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Nacionales - 03-05-2020 / 10:05
LA PANDEMIA DE LOS ECONOVIRUS

Mitos y falacias de los economistas liberales

Mitos y falacias de los economistas liberales
Todo cambió por el coronavirus menos una cosa: el desfile en la inmensa mayoría de los medios de los economistas ultraortodoxos que defienden a capa y espada los privilegios de los más ricos. Para ello, atemorizan con la híper y el default, solo ven riesgos en los impuestos a los supermillonarios y fomentan corridas bancarias.
Atemorizan con la hiperinflación, confunden sobre la emisión monetaria, amenazan con el default abierto, advierten sobre el riesgo de un impuesto a los súper ricos, fomentan corridas cambiarias y presionan por la flexibilización de la cuarentena. El análisis hegemónico en el espacio público acerca de la oferta argentina para salir del default virtual, que dejó el gobierno de Mauricio Macri, es dominado por lobistas de acreedores.
 
El comportamiento antipyme de la mayoría de los bancos nacionales privados y extranjeros es casi ignorado al momento de evaluar la profundidad de la crisis económica. La propagación del miedo por la emisión monetaria adelantando un desborde de precios o hiperinflación tiene como responsable a un elenco de economistas ultra ortodoxos con una desproporcionada presencia en los medios en relación a su representatividad.
 
El proyecto de impuesto a las grandes fortunas ha encolumnado a economistas del establishment con la mayoría de los medios de comunicación para batallar en contra. Los bancos siguen haciendo de las suyas alimentando una corrida cambiaria en medio de la pandemia y se hacen los distraídos cuando las autoridades de control intervienen en el mercado.
 
La insistencia del costo económico de la cuarentena para presionar por la flexibilización, planteando el falso dilema Salud o Economía, es liderada por voceros del poder económico. La pandemia del coronavirus no ha modificado en nada, por el contrario ha exacerbado, la presencia del discurso económico conservador protector de intereses de grupos privilegiados.
 
Los economistaurus que circulan en el país, cuyo hábitat principal son los medios de comunicación y las grandes empresas y bancos, son la única especie de la prehistoria que sobrevivió al meteorito de extinción.
 

 
Emisión
  
La obsesión acerca de la emisión monetaria es patológica en el debate económico local. Es un virus muy tóxico que ha contagiado el escenario político, económico y social.
 
En otras circunstancias era una controversia que, si bien ya fue saldada en gran parte de las economías menos en la argentina conservadora, era la expresión de una disputa política acerca de la capacidad de intervención del Estado.
 
Ahora, en la pandemia que generó una crisis global con caída vertical de la oferta y la demanda, plantear el riesgo de la emisión monetaria es ridículo en términos teóricos y prácticos, además de cruel para la mayoría de la sociedad.
 
A la habitual soberbia de la ignorancia se le suma el impactante desprecio por los sectores más vulnerables que sufrirían aún más si se limitara la expansión monetaria.
 
No se puede negar que son coherentes. Son los mismos que resisten la prolongación de la cuarentena porque hay que salvar la economía no importa la cantidad de trabajadores muertos que pueda haber por los contagios.
 
Son los mismos que señalan que los hospitales no están desbordados y que por eso no se entiende por qué hay que continuar con el aislamiento social preventivo y obligatorio.
 
La carencia de secuencia lógica en este último razonamiento (no están desbordados precisamente por el éxito relativo del aislamiento) es la misma que tienen en el oscurantismo en materia económico que expresan con los siguientes postulados:
 
* En un escenario de expansión de la actividad no se puede emitir porque genera inflación.
 
* En un cuadro de recesión no se puede emitir porque genera inflación.
 
* Y en una pandemia con destrucción de la economía tampoco se puede emitir porque genera inflación.
 
Serían sólo definiciones patéticas pero el problema es que esos postulados absurdos son repetidos e incluso levantados como dogmas por grupos sociales y políticos con elevada capacidad de influencia en la opinión pública.
 
 
Método
  
Los economistaurus serían una pieza de museo pero el problema es que son dominantes en el debate económico local, hasta infectar al mundo empresario pyme, dirigentes sindicales y hasta funcionarios.
 
Distorsionan la comprensión del funcionamiento básico de la economía y acomodan argumentos para que la realidad no incomode su dogmatismo.
 
El dato de inflación de abril es contundente para descolocarlos. El IPC Online Bahía Blanca, indicador que en los últimos años ha mantenido una correlación muy estrecha con el IPC-Indec, arrojó una variación mínima: 0,64 por ciento.
 
Ese movimiento promedio de los precios fue en el mes de la supuesta expansión monetaria peligrosa.
 
El usuario de la red social Twitter @PatricioGomezok hizo una descripción oportuna, en referencia a la situación de las cárceles y los presos pero que encaja perfecta para la secta de economistas: "Es un método. Toman un dato. Lo recortan. Lo sacan de contexto. Lo falsean. Lo tergiversan. Lo ubican en un universo que indigne. Difaman a alguien y lo acusan de eso. Cuando los refutan, toman otro dato aislado y recomienzan. #LosMentirosos están en campaña permanente".
 
En definitiva, los economistaurus tienen la misma rigurosidad científica y causan el mismo daño que los fundamentalistas antivacunas.
 
 
Audaz
  
Para evitar que el colapso de la economía no se convierta en una tragedia social la emisión de dinero es la principal y más efectiva medida de política económica. La llevan a la práctica las bancas centrales de países desarrollados (Estados Unidos y la Unión Europea), como también de los emergentes. Hasta el FMI promueve con énfasis de que haya una muy fuerte emisión monetaria.
 
Jorge Carrera, vicepresidente 2° del Banco Central, indicó que analistas dicen que la base monetaria tuvo "un aumento enorme, fenomenal, desmesurado". Pero, en realidad, al 23 de abril pasado, había crecido 8,3 por ciento en lo que va del año y 40 por ciento en un año calendario. O sea, por debajo de la inflación. Esto significa que la base monetaria disminuyó en términos reales.
 
Esto implica que el Banco Central debería ser todavía más audaz en la expansión monetaria para evitar un colapso mayor de la economía. Ahora bien, esa emisión debe ser orientada y dirigida por la entidad monetaria; no debe quedar a voluntad de la banca.
 
Algunos economistas no son tan delirantes y piensan que es necesario garantizar la existencia de cierta masa de circulante, pero patinan cuando dicen que no sean pesos sino que la emisión sea de cuasimonedas.
 
 
Coronamoneda
  
El economista Carlos Melconian propuso crear la "coronamoneda", como instrumento monetario alternativo al peso, para no inundar de moneda nacional el mercado.
 
Aconseja que sea un bono y que actúe como un medio de pago del sector privado para atender salarios e impuestos.
 
El saldo de una medida monetaria de ese tipo sería una caída del poder de compra de los ingresos de los trabajadores, puesto que la cuasimoneda sería aceptada en los comercios por debajo de su paridad plena, como sucedió en la experiencia anterior a comienzos de este siglo.
 
Por su parte, el fisco perdería financiamiento propio cobrando impuestos de esa forma.
 
La "coronamoneda" será un beneficio para el mundo empresario que comprará esos papeles bajo la par para pagar impuestos que la AFIP lo tomaría al ciento por ciento.
 
Las cuasimonedas sirvieron en el 2001-2002 porque la convertibilidad implicaba una tipo de cambio fijo inamovible y, a la vez, limitaba la expansión monetaria a la cantidad de reservas en el Banco Central. Hoy el cuadro económico es muy diferente.
 
No son necesarias las cuasimonedas; lo que se requiere es emisión monetaria orientada por el Banco Central y entregada con condicionamientos y objetivos predeterminados a la banca privada nacional y extranjera.
 
 
Dólar
  
El gobierno de Macri dejó una economía desmonetizada en pesos. La dolarización en esos cuatro años fue impresionante con inflación altísima y restricción monetaria (emisión cero en acuerdo con el FMI).
 
Existe margen para monetizar la economía. Batallar contra la emisión encierra, en concreto, una definición política: limitar la intervención del Estado en la crisis y restringir entonces la asistencia a los sectores sociales vulnerables.
 
El consenso de analistas y profesionales de la confusión fue que la emisión monetaria provocó el salto de la cotización del dólar blue y del dólar Bolsa (contado con liquidación y MEP).
 
No fue así.
 
La razón principal fue que el Banco Central expandió la cantidad de dinero pero se la entregó a la banca para que la prestara a las pymes. Como no lo hizo al principio y luego lo hizo en cámara lenta tuvo una impresionante disponibilidad de pesos para alimentar la corrida.
 
O sea, el alza del dólar no fue por simple emisión de dinero, sino que esa emisión fue entregada a la banca para que haga otra cosa de la que hizo. Era para prestar a las pymes; no para especular con el dólar fuga.
 
Las medidas restrictivas posteriores dispuestas por el Banco Central dejaron en evidencia esa deficiente gestión monetaria y cambiaria de las últimas semanas, que derivó en una brusca alza de diferentes tipos de cotizaciones de dólares que generaron una mayor incertidumbre en el escenario económico.
  
  
Precios
  
Las subas de esos dólares (blue, ccl y MEP) no impactan en la mayoría de los precios de bienes y servicios pese a la constante prédica en ese sentido.
 
Se conoce cómo es esa emboscada para justificar una megadevaluación.
 
A fines de 2015 la presentó el primer ministro de Economía del gobierno de Mauricio Macri. Alfonso Prat Gay adulteró el análisis del mercado cambiario diciendo que los precios de la economía tenían incorporados la cotización del dólar blue (en ese momento de 13 a 14 pesos) y no la del oficial (9,40 pesos).
 
Aplicó entonces una megadevaluación con la promesa de que no iba a ver aumentos de precios y el resultado fue previsible: hubo un shock inflacionario que provocó el primer gran golpe al ingreso real de trabajadores y jubilados.
 
Ahora Domingo Cavallo comenzó la prédica para preparar una megadevaluación hablando de la brecha cambiaria. Se sabe cuáles son los resultados finales en la economía cuando se aplican las propuestas del ex titular del Banco Central durante la dictadura y dos veces ministro de Economía (en los gobiernos de Menem y de De la Rúa). La experiencia enseña que es mejor seguir otro camino al señalado por Cavallo.
 
 
Familia
  
El colapso de la economía por la pandemia coronavirus destruye uno de los grandes mitos del análisis vulgar: "La economía de un país tiene que administrarse como una economía familiar".
 
Es una de las distorsiones analíticas más arraigada en el saber popular gracias a que la reiteran hasta el cansancio políticos y economistas conservadores.
 
La frase dice que los Estados, como los hogares, deben vivir con sus propios recursos. Esta analogía resuena fuerte en el espacio público porque comprende el funcionamiento de las finanzas en las familias.
 
Quienes administran el presupuesto de un hogar saben que no pueden endeudarse en forma permanente. Pero los países emiten sus propias monedas, pueden gastar más de lo que recaudan y pueden endeudarse cuando lo hacen en forma consistente.
 
Las familias administran su presupuesto destinando dinero al consumo inmediato y, cuando pueden, ahorran para poder gastar más en el futuro. En cambio, los Estados pueden adquirir bienes y servicios con la moneda que ellos emiten.
 
Los Estados no se pueden quedar sin dinero porque lo emiten; las familias no emiten dinero. Es una diferencia sustancial para enfrentar el argumento de la austeridad.
 
El aumento del gasto público y la emisión monetaria con objetivos de expansión y en forma sustentable no provocan una crisis, sino que, por el contrario, la evitan, si la economía no utiliza en plenitud su capacidad productiva como en la actualidad.
 
 
Recaudación
  
La emisión monetaria es el camino adecuado para enfrentar el brusco freno de la actividad, buscando que no se quiebren la relación empresa-trabajador, prestamista-prestatario y la cadena de pagos entre proveedores, en el comercio y en la industria.
 
Esa política sirve para que el circuito económico, muy dañado por la cuarentena, siga funcionando y, a la vez, pueda pagar impuestos. Recaudación que sirve para continuar con el programa de salvataje global a la economía.
 
El papel de los impuestos en la vida económica es el reflujo de los gastos que hace el Estado. Los gastos del Estado son el flujo. O sea, la emisión no es sólo para entregar dinero a trabajadores formales e informales, grupos sociales vulnerables y empresas para pagar salarios y para su capital de trabajo, sino para que el Estado pueda también, con ese movimiento económico inducido, poder cobrar impuestos para seguir con su funcionamiento tradicional y el de emergencia.
 
La secuencia es importante para comprender la dinámica económica y alejarse de la confusión monetarista dominante: 1. emisión monetaria; 2. movimiento de la actividad; 3. el Estado cobra impuestos por ese flujo de actividad; 4. el Estado gasta el dinero que recauda y así se realimenta ese círculo virtuoso.
 
En cambio, limitar la emisión monetaria trabaría ese circuito y sólo tendría como resultado una caída aún mayor de la economía, con el consiguiente drama sociolaboral ampliado.
 
No existe mucho misterio en esta crisis. La emisión monetaria tiene que ser amplia y persistente para evitar daños aún mayores.
 
 
Antídoto
  
No existe una relación directa entre aumento de la base monetaria y el alza de precios, como quedó demostrado durante el desastre macrista.
 
No hay presión sobre los precios por el lado de los costos, puesto que las tarifas de servicios públicos están congeladas, los combustibles estables, el tipo de cambio oficial administrado y la discusión paritaria quedó postergada.
 
Por el lado de la demanda tampoco hay presiones por la incertidumbre que existe sobre la evolución de los ingresos e incluso con el pacto UIA-CGT que definió una reducción de un cuarto de los salarios de los trabajadores y trabajadoras suspendidas.
 
La brecha cambiaria es un factor de inestabilidad pero la cotización del dólar blue no es referencia para la fijación de los precios básicos de la economía.
 
En este escenario de crisis, atemorizar con el riesgo de una hiperinflación tiene el principal objetivo de disciplinar a trabajadores y de limitar la intervención del Estado en la economía.
 
El aislamiento social preventivo y obligatorio es, por ahora, el antídoto más efectivo contra el coronavirus. Esa batalla tiene que venir acompañada de convicción política y audacia en la gestión económica para neutralizar la influencia tóxica de los economistaurus.
 
Por Alfredo Zaiat
 
Fuente: pagina12.com.ar
 

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24-10-2025 / 07:10
Donald Trump, JP Morgan y el FMI apuntalan un modelo anarco capitalista que se derrumba. Con el dólar contenido artificialmente y un salto en el endeudamiento, el gobierno de Javier "el Loco" Milei llega arrastrándose a las elecciones legislativas. El capital extranjero y el gran empresariado local preparan una nueva ofensiva contra los trabajadores. La confusión es mayúscula; la desconfianza, también. Solo el voto al peronismo puede enfrentar este proyecto de saqueo y entrega.
 
A solo días de las elecciones legislativas del 26 de octubre, el nuevo informe de Trespuntozero marca una tendencia clara de recuperación del voto peronista, en contraste con el estancamiento del oficialismo libertario. Según los datos, Fuerza Patria (FP) alcanza el 46,2 por ciento de intención de voto nacional, frente a un 40 por ciento de La Libertad Avanza (LLA). Milei llega al 26 de octubre sostenido solo por los yanquis.
 
El sondeo, realizado en seis provincias clave (Buenos Aires, CABA, Córdoba, Santa Fe, Mendoza y Tucumán) más un muestreo nacional complementario, deja ver que la gestión de Javier Milei acumula un 54 por ciento de imagen negativa y apenas un 42 por ciento positiva, con caídas en casi todos los distritos principales
 
En la provincia de Buenos Aires, Jorge Taiana (FP) se consolida con el 47,1 por ciento, superando a Diego Santilli (LLA), que apenas llega al 38,7 por ciento. En Santa Fe, la candidata peronista Caren Tepp achicó la distancia con el libertario Agustín Pellegrini, situándose en un 32 por ciento frente al 34,6 por ciento, en un distrito históricamente adverso para el PJ
 
Para la Casa Rosada, Córdoba es otra vez la madre de todas las batallas. Si ganan la provincia mediterránea pueden evitar el papelón de presentarse como la fuerza que representa la iniciativa privada y perder en el corazón productivo del país real (Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe).

El estudio también revela un dato clave: el 73,3 por ciento del electorado afirma tener "muchas ganas" de ir a votar, lo que podría favorecer a los espacios opositores tras un año de malestar social y ajuste económico. "El 50 por ciento de los argentinos llega a fin de mes usando ahorros o endeudándose", advirtió Raúl Timerman, quien señaló que la pérdida del poder adquisitivo es el principal motor del voto castigo.

La encuesta expone un creciente desencanto con el modelo económico libertario, que se refleja tanto en los indicadores de gestión como en la caída de intención de voto en Córdoba, Mendoza y Tucumán. En palabras de Timerman, "la adhesión al peronismo aumentó discretamente, la de LLA se estancó y lo que se redujo fue el universo de indecisos".

Los datos consolidan una tendencia que preocupa al desquiciado Milei en la recta final: la elección se nacionalizó alrededor del malestar económico, y los números muestran que su narrativa de recuperación pierde fuerza frente al voto opositor. Es horrible todo lo que está pasando y se huele el miedo en el oficialismo. El caos consume a un gobierno sin plan y sin cabeza. El Presidente no conduce. Nadie conduce. La anarquía, de novedad virtuosa pasó a virus letal. 

La Opinión Popular
 

23-10-2025 / 08:10
En el ocaso de una campaña sin épica, Javier "el Cipayo" Milei enfrenta el miedo más grande de su propio gobierno: quedar sin el tercio legislativo que sostiene su poder político seudo democrático. El que hace un año prometía "refundar la Argentina", llega a la elección del 26 de octubre devaluado, aislado y con un discurso cada vez más errático, mientras las encuestas anticipan una caída que podría dejar a La Libertad Avanza sin capacidad de defensa en el Congreso.
 
Consultado por Guillermo Andino sobre qué consideraría un "buen resultado", el presidente no habló de ganar ni de convencer, sino de sobrevivir: "Uno que me asegure un tercio en la Cámara, que es una pared de defensa", admitió Milei, resignado a celebrar un empate como si fuera un triunfo. Esa "pared" es lo único que separa al Gobierno anarco capitalista del colapso institucional. Sin ese tercio, el oficialismo perdería poder de veto sobre leyes opositoras, vería caer sus DNU y hasta quedaría a tiro de un eventual juicio político, algo que hoy se comenta en voz baja en despachos peronistas y radicales.
 
Según un informe elaborado por el politólogo Gonzalo Taboada, el Gobierno solo mantendría control con un 39 por ciento de los votos, cifra que nadie se anima a pronosticar. En el escenario más optimista, Milei llegaría a 104 diputados sumando el PRO y algunos gobernadores aliados; pero con un resultado más realista, cercano al 32 por ciento, el oficialismo quedaría a merced de bloques provinciales y de una oposición fortalecida, con 109 bancas y capacidad de bloquear cualquier iniciativa presidencial.
 
En el peor escenario, con un 30 por ciento o menos, La Libertad Avanza ni siquiera lograría conformar el tercio propio ni sumando al PRO, lo que significaría una catástrofe política. "Una elección de 30 por ciento o menos es el número del abismo", señaló Taboada. "En ese escenario el Gobierno dependería de los árbitros, perdería autonomía y quedaría sin margen de maniobra".
 
La situación no sorprende a quienes observan el deterioro del poder libertario. El desquiciado Milei, que se soñó emperador, terminó mendigando apoyo a Donald Trump, mientras su ministro de Economía intenta contener una recesión que ya acumula dos años consecutivos, con inflación persistente y un dólar que sigue escalando.
 
A la crisis económica se suma una soledad política creciente. Karina "la Coimera" Milei se atrincheró en la Secretaría General, Santiago Caputo perdió influencia y el vínculo con los gobernadores aliados se tensó al extremo. El PRO ya no se comporta como socio, sino como tutor de un Gobierno que no logra ordenar su propia tropa.
 
La estrategia electoral del oficialismo se limitó a campañas de miedo, spots improvisados y discursos cargados de enojo, sin propuestas ni respuestas ante el descontento social. Milei dejó de hablar de "reformas estructurales" para conformarse con conservar la silla presidencial y evitar el aislamiento total.
 
"Pasar de un balotaje con 55 por ciento a una legislativa que arranque con un 20 y pico sería un golpe devastador", reconoció un operador libertario que, en privado, admite que el Gobierno festejará si logra un empate técnico. La foto final podría marcar un antes y un después. Si Milei no alcanza el tercio, su relato de liderazgo "anticasta" trucho quedará pulverizado y su futuro político dependerá de los mismos actores a los que prometió "dinamitar". La elección del domingo, más que una prueba electoral, será un plebiscito sobre su propia capacidad de gobernar.
 
La Opinión Popular
 

22-10-2025 / 11:10
A cinco días de las elecciones legislativas de medio término, la economía argentina volvió a quedar atrapada en un torbellino de tensiones cambiarias y el Banco Central debió volver a intervenir para que el dólar mayorista no superara el techo de la banda de flotación.
 
Ni las intervenciones del Tesoro de Estados Unidos, ni la firma del swap con Washington, ni el anuncio de una recompra de bonos alcanzaron para calmar la incertidumbre del mercado, que se mueve bajo una sola lógica: cubrirse como sea ante el riesgo electoral, aun pagando precios récord por el dólar y desarmando posiciones en acciones y bonos soberanos.
 
El sueño de Javier "el Cipayo" Milei de conseguir un megacrédito internacional empieza a tambalearse. Los gigantes financieros de Wall Street pusieron el freno y exigen garantías concretas antes de liberar los 20 mil millones de dólares prometidos. En la Casa Rosada, el discurso libertario suena fuerte, pero los bancos no compran humo: quieren saber quién paga si el país vuelve a tropezar con su historia de impagos.
 
El plan oficial buscaba armar una línea de financiamiento para reforzar reservas y dar aire al Gobierno, pero el entusiasmo se pinchó rápido. Desde el JP Morgan hasta el Citi, todos coincidieron en algo: Argentina necesita mostrar activos reales o un respaldo estatal sólido, algo que Milei se resiste a ofrecer en su cruzada contra el "Estado elefante".
 
La tensión se siente en los despachos. Mientras el ministro Luis "Toto" Caputo negocia contrarreloj, los operadores financieros miran los indicadores y ven lo mismo que los argentinos: un déficit que sigue sin cerrarse y un dólar que sube como fiebre sin Paracetamol. Cada día sin definición profundiza la desconfianza y pone más presión sobre el presidente, que esperaba anunciar el acuerdo como una victoria política.
 
Para los banqueros, el problema no es ideológico sino contable. Quieren garantías, y las quieren por escrito. Sin eso, los 20 mil millones seguirán siendo una promesa tan etérea como las teorías de "mercado libre" que Milei repite frente a los micrófonos. En el país ya se habla de "default técnico disfrazado de negociación", y los rumores empujan los bonos argentinos a la baja.
 
Desde su entorno intentan minimizar la situación, pero las fuentes financieras son tajantes: el préstamo no está cerrado y no lo estará hasta que el Gobierno muestre números concretos. Entre tanto, en los pasillos del poder ya suena un murmullo incómodo: "Si ni los bancos le creen, ¿Quién va a prestarle a la Argentina?"
 
El Banco Central tuvo que vender divisas de las reservas, ya casi exhaustas, para que la demanda mayorista no hiciera volar el techo de la banda cambiaria. Los anuncios oficiales pasan desapercibidos.
 
La Opinión Popular
 

21-10-2025 / 11:10
El yanqui Donald Trump hizo un demoledor diagnóstico sobre la desatrosa situación económica en la Argentina para justificar el "rescate" al gobierno anarco capitalista de Javier "el Cipayo" Milei, un tema que le está generando muchas críticas internas. "No tienen nada, están muriendo", afirmó el presidente. Con ese análisis, el swap no alcanzó, caen las acciones y el dólar quedó a 1% de la banda.
 
Cuestionado por una periodista por la posibilidad de que EEUU compre carne argentina, una medida que perjudicaría a los productores estadounidenses como ya pasó con la soja, Trump se ofuscó y respondió: "Señorita usted no sabe nada de esto, Argentina está luchando por su vida". "Están luchando por su vida. A Argentina no los beneficia en nada. ¿Entiendes lo que eso significa? No tienen dinero, no tienen nada. Están luchando muy duro por sobrevivir, están muriendo", justificó Trump. Lo dijo a pesar de que no se vean cadáveres en las calles.
 
Trump dijo que intentará ayudar a la Argentina a "sobrevivir en un mundo libre" porque le "gusta" el presidente Milei. "Creo que está intentando hacerlo lo mejor que puede, pero no hagas que parezca que lo están pasando bien, están muriendo. Están muriendo", lanzó. Se trata de la segunda vez en menos de una semana que el presidente de EEUU intenta ayudar al chupamedia Milei, pero lo termina hundiendo.
 
El martes pasado, durante la reunión en la Casa Blanca, le reiteró el apoyo, pero advirtió que está atado al resultado de las elecciones del 26 de octubre. "Si pierde, no seremos generosos con la Argentina", dijo Trump generando un desplome en los mercados. El gobierno de Milei tuvo que salir a aclarar por todos lados que se refería a las elecciones de 2027, pero Trump reiteró en sus redes que se refería a las de medio término. Días después, Milei se enojó con un periodista que le preguntó sobre esa frase y enojado respondió que fue malinterpretada por el Grupo Clarín.
 
Las palabras del mandatario yanqui obligaron a una rápida reacción oficial. El vocero presidencial, Manuel "Cara de Piedra" Adorni, buscó relativizar el impacto y pidió "entender el contexto". Sin embargo, terminó admitiendo que "claramente no somos un país al que le vaya bien", al enumerar inflación mensual del 2%, riesgo país en torno a los 1.000 puntos y un clima electoral enrarecido.
 
El Banco Central (BCRA) firmó el acuerdo de swap con EE. UU. por U$S 20.000 millones. A pesar del anuncio, el riesgo país se ubicó por encima de los 1000 puntos, los ADRs de empresas argentinas cayeron hasta 5% y el dólar cerró en $1495. Otro anuncio de la Secretaría de Finanzas, de toma de deuda con el JP Morgan, hizo revertir algo la caída de bonos. No alcanzó con el Tesoro, se suman los "bancos internacionales amigos" al saqueo y la rapiña.
 
Mientras Trump describió a la Argentina como un país "sin dinero" y "peleando por sobrevivir", la respuesta libertaria se redujo a relativizar el golpe y aceptar, a medias, el diagnóstico externo. Como sea, el mercado parece ya no creer en las promesas de ayuda de Trump y espera hechos concretos. Ni siquiera las intervenciones de Scott Bessent comprando pesos han logrado frenar la volatilidad del dólar.
 
La Opinión Popular
 

20-10-2025 / 10:10
La relación entre José Luis Espert y Fred Machado, el acusado por narcotráfico que financió su campaña presidencial en 2019, sigue complicando a La Libertad Avanza, aunque el economista, al que todavía defiende Javier "Cipayo" Milei, ya no encabeza la lista libertaria oficialista. En el último reportaje que otorgó el día que se confirmó su extradición a los Estados Unidos, se reveló el mensaje que Machado le pasó al Gobierno. Soltó una bomba que hizo temblar a más de uno en La Rosada.
 
En una entrevista de ocho horas con la periodista Caro Fernández, de Splendid AM 990, lanzó una advertencia que suena a ultimátum: "Si hablo, se cae el país". Con la extradición a Estados Unidos autorizada por la Corte Suprema, Machado no se guardó nada y apuntó directo al corazón del poder libertario, salpicando a figuras como José Luis Espert, Patricia Bullrich y Alberto Weretilneck con acusaciones que, de probarse, podrían destruir al Gobierno de Javier Milei.
 
El empresario, con un tono que mezcla bronca y desesperación, mandó un mensaje filoso a Santiago Caputo, estratega clave de Milei: "A Santiago Caputo le hago llegar un mensaje: Yo no quiero ir a Estados Unidos. Si esto explota, yo fundo todo. Yo hablo y se cae el país mañana". La respuesta fue: "Mensaje recibido". ¿Qué sabe Machado que pone tan nervioso al entorno presidencial?
 
Con Espert, su exaliado, no fue menos duro. Financió su campaña en 2019, pero ahora lo acusa de darle la espalda. "Espert no tendría que haberme negado. ¿Por qué me negó?", dijo, recordando una advertencia que le hizo en marzo de 2021 sobre los riesgos que corrían. "Le expliqué que irían por él. Pero no me escuchó", disparó con amargura.
 
Las acusaciones también alcanzaron a Patricia Bullrich. Según Machado, habría una triangulación de fondos para su campaña presidencial de 2023, con más de 3 millones de pesos movidos a través de una empresa de la familia Bada Vázquez, de los cuales al menos 215.000 pesos habrían ido a parar a su campaña.
 
Sobre Weretilneck, señaló un supuesto entramado de negocios en Río Negro, con permisos de explotación de arenas silíceas otorgados a Claudio Cicarelli, presunto testaferro del gobernador.
 
En un intento por limpiar su nombre, Machado insistió: "Es una cuestión de plata, no de droga". Sin embargo, la noticia de su extradición lo desmoronó. Entre el ladrido de sus perros y la tensión del momento, suplicó a Fernández: "No me dejes solo". Horas después, un operativo policial lo trasladó para enfrentar su destino en Estados Unidos.
 
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