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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Nacionales - 15-03-2020 / 11:03
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

Impacto del coronavirus: Toda pandemia es política

Impacto del coronavirus: Toda pandemia es política
La movilización del 24 M y el turismo receptivo pueden discontinuarse. No así el manejo de la economía, los servicios públicos esenciales, las tratativas por la deuda externa. Los bonos tendrán que pagarse o aplazarse o defaultearse cuando venzan sin que el coronavirus intervenga para dilatar vencimientos o enternecer a los acreedores.
La movilización del 24 M y el turismo receptivo pueden discontinuarse. No así el manejo de la economía, los servicios públicos esenciales, las tratativas por la deuda externa. Los bonos tendrán que pagarse o aplazarse o defaultearse cuando venzan sin que el coronavirus intervenga para dilatar vencimientos o enternecer a los acreedores.
 
Los gobernantes de todo el planeta disponen medidas que dan cuenta de la gravedad de la situación. Se cancelan la crema del transporte aéreo internacional, espectáculos artísticos o deportivos, reuniones masivas de cualquier especie. Se cercan ciudades o regiones. Las movidas alteran la cotidianeidad, los consumos culturales o el ocio de la gente común. Se atranca la economía, cae a pique el turismo, el deporte de alta competición tropieza en la volteada. El contorno agobia por recesivo y deprimente.
 
La Organización Mundial de la Salud (OMS) es, casi, el único organismo internacional aceptado como referencia y autoridad. El desprestigiado sistema político supranacional confirma su fama previa. Sus referentes callan, nadie los requiere... no existen.
 
Se cierran fronteras, a contrapelo de la tendencia epocal. Los Estados nacionales y sus gobernantes recobran protagonismo, tal vez compelidos, sorprendidos o a disgusto. Dicho con licencia poética, son las unidades de ejecución posibles. Los sistemas sanitarios todavía se vertebran en cada país.
 
Sus mandatarios integran una de las peores camadas de los últimos dos siglos: mayormente derechosos, primitivos, tacticistas, manipuladores, violentos. Muchos de legitimidad volátil en los años recientes. Pero son lo que hay. Resuelven contrarreloj quién sabe si anticipando un agravamiento exponencial o sobreactuando para complacer al pánico ciudadano.
 
En Estados Unidos se ocultó información sensible hasta que el presidente Donald Trump la escupió a su manera: brutal y agresiva. Decisionista también; los popes de la Unión Europea despotrican porque la Casa Blanca desconectó el tráfico aéreo de un saque, sin consultar. Se les podría   no hay acciones coordinadas entre los propios países integrantes de la UE.
 
Después del "lunes negro" se dio por hecho que el precio del petróleo no subiría más, que las acciones bursátiles rodarían cuesta abajo largo tiempo. La malaria se sostuvo pero los indicadores fluctuaron. Nadie suministra predicciones verosímiles ni siquiera a corto plazo.
 
Se ignora si los gobernantes de Rusia y Arabia Saudita recapacitarán, llegarán a un acuerdo o terminarán a las piñas en una esquina. La magnitud de la recesión mundial, las clausuras de fronteras, la perduración de las trabas al transporte aéreo... todas incógnitas. Se desconoce si en mayo Wall Street seguirá siendo el centro de las Bolsas mundiales o un potrero lleno de ovejas pastoreadas por homeless. Exageramos un poco, de momento.
 
Reclamarle a la Argentina un plan de crecimiento era discutible hace dos meses porque primero había que definir el volumen y los vencimientos de la deuda externa... etcétera. Ahora es un delirio, ningún país tiene una estrategia creíble. Pura táctica, con horizontes semanales en el mejor de los supuestos.

 
Lo que sigue rodando: En nuestras pampas se suspenden partidos de fútbol o se juegan sin público local. Se interrumpe la comunicación aérea con buena parte del centro del mundo. La Feria del Libro quedará para mejor oportunidad. La Marcha del 24 de marzo se suspende. Las restricciones, más allá de detalles opinables, se inscriben dentro de la lógica preventiva. Evitar aglomeraciones, focos potenciales de contagio aunque tratando de mantener un piso de normalidad en el día a día.
 
Toda aseveración es precaria. Mutaciones de escenario o del virus pueden desbaratarla en horas. Al cierre de este artículo, impresiona pensar las consecuencias de hipotéticas suspensiones de las clases. No solo por poder resultar contraproducente respecto del contagio, como explicó el ministro de Salud Ginés González García.
 
También porque el sistema educativo articula con la organización de las familias, con la dinámica de trabajo de jefas y jefes de hogar, con la alimentación de millones de criaturas. Sin escuela, cesando abruptamente esas rutinas y contenciones, los efectos se propagarían desde la vida doméstica hasta la producción, pasando por la nutrición de los pibes, solo para empezar.
 
El ejemplo ilustra: quien conduce el Estado debe hacerse cargo de la complejidad de las resoluciones todo el tiempo.
 
Diplomáticos argentinos quedan anclaos en Europa o Estados Unidos. Algún cachafaz macrista que se atornilló a su sillón en cualquier embajada seguirá medrando. Otros, como Sergio Chodos, director para el Cono Sur del Fondo Monetario Internacional (FMI), proyectaba retornar para intercambiar información con colegas de Economía y otros ministerios. Deberá activar el Skype.
 
El presidente Alberto Fernández pudo hacer la gira europea semanas atrás... ahora le sería imposible. El road show del ministro de Economía Martín Guzmán es impracticable. Conversaciones a distancia, presentación de la oferta, asambleas con los bonistas-acreedores en formatos fríos cuyo exclusivo encanto es ser factible.
 
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Mensajes y gritos: Mirando puertas adentro: es peliaguda la articulación de políticas en un sistema federal, minoritario en la experiencia comparada. Agregan complejidad la coexistencia de sistema de salud público, con las Obras Sociales, las prepagas y el PAMI que gravita lo suyo.
 
En esa maraña dificultosa, reconfortó el desempeño de funcionarios nacionales, porteños y especialistas en infectología. Trabajaron sincronizados, unificaron discurso, se prodigaron respeto mutuo, se esmeraron para lograr inteligibilidad e irradiar calma sin subestimar la inteligencia de la gente.
 
El discurso del presidente armonizó con dicha melodía coral; conciso, concreto, sin espamentos ni personalismo. Fernández acertó al escoger un formato sobrio, centrado en un tema y no el reportaje universalista, onda salpicón. Género adictivo para él y su equipo que los lleva a incurrir en variadas gaffes.
 
La furia y los gritos provinieron del periodismo in the pendiente. Comunicadores sacados, sin información en qué basarse, empecinados en meter miedo o cizaña. Maltrataron a científicos prestigiosos a quienes en otros trances ensalzan o endiosan. Como ocurrió con Juan Carr cuando se sumó a la campaña oficial contra el hambre, salvando distancias (no tremendas).
 
Sería prematuro aventurar resultados pero en gestualidad, las administraciones de distintos signos partidarios y los profesionales de mejor reputación dieron ejemplo. Uno hasta llegó a pensar en las famosas "políticas de Estado" que se alaban en teoría y se descalifican cuando se las tiene delante de las narices.
 
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Urgencia y necesidad: La vida continúa, la sociedad civil y el gobierno precisan que la inflación aminore y se revierta la caída de la economía. El índice de precios al consumidor de febrero y la persistencia del alza de los alimentos preocupan al oficialismo. La pertinente comparación con la catástrofe macrista no alcanza. Cada vez es más preciso que el Estado incida, persuada o imponga reglas a los formadores de precios.
 
En cuanto a la actividad, se insinúa una discusión en voz baja dentro de las filas oficiales. Aparecen, en buena hora, quienes creen que debe gastarse más y mejor, en particular en actividades mano de obra intensivas, dinamizadoras. Arquetípicamente la obra pública.
 
Una cultura exótica para el peronismo cunde en las filas oficiales: "no se puede gastar". En varias carteras, anche en Economía, se corrige: hay que gastar más, en pesos desde ya porque los dólares escasean y son para amarrocar. El plan Argentina Hace presentado por el ministro Gabriel Katopodis emitió una señal positiva, acaso de porte menor al necesario.
 
"Trabajamos con el Presupuesto 2019, por motivos válidos. Pero nace desvalorizado por el 54 por ciento de inflación. En verdad, ejecutarlo es, por definición, sub ejecutar respecto de las necesidades y aún de lo disponible" explica un joven Guzmán-boy, valga la redundancia.
 
La crisis empuja a mayor recesión pero también a un reverdecimiento del protagonismo estatal. Jamás llegará un revival del mercado internismo de los 60 o los 70 pero sí se vivirá más fronteras adentro, quiérase o no.
 
El equilibrio inicial imaginado por Guzmán entre medidas heterodoxas y prudencia fiscal entra en estado de asamblea. El mundo cambió, ya nada será igual.
 
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Lo urgente es importante: La distinción entre lo urgente y lo importante siempre pecó de pavota, al menos en un aspecto: lo urgente es siempre importante. Tanto que a veces se hace imposible apartarse (ni un cachito así). En estas horas, conseguir que un puñado de personas internalice que debe lavarse las manos varias veces al día urge más que especular sobre las crisis del capitalismo financiero en el siglo XXI. Tales disquisiciones quedan fuera del radar de la opinión pública aunque podrían ser el huevo de la serpiente. Hubo tres crisis financieras globales tremebundas desde el año 2000, dos desvinculadas de cualquier enfermedad o virus... queda para barajarlo en otro momento si uno no quiere quedarse hablando solo. Como mucho se le pueden dedicar cuatro líneas de esta nota y volver al núcleo. Ya se hizo.
 
De cualquier manera el Gobierno, así cometiera el error de quererlo, no puede transformar la agenda prioritaria en única. Señalemos lo obvio y luego vayamos por más. El viernes que viene, tercero del mes, deben depositarse los haberes de la tarjeta alimentaria. Una semana después, las jubilaciones y sueldos de estatales. Aunque se intime a muchas personas para que se recluyan hay otras que necesitan laburar más o volver a hacerlo. La gente común se agita o asusta por el coronavirus sin privarse de ir al supermercado y comer todos los días.
 
Para la sociedad tanto como para el Gobierno siempre es tiempo de todo, aunque la peste ocupe el centro de la escena. Con la democracia se debe curar, desde ya. El corona virus, el sarampión, el dengue, emergencias. Tanto como comer, educar, mantener viva la economía. En su medida y armoniosamente, captando las restricciones aunque sin permitirse respiro ni licencias. La deuda externa sigue su devenir, la deuda interna tiene que ser honrada a diario.
 
Por Mario Wainfeld
 
Fuente: pagina12.com.ar
 

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17-09-2025 / 09:09
Javier "el Loco" Milei es un mentiroso consuetudinario. Se dedica a "mandar fruta", hablar sin saber realmente del tema, exagerando, inventando o diciendo cosas sin sentido, con la intención de engañar. Todas las organizaciones especializadas en Educación, Jubilaciones y Discapacidad destruyeron los anuncios presidenciales sobre mejoras para esas áreas. Se basan solo en dibujos numéricos y ajustes encubiertos. Los gremios revelaron que el porcentaje del PBI dedicado a la enseñanza, que fue de 1,48 en 2023 y de 0,88 en 2025, baja al 0,75 en 2026. Los rectores aseguran que se congela el gasto universitario en sus peores niveles.
 
El discurso de Milei por el cual presentó el Presupuesto 2026 está plagado de números mentirosos y mensajes al "mercado", a los grandes empresarios y financistas. A los ricos. El presupuesto reduce fuertemente la partida destinada a cancelar deudas previsionales; mientras que la partida para pagar la deuda pública a los especuladores financieros crece un 20%. Hay deudas y deudas para el Gobierno.
 
Milei aseguró al presentar el Presupuesto 2026 que habrá un aumento del 17% de suba en términos reales (por encima de la inflación) en materia de salud, 8% en materia de educación, y 5% en jubilaciones y en pensiones por discapacidad. Además, anunció que se le asignará $4,8 billones a las universidades nacionales, lo que representa una suba nominal del 13% frente a una inflación proyectada del 10%.
 
Sin embargo, anteriormente, el Presidente reveló que el proyecto presenta "una regla de estabilidad fiscal": "si los ingresos caen o los gastos superan a lo previsto se deberán ajustar partidas para mantener el equilibrio fiscal". Es decir, cualquier variable proyectada en el Presupuesto que se modifique, como una inflación anual de 10% o un dólar debajo de $1.350, "obligará" a Milei a no cumplir con estos aumentos. Además, también lanzó que su proyecto estipula el "menor nivel de gasto sobre PBI de los últimos 30 años". Contradicciones que desnudan que sus promesas son incumplibles.
 
En las últimas semanas, el Gobierno libertario redujo en $40.267 millones las transferencias a las universidades nacionales. De esta manera, Milei terminará 2025 con una reducción del 9,4% real del presupuesto universitario con respecto a 2024 y del 32% frente a 2023. Para equiparar los gastos realizados el año pasado, el Gobierno debería invertir $4,6 billones en lo que resta de 2025 y $6,2 billones para igualar el nivel de 2023. Es decir, la promesa de $4,8 billones para el 2026 no absorbe la pérdida registrada.
 
Si bien Milei prometió que las jubilaciones aumentarán 5% por arriba de la inflación en 2026, no alcanza para equiparar lo perdido durante su gestión. En 2024, el recorte en dicha partida fue del 14%, y sin contar el bono para el haber mínimo cuyo monto está congelado hace 18 meses frente a una inflación superior al 100%.

Además, más allá de su promesa, si la inflación anual es más del 10% como se proyecta, ¿mantendrá el aumento de las jubilaciones 5% por encima de la inflación? "Si los gastos superan lo previsto se deberán ajustar partidas", afirmó en su discurso.

En otros rubros, las partidas presupuestarias en Educación acumulan un ajuste del 41% entre 2023 y 2025, según el Centro de Economía Política Argentina (CEPA). El 8% anunciado por Milei queda chico. En cuanto a discapacidad, la ANDIS sufrió un recorte del 14%. Sobre este punto, Milei supone una suba del 5% real sobre las pensiones. El proyecto ensaya un recitado de mentiras expresadas en números que no cierran ni aseguran la continuidad de las áreas con normalidad. Lo peor todavía no pasó.

La Opinión Popular


16-09-2025 / 11:09
La bala entró. La derrota electoral en la provincia de Buenos Aires sacudió al Gobierno de Javier "el Loco" Milei de tal manera que se vio obligado a cambiar el tono discursivo. La administración libertaria se niega a modificar su brutal política económica de ajuste y motosierra, pero ayer el presidente brindó un discurso atípico: fue moderador, evitó los insultos, las provocaciones, anunció mejoras en el Presupuesto 2026 para los sectores más vulnerables y llamó a trabajar "codo a codo" con los Gobernadores.
 
Además, el jefe de Estado envió un mensaje a la población y aseguró que "lo peor ya pasó, no aflojemos". De esta manera, Milei acusó recibo del fuerte descontento social. Sin embargo, no fue la primera vez que el mandatario prometió que los momentos más difíciles quedaron atrás y que lo mejor estaba por venir.
 
El 10 de diciembre de 2024, el libertario afirmaba que ya habíamos "superado la prueba de fuego". "Estamos saliendo del desierto. La recesión terminó y el país finalmente ha comenzado a crecer. Gracias por confiar en este gobierno. Esto no quiere decir que hayamos llegado a puerto, pero sí quiere decir que podemos terminar el año con alivio y de que hemos dejado atrás lo peor", decía entonces en otra cadena nacional.
 
Un mes antes, el 11 de noviembre de 2024, decía exactamente lo mismo. "Hoy ya podemos decir que la recesión se terminó y de ahora en adelante todo lo que queda es crecimiento. De acá para adelante son todas buenas noticias", exclamaba. Pero lo frase no le pertenece exclusivamente a Milei. Años antes, en 2018, el entonces presidente Mauricio Macri también prometía frente al Congreso nacional que "lo peor" ya había pasado y vaticinaba años de crecimiento qué nunca llegaron.

Un Milei "sosegado" confirmó que profundizará el rumbo de ajuste fiscal exigido por el FMI. Y, tras una paliza electoral, La Libertad Avanza reflota la vieja promesa de que lo más difícil queda atrás. Sin embargo, y a pesar de algunas mejoras anunciadas, el Presupuesto 2026 es una ley de ajuste que no modifica los planes del Gobierno y del Fondo Monetario Internacional. Son mentiras, falsas promesas de aumentos para ganar las elecciones y más ajuste en jubilaciones, salud y educación.

En las calles, se manifestó el hartazgo total, hubo una ola de cacerolazos en el AMBA contra la cadena nacional de Milei. Desde Palermo y Recoleta hasta La Plata, cientos de personas en la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires manifestaron su rechazo al Presidente mientras lanzaba el Presupuesto 2026. La sociedad no compró las mentiras de la cadena nacional y repentinamente salió a las ventanas y los balcones a manifestarse en contra de las medidas de ajuste del Gobierno anarco capitalista. La noche quedó marcada por una ola de cacerolazos en todo el AMBA.

El ruido metálico se convirtió en un grito unánime contra las políticas que solo traen más hambre, despidos y desesperación. "No se puede más, nos están matando de a poco", gritaban en Plaza de Mayo, donde las cacerolas parecían tambores de guerra. El fantasma de la crisis del 2001 sobrevoló la noche, con la misma bronca, la misma impotencia y las mismas calles llenas de familias cansadas.
 
El Gobierno de Milei, mientras tanto, respondió con silencio y un operativo de seguridad notorio en los puntos calientes. Sin embargo, la bronca ya no se calla con policías ni patrulleros. La pregunta que queda flotando es si este rugido metálico será apenas un desahogo pasajero o el comienzo de un estallido más grande que termine por arrinconar a la hermana coimera, al libertario desquiciado y a su nefasto plan neoliberal.
 
La Opinión Popular
 

15-09-2025 / 09:09
Un Gobierno anarco capitalista sin cuadros políticos y sin la más remota idea sobre el funcionamiento del Estado, se enfrenta a la profundización de su propia distopía tras la paliza electoral. La hermanísima copó el Ejecutivo y con Jamoncito, hasta acá, se demostraron como una unidad indivisible. El Gobierno está completamente en manos político-administrativas de Karina "el Jefe" Milei y se resolvió que sólo sea Luis "Toto" Caputo quien conduzca el único plan existente: pisar el dólar hasta las elecciones de octubre. No hay más que eso. No hay más certezas que ésas.
 
Respecto de la primera, podrían apuntarse dos observaciones. Una es que La Hermanísima Karina siempre estuvo a cargo de la ejecutividad gubernamental, excepción hecha de lo económico. La otra consiste en que, como fuere, no habría mayores novedades porque desde un comienzo la gestión fue un quilombo. Basta con repasar los centenares de funcionarios echados o renunciados, que supieron llegaron al promedio de uno por día.
 
Y esto tampoco sería novedoso, porque se corresponde con las características de un Gobierno arribado como tal sin la más mínima preparación institucional. Sin cuadros políticos. Sin la más remota idea sobre el funcionamiento del Estado. En otros términos conocidos, Javier "el Loco" Milei fue un armado del establishment, desde el panelismo televisivo y las redes, para segmentar parte de los votos peronistas y antiperonistas.
 
Pero el Frankestein adquirió una fuerza propia inusitada, a tono con endilgarle ese carácter de accidente insólito en la historia argentina. Y después no hubo nada que hacer. Así, el país quedó al arbitrio de unos Hermanos & Cía. exclusivamente relacionables con un escenario distópico. ¿Cuál es la noticia, entonces? Es que, tras el resultado electoral, la distopía se profundizó. Ya no hay Presidente, al menos por ahora, en su acepción de figura con aptitudes básicas para tomar decisiones autónomas. Milei está paralizado, totalmente fuera de eje.
 
Es así desde la noche del domingo pasado, cuando, aunque siga sin poder creerse, hasta último momento imaginó que perdía por muy poca diferencia. Incluso, de acuerdo con las mesas testigo del indescriptible Sebastián Pareja, pensó que llegarían a ganar por unos 8 puntos. Eran 50 de esas mesas, según pudo constatarse, de calidad irrelevante. Al aterrizar con los números reales entró en colapso (político, aclaremos, porque los diagnósticos psiquiátricos incumben a especialistas y nunca a la bartola periodística). Continúa en ese estado.
 
Se verá si para la cadena nacional de este lunes a la noche puede recomponerse como para dar una imagen atildada, llamémosle. Hablamos del continente, desde ya. El contenido será la provocación de redoblar su rumbo. La hermana, en consecuencia, asumió enteramente el rol presidencial. Y, hasta ahora sin visos de modificaciones, se cargó con desprecio todo intento de cambios siquiera por maquillaje.
 
El hazmerreír de una mesa política con los mismos rostros de la derrota y el nombramiento de un ministro de Interior que ya lo era de facto, tras el pase de Guillermo Francos a la Jefatura de Gabinete, es todo de ella. Es de ella -en todo caso, junto con el edecán de Francos- llamar al diálogo con los gobernadores mientras se vetan los fondos de ATN a las provincias, para no hablar de la "profunda autocrítica" que en simultáneo rechaza el financiamiento a las Universidades y la emergencia pediátrica Garrahan incluido.
 
Es de ella haberse animado a un acto de lanzamiento de LLA en Tucumán, ante un estadio cuyas tribunas debieron cubrir con lonas negras para ocultar el vacío; en el que brilló por su ausencia cualquier cántico de aliento y donde, en poco más de dos minutos de balbuceos, volvió a incurrir en el espectáculo de su terrorismo sintáctico. Sin más vueltas, he aquí la Presidenta real en ejercicio directo de la función.
 

14-09-2025 / 09:09
El miserable Gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei no solo canceló los fondos destinados a las personas discapacitadas, a los inundados o a la ciencia, también se apropió de los dólares de los créditos internacionales otorgados específicamente para esas actividades. Solo en Discapacidad figuran 560 millones en divisas que nadie sabe a dónde fueron, con la excepción de dos viajes de Spagnuolo a Israel. El Gobierno libertario no explica dónde está la plata que debería ir a ciencia o discapacidad. La hipótesis del Congreso de que los fondos están en el Tesoro para contener el esquema cambiario.
 
Pocas horas después de la paliza electoral en la Provincia de Buenos Aires, Milei recibió en Casa Rosada al presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn. El lunes al mediodía, ambos posaron para la foto junto a Luis "Toto" Caputo, Guillermo Francos y la motosierra de bronce que corona el despacho presidencial. El titular del organismo también había sido muy requerido para entrevistarse con dirigentes de la oposición, pero alegó estar muy ocupado.
 
Desde la comisión bicameral Revisora de Cuentas del Congreso, que conducen el diputado Miguel Pichetto (Encuentro Federal) y el senador Mariano Recalde (Fuerza Patria), querían citarlo para indagar en la letra chica de los créditos que el organismo le otorgó al país en los últimos meses.
 
La preocupación, que se hizo explícita en la última sesión de la comisión, es que muchos de esos fondos --cientos de millones de dólares-- en principio destinados a financiar obra pública y programas de inclusión como la discapacidad o la investigación científica, registran niveles de ejecución nulos o muy por debajo de lo pactado a la firma. Lo cual habilita la hipótesis de que el Gobierno desvía esos recursos hacia las cuentas del Tesoro para contener el actual esquema cambiario y favorecer la bicicleta financiera.
 
En lo que va del año, el Gobierno reconoció haber gastado unos 277 mil millones de pesos (algo menos de 250 millones de dólares) de lo que ingresó vía los distintos créditos de inversión del BID y otros organismos. En total hay unos 140 programas de desarrollo vigentes, desde los pautados para financiar el Progresar hasta la extensión y fortalecimieinto de la red de agua potable, pero el país hasta ahora vió poco y nada de esos fondos.
 
A esta altura del año (en ocho meses), los dos gobiernos anteriores (Cambiemos y Frente de Todos) ya habían ejecutado en promedio más de 1.500 millones de dólares. Es decir, la ejecución de Caputo es prácticamente del 20 por ciento de lo esperable. En paralelo, el Tesoro utilizó 500 millones de dólares para pisar el dólar en las semanas previas de la elección bonaerense.
 
El BID aprobó en julio de este año la "Estrategia País 2025-2028" para la Argentina, un paquete de apoyo financiero por un total de 10.000 millones de dólares (7.000 para el sector público y 3.000 para la inversión privada).
 
Si bien el organismo trabaja con todos los gobiernos y cada uno tiene una orientación específica, en este caso respalda a una administración que solo se preocupa por mantener el esquema cambiario-electoral, mientras tiene un desprecio palpable hacia la obra pública y pasa la motosierra por sectores sensibles. Lo contrario a lo que, a priori, buscan los organismos de crédito cuando apoyan a los países. Pese a todo, Goldfajn sigue apostando por Milei.
 

13-09-2025 / 10:09
Desde el 10 de diciembre de 2023, los auto percibidos libertarios (que en realidad son los nietos de la dictadura, los hijos del menemismo y los hermanos menores del macrismo), sembraron odio, represión, industricidio, desprecio, hambre, pobreza, deuda, desocupación, negacionismo, homofobia, racismo y misoginia.
 
Se vienen tiempos de derrota sin revancha, porque parece que no fue un gran plan dejar sin remedios a los pacientes oncológicos, vaciar de alimentos los comedores populares, pegarle a los jubilados, estafar con una criptomoneda y afanarle a los discapacitados. ¿Podían esperar otro resultado, los que por primera vez pisaron el conurbano, para decirle al pueblo, en campaña y sin intermediarios, "negros de mierda"? ¿Podían esperar otra cosa los que dijeron que la justicia social era una estafa?
 
Creyeron que la realidad, no era la única verdad y cocinaron su suicidio político, gritando desde aquella infame ficción del 17.000% de inflación, hasta el relato perverso con el que aseguran haber sacado a 12 millones de la pobreza. No podía terminar de otra manera una locura que comenzó exigiendo que más de tres tenían que pedir permiso para juntarse en una esquina. No podía terminar de otra manera aquel grito libertario el día de la asunción que clamaba "Po-li-cía, Po-li-cía".
 
Perdieron en las urnas, la motosierra, el protocolo anti-piquetes, el DNU 70/23, la Ley Ómnibus, la Ley Bases, el Pacto de Mayo y la Patria financiera. Perdió el presidente que eligió como enemigo público número uno, a un pibe autista de 12 años. Perdieron las desregulaciones ridículas y las importaciones suicidas. Perdieron la mesa de dinero del Toto Caputo, la crueldad de Patricia Bullrich, el cinismo de Pettovello, la violencia discursiva de Adorni, el verso de Francos y el afano a cuatro manos de los Menem.
 
Perdió un gobierno diseñado exclusivamente para el gran capital y el mercado. Perdieron Kueider, el pastor que convirtió los pesos en dólares y los hermanitos de la Suizo-Argentina. Perdieron De Loredo, el comisario conspirador y candidato, Tronco, la Avenida del Medio, los premios internacionales de plástico, Roberto Piazza, Fátima y Yuyito.
 
Perdieron los que se reunieron con Astiz y los que soñaron con intervenir la provincia de Buenos Aires. Perdieron Libra y el 3% de la coimera Karina. Perdió el Indec de Lavagna. Perdieron el Pacto de Acasusso, Macri, Ritondo, Santilli y Valenzuela. Perdieron Lilia, Benegas Lynch y la tarotista que no pudo ver la derrota.
 
Perdieron la soberbia de Pareja, los "héroes" del veto a jubilados, los periodistas que van a escuchar ópera a Olivos y los que se saben de memoria los diálogos de "Homo Argentum". Perdieron las redes sociales, las patotas tuiteras, el "pedo buzo", "comprá campeón" y "cárcel o bala". Y perdieron todos los gobernadores que, como Frigerio, hasta hace un ratito, fueron cómplices del desastre presente, acompañando en el Parlamento la construcción de un país irrespirable.
 
Ganó la unidad del peronismo. Ganaron los discapacitados, los expulsados del sistema, los que laburan por sueldos de miseria y la gran pelea de los jubilados. Ganaron la obra pública y la industria nacional. Ganaron el Garrahan, el Bonaparte, el Conicet, el INTA y el INTI. Ganó la Universidad pública. Ganaron los que "cagan en latas y pisan el barro". Le ganó el pueblo a la "gente de bien".
 
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