento para reforzar reservas y dar aire al Gobierno, pero el entusiasmo se pinchó rápido. Desde el JP Morgan hasta el Citi, todos coincidieron en algo: Argentina necesita mostrar activos reales o un respaldo estatal sólido, algo que Milei se resiste a ofrecer en su cruzada contra el "Estado elefante".
 
La tensión se siente en los despachos. Mientras el ministro Luis "Toto" Caputo negocia contrarreloj, los operadores financieros miran los indicadores y ven lo mismo que los argentinos: un déficit que sigue sin cerrarse y un dólar que sube como fiebre sin Paracetamol. Cada día sin definición profundiza la desconfianza y pone más presión sobre el presidente, que esperaba anunciar el acuerdo como una victoria política.
 
Para los banqueros, el problema no es ideológico sino contable. Quieren garantías, y las quieren por escrito. Sin eso, los 20 mil millones seguirán siendo una promesa tan etérea como las teorías de "mercado libre" que Milei repite frente a los micrófonos. En el país ya se habla de "default técnico disfrazado de negociación", y los rumores empujan los bonos argentinos a la baja.
 
Desde su entorno intentan minimizar la situación, pero las fuentes financieras son tajantes: el préstamo no está cerrado y no lo estará hasta que el Gobierno muestre números concretos. Entre tanto, en los pasillos del poder ya suena un murmullo incómodo: "Si ni los bancos le creen, ¿Quién va a prestarle a la Argentina?"
 
El Banco Central tuvo que vender divisas de las reservas, ya casi exhaustas, para que la demanda mayorista no hiciera volar el techo de la banda cambiaria. Los anuncios oficiales pasan desapercibidos.
 
La Opinión Popular
 

21-10-2025 / 11:10
El yanqui Donald Trump hizo un demoledor diagnóstico sobre la desatrosa situación económica en la Argentina para justificar el "rescate" al gobierno anarco capitalista de Javier "el Cipayo" Milei, un tema que le está generando muchas críticas internas. "No tienen nada, están muriendo", afirmó el presidente. Con ese análisis, el swap no alcanzó, caen las acciones y el dólar quedó a 1% de la banda.
 
Cuestionado por una periodista por la posibilidad de que EEUU compre carne argentina, una medida que perjudicaría a los productores estadounidenses como ya pasó con la soja, Trump se ofuscó y respondió: "Señorita usted no sabe nada de esto, Argentina está luchando por su vida". "Están luchando por su vida. A Argentina no los beneficia en nada. ¿Entiendes lo que eso significa? No tienen dinero, no tienen nada. Están luchando muy duro por sobrevivir, están muriendo", justificó Trump. Lo dijo a pesar de que no se vean cadáveres en las calles.
 
Trump dijo que intentará ayudar a la Argentina a "sobrevivir en un mundo libre" porque le "gusta" el presidente Milei. "Creo que está intentando hacerlo lo mejor que puede, pero no hagas que parezca que lo están pasando bien, están muriendo. Están muriendo", lanzó. Se trata de la segunda vez en menos de una semana que el presidente de EEUU intenta ayudar al chupamedia Milei, pero lo termina hundiendo.
 
El martes pasado, durante la reunión en la Casa Blanca, le reiteró el apoyo, pero advirtió que está atado al resultado de las elecciones del 26 de octubre. "Si pierde, no seremos generosos con la Argentina", dijo Trump generando un desplome en los mercados. El gobierno de Milei tuvo que salir a aclarar por todos lados que se refería a las elecciones de 2027, pero Trump reiteró en sus redes que se refería a las de medio término. Días después, Milei se enojó con un periodista que le preguntó sobre esa frase y enojado respondió que fue malinterpretada por el Grupo Clarín.
 
Las palabras del mandatario yanqui obligaron a una rápida reacción oficial. El vocero presidencial, Manuel "Cara de Piedra" Adorni, buscó relativizar el impacto y pidió "entender el contexto". Sin embargo, terminó admitiendo que "claramente no somos un país al que le vaya bien", al enumerar inflación mensual del 2%, riesgo país en torno a los 1.000 puntos y un clima electoral enrarecido.
 
El Banco Central (BCRA) firmó el acuerdo de swap con EE. UU. por U$S 20.000 millones. A pesar del anuncio, el riesgo país se ubicó por encima de los 1000 puntos, los ADRs de empresas argentinas cayeron hasta 5% y el dólar cerró en $1495. Otro anuncio de la Secretaría de Finanzas, de toma de deuda con el JP Morgan, hizo revertir algo la caída de bonos. No alcanzó con el Tesoro, se suman los "bancos internacionales amigos" al saqueo y la rapiña.
 
Mientras Trump describió a la Argentina como un país "sin dinero" y "peleando por sobrevivir", la respuesta libertaria se redujo a relativizar el golpe y aceptar, a medias, el diagnóstico externo. Como sea, el mercado parece ya no creer en las promesas de ayuda de Trump y espera hechos concretos. Ni siquiera las intervenciones de Scott Bessent comprando pesos han logrado frenar la volatilidad del dólar.
 
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20-10-2025 / 10:10
La relación entre José Luis Espert y Fred Machado, el acusado por narcotráfico que financió su campaña presidencial en 2019, sigue complicando a La Libertad Avanza, aunque el economista, al que todavía defiende Javier "Cipayo" Milei, ya no encabeza la lista libertaria oficialista. En el último reportaje que otorgó el día que se confirmó su extradición a los Estados Unidos, se reveló el mensaje que Machado le pasó al Gobierno. Soltó una bomba que hizo temblar a más de uno en La Rosada.
 
En una entrevista de ocho horas con la periodista Caro Fernández, de Splendid AM 990, lanzó una advertencia que suena a ultimátum: "Si hablo, se cae el país". Con la extradición a Estados Unidos autorizada por la Corte Suprema, Machado no se guardó nada y apuntó directo al corazón del poder libertario, salpicando a figuras como José Luis Espert, Patricia Bullrich y Alberto Weretilneck con acusaciones que, de probarse, podrían destruir al Gobierno de Javier Milei.
 
El empresario, con un tono que mezcla bronca y desesperación, mandó un mensaje filoso a Santiago Caputo, estratega clave de Milei: "A Santiago Caputo le hago llegar un mensaje: Yo no quiero ir a Estados Unidos. Si esto explota, yo fundo todo. Yo hablo y se cae el país mañana". La respuesta fue: "Mensaje recibido". ¿Qué sabe Machado que pone tan nervioso al entorno presidencial?
 
Con Espert, su exaliado, no fue menos duro. Financió su campaña en 2019, pero ahora lo acusa de darle la espalda. "Espert no tendría que haberme negado. ¿Por qué me negó?", dijo, recordando una advertencia que le hizo en marzo de 2021 sobre los riesgos que corrían. "Le expliqué que irían por él. Pero no me escuchó", disparó con amargura.
 
Las acusaciones también alcanzaron a Patricia Bullrich. Según Machado, habría una triangulación de fondos para su campaña presidencial de 2023, con más de 3 millones de pesos movidos a través de una empresa de la familia Bada Vázquez, de los cuales al menos 215.000 pesos habrían ido a parar a su campaña.
 
Sobre Weretilneck, señaló un supuesto entramado de negocios en Río Negro, con permisos de explotación de arenas silíceas otorgados a Claudio Cicarelli, presunto testaferro del gobernador.
 
En un intento por limpiar su nombre, Machado insistió: "Es una cuestión de plata, no de droga". Sin embargo, la noticia de su extradición lo desmoronó. Entre el ladrido de sus perros y la tensión del momento, suplicó a Fernández: "No me dejes solo". Horas después, un operativo policial lo trasladó para enfrentar su destino en Estados Unidos.
 
La Opinión Popular
 

19-10-2025 / 08:10
Entre el colapso económico, la pérdida de relato y el avance de sus propios aliados, Javier "el Cipayo" Milei enfrenta el tramo final de la campaña convertido en símbolo de su propio fracaso: un presidente sin respuestas, cercado por la realidad y por quienes financiaron su ascenso. El plan "llegar" se quedó sin nafta cuando todavía falta una semana para alcanzar la meta. La impotencia es la tónica en la recta final antes de unas elecciones que se convirtieron en un delicado plebiscito sobre el futuro del gobierno y del país.
 
El proyanqui Milei volvió de Washington DC con una hoja que dice "amigo" y el fibrón que usó Donald Trump para estampar esa dedicatoria. A su regreso dio dos entrevistas en las que se peleó con sus interlocutores (le dijo "marxista" a Eduardo Feinmann y a Esteban Trebucq que le hacía el "caldo gordo a los psicópatas kirchneristas") y confesó que no tiene una solución para los problemas de los argentinos.
 
- El ochenta por ciento apenas si puede llegar a fin de mes y el sesenta por ciento, setenta, llega al día veinte. Les falta dinero en el bolsillo.
- ¿Qué quiere? ¿Que lo emita?
- No, yo no...
- A ver, entonces, emitiendo no se arregla. ¿Cómo quiere que lo arregle? Vamos, dígame. ¿Cómo le pongo plata a la gente?
- El economista es usted.
- No, bueno, pero digo o sea, a ver, digamos.
 
Un día más tarde insistió:
 
- ¿Y la gente que no puede esperar, presidente?
- A ver. A ver, pero, de vuelta. Te hago una pregunta, no puede esperar, a ver, ¿cómo lo resolvemos?
- Es que yo no lo sé.
- No, bueno, entonces.
- Sólo le pregunto.
- No, bueno, pero si vas a hacer el punto, digamos, a ver, empecemos a discutir cómo se resuelve.
 
Para Milei la escasez y la mala calidad de vida de millones de personas es en todo caso un problema intelectual, teórico, en el que no tiene demasiado interés. Dos años después de asumir le sugiere a su interlocutor (no un funcionario, no un asesor, ni siquiera un consultor sino un periodista en el contexto de una entrevista televisiva en vivo) que empiece la discusión.
 
Decir que no le quita el sueño sería una exageración: ni siquiera lo considera un problema, algo que deba resolver. La economía se encargará de hacerlo, cuando deje de existir el riesgo kuka. Suena estúpido, pero es exactamente el argumento presidencial, palabra por palabra.
 
Para la mayoría de los argentinos se trata en cambio de una cuestión muy concreta, a veces de vida o muerte. Este miércoles, en Congreso, en la marcha semanal por el reclamo de una mejora en las jubilaciones, una pareja daba su testimonio a las cámaras de televisión.
 
Él está atravesando un tratamiento contra el cáncer, le sacaron la cobertura de los remedios para aliviar los dolores y los vómitos cuando le hacen quimioterapia. En el hospital sólo le entregan la mitad. Desde los estudios, la cronista sugiere que den un "alias" bancario para recibir transferencias de gente que pueda ayudarlos. No tienen teléfono: tuvieron que venderlo para comprar medicinas. Milei no tiene una respuesta para ellos ni va a tenerla. 
 

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