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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Sociedad e Interés General - 03-02-2020 / 07:02
EFEMÉRIDES HISTÓRICAS. 03 DE FEBRERO DE 1813: LA VOZ DEL GRAN JEFE A LA CARGA ORDENÓ

Batalla de San Lorenzo, decisiva para liberar el Río de la Plata y sus afluentes del dominio colonial enemigo

Batalla de San Lorenzo, decisiva para liberar el Río de la Plata y sus afluentes del dominio colonial enemigo
El Combate de San Lorenzo tuvo lugar el 3 de febrero de 1813, junto al Convento de San Carlos Borromeo en la localidad de San Lorenzo de la provincia de Santa Fe, entre las fuerzas revolucionarias independentistas rioplatenses y las colonialistas españolas. Se dice que fue un enfrentamiento muy breve duró menos de media hora, y comenzó al amanecer.
El Combate de San Lorenzo tuvo lugar el 03 de febrero de 1813, junto al Convento de San Carlos Borromeo en la localidad de San Lorenzo de la provincia de Santa Fe, entre las fuerzas revolucionarias independentistas rioplatenses y las colonialistas españolas. Se dice que fue un enfrentamiento muy breve duró menos de media hora, y comenzó al amanecer.
 
Entre la variada la tropas patriota, cayeron en el campo de batalla 16 hombres, entre argentinos, chilenos, españoles y uruguayos; 22 fueron heridos. Y de los 250 realistas combatientes murieron alrededor de 40 hombres y 14 terminaron heridos.
 
Los macizos claustros de San Carlos, el antiguo convento de franciscanos que descansa en una planicie inmediata a las empinadas barrancas del Paraná, fueron mudos testigos de la gloriosa jornada.
 
Gloriosa porque el Coronel José de San Martín va a batirse por primera vez en su tierra natal con su flamante Regimiento de Granaderos a Caballo en una batalla decidida a liberar el Río de la Plata y sus afluentes del dominio enemigo, los marinos de Montevideo, que hostilizaban el litoral argentino, y llevar la paz a los pobladores de las orillas, quienes habían sufrido en sus bienes y en sus familias el asalto de las tropas de desembarco españolas que colmaban, así, las necesidades de su escuadra bloqueadora.
 
Los Granaderos, en éste su bautismo de fuego, demostraron disciplina, honor y táctica, y su jefe y creador sus grandes dotes de organizador, instructor y educador de un escuadrón de caballería. Fue una batalla que devolvería, también, los bayonetazos descargados sobre el corazón del suplicante presbítero Miguel Escudero, vilmente asesinado seis meses atrás por los realistas.
 
Todo lo realizado por el flamante Coronel San Martín desde la llegada a su patria, en 1812, hasta San Lorenzo fue en un ambiente reducido pero en un claro anuncio de cuanto realizaría, después, en grande, en el inmenso ámbito de medio continente sudamericano, con su grandiosa cruzada libertadora.
 
La Opinión Popular



Las primeras luces del alba de aquel 03 de febrero, lo encontraron en el campanario del convento.
 
Al toque de "a degüello" saltaron las dos columnas de caballería. Sumaban 120 hombres "bien uniformados" que, sable en mano, irrumpieron creando estupor y desconcierto en las tropas enemigas.
 
Las primeras órdenes partieron de las columnas realistas, confusamente mezcladas por la desesperación de quienes las emitían con apuro y alarma. Para los españoles era impensable, hasta ese momento, la presencia de una fuerza tan organizada y con hombres perfectamente disciplinados.
 
A pesar de un desconcierto total por la rapidez, el ruido y el empuje, los españoles hallaron tiempo para preparar sus fusiles, disparar cañones y enarbolar, todo lo alto que permitían los brazos del abanderado, el estandarte del Rey.
 
San Martín encabezó un cuarto de cuadra de animales, hombres y sables que avanzaron "rompiendo la tierra con un solo golpe de manos, con un solo golpe de patas de caballos que corrían como si hubieran sido preparados para ese día, y sólo para esa acción".
 
 La victoria se consumó en menos de un cuarto de hora. Pocos minutos bastaron,  una bala de cañón impactó en el caballo de San Martín , que cayó muerto y aplastó con la pierna derecha al jefe.
 
Un soldado español se dispuso a atravesarlo con la bayoneta cuando fue muerto por la lanza de Baigorria, uno de sus granaderos.
 
San Martín habría sucumbido en ese trance pues seguía aprisionado bajo el cuerpo del animal si otro de sus soldados no hubiese venido en su auxilio.
 
Ese soldado, Juan Bautista Cabral, logró desembarazar a su jefe del caballo y recibió, en aquel acto, dos heridas mortales de un español sobre quien, de inmediato, cayeron sables y hundieron lanzas.

 Batalla de San Lorenzo, decisiva para liberar el Río de la Plata y sus afluentes del dominio colonial enemigo 

Los españoles, desconcertados y deshechos por el doble ataque, abandonaron en el campo su artillería, sus muertos y sus heridos, y se retiraron haciendo resistencia sobre el borde de la barranca.
 
San Martín ordenó recoger  tanto a patriotas  como a españoles y curar a los heridos. El, también, está herido, en el rostro, la pierna llena de magullones y un brazo inmovilizado. Pero es el vencedor.
 
La sangre del cuello de su uniforme es suya; los manchones de los hombros y de la espalda pertenecen al granadero Cabral.
 
A la sombra del pino que lo protege del fuerte sol del mediodía, el
Coronel de Granaderos puede ver "el botín de guerra"; 41 fusiles en buenas
condiciones y un montón más rotos o inutilizados, 1 cañón, 192 piedras de
chispa, 8 espadas, 8 bayonetas, 8 pistolas.
 
El parte del combate ha sido redactado y su escribiente, el teniente
Necochea, tendrá el honor y la responsabilidad de llevarlo a Buenos Aires, a galope tendido, ese mismo día.
 
El 5 de febrero, a la una y media de la tarde, la gran ciudad se conmovió por las descargas de la batería de la Fortaleza y el repique de las campanas. Necochea había arribado al mediodía y se celebraba la hazaña cumplida al servicio de la Patria.
 
Poco después, San Martín llegó a Buenos Aires y ordenó a Zapiola confeccionar la lista de los valientes caídos en San Lorenzo, pues entendía que "por esas cosas de los aturdimientos políticos de los gobiernos", la posteridad los olvidaría.
 
Pero "él y todos los hombres que vistieran el uniforme de la patria se impondrían, como regla de honor, recordar a esos héroes".
 
"Para San Martín, San Lorenzo ya era de esos queridos muertos que jamás olvidaría y pensaba que gracias a ellos la independencia podría comenzar a ensayar su primera sonrisa".
 
Asociación Cultural Sanmartiniana Filial Concordia
 
Por la Prof. Lilian Monetta de Micucci
Pte. A.C.S.
 
Bibliografía:
Otero, José Pacífico. "Historia del Libertador Don José de San Martín".V.V.III- Círculo Militar 1978
Pérez Pardella, Agustín."El Libertador Cabalga"- Centro Cultural Gral. San
Martín- Buenos Aires 1995

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17-10-2025 / 18:10
17-10-2025 / 18:10
17-10-2025 / 09:10
El coronel Juan Perón estaba preso. Nada se oponía a la restauración oligárquica y al retorno a la fraudulenta y corrupta Década Infame, interrumpida por la irrupción de la Revolución de Junio de 1943. Pero en ese momento la clase obrera se movilizó y desde ese instante se convertiría en un actor determinante del proceso político nacional.
 
Nadie la conocía aun. Carecía de antecedentes. Venía de abajo, del subsuelo de la Patria, y su marcha fue irresistible. Si había demorado en aparecer, lo cierto es que nadie pudo, desde entonces, olvidarlo jamás.
 
En la madrugada del 17 de octubre de 1945 comenzó una movilización de la clase trabajadora en los barrios populares del oeste de Capital Federal así como de las zonas industriales de sus alrededores.
 
Los obreros no ingresaban a trabajar en las fábricas y talleres e iban recorriendo los establecimientos vecinos, incitando a abandonarlos a quienes se encontraban en ellos, para luego marchar coreando consignas en favor de Juan Perón, por las calles principales hacia el centro de la Capital Federal.
 
Aquel 17 de octubre los trabajadores dejaron sus herramientas, apagaron las máquinas de sus talleres y fabricas, se subieron al tranvía o al ómnibus y se fueron a la Plaza de Mayo. Estaban dispuestos a dar la vida por Perón. Un nuevo ciclo histórico se iniciaba en la Argentina.
 
El 17 de octubre de 1945 marcó un antes y un después en la historia de nuestro país: más de un millón de trabajadores, coparon la Plaza de Mayo para exigir la liberación del que ya entonces consideraban su líder: el coronel Perón, quien desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, había instrumentado numerosas medidas que favorecieron a los obreros, sentando las bases de la movilidad social ascendente y permitiéndoles integrarse a un país que, hasta entonces, no los reconocía.
 
Setenta y ocho años después, recordamos aquella expresión de lealtad mutua: de los trabajadores hacia su líder, pero también de Perón hacia ellos, al visibilizarlos y, una vez en el poder, haber seguido defendiendo sus derechos. Sin arriar nunca las banderas del trabajo, la dignidad y la justicia social.

 
Escribe Blas García  

17-10-2025 / 09:10
El 17 de Octubre de 1945, Juan Perón fue rescatado de la cárcel por la masiva movilización de la clase trabajadora, exponiendo así la falencia del anciano régimen oligárquico antinacional -rapaz y parasitario- y la caducidad de los viejos partidos políticos seudo democráticos, sobrepasados por el proletariado, que de ahora en más, podía obtener reivindicaciones que ya no se pedían, se reclamaban, porque ya no se confiaba en la buena voluntad de los sectores dominantes sino en la propia fuerza de los trabajadores.

Ese día resurge la Argentina profunda, el subsuelo de la Patria sublevado, y reaparece para continuar escribiendo la historia de las masas populares, una secuencia que va desde las lanzas primero -con las montoneras federales del interior-, el voto después -con el radicalismo yrigoyenista- y por último los sindicatos obreros -con el peronismo-. Tres momentos en los que el Pueblo lucha para realizarse con el federalismo, la soberanía política y la democracia social.

Como consecuencia de la actuación revolucionaria de las masas populares el 17 de octubre de 1945, el justicialismo llega al poder y produce transformaciones en todos los ámbitos de la realidad del país. La Revolución Nacional, de Eva y Juan Perón, rompió con el modelo semicolonial dependiente, logrando la independencia económica, la justicia social y permitiendo importantes conquistas a los sectores populares. Una Nueva Argentina con el Pueblo de protagonista.

La terrible reacción gorila de la vieja Argentina oligárquica y autoritaria, en el golpe de septiembre de 1955, dan la medida de la trascendencia revolucionaria del peronismo. Cómo los movimientos nacionales antecesores: el federalismo de Rosas y el radicalismo de Yrigoyen; solo se alcanzaron conquistas transitorias y fueron derrotados por la estructura de la injusticia y la dependencia. Revolución y contrarrevolución.

A partir de 1955, la exclusión política del peronismo produjo un proceso de Resistencia que ampliaría su perfil. Aglutinó, representó y canalizó a todas las rebeldías y críticas contra el sistema económico, social y político, crecientemente ineficaz y en el cual era el único actor apartado. En esta lucha, el peronismo constituyó el agrupamiento de las fuerzas populares y proletarias, mientras que el régimen militar se identificaba con los intereses de la oligarquía, la burguesía entreguista y los partidos liberales.

Todos estos esfuerzos son partes de un mismo combate, en la que todavía no se han alcanzado triunfos definitivos. Corsi e ricorsi, la Patria aparece como un proyecto inacabado que debemos realizarlo plenamente hoy cuando el capitalismo globalizado pretende desembarazarse de las limitaciones que, a lo largo del siglo XX, le impusieran los Estados Nacionales y los movimientos sociales encabezados por la clase trabajadora, para aplicar sus políticas neoliberales de injusticia social.

Las medidas económicas impulsadas por Javier Milei y Luis Caputo están inspiradas en el más crudo neoliberalismo, que fue iniciado durante la Revolución Fusiladora, continuadas por la dictadura de Jorge Rafael Videla y por los votos en los gobiernos de Carlos MenemFernando de la Rua, Mauricio Macri y Javier Milei. Este tipo de recetas conservadoras y reaccionarias, que aumentan la injusticia quitando derechos sociales y agrandan la dependencia con el fuerte endeudamiento, siempre fracasaron, provocando resistencias populares y revueltas sociales. 


Por eso, como integrantes del Movimiento Nacional y Popular que cambió la historia política argentina, volvemos a levantar, como en 1945, el cuestionamiento del sistema neoliberal económico y social injusto y la necesidad de dar la pelea para cambiarlo. Con el peronismo, seremos una Nación independiente, y si nos sacamos la dependencia del capital financiero y del FMI volveremos al desarrollo económico. Caso contrario, podría retornar el neoliberalismo apátrida y seguiremos hundiéndonos aun más en la pobreza y la dependencia. 
La cuestión sigue siendo la misma, patria o colonia. El legado de la lucha continúa, hoy contra una de las formas mas crueles, brutales y salvajes de capitalismo, la de Javier Milei.


 
Gustavo Rearte, fundador y líder de la JP, héroe de la Resistencia Peronista 
 Escribe: Blas García 

 

15-10-2025 / 19:10
Juan Perón había surgido a la vida política dos años antes, desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, y había dignificado al obrero otorgando derechos vulnerados desde siempre. Unidos en el odio a Perón y defendiendo sus intereses, el frente oligárquico logra aislarlo, despojarlo de todos su cargos forzando su renuncia y recluirlo en la isla de Martín García. Parecía que una vez más en nuestra historia, los que más tenían, los que hacían las  leyes, los que vivían del trabajo ajeno, imponían su voluntad omnipotente.
 
Pero los trabajadores argentinos reaccionan y en la mañana del lunes 16 de octubre de 1945, los dirigentes de la CGT se entrevistan con presidente Edelmiro J. Farrell, al cual le trasmite su preocupación por la situación del coronel Perón, así como que algunos gremios han empezado a salir a la calle reclamando por su libertad. También le expresan la preocupación reinante en la clase trabajadora ante las versiones de los diarios acerca del nuevo gabinete que estaría integrado por hombres de la oligarquía y del conservadorismo.
 
Por su parte, la Unión Obrera Local- expresión sindical del Partido Comunista-sostiene que "desautoriza las versiones a favor de una huelga inminente lanzadas por un grupo afecto al gobierno desplazado y por elementos nazis que pretenden obstruir el camino de las elecciones libres".
 
A su vez, el Partido Socialista denuncia "la maniobra encaminada a confundir la opinión de los trabajadores y crear factores de perturbación y anarquía...tentativa de los dirigentes entregados a la dictadura implantada por el ex secretario de Trabajo y Previsión".
 
Los partidos de "izquierda" de la oligarquía, más que confundidos, no saben de donde sale esa "chusma" peroniana, como la denominan despectivamente, que nada tiene que ver con el modelo de obrero de sus libros y manuales, pulcro y atildado, con el que están acostumbrados a tratar.
 
A la tarde se conoce la decisión de la Central Obrera: por 16 votos contra 11, "la CGT, en defensa de las conquistas obtenidas y las por obtener y considerando que éstas se hallan en peligro ante la toma del poder por las fuerzas del capital y la oligarquía, declara un Paro General en todo el país por el término de 24 horas, que se hará efectivo el día jueves 18 de octubre, a partir de la cero hora".
 
Comienza así, el devenir histórico por el cual los trabajadores argentinos se introducen por primera vez y para siempre en la escena política nacional, para terminar con la semicolonia pastoril y construir una nación moderna e independiente, y lo hacen con un movimiento popular que tiene como eje al proletariado. En nuestro país nada volvería a ser igual.
 
Gustavo Rearte, fundador y líder de la JP, héroe de la Resistencia Peronista 
Escribe Blas García 

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