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Groucho Marx dijo: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". En ese punto, Javier Milei es marxista.
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Internacionales - 19-07-2020 / 10:07

Bolsonaro prepara el ejército brasilero para ser el gendarme de Sudamérica

Bolsonaro prepara el ejército brasilero para ser el gendarme de Sudamérica
Una funesta noticia, conocida esta semana, da cuenta que el gobierno brasileño que preside el demente Jair “Mesías” Bolsonaro, acaba de dar a conocer su nueva política nacional de defensa, en la cual las fuerzas armadas del país declaran que Sudamérica dejó de ser un territorio libre de conflictos bélicos, y que se preparan para “intervenir en la solución de problemas regionales”.
Una funesta noticia, conocida esta semana, da cuenta que el gobierno brasileño que preside el demente Jair "Mesías" Bolsonaro, acaba de dar a conocer su nueva política nacional de defensa, en la cual las fuerzas armadas del país declaran que Sudamérica dejó de ser un territorio libre de conflictos bélicos, y que se preparan para "intervenir en la solución de problemas regionales".
 
Latinoamérica tenía suficientes problemas, siendo el continente más desigual del mundo en términos de ingreso poblacional, y ahora además, como epicentro mundial de la pandemia del coronavirus. Resulta que ahora, además, hemos perdido una de las pocas bendiciones que tenía la región, que era precisamente su carácter pacífico, la ausencia de conflictos bélicos entre los países vecinos (y hermanos) del subcontinente.
 
Estas son las cosas que pasan cuando los militares están en el poder. Y no exageramos: en el gobierno de Bolsonaro, empezando por el propio presidente (aunque haya sido expulsado por mala conducta), el vicepresidente, y los 130 cuadros que ocupan lugares de relevancia en las tres primeras líneas del poder ejecutivo, son militares.
 
Esto incluye a un ministro de salud sin formación en medicina, que comanda la peor política pública del mundo en materia de pandemia, y que tiene a Brasil como el pueblo más afectado (dos millones de contagios, 78.000 muertos), sólo superado por los EEUU.
 
Desde luego, hablar de "dictadura militar" no implica desconocer que Bolsonaro fue elegido presidente por un proceso electoral. Lo que ocurre es que, luego del golpe parlamentario comandado por los corruptos Eduardo da Cunha y Michel Temer, y el fraude electoral de excluir a Lula da Silva como candidato a través de la amañada condena de Sergio Moro -un juez que apenas asumido Bolsonaro juró como su ministro- está claro quién gobierna en el Brasil: la derecha más recalcitrante.
 

 
Desde luego, la invención paranoica de "hipótesis de conflicto" regional obedece al deseo de los militares -en Brasil y en todo el mundo- de tener mayor presupuesto para comprarse aviones, barcos, tanques, cañones y todo lo necesario para que puedan jugar a los soldaditos.
 
Pero a más de ese objetivo material, es claro que cuando desde las FFAA de Brasil se habla de "intervenir en la solución de problemas regionales", el decreto tiene nombre y apellido: Venezuela. Es claro que para estos retrógrados su misión es el combate del comunismo, que estaría encarnado en el gobierno de Caracas.
 
Vendrían así, a hacer el trabajo sucio que EEUU no pudo hacer directamente -por una clara presión de Rusia y China- ni tampoco a través del patético ataque mercenario, calco de la Bahía de los Cochinos, que llevaron a cabo en junio pasado fuerzas comandadas por ex militares yanquis.
 
Lo más probable es que este patético "deja-vu" anticomunista de los militares brasileños, como tantas otras cosas, termine arrasado por la pandemia.
 
La Opinión Popular
 
 
Brasil prepara a su ejército para posibles conflictos armados en Sudamérica
 
La nueva versión del Libro Blanco de la Defensa expresa un giro en la política de seguridad exterior del país más grande y más poblado. Venezuela es el único país mencionado como punto crítico en la región
 
Las Fuerzas Armadas de Brasil consideran que Sudamérica dejó de ser una región libre de posibles conflictos bélicos y se preparan para intervenir en la "solución" de problemas regionales, así como en la defensa de los intereses brasileños en la selva amazónica y el litoral atlántico, según la nueva Política Nacional de Defensa revelada el viernes.
 
"No se pude dejar de considerar tensiones y crisis en el entorno estratégico, con posibles desdoblamientos para Brasil, de modo que el país podrá verse motivado a contribuir a la solución de eventuales controversias o a defender sus intereses", dice la nueva versión del Libro Blanco de la Defensa, que expresa un giro en la política de seguridad exterior de Brasil.
 
El renovado manual, que actualiza cada cuatro años las principales definiciones de la política de defensa del país más grande y poblado de Sudamérica, será entregado la semana próxima al Congreso, en un contexto en el que, por primera primera vez desde 1985, el Gobierno cuenta con nueve ministerios a cargo de militares y con un ex capitán, Jair Bolsonaro, como presidente.
 
El Libro Blanco de la Defensa define cuáles son los temas y conflictos por los que se puede ordenar la movilización de tropas, tanto dentro como fuera del país.
 
Entre estos, su nueva versión incluye la actual pandemia de coronavirus, que tiene a Brasil al borde de los 2 millones de casos y los 75.000 muertos, y la devastación en la Amazonia por acción de la agricultura intensiva, la tala ilegal y la minería, un tema por el cual el país está siendo cuestionado por inversores extranjeros.
 
Según el texto adelantado por el diario O Estado de Sao Paulo, la actualización de los lineamientos de Defensa no cita potenciales países adversarios pero observa que habrá "tensiones y crisis" en la región sudamericana, donde Brasil tiene el Ejército más numeroso.
 
La excepción es Venezuela, que es señalado como el punto más crítico de la región.
 
La hipótesis de conflicto con Venezuela resurgió en 2019 cuando Brasil participó con Colombia en un intento de ingreso forzoso de alimentos a suelo venezolano a través de zonas fronterizas, en el marco de una acción auspiciada por Estados Unidos y otros países contra el Gobierno del presidente Nicolás Maduro, a raíz de la grave situación económica de la nación petrolera caribeña.
 
Además, desde la frontera sur venezolana salieron miles de ciudadanos para instalarse en el estado brasileño de Roraima, en una operación organizada en 2018 y 2019 por el actual ministro de Salud del presidente Jair Bolsonaro, el general Eduardo Pazuello.
 
El ministro de Defensa, el general Fernando Azevedo e Silva, el primer militar en el cargo desde el fin de la Dictadura en 1985, afirmó que el plan no es más que la actualización de una política de Estado y que fue revisado por Bolsonaro.
 
El documento destaca el aporte del Ejército en el operativo sanitario para afrontar la pandemia de coronavirus como la mayor movilización de fuerzas militares en Brasil desde la Segunda Guerra Mundial, cuando ese país se sumó a los Aliados aportando 25.800 soldados, aunque solo una pequeña porción entró efectivamente en combate en el norte de Italia.
 
Ahora, en el escenario de pandemia, la movilización supera los 34.000 soldados brasileños, precisa el informe.
 
La importancia que le da el Ejército a la pandemia desde el inicio choca con la posición personal de Bolsonaro y su Ministerio de Salud, a cargo de Pazuello, un especialista en logística al que un juez de la máxima corte de Brasil acusó esta semana de "asociarse al genocidio" que el Gobierno está provocando con su política sanitaria.
 
El documento sugiere mayor presencia de la Marina en la costa atlántica norte, en el estado de Pará, con el doble propósito de vigilar la distribución de la producción agrícola del centro del país y controlar los delitos ambientales en la región amazónica, en el entorno de la ciudad capital de Belém.
 
El documento mantiene la atención militar, heredada del Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da SIlva (2003-2010), sobre la zona que los militares brasileños llaman la Amazonia Azul, las riquezas estratégicas de los 8.000 kilómetros de costa atlántica, donde se encuentran los megayacimientos petroleros submarinos.
 
"La Amazonia, así como el Atlántico Sur, es un área de interés geoestratégico para Brasil. La protección de la biodiversidad, de los recursos minerales, hídricos, además de potencial energético, es prioridad para el país", dice el documento oficial.
 
También advierte sobre la preparación de respuestas contra "intereses extranjeros" en la selva amazónica, la mayor reserva de agua y de biodiversidad del mundo, el 60% de la cual pertenece a Brasil.
 
Para la protección del litoral marítimo, Brasil construye un submarino a propulsión nuclear cohídricosn tecnología francesa a partir de un acuerdo realizado entre el Gobierno de Lula y Francia, en ese entonces con Nicolas Sarkozy como presidente, en la línea trazada luego del fin de las dictaduras militares sudamericanas, cuando Brasil cambió sus hipótesis de conflicto de la región sur limítrofe con Argentina y Paraguay, al norte amazónico.
 
Los recursos y cuarteles que antes estaban en el entorno de los países vecinos, se trasladaron hacia la región amazónica, que Brasil comparte con los tres principales productores de cocaína del mundo: sus vecinos Colombia, Perú y Bolivia.
 
Fuente: Infobae
 

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Con Bolsonaro, Brasil busca convertirse en un "Estado gendarme" sobre los otros países de la región, en el cual, la adopción de decisiones es dominada por los militares, que los imponga como potencia dominante en Sudamérica.
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