La Opinión Popular
                  02:41  |  Viernes 26 de Diciembre de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná

Por
“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
Recomendar Imprimir
Nacionales - 13-06-2020 / 10:06
PARA EL MACRISMO Y LOS MEDIOS, LO PROPIO ES LO PRIVADO Y LO PÚBLICO ES LO AJENO

La “expropiación” ya la protagonizó Vicentin, que no pagó sus deudas y se quedó con bienes de sus proveedores

La “expropiación” ya la protagonizó Vicentin, que no pagó sus deudas y se quedó con bienes de sus proveedores
Nunca deja de sorprender la forma en que una campaña mediática de confusión y verdades a medias puede dar como resultado ignorancia y bajísimo nivel de ciudadanía. La consigna para convocar al caceroleo contra la expropiación fue “defendamos lo nuestro”. No hay nada más nuestro, en ese caso, que el Banco Nación, que es el perjudicado por esa acción. Pero en esa consigna es al revés: lo público es “lo ajeno” y lo privado es “lo nuestro”.
El radicalismo PRO, los legisladores que denunciaron a Alberto Fernández y los empresarios que pusieron el grito en el cielo no plantearon alternativas que: rescaten al grupo Vicentin, paguen su deuda con el Banco Nación y la AFIP, paguen sus deudas con 2500 productores de Córdoba y Santa Fe, eviten la transnacionalización o el desguace de la empresa y mantengan las fuentes de trabajo.
 
Hasta ahora las salidas que proponen implican trasnacionalización o desguace. Lo cual implica además despidos en masa. Y ninguna contempla el pago de las deudas, lo cual mezcla la quiebra de miles de productores rurales y un agujero considerable en las finanzas públicas ya en crisis. Los planteos opositores y empresarios no tienen salida concreta y sólo tratan de hacer una cruzada ideológica.
 
Desde 2015, Vicentin aportó unos 50 millones de pesos a las campañas de Mauricio Macri y fue el principal sostén de las campañas de Miguel del Sel en Santa Fe. Es un dato que explica el  favoritismo en la concesión de préstamos tan irregulares, por lo cual la oposición no lo agita demasiado.
 
El endeudamiento de Vicentin está plagado de irregularidades. Cerca de 100 millones de dólares fueron prestados por el Nación entre el 8 y el 26 de noviembre de 2019, después que Macri perdiera las elecciones. Fueron 26 operaciones por las cuales el Banco prestó 95,5 millones de dólares. La empresa ya estaba en cesación de pagos. Y cuando recibió los préstamos, se declaró en concurso de acreedores, o sea en quiebra.
 
Le daban esa fortuna inmensa a quien no estaba pagando sus deudas, cosa que lógicamente, no hace nadie, y menos un banco. Esa deuda sería imposible de cobrar. Pero como cambiaba el gobierno, le dejaban el muerto al que venía. La operatoria es irregular a dos bandas, por parte del Banco de esa época, cuando lo presidía Javier González Fraga, y por parte de los empresarios de Vicentin.
 
Como sucede con las quiebras en situación de crisis, los compradores privados que se insinuaron buscan una pichincha. No van a pagar demasiado por una megaempresa con semejante agujero en las cuentas. La jugada es comprar por migajas y después vender por partes y aprovechar la desidia estatal para diluir esa deuda.
 
La reunión con Alberto se realizó en ese marco. El sueño del empresario en problemas es sumar al Estado como el "socio bobo" que pone la plata pero no interviene en las decisiones. Es la idea subyacente en la oposición a la expropiación y fue la que planteó Nardelli y rechazó Fernández.
 

 
Banco Nación y Vicentin: Lo propio, lo ajeno
 
El radicalismo PRO, los legisladores que denunciaron a Alberto Fernández y los empresarios que pusieron el grito en el cielo no plantearon alternativas que rescaten al grupo Vicentin, paguen su deuda con el Banco Nación y la AFIP, paguen sus deudas con 2500 productores de Córdoba y Santa Fe, eviten la transnacionalización o el desguace de la empresa y mantengan las fuentes de trabajo.
 
Pero demonizan la decisión del Gobierno que es la única que cumple esas condiciones. Si fueran honestos, deberían decir que aceptan el desguace y los despidos y que quieren que las deudas las pague Magoya, que viene a ser el Gobierno.
 
La expropiación de Vicentin no es ideológica para un Gobierno, que es lo que menos hubiera deseado. Ni siquiera forma parte de la oleada de estatizaciones que se producen en el mundo como consecuencia de la crisis pandémica.
 
En el Frente de Todos no estaba en discusión la expropiación de ninguna empresa y menos de semejante monstruo. La negociación de la deuda externa impagable que dejó el gobierno macrista postergó los debates sobre otros aspectos de la economía.
 
Lo que menos hubiera deseado es verse en la obligación de expropiar una de las empresas más grandes del país en medio de una negociación que se articula con respaldos internacionales que no tienen simpatía por estas medidas.
 
Los planteos que tratan de ideologizar la medida extrema que tomó el Gobierno no tienen sustento. Pero es evidente que la decisión tensiona grandes intereses que intervienen en los negocios de Vicentin o tienen deudas con el Estado en condiciones similares. Y como no pueden reconocer que lo hacen por interés, acuden a una especie de macarteada ideológica: "vamos a ser Venezuela".
 
Ni siquiera se trata sólo del "rescate" de una empresa nacional, que de por sí lo ameritaría. Sino que se trata también del "rescate" del Banco Nación, que no puede tener una deuda impaga que ascienda a la tercera parte de sus beneficios. Esa deuda impaga pone el Banco al borde de la quiebra.
 
El Nación es el mayor acreedor por lejos con relación a otros bancos: 300 millones de dólares. Y AFIP (150 millones de dólares) es el segundo en esa categoría. O sea, el Estado, la sociedad, nosotros, los argentinos, perdemos mucho dinero si el Estado no expropia.
 
Hasta ahora las otras salidas implican trasnacionalización o desguace. Lo cual implica además despidos en masa. Y ninguna puede contemplar el pago de las deudas, lo cual implica la quiebra de miles de productores rurales y un agujero considerable en las finanzas públicas ya en crisis. Los planteos opositores y empresarios no tienen salida concreta y sólo tratan de hacer esta campaña ideológica como guerra de desgaste.
 
El endeudamiento de Vicentin está plagado de irregularidades. Cerca de 100 millones de dólares fueron prestados por el Nación entre el 8 y el 26 de noviembre de 2019, después que Mauricio Macri perdiera las elecciones. Fueron 26 operaciones por las cuales el Banco prestó 95,5 millones de dólares. La empresa ya estaba en cesación de pagos. Y cuando terminó de recibir los préstamos, se declaró en concurso de acreedores, o sea en quiebra.
 
Le daban esa fortuna inmensa a quien no estaba pagando sus deudas, cosa que lógicamente, no hace nadie, y menos un banco. Esa deuda sería imposible de cobrar. Pero como cambiaba el gobierno, le dejaban el muerto al que venía. La operatoria es irregular a dos bandas, por parte de las autoridades del Banco de esa época, cuando lo presidía Javier González Fraga, y por parte de los empresarios de Vicentin.
 
Como sucede con las quiebras en situación de crisis, los compradores privados que se insinuaron buscan una pichincha. No van a pagar demasiado por una megaempresa con semejante agujero en las cuentas. La jugada es comprar por migajas y después vender por partes y aprovechar todo lo que se pueda la desidia estatal para diluir esa deuda.
 
Como dijo el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti: "El Presidente está abierto a todas las propuestas". Si es que surge alguna que cumpla las condiciones necesarias.
 
Con la expropiación, el Estado no reembolsa el dinero que prestó, ni el que le deben a la AFIP, pero lo recupera a través de un activo que además es productivo y puede cumplir un papel estratégico en la economía como empresa testigo en el mercado de una actividad tan sensible como es la producción, comercialización y exportación de alimentos.
 
La demostración de que ni la empresa ni el Gobierno tenían demasiado margen para hacer otra cosa es que cuando el CEO de Vicentin, Sergio Nardelli, pidió la entrevista con el Presidente, Alberto Fernández puso como condición que los gerentes y la plana mayor de la empresa aceptaran la intervención. El Gobierno quería impedir el éxodo de los cuadros medios que conocen el funcionamiento del negocio.
 
La reunión se realizó en ese marco. El sueño del empresario en problemas es sumar al Estado como el socio bobo que pone la plata pero no interviene en las decisiones. Así sucedía con las AFJP. Es la idea subyacente en la oposición a la expropiación y fue la que planteó Nardelli y rechazó Fernández.
 
Los dueños de Vicentin no tienen buena imagen en el mundo empresario. Y en Santa Fe, la reacción contra la intervención se focalizó en Avellaneda, donde están las oficinas principales de la empresa. Pero en el resto de la provincia, la intervención no es mal vista y los trabajadores la respaldan.
 
La medida se prestó a la consabida campaña de versiones de las corporaciones mediáticas, desde supuestas críticas a la expropiación por parte de veinte embajadores que rápidamente lo desmintieron, hasta anuncios de acuerdos que evitaban la expropiación, que también fueron desmentidos.
 
Lo más simpático: Clarín publicó un extenso artículo con declaraciones de su viejo archienemigo público, el ex secretario de Comercio Guillermo Moreno, que critica la expropiación.
 
Aparecieron Domingo Cavallo y Eduardo Duhalde para advertir y aconsejar. Y no faltaron analistas que vieron en la expropiación un avance del "cristinismo" sobre el "albertismo". Las organizaciones rurales se dividieron: CRA y SRA en contra. Coninagro más o menos y Federación Agraria respaldó la medida.
 
Desde 2015, Vicentin aportó unos 50 millones de pesos a las campañas de Mauricio Macri y fue el principal sostén de las campañas de Miguel del Sel en Santa Fe. Es un dato que puede indicar favoritismo en la concesión de préstamos tan irregulares, por lo cual la oposición no lo menea demasiado.
 
Pero también podría indicar animosidad en la decisión de expropiar. Ni el favoritismo de unos o la animosidad de otros fue determinante en una decisión que resulta molesta (por el momento en que debe concretarse) y obligatoria (por el volumen de la deuda) para unos y otros.
 
La decisión de intervenir antes de expropiar tiene figuras legales que la respaldan y el motivo es obvio. La intervención es inmediata mientras que la expropiación sufrirá las demoras de un debate arduo en el Congreso. En ese lapso pueden pasar muchas cosas.
 
La gestión de la megaempresa se realizará en función de la documentación que se encuentre y en dos o tres semanas puede desaparecer y borrarse gran cantidad de datos sobre las operatorias.
 
Hay una biblioteca de leyes para fundamentar la intervención y la expropiación. El ataque a la propiedad no lo protagonizó el Gobierno, sino la empresa que no pagó sus deudas y se quedó con bienes de sus proveedores.
 
De todos modos habrá una fuerte campaña mediática y política contra el Gobierno y se pretenderá judicializar el conflicto. La prueba de fuego para el oficialismo estará en la solidez de sus propias filas y las alianzas y en su capacidad de comunicar. En estas situaciones desaparecen los campos intermedios y el que afloja, pierde.
 
Nunca deja de sorprender la forma en que una campaña mediática de confusión y verdades a medias puede dar como resultado ignorancia y bajísimo nivel de ciudadanía. La consigna en CABA el miércoles para convocar al caceroleo contra la expropiación fue "defendamos lo nuestro".
 
No hay nada más nuestro, en ese caso, que el Banco Nación, que es el perjudicado por esa acción. Pero en esa consigna es al revés: lo público es "lo ajeno" y lo privado es "lo nuestro". Es una forma grave de enajenación.
 
Por Luis Bruschtein
 
Fuente: Página12
 

Agreganos como amigo a Facebook
24-12-2025 / 11:12
La guerra de las coimas. Daniel Garbellini, el hombre de los primos Menem al que Daniel Spagnuolo definía en sus audios como "un delincuente" y al que le echó toda la culpa por la corrupción con los remedios para discapacitados, declaró ante la Justicia que el verdadero culpable era el propio Spagnuolo. "El asumió la suma del poder en la Andis y era el único que tenía firma autorizada para realizar pagos", sostiene en un documento.
 
La causa sobre coimas, direccionamiento y sobreprecios en la compra de medicamentos en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) dejó expuesta una batalla entre los principales imputados. Después de que el exdirector del organismo, Spagnuolo, buscara en un escrito responsabilizarlo por las irregularidades, Garbellini -su exnúmero dos, extitular de Acceso a los Servicios de Salud- le devolvió en un descargo la gentileza.
 
En el marco de la causa que investiga las irregularidades en la Agencia Nacional de Discapacidad, Garbellini, ex número dos del organismo, presentó un escrito ante la Justicia en el que negó todas las acusaciones y trasladó la responsabilidad de las decisiones operativas y administrativas a Diego Spagnuolo, ex abogado personal de Javier "el Loco" Milei y exdirector ejecutivo de la entidad.
 
Garbellini fue removido de su cargo tras el escándalo por sobornos en la compra de medicamentos y detalló que asumió la Dirección de Acceso a los Servicios de Salud en junio de 2024. Según su descargo, sus funciones se limitaban a la gestión del programa Incluir Salud, destinado a brindar cobertura médica a personas con discapacidad sin obra social, y no incluían facultades decisorias sobre contrataciones ni sobre bajas de pensiones.
 
En su presentación, sostuvo que el control total del sistema informático, las compulsas de precios y los pagos estaban en manos exclusivas de la Dirección Ejecutiva. "Tanto el suscripto como el resto de los funcionarios éramos usuarios del sistema", afirmó, y remarcó que el acceso pleno e irrestricto a la información dependía únicamente del director ejecutivo.
 
Garbellini insistió en que no tenía atribuciones para transparentar o abrir las contrataciones, y que cualquier falta de publicidad o control público fue una decisión ajena a su responsabilidad. Incluso aseguró haber sugerido cambios estructurales que fueron rechazados con el argumento de que "todo se hacía por urgencia".
 
El caso se originó a partir de grabaciones que involucraban a Spagnuolo, aunque esas pruebas no fueron consideradas válidas por el fiscal Franco Picardi. En esos registros también se mencionaba un vínculo entre Garbellini y Karina Milei, a través de un colaborador cercano, aunque esa línea no avanzó formalmente.
 
Hasta ahora, el único testimonio oral fue el de Roger Grant, quien admitió irregularidades en las contrataciones del programa PACBI y aseguró que actuaba bajo órdenes directas de Garbellini, a quien señaló como la figura que definía la operatoria. Sin embargo, evitó referirse a presuntas coimas. El expediente también incorpora anotaciones secuestradas en un allanamiento que vuelven a comprometer al exfuncionario libertario y refuerzan la disputa de responsabilidades en la causa.
 
La Opinión Popular
 

23-12-2025 / 09:12
Un fallo de Cámara obliga al Gobierno a explicar ante la Justicia dónde está el oro que, en junio de 2024, el gobierno de Javier "el Loco" Milei sacó del Banco Central para enviar al exterior. Para los jueces, esa información constituye "un asunto de indudable interés público como es la administración de las reservas". La presentación la hizo La Asociación Bancaria, el gremio que descubrió y denunció la maniobra con los lingotes de oro. El presidente del Banco central, Santiago Bausili, ya se negó a contestar un requerimiento de la Auditoría General de La Nación. Junto a "Toto" Caputo sacaron el oro del país y nunca informaron sobre su destino.
 
En un operativo clandestino de ribetes policiales, comenzó una saga de ocultamiento de las autoridades sobre el destino de uno de los principales activos líquidos del organismo monetario. El diputado nacional y líder de La Bancaria, Sergio Palazzo, presentó varios pedidos de informes exigiendo a las autoridades que expliquen donde está el oro y que tipo de cauciones lo afectan. Caputo nunca quiso explicar su destino, se limitó a comentar muy por arriba en un programa de televisión que se giró a un banco para cobrar intereses. No explicó quien lo tiene ni qué tipo de operación se hizo con ese importante activo.
 
Ahora, la Justicia Federal ordenó este lunes al Banco Central que entregue información precisa sobre el destino del oro. En una resolución firmada por los jueces Guillermo Treacy y Pablo Gallegos Fedriani, la Sala V de la Cámara Contencioso Administrativa Federal, consideró que la autoridad monetaria no justificó de manera suficiente su decisión de no informar sobre el destino del activo y sostuvo que la negativa vulneró los principios de transparencia.
 
Es que Caputo y Bausili sostienen que la operación forma parte de la "administración" de las reservas y por ende es secreta. El mismo criterio opaco que Caputo utiliza para no dar precisiones sobre el swap firmado con Estados Unidos y los bonos que le entregó al Tesoro para que rentabilice la venta de dólares que hizo sobre el cierre de la campaña.
 
Los jueces fueron punzantes sobre el lamentable manejo de Caputo sobre información que debería ser pública. "La configuración de alguna de las excepciones legales a la entrega de información pública no puede depender de una apreciación unilateral del sujeto obligado", sostiene el fallo y subraya que es el Estado quien debe demostrar, de manera concreta, que la difusión de los datos solicitados causaría un daño a un interés legítimamente protegido.
 
El Banco Central respondió apenas con un comunicado formal que "había completado transferencias de parte de sus reservas en oro entre sus diferentes cuentas", sin precisar monto, destino ni motivo concreto. La respuesta evasiva del BCRA encendió alarmas. Porque ese oro no es un adorno: según informes oficiales, las reservas de oro rondan unos USD 4.900 millones, un componente significativo del total de activos extranjeros del Central.
 
Aunque la entidad insiste en que las operaciones no alteran el volumen agregado de las reservas, nadie sabe realmente dónde están físicamente esos lingotes y si siguen efectivamente en poder del Estado o se remataron en algunas de las operaciones de préstamos igualmente opacas que concretó Caputo. El balance del BCRA, en ciertos trimestres, llegó incluso a no mostrar ese componente con claridad, como si hubiera desaparecido entre páginas y cifras.
 
La Auditoría General de la Nación (AGN) reveló recientemente que el Banco Central se negó a entregar documentación sobre dónde están los lingotes, bajo qué condiciones se conservan y si parte del oro fue transformado en instrumentos financieros. El argumento oficial: la información es "confidencial" y su difusión podría poner en riesgo la seguridad de los activos. Como sea, la pregunta es: ¿dónde está el oro? Eso es lo que la Justicia ahora exige que responda Milei.
 
La Opinión Popular
 

22-12-2025 / 10:12
Las joyas de la abuela que remata el gobierno. A espaldas del Congreso, el Gobierno ya vendió 40 valiosos terrenos del Estado (pertenecientes a las fuerzas armadas, instituciones científicas y hasta predios de ex centros clandestinos de detención) y tiene 140 inmuebles más para subastar. Luis "Toto" Caputo sueña con conseguir unos mil millones de dólares mientras las grandes inmobiliarias amigas del gobierno, con Eduardo Costantini a la cabeza, se quedan con el botín.
 
Tierras del Plan Procrear, de las Fuerzas Armadas, ferroviarias, de instituciones científicas, predios de ex Centros Clandestinos de Detención y hasta un pedazo de montaña en Mendoza. Todo eso incluye la lista de más de 180 terrenos e inmuebles públicos que conforman el plan de ventas de bienes del Estado que ya avanza en el Gobierno de Javier "el Loco" Milei.
 
Los remates, que esta semana fueron noticia por la venta de tierras destinadas originalmente a viviendas sociales, se concentran por ahora en la Ciudad de Buenos Aires con las empresas de Eduardo Costantini como principales beneficiarias y otros grandes jugadores del sector, como el Grupo IRSA, codiciando las tierras.
 
A través de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), y sin pasar por el Congreso, la fuerza libertaria ya vendió cerca de 40 bienes y tiene en lista otros 140 lotes e inmuebles publicados para subastar en lo que le queda de mandato.
 
La lista de subastas futuras cuenta con terrenos de hasta 300 hectáreas a vender en el interior del país con destino al negocio agropecuario o a grandes proyectos inmobiliarios. Especialistas y organizaciones ambientalistas advierten que se trata "de uno de los procesos de descapitalización pública más agresivos de nuestra historia reciente".
 
"Vamos a vender muchos de los activos de la AABE y eso va a generar un ingreso de miles de millones". No mentía el ministro de Economía, "Toto" Caputo, cuando a principios de junio reconocía que el gobierno remataría las tierras del Estado para intentar sostener las reservas, en conjunto con los procesos de privatizaciones y concesiones.
 
Sólo desde ese mes la Agencia abrió subastas para un total de 26 terrenos e inmuebles a los que hay que sumarle otros 17 procesos de remate que se habían abierto desde fines de 2023. En paralelo a las subastas de la AABE, el gobierno remata también las tierras que estaban destinadas al ya disuelto Plan Procrear y apunta a recaudar una suma de entre 800 y 1000 millones de dólares por todo el paquete. Aunque hubo ventas en Mendoza, La Plata, Pinamar y Córdoba, la mayor parte de los bienes vendidos hasta ahora se concentran en la Ciudad de Buenos Aires.
 
El terreno más grande de ese paquete es el predio de cuatro hectáreas que pertenecía al Ejército y que Eduardo Costantini adquirió por más de 120 millones de dólares. El mismo empresario se quedó con un lote de la Policía Federal en Bajo Belgrano a través de la firma Argencons, que controla desde mayo, en una subasta peleada en la que la empresa le ganó incluso al peso pesado de Eduardo Elsztain y su Grupo IRSA.
 
Antes, Costantini también había sumado otro terreno a pocos metros del Campo Argentino de Polo. En los tres casos se construirán desarrollos inmobiliarios.
 

21-12-2025 / 09:12
Cuando los cimientos están agrietados, todo lo que se construye es frágil e inestable. Cincuenta días tardó Javier "el Loco" Milei, tras una sorpresiva e impactante victoria en las elecciones de medio término, en fagocitarse el crédito político, de la misma forma que se fagocitó -durante los últimos dos años- una cantidad récord de divisas sin poder acumular reservas.
 
Ahora, tiene por delante dos años en los que su suerte está atada a la voluntad de aliados poco confiables. El FMI volvió a intervenir la economía, forzando un volantazo; los gobernadores pasaron por caja y después le votaron en contra. Un poco de su propia medicina. Hola incertidumbre, mi vieja amiga, podría cantar el presidente. Dos años, en Argentina, es mucho tiempo.
 
Después de la sesión del miércoles en la Cámara de Diputados, la mayoría de los medios titularon con un triunfo del oficialismo por la media sanción de diputados y apenas destinaron alguna línea en la bajada para comentar, como algo secundario, la inesperada derrota en el Capítulo 11 que se votó de madrugada. Con el correr de las horas, la realidad se encargó de corregir ese evidente error de criterio.
 
La derrota del gobierno fue completa y sus consecuencias están teniendo ramificaciones imprevistas. Milei amenazó con vetar su propio presupuesto y Patricia Bullrich tuvo que anunciar la postergación del tratamiento de la reforma laboral, justo a la hora que la CGT desconcentraba la Plaza de Mayo. Una derrota indisimulable.
 
El debate sobre la Ley de Presupuesto en la Cámara Baja era la primera y la más sencilla de todas las sesiones que tiene por delante el Gobierno para aprobar las reformas que anunció. La dificultad insalvable que encontró esta semana echa dudas sobre la viabilidad del resto de sus planes, justo cuando tiene que convencer a los acreedores que le vuelvan a prestar el dinero que no podrá devolver en 20 días.
 
La forma en la que intentó, sin éxito, salvar esa dificultad, repercutió negativamente en la relación con todos sus aliados, a los que necesita para que el Congreso le siga dando una pátina de legitimidad a sus decisiones, muchas veces ilegales e inconstitucionales.
 
La caída del artículo 75, el corazón de la derrota, está cargada de significado político porque fue una rebelión contra la cláusula de la humillación. Enceguecido por una mala lectura de las urnas, Milei no se contentó con ganar sino que quiso escenificar un triunfo absoluto y definitivo sometiendo a los legisladores que antes de la elección habían apoyado las leyes que daban presupuesto a la Universidad Pública y a las personas con discapacidad, para que votaran explícitamente en contra de esas mismas leyes. Ese era el corazón político del proyecto que había enviado el Poder Ejecutivo. Las partidas pueden reconducirse por decreto. Lo importante era coronar a Milei.
 
Así, el solsticio de verano no sólo marca hoy el final de la primavera, sino también, en coincidencia, el de la primaverita política que había comenzado para el gobierno con el resultado de las elecciones de medio término y que terminó sin que pudiera capitalizar de manera alguna ese éxito. La realidad muestra que, al fin y al cabo, las cosas no son tan malas como parecían en septiembre ni tan buenas como nos quisieron hacer creer después de octubre.
 
Todo sigue más o menos parecido a lo que fue el largo 2025: precario, inestable, violento, cada vez más autoritario y deteriorado. Este año Milei necesitó tres rescates del FMI, de Trump y de las urnas, para llegar hasta acá. Va a necesitar uno más, de los Senadores, antes del brindis del 31. Y con el 2026 comenzará una historia diferente.
 

20-12-2025 / 10:12
Agrandado como alpargata de pobre, en pocas semanas el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei dilapidó el resultado favorable de las urnas, resquebrajó su alianza con el PRO al romper la promesa de un lugar en la AGN; soportó un masivo acto de protesta de la CGT; debió postergar la reforma laboral, y le rechazaron en el Congreso su intento de derogar las leyes de presupuestos universitario y para discapacidad.
 
El efecto colateral del resultado favorable pero inesperado en las urnas fue confiarse demasiado y tomar de su propia medicina para creerse el relato sobre la estupidez humana. No ganó las elecciones porque los ciudadanos piensen que están bien. Es posible que así piense una pequeña parte de sus votantes. La mayoría sabe que está mal y votó -o no fue a votar- entre el discurso gorila antiperonista y la amenaza de un apocalipsis argentino inminente revoleado por el presidente norteamericano Donald Trump.
 
Javier Milei insiste en que la gente está bien. Es una mala lectura de la realidad que dibujan el Indec, el ministro Toto Caputo y Santiago Bausili en el Banco Central. Es el peor mensaje para mentir porque cualquier hijo de vecino puede constatar su falsedad. No importa si la inflación es cero o diez, ni si los medios dicen que bajó la pobreza. El sueldo no llega a fin de mes. O para que llegue hay que hacer sacrificios en calidad de vida, en calidad de salud y alimentación, en las vacaciones y el transporte. Todos saben que el padre, el tío o los abuelos están en el horno con las jubilaciones.
 
La lista de desgracias es más larga porque hay que anotar a los que perdieron negocios o el trabajo, que son cientos de miles. El gobierno hizo una mala lectura y sobre esa base tomó decisiones equivocadas. Una de ellas fue prometerles a sus aliados del PRO un puesto en la Auditoría General de la Nación que no podría otorgarle.
 
Se habló de una negociación con Unión por la Patria, pero en realidad, el puesto que estaba en discusión fue el que asumió la salteña Pamela Calleti que responde al gobernador Gustavo Sáenz. Si hubo negociación no fue por los votos. Los diputados de Unión por la Patria rechazaron las propuestas del Gobierno en todas las votaciones siguientes. Desde el intento oficial de derogar las leyes de financiamiento universitario y para la discapacidad, hasta el presupuesto. No hubo votos de Unión por la Patria en ninguna de esas votaciones.
 
El bochorno mayor fue con la compra de voluntades con los ATN (Aportes del Tesoro Nacional) previo a la votación. Las provincias más fieles a las decisiones del bloque, como Buenos Aires, La Pampa, Tierra del Fuego, La Rioja y Formosa quedaron fuera del reparto. Milei repartió 66 mil millones de pesos de ATN para comprar esos votos. Lo hizo en forma descarada.
 
Al tucumano Osvaldo Jaldo, el más favorecido, lo hizo llegar hasta Buenos Aires para que le bese el anillo y para escracharlo con una fotografía en la Rosada. Votos en remate para el Presupuesto y la Reforma Laboral, que son parte de las políticas del Gobierno que está destruyendo la industria y expulsando inversiones.
 
Se ha naturalizado esa actitud como un acto "responsable" de los gobernadores, como si el gobierno pudiera usar con ese fin los ATN que son para problemas concretos y no para comprar votos. Usado de esa manera, ese mecanismo es directamente extorsivo.
 
Los diputados que representan a las provincias de Misiones, Salta, San Juan y Mendoza, que originalmente habían votado a favor del aumento del presupuesto a las universidades y a la discapacidad, cambiaron su voto luego de que sus gobernadores recibieran los ATN.
 

NicoSal soluciones web

© Copyright 2009 LA OPINIÓN POPULAR – www.laopinionpopular.com.ar - Todos los derechos reservados.

E-mail: contacto@laopinionpopular.com.ar