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                  10:43  |  Martes 16 de Diciembre de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná

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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 07-03-2020 / 09:03
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

Macrismo piquetero imposible

Macrismo piquetero imposible
¿QUÉ HAY DETRÁS DEL PARO DE LAS PATRONALES RURALES? Esta semana la derecha histórica estuvo representada por los medios hegemónicos y las patronales del campo con un esquema sectario de bloquear puentes con el Gobierno pero sin propuesta alternativa. Estos medios critican al oficialismo, pero no se atreven a defender al macrismo que ellos respaldaron. Es insólito que el primer paro que le decretan a este Gobierno venga precisamente del sector que más ganó, se enriqueció, fugó la plata y es el responsable de la crisis que tiene la Argentina. Los eternos ganadores de la historia argentina no se resignan a poner algo más de su bolsillo.
El estilo de Alberto Fernández no es confrontativo, pero la corporación de medios que respaldó a Mauricio Macri salió con los tapones de punta tras su discurso en la Asamblea Legislativa. Tampoco buscó la guerra con las patronales del campo que formaron parte del gobierno macrista, pero ellas se la declararon a él. Hay un núcleo duro conservador, histórico, que estuvo a la cabeza de la anterior gestión, que se puso más agresivo tras la derrota electoral.
 
Hay dos climas opuestos que transcurren en paralelo. Mientras las encuestas hablan de que la imagen positiva del gobierno oscila entre el 60 y el 70 por ciento, la reacción intempestiva de las patronales rurales y la hostilidad mediática buscan crear la impresión de un rechazo extendido contra el gobierno.
 
La Mesa de Enlace quiere mostrar una gesta de reacción en cadena similar a la que se produjo en 2008 cuando apenas había asumido Cristina, a raíz de la resolución 125. La propuesta había sido diseñada por el entonces ministro de Economía Martín Lousteau, que ahora se opone a una medida mucho más estudiada y cuidadosa que la de su inspiración.
 
Hay un gobierno peronista que recién asume y que ha lanzado una propuesta de aumento de las retenciones. Hasta allí llegan los parecidos y allí se acaban. La confrontación con las patronales rurales está planteada por ellos mismos como una disputa de poder. Es desmedida la relación entre el nivel de la protesta y las medidas del gobierno.
 
Es evidente que no se trata de los tres puntos que aumentan las retenciones a la soja, sino de las discusiones futuras sobre plazos para la rendición de divisas, el blanqueo de las transacciones y su control. La medida de fuerza se anunció cuando aún no se sabía cómo serán afectados los productores.
 
En el Gobierno hay cierto malestar porque aseguran que el diseño de la segmentación detallista entre cultivos, zonas geográficas y niveles de producción fue propuesta por la Federación Agraria. El Gobierno, afirman, se apropió de la propuesta de la FA, que ahora protesta contra las medidas que ella misma propició.
 
La que propuso el lockout patronal de cuatro días fue CRA y los demás organismos no estaban muy de acuerdo. La Sociedad Rural, incluso, dudaba por el momento político, pero Coninagro y la FA estaban en contra. Entonces la CRA se cortó sola y anunció el lock out para la próxima semana y terminó por arrastrar a los otros tres organismos que no quisieron forzar un rompimiento de la Mesa de Enlace.
 
La segmentación para impedir que fueran afectados los pequeños y medianos productores no pudo frenar la protesta rural, pero generó muchas diferencias en el frente interno. Resulta una incongruencia que la mayoría de los involucrados en la protesta no son perjudicados.
 
De hecho, las seccionales de Pergamino y Tandil de la FA se declararon en contra de lo decidido por la dirección de la Federación. Y muchos otros representantes de pequeños y medianos productores empezaron a desmarcarse.

 
El conflicto de 2008 impactó en la sociedad porque pudo repercutir en las zonas urbanas. Pero era otra época. Ahora, la sociedad viene agotada por los cuatro años de gobierno de Mauricio Macri que destruyó la economía y en el que las patronales rurales fueron corresponsables. La medida de fuerza, más que conflicto gremial, es la escenificación de una disputa de poder, es una medida política del macrismo.
 
En 2008, esas patronales, aliadas con las grandes corporaciones mediáticas, podían embellecer una opción política hacia la derecha. Aprovecharse de la potencia mediática que las respaldaba para instalar un sentido común donde sus representantes eran celebrados como los más idóneos y desinteresados. Pero esa gente destruyó la economía en estos cuatro años y ahora son impresentables.
 
Los productores rurales decretaron un conflicto político cuando son impotentes para plantear una alternativa política, porque la que podrían -el macrismo- está absolutamente desprestigiada. Con esa posibilidad tan limitada les será difícil hacer pie en las zonas urbanas, más allá de ese núcleo duro histórico de la derecha.
 
En contraposición al abroquelamiento del núcleo histórico de la derecha, el congreso del Partido Justicialista, que se realizó el jueves en el miniestadio de Ferro mostró un peronismo flexible para recomponerse, en un rumbo que parece definitivo.
 
El PJ no cambió. Prácticamente al comenzar la reunión, la mención a la vicepresidenta Cristina Kirchner produjo una fuerte ovación. José Luis Gioja está al frente del partido desde 2016 y lo encabezó cuando se produjeron las escisiones que regresaron el jueves.
 
Fue notoria la presencia de los delegados de Córdoba, que no habían participado en nueve años. Así como la participación de la delegación completa de la provincia de Salta, que también se había alejado.
 
Gran parte de los votos que logró el gobernador Juan Schiaretti en Córdoba fueron a Macri a nivel nacional. Es difícil que este acercamiento de Schiaretti se hubiera producido si una parte de ese voto no cambiaba a una posición de aceptación o expectativa hacia el gobierno de Alberto Fernández.
 
Algunos medios explican este acercamiento porque el Presidente habría empezado a pagar la deuda de la Nación con la provincia. Pero esta explicación resulta insuficiente porque la confluencia no es solamente de los cordobeses, sino también de otros sectores que se habían distanciado. Otros de los que regresaron explican que con el gobierno macrista les era imposible hacer una oposición dura porque después eran represaliados.
 
Es probable que cada uno de esos fenómenos haya aportado al proceso de recomposición del PJ. Del congreso salió un partido fortalecido, lo cual favorece también a las fuerzas no peronistas del oficialismo. Y de la misma manera resultó favorecido el gobierno, que obtuvo un respaldo muy claro y sin condicionamientos.
 
El documento respalda todas las decisiones del Gobierno y puntualiza en la resolución de la deuda externa, al tiempo que expresó su preocupación por la cantidad de "detenciones irregulares" y mencionó al lawfare como una práctica que debe ser extirpada.
 
Si bien se ha prestado a polémica el término para referirse a los presos políticos del macrismo, la mención implica que el tema constituye preocupación oficial del PJ.
 
El mismo día, el ex ministro Julio De Vido recuperó su libertad por decisión de un tribunal y Cristina Kirchner se refirió a las declaraciones del periodista de La Nación Carlos Pagni, quien reconoció que una tapa que había preparado ese medio para presionar a los jueces, disparó la escalada de prisiones preventivas irregulares.
 
La vicepresidenta agregó que La Nación buscaba una tapa sobre corrupción en el kirchnerismo para disimular el escándalo de los Panamá Papers que estaba obligada a publicar. Cristina Kirchner se preguntó qué esperaba la Corte para tomar medidas. "Ya veremos en su momento lo que corresponda hacer", respondió la jueza Elena Highton de Nolasco a la radio Futurock.
 
En las encuestas sobre el prestigio de las instituciones, el Poder Judicial, la Corte y los jueces son de los que tienen peor imagen, sobre todo los jueces, que no pasan del 12 por ciento de imagen positiva.
 
La corporación de medios no puede sonreír cuando Alberto Fernández habla de lawfare, porque fue protagonista principal de ese mecanismo. Está obligada a darse por ofendida. Cada vez que en Clarín tienen que mencionarlo, dicen: "lo que los kirchneristas califican como lawfare".
 
La pésima imagen del Poder Judicial demuestra que la mayoría de la sociedad reconoce esa forma de corrupción de la información y la justicia.
 
Esta semana, el congreso del PJ confirmó al peronismo como fuerza popular transformadora. Menemistas y aliados del macrismo prácticamente han desaparecido.
 
Esta semana la derecha histórica estuvo representada por los medios hegemónicos y las patronales del campo con un esquema sectario de bloquear puentes con el Gobierno pero sin propuesta alternativa. Estos medios critican al oficialismo, pero no se atreven a defender al macrismo que ellos respaldaron.
 
Por Luis Bruschtein
 
Fuente: Página12
 

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16-12-2025 / 10:12
Las reformas que impulsa el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei, en especial la laboral, buscan sin disimulo convertir a nuestro país en una economía colonial de enclave, productor de materias primas, sin industria y en donde sobre más de la mitad de los argentinos. En el país cierra una empresa por hora y 400 trabajadores por día se quedan sin empleo. El cálculo surge de tomar en cuenta que "el Peluca" y su motosierra destruyeron 19.114 firmas dejando en la calle a algo más que 264 mil asalariados registrados en sus dos primeros años de gobierno.
 
Para Argentina es un cambio dramático, pues es uno de los países en donde la legislación laboral del siglo XX más avanzó en el sentido de proteger a los trabajadores. Por esa razón, por ese "mal ejemplo" para la región latinoamericana, el objetivo de retroceder más de un siglo en las condiciones bajo las cuales se desenvuelve el mundo laboral, haya sido tomado con tanta energía por los últimos gobiernos de derecha y mucho más ahora bajo el modelo reaccionario extremo que impulsan los desquiciados Milei, Sturzenegger, Caputo y cía.
 
Todos y cada uno de los puntos del extenso proyecto que acaba de aterrizar en el Congreso es un muestrario de la ideología conservadora y retrógrada que alienta a este gobierno como fiel representante de la elite económico-financiera también conocida como "círculo rojo". A tal extremo esto es así que el gobierno ni se molestó en desmentir lo que hace un tiempo se conoció: los autores materiales de este engendro son los estudios de abogados que prestan sus servicios a las corporaciones más poderosas, los llamados "dueños de la Argentina". Es el gobierno para los ricos.
 
El sueño húmedo de esta minoría enferma de codicia es voltear, una por una, todas las protecciones legales que tienen los trabajadores argentinos, aunque también debe decirse que buena parte de ellas ya fueron demolidas de hecho por el propio accionar de un mercado laboral que, con independencia de los gobiernos que se sucedieron desde el estallido social y la gran crisis económica de 2001, dejaron a casi la mitad de los asalariados desempeñándose "en negro", al margen de la formalidad.
 
Lo que veremos en las próximas horas en el Congreso les dejará en claro a los argentinos quiénes son los senadores y diputados dignos de ser llamados oposición y quiénes se someterán ante las ofertas de dinero que ya está circulando por oscuras vías. Gobernadores dialoguistas también estarán en el "toma y daca" que este gobierno puso en marcha sin que la gran prensa porteña, convertida en vocera oficial de la Casa Rosada, hable como lo hacía habitualmente de "látigo y billetera" con otros gobiernos que nunca llegaron a extremos de manipulación de los recursos fiscales como el actual.
 
El triunfo electoral de octubre de Milei es el combustible que aceleró la decisión de avanzar con este proyecto y con otros que también buscan reconfigurar en profundidad el diseño social, económico e institucional de la Argentina. La llamada ley de tierras, de glaciares, la reforma educativa, la tributaria, etc. conforman una ofensiva de los sectores concentrados de la economía contra el conjunto social. Convertir a este país en una economía colonial, sin industria, sin ciencia, sin educación de calidad, sin protección social ni laboral para las mayorías populares es una meta que está en las mentes de los libertarios. La política de tierra arrasada que se proponen les resulta indiferente, pues la ambición de poder -político y económico- está por encima de todo.
 
La CGT convocó a una movilización a la Plaza de Mayo para el jueves a la que adhirieron las dos CTA, ATE y otros gremios, el peronismo, organizaciones sociales y partidos políticos de izquierda.  Para aterrorizar, la especialidad del mileísmo, aplicarán el protocolo antipiquetes. Si la movilización es masiva, cuesta creer que la amenaza de represión violenta se cumpla. Crispar el clima social en vísperas de fin de año, en nuestro país, nunca tuvo buenos resultados para los gobiernos.
 
La Opinión Popular
 

14-12-2025 / 09:12
Bajo el mote de reforma laboral se esconde la decisión de Javier "el Loco" Milei que pretende consagrar institucionalmente, en 2026, los objetivos que en 1976 se planteara la dictadura militar genocida. Los cambios en el proceso de acumulación en el marco del genocidio, el endeudamiento, la valorización financiera y la fuga de capitales, la desindustrialización, el modo de incorporación del cambio tecnológico y la llegada del capitalismo de plataformas, produjo una sustancial alteración de la relación capital-trabajo, obviamente en desmedro del conjunto de los trabajadores.
 
En ese marco de brutal regresividad en las condiciones materiales de vida de quienes trabajan, se sucedieron en las distintas administraciones conservadoras cambios normativos, todos con la misma dirección. 1. Abaratar el precio del trabajo. 2. Facilitar el despido. 3. Debilitar los convenios colectivos. 4. Limitar y destruir la organización sindical.
 
Estas orientaciones fueron parte de los cambios normativos que impulsó la dictadura militar, de las leyes que llevaron adelante Cavallo, Menem y De la Rúa, del frustrado intento de Macri y también del proyecto de Milei. Proyecto este cuya profundidad en términos de alteración de la Ley de Contrato de Trabajo solo es equiparable a lo planteado hace 50 años por la dictadura militar.
 
Además, se lleva a cabo la directa eliminación de los costos del despido a partir de la creación de un Fondo de Asistencia Laboral que se financiará con tres puntos de las actuales contribuciones patronales. A la vez, se les reduce en un punto adicional los aportes a los empresarios en relación a las obras sociales que dejarían de percibir un punto de los que están recibiendo en la actualidad.
 
En síntesis, cuatro puntos de los aportes patronales dejan de financiar las jubilaciones y la salud de los trabajadores, con el objeto de eliminar los costos del despido y reducir los costos laborales. Situación ésta que implica una redistribución de ingresos desde los trabajadores al capital, cercana a los 3000 millones de dólares.
 
Las experiencias internacionales y la propia experiencia nacional indican que estas propuestas solo profundizan la desocupación, la informalidad y la pobreza. Es más, aspectos laborales de esta naturaleza son los que contenía la Ley Bases y que ya tuvieron dos años de aplicación en el curso del gobierno de Milei. Años que lejos de promover el empleo registrado, coexisten con la destrucción de 222 mil puestos de trabajo formales registrados de los cuales 139 mil son del propio sector privado, al tiempo que el monotributo y los asalariados no registrados constituyen las formas de inserción laboral de mayor importancia en los últimos dos años.
 
Por si esto fuera poco, los modelos que pregonan los funcionarios libertarios como objetivos a alcanzar por la Argentina, no hacen más que negar con la evidencia lo que el propio gobierno pregona para justificar lo que propone. Poner como ejemplo a seguir países como Paraguay o Perú, que prácticamente carecen de legislación laboral, resulta inentendible. Estos dos países exhiben, aún sin legislación laboral, niveles de informalidad superiores a los que hoy exhibe la Argentina.
 
Para frenar esta ofensiva hay que convocar a la sociedad a discutir la necesidad de relaciones laborales diferentes para un país distinto al que construye Milei. Para eso necesitamos relaciones laborales que se edifiquen en base a la redistribución del ingreso, la revalorización del trabajo y la necesidad de expandir derechos para todos aquellos que trabajan independientemente del tipo de inserción laboral que tengan.
 
La Opinión Popular
 

13-12-2025 / 09:12
El proyecto de país que perfila el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei tomó el aspecto de una sociedad sin derechos organizada por el mercado. El mercado elimina el concepto de soberanía y decidirá quién irá preso y quién se tomará vacaciones. A su vez, el mercado está organizado por una escala jerárquica según el poder económico.
 
O sea: la libertad de los libertarios es como la milanesa tucumana hecha con papel higiénico. Y de postre: inflación. Si alguno pensó que el esfuerzo valía la pena, el 2,5 de inflación -medido por un Indec que todo el mundo sabe trucho-- le dio una mala noticia: se quedó sin trabajo, se quedó sin empresa, y además tiene inflación.
 
En la misma semana asumió Joaquín Mogaburu como subsecretario de Derechos Humanos y se presentó el proyecto de reforma laboral en el Congreso. El nuevo funcionario es un personaje ligado a los represores y da cursos en los cuarteles sobre "memoria completa".
  
Mogaburu aboga por la conciliación y el perdón a los genocidas. El combo es coherente con el protocolo de seguridad que criminalizó la protesta social, el decreto que permitió a las fuerzas armadas intervenir en conflictos internos y la eliminación del derecho a huelga y otros derechos como lo estipula la reforma laboral enviada al Congreso.
 
Durante el mes hubo decenas de actos sobre derechos humanos en centros culturales, casas de la memoria y en plazas de todo el país. Y el jueves se realizó un festival en la Plaza de Mayo encabezado por Madres, Abuelas y el Serpaj de Adolfo Pérez Esquivel. Al mismo tiempo, la CGT anunciaba un acto público para oponerse al proyecto de ley enviado al Congreso.
 
No hay derechos humanos y no hay derechos laborales. No hay derecho a la protesta y no hay derecho que proteja contra la tortura y la violación como reclaman los que piden la libertad de torturadores y violadores que actuaron tras haber usurpado el Estado durante el golpe genocida. No hay sujetos de derecho en esta sociedad que conciben los libertarios y que ha sido votada por muchos que perderán los derechos que tenían.
 
Con el mercado se come, con el mercado se educa, con el mercado se cura. Si eso era difícil con la democracia, el mercado ni se lo plantea porque el único derecho que reconoce es el del que tiene más capital. El mercado habla de méritos, pero los derechos no se ganan. Los derechos implican también responsabilidades, pero no se ganan por méritos. Al menos la democracia reconoce que todos tienen derecho a comer, a la educación y a la salud. Después dependerá de los gobiernos proveer esos derechos.
 
Los libertarios inventaron una democracia con voto, pero sin derechos. Y los derechos son para todos porque son inherentes a la condición del ser humano. Si son para pocos, no califica. La democracia se construye sobre los derechos ciudadanos. Sin esos derechos básicos no hay sistema democrático. Este gobierno habla de democracia y libertad, pero cuando hace la milanesa, le pone papel higiénico en vez de libertad y democracia.
 

12-12-2025 / 10:12
El gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei mandó al Senado un proyecto de contrarreforma para eliminar derechos laborales, sindicales y de huelga que atrasa un siglo. Contra la Constitución desconoce hasta la jornada de 8 horas y el derecho a huelga. Redactado por los abogados de las grandes empresas, de Paolo Rocca, Galperin y Eurnekian, en cada rubro empeora la posición de los trabajadores. Perjudica también a monotributistas e informales y se propone financiar los despidos con la plata de los jubilados.
 
El gobierno libertario demoró la presentación de la contrareforma laboral, que no registra precedentes desde la dictadura genocida de 1976, para estirar los tiempos de negociación y definir cuán a fondo iría en su ofensiva contra los trabajadores y el sindicalismo. El proyecto que ingresó al Senado retoma lo peor de todas las versiones anteriores y lo condensa en 71 páginas y 191 artículos.
 
Enmascarada en una supuesta "modernización", la iniciativa retrocede más de un siglo y desconoce pilares básicos del derecho laboral como la jornada de ocho horas y restringe el derecho a huelga. Lejos de mejorar la vida de los trabajadores, crear empleo o incorporar a los informales al mercado formal, la reforma sólo busca abaratar costos para que el empleador pueda despedir y amplía la desprotección sobre el sector más débil.
 
Los especialistas coinciden en que "invierte la presunción de laborabilidad" perjudicando a monotributistas y trabajadores "independientes". El texto final del proyecto confirma la transferencia regresiva de los derechos de los trabajadores en favor del gran capital, debilita su capacidad de organización y faculta al empleador para modificar condiciones laborales según sus necesidades.
 
La reforma laboral, firmada por Milei, fue elevada al Congreso de manera errónea por parte de Gobierno. Legisladores opositores y abogados laboralistas cuestionaron el ingreso por el Senado, ya que la reforma laboral contiene un capítulo tributario que modifica impuestos centrales. Al respecto, la Constitución fija que toda ley de carácter impositivo debe originarse en Diputados.
 
La reforma laboral que impulsa Milei atrasa porque reinstala un modelo previo al propio nacimiento del derecho laboral. La abogada Natalia Salvo advierte que es "una novedad de museo que nos devuelve a un tiempo sin normas". El proyecto permite jornadas de hasta 12 horas, un retroceso a antes de la Ley 11.544, conquistada después de las huelgas y masacres de la Patagonia y la Semana Trágica.

También elimina ítems remunerativos para achicar aguinaldo y vacaciones, ahora fraccionadas como en etapas de precariedad anteriores a cualquier estándar moderno. Al mismo tiempo, remarca que la iniciativa desconoce los avances globales sobre las plataformas: mientras en Europa los tribunales y países como España o Portugal ya reconocen a esos trabajadores como dependientes, aquí se los deja en un limbo jurídico. Modernizar sería ampliar la protección, no recortarla. Con un 43 por ciento de informalidad, el proyecto empuja al país hacia un pasado sin resguardo, donde la relación laboral quedaba librada a la voluntad de la patronal.

Un Gobierno que miente en todo, presenta el argumento principal en la supuesta "creación de trabajo formal". Silogismo falaz, acaba de ser refutado por un hombre del gran capital, el abogado Julián de Diego. Dijo que "sin crecimiento, no habrá generación de empleo". Ese crecimiento se presenta, como promesa lejana, relato de un provenir etéreo, medido en décadas. Equiparada a Irlanda, Alemania, y otras naciones. Por ahora, lo que hay es recesión, inflación en alza y deuda. Cada vez más deuda.

La Opinión Popular


11-12-2025 / 10:12
Turismo "con la nuestra". Nuevo papelón internacional de Javier "el Loco" Milei que fue a perder el tiempo a Noruega disfrazado con el mameluco de YPF, viajó 25.000 kilómetros para sacarse una foto... y se volvió sin nada. María Corina Machado faltó a su premiación como Nobel de la Paz. Viajó con su hermana Karina a Oslo en el avión presidencial, en un viaje que cuesta 300 mil dólares, y se alojó en el Gran Hotel de Oslo, en donde una habitación cuesta mil euros por noche. "El Peluca" volvió a las apuradas y de inmediato puso su firma en el funesto proyecto que apunta contra la justicia social y modifica la regulación de horas extras, vacaciones e indemnizaciones.
 
El fugaz y costoso paseo de Milei por Noruega terminó en un traspié político que expuso improvisación y falta de estrategia. La salida apresurada dejó al libertario sin el rédito simbólico que buscaba y reforzó las críticas sobre un viaje reducido a gestos vacíos, sin resultados concretos ni agenda internacional consistente. Tenía una agenda que incluía reuniones con el primer ministro y con el rey, además de la posibilidad de un encuentro cara a cara con Corina Machado, y los dejó "de garpe". Cosa de loco.
 
Milei regresó de apuro para evitar que una interna ponga en riesgo el tratamiento de la reforma laboral. Las explicaciones oficiales, en off the record, hablaban de la necesidad de "firmar la ley de reforma laboral" después de hacer "algún ajuste de último momento", sin embargo, tanto los cambios como la firma se pueden gestionar de manera remota. Lo que sucedió en realidad es que una nueva interna en el gobierno casi hace volar por los aires la Ley Rifle. Lo más llamativo, en este caso, es que los que frenaron el proyecto son dos enemigos íntimos: Santiago Caputo y Martín Menem.
 
Ellos son los dos interlocutores más fluidos que tiene la CGT dentro de la estructura libertaria y vienen advirtiendo desde hace tiempo que así como la estaba planteando Federico Sturzenegger, la reforma laboral corre el riesgo de empantanarse en el Congreso y terminar siendo rechazada, modificada hasta volverla irreconocible o aprobada a un costo demasiado alto. El recuerdo de la reforma previsional de Mauricio Macri en 2017 está presente en todos los cálculos.
 
Las partes observadas son justamente las que apuntan contra el andamiaje financiero y normativo que sostiene a los sindicatos, los llamados "derechos colectivos" que la CGT prioriza antes que las condiciones de trabajo individuales. De hecho, este lunes Sturzenegger estuvo reunido con los diputados de LLA, en un encuentro del que Menem no participó, y ante las consultas sobre estos asuntos el ministro prometió una "versión light", más sencilla de aprobar.
 
Sin embargo, el anuncio que hizo el vocero con sueldo de jefe de gabinete, Manuel Adorni, al día siguiente, no contempla la mayoría de esos recortes e incluye cláusulas inaceptables para el más dialoguista de los líderes gremiales. Dicen en la Casa Rosada que la orden de ir a fondo la dio el mismo Milei. El proyecto ya estaba listo para ingresar al Senado cuando Caputo y los Menem lograron frenarlo. Ese fue el motivo por el que el presidente tuvo que volver de apuro.
 
Patricia Bullrich, en tanto, defiende la redacción de Stuzenegger pero reclama que la situación se destrabe porque cree que si la reforma no tiene un tratamiento express y media sanción antes de las fiestas, después puede empantanarse. Su plan original de dictaminar esta misma semana, incluso el viernes a última hora, se fue diluyendo con el correr de las horas. El escenario más optimista apunta a sesionar en vísperas de noche buena. Sería un verdadero milagro navideño, mientras la CGT y el peronismo se abroquelan contra la reforma laboral anti obrera y pro patronal de Milei.
 
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