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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Nacionales - 12-07-2020 / 09:07
SIGUE EL IFE, EL ATP Y ESTUDIAN LA REFORMA IMPOSITIVA

Las medidas qué piensa Alberto Fernández para la pospandemia

Las medidas qué piensa Alberto Fernández para la pospandemia
El presidente Alberto Fernández atendió a la demanda de los mandatarios provinciales y mantuvo la cobertura del IFE III con nueve millones de beneficiarios. Abandonó la hipótesis de acotarlo desprotegiendo a ciudadanos de provincias que ingresaron en “la nueva normalidad”.
El Gobierno activa en varios frentes, de modo simultáneo y frenético. Se prolongan las medidas excepcionales de transferencias directas de recursos: Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP).
 
El presidente Alberto Fernández atendió a la demanda de los mandatarios provinciales y mantuvo la cobertura del IFE III con nueve millones de beneficiarios. Abandonó la hipótesis de acotarlo desprotegiendo a ciudadanos de provincias que ingresaron en "la nueva normalidad".
 
El fundamento era que muchas personas ya no necesitarían el IFE: nació flojo porque la reactivación no llega velozmente. Se reparte de modo inequitativo reproduciendo las desigualdades preexistentes.
 
El Gobierno recapacitó, en buena hora: es mal momento para suspender transferencias de ingresos a trabajadores. La vicejefa de Gabinete Cecilia Todesca Bocco va más allá: desliza la perspectiva de sostener el IFE (concebido de entrada como remedio para abril) en meses sucesivos. La malaria prosigue, los alivios también.
 
La reanudación de actividades fuera del AMBA impacta de modo disímil según ramas de actividad y regiones. Las arcas provinciales tocan fondo: dependen como nunca de las transferencias desde Nación.
 
Los impuestos locales (Ingresos Brutos por antonomasia pero no exclusivamente) son procíclicos. Recaudan menos en tiempos de vacas flacas. Las provincias no pueden valerse de la emisión monetaria. Más allá de amagues mediáticos (operaciones, tal vez) ninguna creó cuasi monedas.
 

 
Cuando llegue ese día
 
Fernández y el ministro de Economía Martín Guzmán se reunieron este sábado en Olivos. El canje de deuda evoluciona bien, concuerdan. Se internaron en un proyecto oficial ambicioso: una armonización del sistema impositivo. La idea es hacerlo más ágil, evitar las dobles imposiciones. Objetivos loables, arduos de compatibilizar aún en coyunturas normales.
 
Se enviará un conjunto de proyectos de ley al Congreso cuando aminore la pandemia. "Activar el consumo y la producción" simplifica el presidente. Subsidios, créditos a tasas bajas, exenciones impositivas. La activación de economías regionales que armoniza con el impacto diferenciado de la covid-19, más severo en el AMBA y en Chaco que en las demás provincias.
 
Con optimismo de la voluntad, Fernández evalúa que no se ha desmantelado el aparato productivo y que el buen manejo de la crisis sanitaria debe ser coronado por la recuperación económica. El ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas divulgó un esquema de actividades que serán centrales para exportar y reanimar el mercado interno.
 
La moratoria amplísima les quitará presión a las empresas. Si se consigue despejar el cronograma de pagos de deuda en divisas se atisbará un horizonte más propicio.
 
La Cámara Argentina de la Construcción propone un blanqueo direccionado: solo otorgable a quienes coloquen el dinero en construcción privada. Se difunde que el gobierno enviará un proyecto de ley en similar sentido.
 
Altos funcionarios de la Casa Rosada y de Economía responden que la medida no está prevista, por ahora. Pero que el presidente Fernández admite como factible promover de alguna forma que "la plata que está afuera o bajo el colchón" salga del escondrijo y aplique a producir.
 
Las moratorias van en ese sentido. La Ley de Emergencia económica introdujo un incentivo para repatriar capitales. Aumentó la alícuota de Bienes Personales para los activos colocados fuera del país. El incremento se deja sin efecto si la plata reingresa.
 
Se trata, claro, de bienes declarados no de plata evadida. Una fracción importante proviene del blanqueo dispuesto por el ex presidente Mauricio Macri. Bastaba con enumerar tenencias en el exterior y pagar algo para blanquearlas. No se le imponía repatriarla ni darle algún destino productivo.
 
El blanqueo dispuesto por Cristina Kirchner cuando Axel Kicillof era ministro de Economía estipulaba que los fondos tenían que ingresar al circuito productivo local, en especial para compra o construcción de viviendas.
 
Fernández aduce que jamás repetiría el esquema de Macri "que transformó en caballeros a los corsarios". Pero no descarta explorar un mecanismo que induzca a los empresarios a volcar fondos a producir no solo en la rama de la construcción.
 
Más allá del nombre que se le adjudique sería un blanqueo con imputación determinada por ley. La norma respectiva, sofisticada para prevenir desvíos o engaños, ni siquiera se ha empezado a estudiar explican desde Olivos.
 
Si se pusiera en práctica renacería la clásica discusión sobre los blanqueos. Una dispensa a la responsabilidad de los evasores atendiendo a la necesidad de dinamizar la economía. Un medio reprobable (injusto con los contribuyentes cumplidores) para un fin supuestamente virtuoso.
 
Polemizar más al respecto es aventurado cuando se ignoran los alcances de la jugada y es virtual su implementación. Solo a cuenta: cualquier blanqueo sería cualitativamente diferente a una moratoria cuasi universal en medio de la hecatombe colectiva y, por ende, admisible. O a la decisión equitativa referida a Bienes Personales mencionada líneas arriba.
 
Discurrir sobre la eventual eficiencia sería prematuro en la incertidumbre.
 
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Debates y combates
 
El sistema político se fragmenta más por funciones que por pertenencias partidarias. Los mandatarios atienden una agenda frenética, exigente. La oposición sin tierra, el ala derecha de Juntos por el Cambio (JpC), propone una agenda antagónica, a pura indignación. Fomenta el odio y el pánico, condimentados con violencias de todo tipo, incluso agresiones físicas.
 
La libertad de opinión es sagrada, constitucional el derecho a manifestarse. Violar las reglas de la cuarentena es ilícito, pone en riesgo la salud propia y de la de terceros. La violencia ejercida contra trabajadores de prensa en la marcha al Obelisco fue incitada por la retórica brutal de la conducción del macrismo. Merece un repudio general, que el macrismo y el radicalismo retacearon.
 
El abordaje de "Clarín" da para un seminario. Apenas siete líneas, en un recuadro colocado en página par, bien abajo, sin fotos. Para un manual de invisibilización. Según el diario del Multimedios "un móvil del canal de noticias C5N fue rodeado y agredido por manifestantes (...) el vehículo recibió golpes y se retiró entre insultos y gritos". Consigna repudios de Fopea y ADEPA.
 
No se comprenden. Si se atacó a un vehículo deberían haberse pronunciado los fabricantes de autos, tal vez Guillermo Dietrich en nombre de los concesionarios, el Smata... La complicidad se camufla de muchas maneras, el encubrimiento mediático también.
 
La virulencia de la derecha enardece: es una de sus finalidades. Replicar los embates del adversario puede resultar inevitable. El oficialismo tiene el deber de manejarse con racionalidad, de contraponer sensatez al griterío o a las denuncias falsas, de no ser funcional a sus adversarios.
 
Tienta entrar en la lucha en el barro, fascinarse con una agenda distractiva. Se incurre en un error que se acentúa cuando se implican sus principales funcionarios, el propio presidente. Favorecen al contrincante. Ayudan, involuntaria y eficazmente, a amplificar discursos repudiables.
 
Caen en una trampa: actuar como "oposición de la oposición" según el hallazgo del periodista Martín Rodríguez. La furia es un recurso de la derecha que, dato nada menor, va perdiendo consenso y predicamento dentro de su frente interno. Un sector de la opo sueña con un bolsonarismo argentino. Están en minoría, menguante de momento.
 
La iniciativa sigue en manos del Gobierno como es usual en tiempos normales e imprescindibles en medio de una crisis sin precedentes.
 
 
El canje, BlackRock, la Casa Blanca
 
La enmienda en la propuesta de canje de deuda presentada en Nueva York recoge aceptaciones de acreedores. Nadie en el gobierno arriesga en público porcentajes. El ministro de Economía Martín Guzmán prosigue conversando con la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, con bonistas amigables, con funcionarios norteamericanos.
 
Hasta con emisarios del intratable fondo BlackRock. Los portavoces de ese coloso exigen que se reabra la oferta, que el presidente Alberto Fernández imite a su colega de Ecuador. Lenin Moreno acordó raudamente y sin chistar con los acreedores mientras su país se empobrece y se puebla de cadáveres, víctimas del corona virus. A Fernández y Guzmán no les parece buen ejemplo.
 
BlackRock administra, entre otras menudencias, parte de los bonos públicos estadounidenses. Juega en grandes ligas, en pleno imperio. Pese a todo, el Departamento de Tesoro aparenta, casi sobreactúa, prescindencia en la negociación. En el equipo económico y en el Palacio San Martín hay concordancia: podría ser peor.
 
El presidente Donald Trump no le bajó el pulgar a la Argentina... hasta hoy porque el hombre es impredecible, rústico y abrupto en sus movidas.
 
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La tradición estipula que la conducción del Banco Mundial es para Estados Unidos, la del FMI para Europa y la del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para nuestra región. La Argentina proponía al secretario Gustavo Beliz para presidir el organismo. Trump quebró las reglas: promueve para el BID a su compatriota Mauricio Claver-Carone, funcionario de largo recorrido.
 
Los negociadores gauchos descreen que se trate -de modo exclusivo- de un desdén para nuestro país. Coadyuvan otros factores. El primero quizá ataña a política interna, a la campaña presidencial. Claver-Carone es un prócer para el "lobby cubano" de su país, un gusano para sus detractores. Para ser reelecto Trump precisa sí o sí ganar en el estado de Florida. La relación con los exiliados cubanos es clave. Hasta ahí la irrupción del intruso en el BID no atañe a nuestro país.
 
Sí le concierne, en cambio, la competencia entre Estados Unidos y China. Los avances de esta potencia en América del Sur preocupan a la Casa Blanca. Manejar la caja del BID podría ser un instrumento para disciplinar a potenciales aliados de los chinos. Circunstancia para nada ajena a la Argentina que acaba de renegociar un swap, chimentan en el Palacio San Martín y en la Casa Rosada.
 
Negociadores gauchos astutos imaginan que el desaire en el BID podría ser contrapesado con un gesto amigable referido a las negociaciones con los bonistas privados o con el FMI. Hasta ahora, son ilusiones no corroboradas por alguna señal concreta.
 
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Apoyos del G-20 que no significan plata pero mejoran la reputación de Argentina. Aval de casi todos los gobernadores, con la solitaria excepción del sanluiseño Alberto Rodríguez Saá. Las adhesiones suman pero no alcanzan...
 
Las tratativas siguen, el panorama da la impresión de ser más promisorio que hace siete meses, el final sigue abierto.
 
Por Mario Wainfeld
 
Fuente: pagina12.com.ar
 

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15-11-2025 / 10:11
Desde mayo la tendencia inflacionaria es al alza pero el IPC del Indec está lejos del sufrimiento de los bolsillos argentinos. Fuertes subas sub representadas que marcan un pulso en la calle muy distinto al que registra la estadística oficial. Es la mentira de las canastas de pobreza e indigencia. En ese marco, el Gobierno de Javier "el Loco" Milei atraviesa un momento de creciente desgaste político y social, marcado por una serie de errores estratégicos, decisiones económicas controvertidas y promesas de campaña que se han diluido con el paso del tiempo.
 
Aunque el presidente continúa sosteniendo su discurso de reformas estructurales y combate contra la "casta", distintos sectores señalan falencias de gestión, inconsistencias doctrinarias y retrocesos que han afectado tanto su imagen como el rumbo de la administración. Uno de los principales focos de crítica apunta a la política económica. Pese a haber prometido libertad absoluta de mercados, el oficialismo implementó un esquema de devaluaciones administradas que contradice su discurso inicial.
 
Mientras se aplicó un crawling peg que deterioró salarios, jubilaciones y capacidad de consumo, también se produjo un reacomodamiento financiero que impactó sobre pymes y sectores productivos. El desarme de instrumentos financieros, como las letras estatales, generó un clima de incertidumbre que especialistas atribuyen a errores propios de gestión más que a herencias recibidas.
 
La gobernabilidad es otro frente de debilidad. Sin una base legislativa sólida y con tensiones internas, el oficialismo se apoyó recurrentemente en decretos, lo que debilitó la capacidad de negociación y profundizó la distancia con fuerzas aliadas y opositoras. A ello se sumó un episodio político costoso: la fallida estrategia de forzar un plebiscito anticipado, que derivó en una derrota y dejó al Presidente expuesto en su momento de mayor fragilidad.
 
La estructura de poder extremadamente concentrada, especialmente en el círculo íntimo más reducido, manejado autoritariamente por su hermana Karina, también es señalada como un factor que limita la capacidad de reacción ante crisis. Otro golpe duro llegó con el escándalo de la criptomoneda LIBRA, impulsada desde sectores cercanos al oficialismo y que terminó desplomándose abruptamente.
 
La polémica, bautizada como "Cryptogate", dañó la credibilidad presidencial, instaló dudas sobre el rol corrupto de funcionarios vinculados al proyecto y abrió interrogantes sobre eventuales responsabilidades políticas. A esto se suman los efectos sociales del ajuste. Los recortes profundos en salud pública redujeron programas, afectaron personal y dejaron en situación crítica a áreas sensibles, lo que despertó fuertes cuestionamientos desde organizaciones médicas y sociales. La contradicción entre el discurso de eficiencia estatal y la caída de prestaciones esenciales alimenta críticas sobre la orientación del ajuste.
 
En paralelo, varias promesas centrales de campaña quedaron inconclusas. La privatización de Vaca Muerta y de empresas estatales no avanzó; la ruptura de vínculos comerciales con países catalogados como "comunistas" quedó en declaraciones simbólicas más que en acciones concretas; y el supuesto desmantelamiento del sistema de planes sociales no llegó acompañado de mejoras sostenibles en la asistencia. Incluso afirmaciones erróneas sobre vacunas, como en el caso de la prevención del dengue, generaron malestar por la falta de precisión en cuestiones de salud pública. Con este panorama, Milei enfrenta un desgaste que combina problemas económicos, errores políticos y promesas que no lograron materializarse.
 
La Opinión Popular
 

15-11-2025 / 09:11
En una sincronía que se ha repetido en la historia, al tiempo que en Naciones Unidas el representante del gobierno argentino acusaba de corruptas a las víctimas de la dictadura y a sus familiares, en Washington se anunciaba un acuerdo con el gobierno de Javier "el Loco" Milei de subordinación y entrega. En Argentina, la violación de los derechos humanos, o su negación como en este caso, siempre tuvo su correlato con una relación de sumisión abyecta con Estados Unidos. La injerencia yanqui sobre su colonia argentina se profundiza. 

El miserable discurso pronunciado en la Comisión contra la Tortura de la ONU generó rechazo entre los demás presentes. En general, revictimizar a personas que han sufrido las peores aberraciones en torturas, violaciones, secuestros y desapariciones, genera repugnancia.

El funcionario al que le tocó jugar ese papel denigrante fue el subsecretario de Derechos Humanos, el siniestro Alberto Baños. Acusó a los organismos de derechos humanos, a las víctimas de la represión y a sus familiares de inventar la cifra de los 30 mil desaparecidos "para hacer negocio".
 
Este personaje tenía que responder preguntas sobre la represión del gobierno de Javier Milei a la protesta social y por el cercenamiento de políticas de derechos humanos. Pero eligió el papel más repulsivo para desacreditar a los organismos de derechos humanos que han sido quizás el aporte más democratizador que tuvo el proceso de transición democrática en la Argentina.
 
Baños es un exponente típico de un amplio sector del Poder Judicial. Se incorporó al fuero civil de la ciudad de Buenos Aires durante la dictadura y fue designado juez en el gobierno de Carlos Menem. Tuvo a su cargo algunos casos de resonancia, como la desaparición del policía de la Ciudad Arshak Karshanyan, en la que estaban sospechados miembros de esa institución. Baños hizo que la misma policía sospechada participara en la investigación y después de un tiempo dejó el caso sin resolver.
 
En otro caso, declaró prescripta la corrupción por el vaciamiento de Aerolíneas, lo que después tuvo que ser reconsiderado por otro tribunal. Y cuando se reabrió la investigación por la desaparición de las manos de Perón, la carpeta donde estaban los resultados de la investigación fue misteriosamente sustraída de su despacho.
 
No sería el sujeto más indicado para hablar de corrupción o para ser la cara de los derechos humanos de un gobierno que los respete. Más bien, su función ha sido hasta ahora liquidar las políticas de derechos humanos que la sociedad construyó laboriosamente desde la retirada de la dictadura.
 
Y en su presentación en Ginebra ante la Comisión contra la Tortura intentó ocultar la violencia institucional del gobierno del estafador Milei que todos los miércoles es pública y notoria cuando reprime con violencia a los jubilados.
 
La presentación tan sucia de Baños coincidió con el anuncio del gobierno de Estados Unidos del acuerdo con Milei que levanta aranceles aduaneros a los productos de ese país, elimina controles de calidad, así como controles sanitarios y se compromete a obstaculizar el ingreso de productos de otros países.
 
La contrapartida es cero. Estados Unidos no se compromete a nada que favorezca a los productos argentinos. Lo que se conoce del acuerdo afectará gravemente a la industria local como advirtió el gobierno de la provincia de Buenos Aires, donde se asienta gran parte de esa actividad. Hay una regla invariable en la historia moderna del país: la violación sistemática de los derechos humanos ha estado siempre relacionada con gobiernos que al mismo tiempo entregaron soberanía. 
 

14-11-2025 / 09:11
La Casa Blanca de Estados Unidos dio a conocer unilateralmente los primeros lineamientos del acuerdo comercial entre Argentina y EE.UU., a espaldas de los argentinos y del debate en el Congreso. Anunciaron un acuerdo comercial y de inversiones que materializa el momento histórico de mayor subordinación colonialista de Argentina a Estados Unidos. Más apertura hacia la entrada de productos yanquis incluso agrarios, eliminación de barreras arancelarias y no arancelarias, entre otros puntos. Sin detalles, que todavía deben ser negociados, el texto muestra un completo alineamiento con todas las regulaciones norteamericanas, más allá del interés argentino, y la apertura total a sus mercaderías. El comunicado local no expresa claramente cuáles serían los "beneficios" para Argentina.
 
Los argentinos nos enteramos del acuerdo por el que Trump viene a cobrar su apoyo electoral a Milei, y que pagaremos todos los argentinos. Allí, se anuncia la firma de un convenio Marco para un Acuerdo sobre Comercio e Inversión Recíprocos con Argentina. Ambos países se comprometen en abrir sus mercados en "áreas clave", aunque en la letra del texto difundido es mucho más la Argentina abriendo sus fronteras a los productos norteamericanos que los "compromisos" asumidos por este último. Es una reversión de Pacto Roca-Runcimann de 1933, el Estatuto Legal del Coloniaje, que subordinó la economía argentina a los intereses británicos.
 
El acuerdo favorece mucho más a los Estados Unidos. Entre los puntos principales destaca que Argentina brindará "acceso preferencial a productos estadounidenses como medicamentos, maquinaria, tecnologías de la información y productos agrícolas". A su vez, Estados Unidos eliminará aranceles para "ciertos recursos naturales argentinos y bienes farmacéuticos no patentados" y considerará el impacto del acuerdo al aplicar medidas comerciales relacionadas con la seguridad nacional.
 
En el ámbito agrícola, ambas partes se comprometieron a mejorar las condiciones de acceso al mercado de carne vacuna y aviar, así como a facilitar el comercio de productos como menudencias, carne de cerdo y productos lácteos. También se acordó no restringir el uso de ciertos términos cárnicos y lácteos.
 
El documento subraya que Argentina eliminará barreras no arancelarias como licencias de importación y formalidades consulares, y se comprometió a desmantelar gradualmente el impuesto estadístico para productos estadounidenses. Asimismo, se alineará con estándares internacionales en múltiples sectores y reconocerá certificaciones de organismos estadounidenses como la FDA. Este último punto implica un mazazo para la industria farmacéutica nacional.
 
Es un acuerdo con costos. El Marco de Comercio Recíproco e Inversión se presenta como un paso histórico para el vínculo bilateral. Sin embargo, la letra fina sugiere que Milei es un títere de los yanquis y los principales beneficios inmediatos recaerán sobre la economía de la potencia del norte: mayor acceso a sectores industriales y tecnológicos argentinos, influencia regulatoria ampliada, apertura en agroalimentos y una posición reforzada en cadenas de valor estratégicas. Para Argentina, los potenciales beneficios -posible llegada de inversiones- dependerán de cómo se implementen las reformas y de si el país puede evitar que la apertura derive en una nueva dependencia comercial asimétrica.
 
Milei celebró la difusión del acuerdo por parte del gobierno de Estados Unidos (que en Argentina no se oficializó formalmente). Para los norteamericanos, los "recates" al gobierno anarco capitalista tras haber fracasado no una, sino dos veces en menos de seis meses (salvataje del FMI en abril y de EEUU en octubre), están rindiendo con el sometimiento de Argentina en forma de entrega de soberanía.
 
La Opinión Popular

13-11-2025 / 09:11
Se perdieron más de 220.000 puestos de trabajo durante el gobierno cipayo, vende patria y pro oligarca de Javier "el Loco" Milei. Es la caída de empleo registrado privado, público y trabajadoras de casas particulares en agosto en relación a noviembre de 2023. En el mismo período creció el monotributo (+121.740). La precarización laboral avanza. En ese marco, Milei puso nuevamente en agenda la reforma laboral con el falso argumento de crear empleo. En la historia del país ya se demostró que eso no ocurrió, solo avanzó la precarización laboral, con salarios por el piso, que aumentó las ganancias de los empresarios.
 
El impensable y contundente resultado electoral de hace unos domingos atrás agrandó al gobierno anarco capitalista, que pasó a la ofensiva. La punta de lanza de esta ofensiva es la promocionada reforma laboral. ¿Se trata de una modernización equitativa y democrática de las relaciones capital trabajo, o se trata de una regresión a formas de dominio absoluto del capital sobre el trabajo?
 
Aprovechando el envión dado por las urnas, Milei está decidido a cumplir con las imposiciones del FMI. Que el Congreso apruebe el presupuesto 2026 en las sesiones extraordinarias de diciembre y sancione las leyes que impongan las reformas laboral esclavista y la tributaria, también exigidas por el Círculo Rojo, en enero. La previsional quedaría para más adelante.
 
Así como desde el inicio de su gestión creó una suerte de sentido común acerca de las bondades del equilibrio fiscal, que ya nadie en la oposición sistémica discute. Así ha buscado imponer un ambiente favorable a las reformas, particularmente la que tiene que ver en contra de los derechos del trabajo.
 
Los argumentos son por demás conocidos. Modernizar la legislación y sus normativas que estarían obsoletas frente a los nuevos procesos de producción y comercialización, que no se adaptarían a las nuevas tecnologías en continuo cambio, que su rigidez impediría la creación de empleo y por lo tanto obstaculizaría la reducción de la informalidad. Cuando el desempleo en Argentina llegó al 7,9% en el primer trimestre de 2025, según el INDEC. Casi 1,8 millones de personas estuvieron sin trabajo en ese período.
 
No se trata de ninguna modernización, es una regresión a las condiciones laborales del pre peronismo, si se quiere de fines del siglo XIX y principios del XX, que maximizan las ganancias de las empresas sobre la base de rebajar aún más el ingreso de los trabajadores. La experiencia demuestra que este tipo de reformas solo traen más precarización y pérdida de derechos. (Recordar "Ley de Empleo", 1991 y "Ley de Empleo, productividad y equidad", 2000 (Ley Banelco). La creación de empleos formales, que baja la informalidad, no depende de este tipo de normativas sino del crecimiento de la inversión productiva y la expansión de la actividad económica.
 
¿Qué tipo de reforma es necesaria? Una que compense la asimetría entre capital y trabajo, que no incline la cancha más de lo que está. Que por ejemplo reduzca la jornada para crear empleo. Que reconozca la calidad de trabajadores y por lo tanto sus derechos a quiénes se desempeñan en los servicios de plataformas. Que otorgue derechos a quienes trabajan en la Economía Popular. Que reconozca las licencias por paternidad y regule las tareas de cuidados...
 
Las condiciones de vida de los trabajadores no mejorarán con la reforma laboral de Milei, hay que rechazar el proyecto y conquistar trabajo con derecho para todos. No hay nada que negociar. Por el contrario, hay que resistir y luchar contra esta reforma antiobrera y antisindical que beneficia a los ricos y perjudica a los pobres. 
 
La Opinión Popular
 

12-11-2025 / 11:11
Gobierno libertario solo para la casta de los más ricos. Los "héroes" del Presidente. Marcos Galperín, ferviente defensor de que el Estado no intervenga en la economía, recibe millonarias exenciones impositivas. En un contexto de ajuste fiscal y debates por la reforma tributaria, el Formulario 10-Q presentado por Mercado Libre ante la SEC de Estados Unidos expone una vez más los jugosos beneficios fiscales que el gobierno de Javier Milei le otorga al "unicornio" fundado por Galperín, el hombre más rico de la nación con un patrimonio de 8.300 millones de dólares, según Forbes.
 
La empresa, valorada en más de 106 mil millones de "verdes", reportó ingresos netos de 7.400 millones en el tercer trimestre, un 39 por ciento más que el año anterior, y ganancias de 421 millones de dólares. Sin embargo, detrás de estos números relucientes se esconde un "secreto a voces": exenciones impositivas que superan los 350 millones de dólares en los últimos cinco años.
 
Bajo el régimen de promoción de la Economía del Conocimiento, Mercado Libre accedió en los primeros nueve meses de 2025 a beneficios por 50 millones en Ganancias y 17 millones de dólares en aportes previsionales, un 52 por ciento más que en 2024. "Es un subsidio injusto a una multinacional que no lo necesita", critica el Observatorio del Trabajo Informático (OTI), vinculado a la Asociación Gremial de Computación.
 
A Galperín le perdonaron en 2021: US$ 59 millones, en 2022: US$ 81 millones, en 2023: US$ 109 millones, en 2024: US$ 57 millones, en 2025: US$ 67 millones. Total: US$ 373 millones de impuestos le perdonaron a Galperin en cinco años. Pero los sectores populares tienen que pagar el IVA de los fideos sin chistar.
 
Sectores gremiales y la industria financiera coinciden: con su tamaño colosal, Javier Milei abusa del esquema al encuadrar áreas menores bajo un solo CUIT, mientras evade contribuciones que podrían destinarse a pymes o servicios públicos en crisis. Galperín, exiliado fiscal en Uruguay, predica la libre competencia, pero no duda en alzar la voz contra rivales como Temu y Shein, las plataformas chinas que inundan el mercado con productos baratos.
 
En el Foro Abeceb, Juan Martín de la Serna, presidente de la filial argentina de Mercado Libre, exigió "reglas claras" para importaciones, advirtiendo que amenazan el 90 por ciento de ventas de pymes en la plataforma y el empleo local. "Abrir indiscriminadamente da trabajo a chinos, no a argentinos", sentenció.
 
Ironía pura: el defensor del no intervenciónismo estatal ahora pide regulaciones que protejan su imperio. El cruce en X con Miguel Ángel Pichetto lo desnuda todo. El diputado peronista instó a gravar a estas "economías de plataformas" para cuidar la industria nacional.

Galperín replicó con arrogancia: "No estoy preocupado, competimos exitosamente". Pichetto no se quedó atrás: "Mejor empezá a preocuparte, porque te van a pasar por arriba y ya impactan en empleos de distribución".

Mientras, el Gobierno de Milei discute bajar cargas patronales, pero calla sobre estos privilegios elitistas de los más ricos empresarios. Esta disparidad fiscal alimenta el descontento: ¿por qué el gobierno de Milei regala millones a un magnate mientras mientras los salarios deprimidos de jubilados y trabajadores pagan la crisis?

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