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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 30-05-2020 / 10:05
OPERACIÓN ANGUSTIA

Manipulación de los grandes medios porteños anticuarentena

Manipulación de los grandes medios porteños anticuarentena
Los grandes medios porteños, que pretenden decidir quién vive y quién muere, hoy atacan la cuarentena, fogoneando el cuento de la angustia y la salud mental: su operación es desplazar el peligro del virus a las medidas de protección y cuidado que apuntan a evitarlo, a defender la vida ante su mayor enemigo, el riesgo de perderla.
Llama la atención que los grandes medios macristas porteños: TN, Clarín e Infobae, se preocupen tanto por la salud mental de la población, en tanto no se opusieron, durante la gestión de Cambiemos, a la falta de inversión en el sistema de salud, que llegó hasta el desmantelamiento del Ministerio de Salud por parte del ex presidente Mauricio Macri, desprotegiendo física y psíquicamente a las grandes mayorías sociales.
 
A partir de la pandemia la vida se volvió extraña; de un día para otro nos convertimos en protagonistas de una distopía. El aislamiento, la reclusión en las casas, la suspensión casi total de las actividades, la desorganización de la vida, la pérdida económica, el miedo al contagio y a la muerte, se volvieron moneda corriente.
 
No es necesario ser psicólogo o psicoanalista para reconocer que en la cuarentena se vivencian una amplia gama de sensaciones y afectos displacenteros que implican padecimiento para el aparato psíquico; pero no se trata de una angustia generada por el aislamiento mismo, sino por aquello que lo motiva, el coronavirus.
 
En la Argentina, el aislamiento se produjo con planificación y prevención cuando la epidemia no estaba desencadenada. La estrategia del gobierno de Alberto Fernández consistió en organizar la comunidad, poniendo el Estado al servicio de la salud y la contención pueblo.
 
En la urgencia, se entendió que el otro no es ni enemigo ni el culpable, sino el prójimo. Que la suerte y el cuidado de él también es el nuestro, ya que es imposible salvarse sólo. Que el aislamiento nada tiene que ver con el individualismo neoliberal, en el que cada uno, indiferente al prójimo, se enfrasca en el "sálvese quien pueda", mientras se mira el ombligo.
 
Se configuró en el país un aislamiento que no fue exclusión, sino un acto de cuidado de cada uno y de la comunidad, porque la solidaridad no es caridad, sino la base de lo colectivo. Una acción política democrática de intentar frenar la muerte, no sólo para la élite, sino para todos.
 
Los países gobernados por la lógica del "mercado", EE.UU., Brasil, Reino Unido, Chile, Italia y España, basada en las ganancias de las empresas por la reducción de los costos, dejaron al cuerpo social amenazado por la enfermedad y la muerte. Esos países no cuidaron a su gente, la dejaron a la intemperie, en angustiosa indefensión y expuesta a la agonía.
 

 
Los grandes medios porteños, que pretenden decidir quién vive y quién muere, hoy atacan la cuarentena, fogoneando el cuento de la angustia y la salud mental: su operación es desplazar el peligro del virus a las medidas de protección y cuidado que apuntan a evitarlo, a defender la vida ante su mayor enemigo, el riesgo de perderla. Como si, refugiados en medio de un bombardeo, hablaran de la angustia por el encierro, convocándo a disfrutar de la libertad individual del exterior, al precio de ser exterminados.
 
Hay que ser muy canalla para afirmar que la cuarentena genera problemas de salud mental. Se trata de un argumento ideológico agitado por el establishment en contra de la ciencia. Claman por el levantamiento de la cuarentena para privilegiar las ganancias de sus empresas. ¿Y los muertos? Ya se sabe cómo piensan: que los ponga el pueblo.
 
La Opinión Popular
 
 
 
Pandemia y cuarentena: la construcción política de la angustia
 
En los últimos días, la prensa, las redes, el lenguaje público en todos sus formatos se ha llenado de palabras con las que se intenta nombrar, definir o mensurar lo que bulle en el interior de los hogares y de las personas forzadas a recluirse a causa de la pandemia.
 
Ansiedad, desesperación, irascibilidad, insomnio, enojo, intolerancia, cansancio, hartazgo, desesperanza, impaciencia, frustración, soledad, tristeza, son términos que se han patologizado al extremo y van y vienen del campo de la salud mental al periodismo y los discursos colectivos, como reflejo de su intensa politización en tiempos de una aguda confrontación política.
 
Los profesionales de la salud mental coinciden en que el desacomodamiento del estudio, el trabajo, el deporte, la recreación, la vida toda de las personas y las familias confinadas en sus viviendas, trajo consigo padecimientos psíquicos o agravó algunos preexistentes.
 
El temor a la muerte y a causársela a los seres queridos, la privación del contacto íntimo con personas amados, la incertidumbre sobre la duración de la pandemia y el cese de la excepcionalidad, el temor a perder el empleo o parte del ingreso, concurrirían para generar malestares que se manifiestan físicamente como taquicardias, mareos, insomnios, ataques de pánico, trastornos intestinales, alcoholismo y otras patologías.
 
Por su parte, en el informe diario Covid-19 del 20/4 del Ministerio de Salud, Alicia Stolkiner, psicóloga sanitarista, explica que en el confinamiento las personas viven momento de tristeza y de duelo por las pérdidas con otros de "intenso placer", de exploración y redescubrimientos, según surgen de las consultas virtuales.
 
El sentimiento de pérdida deviene del hecho de que la pandemia nos ha arrebatado el futuro, hay proyectos que se postergan o que nunca se realizarán, sueños y deseos que de algún modo han ingresado en esa niebla de incertidumbre que envuelve nuestras vidas.
 
A ello se suma que nadie puede escapar de la tragedia, no hay lugar en el mundo que esté a salvo de ella. Stolkiner considera que "estos sentimientos no siempre pueden considerarse como patologías; las emociones y sentimientos que pueden ser tomados como síntomas psicopatológicos son o pueden ser recursos para adaptarse a una situación emocionalmente compleja".
 
Y resalta la importancia de las acciones solidarias y colectivas porque no hay forma individual de cuidarse; cuando yo me cuido, estoy también cuidando a otros".
 
 
La angustia del mercado
 
La peste ha creado un afuera y un adentro, apenas separados por la sombra de la muerte y unidos por el miedo que ella infunde y propaga como al propio virus.
 
A este hiato necropolítico se refirió el infectólogo Pedro Cahn, notable asesor de Alberto Fernández, cuando afirmó, tajante, que "el que sale, busca el virus", figura reforzada por el propio Presidente en varias ocasiones en que defendió el distanciamiento social como eje de la política sanitaria.
 
En las antípodas, la presidenta de PRO, Patricia Bullrich, se enojó con Cahn: "Un especialista no puede decir una cosa así... porque la frase que dice es de generación de miedo, es casi terrorista", dijo, tan luego ella, ex ministra de Seguridad del gobierno de Mauricio Macri, en un forzado tiro por elevación a la prolongación de la cuarentena.
 
El distanciamiento social, como se llama oficialmente la cuarentena, con ser uno de los mayores logros de la política sanitaria del gobierno y seguramente por ello, ingresó casi desde el comienzo en la ofensiva de los grandes grupos económicos y la derecha política que procuran el fracaso en todos los terrenos del presidente Alberto Fernández.
 
A los reclamos y protestas empresarias para liberar las actividades comerciales, industriales y de servicios, se suma ahora otra disputa, la que procura atribuirle al confinamiento, y no al coronavirus, el malestar subjetivo que los programas de la televisión han resumido en una sola palabra, asestada al gobierno como irrefutable prueba de culpabilidad: "angustia".
 
La palabra se viralizó a partir de la pregunta de la periodista de uno de los medios de mayor encono opositor, que inquirió al presidente sobre "la angustia" provocada por el aislamiento.
 
La sibilina operación de atribuirle a la cuarentena todos los males subjetivos que trajo la pandemia tuvo sus picos en la prensa de negocios, que publicó encuestas que reforzaban esa tesis y citó profusamente a psicólogos y psiquiatras que mayoritariamente describían el malestar causado por la reclusión en la clase media. Así, la angustia fue citada "como hija de la cuarentena y la cuarentena como abono y cultivo de la angustia".
 
En esa línea, Eduardo Keegan,  profesor de Pscoterapias de la Facultad de Psicología de la UBA, alertó sobre "un tsunami de problemas de salud mental como secuela de la pandemia".
 
 
Midiendo el malestar
 
Pero el inicio de esta explosiva noticiabilidad de la angustia fue un par de encuestas, ampliamente divulgada por la prensa, del Observatorio de Psicología Social Aplicada de la Facultad de Psicología de la UBA, que el periódico partidario Prensa Obrera describe como "una suerte de nueva consultora tercerizada de la histórica gestión privatista radical de esa academia".
 
La OPSA ofrece, a título oneroso, marketing gubernamental y electoral, sondeos de intención de votos, encuestas de imagen de políticos y otros servicios afines.
 
El último estudio de OPSA hace un análisis comparativo de dos encuestas sobre salud mental realizadas durante la cuarentena, la primera a los 11 días de iniciada sobre 2.631 consultados; y la segunda, a los 55 días, sobre 2.068. El objetivo es indagar sobre el malestar psicológico causado por el encierro y comparar los datos de los primeros días de la cuarentena con los obtenidos a casi dos meses del inicio.
 
La conclusión es que "aumentó la toma de medicación para combatir el estado emocional negativo relacionado con este período de aislamiento", y señala que subió el uso de medicación sin prescripción médica del 10,53% al 13,54%, el consumo de alcohol del 8,1% al 11,51%, la consulta psicológica del 4,79% al 7,83% y la conversación con confidentes amigos del 37,06% al 42,07.
 
Lo que demostraría que "la pandemia y el aislamiento social obligatorio tuvieron un significativo impacto en el "cóctel" emocional-cognitivo compuesto por: incertidumbre, preocupación y ansiedad.".
 
Sin embargo, estos estudios tienen flaquezas metodológicas. Una de las críticas es que las pruebas de screening poblacional aplicadas para evaluar la posibilidad de trastornos psíquicos son de origen anglosajón y no han sido aplicadas o constatadas previamente en situación de pandemia.
 
Por ello se corre el riesgo de confundir reacciones adaptativas, esperables en este contexto excepcional, con cuadros psicopatológicos. Por ejemplo, uno de los cuestionarios aplicados  pregunta  "¿tiene temor de salir de su casa?", lo que se contabiliza como indicador de una agorafobia de tiempos normales.
 
También se interroga si el entrevistado piensa en la muerte, en cuyo caso lo considera como indicador de depresión, cuando es inevitable que en esta situación se piense en la posibilidad de la muerte, especialmente si se pertenece a los denominados "grupos de riesgo"
 
Por otro lado, las muestras que se tomaron para aplicar los cuestionarios no tienen representatividad de los sectores de bajos ingresos o pobres en general. En la primera muestra los entrevistados de clase muy baja y baja suman en total el 11,5 %,  y  en la segunda el 9,28 %.
 
Obviamente no representan la situación poblacional. Lo que el estudio evalúa como conductas saludables son actividades individuales, actividad físico deportiva, vida sexual, práctica religiosa. No se incluyó ningún tipo de pregunta que se refiera a vínculos afectivos, lazo social, actividades solidarias o de cuidado de otros.
 
El secretario de Investigaciones de la Facultad de Psicología, Martín Etchevers, uno de los responsables del trabajo, afirma que "este estudio muestra que los síntomas psicológicos clínicos se incrementan significativamente de acuerdo a la duración de la cuarentena". Y reforzando la idea de que se viene un tsunami de patologías mentales, agrega que "se detecta un incremento también significativo de la cantidad de personas en riesgo de padecer un trastorno mental.".
 
En contra, Stolkiner sostiene que hay un enorme esfuerzo individual, social y político para adaptarse a una nueva realidad, desconocida e imprevisible. "La angustia hay que reivindicarla en estas épocas de ansiolíticos -dice--, no se crece sin angustia, no se cambia sin angustia, no hay separación sin angustia, pero hay separaciones indispensables ("Dejarás a tu padre y a tu madre", dice la Biblia) y también poner en escena la angustia ante la finitud."
 
Por Dardo Castro
Por Nora Merlin
 
Fuentes: Tiempo Argentino y El Destape
 

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30-12-2025 / 10:12
La llamada "doctrina Bullrich", con la que el Gobierno nacional se regodea y pretende exaltar la cruel política represiva instalada por la exministra de Seguridad, encontró un fuerte límite judicial. El juez en lo contencioso administrativo Martín Cormick declaró la "nulidad" e "ilegitimidad" del "protocolo antipiquetes" o "antiprotesta" que convirtió la protesta social en un delito en flagrancia y que fue utilizado durante estos dos primeros años de administración libertaria para atacar a quienes se manifiestan en defensa de derechos con la excusa de despejar la calle, para infundir temor y desmovilizar.
 
La resolución es la respuesta a un amparo colectivo promovido por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) al que adhirieron numerosas organizaciones, sindicatos, movimientos sociales, dirigentes e incluso personas afectadas en las movilizaciones. Rápidamente, el Gobierno respondió que apelará la declaración del juez federal.
 
El famoso "Protocolo para el mantenimiento le orden público", una creación que Bullrich anunció apenas llegó Javier "el Loco" Milei a la presidencia, se plasmó en la Resolución 943/23 que, según el juez, se "inmiscuye" en facultades que solo tiene el Congreso a punto tal que para restringir el derecho a protestar con instrucciones dirigidas a las fuerzas de seguridad, modificó leyes penales, procesales, derechos constitucionales y hasta las normas orgánicas policiales. El mecanismo de saltear al Poder Legislativo por distintas vías (como los DNU y resoluciones) es una constante del Gobierno nacional que no siempre encuentra freno.
 
El fallo de Cormick es categórico: "Bajo el ropaje de un Protocolo interno -dice-- y por medio de una Resolución Ministerial" "se regulan derechos constitucionales y convencionales" como el "derecho a peticionar a las autoridades (artículo 14 de la Constitución)", "el derecho de reunión (artículo 21 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos)" y se trastocan el "Código Penal" (el artículo 194 que al entorpecimiento del transporte) y el alcance de lo que se considera "flagrancia".
 
"El Ministerio asume, solapada pero efectivamente, competencias legislativas que no le son propias", advierte el juez. La declaración de nulidad implica que la resolución en cuestión (el protocolo) no se puede aplicar. El ministerio, ahora a cargo de Alejandra Monteoliva -alguien de suma confianza de Bullrich, continuadora de sus políticas-apelará y ahí se discutirá si ese recurso suspende el efecto de la sentencia. La apelación tiene tres días hábiles. Es decir, o apelan durante el día de hoy o salvo que pidan habilitación de feria y sea otorgada, pasa a febrero. De ser así, durante este mes, si hubiera protestas, no se podría aplicar el protocolo.
 
Ambas funcionarias se despacharon en sus redes sociales. "Sin protocolo no hay orden, hay caos", recurrió al eslogan habitual Monteoliva. "Un juez dictó una medida que intenta avanzar sobre el Protocolo Antipiquetes. Este avance responde a la vieja política que no quiere paz ni orden en la Argentina", agrega. Anuncia la apelación y alega que el protocolo tiene fundamentos "técnicos jurídicos y operativos", que en rigor es de lo que el magistrado dice que carece.
 
En su cuenta de "X" Bullrich puso una foto donde se ve una columna de manifestantes con banderas del Partido Obrero y PTS, un carril liberado y una hilera de policías paraditos sin hacer nada. Ya se sabe que lo habitual es la represión, incluso contra grupos vulnerados como los adultos mayores, niños y personas con discapacidad.
 
La actual senadora dice que el protocolo "fue validado por decenas de jueces". Es una frase engañosa, porque hasta ahora no hubo pronunciamientos de fondo. Es más, ella forzó el apartamiento del primer juez -Sebastián Casanello-- que dictó una cautelar alertando sobre la violación de estándares internacionales de derechos humanos.
 

29-12-2025 / 09:12
La metodología del Indec para algunos indicadores centrales de la economía y la sociedad vienen recibiendo cuestionamientos debido a la distancia que existe entre las mediciones y lo que ocurre en la realidad.
 
Un informe de Centro de Economía Política Argentina (CEPA) analizó en detalle las distintas controversias en torno a las estimaciones del organismo de medición oficial y encontró claras inconsistencias en las cifras sobre salarios -que impactan en el cálculo de la pobreza-, en las de pobreza e inflación -por la sub ponderación de indicadores claves- y en la estimación de la actividad económica -con la que evitaron titulares sobre el ingreso de la economía en recesión-.
 
Las modificaciones en las formas de calcular, para que los datos se adapten a la narrativa del gobierno de Javier "el Loco Milei, no solo agregan descrédito a las estadísticas oficiales e imposibilidad de realizar comparaciones certeras con años previos, sino que subestiman problemáticas graves a las que el Estado debería ubicar en el eje de sus políticas.
 
El reporte reveló que entre la asunción de Milei en el Ejecutivo y mayo de 2025, el salario del empleo no registrado publicado por Indec registra un aumento real acumulado de 27,2 por ciento, "mostrando un desacople significativo respecto del resto de los asalariados".
 
El dato tiene como base a la EPH, que por cambios metodológicos introducidos desde fines de 2023 "comenzó a captar con mayor precisión ingresos no laborales previamente subregistrados (Tarjeta Alimentar, pensiones no contributivas, Progresar y otros programas)".
 
El problema, de acuerdo con CEPA, es que el instituto no explicó el impacto de estas modificaciones sobre la comparabilidad histórica de la serie. "Esta mejora en la captación de ingresos afecta no sólo la medición del salario no registrado, sino también la estimación de la pobreza y la comparación con otros indicadores salariales, como el salario registrado del SIPA", remarcó el documento.
 
Sobre el Índice de Precios al Consumidor (IPC), la dificultad está relacionada con el uso de una canasta de consumo y una estructura de ponderadores que no resultan representativas de los patrones de consumo actuales de los hogares. Por ejemplo, no pondera de forma adecuada los fuertes aumentos tarifarios, de alquileres y de combustibles.
 
"Así, entre noviembre de 2023 y noviembre de 2025, la inflación acumulada sería de 288,2 por ciento con ponderadores actualizados, frente al 249,5 por ciento resultante de la metodología vigente, una brecha cuya relevancia ha sido señalada incluso por el FMI", sostiene CEPA.
 
La medición de la pobreza es otro de los indicadores que quedó en el centro de las críticas. Por un lado, la Canasta Básica Total (CBT) se construye a partir de una relación gasto alimentario-no alimentario que subestima el peso actual de los servicios y el transporte, explica el reporte.
 
"En la última medición, la CBA representa el 45 por ciento de la CBT, un valor significativamente superior al observado en encuestas previas de gastos de los hogares", afirma CEPA. El impacto en el número final contiene entonces la subestimación del componente no alimentario "en un contexto de fuertes aumentos tarifarios".
 

28-12-2025 / 12:12
Las ventas en rubros estratégicos de Alimentos caen hasta 20% interanual, y aun así las fábricas avisaron aumentos mayores al 5% desde el 1 de enero. El diagnóstico de la UIA da balance en rojo de Los 4 grandes. Deberá el presidente Javier "el Loco" Milei quemar en la hoguera de los balances de fin de año una de sus teorías predilectas sobre uno de los fenómenos que creyó tener bajo control, pero que se le está desmadrando.
 
Apasionado por la idea del poco iluminado economista austríaco Carl Menger, el mandatario aplicó uno de sus principios para -a lo largo de estos dos años- afirmar que los precios se establecen en relación no a los costos de producción y otros factores, sino a la cantidad de dinero que los consumidores estén dispuestos a convalidar como precio de ese bien.
 
Pero los hechos muestran que pasó exactamente lo contrario: hace varios meses, y sobre todo con mayor intensidad desde el triunfo electoral libertario el 26 de octubre, las grandes empresas del sector alimentos decidieron subir los precios, aún en un contexto de consumo masivo desplomado.
 
Es decir, eligieron regular su pérdida aumentando el precio del producto, sin importar lo que los consumidores creen, convalidan o rechazan sobre esos precios. Y esto pegó de lleno en las mediciones de inflación del INDEC, que siguen centradas más en Bienes que en Servicios, a pesar del cambio de composición en el gasto de los hogares.
 
Así, Milei y su ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, se garantizaron la permanencia en el escenario que todos los gobiernos intentan esquivar: la estanflación, es decir, estancamiento de la actividad con inflación al alza.
 
Desde octubre, de hecho, no hubo ni una sola semana con precios de alimentos estables, y las últimas cuatro semanas del mes acumulan un alza de al menos 2,5 por ciento en un rubro clave como es el consumo de bienes básicos.
 
PáginaI12 accedió en las últimas horas a listados con aumentos de precios de hasta 6 por ciento a aplicarse desde el 1° de enero en diferentes rubros. "No hay explicación alguna", admiten los comerciantes que recibieron las alzas, pero aseguran que las empresas de alimentos nucleadas en la Coordinadora de Productores de Alimentos (COPAL) precisan que no hay otra forma de amortiguar que la crisis que venden por precios lo que no sale de góndola por cantidades.
 
Hay un pelotón de firmas, entre las que están los gigantes Procter & Gamble, SC Johnson y Unilever, que ya avisaron que desde el 1° de enero aumentan un 5 por ciento toda su línea de productos. Un poco más abajo, aparecen lácteas como La Serenísima, que pasaron listas con aumentos del 2,5 para enero. Esto último es curioso, dado que la mayoría de las empresas, a diferencia de lo que ve el Gobierno, estiman que la inflación será mayor, no menor, en los meses siguientes.
 
En ese grupo de las que pasaron aumentos cercanos al 3 por ciento también aparecen Coca Cola y Pepsi, y varias de las empresas que producen cerveza, que hace al menos tres meses no suben de precio y tienen ventas derrumbadas, aún en los calores, temporada alta de su negocio.
 
Lo curioso es que, a muchas de estas firmas, hace cerca de dos semanas, los supermercados y comercios ya les rechazaron listas de aumentos por no querer aplicarlos. El Gobierno, que se jacta de ser el más liberal del mundo, les ruega a los comerciantes que no acepten aumentos, sino el desborde sería mayor.
 

27-12-2025 / 09:12
Negando lo innegable, defendiendo lo indefendible. Con iglesias evangélicas que se oponen al aborto pero apoyan a un gobierno que regala libros que elogian a proxenetas y narcos; con militares que votan en masa a un gobierno que los lleva al suicidio; con industriales que se entusiasman con el oficialismo que los lleva a la quiebra; con jóvenes que se ilusionan con un "cambio" que les roba el futuro; con un gobierno que abandona a los discapacitados, pero se queda con una coima del tres por ciento de sus medicamentos, el país parece terminar el año en un descomunal aquelarre cuya lógica la oposición no termina de aprehender.
 
Surgen gurúes de la pobreza que entienden todo y autoflagelaciones de culpa que recriminan incapacidad, pero en realidad no se trata de un fenómeno exclusivo, sino que acompaña la deriva de Occidente. Estados Unidos, que ha sido la matriz ideológica de las últimas décadas, se ha lanzado a la conquista agresiva de Latinoamérica.
 
El diseño es igual de esquizofrénico, primero establece una ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA), que le permite sólo a Estados Unidos fabricar guerras para robar petróleo, como a Venezuela, confiscar recursos financieros, como a Rusia, o decretar aranceles de castigo para todo el mundo.
 
Y después la completa con lineamientos de seguridad nacional que le permiten agredir, invadir o bloquear a cualquier otro país. La esquizofrenia está en la pretensión de que el mundo acepte esos auto permisos como leyes establecidas incluso por los que son agredidos.
 
En la que fue la primera democracia del planeta cualquiera puede ser detenido sin causa sólo por el tono de su piel y tiene de presidente a Donald Trump que fue acusado de intentar un golpe de Estado. Por años, Occidente ha asimilado en forma bizarra el producto ideológico de esa matriz que en realidad ocultaba la relación entre el imperio y sus colonias dominadas.
 
Con la pérdida de poder de Estados Unidos en su puja con China, el fondo de esa lógica quedó al descubierto, pero Washington mantiene la pretensión de que su propuesta de opresión se asuma como de libertad. Parece una estupidez obvia, pero cuenta con el dispositivo de construcción simbólica más poderoso del planeta y de la historia de la humanidad para hacerlo creíble.
 
Aparecieron réplicas en América Latina y aquí en Argentina se expresó en los libertarios, donde esa palabra que identificaba a los viejos anarquistas fue apropiada por lo opuesto: el poder de las corporaciones sobre el resto de la sociedad; la palabra Libertad también significa lo opuesto a lo que ellos proponen y la idea de "cambio" en realidad significa para ellos romper los cambios verdaderos que promovieron igualdad y libertad.
 
Son sociedades donde la esperanza se reemplazó por la ansiedad y la depresión, porque la ilusión de que sólo basta el mérito personal termina en frustración. Son sociedades, como la Argentina, donde el suicidio se ha triplicado a causa de la frustración y la depresión y se ha convertido en la principal causa de muerte violenta en los jóvenes entre los 10 y 19 años. Todos los días se suicida un chico o chica en Argentina según un informe del Ministerio de Seguridad que se publicó a mediados de noviembre, en 2024 hubo 4294 suicidios.
 
En la semana previa a las navidades, -que la diputada libertaria Juliana Santillán confundió con las Pascuas (¡!)- hubo tres suicidios de soldados y otro de un gendarme. Las Fuerzas Armadas y De Seguridad votaron masivamente a este gobierno que los ha hundido en la pobreza. 
 

26-12-2025 / 07:12
Sea por la infatuación que le dio el triunfo en las elecciones de octubre, por un criterio equivocado o por simple ignorancia política, el gobierno de Javier "el Loco" Milei ha incurrido en un error que puede resultarle caro. Aunque no explícitamente, se ha indispuesto con la Iglesia Católica, porque esta defiende la Justicia Social.
 
Se sabe que esta institución, se diría que, desde siempre, ha sido el credo mayoritario en el país, con militancia de las clases altas y muchas de las jerarquías militares, y si no recordar los últimos meses del primer período de gobierno peronista, cuando hubo un abierto enfrentamiento con la Iglesia y los aviones que bombardearon a gente inocente en Plaza de Mayo lo hicieron con el claro signo de "Cristo Vence" escrito en el fuselaje de sus máquinas.
 
Aquí y ahora la situación no ha llegado a extremos semejantes, pero se manifiesta claramente en el tradicional cambio de saludos para fin de año que concretaron la Iglesia y el Gobierno. A una nota enviada por el arzobispo al Presidente en la que destaca "nuestro anhelo de una paz social sólida, fundada en el cuidado de cada persona y especialmente de quienes atraviesan mayores fragilidades: los pobres, los trabajadores que sostienen día a día la vida del país y los ancianos cuya sabiduría y experiencia necesitamos valorar y acompañar".
 
Milei respondió diciendo que aprecia y valora "el llamado a la reflexión, a la paz social y el compromiso por el bien común" planteado por la jerarquía católica" y sostiene que "seguiremos trabajando incansablemente para generar las condiciones que permitan a cada argentino desarrollarse con dignidad, libertad y oportunidades reales de progreso, especialmente a quienes se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad".
 
Es fácil advertir que ambas misivas rezuman protocolo. Es posible que en el proceder de la Presidencia se refleje la dudosa capacidad de sus colaboradores en la materia (tal como se ha hecho evidente en materia diplomática) pero en el asunto cuentan dos hechos altamente significativos.
 
El primero es la abierta confesión de Milei de su militancia en la religión judía, la que no sólo lo ha llevado a alineamientos internacionales con Israel que hicieron trizas la tradicional neutralidad argentina; y también a cometer algunas torpezas dentro del rito mismo. Imbuida de una tradición de presidentes católicos o poco menos, la Iglesia debió deglutir en silencio el sapo que representó su presencia en actos de profunda significación dentro de la fe católica.
 
El otro error fue más grosero. No solamente faltó el tradicional encuentro de Navidad y Fin de Año entre ambos sectores político-religiosos; desde el Ejecutivo ha habido una suspensión de fondos a obras sociales que eran administradas por la Iglesia Católica, con el agravante -se diría que casi ofensa-- de derivarlos hacia congregaciones protestantes y evangelistas, miembros de la llamada Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (Aciera).
 
A primera vista parecería una áspera respuesta por elevación a las repetidas homilías que el Episcopado católico ha hecho públicas, claramente críticas de la actual política de gobierno. Tampoco hay que olvidar la presencia presidencial de hace algunos meses en la inauguración de un gran templo evangélico, que hasta contó con la concreción de pretendidos -y torpes-milagros. La falta de contactos efectivos mencionada antes tuvo un agravante: sus principales integrantes evangélicos sí fueron participantes de un encuentro con autoridades del Poder Ejecutivo.
 
"El presidente -ha dicho uno de los principales analistas en el tema- no invita a dialogar a las autoridades del Episcopado católico, mientras orienta fondos hacia los evangelistas de Aciera y celebra con ellos en Casa Rosada". Una relación que va de fría a congelada.
 
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