Paraná - 14-05-2020 / 11:05
TRABAJO Y PRECARIZACIÓN, ACTIVIDAD COMERCIAL Y COMPETENCIA DESLEAL
Concejo Deliberante: proyecto de David Cáceres de regulación de la venta ambulante
Trabajo y precarización; actividad comercial y competencia desleal; condiciones laborales y discrecionalidad del Estado. Algunos de los asuntos que debate el Concejo Deliberante, a raíz de un proyecto de David Cáceres. “Lo menos que hay que hacer es visibilizarlos”, señaló el edil. Foto: Blas García para La Opinión Popular
Un proyecto de ordenanza para regular la actividad de la venta ambulante suscitó un extenso debate en sesión del Concejo Deliberante, en la que se giró el texto para su discusión en la comisión de Legislación General.
La iniciativa, de autoría del concejal del peronismo David Cáceres, puso en discusión las políticas públicas que en distintos contextos del país generaron desempleo; reparó en la discrecionalidad y las acciones espasmódicas que el Estado municipal ha tenido al respecto en las últimas décadas; y ahondó en los fundamentos del rechazo que una propuesta como esta genera en el sector comercial, voz que en el recinto fue expuesta por el edil del PRO, Maximiliano Rodríguez Paulín.
"En reuniones previas a la sesión, algunos compañeros se interesaron, elogiaron la idea, la intención de ver esto a futuro. Pero con semejante debate que se dio, con Paulin y Gainza (Emanuel) que en todos los medios dijeron lo mismo que la federación de comerciantes, no se si va a salir. Es muy vidrioso el tema", analizó la cancha el autor de la propuesta en diálogo con Página Política.
De todos modos, planteó: "Yo voy a insistir porque esta es una realidad que existe, son trabajadores que hoy están a merced del funcionario de turno. A veces los dejan vender, a veces no. Se los molesta para que no vendan pero ¿bajo qué normativa? Todo es muy arbitrario y eso abre paso a la irregularidad, a la coima".
En efecto, según el repaso que hizo Cáceres por la legislación local, siempre se reguló en base a disposiciones del Ejecutivo. "Sólo hay una ordenanza que contempla los puestos de venta de garrapiñada; y hay una vieja ordenanza sobre algunos puestos de verduras que hasta dice cómo tienen que vestirse", graficó.
"Sin dudas este es un sector que hay que visibilizarlo como primera medida. Sólo así tenes un universo con cual trabajar, ver si se los puede incluir en políticas de la economía popular, ver si se pueden convertir en microemprendedores. Antes que nada hay que asumir que la venta ambulante existe", planteó Cáceres que en los fundamentos apunta que "es parte de la vida de nuestra ciudad, y seguirá existiendo, es necesario regularla, incorporarla a la visión del municipio, organizarla y ordenarla dentro del espacio público de manera tal que no represente una molestia para nuestros comerciantes ni para los ciudadanos, sino al contrario, que constituya un aspecto de nuestra microeconomía y una oferta más para nuestros ciudadanos y los ocasionales visitantes".
El proyecto
El proyecto en estudio, de 22 artículos, es una reglamentación exhaustiva de la actividad que casi no deja nada librado a disposiciones del Ejecutivo. Contempla la asignación de un permiso provisorio -que se renueva anualmente- para la venta "ambulante" y para la venta en un puesto "con parada determinada y móvil". Se imponen como requisitos residencia en Paraná de al menos dos años y tener un ingreso no mayor que dos salarios mínimos.
El articulado contempla 10 rubros de productos permitidos (alimentos, bijouterie, bebidas envasadas, helados de fábrica, flores, etc) y zonifica la ciudad para la asignación de puestos ambulantes: Peatonal San Martín y avenida Laurencena; Parque Varisco; Balneario Thompson; Balneario Municipal; Parque Urquiza; Borde Costero en Bajada Grande; plazas; resto de la ciudad.
Las autorizaciones se asignan teniendo en cuenta un orden de prelación que jerarquizará la antigüedad en el oficio. Se imponen condiciones de higiene, orden y límites a la ocupación del espacio público; se prevén sanciones ante el incumplimiento de la normativa.
Competencia desleal
En sesión fue Rodríguez Paulin quien anticipó el rechazo de las bancadas opositoras a la iniciativa. Tras una serie de críticas de Cáceres a su posición, el edil del PRO bajó el tono de la discusión para asegurar: "Me enteré del proyecto por los comerciantes. Me hice eco de la preocupación de ellos. Comparto el espíritu del proyecto pero a los comerciantes les hace ruido el artículo 13 que dispone que se puede vender en zona 1, en Peatonal, textiles, bijou, ojotas, pañuelos, lencería, paraguas, pequeños artículos de electrónica".
Cáceres rebatió con dureza ("No les vamos a pedir que se pongan del lado de la gente; desnudan el pensamiento que tienen: creen que en la Argentina sobran argentinos", dijo) y citó al Papa Francisco para avalar su propuesta y dio lectura a la carta del prelado a los trabajadores informales en la que insta a pensar "en un salario universal que reconozca la tarea" que realizan.
Trabajo precario
La oposición también observó el proyecto en tanto apuntaría a darle sustento legal a lo que en definitiva no sería sino un trabajo precario. Fue el radical Francisco Avero que, en primer lugar, en réplica a las impugnaciones a la gestión de Cambiemos, ironizó: "De la década de los '90, con la avanzada neoliberal de entonces, nadie se hace cargo en el justicialismo".
Por un lado, Avero puso el acento en el control de calidad de la mercadería ofrecida por los ambulantes así como también el "trabajo esclavo" que podría estar detrás de esos productos.
Además, apuntó que "no se puede emparejar para abajo" en materia laboral y señaló que "reglamentar esta actividad es de la alguna manera precarizar el trabajo".
Verdulería ambulante
David Cáceres asegura que hay familias de vendedores ambulantes que necesitan que se reglamente la actividad para poder trabajar en condiciones más dignas. Lo dice con conocimiento de causa porque es parte de la historia de su familia.
"Mi abuelo y mi viejo eran vendedores ambulantes. Mi viejo tenía clientela afuera, salía a vender frutas y verduras y hacía Santa Elena, La Paz, Goya, Corrientes. Mi mamá es de Santa Elena, la conoce vendiendo ahí. Yo nací en Santa Elena", repasa. "Nos radicamos en Paraná cuando yo tenía un mes. Pero mi viejo salía a vender, por ahí no venía por 10, 12 días", recuerda.
Unos años después, en pareja con la mamá de su hijo, se dedicó a la venta de verdura ambulante junto a su suegro de entonces. Esa familia tiene ahora un puesto fijo, en Brown y Ayacucho.
Por: Luz Alcain
Fuente: Página Política