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El clima en Paraná

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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 14-02-2020 / 09:02
PANORAMA EMPRESARIO SEMANAL

El establishment, entre la certeza del desastre y la tentación del rebote

El establishment, entre la certeza del desastre y la tentación del rebote
Con 60 de los 100 días de gracia de todo mandatario ya trascurridos, el grueso del empresariado aguarda confirmar sus prejuicios pesimistas. En muchos casos vienen teñidos por un repudio ideológico que no coincide necesariamente con sus intereses sectoriales, pero no es la primera vez que pasa.
El ciclo de endeudamiento macrista fue tan vertiginoso que en Economía ni siquiera terminaron de identificar a los grupos de acreedores que se proponen tentar con algo muy difícil de explicar para cualquier administrador de portafolios: una quita sensible sin que haya mediado una cesación de pagos.
 
En la intimidad del hogar, Sergio Massa se enteró de un episodio que ilustra el grado de irresponsabilidad del proceso neoliberal: AySA, que ahora preside su esposa Malena Galmarini, debe afrontar en enero de 2023 el vencimiento de obligaciones negociables por USD500 millones. El monto equivale a la facturación de todo un año de la empresa pública de potabilización y saneamiento.
 
¿Qué pensaba en 2018 el entonces jefe de AySA, José Luis Inglese? ¿Que la tarifa del agua iba a subir tanto que permitiría el pago de esos 500 millones de dólares en cinco años, y además el 6,625% anual de intereses? ¿Que el peso se iba a revaluar tanto por la lluvia de inversiones que para 2023 esos 500 millones serían una ganga?
 
¿Qué proyectaban el secretario de Finanzas, Santiago Bausili, y el subsecretario de Recursos Hídricos. Pablo Bereciartúa, que viajaron a Europa para esa colocación de deuda? ¿Y el Citigroup, el Deutsche, el HSBC y Crédit Agricole, que tramitaron la operación?
 
La única lógica que explicaría ese "no future" financiero -un hiper capitalismo punk sin mañana- es que dieran por hecho que no deberían afrontar ellos esas obligaciones.
 
En Aerolíneas Argentinas lo repite ante quien quiera oírlo su nuevo presidente, Pablo Ceriani: la administración de los últimos años solo se asemeja a las de las compañías aéreas que están a punto de cerrar.
 
La deuda se disparó, la flota dejó de crecer y por primera vez el pasivo en millas "pendientes de canje" superó el de boletos ya emitidos y no usados. Hay un banco de capital nacional que accedió a una inusitada cantidad de esas millas a precios muy promocionales. ¿Será legal?
 

 
De a poco, mientras se despereza de unas vacaciones que la mayoría eligió estirar lo más posible este año, el establishment empieza a preguntarse si hay alguna chance al menos remota de que el plan de Alberto Fernández funcione.
 
Los jefes de las cámaras patronales evitan la confrontación, sonríen para las fotos y hasta en ciertos casos abrigan esperanzas genuinas, pero saben que sus representados no solo votaron masivamente por Mauricio Macri en octubre sino que además, en general, piensan lo mismo que él: que la severa crisis que azota al país no es su responsabilidad y que empeorará antes que mejorar.
 
Lo mostraron nítidamente las primeras mediciones de confianza en el gobierno y de imagen del Presidente, como las que hacen las universidades Di Tella y San Andrés. Todas repuntaron sensiblemente frente al momento del desbande macrista, pero permanecen muy -hasta 20 puntos- por debajo del arranque de aquella gestión, cuatro años atrás. Y a medida que se sube en la pirámide social, esa percepción empeora sensiblemente.
 
Con 60 de los 100 días de gracia de todo mandatario ya trascurridos, el grueso del empresariado aguarda confirmar sus prejuicios pesimistas. En muchos casos vienen teñidos por un repudio ideológico que no coincide necesariamente con sus intereses sectoriales, pero no es la primera vez que pasa.
 
Lo expresó de modo franco el CEO de Fiat, Cristiano Rattazzi, acaso porque su condición de fiscal de mesa de Juntos por el Cambio le impide -como a Marcos Galperín- disimular. Al salir de la presentación de Martín Guzmán en el Congreso, dijo que no había escuchado nada que le indicara la existencia de un plan económico.
 
En el camino de regreso al Palacio de Hacienda, varios funcionarios se preguntaron por qué lo habría invitado Sergio Massa. "Invitamos a la UIA y la UIA mandó a los directivos que quiso", se excusaron cerca suyo.
 
 
Seducidos y abandonados
  
Un industrial miembro de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), entusiasta en aquellos albores macristas de 2016 pero tempranamente desencantado, le mandó un mensaje por whatsapp a Federico Sturzenegger.
 
Fue el 8 de diciembre, cuando Carlos Raymundo Roberts publicó en el diario La Nación una deliciosa crónica del despoder donde casi todos los ministros salientes se permitieron ventilar sus recelos y rencores mutuos. La nota se titulaba El gabinete de Macri, surcado por errores, estrés, angustias y una solidaridad que no alcanzó y daba cuenta de la depresión de muchos exfuncionarios como el primer jefe del Central que tuvo Cambiemos.
 
"De haber escuchado lo que te dije hace cuatro años, podrías caminar erguido por la calle y los cientos de empleados que tuve que echar todavía tendrían sus trabajos", le espetó el empresario a Sturzenegger. El ex banquero central se defendió, aunque sin reivindicar a su antiguo jefe. Citó variables que a su juicio estaban bien hasta fines de 2017, se diferenció del rumbo económico de los últimos dos años y terminó por excusarse. "Después del 28-D perdí margen de acción", tipeó.
 
El autor del reproche cree que la renegociación de la deuda terminará bien y que Martín Guzmán exagera las penurias que atraviesa el país para obtener de los acreedores una quita mayor.
 
Sus clientes le transmiten que la demanda empezó a reactivarse, al punto tal que encargó máquinas nuevas que demoran en llegar de China por el brote de coronavirus. Es parecido a lo que les ocurre a las fábricas que producen electrodomésticos en Tierra del Fuego. Una de ellas incrementó el ritmo de sus cadenas de ensamblado por los pedidos de las cadenas comerciales que quieren tener más artefactos exhibidos cuando se recupere algo el poder adquistivo de los salarios.
 
Por ahora, en los contados casos donde la economía real reacciona se apoya solamente en esas tímidas expectativas de repunte. Como las de una multinacional alimentaria que el año pasado debió pedirle a su casa matriz europea que le inyecte más de 100 millones de euros para cubrir sus pérdidas, el equivalente a las ganancias que había girado en los tres años previos.
 
¿La razón? Otra vez, el desplome de la demanda. El consumo de yogur, uno de sus productos, bajó de 13 a 7 kilos por año por habitante promedio durante la gestión de Macri. En 2020, la matriz se conforma con dejar de perder dinero.
 
 
Las negras también juegan
  
En la Rosada parecen conformarse con el escenario que siempre le quedó más cómodo al peronismo: que la disputa se desarrolle al interior del Gobierno. La estatización del conflicto, incluso aunque parte de ese conflicto transcurra en palacio y otra parte en las calles, no le resulta problemática a Fernández. Ni siquiera si su vice sale al cruce del vocero del Fondo Monetario por Twitter mientras él procura un acercamiento y con una misión del FMI recién llegada a Buenos Aires.
 
Una a favor del Frente de Todos es que la oposición no parece encolumnada detrás una única candidatura o proyecto alternativo. El lujoso autoexilio part-time que Macri se agenció en Suiza gracias a sus vínculos con Gianni Infantino despejó el terreno para que en el PRO empiecen a disputarse sordamente su herencia dos campamentos: el de Patricia Bullrich y el de Horacio Rodríguez Larreta.
 
Los larretistas perciben su propia proyección nacional atada a la suerte de Fernández. Si el Gobierno encamina la situación, especulan, 2023 exigirá un liderazgo opositor moderado, razonable, crítico pero no incendiario. Si la economía se desmadra, en cambio, entrevén más aire para una "bolsonarización" de la derecha criolla. Es a lo que apuesta el propio Macri, creen cerca de María Eugenia Vidal, quien jamás se llevó bien con Bullrich y quien no descarta volver a la política después de un 2020 entre el descanso y el planeta ONG.
 
Lo que impacienta al kirchnerismo, en ese contexto, es lo mismo que le habían empezado a reprochar al Presidente algunos de sus incondicionales antes de la decisión de Guzmán reperfilar el AF20. Si el pesimismo de los empresarios es un problema para la recuperación de la economía real, el exagerado optimismo de los acreedores era un obstáculo para la quita que aspira a lograr el Ejecutivo.
 
Ahora, sablazo y caída de las cotizaciones mediante y después de los escarceos entre Cristina y el Fondo, el clima se tensó. ¿Alcanzará?
 
Al pesimismo, en todo caso, puede combatírselo con hechos o con expectativas. Si lo primero resulta todavía esquivo, bien vale apelar a lo segundo. Tal vez por eso Fernández se tomó el tiempo de responderle personalmente a una tuitera que ayer le reclamó un saludo por su cumpleaños. Se presentaba como "ministra de Optimismo". "Seguí administrando optimismo qué hay muchos que riegan al pesimismo", la arengó el mandatario.
 
Por Alejandro Bercovich
 
Fuente: BAE Negocios
 

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19-12-2025 / 10:12
La central obrera, acompañada de otras centrales sindicales, organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos, gritaron el rechazo a la reforma laboral y avisaron que comenzó un plan de lucha. Una masiva movilización desbordó la Plaza de Mayo, y muchas otras plazas de todo el país, en el primer paso del plan de lucha de la CGT y otras centrales sindicales contra la "reforma laboral" esclavista. Desde el escenario, los dirigentes de la CGT marcaron que irán escalando hasta un paro nacional.  El Gobierno tomó nota de la creciente resistencia y, cagado en las patas, pateó su tratamiento hasta febrero.
 
"Ojo con lo que hacen, porque el pueblo y la patria se defienden", advirtió, en el acto, primero Octavio Argüello. Luego llegó el turno de Cristian Jerónimo: "El proyecto está escrito y redactado maliciosamente a favor de las grandes corporaciones y de las grandes empresas de la Argentina", afirmó. El último en hablar fue Jorge Sola: "Este es el primer paso, sigan sin escucharnos, terminaremos en un paro nacional en todo el país", aseguró.
 
Las frases retumbaban en Plaza de Mayo. Los triunviros de la CGT hablaban en el escenario -que le daba la espalda a la Casa Rosada- acompañados por todo el universo sindical y referentes del peronismo, la izquierda, organismos de derechos humanos y organizaciones sociales. No eran pocos, como especulaba y afirmaba el oficialismo, era una multitud.
 
Los bombos, platillos y bronces marcaban el ritmo de los discursos sin saber, al menos en ese instante, que el gobierno reculaba y desactivaba el tratamiento exprés de la dañina reforma laboral. Todo quedaba para febrero porque habían confirmado que el proyecto sumaba más detractores que aplaudidores. Y se asustaron con la movilización masiva.
 
Al menos por ahora, los derechos de los trabajadores y trabajadoras, quedaron a salvo. No es poco para estos tiempos de crueldad que corren. Una señal clara de debilidad. La decisión es el resultado de las limitaciones de una administración acostumbrada a gobernar por DNU y que choca contra la realidad parlamentaria cuando intenta avanzar sobre derechos laborales consolidados.
 
El apuro por aprobar modificaciones estructurales sin diálogo ni consenso encontró un freno en un Congreso que todavía funciona. El mensaje de la oposición fue contundente: no habrá cheque en blanco para desmantelar conquistas sociales mientras se niegan recursos a discapacitados y universidades. La ratificación de estas leyes pese al veto presidencial marca un límite que la Casa Rosada no puede ignorar.
 
Patricia Bullrich reculó en chancletas y ya anunció que habrá nuevas extraordinarias del 2 al 27 de febrero para insistir con las reformas que exigen el FMI y los empresarios. Sin embargo, las fechas elegidas confirman lo que todos intuyen: el Gobierno deberá prometer el Presupuesto como condición para obtener votos opositores.
 
La estrategia de avanzar sin negociar nada tiene precio. Lo que pretendía ser un trámite exprés se convirtió en un recordatorio de que gobernar requiere construir mayorías, no imposiciones. Mientras Milei insiste con su agenda autoritaria de ajuste brutal, lo que ocurrió en las calles y el Congreso demuestra que aún queda capacidad de resistencia popular dispuestas a defender derechos básicos. La reforma laboral esperará, pero las dudas sobre la capacidad del Loco Mlei para aprobar sus iniciativas anarco capitalista, y gobernar a favor de los ricos, crecen. El gobierno de la oligarquía no se puede llevar todo por delante.
 
La Opinión Popular
 

18-12-2025 / 08:12
Tras conseguir la media sanción de un presupuesto 2026 que multiplica el ajuste, solo favorece a los más ricos y carga los costos sobre los desprotegidos, el Gobierno de Javier "el Loco" Milei sufrió un duro golpe con el rechazo al capítulo que derogaba el Financiamiento Universitario y la Emergencia en Discapacidad. También quedaron fuera la restricción de la ley de zona fría y la desindexación de la AUH.
 
El Gobierno consiguió la aprobación en general el Presupuesto 2026, pero sufrió una derrota clave: la oposición logró voltear completo el capítulo 11, donde se concentraba la derogación del financiamiento universitario y de la emergencia en discapacidad, dos leyes que el oficialismo insiste con incumplir. Tras una sesión que comenzó a las dos de la tarde y se extendió hasta la madrugada, Lule Menem y Diego Santilli ofrecieron concesiones de todo tipo a gobernadores y bloques aliados para blindar el capítulo entero.
 
Sin embargo, al momento de la votación sólo reunieron 117 votos afirmativos, mientras que la oposición alcanzó 123 rechazos y sumó además dos abstenciones. Es la tercera vez en un semestre que el Gobierno pierde frente al financiamiento universitario y la emergencia en discapacidad, si se cuentan la sanción original de las leyes, la insistencia parlamentaria tras el veto presidencial y ahora el intento de derogación vía presupuesto. También se rechazaron la eliminación de las actualizaciones automáticas de la Asignación Universal por Hijo y demás asignaciones familiares.
 
Envalentonado por el triunfo electoral de octubre, el oficialismo buscó acelerar la motosierra y eliminar dos normas que el Congreso sancionó, el Ejecutivo vetó y ambas Cámaras ratificaron con mayoría agravada, más de los dos tercios de los presentes. A pesar de las arduas negociaciones, el reparto de ATN y las promesas de la Casa Rosada a los gobernadores aliados, la catamarqueña Fernanda Avila, se les dio vuelta y voto en contra el capítulo 11, al igual que los tres tucumanos del bloque Independencia y los tres salteños de Innovación Federal.
 
Para destrabar el trámite, el oficialismo había intentado a último momento una maniobra más: incorporó la adecuación de la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires y un refuerzo de 21.000 millones de pesos para el Poder Judicial, bajo la administración del Consejo de la Magistratura. El objetivo fue evitar el naufragio del capítulo completo. "Le ponen un condicionamiento al Poder Judicial para que ni se le ocurra judicializar el capítulo XI porque se les cae el financiamiento. Son unos chantas y eso es lo que están haciendo ahora", denunció el jefe del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez.
 
A la hora de votar, resultaron decisivas las abstenciones de los radicales Cipolini y Schneider. Desde sus redes, la diputada Cecilia Moreu celebró la victoria de la oposición. "Quisieron jugar sucio y les salió mal. Pese a las múltiples maniobras extorsivas con las que el oficialismo y los sectores cómplices intentaron blindar la derogación de las leyes de Emergencia en Discapacidad y Financiamiento Universitario, logramos sostenerlas. Basta de dilaciones, son leyes votadas y ratificadas por el Congreso Nacional. Vamos a seguir dando la pelea para que entren en vigencia y se apliquen como corresponde", escribió en X.
 
Durante el debate varios diputados habían advertido que judicializarían la norma, de aprobarse. Los diputados Maximiliano Ferraro y Eduardo Valdés, fueron los encargados de advertir que el intento del oficialismo vulneraba el artículo 20 de la Ley 24.156 de Administración Financiera que en relación al presupuesto establece que "no podrá contener disposiciones de carácter permanente, ni reformar o derogar leyes vigentes".
 
La Opinión Popular
 

17-12-2025 / 09:12
A días de cumplir su segundo año de gestión, el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei busca aprobar su primer presupuesto sin frenar en las curvas. Tras conseguir dictamen de mayoría con ayuda de gobernadores aliados, este miércoles se trata la "Ley de Leyes" en Diputados. Envalentonada, Patricia Bullrich buscará incluirlo también en la sesión del viernes 26, en la que se debatirá la reforma laboral en el Senado. Para sorpresa de la oposición, el dictamen deroga el Financiamiento Universitario y la Emergencia en discapacidad. Ambas iniciativas fueron sancionadas por el Congreso, vetadas por el Gobierno e insistidas en ambas cámaras. El nuevo proyecto deroga el ajuste automático de las asignaciones familiares y la Asignación Universal por Hijo y le da discrecionalidad al gobierno.
 
En un súper miércoles, la Casa Rosada intentará disciplinar al Congreso con la ley de "Disciplina Fiscal", que penaliza a quienes atenten contra el excel libertario y buscará avanzar con la aprobación de un blanqueo blue rebautizado "inocencia fiscal". La CGT llamó a movilizar contra el desfinanciamiento de la educación, la ciencia y la tecnología.
 
Al Gobierno le quedan menos de diez días hábiles para cumplir los deberes que le fijaron Donald Trump y el FMI: tener un presupuesto y sancionar una reforma laboral. Ayer, la Comisión de Presupuesto y Hacienda que preside Bertie Benegas Lynch dejó listo el dictamen que el oficialismo buscará aprobar este miércoles. Los apoyos para reunir las 28 firmas -sobre un total de 46- llegaron de la mano de sus aliados del PRO, la UCR y el MID, y de los gobernadores de Catamarca, Tucumán, San Juan, Mendoza y Misiones.
 
De esas 28 firmas, seis fueron en disidencia, lo que obliga al Gobierno a continuar las negociaciones si no quiere correr una suerte similar a la que atravesó durante el tratamiento de la Ley Bases, que perdió buena parte de su articulado en el camino.
 
Para asegurarse los respaldos, la administración de Milei abrió la billetera. En los últimos días, los gobernadores colaboracionistas recibieron Aportes del Tesoro Nacional. El misionero Hugo Passalacqua recibió 12 mil millones de pesos; el chaqueño Leandro Zdero, 11 mil millones; y el tucumano Osvaldo Jaldo, 20 mil millones. Esta última fue la cifra más generosa que el Gobierno envió a una provincia en todo 2025.
 
Además, el lunes por la noche la Casa Rosada envió al Congreso la reforma de la Ley de Glaciares. La iniciativa habilita a las provincias a avanzar con proyectos mineros sobre reservas estratégicas de agua. De aprobarse, Catamarca, Mendoza y San Juan quedarían entre las principales beneficiadas para hacer negocios con las multinacionales yanquis que miran de reojo.
 
Si bien existe consenso entre la mayoría de los bloques en que el Gobierno no puede seguir administrando el Estado sin un presupuesto, el proyecto no contempla partidas para recomponer los ingresos de los jubilados, no prevé mecanismos para reactivar la obra pública ni incluye un solo artículo orientado a impulsar la actividad económica.
 
Todo el andamiaje se reduce a blindar el equilibrio fiscal, que Milei alcanzó a fuerza de recortar en todas las áreas sensibles del Estado, a excepción del pago de los intereses de la deuda. Además, las metas que fija parecen a simple vista difíciles de cumplir. El proyecto prevé un crecimiento de la economía del 5 por ciento del PBI, una inflación anual del 10,1 por ciento y proyecta un dólar a 1423 pesos para diciembre de 2026. Esto último está por debajo del precio actual.
 

16-12-2025 / 10:12
Las reformas que impulsa el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei, en especial la laboral, buscan sin disimulo convertir a nuestro país en una economía colonial de enclave, productor de materias primas, sin industria y en donde sobre más de la mitad de los argentinos. En el país cierra una empresa por hora y 400 trabajadores por día se quedan sin empleo. El cálculo surge de tomar en cuenta que "el Peluca" y su motosierra destruyeron 19.114 firmas dejando en la calle a algo más que 264 mil asalariados registrados en sus dos primeros años de gobierno.
 
Para Argentina es un cambio dramático, pues es uno de los países en donde la legislación laboral del siglo XX más avanzó en el sentido de proteger a los trabajadores. Por esa razón, por ese "mal ejemplo" para la región latinoamericana, el objetivo del FMI de retroceder más de un siglo en las condiciones bajo las cuales se desenvuelve el mundo laboral, haya sido tomado con tanta energía por los últimos gobiernos de derecha y mucho más ahora bajo el modelo reaccionario extremo que impulsan los desquiciados Milei, Sturzenegger, Caputo y cía.
 
Todos y cada uno de los puntos del extenso proyecto que acaba de aterrizar en el Congreso es un muestrario de la ideología conservadora y retrógrada que alienta a este gobierno como fiel representante de la elite económico-financiera también conocida como "círculo rojo". A tal extremo esto es así que el gobierno ni se molestó en desmentir lo que hace un tiempo se conoció: los autores materiales de este engendro son los estudios de abogados que prestan sus servicios a las corporaciones más poderosas, los llamados "dueños de la Argentina". Es el gobierno para los ricos.
 
El sueño húmedo de esta minoría enferma de codicia es voltear, una por una, todas las protecciones legales que tienen los trabajadores argentinos, aunque también debe decirse que buena parte de ellas ya fueron demolidas de hecho por el propio accionar de un mercado laboral que, con independencia de los gobiernos que se sucedieron desde el estallido social y la gran crisis económica de 2001, dejaron a casi la mitad de los asalariados desempeñándose "en negro", al margen de la formalidad.
 
Lo que veremos en las próximas horas en el Congreso les dejará en claro a los argentinos quiénes son los senadores y diputados dignos de ser llamados oposición y quiénes se someterán ante las ofertas de dinero que ya está circulando por oscuras vías. Gobernadores dialoguistas también estarán en el "toma y daca" que este gobierno puso en marcha sin que la gran prensa porteña, convertida en vocera oficial de la Casa Rosada, hable como lo hacía habitualmente de "látigo y billetera" con otros gobiernos que nunca llegaron a extremos de manipulación de los recursos fiscales como el actual.
 
El triunfo electoral de octubre de Milei es el combustible que aceleró la decisión de avanzar con este proyecto y con otros que también buscan reconfigurar en profundidad el diseño social, económico e institucional de la Argentina. La llamada ley de tierras, de glaciares, la reforma educativa, la tributaria, etc. conforman una ofensiva de los sectores concentrados de la economía contra el conjunto social. Convertir a este país en una economía colonial, sin industria, sin ciencia, sin educación de calidad, sin protección social ni laboral para las mayorías populares es una meta que está en las mentes de los libertarios. La política de tierra arrasada que se proponen les resulta indiferente, pues la ambición de poder -político y económico- está por encima de todo.
 
La CGT convocó a una movilización a la Plaza de Mayo para el jueves a la que adhirieron las dos CTA, ATE y otros gremios, el peronismo, organizaciones sociales y partidos políticos de izquierda.  Para aterrorizar, la especialidad del mileísmo, aplicarán el protocolo antipiquetes. Si la movilización es masiva, cuesta creer que la amenaza de represión violenta se cumpla. Crispar el clima social en vísperas de fin de año, en nuestro país, nunca tuvo buenos resultados para los gobiernos.
 
La Opinión Popular
 

14-12-2025 / 09:12
Bajo el mote de reforma laboral se esconde la decisión de Javier "el Loco" Milei que pretende consagrar institucionalmente, en 2026, los objetivos que en 1976 se planteara la dictadura militar genocida. Los cambios en el proceso de acumulación en el marco del genocidio, el endeudamiento, la valorización financiera y la fuga de capitales, la desindustrialización, el modo de incorporación del cambio tecnológico y la llegada del capitalismo de plataformas, produjo una sustancial alteración de la relación capital-trabajo, obviamente en desmedro del conjunto de los trabajadores.
 
En ese marco de brutal regresividad en las condiciones materiales de vida de quienes trabajan, se sucedieron en las distintas administraciones conservadoras cambios normativos, todos con la misma dirección. 1. Abaratar el precio del trabajo. 2. Facilitar el despido. 3. Debilitar los convenios colectivos. 4. Limitar y destruir la organización sindical.
 
Estas orientaciones fueron parte de los cambios normativos que impulsó la dictadura militar, de las leyes que llevaron adelante Cavallo, Menem y De la Rúa, del frustrado intento de Macri y también del proyecto de Milei. Proyecto este cuya profundidad en términos de alteración de la Ley de Contrato de Trabajo solo es equiparable a lo planteado hace 50 años por la dictadura militar.
 
Además, se lleva a cabo la directa eliminación de los costos del despido a partir de la creación de un Fondo de Asistencia Laboral que se financiará con tres puntos de las actuales contribuciones patronales. A la vez, se les reduce en un punto adicional los aportes a los empresarios en relación a las obras sociales que dejarían de percibir un punto de los que están recibiendo en la actualidad.
 
En síntesis, cuatro puntos de los aportes patronales dejan de financiar las jubilaciones y la salud de los trabajadores, con el objeto de eliminar los costos del despido y reducir los costos laborales. Situación ésta que implica una redistribución de ingresos desde los trabajadores al capital, cercana a los 3000 millones de dólares.
 
Las experiencias internacionales y la propia experiencia nacional indican que estas propuestas solo profundizan la desocupación, la informalidad y la pobreza. Es más, aspectos laborales de esta naturaleza son los que contenía la Ley Bases y que ya tuvieron dos años de aplicación en el curso del gobierno de Milei. Años que lejos de promover el empleo registrado, coexisten con la destrucción de 222 mil puestos de trabajo formales registrados de los cuales 139 mil son del propio sector privado, al tiempo que el monotributo y los asalariados no registrados constituyen las formas de inserción laboral de mayor importancia en los últimos dos años.
 
Por si esto fuera poco, los modelos que pregonan los funcionarios libertarios como objetivos a alcanzar por la Argentina, no hacen más que negar con la evidencia lo que el propio gobierno pregona para justificar lo que propone. Poner como ejemplo a seguir países como Paraguay o Perú, que prácticamente carecen de legislación laboral, resulta inentendible. Estos dos países exhiben, aún sin legislación laboral, niveles de informalidad superiores a los que hoy exhibe la Argentina.
 
Para frenar esta ofensiva hay que convocar a la sociedad a discutir la necesidad de relaciones laborales diferentes para un país distinto al que construye Milei. Para eso necesitamos relaciones laborales que se edifiquen en base a la redistribución del ingreso, la revalorización del trabajo y la necesidad de expandir derechos para todos aquellos que trabajan independientemente del tipo de inserción laboral que tengan.
 
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