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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Nacionales - 31-05-2020 / 09:05

Peligro de llamar “infectadura” a nuestra querida democracia

Peligro de llamar “infectadura” a nuestra querida democracia
En medio del aislamiento preventivo y obligatorio, hay quienes descreen hasta de la existencia del virus y salen a protestar en las calles sin barbijos ni cuidados. La peligrosa prédica de quienes hablan de una “infectadura” y extrañamente reclamar Libertad, es un peligro para el conjunto de la sociedad. En la imagen: Alberto Fernández saluda con el codo a Jorge Macri, intendente de Vicente López.
La toma de decisiones en función del conocimiento científico -con todas las limitaciones que tiene este último- es un logro y no una concesión de la democracia. No significa transformarla en una "infectadura" sino enriquecerla con bases más sólidas y racionales.
 
En los países de Trump y Bolsonaro se humilla a los científicos. Es difícil entender para un demócrata cuando, en nombre de la democracia, se coquetea con esas alternativas. Pero las diferencias con los Estados Unidos no terminan allí. La posición de Donald Trump acentuó las ya extremas diferencias entre el Presidente y la oposición, que fue agredida sistemáticamente por él.
 
Los demócratas y los científicos pasaron a formar parte de un "complot comunista" para desplazarlo del poder. En los momentos de mayor tensión Trump amenazó incluso con cerrar el Congreso. Casi idéntica situación se vive en Brasil.
 
Nada de eso ocurrió en la Argentina. Al contrario, aquí se transformó en algo habitual que Alberto Fernández, Horacio Rodriguez Larreta y Axel Kicillof, coordinen y discutan políticas, y las presenten conjuntamente ante la sociedad, en sucesivas conferencias de prensa, donde nadie se queda sin preguntar, un método que era una de las deudas de la democracia argentina.
 
Fernández se ha sacado fotos amigables con Gerardo Morales, un enemigo del sector dominante de su Gobierno, intercambiado saludos de codo con Jorge Macri, poseedor de un apellido muy emblemático. La idea antidemocrática según la cual quien pertenece a otro espacio es un enemigo despreciable fue abandonada, al menos mientras dure la pandemia.
 
Aunque la democracia exista plenamente, la peligrosa prédica de quienes creen que se transformó en una "infectadura" puede crecer en tiempos tan duros y debilitarla en lo político, en lo económico y en lo sanitario.
 

 
El 29 de marzo, cuando los Estados Unidos habían sufrido apenas tres mil muertes por el coronavirus, el premio Nobel de Economía, Paul Krugman se preguntaba por qué su país empezaba a sufrir más que el resto del mundo. La nota fue publicada en The New York Times y se llamaba "This Land of Denial and Death". La tierra de la negación y la muerte.
 
Krugman, un economista muy respetado por propios y ajenos, se negaba a aceptar que la tragedia inminente se debiera exclusivamente a un error o a un problema de personalidad de Donald Trump.
 
Entre los elementos que incluía para explicar lo que estaba sucediendo, señalaba los largos años de conflicto entre el poder político conservador de su país y el conocimiento científico.
 
"Mientras la negación del cambio climático es un fenómeno mundial, su epicentro se ubica acá en los Estados Unidos. Los republicanos son el único partido mundial que está oficialmente a favor de la negación del cambio climático. Pero no es lo único que rechazan. No hay un solo candidato republicano que se atreva a respaldar la teoría de la evolución de Charles Darwin".
 
Como se sabe, el enfoque que primó en la Argentina respecto del coronavirus fue exactamente opuesto al norteamericano. Cuando casi no había sufrido pérdidas humanas, la Argentina entró en cuarentena, y lo hizo guiada por un grupo de destacados hombres de ciencia.
 
Los resultados de esa decisión son hasta aquí abrumadores. Los Estados Unidos tienen 313 muertos por millón de habitantes. La Argentina 11. En Estados Unidos murieron 105 mil personas. En la Argentina 528.
 
Una de las diferencias sustanciales entre las democracias y las dictaduras es que en las primeras se intenta cuidar la vida de las personas.
 
En ese sentido, el camino elegido hasta aquí por nuestro país ha sido más congruente con ese precepto -el de cuidar la vida- que el de naciones más poderosas de la región como Estados Unidos, Brasil o México.
 
Miles de personas hubieran muerto si las opciones hubieran sido otras. No es -o no debería ser- un componente pequeño para evaluar la gestión de un problema. Cuando la democracia cuida la vida, en vez de estar en riesgo, se fortalece mucho.
 
El segundo punto que distancia a la estrategia argentina y norteamericana es la manera en que se apoyó en el conocimiento científico. En los Estados Unidos existe una personalidad fascinante que se llama Anthony Fauci. Probablemente sea el epidemiólogo más prestigioso del mundo.
 
El 12 de marzo, Fauci advirtió que si no se tomaban medidas extremas se infectarían o morirían "millones, muchos millones". A medida que moría más gente, Fauci escaló las objeciones a la política oficial.
 
Donald Trump desató entonces una campaña en su contra y en contra de los científicos. Ese proceso derivó en las últimas horas en una decisión que sacudió al mundo sanitario: la salida de Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud.
 
A diferencia de lo sucedido allí, el Gobierno argentino se apoyó en un grupo destacado de científicos. Pero no solo en los argentinos. Los científicos de todo el mundo se consultan permanentemente sobre los distintos pasos para afrontar la crisis.
 
Eso hace que, casi en tiempo real, en la Argentina se conozcan las marchas y contramarchas, y los resultados de las decisiones que se toman en Corea, Italia, Israel o Wuhan.
 
El funcionamiento pleno de la democracia se manifestó en la riqueza del debate que se produjo estos meses trágicos. Los gobiernos discutieron en público si la ciudad debía o no habilitar el comercio, o si las salidas recreativas se debían permitir.
 
Ignacio Levy, el líder de La Poderosa, acusó a gritos a Horacio Rodríguez Larreta por las primeras muertes en la villa 31. Hubo debates durísimos por el destrato a jubilados aquel viernes terrible de las colas en los bancos, por la compra con sobreprecios de alimentos en el gobierno nacional, por los alquileres de hoteles y compras de barbijos en la ciudad, por el vergonzoso intento oficial de enviar a Ricardo Jaime a su domicilio, por el apoyo oficial indiscriminado a la prisión domiciliaria. ¿No fue esta sociedad desde sus balcones la que frenó a Alberto Fernández en ese momento?
 
Los periodistas expusimos, además, la desesperante situación de los varados en el exterior o las demoras para cobrar el modestísimo IFE o la incapacidad para llegar a los trabajadores en blanco por medio de créditos bancarios o las erratas en las filminas. Una reacción fuerte de personas mayores de 70 obligó a retroceder al gobierno porteño respecto del permiso que debían pedir para salir de sus casas.
 
Todo esto describe la manera en que funcionó la vital democracia argentina aun frente a un desafío extremo en lo económico y lo sanitario.
 
En este punto, el manejo de la crisis sanitaria enfrenta nuevos desafíos. El primero de ellos es que continúe el acatamiento a las medidas sanitarias dispuestas por el Gobierno. Los números de las encuestas sugieren que el apoyo a la cuarentena se mantiene alto.
 
Pero el movimiento de las calles de Buenos Aires anima a pensar algo muy distinto. Y si ese movimiento es una medida del descontento, parece alumbrar una decisión social que va a contramano de las recomendaciones oficiales.
 
El segundo desafío es inherente a la democracia. La discusión empezó, y de manera muy fuerte. Algunas personas relevantes han sostenido que la defensa de una política restrictiva sobre el coronavirus es producto del fanatismo religioso o intenta construir un discurso único donde no se puede discutir nada.
 
Se habla de la "democracia" de los científicos, se postula, sin datos, que "morirá más gente por la cuarentena que por el coronavirus". "Devuelvan nuestros derechos", dicen algunas personas por televisión. Otras llaman a una "rebelión social" o comparan una medida sanitaria con "el gueto de Varsovia".
 
La líder del principal partido de oposición ha calificado como "terrorista" a un prestigioso infectólogo. Algunas personas han comenzado a expresar estas ideas en las calles, aun a riesgo de contagiarse y contagiar a otros de una enfermedad que puede ser mortal.
 
El tercer elemento que amenaza en estos días la estrategia argentina son algunos comportamientos de las autoridades. Las fotos del presidente Alberto Fernández, sin barbijo, rodeado de simpatizantes es un ejemplo que mucha gente está siguiendo en las calles.
 
Esos actos son típicos de Trump y de Bolsonaro: ¿cómo se le puede exigir a la gente que acepte restricciones que el mismo Presidente vulnera? Si él puede estar a los abrazos sin el más mínimo cuidado, ¿por qué Rudy Ulloa no, o Susana Giménez no, o el surfer de Necochea, o los judíos ortodoxos que bailaban en un casamiento, o los jóvenes que celebraban un baby shower o quien sea?
 
La democracia argentina ha superado pruebas tremendas en estos 36 años. Ha sido la epopeya de una generación. Basta mirar lo que ocurre en Brasil, Estados Unidos, Venezuela, Bolivia, Nicaragua o Ecuador para entender las proporciones de lo que se está diciendo.
 
Naturalmente, la vida en cuarentena restringe la libertad de reunión, de trabajo o de movimiento. Es un problema mundial. La humanidad ha enfrentado siempre muchos dilemas, pocos tan terribles como el actual: cuántas vidas está dispuesto a sacrificar cada país para recuperar esas libertades.
 
Todos los gobernantes del mundo tienen dudas. "Nuestras proyecciones se derrumbaron como un castillo de naipes", dijo el ministro de Salud de Chile, Jaime Mañalich, al anunciar el jueves que modificaban la estrategia de cuarentena selectiva por un cierre total de Santiago. "Hay que ser estrictos con el aislamiento social. Es nuestra única esperanza". ¿En Chile también hay una "infectadura"?
 
En ese contexto angustiante, cien mil muertos después de la columna con que arranca esta nota, Krugman cerró su último artículo con una frase certera: "La principal obligación de un líder consiste en mantener a su gente con vida".
 
Por Ernesto Tenembaum
 
Fuente: Infobae
 

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18-07-2025 / 12:07
Tech Security, la firma fundada por el presidente de la Cámara de Diputados, Martin Menem, fue beneficiada con una licitación pública para la seguridad de distintas sedes de la banca estatal. Facturará más de tres millones de dólares. El negociado se suma a los que venía acumulando una sociedad vinculada al clan a través de otro empresario, que ya acumula varios contratos. La casta al palo.
 
La supuesta pelea libertaria contra "la casta" demuestra tener patas cada vez más cortas. Si con el apellido sólo no alcanzaba, los contratos que la familia Menem sigue ampliando con el Estado salen a la luz para demostrar que varios de los principales funcionarios del Gobierno, incluidos los de máxima confianza de Javier Milei, replican las mismas prácticas que dicen combatir.
 
La empresa Tech Security, fundada hace casi 20 años por el presidente de la Cámara de Diputados Martín Menem junto a sus dos hermanos, Fernando Nicolás Menem y Eduardo Adrián, resultó beneficiada con un contrato multimillonario con el Banco Nación. Se trata de la preadjudicación de una licitación pública para brindar el servicio de seguridad en distintas sedes de esa entidad financiera.
 
La suma total que embolsará trepa a los $3.933.026.507,98, poco más de tres millones de dólares. Que se suman a los más de 3 mil millones que desde diciembre de 2023 ya facturó otra empresa vinculada al clan a través de distintos intermediarios, de nombre Global Protection Service (GPS) Group. 
 
El contrato se concretó a través de la Licitación Pública CDS 1251/2025 del Banco Central, con fecha del 4 de julio de este año. Si bien Tech Security ya brindaba el mismo servicio desde 2018, los contratos se renovaban anualmente, mientras que esta vez, ya con Milei en el poder, se hizo por 24 meses, con opción a dos años más.
 
A diferencia de otras renovaciones, además, esta es la primera vez que la empresa gana una licitación por semejante monto con Menem ocupando un cargo relevante en la administración pública, lo que generaría, a priori, un conflicto de intereses, además de llevarse a las patadas con los postulados de la Ley de Ética Pública.
 
Por otro lado, el clan Menem ya venía ganando influencia en el Banco Nación desde hace meses, por ejemplo, en la rama de negocios de Nación Seguros, que llamativamente quedó afuera del listado de empresas públicas que Milei quería privatizar cuando impulsó la primera versión de la Ley Bases. El director de Nación Seguros es Alfonso Torres, cercano a Eduardo "Lule" Menem.
 
La Opinión Popular
 

18-07-2025 / 11:07
Una multitud se movilizó este jueves desde Congreso hasta Plaza de Mayo para defender al Hospital Garrahan y a la salud pública del brutal ajuste implementado por el gobierno de Javier "el Loco" Milei. La Marcha Federal de la Salud, que tuvo su réplica en diversas ciudades de la Argentina, fue convocada por la Asociación de Profesionales y Técnicos del Garrahan (APyT) y sumó la presencia de numerosos sindicatos y organizaciones sociales, políticas, estudiantiles, culturales y de derechos humanos, junto a una gran cantidad de familias y gente de a pie que participó de la manifestación para expresar su apoyo al reclamo.
 
Los trabajadores del Hospital Garrahan protagonizaron este jueves una masiva movilización al Congreso de la Nación, en defensa de la salud pública y en rechazo al ajuste impulsado por el Gobierno nacional. La marcha coronó una jornada de paro total en el hospital pediátrico, uno de los más reconocidos del país y referente en atención infantil.
 
Desde las 16:30, médicos, médicas, personal de enfermería, residentes y técnicos se congregaron en una columna que avanzó por las calles del centro porteño, respaldados por organizaciones gremiales, sociales y una amplia adhesión ciudadana. La consigna fue clara: denunciar el desfinanciamiento, exigir mejoras salariales y visibilizar la crítica situación que atraviesa el sistema sanitario público.
 
El reclamo incluye el rechazo a las reformas en el sistema de residencias, la pérdida de personal por las condiciones laborales y una caída del poder adquisitivo estimada en un 54% en términos reales, según un informe de la Fundación Soberanía Sanitaria. El documento también advirtió que los insumos médicos y medicamentos sufren una inflación superior al promedio general, agravando el panorama.
 
La protesta fue una nueva expresión de una lucha que los trabajadores del Garrahan vienen sosteniendo desde hace meses, con paros, asambleas y acciones callejeras. La continuidad y la masividad del reclamo reflejan no solo el deterioro de las condiciones laborales, sino también la preocupación por el futuro de una institución que es pilar de la salud infantil en Argentina.
 
En ese marco, los gremios que nuclean a los trabajadores del hospital, entre ellos la Asociación de Profesionales y Técnicos y ATE, rechazaron el aumento salarial propuesto por el Gobierno, al considerar que no cubre las necesidades básicas del personal.
 
La Opinión Popular
 

17-07-2025 / 10:07
Mientras la canasta de crianza supera los 500 mil pesos, la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, lanzó un insólito nuevo plan social que busca cambiar el eje de la asistencia: en lugar de alimentos, vouchers para actividades deportivas y culturales.
 
La propuesta, dijo, está pensada para las zonas "más vulnerables del país", aunque su fundamento ideológico no deja lugar a dudas: "El Estado no tiene que cuidar a los niños, los tiene que cuidar la familia".
 
La frase, que dejó caer en una entrevista, resume el espíritu de la medida. Pettovello detalló que los vouchers se entregarán a familias que asistan a "escuelas para padres" y podrán canjearse en parroquias o clubes.
 
Según explicó, el objetivo es fortalecer los vínculos familiares sin intermediación política, como parte de los futuros "Centros de Familia" que comenzarán a funcionar en agosto con una prueba piloto en la ciudad de Concordia.
 
La visión de Pettovello sobre la infancia es coherente con el discurso del oficialismo, que busca reducir la presencia del Estado en las políticas de cuidado.
 
Pero los números no acompañan el repliegue: según el INDEC, criar a un hijo en Argentina cuesta entre $411.000 y $517.000 por mes, según la edad del menor. Se trata de una canasta de crianza que incluye tanto bienes y servicios como el costo del tiempo de cuidado. La cifra más alta corresponde a niños y niñas entre 6 y 12 años.
 
Los datos son contundentes: solo en junio, el costo de criar a un bebé menor de un año fue de $411.201, mientras que el de un niño en edad escolar trepó a $517.364. Frente a estos montos, el lanzamiento de vouchers recreativos aparece más como un gesto simbólico que como una respuesta estructural a la pobreza infantil.
 
El anuncio también llega en un contexto de fuertes cuestionamientos a la gestión de Capital Humano por la retención de alimentos en depósitos oficiales. Lejos de reforzar el esquema de comedores comunitarios, Pettovello insiste en una política de asistencia "directa", en línea con el ideario libertario. "La familia tiene una función que no se puede delegar en el Estado", aseguró.
 
Mientras se ajustan presupuestos en salud, educación y cultura, la ministra apuesta a que un taller de cerámica o una clase de fútbol puedan reemplazar a un plato de comida caliente. En esa lógica, el Estado deja de garantizar derechos y pasa a sugerir actividades.
 

17-07-2025 / 10:07
El gobierno de Javier "el Loco" Milei intenta resistir hasta octubre en medio de tensiones económicas y políticas crecientes. Los frentes de conflicto se multiplican: ¿se le hizo demasiado largo el calendario electoral al libertario? En el medio asoman las peleas con los gobernadores.
 
A pesar de que el receso invernal del Congreso le abrió una ventana de tiempo para negociar, el gobierno de Milei enfrenta una tormenta en Diputados que podría llevarlo a una dura derrota, como la que sufrió la semana pasada en el Senado. La oposición prepara una sesión para aprobar el financiamiento universitario y la declaración de emergencia en pediatría a raíz del conflicto del Hospital Garrahan.
 
También se sumarían los proyectos de todos los gobernadores para distribuir de forma equitativa los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y del impuesto a los combustibles, que aprobó la Cámara alta y ayer ingresaron a Diputados, donde el oficialismo buscará obstaculizar su tratamiento.
 
Más complicado aún para la Casa Rosada será si la convocatoria incluye el rechazo al veto de Milei a la emergencia en Bahía Blanca (que ya revocó el Senado), donde sus propios aliados del PRO que votaron la emergencia deberán discernir si sostienen el veto presidencial para bancar la alianza electoral bonaerense detrás de los libertarios o si ratificaran la ayuda económica para la ciudad devastada por la inundación.
 
Los bloques de Unión por la Patria, Encuentro Federal, Democracia para Siempre y la Coalición Cívica vienen trabajando en la convocatoria a una sesión para la última semana de julio (podría ser el 30) o la primera de Agosto (el 6), que tienen como ejes darle media sanción a los proyectos de financiamiento para las universidades nacionales y la declaración de emergencia en el hospital pediátrico Garrahan.
 
Además, ayer ingresaron a la Cámara de Diputados los proyectos con media sanción del Senado impulsados por los 23 gobernadores y el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para establecer por ley un esquema de coparticipación de los ATN y de una porción del impuesto a los combustibles destinados para obras viales que el Gobierno central recauda, no distribuye o lo hace a cuentagotas y de manera discrecional.
 
Ahora, el titular del cuerpo legislativo, el libertario riojano Martín Menem, deberá definir a que comisiones será girado cada uno de ellos. No se descarta que ambos vayan a la comisión de Presupuesto, donde su presidente José Luis Espert comanda la primera barricada oficialista para frenar cualquier iniciativa que incomode al Gobierno.
 
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16-07-2025 / 09:07
Javier "el Loco" Milei pretendía imponer límites a las huelgas mediante un decreto, esquivando al Congreso e ignorando las garantías constitucionales. La Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo le puso un freno al decreto de necesidad y urgencia (DNU) firmado por el prescindente Milei que pretendía recortar el derecho de huelga en Argentina.
 
Con una sentencia definitiva, el tribunal suspendió la aplicación del DNU 340/2025, una medida que ampliaba de forma arbitraria la cantidad de actividades consideradas "esenciales" y obligaba a mantener entre un 50 y un 75 por ciento de la actividad aun en situaciones de conflicto gremial.
 
El fallo fue firmado por los jueces Silvia Pinto Varela y Héctor Guisado, quienes ratificaron la resolución de la jueza de primera instancia Moira Fullana, que ya había dado lugar a un amparo presentado por la Confederación General del Trabajo (CGT). El tercer integrante de la sala, Manuel Diez Selva, no participó por estar de licencia.
 
El intento del Gobierno de Milei de cercenar el derecho de huelga, un derecho constitucional y fundamental de los trabajadores, fue declarado inválido por la Justicia por no cumplir los requisitos básicos para dictar un decreto de necesidad y urgencia.
 
En su voto, Silvia Pinto Varela dejó en claro que no se dan las "circunstancias excepcionales" que exige la Constitución Nacional para utilizar esta herramienta.
 
"Es muy claro que no se dan los extremos excepcionales a los que se refiere reiterada jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación para justificar el dictado de un DNU, esto es, la imposibilidad de que se reúna el Congreso de la Nación", sostuvo.
 
El DNU 340/2025 había sido firmado por Milei el 21 de mayo. En su artículo 3 ordenaba, por decreto, que en los servicios esenciales no se pudiera negociar una cobertura menor al 75 por ciento, y en las actividades de "importancia trascendental", no se pudiera bajar del 50 por ciento.
 
Es decir, el Ejecutivo pretendía imponer límites a las huelgas mediante un decreto, esquivando al Congreso e ignorando las garantías constitucionales. La maniobra no es nueva: estos mismos cambios ya estaban en el capítulo 4 del DNU 70/2023, otro megadecreto de Milei, que también fue suspendido por la Justicia y que aún espera un fallo definitivo de la Corte Suprema.
 
La CGT había solicitado la acción de amparo argumentando que el decreto viola el principio de división de poderes y ataca la libertad sindical. La Justicia le dio la razón. El fallo representa un freno a un gobierno autoritario y anti democrático que viene avanzando sin consenso ni diálogo en medidas que afectan directamente los derechos laborales y sociales de los argentinos.
 
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