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“Hay que hacer creer al pueblo que el hambre, la sed, la escasez y las enfermedades son culpa de nuestros opositores… y hacer que nuestros simpatizantes lo repitan en todo momento”. De Joseph Goebbels a Javier Milei
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Nacionales - 31-05-2020 / 11:05

Anticuarentena, la ofensiva de la derecha macrista

Anticuarentena, la ofensiva de la derecha macrista
A los que gritan en Plaza de Mayo se les otorga excesiva centralidad. Son extras, la claque. Un epifenómeno de la ofensiva de poderes reales, serios y temibles, que defienden bienes concretos. Las grandes fortunas, la oscuridad sobre sus bienes y sus manejos, la explotación, los privilegios, la evasión. La impunidad.
La fatiga colectiva es la brecha de oportunidad que trata de exacerbar la derecha macrista anti cuarentena. La prolongación del aislamiento la favorece. Grupos de indignados macristas acuden a Plaza de Mayo, insultan al presidente Alberto Fernández. Olvidan al Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta quien decretó el cierre de numerosos comercios, retractando lo decidido dos semanas antes.
 
Los porteños macristas rabiosos complican a su principal figura política, le sacarían canas verdes si tal prodigio fuera posible. Pero, en 21 provincias se habilitan fábricas, negocios, renacen la vida social, las comidas familiares, se puede pasear y hasta correr. A los anti cuarentena les falta un panóptico federal.
 
La derecha busca debilitar al Gobierno, erosionar la alta legitimidad de ejercicio del presidente Alberto Fernández. Un mandatario que no está solo. Los estados: nacional, provinciales y municipales tratan de conciliar el cuidado de la salud con la rehabilitación de la economía.
 
Las organizaciones sociales, sectores de distintas iglesias, trabajadores de la educación y salud se arriesgan para atender a los más necesitados. Se hace de modo dispar, con gestiones a veces discutibles. El esfuerzo y la dedicación son innegables: están donde se los precisa.
 
La derecha real, el establishment, percibe una amenaza a sus privilegios, la perspectiva de que aminore la desigualdad. Embiste, de variadas maneras.
 
A los que gritan en Plaza de Mayo se les otorga excesiva centralidad. Son extras, la claque. Un epifenómeno de la ofensiva de poderes reales, serios y temibles, que defienden bienes concretos. Las grandes fortunas, la oscuridad sobre sus bienes y sus manejos, la explotación, los privilegios, la evasión. La impunidad.


Sus seguidores emiten discursos con ruido y furia. Se desgañitan, se declaran presos en sets de televisión, usan altavoces que les facilitan los grandes medios dominantes porteños. La Vulgata derechosa anuncia muertes, quizás las desea.
 

 
La investigación del Banco Central sobre fuga de divisas durante el mandato de Macri crispa al establishment. Diputados y senadores de Juntos por el Cambio los defienden con uñas, dientes y pésimos modales en la Comisión Bicameral. El diputado PRO Luciano Laspina descalifica a la oferta argentina, parece un barra brava de BlackRock.
 
La fiscalización de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) sobre una cantidad colosal de cuentas off shore (muchas no declaradas) es otro eje de conflicto. La clandestinidad y la fuga, opinan los grandes evasores, son fuente de derechos.
 
Una pregunta retórica: ¿creen de veras que se viene el zurdaje? Vaya uno a saber. En todo caso embisten contra el eventual crecimiento del Estado, contra un Gobierno atento a los intereses populares, contra un autoritarismo que solo existe en discursos de elites.
 
 
OFENSIVA DE LA DERECHA, MOTIVOS Y PROTAGONISTAS
 
Los anti cuarentena, sus gritones y sus cerebros
 
Página 12 conversa con un sacerdote católico, conocedor del Conurbano, que "no se casa con nadie" (en términos políticos). Con funcionarios nacionales, de los que caminan mucho y pisan barro sin asquito. Con militantes de organizaciones sociales.
 
Describen lo mismo: "la gente está asustada. Contenida. Dispuesta a respetar la cuarentena. Cansada, también". Hablan de los argentinos más desprotegidos, que se cuidan. Reclaman asistencia del Estado y la buscan cuando llega.
 
La fatiga colectiva, policlasista, es la brecha de oportunidad que trata de exacerbar la derecha anti cuarentena (AC, en adelante). La prolongación del aislamiento la favorece.
 
Le juegan en contra el momento y el epicentro de sus concentraciones. El número de contagios se eleva en la Ciudad Autónoma (CABA), Buenos Aires y Chaco.
 
En otros distritos más aliviados se encienden alertas: el relajamiento ciudadano reaviva la lesividad del virus. Personas "normales" se dañan y perjudican a terceros. Se aglomeran, provocan focos. Tal vez fantaseaban que la covid-19 les pasaba lejos. Obraron con negligencia, en detrimento de sus propios intereses.
 
Un velatorio en la ciudad de Lobos, imprudencia durante una circunstancia trágica. Un babyshower en Necochea. Alta asistencia de jugadores y público a las canchitas de fútbol cerca de las villas quilmeñas. El ansia de recobrar hábitos, la desaprensión castigan a esas comunidades. Las del Interior, que estaban en fase 4, retroceden mientras cunde el miedo.
 
Los grupos de indignados macristas acuden a Plaza de Mayo, insultan al presidente Alberto Fernández. Olvidan al Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta quien decretó el cierre de numerosos comercios, retractando lo decidido dos semanas antes. Por entonces, al fundar excepciones consignaba la cantidad de empleados. Keynes sufriría: a mayor cantidad de trabajadores, más trabas. Se cierran negocios en grandes avenidas fatigadas por demasiados paseantes.
 
Los porteños macristas rabiosos complican a su principal figura política, le sacarían canas verdes si tal prodigio fuera posible. La CABA y el Conurbano son los distritos con menos apertura. En 21 provincias se habilitan fábricas, negocios, renacen la vida social, las comidas familiares, se puede pasear y hasta correr. A los AC les falta un panóptico federal.
 
Reapertura es una cosa, distinta a la reactivación que tarda en llegar en muchas ramas de actividad. Claro que la ofensiva opositora no es cuestión de congruencia sino de objetivos.
 
 
Los dueños y la claque
 
La derecha busca debilitar al Gobierno, erosionar la alta legitimidad de ejercicio del presidente Alberto Fernández. Un mandatario que no está solo. Los estados: nacional, provinciales y municipales tratan de conciliar el cuidado de la salud con la rehabilitación de la economía.
 
Las organizaciones sociales, sectores de distintas iglesias, trabajadores de la educación y salud se arriesgan para atender a los más necesitados. Se hace de modo dispar, con gestiones a veces discutibles. El esfuerzo y la dedicación son innegables: están donde se los precisa.
 
La derecha real, el establishment, percibe una amenaza a sus privilegios, la perspectiva de que aminore la desigualdad. Embiste, de variadas maneras.
 
Contrato de lectura de esta columna; dedicará más atención a los dueños del circo que a sus portavoces (por usar una palabra amable que empieza con "p"). Puesto de otro modo: la fracción del club de admiradores de Luis Chocobar que instaló el neologismo "infectadura" ejerce la libertad de expresión.
 
Se les otorga excesiva centralidad. Son extras, la claque. Un epifenómeno de la ofensiva de poderes reales, serios y temibles, que defienden bienes concretos. Las grandes fortunas, la oscuridad sobre sus bienes y sus manejos, la explotación, los privilegios, la evasión. la impunidad.
 
Sus aliados emiten discursos con ruido y furia. Se desgañitan, se declaran presos en sets de televisión, usan altavoces que les facilitan los medios dominantes. En cumplimiento del contrato, no los mencionaremos más.
 
  
Encierros, dilemas, desafíos
 
Los cierres de fronteras interiores, desde el vamos, cambiaron el mundo, impactaron en el Derecho. Para muchos, incluyendo a este cronista, son ilegales frisando con la inconstitucionalidad.
 
Se implementaron en todas las provincias, en un sinfín de localidades, con alta anuencia de la sociedad civil y buenos resultados sanitarios. La emergencia reacomoda la valoración aunque sigue siendo deseable o imprescindible que cesen cuando arribe la "nueva normalidad".
 
El aislamiento extremo dispuesto en Villa Azul suscita debates válidos, desafía a las organizaciones sociales y a las militancias populares. Un notable artículo de Laura Vales publicado ayer en Página 12 retrata sus dilemas, las resistencias previas, el fundado resquemor contra la presencia policial. También el modo de responder, actuando.
 
Las medidas tremendas solo se justificarían si aminoran los peligros que acechan a los pobladores. No basta con las alusiones al Estado presente, se precisa eficacia en la gestión. La ayuda alimentaria, los medicamentos, la provisión de artículos de limpieza, imprescindibles, no agotan el cuidado. Las Fuerzas de Seguridad forman parte del dispositivo pero no tienen que ser el único o principal rostro del Estado.
 
El Estado presente necesita el apoyo de la sociedad. El contacto con el vecindario requiere de mediaciones conocidas y validadas desde antes: referentes sociales, médicos del lugar, maestras, trabajadoras sociales.
 
La Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) provee 21.000 kilos de alimentos frescos, producidos por agricultores familiares. Donan 2000 kilos más, los pobres saben ser más atentos que los millonarios en dólares.
 
Durante el mandato del ex presidente Mauricio Macri, productores de a pie promovían verdurazos: regalaban comida a hermanas y hermanos de clase. Ahora articulan con el gobierno bonaerense quien los habilita como proveedores.
 
Uno imagina a periodistas ávidos de un premio Adepa pesquisando si hay sobreprecios en la papa o la batata. Rodríguez Larreta queda dispensado de pesquisas parecidas. Hasta hoy, como casi todo lo que se narra acá.
 
Llegan provisiones de otras villas, la Garganta Poderosa dice presente, con palabras y con viandas calentitas, miles.
 
La vida cotidiana es dura, la experiencia transitoria por definición y difícil de repetir en barrios más poblados. De nuevo: si las condiciones limitativas de la libertad redundan en una suerte de discriminación positiva, quedará debilitada la discusión legal. Si hay perjuicios y daños, surgirán las responsabilidades políticas y penales.
 
La Vulgata derechosa anuncia muertes, quizás las desea. Flotan en el aire la estatuilla del Martin Fierro, una cucarda al empleado del mes.
 
 
Fake news, mini digresión
 
La realidad, apabullante, impide que una fake news constituya el hecho más tremendo de la semana. Lo sería si la mirada se circunscribiera al mundillo mediático. La cadena TN difundió imágenes falsas; gente común protestando, incendiando en Quilmes. Eran chilenos, en su país.
 
La patraña se desenmascaró, el multimedio Clarín la reconoció alegando una excusa falaz que ahonda su (ir)responsabilidad. Una fuente, aduce, proveyó la información. Un vecino de Quilmes. No reveló la fuente ni explicó por qué emite al aire información tan sensible no corroborada.
 
El hecho apócrifo, claro, era la noticia deseada por Clarín: levantamiento popular contra el aislamiento extremo. Esconderse detrás de fuentes mendaces o pocos serias para instalar falacias funcionales a objetivos políticos: un hábito del ala periodística del Grupo.
 
 
Cobro e impunidad
 
El Programa de Asistencia al Trabajo y a la Producción (ATP) subsidia el pago de sueldos, con la intención de mantener el empleo y las fuentes de trabajo. Quedan cubiertas miles de empresas y más de dos millones de trabajadores. Abarca empresas de todo porte.
 
Los requerimientos formales complican más a las PyME según informa y reclama la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Las megaempresas disponen de papeles en regla.
 
Aprovechan la fabulosa inversión social, concebida en términos amplios para que se sostenga la mayor cantidad posible de puestos de trabajo. Las autoridades les exigen que cumplan recaudos lógicos: que no compren divisas, no distribuyan utilidades, entre otros.
 
La plata es fungible: si tienen sobrante para esos fines no precisan ayuda para cumplir con los salarios. Los dueños de la Argentina se ofenden.
 
También ponen el grito en el cielo porque se difundirá el listado de los beneficiarios. Reiteran una confusión extendida: suele pensarse en estas pampas que la información estatal es secreta como principio y pública por excepción.
 
Lo defendía la empleada de Gasalla, siempre hubo burócratas que construyen poder retaceando data. Hete aquí que es al revés: el acceso a la información es la regla, el secreto debe fundamentarse.
 
La investigación del Banco Central sobre fuga de divisas durante el mandato de Macri crispa al establishment. Diputados y senadores de Juntos por el Cambio los defienden con uñas, dientes y pésimos modales en la Comisión Bicameral. El diputado PRO Luciano Laspina descalifica a la oferta argentina, parece un barra brava de BlackRock. ¿Le piden tanto? Pésimo mensaje emitido desde un escenario institucional en el pico de las tratativas.
 
La fiscalización de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) sobre una cantidad colosal de cuentas off shore (muchas no declaradas) es otro eje de conflicto. La clandestinidad y la fuga, opinan los grandes evasores, son fuente de derechos.
 
Es extraña la psiquis de los grandes jugadores. Se paranoiquean con embustes que les preparan sus empleados: abogados, contadores, opineitors. Ojo con las confiscaciones, las incautaciones, el socialismo en ciernes.
 
Última pregunta retórica: ¿creen de veras que se viene el zurdaje? Vaya uno a saber. En todo caso embisten contra el contingente crecimiento del Estado, contra un Gobierno atento a los intereses populares, contra un autoritarismo que solo existe en discursos de elites.
 
Hasta ahora han conseguido frenar objetivos fundamentales del oficialismo: bajar la inflación de los alimentos y artículos de primera necesidad. Y conseguir que el sector financiero coopere para la salida de la crisis. Como dice AF: sin perder plata, ganando menos.
 
 
Mitos y micro escenas
 
La derecha, casi siempre, es intratable cuando gobierna, como en Estados Unidos o Brasil. O cuando es oposición como en España o Argentina. El Congreso, el Agora reflejan diversidad, pluralismo, controversias que son bienvenidas. La calidad del debate te la debo.
 
Mitos urbanos se derrumban. Funcionarios de todos los niveles y banderías trabajan 24 x 7. Los planeros fungen de asistentes comunitarios. Los vagos que cortaban calles y rutas se comprometen en acciones solidarias.
 
Se tejen historias que es prudente no contar. Buscar a una persona que se presume persona contagiada en un barrio o una pequeña ciudad exige conocimiento previo, cuidado, sigilo. Cunde el temor a vindictas ciudadanas: si agreden a enfermeras, médicos o farmacéuticos ¿qué puede esperar una persona de pueblo, humilde por añadidura? La sensatez política de evitar la difusión de datos de víctimas fatales o personas internadas previene tamaña barbarie.
 
La prioridad de quienes ejercen cargos ejecutivos es preservar la salud. Lo corroboran las correcciones y limitaciones impuestas cuando suben los contagios. Nadie se enamora de la cuarentena pero es sabio temer a la pandemia. Se espera el pico de contagios y se cuentan menos muertos que en otros países. Habrá nuevas víctimas inexorablemente: se sabe y duele.
 
Vuelven al trabajo argentinos de la mayoría de las provincias. Una épica solidaria se teje entre militantes, gente de a pie y funcionarios. A veces, ay, entreverada con internas o competencias que resienten las tareas comunes.
 
En todo este siglo convivieron mal el capitalismo financiero global y la democracia. El historiador Eric Hobsbawm entendía que son incompatibles, Dicho statu quo, inequitativo y xenófobo, se agravará. En un mundo empobrecido, con recesión mundial, aumentan las desigualdades.
 
Se insinúa una pugna para construir, desde muy abajo, una sociedad mejor o para restaurar el viejo orden como sucedió tras la crisis de 2008- 2009. Ciertas alianzas habilitan una oportunidad a los sectores populares. Estrecha, creciendo desde muy abajo. Quienes instan abrir la economía a como diera lugar, tienen en mente la acechanza.
 
Por si hace falta: a nadie se le niega el derecho al pataleo, la demanda sectorial. A la diatriba o aún a la manipulación. Es grave, ilícito poner en peligro la salud colectiva violando la cuarentena adrede como parte de una estrategia de poder.
 
Un pequeño comerciante aquejado es una víctima de las circunstancias. Los capos de la economía, que jamás repararon en esos peces chicos, quieren congelar la realidad en el pasado reciente. Reaccionario, en sentido estricto, es quien quiere volver atrás.
 
Por Mario Wainfeld
 
Fuente: pagina12.com.ar
 

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28-03-2024 / 08:03
Una nueva, polémica, cruel e insensible decisión del gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei que perfecciona el desgobierno. Las marchas y contramarchas con la nueva movilidad jubilatoria por DNU, eludiendo al Congreso, sumadas al desbarajuste causado por los despidos indiscriminados en la Anses, terminaron impactando de lleno en los jubilados: se anunció oficialmente que la liquidación de abril se pagará en dos cuotas y ni siquiera se comunicaron las fechas en que se efectivizarán. La libertad avanza en el saqueo: jubilaciones licuadas y en dos cuotas.

Siempre contra los más débiles y en medio de despidos en Anses, por primera vez las jubilaciones se pagarán desdobladas. La primera parte corresponderá al mismo monto de la jubilación de marzo y el segundo tramo a la diferencia por el bono y el aumento por inflación. Milei y Luis "Toto" Caputo siguen golpeando a los adultos mayores bajo el pretexto de demoras en los cálculos para aplicar los ajustes por inflación y el bono de $70.000.

El mismo día que se conoció el dato de pobreza, confirmando que casi 20 millones de personas están alcanzadas; y mientras avanzan con despidos masivos en Anses y otras dependencias estatales, el gobierno aplica un nuevo golpe a los jubilados. En el primer tramo se pagará el mismo monto que se cobró en marzo y la fecha es la correspondiente al calendario. Mientras en segundo tramo se liquidará la diferencia correspondiente al aumento y el bono de $70.000 y aún no hay fecha determinada de pago. 
Se le fue la mano.


Este ataque se suma a la estafa de la nueva movilidad por DNU anunciada este lunes. En la misma se establece que las jubilaciones y pensiones aumentarán en abril un 27,35 %, que es la suma de un 12,5 % de "compensación" por lo "perdido" en enero, cuando en realidad la inflación fue de 20,6 % que el gobierno se negó a dar completo. Y se adiciona un "adelanto de la movilidad" del 13,2 % por la inflación de febrero, "correspondiente al mes de junio de 2024".

A su vez, en mayo se otorgará un aumento "a cuenta" de la movilidad de junio, también basado en la inflación de dos meses previos, es decir la de marzo. Y en junio se aplicará la diferencia por la movilidad actual, es decir, descontando los aumentos a cuenta. El ajuste por IPC entrará en vigencia desde el mes de julio. Otro robo, dando una dádiva que apenas supera la cuarta parte del daño causado. 

Además del robo del empalme el DNU 274/2024 de Milei busca consolidar haberes de miseria y licuar el impacto del bono anunciado. El gobierno de LLA viene utilizando los ingresos de los jubilados y jubiladas como el principal medio para llevar adelante su recorte del presupuesto nacional, y lograr el superávit fiscal para cumplir con el FMI. El plan motosierra y licuadora no se detiene, hay que enfrentarlos.

Milei tiene una alta dosis de insensibilidad y no entiende lo que le pasa a un jubilado que cobra 200 lucas. Se ha caracterizado desde que asumió por estar muy lejos de combatir a "la casta", todas las medidas van en contra de los sectores más débiles de la sociedad. Con las jubilaciones por el piso, la Argentina firmó una carta de intención para adquirir 24 aviones obsoletos F-16 a Dinamarca. Cerca de US$ 340 millones irían a la compra de aviones en desuso en un gesto cipayo hacia EE.UU. en su disputa con China. El relato de "no hay plata" se resquebraja tras las necesidades de Milei y Caputo por hacer los deberes con EE.UU. en busca de financiamiento del FMI para su delirante aventura dolarizadora.

La Opinión Popular

 

27-03-2024 / 10:03
El ministro de Defensa, Luis Petri, cerró un acuerdo con su par  de Dinamarca, Troels Lund Poulsen, por la compra de 24 aeronaves F-16 para la Fuerza Aérea. Poulsen firmó y posó para la foto con Petri en el Edificio Libertador, pero detrás de cámara estaban también presentes el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el embajador de los Estados Unidos, Marc Stanley.
 
Con la firma del acuerdo, el gobierno de Javier "el Loco" Milei reafirma su alineamiento cipayo total con Estados Unidos, al concluir una reequipamiento que había quedado abierto desde la gestión de Alberto Fernández y que tenía como alternativa la compra de aviones de última generación  J-17 a China.
 
El ministro Petri no dejó dudas sobre el movimiento geopolítico al compartir en sus redes primero la comunicación oficial del Ministerio y luego una nota de Infobae con el título: "Con el apoyo de Estados Unidos, Argentina firmó una carta de intención con Dinamarca para comprar 24 aviones de combate F16".
 
El acuerdo se cerrará cuando Petri viaje a Copenhague a mediados de abril, donde se sellará el contrato para la adquisición de los 24 aviones F16, que el país aliado de la OTAN ya tiene en desuso para sus operaciones militares. Las naves fueron fabricadas por la empresa norteamericana Lockheed Martin y llegarían a la Argentina recién en diciembre, debido a que Dinamarca las entregará sin equipamiento ni armamento.
 
El reequipamiento de las naves quedará a cargo de Estados Unidos por un contrato de 40 millones de dólares, que será una donación de la administración Biden, según informaron desde Casa Rosada. Los aviones valen 300 millones y el armamento y la parte electrónica otros 300 millones, aunque Estados Unidos regala más o menos un 15 por ciento.
 
El acuerdo terminó de sellarse con la reciente visita del actual director de la CIA, William Burns, quien aterrizó en Buenos Aires la semana pasada para visitar la Casa Rosada y reunirse con el titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Silvestre Sívori; y el propio jefe de Gabinete. "Tenemos un problema a corto plazo, Rusia; pero un problema mayor, a largo plazo, China", dijo Burns en la reunión de la semana pasada.
 
Antes de ese reciente encuentro, el presidente Milei recibió al secretario de Estado Antony Blinken en la Casa Rosada y poco después logró un breve encuentro con el candidato republicano y ex presidente Donald Trump.
 
La alineación sistémica de la Casa Rosada con Estados Unidos queda marcada con este acuerdo que cierra las puertas a la propuesta hecha por China para la adquisición de 34 aviones de guerra F17, mucho más modernos y más baratos. De esta manera, las Fuerzas Aéreas adquirirán los aviones F-16 dinamarqueses que están camino al desuso, al punto de que Bélgica se negó a venderle los F-16 a su aliado, Ucrania, porque no los consideró aptos.
 
La Opinión Popular
 

26-03-2024 / 08:03
En medio de confusiones, que obligaron a sacar un decreto correctivo, el gobierno de Javier "el Loco" Milei y Luis "Toto" Caputo estableció la nueva fórmula de movilidad de las jubilaciones por decreto sin pasar por el Congreso. Se actualizarán por la inflación de dos meses atrás, pero en el empalme quedará fijada la pérdida que provocó la mega devaluación de Milei, entre 25 y 30%, y seguirá congelada en ese piso histórico hacia el futuro. Con la jubilación mínima reducida a la mitad debido a la inflación (en febrero, comparada con el mismo mes del 2023 sin contar el bono), el Gobierno busca impedir cualquier tipo de recomposición limitando los aumentos solamente al índice de la inflación. Además la nueva fórmula de actualización no se aplicará a los bonos, dejando abierta la posibilidad de licuar aún más los magros ingresos de los jubilados.
 
Desde que asumió como presidente, Milei, viene utilizando los ingresos de los jubilados y jubiladas como el principal medio para llevar adelante su recorte del presupuesto nacional y reducir el déficit fiscal, pero ahora busca dejar asentado que los jubilados serán los garantes de su plan de ajuste. Este lunes el gobierno publicó un nuevo DNU cambiando la fórmula previsional para atar a los haberes a la inflación. El problema es que, en la actualidad, la jubilación mínima (que cobran la mayoría de los jubilados) no llega a cubrir ni el 30 % de la canasta básica de los adultos mayores y sin ningún mecanismo de recomposición no habría forma de revertirlo.
 
La modificación de la fórmula previsional era parte de la Ley Ómnibus, pero habiendo sido rechazada en el Congreso, desde el oficialismo decidieron realizarla por un nuevo DNU. La "urgencia" del gobierno se debe a que habiendo pasado el pico inflacionario de diciembre y enero, la fórmula vigente generaría aumentos mayores de los que están dispuestos a otorgar. Caputo, desde el Ministerio de Economía, viene aprovechando el método de actualización trimestral actual para licuar las jubilaciones y ahora pretende mantener el robo realizado con el cambio de la fórmula.
 
En medio de la polémica que se generó por el nuevo DNU, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, criticó al Gobierno de Milei, y a la medida. Según dijo el dirigente peronista, "es impresionante, la decisión de Milei es que el ajuste no recaiga en la casta sino en los jubilados" y agregó: "Es un atraco a los jubilados... Es consolidar una baja que ya se produjo, y ahora ir ajustándola en base a los precios cuando ya el guadañazo se lo dieron al bolsillo de ellos".
 
La propuesta es que las jubilaciones aumenten mensualmente por el IPC de dos meses atrás. Si bien a priori parecería superadora, el empalme provocará una profundización de la pérdida de poder adquisitivo de los jubilados de, por lo menos, 25 por ciento. La verdadera trampa se encuentra en el empalme es decir en los meses de transición entre una fórmula a otra. Desde abril, el gobierno decidió comenzar a dar aumentos por IPC "a cuenta" del resultado de la próxima fórmula de movilidad vigente en junio.
 
Con la nueva fórmula jubilatoria, Milei sumó resistencias en la oposición dialoguista. Varios legisladores de ese sector se expresaron contra la nueva fórmula de movilidad, que se suponía que discutirían en el Congreso. El Ejecutivo suma contratiempos en la negociación por la nueva ley Bases que el ministro Guillermo Francos buscará recomponer en un encuentro con mandatarios del Norte Grande.
 
La Opinión Popular
 

25-03-2024 / 07:03
Con una movilización histórica, organismos de DDHH reivindicaron la cifra de 30.000 desaparecidos. La marcha del 24M, que congregó a una multitud en la Plaza de Mayo y en las principales ciudades del país, al cumplirse 48 años del último golpe cívico militar genocida, se convirtió en la tercera gran manifestación callejera contra el gobierno neoliberal anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei. El Presidente fue principal blanco de críticas de los organismos de Derechos Humanos, el peronismo, movimientos sociales y la CGT.
 
Como en la huelga general del 24 de enero, y la movilización del 8M, numerosas columnas de organizaciones y miles de personas auto convocadas se volcaron a las calles para repudiar los delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar y reafirmar la consigna del Nunca Más. También ratificaron la cifra de 30 mil personas desaparecidas, número que el gobierno libertario puso en duda. En el documento final de la marcha, que leyó la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, los organismos de derechos humanos reclamaron una ley contra el negacionismo de los crímenes de la dictadura.
 
Junto a esas consignas vinculadas a derechos humanos, la marcha estuvo atravesada por consignas contra las políticas del gobierno libertario y su siniestro plan de ajuste neoliberal. El 24M fue el tercer gran hito callejero contra el gobierno de ultraderecha. "Milei, basura, vos sos la dictadura", "El que no salta votó a Milei", "No se vende, la patria no se vende" y "Fueron 30 mil de verdad", concurrieron los canticos y las consignas que más se repitieron en la Plaza, donde además se colgaron banderas contra Victoria Villarruel, por su cercanía con los represores condenados por lesa humanidad.
 
El peronismo mostró un gran despliegue de movilización. Por Diagonal Sur, los gremios de la CGT y el Movimiento Evita coparon varias cuadras junto a la UTEP y apenas pudieron ingresar a la Plaza. Por Diagonal Norte, y después de caminar 13 kilómetros desde la ex ESMA, La Cámpora llegó pasado el mediodía en una columna encabezada por Máximo Kirchner. En tanto, el gobernador Axel Kicillof llegó junto a su gabinete y los intendentes del conurbano.
 
Fue una gran convocatoria que los medios hegemónicos tratarán de ignorar, y que respondió a la provocación del gobierno, que unió a la CGT, al peronismo, los movimientos sociales, agrupaciones estudiantiles y al movimiento de derechos humanos. La idea de derechos humanos encaja con la idea de justicia social, de país solidario, de trabajo y retribuciones justas, de protección a los niños, a los enfermos y a los ancianos, de hazañas científicas y culturales.
 
No encaja con la justificación de la dictadura, con el intento de que los jubilados crean que ganan poco por culpa de los de la moratoria y que los trabajadores se enfurezcan con los desocupados porque reciben un aporte sin trabajar. No encaja con el país donde los únicos que ganan son los ricos, como procuran las políticas de Milei. Los ricos son "héroes" para Milei y los beneficiarios de sus políticas.
 
Los cientos de miles que desbordaron la Plaza de Mayo, las diagonales y la Avenida de Mayo están enlazados, hermanados, con los miles que se movilizaron en otras ciudades del país, y con los miles y miles que desde sus casas confluyen en la angustia de la pobreza, la amenaza del desempleo y el hambre o la destrucción de comercios y empresas. Hay vías comunicantes por las que fluye una energía que alimenta resistencias, rebeldías y esperanzas.
 
La Opinión Popular


24-03-2024 / 08:03
Ya en marzo de 1977, al cumplirse un año de la última dictadura militar, estaba claro que el verdadero objetivo de los perpetradores, instigadores y sponsors del golpe de Estado era económico. Por trillado que resulte es esclarecedor volver a la Carta Abierta de Rodolfo Walsh, que por entonces indicaba que "en la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada".
 
Las cifras que exhibía Walsh resuenan hoy con una actualidad preocupante: "En un año han reducido ustedes el salario real de los trabajadores al 40%, disminuido su participación en el ingreso nacional al 30%, elevado de 6 a 18 horas la jornada de labor que necesita un obrero para pagar la canasta familiar", escribió en la carta que fue su testamento público. Los paralelismos con el proceso de concentración de riqueza que comenzó con la llegada al poder de Javier Milei son llamativos.
 
Sin embargo, lo más gravoso de la última dictadura no fue ese ajuste en sí sino el hecho de que dejó sentadas las condiciones para que eso nunca pudiera revertirse. De hecho, en ningún momento de los cuarenta años de democracia ininterrumpida el país estuvo ni siquiera cerca de recuperar las condiciones económicas y sociales que existían en la Argentina hasta marzo del 76. Hubo algo, en la matriz productiva pero también en el conjunto de ideales y valores de la sociedad, que se rompió y nunca pudo repararse.
 
El golpe del 24 de marzo irrumpió en un país en el que, dos décadas después de haber intentado suprimir al peronismo de la vida pública e incluso habiendo atravesado, unos meses antes, la experiencia hiperinflacionaria del Rodrigazo, todavía la pobreza alcanzaba a apenas al 4,4 por ciento de sus habitantes. En octubre de 1983, al recuperarse la democracia, esa cifra se había multiplicado por ocho: el 37,4 por ciento de los argentinos era pobre. Ocho veces más. Esa debacle jamás se pudo revertir.
 
Dicho de otra forma: al comenzar la dictadura, apenas cuatro de cada cien argentinos no alcanzaba a satisfacer sus necesidades básicas, pero cuando terminó, casi cuatro de cada diez habían caído por debajo de esa vara, y la profundidad del cambio fue tal que el país nunca pudo desandar ese camino. El riesgo más acuciante en estos días es que el gobierno de Javier Milei y Victoria Villarruel complete esa tarea y eleve la pobreza estructural al punto en el que seis, siete u ocho de cada diez argentinos sea pobre para siempre.
 
Entre 1945 y 1976 existía una sociedad en el que la enorme mayoría era parte de una gran clase media: albañiles, docentes, policías, médicos, torneros, porteros, artistas, carpinteros, periodistas, abogados y científicos, empleados o cuentapropistas, comerciantes y profesionales, todos se ubicaban en algún lugar de un amplio arco que iba desde las humildes barriadas obreras suburbanas hasta los barrios céntricos en las ciudades. Con diversas realidades que coexistían, la Argentina era un país de clase media.
 
Después de la dictadura se convirtió en un país con clase media. Pero la pobreza estructural que en el 83 alcanzaba a 4 de cada 10 argentinos nunca pudo desarmarse. Tuvo momentos en los que cedió. Al final de los doce años de gobierno kirchnerista había retrocedido hasta ubicarse en torno al 25 por ciento. Y otros donde creció, en episodios de crisis, hasta llegar al 60 por ciento. Pero un cuarto, o un tercio o más de la población quedaron condenados a apenas subsistir, sin ninguna perspectiva de movilidad social ascendente.
 

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