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Sociedad e Interés General - 04-01-2020 / 18:01
EFEMÉRIDES POPULARES. SUICIDIO DEL POLÍTICO

Lisandro de la Torre enfrentó en soledad la corrupción y los negociados de la Década Infame

Lisandro de la Torre enfrentó en soledad la corrupción y los negociados de la Década Infame
Al mediodía del 05 de enero de 1939, puso fin a su vida disparándose un balazo al corazón Lisandro de la Torre. Fue el político que enfrentó en soledad la corrupción y los negociados de la década infame. Las denuncias hicieron evidentes las conexiones del gobierno con otros negociados. El nivel de las discusiones en el senado fue subiendo de tono hasta que se decidió hacer callar a De la Torre. Un matón del Partido Conservador atentó contra la vida del senador y mató a su compañero de bancada Enzo Bordabehere. Se dio por terminado el debate. De la Torre presentó su renuncia al Senado y se retiró a su casa. Lentamente, comenzó a despedirse de sus allegados y de sus cosas más queridas hasta que se suicidó.
En 1932, ante la crisis mundial, Inglaterra se reunió con sus colonias y ex colonias para reorganizar su comercio exterior. El Reino Unido decidió adquirir los productos que antes compraba a la Argentina, en Canadá, Australia y Nueva Zelanda. En los sectores ganaderos exportadores argentinos hubo un gran desconcierto: la metrópolis los había abandonado. El gobierno del general Justo, fiel representante de los sectores ganaderos oligárquicos exportadores, envió a Londres al vicepresidente Julio A. Roca (hijo) para tratar de llegar a algún acuerdo.
 
Hubo una cena de recepción donde Roca dijo sin ruborizarse que la Argentina era desde el punto de vista económico una parte integrante del imperio británico. Otro miembro de la delegación, director de los FFCC ingleses en Argentina no se quedó atrás y dijo a su turno que "la Argentina es una de las joyas más preciadas de su graciosa majestad".
 
Finalmente se firmó un tratado, el pacto Roca-Runciman, donde Inglaterra sólo se comprometía a seguir comprando carnes argentinas siempre y cuando su precio fuera menor al de los demás proveedores. En cambio, la Argentina aceptó concesiones lindantes con la deshonra: liberó los impuestos que pesaban sobre los productos ingleses y se comprometió a no permitir la instalación de frigoríficos argentinos.
 
Lisandro De la Torre denunció el acuerdo en el Senado por escandaloso y promovió el debate. Dos años más tarde, en mayo de 1935, acusó por fraude y evasión impositiva al frigorífico Anglo. Aportó pruebas que comprometían directamente a dos ministros de Justo:Pinedo, ministro de Economía, y Duhau, ministro de Hacienda.
 
De la Torre probó cómo se ocultaba información contable en cajas selladas por el Ministerio de Hacienda y demostró hasta dónde llegaba la impunidad de los frigoríficos ingleses tras la firma del pacto Roca-Runciman. Las entradas para el debate se agotaban y la gente hacía largas colas para escuchar y alentar a Lisandro.
 
Las denuncias hicieron evidentes las conexiones del gobierno con otros negociados. El nivel de las discusiones en el senado fue subiendo de tono hasta que se decidió hacer callar a De la Torre. Un matón del Partido Conservador, el ex comisario Ramón Valdez Cora, atentó contra la vida del senador y mató a su amigo y compañero de bancada Enzo Bordabehere. Se dio por terminado el debate.
 
De la Torre presentó su renuncia al Senado y se retiró a su casa, de la que sólo salía para brindar alguna conferencia o participar en homenajes a viejos amigos de ideas. Lentamente, comenzó a despedirse de sus allegados y de sus cosas más queridas hasta que, al mediodía del 05 de enero de 1939, puso fin a su vida disparándose un balazo al corazón.
 
La Opinión Popular



Militancia política en la Unión Cívica Radical
 
Tras la derrota de la Revolución del 90, Lisandro de la Torre apoyó a Leandro Alem, y participó en 1891 en la creación de la Unión Cívica Radical, siendo uno de los principales referentes del nuevo partido en la provincia de Santa Fe. Durante la revolución radical de 1893, De la Torre fue el jefe de operaciones en su provincia natal.
 
Junto a un grupo de correligionarios se apoderó de la jefatura de policía de Rosario y avanzó con sus fuerzas, incrementadas por el apoyo popular hacia la Capital de la provincia, donde llegó a proclamársele como presidente del nuevo gobierno revolucionario. Pero en el resto de las provincias sublevadas los revolucionarios fueron siendo derrotados. Al quedar aislados, los radicales de Santa Fe debieron deponer su actitud.
 
En enero de 1896 murió inesperadamente Aristóbulo del Valle y en julio de ese mismo año se suicidó Alem. El radicalismo quedó acéfalo. De La Torre propuso la candidatura a presidente de Patricio Guido Gentile. Propuso una alianza con los mitristas para derrotar a Roca pero encontró una estricta oposición del líder radical de la provincia de Buenos Aires, Hipólito Yrigoyen. En esas circunstancias decidió abandonar la UCR.
 
La declaración llevó a Hipólito Yrigoyen a desafiarlo a un duelo, dejando a arbitrio de De la Torre la elección de las armas, confiando en que se batirían a golpes de puño. Lisandro, experto en el arte de la esgrima, actividad que practicaba asiduamente en el Jockey Club, elige como armas para la contienda al sable. El duelo ocurrió el 6 de septiembre de 1897 en los galpones portuarios de las Catalinas Sur, en Buenos Aires. El resultado dejó una cicatriz en la mejilla de De la Torre, quien desde entonces y por ésa razón usó barba.
 
 
Militancia en la Liga del Sur
 
En 1908 fue miembro fundador del partido político santafesino Liga del Sur. De la Torre anunció el programa de ocho puntos, aprobado por unanimidad, que sostenía:
 
Las reformas de la Constitución de la provincia de Santa Fe,
De la composición del colegio electoral,
Del Senado provincial, y
Del sistema tributario sobre la base de hacer libre el trabajo,
Derecho de elegir a sus autoridades en cada distrito rural.
Autonomía para Rosario y Casilda, reconocimientos a cada localidad de un porcentaje de lo recaudado por sus rentas locales,
Anexión de los departamentos de San Lorenzo y San Martín a la circunscripción judicial sur de la provincia, e
Inamovilidad de los jueces.
 
De la Torre tenía 42 años y la Liga del Sur concurrió a los comicios provinciales del 5 de marzo de 1911, signada por irregularidades y conflictos; a pesar de ello De la Torre se incorporó a la Legislatura como diputado por la minoría correspondiente al departamento de San Lorenzo. Su actuación fue breve debido a la intervención federal y el consiguiente cierre de la Legislatura.
 
Después de la ley Sáenz Peña, De la Torre fue consagrado diputado nacional y se incorporó a la Cámara en las sesiones preparatorias del 1 de junio de 1912. Así a los 44 años, se proyectaba al escenario parlamentario nacional, destacándose por su dinámica de trabajo y entre sus proyectos principales, el Régimen Municipal en las provincias.
 
En el escenario nacional, un grupo de personas, pertenecientes algunos a distintas entidades políticas y desvinculados de toda afiliación, cambiaron opiniones acerca de constituir una unión vigorosa que participara en las luchas electorales.
 
El propósito era el de echar las bases de un partido permanente que congregara todas las corrientes políticas afines y dispersas en el panorama político nacional. Los trabajos para concentrar en un nuevo partido las fuerzas liberales y las independientes, empezaron activamente.
 
 
Senador Nacional y el debate de las carnes
 
En 1932 el demoprogresismo resurgió cuando Luciano Molinas fue electo gobernador de Santa Fe y Lisandro de la Torre senador nacional.
 
El 1 de mayo de 1933, el vicepresidente Julio Argentino Roca (hijo) firmó en Londres el Pacto Roca-Runciman que ampliaba la cuota de exportación de carne vacuna al Reino Unido y sus colonias, pero establecía que el 85% del total de las exportaciones debía realizarse por medio de frigoríficos británicos. Adicionalmente, se suscribieron cláusulas secretas que garantizaban el monopolio de los medios de transporte en manos de empresas inglesas y creaban el Banco Central de la República Argentina con preeminencia de capitales ingleses.
 
En 1935 Lisandro de la Torre inició una investigación sobre el comercio de carne, puesto que en el marco del Pacto Roca-Runciman esta actividad se encontraba sospechada de corrupción.
 
En ese contexto, respondió dicha afirmación en los siguientes términos:
 
El gobierno inglés le dice al gobierno argentino "no le permito que fomente la organización de compañías que le hagan competencia a los frigoríficos extranjeros". En esas condiciones no podría decirse que la Argentina se haya convertido en un dominio británico, porque Inglaterra no se toma la libertad de imponer a los dominios británicos semejantes humillaciones. Los dominios británicos tienen cada uno su cuota de importación de carnes y la administran ellos.
 
La investigación se hizo pública en el Senado de la Nación en julio de 1935, en las que Lisandro de la Torre acusó al frigorífico Anglo de evasión impositiva y señaló la existencia de un entramado de corrupción que involucraba al gobierno del presidente Agustín P. Justo, y en particular, al ministro de Hacienda, Federico Pinedo y al ministro de Agricultura, Luis Duhau.
 
El ministro de Agricultura llegó a amenazar en medio de la sesión al senador denunciante: ¡Ya pagará bien caro todas las afirmaciones que ha hecho!
 
Dos días después, el 23 de julio de ese año, Duhau agredió físicamente a de la Torre, arrojándolo al piso, y escapando del recinto inmediatamente después. En medio del tumulto provocado, Ramón Valdez Cora realizó una serie de disparos con una pistola, en dirección a de la Torre, que impactaron de lleno en el cuerpo de su discípulo y senador electo Enzo Bordabehere, quien estaba intentando proteger al senador de sus atacantes. Bordabehere falleció a causa de los disparos recibidos.
 
Más tarde, el ministro de Hacienda retó a duelo a de la Torre, quién aceptó y el lance se realizó con pistolas, sin que ninguno de los duelistas resultara herido.
 
Por su desempeño en este debate Lisandro de la Torre ha sido llamado «el Fiscal de la Patria».
 
 
Ocaso y suicidio
 
Agobiado, aislado, fuertemente afectado por el asesinato de Bordabehere, renunció a su banca en enero de 1937. Desde entonces resultaron muy escasas sus apariciones públicas, ocupando la tribuna sólo como conferencista. Es justamente en ese período, particularmente en 1937, donde a partir de sus conferencias en el Colegio Libre de Estudios Superiores, polemizó con cierto sector de la iglesia, especialmente con monseñor Franceschi, director de la revista Criterio.
 
El 5 de enero de 1939, en la soledad de su departamento en calle Esmeralda 22, se quitó la vida mediante un disparo de revólver en el corazón.
 
Actualmente en Rosario el estadio mundialista "Gigante de Arroyito" del Club Atlético Rosario Central lleva su nombre.
 
Fuente: Wikipedia

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17-10-2025 / 18:10
17-10-2025 / 18:10
17-10-2025 / 09:10
El coronel Juan Perón estaba preso. Nada se oponía a la restauración oligárquica y al retorno a la fraudulenta y corrupta Década Infame, interrumpida por la irrupción de la Revolución de Junio de 1943. Pero en ese momento la clase obrera se movilizó y desde ese instante se convertiría en un actor determinante del proceso político nacional.
 
Nadie la conocía aun. Carecía de antecedentes. Venía de abajo, del subsuelo de la Patria, y su marcha fue irresistible. Si había demorado en aparecer, lo cierto es que nadie pudo, desde entonces, olvidarlo jamás.
 
En la madrugada del 17 de octubre de 1945 comenzó una movilización de la clase trabajadora en los barrios populares del oeste de Capital Federal así como de las zonas industriales de sus alrededores.
 
Los obreros no ingresaban a trabajar en las fábricas y talleres e iban recorriendo los establecimientos vecinos, incitando a abandonarlos a quienes se encontraban en ellos, para luego marchar coreando consignas en favor de Juan Perón, por las calles principales hacia el centro de la Capital Federal.
 
Aquel 17 de octubre los trabajadores dejaron sus herramientas, apagaron las máquinas de sus talleres y fabricas, se subieron al tranvía o al ómnibus y se fueron a la Plaza de Mayo. Estaban dispuestos a dar la vida por Perón. Un nuevo ciclo histórico se iniciaba en la Argentina.
 
El 17 de octubre de 1945 marcó un antes y un después en la historia de nuestro país: más de un millón de trabajadores, coparon la Plaza de Mayo para exigir la liberación del que ya entonces consideraban su líder: el coronel Perón, quien desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, había instrumentado numerosas medidas que favorecieron a los obreros, sentando las bases de la movilidad social ascendente y permitiéndoles integrarse a un país que, hasta entonces, no los reconocía.
 
Setenta y ocho años después, recordamos aquella expresión de lealtad mutua: de los trabajadores hacia su líder, pero también de Perón hacia ellos, al visibilizarlos y, una vez en el poder, haber seguido defendiendo sus derechos. Sin arriar nunca las banderas del trabajo, la dignidad y la justicia social.

 
Escribe Blas García  

17-10-2025 / 09:10
El 17 de Octubre de 1945, Juan Perón fue rescatado de la cárcel por la masiva movilización de la clase trabajadora, exponiendo así la falencia del anciano régimen oligárquico antinacional -rapaz y parasitario- y la caducidad de los viejos partidos políticos seudo democráticos, sobrepasados por el proletariado, que de ahora en más, podía obtener reivindicaciones que ya no se pedían, se reclamaban, porque ya no se confiaba en la buena voluntad de los sectores dominantes sino en la propia fuerza de los trabajadores.

Ese día resurge la Argentina profunda, el subsuelo de la Patria sublevado, y reaparece para continuar escribiendo la historia de las masas populares, una secuencia que va desde las lanzas primero -con las montoneras federales del interior-, el voto después -con el radicalismo yrigoyenista- y por último los sindicatos obreros -con el peronismo-. Tres momentos en los que el Pueblo lucha para realizarse con el federalismo, la soberanía política y la democracia social.

Como consecuencia de la actuación revolucionaria de las masas populares el 17 de octubre de 1945, el justicialismo llega al poder y produce transformaciones en todos los ámbitos de la realidad del país. La Revolución Nacional, de Eva y Juan Perón, rompió con el modelo semicolonial dependiente, logrando la independencia económica, la justicia social y permitiendo importantes conquistas a los sectores populares. Una Nueva Argentina con el Pueblo de protagonista.

La terrible reacción gorila de la vieja Argentina oligárquica y autoritaria, en el golpe de septiembre de 1955, dan la medida de la trascendencia revolucionaria del peronismo. Cómo los movimientos nacionales antecesores: el federalismo de Rosas y el radicalismo de Yrigoyen; solo se alcanzaron conquistas transitorias y fueron derrotados por la estructura de la injusticia y la dependencia. Revolución y contrarrevolución.

A partir de 1955, la exclusión política del peronismo produjo un proceso de Resistencia que ampliaría su perfil. Aglutinó, representó y canalizó a todas las rebeldías y críticas contra el sistema económico, social y político, crecientemente ineficaz y en el cual era el único actor apartado. En esta lucha, el peronismo constituyó el agrupamiento de las fuerzas populares y proletarias, mientras que el régimen militar se identificaba con los intereses de la oligarquía, la burguesía entreguista y los partidos liberales.

Todos estos esfuerzos son partes de un mismo combate, en la que todavía no se han alcanzado triunfos definitivos. Corsi e ricorsi, la Patria aparece como un proyecto inacabado que debemos realizarlo plenamente hoy cuando el capitalismo globalizado pretende desembarazarse de las limitaciones que, a lo largo del siglo XX, le impusieran los Estados Nacionales y los movimientos sociales encabezados por la clase trabajadora, para aplicar sus políticas neoliberales de injusticia social.

Las medidas económicas impulsadas por Javier Milei y Luis Caputo están inspiradas en el más crudo neoliberalismo, que fue iniciado durante la Revolución Fusiladora, continuadas por la dictadura de Jorge Rafael Videla y por los votos en los gobiernos de Carlos MenemFernando de la Rua, Mauricio Macri y Javier Milei. Este tipo de recetas conservadoras y reaccionarias, que aumentan la injusticia quitando derechos sociales y agrandan la dependencia con el fuerte endeudamiento, siempre fracasaron, provocando resistencias populares y revueltas sociales. 


Por eso, como integrantes del Movimiento Nacional y Popular que cambió la historia política argentina, volvemos a levantar, como en 1945, el cuestionamiento del sistema neoliberal económico y social injusto y la necesidad de dar la pelea para cambiarlo. Con el peronismo, seremos una Nación independiente, y si nos sacamos la dependencia del capital financiero y del FMI volveremos al desarrollo económico. Caso contrario, podría retornar el neoliberalismo apátrida y seguiremos hundiéndonos aun más en la pobreza y la dependencia. 
La cuestión sigue siendo la misma, patria o colonia. El legado de la lucha continúa, hoy contra una de las formas mas crueles, brutales y salvajes de capitalismo, la de Javier Milei.


 
Gustavo Rearte, fundador y líder de la JP, héroe de la Resistencia Peronista 
 Escribe: Blas García 

 

15-10-2025 / 19:10
Juan Perón había surgido a la vida política dos años antes, desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, y había dignificado al obrero otorgando derechos vulnerados desde siempre. Unidos en el odio a Perón y defendiendo sus intereses, el frente oligárquico logra aislarlo, despojarlo de todos su cargos forzando su renuncia y recluirlo en la isla de Martín García. Parecía que una vez más en nuestra historia, los que más tenían, los que hacían las  leyes, los que vivían del trabajo ajeno, imponían su voluntad omnipotente.
 
Pero los trabajadores argentinos reaccionan y en la mañana del lunes 16 de octubre de 1945, los dirigentes de la CGT se entrevistan con presidente Edelmiro J. Farrell, al cual le trasmite su preocupación por la situación del coronel Perón, así como que algunos gremios han empezado a salir a la calle reclamando por su libertad. También le expresan la preocupación reinante en la clase trabajadora ante las versiones de los diarios acerca del nuevo gabinete que estaría integrado por hombres de la oligarquía y del conservadorismo.
 
Por su parte, la Unión Obrera Local- expresión sindical del Partido Comunista-sostiene que "desautoriza las versiones a favor de una huelga inminente lanzadas por un grupo afecto al gobierno desplazado y por elementos nazis que pretenden obstruir el camino de las elecciones libres".
 
A su vez, el Partido Socialista denuncia "la maniobra encaminada a confundir la opinión de los trabajadores y crear factores de perturbación y anarquía...tentativa de los dirigentes entregados a la dictadura implantada por el ex secretario de Trabajo y Previsión".
 
Los partidos de "izquierda" de la oligarquía, más que confundidos, no saben de donde sale esa "chusma" peroniana, como la denominan despectivamente, que nada tiene que ver con el modelo de obrero de sus libros y manuales, pulcro y atildado, con el que están acostumbrados a tratar.
 
A la tarde se conoce la decisión de la Central Obrera: por 16 votos contra 11, "la CGT, en defensa de las conquistas obtenidas y las por obtener y considerando que éstas se hallan en peligro ante la toma del poder por las fuerzas del capital y la oligarquía, declara un Paro General en todo el país por el término de 24 horas, que se hará efectivo el día jueves 18 de octubre, a partir de la cero hora".
 
Comienza así, el devenir histórico por el cual los trabajadores argentinos se introducen por primera vez y para siempre en la escena política nacional, para terminar con la semicolonia pastoril y construir una nación moderna e independiente, y lo hacen con un movimiento popular que tiene como eje al proletariado. En nuestro país nada volvería a ser igual.
 
Gustavo Rearte, fundador y líder de la JP, héroe de la Resistencia Peronista 
Escribe Blas García 

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