La Opinión Popular
                  18:56  |  Jueves 04 de Diciembre de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná

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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 15-03-2020 / 11:03
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

Impacto del coronavirus: Toda pandemia es política

Impacto del coronavirus: Toda pandemia es política
La movilización del 24 M y el turismo receptivo pueden discontinuarse. No así el manejo de la economía, los servicios públicos esenciales, las tratativas por la deuda externa. Los bonos tendrán que pagarse o aplazarse o defaultearse cuando venzan sin que el coronavirus intervenga para dilatar vencimientos o enternecer a los acreedores.
La movilización del 24 M y el turismo receptivo pueden discontinuarse. No así el manejo de la economía, los servicios públicos esenciales, las tratativas por la deuda externa. Los bonos tendrán que pagarse o aplazarse o defaultearse cuando venzan sin que el coronavirus intervenga para dilatar vencimientos o enternecer a los acreedores.
 
Los gobernantes de todo el planeta disponen medidas que dan cuenta de la gravedad de la situación. Se cancelan la crema del transporte aéreo internacional, espectáculos artísticos o deportivos, reuniones masivas de cualquier especie. Se cercan ciudades o regiones. Las movidas alteran la cotidianeidad, los consumos culturales o el ocio de la gente común. Se atranca la economía, cae a pique el turismo, el deporte de alta competición tropieza en la volteada. El contorno agobia por recesivo y deprimente.
 
La Organización Mundial de la Salud (OMS) es, casi, el único organismo internacional aceptado como referencia y autoridad. El desprestigiado sistema político supranacional confirma su fama previa. Sus referentes callan, nadie los requiere... no existen.
 
Se cierran fronteras, a contrapelo de la tendencia epocal. Los Estados nacionales y sus gobernantes recobran protagonismo, tal vez compelidos, sorprendidos o a disgusto. Dicho con licencia poética, son las unidades de ejecución posibles. Los sistemas sanitarios todavía se vertebran en cada país.
 
Sus mandatarios integran una de las peores camadas de los últimos dos siglos: mayormente derechosos, primitivos, tacticistas, manipuladores, violentos. Muchos de legitimidad volátil en los años recientes. Pero son lo que hay. Resuelven contrarreloj quién sabe si anticipando un agravamiento exponencial o sobreactuando para complacer al pánico ciudadano.
 
En Estados Unidos se ocultó información sensible hasta que el presidente Donald Trump la escupió a su manera: brutal y agresiva. Decisionista también; los popes de la Unión Europea despotrican porque la Casa Blanca desconectó el tráfico aéreo de un saque, sin consultar. Se les podría   no hay acciones coordinadas entre los propios países integrantes de la UE.
 
Después del "lunes negro" se dio por hecho que el precio del petróleo no subiría más, que las acciones bursátiles rodarían cuesta abajo largo tiempo. La malaria se sostuvo pero los indicadores fluctuaron. Nadie suministra predicciones verosímiles ni siquiera a corto plazo.
 
Se ignora si los gobernantes de Rusia y Arabia Saudita recapacitarán, llegarán a un acuerdo o terminarán a las piñas en una esquina. La magnitud de la recesión mundial, las clausuras de fronteras, la perduración de las trabas al transporte aéreo... todas incógnitas. Se desconoce si en mayo Wall Street seguirá siendo el centro de las Bolsas mundiales o un potrero lleno de ovejas pastoreadas por homeless. Exageramos un poco, de momento.
 
Reclamarle a la Argentina un plan de crecimiento era discutible hace dos meses porque primero había que definir el volumen y los vencimientos de la deuda externa... etcétera. Ahora es un delirio, ningún país tiene una estrategia creíble. Pura táctica, con horizontes semanales en el mejor de los supuestos.

 
Lo que sigue rodando: En nuestras pampas se suspenden partidos de fútbol o se juegan sin público local. Se interrumpe la comunicación aérea con buena parte del centro del mundo. La Feria del Libro quedará para mejor oportunidad. La Marcha del 24 de marzo se suspende. Las restricciones, más allá de detalles opinables, se inscriben dentro de la lógica preventiva. Evitar aglomeraciones, focos potenciales de contagio aunque tratando de mantener un piso de normalidad en el día a día.
 
Toda aseveración es precaria. Mutaciones de escenario o del virus pueden desbaratarla en horas. Al cierre de este artículo, impresiona pensar las consecuencias de hipotéticas suspensiones de las clases. No solo por poder resultar contraproducente respecto del contagio, como explicó el ministro de Salud Ginés González García.
 
También porque el sistema educativo articula con la organización de las familias, con la dinámica de trabajo de jefas y jefes de hogar, con la alimentación de millones de criaturas. Sin escuela, cesando abruptamente esas rutinas y contenciones, los efectos se propagarían desde la vida doméstica hasta la producción, pasando por la nutrición de los pibes, solo para empezar.
 
El ejemplo ilustra: quien conduce el Estado debe hacerse cargo de la complejidad de las resoluciones todo el tiempo.
 
Diplomáticos argentinos quedan anclaos en Europa o Estados Unidos. Algún cachafaz macrista que se atornilló a su sillón en cualquier embajada seguirá medrando. Otros, como Sergio Chodos, director para el Cono Sur del Fondo Monetario Internacional (FMI), proyectaba retornar para intercambiar información con colegas de Economía y otros ministerios. Deberá activar el Skype.
 
El presidente Alberto Fernández pudo hacer la gira europea semanas atrás... ahora le sería imposible. El road show del ministro de Economía Martín Guzmán es impracticable. Conversaciones a distancia, presentación de la oferta, asambleas con los bonistas-acreedores en formatos fríos cuyo exclusivo encanto es ser factible.
 
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Mensajes y gritos: Mirando puertas adentro: es peliaguda la articulación de políticas en un sistema federal, minoritario en la experiencia comparada. Agregan complejidad la coexistencia de sistema de salud público, con las Obras Sociales, las prepagas y el PAMI que gravita lo suyo.
 
En esa maraña dificultosa, reconfortó el desempeño de funcionarios nacionales, porteños y especialistas en infectología. Trabajaron sincronizados, unificaron discurso, se prodigaron respeto mutuo, se esmeraron para lograr inteligibilidad e irradiar calma sin subestimar la inteligencia de la gente.
 
El discurso del presidente armonizó con dicha melodía coral; conciso, concreto, sin espamentos ni personalismo. Fernández acertó al escoger un formato sobrio, centrado en un tema y no el reportaje universalista, onda salpicón. Género adictivo para él y su equipo que los lleva a incurrir en variadas gaffes.
 
La furia y los gritos provinieron del periodismo in the pendiente. Comunicadores sacados, sin información en qué basarse, empecinados en meter miedo o cizaña. Maltrataron a científicos prestigiosos a quienes en otros trances ensalzan o endiosan. Como ocurrió con Juan Carr cuando se sumó a la campaña oficial contra el hambre, salvando distancias (no tremendas).
 
Sería prematuro aventurar resultados pero en gestualidad, las administraciones de distintos signos partidarios y los profesionales de mejor reputación dieron ejemplo. Uno hasta llegó a pensar en las famosas "políticas de Estado" que se alaban en teoría y se descalifican cuando se las tiene delante de las narices.
 
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Urgencia y necesidad: La vida continúa, la sociedad civil y el gobierno precisan que la inflación aminore y se revierta la caída de la economía. El índice de precios al consumidor de febrero y la persistencia del alza de los alimentos preocupan al oficialismo. La pertinente comparación con la catástrofe macrista no alcanza. Cada vez es más preciso que el Estado incida, persuada o imponga reglas a los formadores de precios.
 
En cuanto a la actividad, se insinúa una discusión en voz baja dentro de las filas oficiales. Aparecen, en buena hora, quienes creen que debe gastarse más y mejor, en particular en actividades mano de obra intensivas, dinamizadoras. Arquetípicamente la obra pública.
 
Una cultura exótica para el peronismo cunde en las filas oficiales: "no se puede gastar". En varias carteras, anche en Economía, se corrige: hay que gastar más, en pesos desde ya porque los dólares escasean y son para amarrocar. El plan Argentina Hace presentado por el ministro Gabriel Katopodis emitió una señal positiva, acaso de porte menor al necesario.
 
"Trabajamos con el Presupuesto 2019, por motivos válidos. Pero nace desvalorizado por el 54 por ciento de inflación. En verdad, ejecutarlo es, por definición, sub ejecutar respecto de las necesidades y aún de lo disponible" explica un joven Guzmán-boy, valga la redundancia.
 
La crisis empuja a mayor recesión pero también a un reverdecimiento del protagonismo estatal. Jamás llegará un revival del mercado internismo de los 60 o los 70 pero sí se vivirá más fronteras adentro, quiérase o no.
 
El equilibrio inicial imaginado por Guzmán entre medidas heterodoxas y prudencia fiscal entra en estado de asamblea. El mundo cambió, ya nada será igual.
 
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Lo urgente es importante: La distinción entre lo urgente y lo importante siempre pecó de pavota, al menos en un aspecto: lo urgente es siempre importante. Tanto que a veces se hace imposible apartarse (ni un cachito así). En estas horas, conseguir que un puñado de personas internalice que debe lavarse las manos varias veces al día urge más que especular sobre las crisis del capitalismo financiero en el siglo XXI. Tales disquisiciones quedan fuera del radar de la opinión pública aunque podrían ser el huevo de la serpiente. Hubo tres crisis financieras globales tremebundas desde el año 2000, dos desvinculadas de cualquier enfermedad o virus... queda para barajarlo en otro momento si uno no quiere quedarse hablando solo. Como mucho se le pueden dedicar cuatro líneas de esta nota y volver al núcleo. Ya se hizo.
 
De cualquier manera el Gobierno, así cometiera el error de quererlo, no puede transformar la agenda prioritaria en única. Señalemos lo obvio y luego vayamos por más. El viernes que viene, tercero del mes, deben depositarse los haberes de la tarjeta alimentaria. Una semana después, las jubilaciones y sueldos de estatales. Aunque se intime a muchas personas para que se recluyan hay otras que necesitan laburar más o volver a hacerlo. La gente común se agita o asusta por el coronavirus sin privarse de ir al supermercado y comer todos los días.
 
Para la sociedad tanto como para el Gobierno siempre es tiempo de todo, aunque la peste ocupe el centro de la escena. Con la democracia se debe curar, desde ya. El corona virus, el sarampión, el dengue, emergencias. Tanto como comer, educar, mantener viva la economía. En su medida y armoniosamente, captando las restricciones aunque sin permitirse respiro ni licencias. La deuda externa sigue su devenir, la deuda interna tiene que ser honrada a diario.
 
Por Mario Wainfeld
 
Fuente: pagina12.com.ar
 

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04-12-2025 / 08:12
Martillar el último clavo en el ataúd que encierra el cadáver del peronismo es una causa nacional que pronto cumplirá 80 años. Ahí, en 1946, radica la "cifra redonda", el año fundacional, tanto del peronismo como movimiento de masas como del antiperonismo como irrenunciable leit motiv de buena parte de la sociedad argentina. Y así venimos desde hace décadas, matando al peronismo, dándolo por finiquitado, y asistiendo a sus múltiples y polifacéticas resurrecciones.
 
Como un destino nacional inexorable; "el hecho maldito del país burgués" que definió John William Cooke. En ese itinerario pueden indentificarse 11 muertes del peronismo, 11 episodios que el antiperonismo festejó como un Mundial para, poco después, volver a empezar.
 
Pero, ¿qué sería del antiperonismo, buceando ya en profundidades ontológicas, si el peronismo realmente muriera? Si combatir al peronismo en todas sus formas -rechazarlo, denostarlo y condenarlo- es la razón de ser de tantos argentinos, ¿qué vendría después? ¿Qué verían al asomarse a ese abismo nietzscheano que nos habita y nos acecha cuando el monstruo de afuera ya no esté?
 
La flamante victoria de La Libertad Avanza generó todo tipo de conjeturas sobre el futuro de un peronismo enredado en la miseria de sus internas y carente de una propuesta alternativa, capaz de seducir a una ciudadanía desencantada. Lo llamativo es que este contexto crítico se replicó en varias ocasiones desde los años 50 a la fecha y generó los mismos efectos.
 
"Ahora sí, este es el fin del peronismo", es un título redactado en numerosas ocasiones, siempre listo y nunca definitivo. Será porque los intentos por "matar" al peronismo han adoptado distintas formas: la proscripción, la represión, la fragmentación interna, la debacle económica, la derrota electoral. Cada uno de esos embates reforzó, de una manera u otra, su condición de fenómeno político persistente.
 
Los siguientes 11 episodios -las 11 muertes- lo ejemplifican.
 
1) 26 de julio 1952. La que fallece es Eva Duarte, "Jefa Espiritual de la Nación" y estandarte del "primer peronismo", cuando el país -al decir de Félix Luna- era una fiesta. Después de Evita, ¿qué?, era la pregunta. Las pintadas celebratorias repartidas por Buenos Aires ("viva el cáncer") expresaban el anhelo de que esa muerte de carne y hueso fuera el simbólico inicio de otra muerte, la de Perón, la de su gobierno y la de todo lo que el peronismo representaba. Muchos lo creyeron así.
 
2) 16 de septiembre de 1955. Golpe de Estado. Revolución Libertadora (para los peronistas, la "fusiladora"). Es el comienzo de una gigantesca operación cultural: la desperonización de la Argentina. La proscripción del peronismo y el exilio de 18 años de su líder son la punta del iceberg. Se demuelen estatuas, se destruyen bustos, se queman cuadros, se borra todo vestigio de peronismo al punto de prohibir, por ley, que se lo nombre en público. Pero en lugar de matarlo, lo que lograron fue fortalecer la identidad, al punto de que el sólo hecho de ser peronista se convirtió en un acto de resistencia.
 

03-12-2025 / 10:12
No fue solo un giro diplomático: por primera vez desde el retorno de la democracia, Argentina votó en esta materia junto con EEUU e Israel, dos países cuestionados por graves violaciones a los derechos humanos y hasta genocidio, posicionándose, así como los tres únicos Estados en el mundo que se niegan a condenar el uso de la tortura.
 
El posicionamiento argentino desnuda la verdadera esencia del gobierno de Javier "el Loco" Milei, al cual la calificación de fascista no resulta exagerada, pues hubo incluso gobiernos de extrema derecha, que por vergüenza o compromiso, votaron afirmativamente condenando la tortura.
 
La resolución rechazada por Argentina fue promovida por el Comité contra la Tortura (CAT), órgano que días antes había publicado un informe crítico sobre la situación del país. Ese informe expresó su "profunda preocupación" por la persistencia de detenciones prolongadas en comisarías, prácticas policiales violentas, falta de controles judiciales efectivos y condiciones inhumanas en lugares de encierro.
 
El Comité recordó que los jueces y juezas penales son garantes últimos de la legalidad y dignidad de toda detención, y que el Estado argentino viola sus obligaciones cuando tolera celdas sin ventilación, superpobladas, sin colchones, sin agua potable, o cuando naturaliza golpizas, hostigamientos y traslados arbitrarios.
 
Nada de esto es nuevo: hace décadas que organismos de DDHH como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) o la Comisión Provincial por la Memoria de la provincia de Buenos Aires, entre otros, advierten y condenan las prácticas sistemáticas que se dan en los contextos de encierro, que encuadran dentro de los "Tratos crueles, inhumanos o degradantes" tal como se define en el derecho internacional en materia de DDHH.
 
Sin embargo, lejos de reconocer la legitimidad de estas observaciones, el gobierno argentino reaccionó con un ataque político. El mismo día que se conoció el informe del CAT, se publicó en el sitio "Argentina.gob" la respuesta oficial, calificando al informe como "sesgado", bajo la acusación de haber omitido "graves abusos ocurridos durante el gobierno de Alberto Fernández".
 
Para el gobierno de Milei, el documento emitido por el CAT está "abiertamente influido por grupos militantes y organizaciones con marcada orientación kirchnerista" y "exhibe un sesgo ideológico incompatible con la imparcialidad que exige el sistema internacional de derechos humanos".
 
Resultaría gracioso, si no fuera tan trágico, que se etiquete de esa forma a un organismo técnico en el ámbito de las Naciones Unidas. Pero esa es la lógica del gobierno de La Libertad Avanza: quien denuncia abusos policiales o defiende garantías constitucionales es automáticamente sospechado de "zurdo" o "kuka".
 

03-12-2025 / 10:12
Karina "la Coimera" Milei sueña con que su hermano la elija como sucesora como hizo Néstor Kirchner con Cristina en 2007 en una maniobra que le permitió al kirchnerismo quedarse en el poder durante 12 años. "Hay que ir por la reelección de Javier Milei", aclaró en Mar del Plata, en el congreso libertario que encabezó frente a 300 personas, pese a que esperaban más de 700. Pero lo que no dijo es que ella se plantea como sucesora de su hermano, en el 2027 o en el siguiente turno electoral.
 
"Ella quiere que Milei la elija como sucesora, como hizo Néstor con Cristina", explicó un dirigente libertario al tanto de los planes de la hermana presidencial. En el mismo acto se difundió la creación de un "comité de disciplina" de La Libertad Avanza, que tendrá tolerancia cero a las individualidades. Entre los libertarios dijeron que el comité servirá como una suerte de Mazorca de Karina para tener a raya a todo el partido, en especial a los influencers como el Gordo Dan, el cabecilla de Las Fuerzas del Cielo que agrupa a los seguidores de Santiago Caputo.
 
Justamente el Gordo Dan ofició durante los primeros dos años de mandato de Milei como un guardián de la pureza libertaria y fue quien hizo echar a varios funcionarios que se corrieron de la línea. Karina quiere ser la única en detentar ese poder. Además, no quiere que los ministros, diputados y senadores vayan a la televisión sin su supervisión previa.
 
La visión policial de la política que despliega Karina ya es motivo de preocupación entre importantes dirigentes libertarios y llegó a impactar en el Congreso. "Patricia Bullrich le tiene terror a Karina", afirmó un importante dirigente libertario.
 
La hermana de Milei ahora tiene en mira el ministerio de Justicia como el próximo lugar para colonizar. Karina le pidió a Mariano Cúneo Libarona que se quedara en el ministerio luego de las elecciones pese a que ya había presentado una carta con su renuncia. El objetivo era darse un tiempo para definir su sucesor.
 
Ahora, Karina quiere que el puesto de Cúneo lo ocupe Santiago Viola. Viola es el apoderado de La Libertad Avanza y era su candidato para la secretaría Legal y Técnica antes de que Santiago Caputo acercara a María Ibarzábal Murphy, quien se ganó la confianza de Milei y es una pieza clave del gabinete. Pero los tiempos cambiaron y la obsesión de Karina por la Justicia creció desde el caso Libra y las coimas de la Andis, que la tienen en el centro de las investigaciones de la justicia federal.
 
Estos movimientos forman parte, según los libertarios, de un objetivo mayor para Karina, que es el de entrar a la fórmula presidencial en el futuro. Milei repite que su jefe es su hermana y por eso en el gobierno no descartan que Karina pida dar el salto en 2027.
 
La semana pasada, Karina se apersonó en el Senado para dar una demostración de poder en la Cámara en la que acaba de entrar Patricia Bullrich, otra de las figuras del gobierno con aspiraciones a entrar en la fórmula presidencial, pero que teme a la hermana de Milei.
 
Karina es la persona de este gobierno que tiene peor imagen, se la asocia a la corrupción. Su figura, cada vez más central dentro de la estructura de poder, es parte del debate sobre quién toma las decisiones en la gestión nacional. De hecho, las encuestas ya están evaluando la percepción sobre quién gobierna realmente: Javier Milei o su hermana, la secretaria general de la Presidencia.
 
La Opinión Popular
 

01-12-2025 / 09:12
En Diputados, con una impunidad ante la que vale detenerse, la legisladora macrista Marilú Quiroz organizó una jornada de seis horas contra "la obligatoriedad y compulsividad" de las vacunas, abarcando relacionarlas con el autismo. Vimos a un tipo que, a torso descubierto, se mostró imantado por efecto de la inoculación. En 2014 ya habían montado el mismo circo, en una actuación televisiva y con otro protagonista, y adjudicándoselo a otros factores. Los objetos metálicos "se le pegan al cuerpo", ratificaron esta vez tras varios intentos fallidos.
 
Lo más parecido a esto que se vio el jueves debe ser el conjunto de infradotados, vestidos de búfalo, que tomaron el Capitolio el 6 de enero de 2021. El acto, el de acá, fue autorizado por la presidencia de la Cámara de Diputados.
 
Al margen del espanto y las denuncias de toda autoridad científica, ya con siete niños muertos de sarampión y tos convulsa por no estar vacunados, se desconocen presentaciones judiciales o procederes de oficio. Hubo un delito. Un atentado contra la salud pública.
 
¿Hecho menor, por haberse tratado de un grupo de delirantes bien que ocupando parte del edificio parlamentario? ¿O símbolo gigantesco?
 
Basta recorrer por encima los temas dominantes de la agenda publicada para advertir el momento prácticamente bizarro de nuestra política. Es el accionar gubernamental, es la plancha desconcertante en que está sumida la oposición y son las consecuencias de ese estadio. ¿Será la calma o desviación temática que preceden a alguna tormenta o, acaso, un clima destinado a permanecer durante largo rato?
 
La guerra entre la AFA, el Gobierno y los medios oficialistas, operada desde el efectismo de un campeonato de escritorio y una formación de pasillo dando la espalda a los campeones, se lleva por varios cuerpos el conversatorio periodístico, digital y vaya a saberse si, también, masivo. Es de esos disparadores que invitan a la básica y poderosa pregunta de si no pasa nada más importante en el país.
 
Los títulos de casi toda la prensa ametrallan sin parar, incluso a través de "noticias" y variantes fragmentadas -sobre el mismo tópico- que se suceden una tras otra. Pocas veces se vio algo semejante, tan desembozado.
 
Hasta un imberbe percibiría que no destrozan a la AFA por sus desaguisados ni por arbitrajes escandalosos, que desde ya sobran. El centro indesmentible es privatizar la actividad futbolística hasta el extremo que sea posible, pero eso ni siquiera es mencionado de refilón por la militancia independiente de los bufones oficiales.
 
Desde el Presidente de la Nación hasta su ministra de Seguridad instalaron el asunto con rango de gravedad nacional. Se supone que una cosa es la pasión desenfrenada que el fútbol desata en Argentina. Y que otra, completamente distinta, es llevar el caso a una cuestión de Estado ligada a negociados formidables. Sólo se supone.
 

30-11-2025 / 12:11
La concentración de fachos en Plaza de Mayo para pedir por la libertad de los represores fue un fracaso. No fue nutrida ni contó con la asistencia de las caras más conocidas del reclamo pro-dictadura. Sus organizadores debieron levantar sus petates a las apuradas cuando un efectivo de la Policía Federal Argentina (PFA) se acercó para avisarles que estaba llegando la manifestación por Palestina, que los sextuplicaba en participantes.
 
El que recibió el mensaje fue Guillermo Sottovia, uno de los organizadores de la movida fallida, que dice ser piloto civil e hijo de un oficial de la Aeronáutica. A Sottovia no le quedó más remedio que agarrar el megáfono maltrecho que tenían e iniciar la retirada. -Nos tenemos que ir, no por cobardes, sino para demostrar que ellos son los violentos -dijo.
 
Hasta segundos antes, Sottovia había estado a los abrazos con Carlos Pampillón, el dirigente neonazi marplatense procesado por atacar un monumento a la Memoria, la Verdad y la Justicia. Pampillón palmeaba a algunos hombres con uniformes y los llamaba "héroes" mientras se abría paso por la Plaza de Mayo.
 
Asunción Benedit estaba contenta porque casi había más fotógrafos que concurrentes. Ella se había puesto un pañuelo negro en la cabeza como forma de identificarse: no solo en oposición a las Madres de Plaza de Mayo sino porque también dice estar de "luto" por los represores presos.
 
Según las estadísticas de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad (PCCH), hay 22 criminales de lesa humanidad presos en cárceles comunes y 63 en la Unidad 34 de Campo de Mayo, considerada una prisión VIP por sus comodidades.
 
Tanto Asunción como su hermano, el diputado nacional entrerriano Beltrán Benedit, suelen visitar a los condenados y procesados por secuestrar, torturar y desaparecer personas. Ella sostiene que no solo hay que pedirle al gobierno de Javier "el Loco" Milei por su libertad, sino también reivindicar su accionar represivo.
 
"La esperanza es lo último que se pierde", dijo la mujer que pululó por distintas organizaciones pro-dictadura. "De hecho podemos estar haciendo este reclamo. Si fuera con otro gobierno, ya estaríamos presos", concedió, aunque no esconde su desazón porque la administración de La Libertad Avanza (LLA) no hizo más para tener al genocida Alfredo Astiz y compañía fuera de las cárceles.
 
Conformaron un grupúsculo que se dio en llamar Unidos por la Sangre Derramada, pero, en realidad, lo que derramaron fueron peleas internas. Hasta hace diez días, Orlando González se presentaba como el coordinador general de la iniciativa. El tema se complicó cuando se contó quién era el personaje: un represor de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) condenado a prisión perpetua y que se encuentra en arresto domiciliario. Aficionado a la fotografía, el "Hormiga" González solía retratar a sus víctimas.
 
En Plaza San Martín se hicieron grandes actos para oponerse a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia del kirchnerismo y para reclamar una amnistía general. Las concentraciones eran mucho más nutridas que las de este sábado en Plaza de Mayo. Pese a eso, con megáfono en mano, Sottovia afirmaba: "Tenemos poder ahora de cambiar la historia. Nunca se hizo un acto como éste". Patético.
 
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