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Nacionales - 08-06-2020 / 10:06
LA POSICIÓN DEL FONDO DESORIENTA A LOS ACREEDORES PRIVADOS

¿Por qué el FMI apoya la oferta argentina?

¿Por qué el FMI apoya la oferta argentina?
El FMI, histórico auditor de la economía para garantizar el pago de la deuda ahora respalda la quita a los acreedores. Las alianzas internacionales que tejió Alberto Fernández, la corresponsabilidad del FMI con el fiasco macrista y el coronavirus. Argentina como caso testigo para las crisis de deuda que se vienen de varios países.
El Fondo Monetario Internacional ha sido históricamente el auditor de los acreedores de los países endeudados. Su tarea tradicional es exigir ajustes en la economía para generar los excedentes necesarios para garantizar el pago de la deuda.
 
El trabajo de estrujar las cuentas públicas y de presionar a los gobiernos para cuidar los intereses de los acreedores no lo está ejerciendo en estos momentos.
 
En las actuales circunstancias de una economía global en jaque, el FMI ha cambiado el lugar que ocupaba en esa disputa: está apoyando la posición del deudor y ahora la presión la aplica sobre los acreedores, aunque con modales más suaves de los que tenía con los países endeudados.
 
Es una alteración del rol del Fondo que resulta interesante analizar, por encima de consignas previsibles de izquierda y de derecha, y conociendo que está generando también tensiones al interior del organismo.
 
Nunca antes el FMI respaldó las posiciones de la Argentina con tanta firmeza como ahora, y más cuando está en juego miles de millones de dólares por un acuerdo con poderosos acreedores de Wall Street.
 
Es probable que, luego de superar la instancia de negociación con los grandes fondos de inversión, el gobierno de Alberto Fernández se encuentre con el viejo FMI.
 
La luna de miel que está viviendo el staff del Fondo con el equipo económico puede concluir cuando esos mismos técnicos pasen a exigir ajuste fiscal y monetario para redefinir un nuevo programa financiero por la deuda de 44 mil millones de dólares.
 
Mientras tanto y hasta que llegue ese momento, el equipo económico liderado por Martín Guzmán disfruta de un impensado aliado en la puja con los acreedores privados.
 

 
Disputa
  
La negociación de la deuda en virtual default es bastante diferente al previsto antes de que las partes comenzaran a preparar el escenario de disputa.
 
Como indicaba la historia de las refinanciaciones de deuda, los acreedores esperaban que primero el país cerrara un programa de ajuste con el FMI para sentarse en la mesa a conversar.
 
Ese acuerdo marcaría un sendero fiscal para definir los excedentes disponibles para pagar los intereses de la deuda. O sea, el deudor debía pasar por las manos de la tecnoburocracia de Washington para, luego de ser ablandado con exigencias sobre el plan económico, comenzar la negociación con los acreedores.
 
El Fondo actuaba de ese modo como la primera pinza de apriete al deudor para que los acreedores pueden utilizar la segunda para cerrar un acuerdo favorable a sus finanzas.
 
Por varios factores locales y externos que confluyeron en estos meses, esa dinámica tuvo una súbita alteración. Ha sido tan imprevista que los fondos de inversión y sus voceros todavía no pueden aceptar ese cambio y quedan una y otra vez descolocados ante cada pronunciamiento del FMI, desde opiniones de Kristalina Georgieva, la número uno de la institución, pasando por informes técnicos del staff hasta por simples declaraciones del encargado de prensa.
 
Una prueba de la desorientación de los acreedores fue la bravuconada del mexicano Gerardo Rodríguez, el financista de BlackRock , cuando le dijo al ministro Guzmán que ellos tienen espalda para esperar a negociar con otro gobierno. No le fue bien a Rodríguez con esa amenaza. BlackRock lo retiró del trato con Argentina.
 
A Guzmán también lo apuraron diciendo que ellos -los fondos acreedores- podrían cambiar el staff del Fondo todas las veces que quisieran. La orientación que está teniendo la negociación no muestra esa capacidad de remover técnicos del organismo que elaboran documentos que respaldan la oferta argentina .
 
 
2001/2005
  
El antecedente cercano para identificar la modificación del comportamiento del FMI se encuentra en la anterior crisis de deuda. El default 2001 se declaró un año después de que el Fondo otorgara al gobierno de Fernando de la Rúa un apoyo importante para sostener la convertibilidad.
 
Cuatro meses antes de la cesación de pagos, cuando la devaluación y la debacle financiera eran debatidas como una probabilidad cercana en los mercados local e internacional, el FMI amplió el stand by en 8000 millones de dólares, efectivizó inmediatamente un desembolso y cuando tenía que hacer otro, a principios de diciembre de 2001, lo frenó.
 
La debacle argentina fue puesta como un caso emblemático para los críticos de la gestión del FMI en la administración de crisis económicas que derivan en financieras.
 
Los cuestionamientos motorizados por el nuevo gobierno republicano de Estados Unidos endurecieron al directorio y a su staff. El Fondo apoyó el rechazo de los acreedores a la primera propuesta de canje de deuda, denominada Plan Dubai.
 
El FMI presionó de diversas formas al gobierno de Néstor Kirchner y le reclamó en más de una oportunidad que diera señales concretas de actuar de "buena fe".
 
Los ministros de Finanzas de los países potencia reunidos en el G-7 también manifestaron en un comunicado conjunto, en junio de 2004, que Argentina debía acelerar los tiempos y dar muestras de estar actuando de "buena fe".
 
El giro de las posiciones en el actual proceso de negociación es notable: el FMI alienta la oferta argentina, exige que los acreedores bajen sus pretensiones y los países europeos miembros del G-7 acompañan al gobierno de Fernández. El silencio de Estados Unidos en esta puja es una pieza a favor de Argentina.
 
La muletilla "buena fe" fue parte de la estrategia inicial de los acreedores, pero rápidamente tuvieron que descartarla por la eficaz política de sumar aliados y la voluntad de pago -previa quita- demostrada por el ministro Guzmán.
 
 
Trauma
  
El gobierno de Mauricio Macri arrojó al FMI a registrar uno de sus más resonantes fracasos. El plan económico y el consiguiente programa financiero naufragaron en forma estrepitosa.
 
El Fondo entregó el crédito más abultado de su historia a un solo país y a ritmo acelerado. En apenas doce meses desembolsó 44 mil millones de dólares.
 
Concentró gran parte de su cartera crediticia de ese modo en un solo deudor debilitando el perfil de su estructura financiera.
 
Si había que dar todos los pasos para construir un desastre económico, la conducción de Christine Lagarde los concretó con soberbia asombrosa.
 
Lagarde consiguió el ascenso a ser titular del Banco Central Europeo y ocupó su lugar la búlgara Kristalina Georgieva.
 
Los lectores de este diario fueron informados en estas páginas desde hace varios meses, a mediados de enero pasado, de los cambios que implicaba la nueva conducción del FMI. La ironía "Georgieva peronista" muchos no la entendieron, pero quienes sí lo hicieron hoy no deberían estar sorprendidos con el apoyo que recibe la oferta argentina y la confluencia de intereses para cerrar un acuerdo de deuda con los acreedores.
 
Después de la sucesión de fiascos de los '90, la crisis de 2008 le permitió al FMI recuperar un papel relevante en el sistema financiero internacional. Una eventual debacle argentina volvería a arrojar al organismo a un espacio público de cuestionamientos generalizados acerca de la calidad de sus intervenciones en los países.
 
Georgieva y el staff técnico necesitan con urgencia superar el trauma del gobierno de Macri para dar vuelta la página de ese estruendoso fracaso.
 
En la práctica, el FMI reconoce implícitamente la corresponsabilidad por el fiasco macrista y avanza entonces en apoyar la reestructuración de deuda del gobierno de Fernández que vino a ordenar el desquicio financiero heredado.
 
 
Covid-19
  
La conducción de Georgieva es una anomalía respecto a las anteriores, que han estado subordinadas a la línea política del número dos de la institución, que siempre es estadounidense.
 
Asumió imponiendo una impronta personal, no sólo como figura pública como los anteriores número uno del organismo desde Michel Camdessus, Horst Köhler, Rodrigo Rato, Dominique Strauss-Kahn y Christine Lagarde, sino que también al renovar con rapidez la dirección de la institución.
 
El primer subdirector gerente, delegado de los Estados Unidos en la gestión diaria del Fondo, David Lipton, fue desplazado. Lipton fue uno de los principales impulsores del salvataje financiero extraordinario al gobierno de Macri. Su reemplazante es Geoffrey Okamoto que viene directo del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
 
El FMI enfrenta una situación de stress financiero como nunca antes lo vivió. Esto se debe a que la crisis Covid-19 es inédita por su magnitud. Una debacle similar fue la del '30 del siglo pasado, pero en esos años el FMI no existía. Es una situación que lo pone entonces bajo tensión financiera por la cantidad de pedidos de auxilio que está recibiendo.
 
Por eso es tan importante el precedente que dejará el acuerdo argentino con los acreedores porque existe una extensa lista de países con problemas de deuda externa. Varios ya tocaron la puerta del Fondo para pedir un préstamo de urgencia. Sólo este viernes la junta ejecutiva aprobó dos créditos, uno de la línea rápida Covid-19 a Liberia por 50 millones para atender la pandemia y otro dentro del programa stand by para Egipto por 5200 millones de dólares.
 
Entre los países de Latinoamérica que en estas semanas recibieron líneas de asistencia financiera se encuentran Paraguay (274 millones de dólares), Ecuador (643 millones), Perú (11.000 millones), Bolivia (327 millones) y Chile (23.930 millones de dólares).
 
 
¿Quién paga la cuenta?
  
La crisis financiera global provocada por el coronavirus colaboró para que la oferta de reestructuración de deuda argentina alejara momentáneamente a los organismos multilaterales de los intereses de los grandes fondos de inversión.
 
Como se explicó arriba, muchos países demandan auxilios urgentes que definen un cuadro muy exigente sobre las finanzas del FMI. Aparece entonces la tensión acerca de cómo se distribuirá el costo de esta crisis, o sea quienes ponen los recursos para los salvatajes y quienes asumen pérdidas por defaults o reestructuraciones de deudas soberanas.
 
El dinero del FMI es aportado por sus países miembros pero algunos tienen una participación mayor en el capital de la institución. Estados Unidos es el principal accionista con casi el 17 por ciento del total y, por lo tanto, es el país que más fondos debería sumar.
 
Para que el alivio financiero a los países sea mayor y, por lo tanto, el FMI (el Departamento del Tesoro de Estados Unidos y los ministerios de Finanzas de países europeos) tenga que aportar menos recursos, los acreedores privados deberían aceptar una quita (capital e intereses) de la deuda.
 
Esta tensión está produciendo provisorios -no definitivos- variaciones en el ordenamiento del poder financiero internacional. El Fondo seguirá como auditor gerente de los acreedores privados, pero ahora no está preparado para amortiguar el monto de sus quebrantos.
 
Estos acreedores además no son los tradicionales bancos comerciales (Citibank, JP Morgan, Deutsche Bank) o de inversión (Goldman Sachs, Merrill Lynch), sino que son fondos administradores de carteras de inversión (BlackRock, Templeton, Fidelity) que no tienen una historia de vínculos con el FMI.
 
Por su parte, Estados Unidos se resiste a la emisión adicional de DEG (la moneda del FMI) que significaría un giro de recursos para cada uno de los miembros de la institución (a la Argentina le correspondería el equivalente a unos 3500 millones de dólares), lo que aliviaría el cuadro financiero global. No quiere ampliar el capital de DEG porque entregaría fondos a países (Venezuela, Irán) con los cuales está en conflicto.
 
La administración Trump considera además que sería una medida pro globalización, como la que impulsó Barack Obama en 2009. Quienes conocen los pasillos del FMI dicen con sarcasmo que Estados Unidos aprobaría la emisión DEG si se lo convence de que es una iniciativa que perjudicaría a China.
 
 
Sustentabilidad
  
En el Fondo insisten y quieren enfatizar con que no apoyan a ninguna de las dos partes de la negociación (ni a los acreedores ni a la Argentina). Están inquietos con que haya una evaluación de preferencia sobre la posición argentina.
 
Se preocupan en dejar en claro que el objetivo que tienen es de "sustentabilidad de la deuda". Señalan que, en base a ese criterio, el staff técnico elaboró un primer informe definiendo la deuda argentina como insustentable, luego presentaron otro precisando el margen de alivio (quita de capital y de intereses) necesario para hacerla sustentable y el más reciente señalando que es muy estrecho el espacio para reconocer un valor (presente neto) superior a 50 centavos por dólar de la actual deuda.
 
Esta es la posición oficial del FMI.
 
El criterio de sustentabilidad de la deuda en la práctica favorece a la Argentina porque está en línea con la oferta elaborada por Guzmán. Ese enfoque compartido con el FMI le ha entregado al ministro un arma de negociación y de protección muy potente.
 
El golpe a los acreedores ha sido tan fuerte que no pudieron construir una campaña discursiva convincente para imponerse en el debate público. Esa carencia queda reflejada en la legión de voceros mediáticos que minimiza los pronunciamientos del FMI, cuando antes eran la biblia de sus comentarios, y sólo les queda la débil táctica de menospreciar la tarea de Guzmán.
 
El enfoque de sustentabilidad del FMI también es importante, fundamentalmente, porque ha modificado la secuencia de las exigencias.
 
La línea tradicional era reclamar un plan económico que garantice un sendero de consolidación fiscal (superávit) para luego determinar la estructura de los pasivos públicos. Ese pedido hubiera implicado definir previamente un ajuste fiscal en una economía en recesión para ofrecer un horizonte de pago a los acreedores. En cambio, fijar como prioritario el nivel de sustentabilidad de la deuda implica reestructurarla primero y después discutir el rumbo fiscal.
 
El cambio de prioridades (primero la quita de la deuda y después la cuestión fiscal con el programa del FMI) beneficia la posición argentina ante los acreedores privados.
 
Esta estrategia del FMI también está vinculada a que un mayor alivio sobre la deuda con acreedores privados mejorara el horizonte de cobrar el crédito entregado a la Argentina de Macri.
 
El Fondo ratifica de ese modo su lugar de acreedor privilegiado y prepara mejores condiciones para la renegociación de la deuda de 44 mil millones de dólares.
 
 
Merkel, Kristalina y el Papa
  
La estrategia financiera se combinó con una de política internacional para llegar al actual entorno de negociación con los acreedores, con un acuerdo que está muy cerca de concretarse en base a las condiciones definidas por el ministro Guzmán.
 
El triángulo integrado por la canciller alemana Ángela Merkel, el Papa Francisco y Kristalina Georgieva fue una base muy potente para neutralizar la arrogancia de los financistas.
 
La gira europea de Alberto Fernández fue el inicio de una paciente construcción de una red de respaldo para la oferta argentina. Los encuentros fueron con el Papa, el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, el presidente de ese país, Sergio Mattarella, el de España, Pedro Sánchez, el rey Felipe VI, el jefe de Estado de Francia, Emmanuel Macron, y Merkel.
 
La conexión de ésta última con Fernández fue muy buena, comentan miembros de la Casa Rosada, evaluando que la característica de ser ambos profesores universitarios, con diálogo abierto y franco, facilitó la construcción de una relación positiva. El ministro Guzmán también entabló un buen vínculo con el ministro de Finanzas alemán y vicecanciller, el socialdemócrata Olaf Scholz.
 
Tener de aliada a Alemania, la potencia europea y con peso propio en el FMI, es un activo importante, más aún cuando Merkel tiene una fluida relación con Kristalina, y ésta con el Papa Francisco.
 
Son conocidos a lo largo de su papado los cuestionamientos públicos de Francisco al mundo financiero global por inmoral e injusto. El 5 de febrero pasado en el Vaticano se realizó el seminario "Nuevas Formas de Fraternidad Solidaria de Inclusión, Integración e Innovación", organizado por la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales. Georgieva encabezó el panel "Transformación de las reglas de la Arquitectura Financiera Internacional". Guzmán participó de ese encuentro.
 
Para el Papa Francisco, la negociación de la deuda impagable que dejó Macri se inscribe en la tensión que denuncia acerca del abuso del capitalismo financiero globalizado sobre el Estado-Nación.
 
Mientras los grandes fondos de inversión acreedores destinaron recursos a periodistas y grandes medios locales para desplegar su estrategia de presión, el gobierno de Fernández construyó con discreción una alianza política que ha resultado muy valiosa y más efectiva en esta disputa.
 
Por Alfredo Zaiat
 
Fuente: pagina12.com.ar
 

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28-03-2024 / 08:03
Una nueva, polémica, cruel e insensible decisión del gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei que perfecciona el desgobierno. Las marchas y contramarchas con la nueva movilidad jubilatoria por DNU, eludiendo al Congreso, sumadas al desbarajuste causado por los despidos indiscriminados en la Anses, terminaron impactando de lleno en los jubilados: se anunció oficialmente que la liquidación de abril se pagará en dos cuotas y ni siquiera se comunicaron las fechas en que se efectivizarán. La libertad avanza en el saqueo: jubilaciones licuadas y en dos cuotas.

Siempre contra los más débiles y en medio de despidos en Anses, por primera vez las jubilaciones se pagarán desdobladas. La primera parte corresponderá al mismo monto de la jubilación de marzo y el segundo tramo a la diferencia por el bono y el aumento por inflación. Milei y Luis "Toto" Caputo siguen golpeando a los adultos mayores bajo el pretexto de demoras en los cálculos para aplicar los ajustes por inflación y el bono de $70.000.

El mismo día que se conoció el dato de pobreza, confirmando que casi 20 millones de personas están alcanzadas; y mientras avanzan con despidos masivos en Anses y otras dependencias estatales, el gobierno aplica un nuevo golpe a los jubilados. En el primer tramo se pagará el mismo monto que se cobró en marzo y la fecha es la correspondiente al calendario. Mientras en segundo tramo se liquidará la diferencia correspondiente al aumento y el bono de $70.000 y aún no hay fecha determinada de pago. 
Se le fue la mano.


Este ataque se suma a la estafa de la nueva movilidad por DNU anunciada este lunes. En la misma se establece que las jubilaciones y pensiones aumentarán en abril un 27,35 %, que es la suma de un 12,5 % de "compensación" por lo "perdido" en enero, cuando en realidad la inflación fue de 20,6 % que el gobierno se negó a dar completo. Y se adiciona un "adelanto de la movilidad" del 13,2 % por la inflación de febrero, "correspondiente al mes de junio de 2024".

A su vez, en mayo se otorgará un aumento "a cuenta" de la movilidad de junio, también basado en la inflación de dos meses previos, es decir la de marzo. Y en junio se aplicará la diferencia por la movilidad actual, es decir, descontando los aumentos a cuenta. El ajuste por IPC entrará en vigencia desde el mes de julio. Otro robo, dando una dádiva que apenas supera la cuarta parte del daño causado. 

Además del robo del empalme el DNU 274/2024 de Milei busca consolidar haberes de miseria y licuar el impacto del bono anunciado. El gobierno de LLA viene utilizando los ingresos de los jubilados y jubiladas como el principal medio para llevar adelante su recorte del presupuesto nacional, y lograr el superávit fiscal para cumplir con el FMI. El plan motosierra y licuadora no se detiene, hay que enfrentarlos.

Milei tiene una alta dosis de insensibilidad y no entiende lo que le pasa a un jubilado que cobra 200 lucas. Se ha caracterizado desde que asumió por estar muy lejos de combatir a "la casta", todas las medidas van en contra de los sectores más débiles de la sociedad. Con las jubilaciones por el piso, la Argentina firmó una carta de intención para adquirir 24 aviones obsoletos F-16 a Dinamarca. Cerca de US$ 340 millones irían a la compra de aviones en desuso en un gesto cipayo hacia EE.UU. en su disputa con China. El relato de "no hay plata" se resquebraja tras las necesidades de Milei y Caputo por hacer los deberes con EE.UU. en busca de financiamiento del FMI para su delirante aventura dolarizadora.

La Opinión Popular

 

27-03-2024 / 10:03
El ministro de Defensa, Luis Petri, cerró un acuerdo con su par  de Dinamarca, Troels Lund Poulsen, por la compra de 24 aeronaves F-16 para la Fuerza Aérea. Poulsen firmó y posó para la foto con Petri en el Edificio Libertador, pero detrás de cámara estaban también presentes el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el embajador de los Estados Unidos, Marc Stanley.
 
Con la firma del acuerdo, el gobierno de Javier "el Loco" Milei reafirma su alineamiento cipayo total con Estados Unidos, al concluir una reequipamiento que había quedado abierto desde la gestión de Alberto Fernández y que tenía como alternativa la compra de aviones de última generación  J-17 a China.
 
El ministro Petri no dejó dudas sobre el movimiento geopolítico al compartir en sus redes primero la comunicación oficial del Ministerio y luego una nota de Infobae con el título: "Con el apoyo de Estados Unidos, Argentina firmó una carta de intención con Dinamarca para comprar 24 aviones de combate F16".
 
El acuerdo se cerrará cuando Petri viaje a Copenhague a mediados de abril, donde se sellará el contrato para la adquisición de los 24 aviones F16, que el país aliado de la OTAN ya tiene en desuso para sus operaciones militares. Las naves fueron fabricadas por la empresa norteamericana Lockheed Martin y llegarían a la Argentina recién en diciembre, debido a que Dinamarca las entregará sin equipamiento ni armamento.
 
El reequipamiento de las naves quedará a cargo de Estados Unidos por un contrato de 40 millones de dólares, que será una donación de la administración Biden, según informaron desde Casa Rosada. Los aviones valen 300 millones y el armamento y la parte electrónica otros 300 millones, aunque Estados Unidos regala más o menos un 15 por ciento.
 
El acuerdo terminó de sellarse con la reciente visita del actual director de la CIA, William Burns, quien aterrizó en Buenos Aires la semana pasada para visitar la Casa Rosada y reunirse con el titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Silvestre Sívori; y el propio jefe de Gabinete. "Tenemos un problema a corto plazo, Rusia; pero un problema mayor, a largo plazo, China", dijo Burns en la reunión de la semana pasada.
 
Antes de ese reciente encuentro, el presidente Milei recibió al secretario de Estado Antony Blinken en la Casa Rosada y poco después logró un breve encuentro con el candidato republicano y ex presidente Donald Trump.
 
La alineación sistémica de la Casa Rosada con Estados Unidos queda marcada con este acuerdo que cierra las puertas a la propuesta hecha por China para la adquisición de 34 aviones de guerra F17, mucho más modernos y más baratos. De esta manera, las Fuerzas Aéreas adquirirán los aviones F-16 dinamarqueses que están camino al desuso, al punto de que Bélgica se negó a venderle los F-16 a su aliado, Ucrania, porque no los consideró aptos.
 
La Opinión Popular
 

26-03-2024 / 08:03
En medio de confusiones, que obligaron a sacar un decreto correctivo, el gobierno de Javier "el Loco" Milei y Luis "Toto" Caputo estableció la nueva fórmula de movilidad de las jubilaciones por decreto sin pasar por el Congreso. Se actualizarán por la inflación de dos meses atrás, pero en el empalme quedará fijada la pérdida que provocó la mega devaluación de Milei, entre 25 y 30%, y seguirá congelada en ese piso histórico hacia el futuro. Con la jubilación mínima reducida a la mitad debido a la inflación (en febrero, comparada con el mismo mes del 2023 sin contar el bono), el Gobierno busca impedir cualquier tipo de recomposición limitando los aumentos solamente al índice de la inflación. Además la nueva fórmula de actualización no se aplicará a los bonos, dejando abierta la posibilidad de licuar aún más los magros ingresos de los jubilados.
 
Desde que asumió como presidente, Milei, viene utilizando los ingresos de los jubilados y jubiladas como el principal medio para llevar adelante su recorte del presupuesto nacional y reducir el déficit fiscal, pero ahora busca dejar asentado que los jubilados serán los garantes de su plan de ajuste. Este lunes el gobierno publicó un nuevo DNU cambiando la fórmula previsional para atar a los haberes a la inflación. El problema es que, en la actualidad, la jubilación mínima (que cobran la mayoría de los jubilados) no llega a cubrir ni el 30 % de la canasta básica de los adultos mayores y sin ningún mecanismo de recomposición no habría forma de revertirlo.
 
La modificación de la fórmula previsional era parte de la Ley Ómnibus, pero habiendo sido rechazada en el Congreso, desde el oficialismo decidieron realizarla por un nuevo DNU. La "urgencia" del gobierno se debe a que habiendo pasado el pico inflacionario de diciembre y enero, la fórmula vigente generaría aumentos mayores de los que están dispuestos a otorgar. Caputo, desde el Ministerio de Economía, viene aprovechando el método de actualización trimestral actual para licuar las jubilaciones y ahora pretende mantener el robo realizado con el cambio de la fórmula.
 
En medio de la polémica que se generó por el nuevo DNU, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, criticó al Gobierno de Milei, y a la medida. Según dijo el dirigente peronista, "es impresionante, la decisión de Milei es que el ajuste no recaiga en la casta sino en los jubilados" y agregó: "Es un atraco a los jubilados... Es consolidar una baja que ya se produjo, y ahora ir ajustándola en base a los precios cuando ya el guadañazo se lo dieron al bolsillo de ellos".
 
La propuesta es que las jubilaciones aumenten mensualmente por el IPC de dos meses atrás. Si bien a priori parecería superadora, el empalme provocará una profundización de la pérdida de poder adquisitivo de los jubilados de, por lo menos, 25 por ciento. La verdadera trampa se encuentra en el empalme es decir en los meses de transición entre una fórmula a otra. Desde abril, el gobierno decidió comenzar a dar aumentos por IPC "a cuenta" del resultado de la próxima fórmula de movilidad vigente en junio.
 
Con la nueva fórmula jubilatoria, Milei sumó resistencias en la oposición dialoguista. Varios legisladores de ese sector se expresaron contra la nueva fórmula de movilidad, que se suponía que discutirían en el Congreso. El Ejecutivo suma contratiempos en la negociación por la nueva ley Bases que el ministro Guillermo Francos buscará recomponer en un encuentro con mandatarios del Norte Grande.
 
La Opinión Popular
 

25-03-2024 / 07:03
Con una movilización histórica, organismos de DDHH reivindicaron la cifra de 30.000 desaparecidos. La marcha del 24M, que congregó a una multitud en la Plaza de Mayo y en las principales ciudades del país, al cumplirse 48 años del último golpe cívico militar genocida, se convirtió en la tercera gran manifestación callejera contra el gobierno neoliberal anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei. El Presidente fue principal blanco de críticas de los organismos de Derechos Humanos, el peronismo, movimientos sociales y la CGT.
 
Como en la huelga general del 24 de enero, y la movilización del 8M, numerosas columnas de organizaciones y miles de personas auto convocadas se volcaron a las calles para repudiar los delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar y reafirmar la consigna del Nunca Más. También ratificaron la cifra de 30 mil personas desaparecidas, número que el gobierno libertario puso en duda. En el documento final de la marcha, que leyó la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, los organismos de derechos humanos reclamaron una ley contra el negacionismo de los crímenes de la dictadura.
 
Junto a esas consignas vinculadas a derechos humanos, la marcha estuvo atravesada por consignas contra las políticas del gobierno libertario y su siniestro plan de ajuste neoliberal. El 24M fue el tercer gran hito callejero contra el gobierno de ultraderecha. "Milei, basura, vos sos la dictadura", "El que no salta votó a Milei", "No se vende, la patria no se vende" y "Fueron 30 mil de verdad", concurrieron los canticos y las consignas que más se repitieron en la Plaza, donde además se colgaron banderas contra Victoria Villarruel, por su cercanía con los represores condenados por lesa humanidad.
 
El peronismo mostró un gran despliegue de movilización. Por Diagonal Sur, los gremios de la CGT y el Movimiento Evita coparon varias cuadras junto a la UTEP y apenas pudieron ingresar a la Plaza. Por Diagonal Norte, y después de caminar 13 kilómetros desde la ex ESMA, La Cámpora llegó pasado el mediodía en una columna encabezada por Máximo Kirchner. En tanto, el gobernador Axel Kicillof llegó junto a su gabinete y los intendentes del conurbano.
 
Fue una gran convocatoria que los medios hegemónicos tratarán de ignorar, y que respondió a la provocación del gobierno, que unió a la CGT, al peronismo, los movimientos sociales, agrupaciones estudiantiles y al movimiento de derechos humanos. La idea de derechos humanos encaja con la idea de justicia social, de país solidario, de trabajo y retribuciones justas, de protección a los niños, a los enfermos y a los ancianos, de hazañas científicas y culturales.
 
No encaja con la justificación de la dictadura, con el intento de que los jubilados crean que ganan poco por culpa de los de la moratoria y que los trabajadores se enfurezcan con los desocupados porque reciben un aporte sin trabajar. No encaja con el país donde los únicos que ganan son los ricos, como procuran las políticas de Milei. Los ricos son "héroes" para Milei y los beneficiarios de sus políticas.
 
Los cientos de miles que desbordaron la Plaza de Mayo, las diagonales y la Avenida de Mayo están enlazados, hermanados, con los miles que se movilizaron en otras ciudades del país, y con los miles y miles que desde sus casas confluyen en la angustia de la pobreza, la amenaza del desempleo y el hambre o la destrucción de comercios y empresas. Hay vías comunicantes por las que fluye una energía que alimenta resistencias, rebeldías y esperanzas.
 
La Opinión Popular


24-03-2024 / 08:03
Ya en marzo de 1977, al cumplirse un año de la última dictadura militar, estaba claro que el verdadero objetivo de los perpetradores, instigadores y sponsors del golpe de Estado era económico. Por trillado que resulte es esclarecedor volver a la Carta Abierta de Rodolfo Walsh, que por entonces indicaba que "en la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada".
 
Las cifras que exhibía Walsh resuenan hoy con una actualidad preocupante: "En un año han reducido ustedes el salario real de los trabajadores al 40%, disminuido su participación en el ingreso nacional al 30%, elevado de 6 a 18 horas la jornada de labor que necesita un obrero para pagar la canasta familiar", escribió en la carta que fue su testamento público. Los paralelismos con el proceso de concentración de riqueza que comenzó con la llegada al poder de Javier Milei son llamativos.
 
Sin embargo, lo más gravoso de la última dictadura no fue ese ajuste en sí sino el hecho de que dejó sentadas las condiciones para que eso nunca pudiera revertirse. De hecho, en ningún momento de los cuarenta años de democracia ininterrumpida el país estuvo ni siquiera cerca de recuperar las condiciones económicas y sociales que existían en la Argentina hasta marzo del 76. Hubo algo, en la matriz productiva pero también en el conjunto de ideales y valores de la sociedad, que se rompió y nunca pudo repararse.
 
El golpe del 24 de marzo irrumpió en un país en el que, dos décadas después de haber intentado suprimir al peronismo de la vida pública e incluso habiendo atravesado, unos meses antes, la experiencia hiperinflacionaria del Rodrigazo, todavía la pobreza alcanzaba a apenas al 4,4 por ciento de sus habitantes. En octubre de 1983, al recuperarse la democracia, esa cifra se había multiplicado por ocho: el 37,4 por ciento de los argentinos era pobre. Ocho veces más. Esa debacle jamás se pudo revertir.
 
Dicho de otra forma: al comenzar la dictadura, apenas cuatro de cada cien argentinos no alcanzaba a satisfacer sus necesidades básicas, pero cuando terminó, casi cuatro de cada diez habían caído por debajo de esa vara, y la profundidad del cambio fue tal que el país nunca pudo desandar ese camino. El riesgo más acuciante en estos días es que el gobierno de Javier Milei y Victoria Villarruel complete esa tarea y eleve la pobreza estructural al punto en el que seis, siete u ocho de cada diez argentinos sea pobre para siempre.
 
Entre 1945 y 1976 existía una sociedad en el que la enorme mayoría era parte de una gran clase media: albañiles, docentes, policías, médicos, torneros, porteros, artistas, carpinteros, periodistas, abogados y científicos, empleados o cuentapropistas, comerciantes y profesionales, todos se ubicaban en algún lugar de un amplio arco que iba desde las humildes barriadas obreras suburbanas hasta los barrios céntricos en las ciudades. Con diversas realidades que coexistían, la Argentina era un país de clase media.
 
Después de la dictadura se convirtió en un país con clase media. Pero la pobreza estructural que en el 83 alcanzaba a 4 de cada 10 argentinos nunca pudo desarmarse. Tuvo momentos en los que cedió. Al final de los doce años de gobierno kirchnerista había retrocedido hasta ubicarse en torno al 25 por ciento. Y otros donde creció, en episodios de crisis, hasta llegar al 60 por ciento. Pero un cuarto, o un tercio o más de la población quedaron condenados a apenas subsistir, sin ninguna perspectiva de movilidad social ascendente.
 

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