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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Nacionales - 06-01-2020 / 09:01
UN DEBATE QUE REAPARECE

¿El costo de la política o el costo del macrismo en la política?

¿El costo de la política o el costo del macrismo en la política?
Una vez más, como en 2001, a los argentinos y argentinas nos han puesto a hablar del “costo de la política”. Una vez más, cuando un modelo socioeconómico que benefició a unos pocos y empobreció a las mayorías deja tierra arrasada, los responsables nos ponen a auscultar los sueldos y gastos de nuestros funcionarios públicos.
Hoy volvemos a hablar del "costo de la política". Y salta a primera vista un contraste sorprendente con el año 2015 y los que siguieron. Cuando el ex presidente Mauricio Macri llenó el Estado y el gobierno de CEOs y funcionarios provenientes del sector privado, muchos de ellos ricos y (presuntamente) exitosos, muy pocas voces cuestionaron los jugosos salarios y las cómodas posiciones que se le reservaban.
 
¿Por qué? Porque esa nueva elite política, heterogénea pero en la que sobresalían, entre otros, directivos de grandes empresas privadas, herederos de cuantiosas fortunas y altos dirigentes de las corporaciones del gran empresariado, se legitimó en el poder mediante un conjunto de asimetrías, derivadas de las asimetrías sociales vinculadas con su pertenencia social, de las que no suelen gozar los políticos profesionales.
 
Una doble vara con la que el sentido común juzgó la legitimidad de origen y el ejercicio del poder de unos y de otros. Primero, la cuestión de la riqueza y el éxito como garantía de honestidad ¿Acaso no recordamos todos aquella cuestión de "no van a robar porque son ricos"?
 
El sentido común afirmaba que, por ser ricos y exitosos los funcionarios de Cambiemos eran (todos, necesariamente) honestos y eficientes, en contraste con los políticos profesionales, que eran (todos, necesariamente) corruptos e inoperantes. Ya que la situación socioeconómica privilegiada les permitía a los primeros hacer de la política una profesión secundaria, no necesitaban "vivir de la política", como sí los segundos.
 
Segundo, la cuestión de los privilegios naturales. Para que estos ricos y exitosos aceptaran gestionar el Estado y dirigir el gobierno les concedimos privilegios que les correspondían por el solo hecho de ser ricos y exitosos.
 
Pagarles sueldos exorbitantes, tolerarles gastos desproporcionados en el ejercicio de la función pública, convertir al Estado en "coto de caza" de sus propios intereses privados, mientras nos decían que los argentinos debíamos renunciar a nuestros "consumos irracionales" (salud, educación, vacaciones, etc.).
 
El sentido común nos decía que debíamos aplaudir despidos masivos e indiscriminados en el sector público, y tolerar que por la otra ventanilla se contratara a nuevos funcionarios con sueldos siderales. Porque, ¿cómo retenerlos si no en el Estado, donde "los necesitábamos"?
 
Tercero, esa paradójica cuestión de que a los funcionarios ricos y exitosos se les tolera enriquecerse descaradamente a costa del interés público, pero se los exime de ser exitosos en el manejo del gobierno y del Estado.
 
Porque a pesar de que abandonaron velozmente las oficinas públicas y los sillones de los despachos tras conducir el peor gobierno de la historia argentina, muy poco nos hemos preguntado, hasta hoy, sobre el "costo" (el tremendo costo) que su ocurrencia de "meterse en política" tuvo para nosotros y nuestro futuro.

 
Una vez más, como en 2001, a los argentinos y argentinas nos han puesto a hablar del "costo de la política". Una vez más, cuando un modelo socioeconómico que benefició a unos pocos y empobreció a las mayorías deja tierra arrasada, los responsables nos ponen a auscultar los sueldos y gastos de nuestros funcionarios públicos.
 
Sin dudas, uno de los éxitos culturales más claros de los poderosos: ponernos a todos a hablar de cualquier otra cosa, menos de su propia responsabilidad en el desastre colectivo. 
 
Cierto sentido común generalizado indica que el gobierno y el Estado en manos de políticos profesionales son necesariamente objeto de saqueo, y tan instalada está esa convicción que es casi imposible esgrimir argumentos racionales contra ella.
 
La mera existencia de hombres y mujeres que, además de tener vocación para ello, pretendan "vivir de la política", esto es, obtener una retribución económica a cambio de su trabajo político, es visto como algo sospechoso, cuando no un síntoma de una moral cuestionable.
 
Y entonces es necesario repetir: hacer política es un trabajo, y para que ese trabajo esté bien hecho, preferentemente debe estar bien pago; ¿no es lo que repetimos constantemente cuando se trata de nuestras propias ocupaciones?
 
Que hoy volvamos a hablar del "costo de la política" es un triunfo de ese mismo sentido común, que también en 2001 encubrió a los responsables del desastre, cuando la poderosísima comunidad de negocios forjada al calor del modelo de Convertibilidad logró convencer a la mayoría de los argentinos que era mejor "que se vayan todos". Afortunadamente aquellos políticos profesionales no se fueron. 
 
Hoy una vez más, la política (y los políticos) aparecen como la única alternativa posible al abismo. Para ellos es, otra vez, el momento de mostrar que están a la altura de lo que la sociedad espera de su desempeño, de lograr resultados más allá de las palabras. Sería deseable aceptar, entonces, la importancia de la profesionalización de la política: que el gobierno sea responsabilidad de personas que se especializan en eso y no la "probation" de ricos y exitosos que se dedican a "devolverle a la sociedad" algo de lo mucho que le sacaron.
 
Mientras Vidal disfruta de una escapadita a París con novio nuevo, Carrió hace sesiones de fotos en su panadería favorita de Recoleta o Macri viaja a Medio Oriente a ver un partido de fútbol, hablemos de costos: pero de los costos devastadores que nos dejó su gobierno. Hablemos del costo de las políticas públicas de ellos. Aprender de esos costos nos puede ayudar a construir un país diferente, y una política diferente para ese país.
 
Por Paula Canelo, socióloga. Autora de ¿Cambiamos? La batalla cultural por el sentido común de los argentinos, Siglo XXI Editores.
 
Fuente: El Destape
 

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16-09-2025 / 11:09
La bala entró. La derrota electoral en la provincia de Buenos Aires sacudió al Gobierno de Javier "el Loco" Milei de tal manera que se vio obligado a cambiar el tono discursivo. La administración libertaria se niega a modificar su brutal política económica de ajuste y motosierra, pero ayer el presidente brindó un discurso atípico: fue moderador, evitó los insultos, las provocaciones, anunció mejoras en el Presupuesto 2026 para los sectores más vulnerables y llamó a trabajar "codo a codo" con los Gobernadores.
 
Además, el jefe de Estado envió un mensaje a la población y aseguró que "lo peor ya pasó, no aflojemos". De esta manera, Milei acusó recibo del fuerte descontento social. Sin embargo, no fue la primera vez que el mandatario prometió que los momentos más difíciles quedaron atrás y que lo mejor estaba por venir.
 
El 10 de diciembre de 2024, el libertario afirmaba que ya habíamos "superado la prueba de fuego". "Estamos saliendo del desierto. La recesión terminó y el país finalmente ha comenzado a crecer. Gracias por confiar en este gobierno. Esto no quiere decir que hayamos llegado a puerto, pero sí quiere decir que podemos terminar el año con alivio y de que hemos dejado atrás lo peor", decía entonces en otra cadena nacional.
 
Un mes antes, el 11 de noviembre de 2024, decía exactamente lo mismo. "Hoy ya podemos decir que la recesión se terminó y de ahora en adelante todo lo que queda es crecimiento. De acá para adelante son todas buenas noticias", exclamaba. Pero lo frase no le pertenece exclusivamente a Milei. Años antes, en 2018, el entonces presidente Mauricio Macri también prometía frente al Congreso nacional que "lo peor" ya había pasado y vaticinaba años de crecimiento qué nunca llegaron.

Un Milei "sosegado" confirmó que profundizará el rumbo de ajuste fiscal exigido por el FMI. Y, tras una paliza electoral, La Libertad Avanza reflota la vieja promesa de que lo más difícil queda atrás. Sin embargo, y a pesar de algunas mejoras anunciadas, el Presupuesto 2026 es una ley de ajuste que no modifica los planes del Gobierno y del Fondo Monetario Internacional. Son mentiras, falsas promesas de aumentos para ganar las elecciones y más ajuste en jubilaciones, salud y educación.

En las calles, se manifestó el hartazgo total, hubo una ola de cacerolazos en el AMBA contra la cadena nacional de Milei. Desde Palermo y Recoleta hasta La Plata, cientos de personas en la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires manifestaron su rechazo al Presidente mientras lanzaba el Presupuesto 2026. La sociedad no compró las mentiras de la cadena nacional y repentinamente salió a las ventanas y los balcones a manifestarse en contra de las medidas de ajuste del Gobierno anarco capitalista. La noche quedó marcada por una ola de cacerolazos en todo el AMBA.

El ruido metálico se convirtió en un grito unánime contra las políticas que solo traen más hambre, despidos y desesperación. "No se puede más, nos están matando de a poco", gritaban en Plaza de Mayo, donde las cacerolas parecían tambores de guerra. El fantasma de la crisis del 2001 sobrevoló la noche, con la misma bronca, la misma impotencia y las mismas calles llenas de familias cansadas.
 
El Gobierno de Milei, mientras tanto, respondió con silencio y un operativo de seguridad notorio en los puntos calientes. Sin embargo, la bronca ya no se calla con policías ni patrulleros. La pregunta que queda flotando es si este rugido metálico será apenas un desahogo pasajero o el comienzo de un estallido más grande que termine por arrinconar a la hermana coimera, al libertario desquiciado y a su nefasto plan neoliberal.
 
La Opinión Popular
 

15-09-2025 / 09:09
Un Gobierno anarco capitalista sin cuadros políticos y sin la más remota idea sobre el funcionamiento del Estado, se enfrenta a la profundización de su propia distopía tras la paliza electoral. La hermanísima copó el Ejecutivo y con Jamoncito, hasta acá, se demostraron como una unidad indivisible. El Gobierno está completamente en manos político-administrativas de Karina "el Jefe" Milei y se resolvió que sólo sea Luis "Toto" Caputo quien conduzca el único plan existente: pisar el dólar hasta las elecciones de octubre. No hay más que eso. No hay más certezas que ésas.
 
Respecto de la primera, podrían apuntarse dos observaciones. Una es que La Hermanísima Karina siempre estuvo a cargo de la ejecutividad gubernamental, excepción hecha de lo económico. La otra consiste en que, como fuere, no habría mayores novedades porque desde un comienzo la gestión fue un quilombo. Basta con repasar los centenares de funcionarios echados o renunciados, que supieron llegaron al promedio de uno por día.
 
Y esto tampoco sería novedoso, porque se corresponde con las características de un Gobierno arribado como tal sin la más mínima preparación institucional. Sin cuadros políticos. Sin la más remota idea sobre el funcionamiento del Estado. En otros términos conocidos, Javier "el Loco" Milei fue un armado del establishment, desde el panelismo televisivo y las redes, para segmentar parte de los votos peronistas y antiperonistas.
 
Pero el Frankestein adquirió una fuerza propia inusitada, a tono con endilgarle ese carácter de accidente insólito en la historia argentina. Y después no hubo nada que hacer. Así, el país quedó al arbitrio de unos Hermanos & Cía. exclusivamente relacionables con un escenario distópico. ¿Cuál es la noticia, entonces? Es que, tras el resultado electoral, la distopía se profundizó. Ya no hay Presidente, al menos por ahora, en su acepción de figura con aptitudes básicas para tomar decisiones autónomas. Milei está paralizado, totalmente fuera de eje.
 
Es así desde la noche del domingo pasado, cuando, aunque siga sin poder creerse, hasta último momento imaginó que perdía por muy poca diferencia. Incluso, de acuerdo con las mesas testigo del indescriptible Sebastián Pareja, pensó que llegarían a ganar por unos 8 puntos. Eran 50 de esas mesas, según pudo constatarse, de calidad irrelevante. Al aterrizar con los números reales entró en colapso (político, aclaremos, porque los diagnósticos psiquiátricos incumben a especialistas y nunca a la bartola periodística). Continúa en ese estado.
 
Se verá si para la cadena nacional de este lunes a la noche puede recomponerse como para dar una imagen atildada, llamémosle. Hablamos del continente, desde ya. El contenido será la provocación de redoblar su rumbo. La hermana, en consecuencia, asumió enteramente el rol presidencial. Y, hasta ahora sin visos de modificaciones, se cargó con desprecio todo intento de cambios siquiera por maquillaje.
 
El hazmerreír de una mesa política con los mismos rostros de la derrota y el nombramiento de un ministro de Interior que ya lo era de facto, tras el pase de Guillermo Francos a la Jefatura de Gabinete, es todo de ella. Es de ella -en todo caso, junto con el edecán de Francos- llamar al diálogo con los gobernadores mientras se vetan los fondos de ATN a las provincias, para no hablar de la "profunda autocrítica" que en simultáneo rechaza el financiamiento a las Universidades y la emergencia pediátrica Garrahan incluido.
 
Es de ella haberse animado a un acto de lanzamiento de LLA en Tucumán, ante un estadio cuyas tribunas debieron cubrir con lonas negras para ocultar el vacío; en el que brilló por su ausencia cualquier cántico de aliento y donde, en poco más de dos minutos de balbuceos, volvió a incurrir en el espectáculo de su terrorismo sintáctico. Sin más vueltas, he aquí la Presidenta real en ejercicio directo de la función.
 

14-09-2025 / 09:09
El miserable Gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei no solo canceló los fondos destinados a las personas discapacitadas, a los inundados o a la ciencia, también se apropió de los dólares de los créditos internacionales otorgados específicamente para esas actividades. Solo en Discapacidad figuran 560 millones en divisas que nadie sabe a dónde fueron, con la excepción de dos viajes de Spagnuolo a Israel. El Gobierno libertario no explica dónde está la plata que debería ir a ciencia o discapacidad. La hipótesis del Congreso de que los fondos están en el Tesoro para contener el esquema cambiario.
 
Pocas horas después de la paliza electoral en la Provincia de Buenos Aires, Milei recibió en Casa Rosada al presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn. El lunes al mediodía, ambos posaron para la foto junto a Luis "Toto" Caputo, Guillermo Francos y la motosierra de bronce que corona el despacho presidencial. El titular del organismo también había sido muy requerido para entrevistarse con dirigentes de la oposición, pero alegó estar muy ocupado.
 
Desde la comisión bicameral Revisora de Cuentas del Congreso, que conducen el diputado Miguel Pichetto (Encuentro Federal) y el senador Mariano Recalde (Fuerza Patria), querían citarlo para indagar en la letra chica de los créditos que el organismo le otorgó al país en los últimos meses.
 
La preocupación, que se hizo explícita en la última sesión de la comisión, es que muchos de esos fondos --cientos de millones de dólares-- en principio destinados a financiar obra pública y programas de inclusión como la discapacidad o la investigación científica, registran niveles de ejecución nulos o muy por debajo de lo pactado a la firma. Lo cual habilita la hipótesis de que el Gobierno desvía esos recursos hacia las cuentas del Tesoro para contener el actual esquema cambiario y favorecer la bicicleta financiera.
 
En lo que va del año, el Gobierno reconoció haber gastado unos 277 mil millones de pesos (algo menos de 250 millones de dólares) de lo que ingresó vía los distintos créditos de inversión del BID y otros organismos. En total hay unos 140 programas de desarrollo vigentes, desde los pautados para financiar el Progresar hasta la extensión y fortalecimieinto de la red de agua potable, pero el país hasta ahora vió poco y nada de esos fondos.
 
A esta altura del año (en ocho meses), los dos gobiernos anteriores (Cambiemos y Frente de Todos) ya habían ejecutado en promedio más de 1.500 millones de dólares. Es decir, la ejecución de Caputo es prácticamente del 20 por ciento de lo esperable. En paralelo, el Tesoro utilizó 500 millones de dólares para pisar el dólar en las semanas previas de la elección bonaerense.
 
El BID aprobó en julio de este año la "Estrategia País 2025-2028" para la Argentina, un paquete de apoyo financiero por un total de 10.000 millones de dólares (7.000 para el sector público y 3.000 para la inversión privada).
 
Si bien el organismo trabaja con todos los gobiernos y cada uno tiene una orientación específica, en este caso respalda a una administración que solo se preocupa por mantener el esquema cambiario-electoral, mientras tiene un desprecio palpable hacia la obra pública y pasa la motosierra por sectores sensibles. Lo contrario a lo que, a priori, buscan los organismos de crédito cuando apoyan a los países. Pese a todo, Goldfajn sigue apostando por Milei.
 

13-09-2025 / 10:09
Desde el 10 de diciembre de 2023, los auto percibidos libertarios (que en realidad son los nietos de la dictadura, los hijos del menemismo y los hermanos menores del macrismo), sembraron odio, represión, industricidio, desprecio, hambre, pobreza, deuda, desocupación, negacionismo, homofobia, racismo y misoginia.
 
Se vienen tiempos de derrota sin revancha, porque parece que no fue un gran plan dejar sin remedios a los pacientes oncológicos, vaciar de alimentos los comedores populares, pegarle a los jubilados, estafar con una criptomoneda y afanarle a los discapacitados. ¿Podían esperar otro resultado, los que por primera vez pisaron el conurbano, para decirle al pueblo, en campaña y sin intermediarios, "negros de mierda"? ¿Podían esperar otra cosa los que dijeron que la justicia social era una estafa?
 
Creyeron que la realidad, no era la única verdad y cocinaron su suicidio político, gritando desde aquella infame ficción del 17.000% de inflación, hasta el relato perverso con el que aseguran haber sacado a 12 millones de la pobreza. No podía terminar de otra manera una locura que comenzó exigiendo que más de tres tenían que pedir permiso para juntarse en una esquina. No podía terminar de otra manera aquel grito libertario el día de la asunción que clamaba "Po-li-cía, Po-li-cía".
 
Perdieron en las urnas, la motosierra, el protocolo anti-piquetes, el DNU 70/23, la Ley Ómnibus, la Ley Bases, el Pacto de Mayo y la Patria financiera. Perdió el presidente que eligió como enemigo público número uno, a un pibe autista de 12 años. Perdieron las desregulaciones ridículas y las importaciones suicidas. Perdieron la mesa de dinero del Toto Caputo, la crueldad de Patricia Bullrich, el cinismo de Pettovello, la violencia discursiva de Adorni, el verso de Francos y el afano a cuatro manos de los Menem.
 
Perdió un gobierno diseñado exclusivamente para el gran capital y el mercado. Perdieron Kueider, el pastor que convirtió los pesos en dólares y los hermanitos de la Suizo-Argentina. Perdieron De Loredo, el comisario conspirador y candidato, Tronco, la Avenida del Medio, los premios internacionales de plástico, Roberto Piazza, Fátima y Yuyito.
 
Perdieron los que se reunieron con Astiz y los que soñaron con intervenir la provincia de Buenos Aires. Perdieron Libra y el 3% de la coimera Karina. Perdió el Indec de Lavagna. Perdieron el Pacto de Acasusso, Macri, Ritondo, Santilli y Valenzuela. Perdieron Lilia, Benegas Lynch y la tarotista que no pudo ver la derrota.
 
Perdieron la soberbia de Pareja, los "héroes" del veto a jubilados, los periodistas que van a escuchar ópera a Olivos y los que se saben de memoria los diálogos de "Homo Argentum". Perdieron las redes sociales, las patotas tuiteras, el "pedo buzo", "comprá campeón" y "cárcel o bala". Y perdieron todos los gobernadores que, como Frigerio, hasta hace un ratito, fueron cómplices del desastre presente, acompañando en el Parlamento la construcción de un país irrespirable.
 
Ganó la unidad del peronismo. Ganaron los discapacitados, los expulsados del sistema, los que laburan por sueldos de miseria y la gran pelea de los jubilados. Ganaron la obra pública y la industria nacional. Ganaron el Garrahan, el Bonaparte, el Conicet, el INTA y el INTI. Ganó la Universidad pública. Ganaron los que "cagan en latas y pisan el barro". Le ganó el pueblo a la "gente de bien".
 
La Opinión Popular
 

12-09-2025 / 10:09
Fernando "el Cantor" Cerimedo, dueño de La Derecha Diario y una figura clave en la campaña que hizo presidente a Javier "el Loco" Milei, declaró bajo juramento ante la Justicia que Diego Spagnuolo le había ido contando "en cuotas", durante conversaciones sostenidas a lo largo de 2024, el mismo esquema de sobornos con los medicamentos para discapacitados que, según los ya famosos audios, terminaba en Karina "la Recaudadora" Milei y la Casa Rosada.
 
Cerimedo, consultor de La Libertad Avanza, declaró ante el fiscal Franco Picardi en el marco de la investigación por una red de coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS). Durante su testimonio, confirmó que el exdirector del organismo, Spagnuolo, le había «hablado de hechos de corrupción» y hecho mención «a coimas». Esta declaración es considerada un elemento central para la pesquisa que intenta determinar la existencia de un circuito de sobornos que involucraría a la ANDIS y a la droguería Suizo Argentina SA.
 
En su relato, Cerimedo ratificó el contenido de las denuncias, sosteniendo que Spagnuolo le había comentado sobre posibles irregularidades. Sin embargo, negó de manera rotunda haber sido el autor de las grabaciones que desataron el escándalo. Argumentó que nunca se reunió en el lugar que se escucha de fondo en los audios y cuestionó su presunta motivación para perjudicar al Gobierno libertario, destacando su apoyo público a la administración.
 
Respecto a su vínculo con el exfuncionario, Cerimedo no ocultó que mantuvo una buena relación, la cual fue facilitada por el presidente Milei. Precisó que Spagnuolo solía contarle «cosas de internas y de política» utilizando expresiones similares a las de las polémicas grabaciones. Cerimedo aclaró además que en la conversación filtrada no se hablaba del presidente, sino de la cercanía de Spagnuolo con Milei.
 
Mientras tanto, la defensa de la familia Kovalivker, propietaria de la droguería mencionada, ha solicitado la nulidad de la investigación. Alega que la causa se inició basándose en una grabación obtenida de manera ilícita, lo que constituiría una violación a la intimidad de Spagnuolo.
 
La investigación se encuentra próxima a un momento crucial, con el vencimiento en una semana del secreto de sumario. Esto permitirá a las partes acceder al expediente completo. En este escenario, se evalúa que Spagnuolo podría optar por convertirse en «imputado colaborador», una figura que le permitiría mejorar su situación legal a cambio de aportar datos veraces y relevantes para la causa.
 
La declaración de Cerimedo es una bomba político-judicial. Es el primer testimonio directo ante la justicia federal que confirma no sólo la autenticidad de los audios de Spagnuolo sino su contenido: la existencia de una matriz de corrupción en el corazón del gobierno libertario para cobrar coimas en la compra de medicamentos para los discapacitados.
 
La confirmación en sede judicial del esquema de coimas instrumentado en conjunto con la droguería Suizo Argentina de la familia Kovalivker amenaza así con erigirse en el gran escándalo de corrupción del gobierno anarco capitalista de Milei y sumar otro capítulo negro a la historia de la política ultra derechista argentina.
 
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