La Opinión Popular
                  10:01  |  Jueves 04 de Diciembre de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná

Por
“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
Recomendar Imprimir
Nacionales - 13-07-2020 / 09:07
HAY QUE DEJAR ATRÁS EL CAPITALISMO NEOLIBERAL HEGEMONIZADO POR LAS FINANZAS GLOBALES

Resistencia del establishment a un proyecto económico de desarrollo nacional

Resistencia del establishment a un proyecto económico de desarrollo nacional
El presidente junto a los empresarios tras su discurso por el Día de la Independencia. Alberto Fernández aseguró a los empresarios del G-6 que está trabajando para dejar atrás las dos herencias que le dejó el gobierno de Mauricio Macri: el default y el cepo cambiario.
En el acto oficial de celebración del Día de la Independencia, el presidente Alberto Fernández estuvo acompañado en forma presencial, en la Quinta de Olivos, por los empresarios del G-6, que reúne a las titulares de las cámaras del establishment, y de un dirigente de la conducción de la CGT.
 
Fue una apuesta oficial fuerte dirigida al mundo empresario concentrado, que desde hace más de 40 años ha intensificado el combate contra el proyecto de desarrollo nacional que hoy aspira a desplegar el frente político que gobierna.
 
El mensaje de Fernández es sencillo de entender aunque no es probable que haya sido aceptado por los interlocutores elegidos. Es una renovada invitación a un sujeto social que resiste construir un sistema económico que permita alejar la reiteración de crisis dramáticas, las cuales lo tienen como protagonista estelar en cada una de ellas.
  
Más allá de gestos personales de cada uno sus miembros hacia el poder político de turno, el poder económico se ha transformando en estas últimas décadas. Ir a su búsqueda con la expectativa de encontrar lo que alguna vez fue para sumarlo a un proyecto de desarrollo nacional, como si nada hubiera pasado en este tiempo, sólo entregará otra decepción.
 
Casi todos los integrantes del bloque de poder concentrado están cada vez más alejados del destino del mercado interno, operan en áreas monopólicas o con posiciones dominantes y están subordinados a la valorización financiera de sus excedentes, los cuales en gran parte son dolarizados y fugados.
 

 
Una de las pocas excepciones en ese bloque de poder local al que todavía le resulta relevante el consumo interno y tiene su principal base productiva en el país es el grupo Arcor de la familia Pagani.
 
Cuando gran parte de los patrimonios de ese núcleo de empresarios poderosos está en el exterior, ya sea en propiedades, empresas, activos bursátiles o capitales líquidos, y su principal actividad se encuentra en servicios monopólicos o producción de materias primas exportables, su propio destino queda escindido del general.
 
Por eso son protagonistas principales de las grandes crisis pero no las padecen en toda su dimensión; más bien se benefician porque aumentan la concentración y centralización del capital.
 
Es un poder económico conservador, ideologizado al extremo y contaminado de los lugares comunes de la ortodoxia económica, además de ser conducido políticamente por los grupos Techint y Clarín.
 
 
Trasnacional
  
El grupo Techint emprendió un proceso de trasnacionalización en las últimas décadas. Está amenazado por la expansión de corporaciones de la nueva potencia mundial (China), y para tratar de preservar privilegios y cuotas de mercado de su producción de tubos con y sin costura exige protección para su actividad y, sin pudor, promueve apertura importadora para el resto. Opera en sectores con cuasirrentas monopólicas y millonarios subsidios fiscales. Se alinea de ese modo con la estrategia económica y global de la potencia declinante, Estados Unidos.
 
A lo largo de varias décadas, las fabulosas ganancias obtenidas en el mercado argentino, conseguidas por medidas públicas específicas para supuestamente inducirlo a un aumento de la inversión local y a entregar productos a precios competitivos al mercado doméstico, fueron utilizadas en gran parte para financiar la expansión internacional.
 
Techint logró la diversificación territorial de su conglomerado: su casa matriz está en Luxemburgo para pagar menos impuestos, tiene plantas también en Japón, Estados Unidos, México, Brasil e Italia, y es socio en empresas sauditas, rusas, colombianas y canadienses.
 
Desde los últimos años del siglo pasado, las inversiones en Argentina han sido marginales respecto a las destinadas al crecimiento de su negocio internacional.
 
El modelo desarrollista le fue favorable para la evolución inicial, pero ahora ya no le resulta útil. Por eso despide trabajadores desafiando al presidente Fernández. Para Techint el salario es un costo y no un factor dinámico del mercado interno. Por eso postula un modelo económico de tipo de cambio elevado, puesto que por esa vía reduce el costo salarial al tiempo que beneficia su salida exportadora.
 
 
Posesiones
  
El Grupo Clarín se ha consolidado como un conglomerado de telecomunicaciones luego de conseguir desembarcar en Telecom gracias a la flexibilidad regulatoria dispuesta por el gobierno de Macri.
 
Desde la última dictadura militar y con cada uno de los posteriores gobiernos democráticos, con la excepción de los dos mandatos de Cristina Fernández de Kirchner, Clarín consiguió capturar eslabones de su negocio para construir un gigante del sector de las telecomunicaciones.
 
Las manos vacías en esos ocho años es una de las posibles respuestas a los motivos de los persistentes embates contra CFK y su familia que diariamente lanza desde su extenso dispositivo de medios.
 
El grupo Clarín opera en un mercado de servicios de fuertes rasgos monopólicos y busca frenar el ingreso de la competencia, ya sea la que puede constituir el grupo mexicano liderado por el millonario mexicano Carlos Slim o la de compañías chinas (Huawei, empresa combatida por Estados Unidos).
 
Utiliza su amplia red de medios (diarios, radios y televisión) para expandir y defender cada una de sus posesiones, siendo Telecom la última que sumó al conglomerado y posterior fusión con Cablevisión. Resiste el congelamiento de tarifas de los servicios que prestan esas compañías, está en controversias con el Estado por pagos millonarios por la frecuencia de Nextel y pretende mantener un espectro radioeléctrico mayor al que le corresponde por regulaciones del sector.
 
 
Cuadrante
  
Ambos grupos ya no tienen como base de su propia expansión la necesidad de un modelo económico desarrollista.
 
El caso de Clarín es más evidente y el brusco giro de la línea editorial tuvo su bisagra en el conflicto con un sector del campo por las retenciones móviles en 2008.
 
El análisis económico de sus canales de difusión fue mudando del desarrollismo hacia un modelo aperturista, de privilegio a la producción de materias primas agropecuarias y de predominio de las finanzas.
 
Ese viraje conceptual explica su actual posicionamiento en el cuadrante de la derecha del espectro ideológico de medios de comunicación.
 
La campaña anticuarentena, el fomento de la grieta política, social y cultural utilizando a comunicadores y animadores de shows periodísticos, y el impulso de un modelo económico de exclusión es la política de superficie para fortalecer la estrategia estructural para la consolidación de los negocios del conglomerado de telecomunicaciones, pero también para los de los principales socios que están vinculados a la producción agropecuaria.
 
 
Derecha
  
Los grupos Techint y Clarín no son sólo la expresión de la derecha empresaria por ser antiperonista o por la obsesión patológica con CFK y la letra K. Son más que canales de esa manifestación política a través de cámaras empresarias o de una red de medios. Ambos se han convertido en la conducción política de ese espacio ideológico, fundamentalmente, porque les resulta funcional para la defensa y la aspiración de continuar expandiendo su base material.
 
Como se sabe desde hace bastante, los intereses materiales van moldeando la conciencia y la acción.
 
Podrían haber elegido otra opción ideológica conservadora, alejada del fanatismo y de la promoción de la hostilidad de clases medias y altas a quienes piensan diferente. Pero no hubieran estado en línea con el actual comportamiento de las fuerzas de derecha en el mundo, que en América latina son guiadas por el Departamento de Estado y el Comando Sur de Estados Unidos.
 
Los ejes de acción son la exacerbación de las tensiones políticas, el odio a las fuerzas políticas populares y la intolerancia al disenso. El trumpismo es la expresión de esas conductas.
 
La perversidad del discurso y la acción de la derecha política y mediática es que esas características, con elevada violencia simbólica, son atribuidas a las víctimas de ese comportamiento antisocial.
 
La pandemia, como en varios otros campos, exhibió sin maquillaje la brutalidad del capitalismo neoliberal dominado por las finanzas globales. En el escenario argentino, los grupos Techint y Clarín, con sus respectivos satélites (en el ámbito empresario los miembros del G-6, la AEA y el Foro de Convergencia, y en el mundo mediático, La Nación y el portal Infobae), actúan como ordenadores del bloque de poder económico para preservar los privilegios que tienen en la presente fase del capitalismo global.
 
Por miedo o por convencimiento, el resto del establishment se disciplina detrás de ellos, algunos para engancharse en ese tren con sus propios negocios, otros para no ser marginados de ese grupo social, y no pocos por temor a la persecución judicial y la amenaza de la cárcel, como les pasó a varios durante el macrismo.
 
La guerra interempresaria con grupos económicos indicados como kirchneristas (Lázaro Báez, Cristóbal López, Gerardo Ferreyra y otros encuadernados) no tiene que ver con el cuestionamiento a la evasión fiscal, fuga de capitales, lavado de dinero, operaciones offshore y relaciones privilegiadas con el Estado, porque cada uno de los miembros del establishment (Rocca, Pérez Companc, Magnetto y el resto de la lista de "grandes empresarios" aceptados socialmente) tuvieron y tienen ese mismo comportamiento reprochable, aunque sin la observación crítica de la legión de almas bellas que construyen sentido.
 
Con la expectativa de que no existan impedimentos en la comprensión lectora, en el sentido de que unos y otros tiene la misma forma de hacer negocios, antes y ahora, el acoso a empresarios con la marca en la frente con la letra K que alimenta la indignación colectiva selectiva es el paño de la superficie de una disputa de fondo, siendo ésta lo relevante para comprender esa cruzada.
 
El conflicto al interior del poder económico se originó, por un lado, en la puja por ver quién se queda o domina el manejo de ciertos negocios en sectores de elevada rentabilidad. Por otro, refleja el mecanismo habitual del poder económico para obturar el crecimiento de nuevos conglomerados que pueden poner en cuestionamiento el espacio que ocupan en el esquema de poder.
 
Esa misma tensión y disputa, en otro contexto histórico y métodos diferentes, se desplegó en los primeros años de la última dictadura militar sobre algunos grupos económicos vinculados al peronismo o promotores de un proyecto con cierta autonomía de desarrollo de la industria nacional.
 
 
Grieta
  
La crisis económica global provocada por la pandemia abre una pequeña fisura para cuestionar con evidencias imposibles de ocultar y, fundamentalmente, para replantear el funcionamiento de la actual fase del capitalismo neoliberal hegemonizado por las finanzas globales.
 
El presidente Alberto Fernández propone la reconstrucción de la economía a partir de un capitalismo con otras bases. Para esa tarea está convocando a un sujeto económico que hoy es otro; no es el que imagina para construir otro capitalismo dentro de un modelo de desarrollo nacional.
 
La debacle económica y social por la covid-19 brinda una oportunidad excepcional para fortalecer el rol central del Estado en relación al mundo empresario y para el ordenamiento del funcionamiento de la economía.
 
La pospademia en la economía y, en especial, la reconstrucción de una nueva normalidad económica, porque la anterior dominada por el bloque de poder tradicional probó ser un fiasco en términos de bienestar general, requerirá ampliar la base social de la alianza con el sector privado, incluyendo a pymes, cooperativas, emprendedores, firmas recuperadas, empresas de la economía popular.
 
Para que los costos devastadores de la actual crisis no sean en vano, la política económica de la recuperación no puede quedar depositado en ganar la confianza de los empresarios del G-6. Puede ser que esa  invitación sirva en términos políticos, pero está probado que sus integrantes no tienen la vocación de ser un sujeto social activo en el objetivo de fortalecer un proyecto de desarrollo nacional.
 
Por Alfredo Zaiat
 
Fuente: pagina12.com.ar
 

Agreganos como amigo a Facebook
04-12-2025 / 08:12
Martillar el último clavo en el ataúd que encierra el cadáver del peronismo es una causa nacional que pronto cumplirá 80 años. Ahí, en 1946, radica la "cifra redonda", el año fundacional, tanto del peronismo como movimiento de masas como del antiperonismo como irrenunciable leit motiv de buena parte de la sociedad argentina. Y así venimos desde hace décadas, matando al peronismo, dándolo por finiquitado, y asistiendo a sus múltiples y polifacéticas resurrecciones.
 
Como un destino nacional inexorable; "el hecho maldito del país burgués" que definió John William Cooke. En ese itinerario pueden indentificarse 11 muertes del peronismo, 11 episodios que el antiperonismo festejó como un Mundial para, poco después, volver a empezar.
 
Pero, ¿qué sería del antiperonismo, buceando ya en profundidades ontológicas, si el peronismo realmente muriera? Si combatir al peronismo en todas sus formas -rechazarlo, denostarlo y condenarlo- es la razón de ser de tantos argentinos, ¿qué vendría después? ¿Qué verían al asomarse a ese abismo nietzscheano que nos habita y nos acecha cuando el monstruo de afuera ya no esté?
 
La flamante victoria de La Libertad Avanza generó todo tipo de conjeturas sobre el futuro de un peronismo enredado en la miseria de sus internas y carente de una propuesta alternativa, capaz de seducir a una ciudadanía desencantada. Lo llamativo es que este contexto crítico se replicó en varias ocasiones desde los años 50 a la fecha y generó los mismos efectos.
 
"Ahora sí, este es el fin del peronismo", es un título redactado en numerosas ocasiones, siempre listo y nunca definitivo. Será porque los intentos por "matar" al peronismo han adoptado distintas formas: la proscripción, la represión, la fragmentación interna, la debacle económica, la derrota electoral. Cada uno de esos embates reforzó, de una manera u otra, su condición de fenómeno político persistente.
 
Los siguientes 11 episodios -las 11 muertes- lo ejemplifican.
 
1) 26 de julio 1952. La que fallece es Eva Duarte, "Jefa Espiritual de la Nación" y estandarte del "primer peronismo", cuando el país -al decir de Félix Luna- era una fiesta. Después de Evita, ¿qué?, era la pregunta. Las pintadas celebratorias repartidas por Buenos Aires ("viva el cáncer") expresaban el anhelo de que esa muerte de carne y hueso fuera el simbólico inicio de otra muerte, la de Perón, la de su gobierno y la de todo lo que el peronismo representaba. Muchos lo creyeron así.
 
2) 16 de septiembre de 1955. Golpe de Estado. Revolución Libertadora (para los peronistas, la "fusiladora"). Es el comienzo de una gigantesca operación cultural: la desperonización de la Argentina. La proscripción del peronismo y el exilio de 18 años de su líder son la punta del iceberg. Se demuelen estatuas, se destruyen bustos, se queman cuadros, se borra todo vestigio de peronismo al punto de prohibir, por ley, que se lo nombre en público. Pero en lugar de matarlo, lo que lograron fue fortalecer la identidad, al punto de que el sólo hecho de ser peronista se convirtió en un acto de resistencia.
 

03-12-2025 / 10:12
No fue solo un giro diplomático: por primera vez desde el retorno de la democracia, Argentina votó en esta materia junto con EEUU e Israel, dos países cuestionados por graves violaciones a los derechos humanos y hasta genocidio, posicionándose, así como los tres únicos Estados en el mundo que se niegan a condenar el uso de la tortura.
 
El posicionamiento argentino desnuda la verdadera esencia del gobierno de Javier "el Loco" Milei, al cual la calificación de fascista no resulta exagerada, pues hubo incluso gobiernos de extrema derecha, que por vergüenza o compromiso, votaron afirmativamente condenando la tortura.
 
La resolución rechazada por Argentina fue promovida por el Comité contra la Tortura (CAT), órgano que días antes había publicado un informe crítico sobre la situación del país. Ese informe expresó su "profunda preocupación" por la persistencia de detenciones prolongadas en comisarías, prácticas policiales violentas, falta de controles judiciales efectivos y condiciones inhumanas en lugares de encierro.
 
El Comité recordó que los jueces y juezas penales son garantes últimos de la legalidad y dignidad de toda detención, y que el Estado argentino viola sus obligaciones cuando tolera celdas sin ventilación, superpobladas, sin colchones, sin agua potable, o cuando naturaliza golpizas, hostigamientos y traslados arbitrarios.
 
Nada de esto es nuevo: hace décadas que organismos de DDHH como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) o la Comisión Provincial por la Memoria de la provincia de Buenos Aires, entre otros, advierten y condenan las prácticas sistemáticas que se dan en los contextos de encierro, que encuadran dentro de los "Tratos crueles, inhumanos o degradantes" tal como se define en el derecho internacional en materia de DDHH.
 
Sin embargo, lejos de reconocer la legitimidad de estas observaciones, el gobierno argentino reaccionó con un ataque político. El mismo día que se conoció el informe del CAT, se publicó en el sitio "Argentina.gob" la respuesta oficial, calificando al informe como "sesgado", bajo la acusación de haber omitido "graves abusos ocurridos durante el gobierno de Alberto Fernández".
 
Para el gobierno de Milei, el documento emitido por el CAT está "abiertamente influido por grupos militantes y organizaciones con marcada orientación kirchnerista" y "exhibe un sesgo ideológico incompatible con la imparcialidad que exige el sistema internacional de derechos humanos".
 
Resultaría gracioso, si no fuera tan trágico, que se etiquete de esa forma a un organismo técnico en el ámbito de las Naciones Unidas. Pero esa es la lógica del gobierno de La Libertad Avanza: quien denuncia abusos policiales o defiende garantías constitucionales es automáticamente sospechado de "zurdo" o "kuka".
 

03-12-2025 / 10:12
Karina "la Coimera" Milei sueña con que su hermano la elija como sucesora como hizo Néstor Kirchner con Cristina en 2007 en una maniobra que le permitió al kirchnerismo quedarse en el poder durante 12 años. "Hay que ir por la reelección de Javier Milei", aclaró en Mar del Plata, en el congreso libertario que encabezó frente a 300 personas, pese a que esperaban más de 700. Pero lo que no dijo es que ella se plantea como sucesora de su hermano, en el 2027 o en el siguiente turno electoral.
 
"Ella quiere que Milei la elija como sucesora, como hizo Néstor con Cristina", explicó un dirigente libertario al tanto de los planes de la hermana presidencial. En el mismo acto se difundió la creación de un "comité de disciplina" de La Libertad Avanza, que tendrá tolerancia cero a las individualidades. Entre los libertarios dijeron que el comité servirá como una suerte de Mazorca de Karina para tener a raya a todo el partido, en especial a los influencers como el Gordo Dan, el cabecilla de Las Fuerzas del Cielo que agrupa a los seguidores de Santiago Caputo.
 
Justamente el Gordo Dan ofició durante los primeros dos años de mandato de Milei como un guardián de la pureza libertaria y fue quien hizo echar a varios funcionarios que se corrieron de la línea. Karina quiere ser la única en detentar ese poder. Además, no quiere que los ministros, diputados y senadores vayan a la televisión sin su supervisión previa.
 
La visión policial de la política que despliega Karina ya es motivo de preocupación entre importantes dirigentes libertarios y llegó a impactar en el Congreso. "Patricia Bullrich le tiene terror a Karina", afirmó un importante dirigente libertario.
 
La hermana de Milei ahora tiene en mira el ministerio de Justicia como el próximo lugar para colonizar. Karina le pidió a Mariano Cúneo Libarona que se quedara en el ministerio luego de las elecciones pese a que ya había presentado una carta con su renuncia. El objetivo era darse un tiempo para definir su sucesor.
 
Ahora, Karina quiere que el puesto de Cúneo lo ocupe Santiago Viola. Viola es el apoderado de La Libertad Avanza y era su candidato para la secretaría Legal y Técnica antes de que Santiago Caputo acercara a María Ibarzábal Murphy, quien se ganó la confianza de Milei y es una pieza clave del gabinete. Pero los tiempos cambiaron y la obsesión de Karina por la Justicia creció desde el caso Libra y las coimas de la Andis, que la tienen en el centro de las investigaciones de la justicia federal.
 
Estos movimientos forman parte, según los libertarios, de un objetivo mayor para Karina, que es el de entrar a la fórmula presidencial en el futuro. Milei repite que su jefe es su hermana y por eso en el gobierno no descartan que Karina pida dar el salto en 2027.
 
La semana pasada, Karina se apersonó en el Senado para dar una demostración de poder en la Cámara en la que acaba de entrar Patricia Bullrich, otra de las figuras del gobierno con aspiraciones a entrar en la fórmula presidencial, pero que teme a la hermana de Milei.
 
Karina es la persona de este gobierno que tiene peor imagen, se la asocia a la corrupción. Su figura, cada vez más central dentro de la estructura de poder, es parte del debate sobre quién toma las decisiones en la gestión nacional. De hecho, las encuestas ya están evaluando la percepción sobre quién gobierna realmente: Javier Milei o su hermana, la secretaria general de la Presidencia.
 
La Opinión Popular
 

01-12-2025 / 09:12
En Diputados, con una impunidad ante la que vale detenerse, la legisladora macrista Marilú Quiroz organizó una jornada de seis horas contra "la obligatoriedad y compulsividad" de las vacunas, abarcando relacionarlas con el autismo. Vimos a un tipo que, a torso descubierto, se mostró imantado por efecto de la inoculación. En 2014 ya habían montado el mismo circo, en una actuación televisiva y con otro protagonista, y adjudicándoselo a otros factores. Los objetos metálicos "se le pegan al cuerpo", ratificaron esta vez tras varios intentos fallidos.
 
Lo más parecido a esto que se vio el jueves debe ser el conjunto de infradotados, vestidos de búfalo, que tomaron el Capitolio el 6 de enero de 2021. El acto, el de acá, fue autorizado por la presidencia de la Cámara de Diputados.
 
Al margen del espanto y las denuncias de toda autoridad científica, ya con siete niños muertos de sarampión y tos convulsa por no estar vacunados, se desconocen presentaciones judiciales o procederes de oficio. Hubo un delito. Un atentado contra la salud pública.
 
¿Hecho menor, por haberse tratado de un grupo de delirantes bien que ocupando parte del edificio parlamentario? ¿O símbolo gigantesco?
 
Basta recorrer por encima los temas dominantes de la agenda publicada para advertir el momento prácticamente bizarro de nuestra política. Es el accionar gubernamental, es la plancha desconcertante en que está sumida la oposición y son las consecuencias de ese estadio. ¿Será la calma o desviación temática que preceden a alguna tormenta o, acaso, un clima destinado a permanecer durante largo rato?
 
La guerra entre la AFA, el Gobierno y los medios oficialistas, operada desde el efectismo de un campeonato de escritorio y una formación de pasillo dando la espalda a los campeones, se lleva por varios cuerpos el conversatorio periodístico, digital y vaya a saberse si, también, masivo. Es de esos disparadores que invitan a la básica y poderosa pregunta de si no pasa nada más importante en el país.
 
Los títulos de casi toda la prensa ametrallan sin parar, incluso a través de "noticias" y variantes fragmentadas -sobre el mismo tópico- que se suceden una tras otra. Pocas veces se vio algo semejante, tan desembozado.
 
Hasta un imberbe percibiría que no destrozan a la AFA por sus desaguisados ni por arbitrajes escandalosos, que desde ya sobran. El centro indesmentible es privatizar la actividad futbolística hasta el extremo que sea posible, pero eso ni siquiera es mencionado de refilón por la militancia independiente de los bufones oficiales.
 
Desde el Presidente de la Nación hasta su ministra de Seguridad instalaron el asunto con rango de gravedad nacional. Se supone que una cosa es la pasión desenfrenada que el fútbol desata en Argentina. Y que otra, completamente distinta, es llevar el caso a una cuestión de Estado ligada a negociados formidables. Sólo se supone.
 

30-11-2025 / 12:11
La concentración de fachos en Plaza de Mayo para pedir por la libertad de los represores fue un fracaso. No fue nutrida ni contó con la asistencia de las caras más conocidas del reclamo pro-dictadura. Sus organizadores debieron levantar sus petates a las apuradas cuando un efectivo de la Policía Federal Argentina (PFA) se acercó para avisarles que estaba llegando la manifestación por Palestina, que los sextuplicaba en participantes.
 
El que recibió el mensaje fue Guillermo Sottovia, uno de los organizadores de la movida fallida, que dice ser piloto civil e hijo de un oficial de la Aeronáutica. A Sottovia no le quedó más remedio que agarrar el megáfono maltrecho que tenían e iniciar la retirada. -Nos tenemos que ir, no por cobardes, sino para demostrar que ellos son los violentos -dijo.
 
Hasta segundos antes, Sottovia había estado a los abrazos con Carlos Pampillón, el dirigente neonazi marplatense procesado por atacar un monumento a la Memoria, la Verdad y la Justicia. Pampillón palmeaba a algunos hombres con uniformes y los llamaba "héroes" mientras se abría paso por la Plaza de Mayo.
 
Asunción Benedit estaba contenta porque casi había más fotógrafos que concurrentes. Ella se había puesto un pañuelo negro en la cabeza como forma de identificarse: no solo en oposición a las Madres de Plaza de Mayo sino porque también dice estar de "luto" por los represores presos.
 
Según las estadísticas de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad (PCCH), hay 22 criminales de lesa humanidad presos en cárceles comunes y 63 en la Unidad 34 de Campo de Mayo, considerada una prisión VIP por sus comodidades.
 
Tanto Asunción como su hermano, el diputado nacional entrerriano Beltrán Benedit, suelen visitar a los condenados y procesados por secuestrar, torturar y desaparecer personas. Ella sostiene que no solo hay que pedirle al gobierno de Javier "el Loco" Milei por su libertad, sino también reivindicar su accionar represivo.
 
"La esperanza es lo último que se pierde", dijo la mujer que pululó por distintas organizaciones pro-dictadura. "De hecho podemos estar haciendo este reclamo. Si fuera con otro gobierno, ya estaríamos presos", concedió, aunque no esconde su desazón porque la administración de La Libertad Avanza (LLA) no hizo más para tener al genocida Alfredo Astiz y compañía fuera de las cárceles.
 
Conformaron un grupúsculo que se dio en llamar Unidos por la Sangre Derramada, pero, en realidad, lo que derramaron fueron peleas internas. Hasta hace diez días, Orlando González se presentaba como el coordinador general de la iniciativa. El tema se complicó cuando se contó quién era el personaje: un represor de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) condenado a prisión perpetua y que se encuentra en arresto domiciliario. Aficionado a la fotografía, el "Hormiga" González solía retratar a sus víctimas.
 
En Plaza San Martín se hicieron grandes actos para oponerse a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia del kirchnerismo y para reclamar una amnistía general. Las concentraciones eran mucho más nutridas que las de este sábado en Plaza de Mayo. Pese a eso, con megáfono en mano, Sottovia afirmaba: "Tenemos poder ahora de cambiar la historia. Nunca se hizo un acto como éste". Patético.
 
La Opinión Popular
 

NicoSal soluciones web

© Copyright 2009 LA OPINIÓN POPULAR – www.laopinionpopular.com.ar - Todos los derechos reservados.

E-mail: contacto@laopinionpopular.com.ar