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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Nacionales - 13-06-2020 / 10:06
PARA EL MACRISMO Y LOS MEDIOS, LO PROPIO ES LO PRIVADO Y LO PÚBLICO ES LO AJENO

La “expropiación” ya la protagonizó Vicentin, que no pagó sus deudas y se quedó con bienes de sus proveedores

La “expropiación” ya la protagonizó Vicentin, que no pagó sus deudas y se quedó con bienes de sus proveedores
Nunca deja de sorprender la forma en que una campaña mediática de confusión y verdades a medias puede dar como resultado ignorancia y bajísimo nivel de ciudadanía. La consigna para convocar al caceroleo contra la expropiación fue “defendamos lo nuestro”. No hay nada más nuestro, en ese caso, que el Banco Nación, que es el perjudicado por esa acción. Pero en esa consigna es al revés: lo público es “lo ajeno” y lo privado es “lo nuestro”.
El radicalismo PRO, los legisladores que denunciaron a Alberto Fernández y los empresarios que pusieron el grito en el cielo no plantearon alternativas que: rescaten al grupo Vicentin, paguen su deuda con el Banco Nación y la AFIP, paguen sus deudas con 2500 productores de Córdoba y Santa Fe, eviten la transnacionalización o el desguace de la empresa y mantengan las fuentes de trabajo.
 
Hasta ahora las salidas que proponen implican trasnacionalización o desguace. Lo cual implica además despidos en masa. Y ninguna contempla el pago de las deudas, lo cual mezcla la quiebra de miles de productores rurales y un agujero considerable en las finanzas públicas ya en crisis. Los planteos opositores y empresarios no tienen salida concreta y sólo tratan de hacer una cruzada ideológica.
 
Desde 2015, Vicentin aportó unos 50 millones de pesos a las campañas de Mauricio Macri y fue el principal sostén de las campañas de Miguel del Sel en Santa Fe. Es un dato que explica el  favoritismo en la concesión de préstamos tan irregulares, por lo cual la oposición no lo agita demasiado.
 
El endeudamiento de Vicentin está plagado de irregularidades. Cerca de 100 millones de dólares fueron prestados por el Nación entre el 8 y el 26 de noviembre de 2019, después que Macri perdiera las elecciones. Fueron 26 operaciones por las cuales el Banco prestó 95,5 millones de dólares. La empresa ya estaba en cesación de pagos. Y cuando recibió los préstamos, se declaró en concurso de acreedores, o sea en quiebra.
 
Le daban esa fortuna inmensa a quien no estaba pagando sus deudas, cosa que lógicamente, no hace nadie, y menos un banco. Esa deuda sería imposible de cobrar. Pero como cambiaba el gobierno, le dejaban el muerto al que venía. La operatoria es irregular a dos bandas, por parte del Banco de esa época, cuando lo presidía Javier González Fraga, y por parte de los empresarios de Vicentin.
 
Como sucede con las quiebras en situación de crisis, los compradores privados que se insinuaron buscan una pichincha. No van a pagar demasiado por una megaempresa con semejante agujero en las cuentas. La jugada es comprar por migajas y después vender por partes y aprovechar la desidia estatal para diluir esa deuda.
 
La reunión con Alberto se realizó en ese marco. El sueño del empresario en problemas es sumar al Estado como el "socio bobo" que pone la plata pero no interviene en las decisiones. Es la idea subyacente en la oposición a la expropiación y fue la que planteó Nardelli y rechazó Fernández.
 

 
Banco Nación y Vicentin: Lo propio, lo ajeno
 
El radicalismo PRO, los legisladores que denunciaron a Alberto Fernández y los empresarios que pusieron el grito en el cielo no plantearon alternativas que rescaten al grupo Vicentin, paguen su deuda con el Banco Nación y la AFIP, paguen sus deudas con 2500 productores de Córdoba y Santa Fe, eviten la transnacionalización o el desguace de la empresa y mantengan las fuentes de trabajo.
 
Pero demonizan la decisión del Gobierno que es la única que cumple esas condiciones. Si fueran honestos, deberían decir que aceptan el desguace y los despidos y que quieren que las deudas las pague Magoya, que viene a ser el Gobierno.
 
La expropiación de Vicentin no es ideológica para un Gobierno, que es lo que menos hubiera deseado. Ni siquiera forma parte de la oleada de estatizaciones que se producen en el mundo como consecuencia de la crisis pandémica.
 
En el Frente de Todos no estaba en discusión la expropiación de ninguna empresa y menos de semejante monstruo. La negociación de la deuda externa impagable que dejó el gobierno macrista postergó los debates sobre otros aspectos de la economía.
 
Lo que menos hubiera deseado es verse en la obligación de expropiar una de las empresas más grandes del país en medio de una negociación que se articula con respaldos internacionales que no tienen simpatía por estas medidas.
 
Los planteos que tratan de ideologizar la medida extrema que tomó el Gobierno no tienen sustento. Pero es evidente que la decisión tensiona grandes intereses que intervienen en los negocios de Vicentin o tienen deudas con el Estado en condiciones similares. Y como no pueden reconocer que lo hacen por interés, acuden a una especie de macarteada ideológica: "vamos a ser Venezuela".
 
Ni siquiera se trata sólo del "rescate" de una empresa nacional, que de por sí lo ameritaría. Sino que se trata también del "rescate" del Banco Nación, que no puede tener una deuda impaga que ascienda a la tercera parte de sus beneficios. Esa deuda impaga pone el Banco al borde de la quiebra.
 
El Nación es el mayor acreedor por lejos con relación a otros bancos: 300 millones de dólares. Y AFIP (150 millones de dólares) es el segundo en esa categoría. O sea, el Estado, la sociedad, nosotros, los argentinos, perdemos mucho dinero si el Estado no expropia.
 
Hasta ahora las otras salidas implican trasnacionalización o desguace. Lo cual implica además despidos en masa. Y ninguna puede contemplar el pago de las deudas, lo cual implica la quiebra de miles de productores rurales y un agujero considerable en las finanzas públicas ya en crisis. Los planteos opositores y empresarios no tienen salida concreta y sólo tratan de hacer esta campaña ideológica como guerra de desgaste.
 
El endeudamiento de Vicentin está plagado de irregularidades. Cerca de 100 millones de dólares fueron prestados por el Nación entre el 8 y el 26 de noviembre de 2019, después que Mauricio Macri perdiera las elecciones. Fueron 26 operaciones por las cuales el Banco prestó 95,5 millones de dólares. La empresa ya estaba en cesación de pagos. Y cuando terminó de recibir los préstamos, se declaró en concurso de acreedores, o sea en quiebra.
 
Le daban esa fortuna inmensa a quien no estaba pagando sus deudas, cosa que lógicamente, no hace nadie, y menos un banco. Esa deuda sería imposible de cobrar. Pero como cambiaba el gobierno, le dejaban el muerto al que venía. La operatoria es irregular a dos bandas, por parte de las autoridades del Banco de esa época, cuando lo presidía Javier González Fraga, y por parte de los empresarios de Vicentin.
 
Como sucede con las quiebras en situación de crisis, los compradores privados que se insinuaron buscan una pichincha. No van a pagar demasiado por una megaempresa con semejante agujero en las cuentas. La jugada es comprar por migajas y después vender por partes y aprovechar todo lo que se pueda la desidia estatal para diluir esa deuda.
 
Como dijo el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti: "El Presidente está abierto a todas las propuestas". Si es que surge alguna que cumpla las condiciones necesarias.
 
Con la expropiación, el Estado no reembolsa el dinero que prestó, ni el que le deben a la AFIP, pero lo recupera a través de un activo que además es productivo y puede cumplir un papel estratégico en la economía como empresa testigo en el mercado de una actividad tan sensible como es la producción, comercialización y exportación de alimentos.
 
La demostración de que ni la empresa ni el Gobierno tenían demasiado margen para hacer otra cosa es que cuando el CEO de Vicentin, Sergio Nardelli, pidió la entrevista con el Presidente, Alberto Fernández puso como condición que los gerentes y la plana mayor de la empresa aceptaran la intervención. El Gobierno quería impedir el éxodo de los cuadros medios que conocen el funcionamiento del negocio.
 
La reunión se realizó en ese marco. El sueño del empresario en problemas es sumar al Estado como el socio bobo que pone la plata pero no interviene en las decisiones. Así sucedía con las AFJP. Es la idea subyacente en la oposición a la expropiación y fue la que planteó Nardelli y rechazó Fernández.
 
Los dueños de Vicentin no tienen buena imagen en el mundo empresario. Y en Santa Fe, la reacción contra la intervención se focalizó en Avellaneda, donde están las oficinas principales de la empresa. Pero en el resto de la provincia, la intervención no es mal vista y los trabajadores la respaldan.
 
La medida se prestó a la consabida campaña de versiones de las corporaciones mediáticas, desde supuestas críticas a la expropiación por parte de veinte embajadores que rápidamente lo desmintieron, hasta anuncios de acuerdos que evitaban la expropiación, que también fueron desmentidos.
 
Lo más simpático: Clarín publicó un extenso artículo con declaraciones de su viejo archienemigo público, el ex secretario de Comercio Guillermo Moreno, que critica la expropiación.
 
Aparecieron Domingo Cavallo y Eduardo Duhalde para advertir y aconsejar. Y no faltaron analistas que vieron en la expropiación un avance del "cristinismo" sobre el "albertismo". Las organizaciones rurales se dividieron: CRA y SRA en contra. Coninagro más o menos y Federación Agraria respaldó la medida.
 
Desde 2015, Vicentin aportó unos 50 millones de pesos a las campañas de Mauricio Macri y fue el principal sostén de las campañas de Miguel del Sel en Santa Fe. Es un dato que puede indicar favoritismo en la concesión de préstamos tan irregulares, por lo cual la oposición no lo menea demasiado.
 
Pero también podría indicar animosidad en la decisión de expropiar. Ni el favoritismo de unos o la animosidad de otros fue determinante en una decisión que resulta molesta (por el momento en que debe concretarse) y obligatoria (por el volumen de la deuda) para unos y otros.
 
La decisión de intervenir antes de expropiar tiene figuras legales que la respaldan y el motivo es obvio. La intervención es inmediata mientras que la expropiación sufrirá las demoras de un debate arduo en el Congreso. En ese lapso pueden pasar muchas cosas.
 
La gestión de la megaempresa se realizará en función de la documentación que se encuentre y en dos o tres semanas puede desaparecer y borrarse gran cantidad de datos sobre las operatorias.
 
Hay una biblioteca de leyes para fundamentar la intervención y la expropiación. El ataque a la propiedad no lo protagonizó el Gobierno, sino la empresa que no pagó sus deudas y se quedó con bienes de sus proveedores.
 
De todos modos habrá una fuerte campaña mediática y política contra el Gobierno y se pretenderá judicializar el conflicto. La prueba de fuego para el oficialismo estará en la solidez de sus propias filas y las alianzas y en su capacidad de comunicar. En estas situaciones desaparecen los campos intermedios y el que afloja, pierde.
 
Nunca deja de sorprender la forma en que una campaña mediática de confusión y verdades a medias puede dar como resultado ignorancia y bajísimo nivel de ciudadanía. La consigna en CABA el miércoles para convocar al caceroleo contra la expropiación fue "defendamos lo nuestro".
 
No hay nada más nuestro, en ese caso, que el Banco Nación, que es el perjudicado por esa acción. Pero en esa consigna es al revés: lo público es "lo ajeno" y lo privado es "lo nuestro". Es una forma grave de enajenación.
 
Por Luis Bruschtein
 
Fuente: Página12
 

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14-11-2025 / 09:11
La Casa Blanca de Estados Unidos dio a conocer unilateralmente los primeros lineamientos del acuerdo comercial entre Argentina y EE.UU., a espaldas de los argentinos y del debate en el Congreso. Anunciaron un acuerdo comercial y de inversiones que materializa el momento histórico de mayor subordinación colonialista de Argentina a Estados Unidos. Más apertura hacia la entrada de productos yanquis incluso agrarios, eliminación de barreras arancelarias y no arancelarias, entre otros puntos. Sin detalles, que todavía deben ser negociados, el texto muestra un completo alineamiento con todas las regulaciones norteamericanas, más allá del interés argentino, y la apertura total a sus mercaderías. El comunicado local no expresa claramente cuáles serían los "beneficios" para Argentina.
 
Los argentinos nos enteramos del acuerdo por el que Trump viene a cobrar su apoyo electoral a Milei, y que pagaremos todos los argentinos. Allí, se anuncia la firma de un convenio Marco para un Acuerdo sobre Comercio e Inversión Recíprocos con Argentina. Ambos países se comprometen en abrir sus mercados en "áreas clave", aunque en la letra del texto difundido es mucho más la Argentina abriendo sus fronteras a los productos norteamericanos que los "compromisos" asumidos por este último. Es una reversión de Pacto Roca-Runcimann de 1933, el Estatuto Legal del Coloniaje, que subordinó la economía argentina a los intereses británicos.
 
El acuerdo favorece mucho más a los Estados Unidos. Entre los puntos principales destaca que Argentina brindará "acceso preferencial a productos estadounidenses como medicamentos, maquinaria, tecnologías de la información y productos agrícolas". A su vez, Estados Unidos eliminará aranceles para "ciertos recursos naturales argentinos y bienes farmacéuticos no patentados" y considerará el impacto del acuerdo al aplicar medidas comerciales relacionadas con la seguridad nacional.
 
En el ámbito agrícola, ambas partes se comprometieron a mejorar las condiciones de acceso al mercado de carne vacuna y aviar, así como a facilitar el comercio de productos como menudencias, carne de cerdo y productos lácteos. También se acordó no restringir el uso de ciertos términos cárnicos y lácteos.
 
El documento subraya que Argentina eliminará barreras no arancelarias como licencias de importación y formalidades consulares, y se comprometió a desmantelar gradualmente el impuesto estadístico para productos estadounidenses. Asimismo, se alineará con estándares internacionales en múltiples sectores y reconocerá certificaciones de organismos estadounidenses como la FDA. Este último punto implica un mazazo para la industria farmacéutica nacional.
 
Es un acuerdo con costos. El Marco de Comercio Recíproco e Inversión se presenta como un paso histórico para el vínculo bilateral. Sin embargo, la letra fina sugiere que Milei es un títere de los yanquis y los principales beneficios inmediatos recaerán sobre la economía de la potencia del norte: mayor acceso a sectores industriales y tecnológicos argentinos, influencia regulatoria ampliada, apertura en agroalimentos y una posición reforzada en cadenas de valor estratégicas. Para Argentina, los potenciales beneficios -posible llegada de inversiones- dependerán de cómo se implementen las reformas y de si el país puede evitar que la apertura derive en una nueva dependencia comercial asimétrica.
 
Milei celebró la difusión del acuerdo por parte del gobierno de Estados Unidos (que en Argentina no se oficializó formalmente). Para los norteamericanos, los "recates" al gobierno anarco capitalista tras haber fracasado no una, sino dos veces en menos de seis meses (salvataje del FMI en abril y de EEUU en octubre), están rindiendo con el sometimiento de Argentina en forma de entrega de soberanía.
 
La Opinión Popular

13-11-2025 / 09:11
Se perdieron más de 220.000 puestos de trabajo durante el gobierno cipayo, vende patria y pro oligarca de Javier "el Loco" Milei. Es la caída de empleo registrado privado, público y trabajadoras de casas particulares en agosto en relación a noviembre de 2023. En el mismo período creció el monotributo (+121.740). La precarización laboral avanza. En ese marco, Milei puso nuevamente en agenda la reforma laboral con el falso argumento de crear empleo. En la historia del país ya se demostró que eso no ocurrió, solo avanzó la precarización laboral, con salarios por el piso, que aumentó las ganancias de los empresarios.
 
El impensable y contundente resultado electoral de hace unos domingos atrás agrandó al gobierno anarco capitalista, que pasó a la ofensiva. La punta de lanza de esta ofensiva es la promocionada reforma laboral. ¿Se trata de una modernización equitativa y democrática de las relaciones capital trabajo, o se trata de una regresión a formas de dominio absoluto del capital sobre el trabajo?
 
Aprovechando el envión dado por las urnas, Milei está decidido a cumplir con las imposiciones del FMI. Que el Congreso apruebe el presupuesto 2026 en las sesiones extraordinarias de diciembre y sancione las leyes que impongan las reformas laboral esclavista y la tributaria, también exigidas por el Círculo Rojo, en enero. La previsional quedaría para más adelante.
 
Así como desde el inicio de su gestión creó una suerte de sentido común acerca de las bondades del equilibrio fiscal, que ya nadie en la oposición sistémica discute. Así ha buscado imponer un ambiente favorable a las reformas, particularmente la que tiene que ver en contra de los derechos del trabajo.
 
Los argumentos son por demás conocidos. Modernizar la legislación y sus normativas que estarían obsoletas frente a los nuevos procesos de producción y comercialización, que no se adaptarían a las nuevas tecnologías en continuo cambio, que su rigidez impediría la creación de empleo y por lo tanto obstaculizaría la reducción de la informalidad. Cuando el desempleo en Argentina llegó al 7,9% en el primer trimestre de 2025, según el INDEC. Casi 1,8 millones de personas estuvieron sin trabajo en ese período.
 
No se trata de ninguna modernización, es una regresión a las condiciones laborales del pre peronismo, si se quiere de fines del siglo XIX y principios del XX, que maximizan las ganancias de las empresas sobre la base de rebajar aún más el ingreso de los trabajadores. La experiencia demuestra que este tipo de reformas solo traen más precarización y pérdida de derechos. (Recordar "Ley de Empleo", 1991 y "Ley de Empleo, productividad y equidad", 2000 (Ley Banelco). La creación de empleos formales, que baja la informalidad, no depende de este tipo de normativas sino del crecimiento de la inversión productiva y la expansión de la actividad económica.
 
¿Qué tipo de reforma es necesaria? Una que compense la asimetría entre capital y trabajo, que no incline la cancha más de lo que está. Que por ejemplo reduzca la jornada para crear empleo. Que reconozca la calidad de trabajadores y por lo tanto sus derechos a quiénes se desempeñan en los servicios de plataformas. Que otorgue derechos a quienes trabajan en la Economía Popular. Que reconozca las licencias por paternidad y regule las tareas de cuidados...
 
Las condiciones de vida de los trabajadores no mejorarán con la reforma laboral de Milei, hay que rechazar el proyecto y conquistar trabajo con derecho para todos. No hay nada que negociar. Por el contrario, hay que resistir y luchar contra esta reforma antiobrera y antisindical que beneficia a los ricos y perjudica a los pobres. 
 
La Opinión Popular
 

12-11-2025 / 11:11
Gobierno libertario solo para la casta de los más ricos. Los "héroes" del Presidente. Marcos Galperín, ferviente defensor de que el Estado no intervenga en la economía, recibe millonarias exenciones impositivas. En un contexto de ajuste fiscal y debates por la reforma tributaria, el Formulario 10-Q presentado por Mercado Libre ante la SEC de Estados Unidos expone una vez más los jugosos beneficios fiscales que el gobierno de Javier Milei le otorga al "unicornio" fundado por Galperín, el hombre más rico de la nación con un patrimonio de 8.300 millones de dólares, según Forbes.
 
La empresa, valorada en más de 106 mil millones de "verdes", reportó ingresos netos de 7.400 millones en el tercer trimestre, un 39 por ciento más que el año anterior, y ganancias de 421 millones de dólares. Sin embargo, detrás de estos números relucientes se esconde un "secreto a voces": exenciones impositivas que superan los 350 millones de dólares en los últimos cinco años.
 
Bajo el régimen de promoción de la Economía del Conocimiento, Mercado Libre accedió en los primeros nueve meses de 2025 a beneficios por 50 millones en Ganancias y 17 millones de dólares en aportes previsionales, un 52 por ciento más que en 2024. "Es un subsidio injusto a una multinacional que no lo necesita", critica el Observatorio del Trabajo Informático (OTI), vinculado a la Asociación Gremial de Computación.
 
A Galperín le perdonaron en 2021: US$ 59 millones, en 2022: US$ 81 millones, en 2023: US$ 109 millones, en 2024: US$ 57 millones, en 2025: US$ 67 millones. Total: US$ 373 millones de impuestos le perdonaron a Galperin en cinco años. Pero los sectores populares tienen que pagar el IVA de los fideos sin chistar.
 
Sectores gremiales y la industria financiera coinciden: con su tamaño colosal, Javier Milei abusa del esquema al encuadrar áreas menores bajo un solo CUIT, mientras evade contribuciones que podrían destinarse a pymes o servicios públicos en crisis. Galperín, exiliado fiscal en Uruguay, predica la libre competencia, pero no duda en alzar la voz contra rivales como Temu y Shein, las plataformas chinas que inundan el mercado con productos baratos.
 
En el Foro Abeceb, Juan Martín de la Serna, presidente de la filial argentina de Mercado Libre, exigió "reglas claras" para importaciones, advirtiendo que amenazan el 90 por ciento de ventas de pymes en la plataforma y el empleo local. "Abrir indiscriminadamente da trabajo a chinos, no a argentinos", sentenció.
 
Ironía pura: el defensor del no intervenciónismo estatal ahora pide regulaciones que protejan su imperio. El cruce en X con Miguel Ángel Pichetto lo desnuda todo. El diputado peronista instó a gravar a estas "economías de plataformas" para cuidar la industria nacional.

Galperín replicó con arrogancia: "No estoy preocupado, competimos exitosamente". Pichetto no se quedó atrás: "Mejor empezá a preocuparte, porque te van a pasar por arriba y ya impactan en empleos de distribución".

Mientras, el Gobierno de Milei discute bajar cargas patronales, pero calla sobre estos privilegios elitistas de los más ricos empresarios. Esta disparidad fiscal alimenta el descontento: ¿por qué el gobierno de Milei regala millones a un magnate mientras mientras los salarios deprimidos de jubilados y trabajadores pagan la crisis?

La Opinión Popular


12-11-2025 / 10:11
Las últimas declaraciones del secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent, acerca de la intervención del gobierno de Donald Trump en favor de Javier Milei para apuntalar el rendimiento electoral de los libertarios abren un nuevo abanico de sospechas y dudas acerca de las condiciones financieras de la operación y los favores prometidos a la potencia del Norte. Es más, fue Bessent quien habló de un swap activado, lo cual implica una operación de deuda de la que nadie en el gobierno argentino aporta un dato.
 
En medio del estruendoso silencio oficial, el secretario Bessent hizo público que Argentina activó el swap para devolverle inmediatamente a Estados Unidos su intervención para rescatar a Milei antes de las elecciones. Toto Caputo igual sigue sin decir palabra sobre los intereses que pagará el país por esa nueva deuda. Bessent confirmó que se activó el swap. Es decir, que Estados Unidos se garantizó una ganancia financiera contra el aumento de la deuda argentina. Ganancias de los yanquis y silencio del gobierno libertario.
 
En medio de la total falta de transparencia en torno a la operación, fuentes del mercado hablan de unos 2 mil millones de dólares por el rescate de octubre, a lo que se sumarían casi 800 millones que se pagaron al FMI en concepto de cancelación de vencimientos de deuda, lo cual acercaría la cifra a la banda de los 2700-3000 millones de dólares.
 
Cuestionado por la prensa norteamericana por el despilfarro de recursos que para muchos votantes de ese país supuso la ayuda a la Argentina, Bessent confirmó que Estados Unidos "hizo dinero" con la operación, es decir que "entró y salió" del mercado cambiario local y sugirió que, de no haber favorecido a Milei, el otro camino era derribar lanchas de narcotraficantes.
 
La operación Trump-Milei deja mucha tela para cortar. Por un lado, expuso como nunca la fragilidad de la economía argentina bajo la conducción libertaria y deja establecida una suerte de amenaza, bastante explícita, acerca de que, si se llegara a dar un cambio de signo político, el apoyo se esfuma y, por lo tanto, se desataría una crisis cambiaria fulminante.
 
En segundo lugar, hay un fuerte componente de opacidad respecto de en qué consiste la operación. ¿Cuáles fueron las condiciones financieras acordadas? ¿y cuáles las no financieras, asociadas a por ejemplo la reducción de la presencia de China en el país, algo que Bessent dijo con todas las letras?
 
El diputado de Unión por la Patria, Carlos Castagneto, lo aclaró: "1) Bessent trajo dólares. 2) Los cambió por pesos con una ¿tasa privilegiada del Gobierno? 3) Esos pesos los volvió a cambiar a dólares (después de las elecciones) que el país había pedido prestados (el swap). Resultado: Bessent no prestó plata, sólo hizo un cambio que nos dejó con más deuda en dólares", y le pidió al ministro Caputo que explique públicamente la operación.
 

11-11-2025 / 10:11
Los salarios, muy lejos de su nivel pre Javier Milei. Consultoras de diferente perfil político y hasta la UBA reflejan que los ingresos siguen por debajo del 2023. El salario mínimo, además, está peor que en 2001. Aunque el Gobierno de LLA no lo oculta, el ancla inflacionaria del programa económico siguen siendo las mismas medidas del ajuste inicial: dólar intervenido y artificialmente barato, e ingresos a la baja o estancados.
 
El problema, ya muy visible, empezó a ser reflejado por consultoras de diferente tendencia política, que advierten que los sueldos siguen por debajo de noviembre del 2023. Inclusive, la Universidad de Buenos Aires (UBA) mostró que el Salario Mínimo tiene menor poder de compra que el del año 2001, la peor crisis de la historia.
 
Esta situación, que mantiene un Índice de Precios al Consumidor (IPC) sin grandes movimientos, es el mismo factor que garantiza el camino de una recesión sostenida y, además, expone niveles de consumo masivo históricamente bajos. El costo de tener los precios a raya es un panorama de familias que no llegan a fin de mes, aún con una inflación que es hasta 4 veces menor a la que había en noviembre del 2023. Todo este contexto lo reflejan firmas muy disímiles, lo que enriquece las herramientas para el análisis del problema.
 
Empiria, la consultora de Hernán Lacunza (ex ministro de Economía del PRO), precisó que el Ingreso Disponible -en base 100- estaba muy por encima del 100, más cerca del 105, en noviembre del 2023. Y hoy está por debajo del 99. En esa consultora, además, hicieron un trabajo en el que muestran cómo el aumento de los servicios y tarifas golpearon seriamente a las familias.
 
En esa misma línea, Vectorial, la consultora de Haroldo Montagú, ex viceministro de Economía de Martín Guzmán, precisó que "la quietud relativa en los ingresos de los trabajadores no solo termina siendo un ancla a los precios sino también a las cantidades. Así, los salarios registrados aún se encuentran, en promedio, un 4,7 por ciento por debajo de noviembre de 2023". La firma asegura que "esta caída sería del 10,8 por ciento si se deflacta por la inflación actualizada por la ENGHO más reciente".
 
¿Qué pasó con los sueldos estatales? "Los trabajadores públicos son quienes se llevan la peor parte del retraso salarial, con un 13,2 por ciento de pérdida y con un ascenso excesivamente lento. Tampoco se observa una mejora para el caso de los trabajadores registrados privados, que recién en agosto vuelven a tener niveles similares a los de noviembre de 2023, mientras que lo que va del 2025 se encuentran orbitando en un 1 por ciento por debajo de estos valores".
 
En esa línea, la consultora Equilibra, que comanda Martín Rapetti, publicó que, en los primeros dos años del gobierno de Milei, el poder de compra de los salarios formales se contrajo un 19 por ciento en relación al promedio enero a septiembre del 2023. La firma ejemplificó la crisis salarial con un número demoledor: si se mira en términos acumulados, los empleados y jubilados perdieron el equivalente a 2,1 meses de ingresos reales en los primeros 20 meses del gobierno libertario.
 
Todo el contexto antes mencionado es lo que los comerciantes apuntan como el principal causante de la crisis de consumo. Los grandes supermercadistas aducen que los salarios planchados son un golpe letal para las ventas, sobre todo porque se montan en un esquema de costos fijos de las familias que crecieron mucho en los últimos dos años. En paralelo, en el caso de los jubilados, la afectación es aún mayor dado que la pérdida de ingresos no contempla cuál es el margen de consumo que perdieron por el aumento del precio de los medicamentos. 
 

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