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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 30-12-2019 / 09:12
SECTORES RADICALIZADOS DE LA DERECHA CONVOCAN A LA RESISTENCIA AL NUEVO GOBIERNO

La oposición macrista y los medios hegemónicos en pie de guerra contra Alberto Fernández

La oposición macrista y los medios hegemónicos en pie de guerra contra Alberto Fernández
Críticas furiosas, la redistribución progresiva de ingresos es presentada como un "ajuste" y sectores radicalizados convocan a la resistencia al nuevo gobierno. Sin poder gozar de la tradicional luna de miel, el programa de emergencia económica, social y laboral del gobierno de Fernández es duramente cuestionado por el inmenso dispositivo mediático y político conservador. Análisis distorsionado de las medidas y ocultamiento del desastre económico que dejó el macrismo.
Alberto Fernández no pudo gozar de la tradicional luna de miel que habitualmente se entrega a todo nuevo gobierno, definida en 100 días. Ni una semana pudo relajarse con la prudencia de la oposición, la calma de los medios hegemónicos o la cordura de los productores agropecuarios. Como si no existieran los 4 años de devastación macrista, las críticas son rabiosas y la resistencia desaforada.
 
Mientras que los máximos responsables políticos de esta crisis de proporciones están de vacaciones suntuosas (Mauricio Macri en el exclusivo country Cumulén, en Villa La Angostura, y María Eugenia Vidal en París con su nueva pareja), el paquete de medidas impulsado por Alberto, para frenar la caída de la economía y el deterioro sociolaboral, es tergiversado al calificarlo como un "ajuste".
 
La extrema mala fe se verificó con la sentencia de que se congelaban las jubilaciones , cuando no es así; por el contrario, todas recibieron el último ajuste de la movilidad, el 72 por ciento de los haberes está recibiendo un bono de 10 mil pesos repartido por mitades en diciembre y enero, y todas también recibirán un aumento en marzo.
  
En estos días de vértigo político y de asombrosa distorsión de la situación económica, resulta necesario precisar algunos conceptos básicos. Redistribuir ingresos en forma progresiva no significa aplicar un ajuste en la economía. Que la crisis la paguen quienes tienen más recursos en términos relativos no es un ajuste. Ordenar las cuentas fiscales desquiciadas luego de cuatro años de un proyecto neoliberal no implica realizar un ajuste.
 
La comprensión de la dinámica económica local está tan contaminada por el discurso dominante conservador que el largo ajuste macrista de derrumbe del consumo popular y de concentración del ingreso fue denominado "sinceramiento". Y una política de redistribución progresiva de recursos y de recomposición del consumo popular es calificada como un "ajuste" o un "impuestazo".
 
La deformación del análisis conservador acerca de cómo dejó la economía el macrismo es impactante. No la dejó con las bases para el crecimiento. Por el contrario, la entregó con dos años en recesión y al borde de la hiperinflación y de un default descontrolado. Como se sabe, ambos sucesos provocan inmensos costos económicos y sociales. Esas posibilidades eran evaluadas como probables por economistas de la ortodoxia y cercanos al macrismo.
 
Las medidas de Fernández lograron alejar ese peligro sin aplicar la receta del ajuste recesivo, pero con muchas limitaciones: no puede emitir mucho por la brusca caída de la demanda de dinero y el consiguiente riesgo de encender la mecha de la hiperinflación; no tiene acceso al financiamiento externo por el virtual default; y no puede expandir mucho por el frente fiscal para impulsar el crecimiento por el desequilibrio de las cuentas públicas heredado.

 
Subjetividad
  
Es tan potente la fuerza de colonización de la subjetividad que muchos están convencidos de que se congelaron las jubilaciones y que se está castigando a la clase media.
 
Como se mencionó al comienzo, los haberes de las personas mayores se actualizaron en diciembre por la movilidad ahora suspendida, el 72 por ciento de los jubilados tienen un alza muy superior con el doble bono de 5000 pesos, y en marzo todos recibirán un alza probablemente diferenciada. O sea, no se congelaron las jubilaciones.
 
La clase media se beneficia, como el resto, del congelamiento de las tarifas de luz, gas y transporte por 180 días, de la desdolarización de gran parte de los costos de los servicios públicos y de un futuro sendero de aumentos criterioso alejado de los tarifazos descomunales del macrismo. La recuperación del consumo popular también la alcanza con la extensión de los programas Ahora 12, con una tasa de interés más baja, y Precios Cuidados, con la ampliación y mejor calidad de los productos incluidos en esa canasta. O sea, no se está castigando a la clase media.
 
Las lecturas tergiversadas del paquete de medidas de la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva forman parte de lo que se conoce como la era post-fáctica. En estos tiempos mediáticos acelerados, de desesperación por la captura de audiencias, se instala una noticia o la interpretación de una noticia, que no se comprueba en la realidad, e incluso aparecen explicaciones y pruebas que la desmienten, pero igual se instala como verdad incuestionable.
 
Es un escenario político, social y mediático que el gobierno de Fernández no debería minimizar y, en lo posible, adelantarse para no correr detrás de los acontecimientos. Cuando se observan deficiencias en la comunicación oficial no significa que no haya esfuerzos por trasmitir, y Alberto Fernández lo demuestra con una voluntad evidente ante interlocutores hostiles, sino que se apunta a que no hubo previsión de cuáles pueden ser los flancos desde donde la distorsión mediática atacaría.
 
Se parte en desventaja cuando se tiene que explicar que no es lo que los medios dicen que es. Los cambios en el sistema previsional a nivel nacional y la actualización de los impuestos rural y urbano en la provincia de Buenos Aires deberían haber sido detallados antes de la presentación de los respectivos proyectos, y no después, a la defensiva, a partir de la interpretación desequilibrada que ya hicieron medios y analistas conservadores.
 
 
Medidas progresivas
  
El camino del ajuste fue el que transitó la economía macrista y, precisamente por haber elegido ese rumbo, tres de esos cuatros años fueron en recesión. Ese modelo postulaba que si reducía impuestos y disminuía los salarios aumentaría la competitividad y, de ese modo, llegarían las inversiones y la economía ingresaría en un ciclo de crecimiento sostenido y sustentable. El resultado fue un desastre económico.
 
Es ilustrativo cuantificar la magnitud de la crisis macrista : de los 48 meses que duró, la economía registró crecimiento solo en 17 (menos de un tercio de ese período). En términos históricos, una caída de tal duración y magnitud sólo es comparable con lo sucedido durante 2001, la hiperinflación o la crisis de 1982, situando a la crisis de 2018/2019 entre las más graves de la historia económica argentina reciente.
 
El gobierno de Fernández giró hacia otro extremo la política económica para iniciar la tarea de reconstrucción, definiendo otras reglas de juego:
 
* Actualizó -que implicó un alza neta- los Derechos de Exportación al sector agropecuario.
 
* Aumentó alícuotas de impuestos al patrimonio (Bienes Personales).
 
* Congeló por 180 días las tarifas de luz, gas y transporte.
 
* No aplicó una megadevaluación de la paridad oficial manteniendo estable el mercado de cambios.
 
* Mejoró el ingreso de una inmensa mayoría de jubilados y promete seguir haciéndolo en los próximos meses.
 
* También mejoró el ingreso de los titulares de la Asignación Universal por Hijo con un bono de 2000 pesos, con la distribución de la tarjeta alimentaria de 4000 a 6000 pesos y con la devolución del IVA.
 
* Implementará un sistema masivo de créditos no bancarios a tasas muy bajas para la compra de herramientas o insumos de capital.
 
* Aumentará por decreto los salarios de los trabajadores públicos y privados, y dispuso la doble indemnización por despidos durante seis meses.
 
* No despidió empleados públicos como sí lo hizo en forma masiva la alianza Cambiemos al inicio de su gestión.
 
* Comenzó una lenta pero persistente disminución de la tasa de interés, desarticulando la impresionante bicicleta especulativa del macrismo.
 
* Diseñó una red de contención para las pymes con una amplia y generosa moratoria de obligaciones tributarias, de seguridad social y aduaneras.
 
* Restaurará la administración del comercio exterior para proteger a la industria nacional.
 
* No se lanzó a un endeudamiento desenfrenado, sino que propone una negociación amigable con los acreedores privados para salir del virtual default.
 
* Refuerza los mecanismos de control y administración de divisas desalentando el ahorro en dólares y el turismo al exterior, aplicando un impuesto del 30 por ciento a la compra de billetes para esos fines.
 
Todas estas medidas van a contramano de lo que se conoce como un ajuste.
 
 
Viento de frente
  
Este paquete de medidas es ambicioso no sólo porque busca revertir los efectos devastadores del proyecto neoliberal del macrismo, sino porque ha sido lanzado cuando existe un panorama económico externo negativo. La política económica de Fernández tendrá que transitar de ese modo por un estrecho desfiladero.
 
Mientras Brasil sigue en un prolongado estancamiento, sin poder actuar como tracción de la economía local, la internacional no promete dar un impulso adicional, como el que existió en la primera década del nuevo siglo.
 
El Panorama Económico Mundial del FMI adelanta que el comercio internacional seguirá estancado en el 2020, manteniendo la tendencia de este año con volúmenes de intercambio global cayendo un 1 por ciento en la primera mitad. Tampoco habría que esperar un impulso vía mejora de los precios de los commodities, puesto que se estima que permanezcan en valores similares a los de 2019.
 
El Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe de la Cepal advierte que el contexto económico y social es extremadamente complejo debido a la desaceleración económica generalizada y, especialmente, sincronizada a nivel de los países y de los distintos sectores.
 
En este año, a diferencia de anteriores recientes, 18 de los 20 países de América Latina, así como 23 de las 33 economías de América Latina y el Caribe, presentan una desaceleración en la tasa de crecimiento de la actividad económica. Esta debilidad generalizada se originó en el menor dinamismo de la demanda interna, acompañado por una baja demanda agregada externa y mercados financieros internacionales más frágiles.
 
Este escenario de estancamiento impulsó las crecientes demandas sociales y presiones por reducir la desigualdad. El 2019 fue el año que precipitaron esos reclamos con impactantes rebeliones populares.
 
El informe destaca que "la actividad económica y el comercio mundiales se encuentran débiles, y los riesgos están sesgados a la baja". Agrega que las tensiones comerciales han afectado los niveles de confianza y de inversión de algunas economías cuyos sectores están fuertemente expuestos al comercio internacional.
 
El panorama macroeconómico regional es fulminante: en los últimos seis años, de 2014 a 2019, hubo caída del Producto Interno Bruto, descenso del PIB per cápita, retroceso de la inversión, del consumo per cápita y de las exportaciones, y un sostenido deterioro de la calidad del empleo.
 
Si el 2019 no fue muy alentador, para la CEPAL el 2020 no presenta perspectivas mejores.
 
 
Crecimiento
  
En ese contexto externo adverso, el gobierno de Fernández tiene que encarar la negociación de la deuda en virtual default con acreedores privados, instancia clave para, después de frenar la caída, comenzar a transitar un sendero de crecimiento.
 
El ministro de Economía, Martín Guzmán, informó que el objetivo es conseguir la postergación del pago de los intereses y capital. Se conoce que el pedido será de dos a tres años, pero trascendió que el reclamo puede elevarse a cuatro años. Esto implicará la liberación de sustanciales recursos del Presupuesto.
 
El aumento de los ingresos en la base de la pirámide previsional y laboral, además con un programa de Precios Cuidados mejor administrado, permitirá fortalecer el consumo popular.
 
Los analistas de sistemas tributarios enseñan que cobrar impuestos directos y cobrar más a los sectores con más capacidad contributiva son medidas progresivas. Y si esos recursos son destinados a grupos sociales de menores ingresos significa que se intenta una redistribución progresiva.
 
A la vez, al definirse una escala de prioridades para el uso de divisas escasas, carencias que han sido el principal disparador de grandes crisis de la economía argentina, se está protegiendo a los sectores más vulnerables, que son los que más padecen la brusca inestabilidad de las variables macroeconómicas.
 
Evaluar este paquete de iniciativas económico-social como un ajuste es una distorsión tan asombrosa que sólo puede evaluarse como un acto de mala fe, un alarde de soberbia de la ignorancia o un grado impactante de colonización de la subjetividad.
 
 
Fomentar el consumo
 
El último informe económico mensual del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO) realiza una oportuna caracterización del plan de emergencia lanzado por el gobierno de Fernández para frenar la caída de la economía.
 
Las medidas dentro del paquete de la Ley de Solidaridad Social y Recuperación Productiva privilegian las transferencias de recursos a los sectores de bajos ingresos con un doble objetivo. Menciona que por un lado busca paliar urgentemente la crítica situación social, y por otro apunta a dar un leve impulso al muy golpeado consumo en un intento de comenzar a reactivar la economía.
 
El reporte indica que es sabido que si se distribuyen recursos desde los sectores medios-altos y altos hacia los bajos, los primeros no reducen su consumo ya que sostienen su estándar de vida reduciendo su ahorro; mientras los segundos lo incrementan.
 
De ahí que el menor aumento a los jubilados de ingresos medios y altos combinado con mayores aumentos a los de menor ingreso y beneficiarios de la AUH, genere cierto impulso al consumo aun cuando el saldo neto de la reforma sea un ahorro fiscal.
 
Calcula que las transferencias alcanzan a cerca de 8,5 millones de personas y suman un monto global de 60.500 millones de pesos. Se intenta generar de ese modo una recuperación del consumo a partir del congelamiento de las tarifas y transferencias monetarias a la base de la pirámide social.
 
Por su parte, el Centro de Economía Política Argentina estimó un mayor impacto fiscal del paquete de emergencia, al calcular que podría alcanzar una recaudación adicional equivalente a unos 8000 millones de dólares, 2,14 por ciento del PIB.
 
 
Sin luna de miel
  
La experiencia de los años de gobiernos kirchneristas dejó una enseñanza ineludible al momento de analizar los espacios de tensión que generan políticas redistributivas.
 
Existe una tensión estructural, que es la restricción externa que irrumpe cuando el impulso a la demanda no viene acompañado de una transformación de la estructura productiva.
 
Existe una tensión inmediata con factores de poder que emerge cuando se pretende avanzar con medidas de distribución progresiva del ingreso.
 
Cuando predominaron políticas regresivas y concentradoras de la riqueza, como las que se desplegaron durante el gobierno de Macri, la amplia red de propaganda pública y privada, respaldada por el poder económico, era un protagonista principal para intentar domesticar a gran parte de la sociedad. Ahora, cuando se instrumenta una serie de medidas para mejorar un poco el desigual reparto de ingresos, ese mismo dispositivo busca exacerbar las tensiones económicas. Desvía la atención publicitando la existencia de un supuesto ajuste y exagera acerca del costo de "la política".
 
Durante los últimos cuatro años, período en el cual se crearon decenas de cargos inútiles, con gran parte de los funcionarios macristas trabajando muy pocas horas semanales y con una escasa actividad en el Congreso, no hubo cuestionamiento a la "clase política". Es muy evidente que esas observaciones buscan condicionar a un gobierno que propone una orientación económica y social opuesta a la conservadora.
 
 
Desafíos
  
En ese sentido es ilustrativo el último informe de Fundaciones de Investigaciones para el Desarrollo (Fide), al plantear que el nuevo gobierno enfrenta fuertes desafíos económicos, pero también políticos. Menciona que en ambos casos, la capacidad para impulsar un acuerdo económica y social amplio, que involucre no sólo a la dirigencia política, sino también social y económica -sindicatos, movimientos sociales, sectores productivos y empresarios, entre otros-, es decisiva. Recomienda articular las urgencias de corto plazo con las orientaciones de mediano y largo plazo tendientes a abordar los problemas estructurales del subdesarrollo que "requieren de consensos y compromisos muy fuertes" de esos actores.
 
En estas semanas de mucho vértigo, con la mayoría de los medios ignorando la tradicional luna de miel de un nuevo gobierno y ocultando la herencia desastrosa que dejó el macrismo, ese informe de Fide remarca la necesidad de precisar la pesada mochila que existe en términos de deuda financiera, social y de deterioro del entramado productivo.
 
Destaca que desde la economía real, la situación que heredó Alberto Fernández "es de tierra arrasada". Indica que cuando Macri asumió en 2015 la economía crecía al 2,7 por ciento, y aunque "existía un acentuado problema de falta estructural de divisas, el consumo y los niveles de ingresos se mantenían en valores similares a los de cuatro años atrás".
 
Con la expectativa de una brusca desaceleración de la tasa de inflación en los próximos meses, que de por sí será un factor expansivo, la redistribución progresiva del ingreso, medida muy alejada de un ajuste, se constituye en la principal apuesta de Fernández para comenzar a encender los motores de la economía.
 
Por Alfredo Zaiat
 
Fuente: Página12
 

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28-12-2025 / 12:12
Las ventas en rubros estratégicos de Alimentos caen hasta 20% interanual, y aun así las fábricas avisaron aumentos mayores al 5% desde el 1 de enero. El diagnóstico de la UIA da balance en rojo de Los 4 grandes. Deberá el presidente Javier "el Loco" Milei quemar en la hoguera de los balances de fin de año una de sus teorías predilectas sobre uno de los fenómenos que creyó tener bajo control, pero que se le está desmadrando.
 
Apasionado por la idea del poco iluminado economista austríaco Carl Menger, el mandatario aplicó uno de sus principios para -a lo largo de estos dos años- afirmar que los precios se establecen en relación no a los costos de producción y otros factores, sino a la cantidad de dinero que los consumidores estén dispuestos a convalidar como precio de ese bien.
 
Pero los hechos muestran que pasó exactamente lo contrario: hace varios meses, y sobre todo con mayor intensidad desde el triunfo electoral libertario el 26 de octubre, las grandes empresas del sector alimentos decidieron subir los precios, aún en un contexto de consumo masivo desplomado.
 
Es decir, eligieron regular su pérdida aumentando el precio del producto, sin importar lo que los consumidores creen, convalidan o rechazan sobre esos precios. Y esto pegó de lleno en las mediciones de inflación del INDEC, que siguen centradas más en Bienes que en Servicios, a pesar del cambio de composición en el gasto de los hogares.
 
Así, Milei y su ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, se garantizaron la permanencia en el escenario que todos los gobiernos intentan esquivar: la estanflación, es decir, estancamiento de la actividad con inflación al alza.
 
Desde octubre, de hecho, no hubo ni una sola semana con precios de alimentos estables, y las últimas cuatro semanas del mes acumulan un alza de al menos 2,5 por ciento en un rubro clave como es el consumo de bienes básicos.
 
PáginaI12 accedió en las últimas horas a listados con aumentos de precios de hasta 6 por ciento a aplicarse desde el 1° de enero en diferentes rubros. "No hay explicación alguna", admiten los comerciantes que recibieron las alzas, pero aseguran que las empresas de alimentos nucleadas en la Coordinadora de Productores de Alimentos (COPAL) precisan que no hay otra forma de amortiguar que la crisis que venden por precios lo que no sale de góndola por cantidades.
 
Hay un pelotón de firmas, entre las que están los gigantes Procter & Gamble, SC Johnson y Unilever, que ya avisaron que desde el 1° de enero aumentan un 5 por ciento toda su línea de productos. Un poco más abajo, aparecen lácteas como La Serenísima, que pasaron listas con aumentos del 2,5 para enero. Esto último es curioso, dado que la mayoría de las empresas, a diferencia de lo que ve el Gobierno, estiman que la inflación será mayor, no menor, en los meses siguientes.
 
En ese grupo de las que pasaron aumentos cercanos al 3 por ciento también aparecen Coca Cola y Pepsi, y varias de las empresas que producen cerveza, que hace al menos tres meses no suben de precio y tienen ventas derrumbadas, aún en los calores, temporada alta de su negocio.
 
Lo curioso es que, a muchas de estas firmas, hace cerca de dos semanas, los supermercados y comercios ya les rechazaron listas de aumentos por no querer aplicarlos. El Gobierno, que se jacta de ser el más liberal del mundo, les ruega a los comerciantes que no acepten aumentos, sino el desborde sería mayor.
 

27-12-2025 / 09:12
Negando lo innegable, defendiendo lo indefendible. Con iglesias evangélicas que se oponen al aborto pero apoyan a un gobierno que regala libros que elogian a proxenetas y narcos; con militares que votan en masa a un gobierno que los lleva al suicidio; con industriales que se entusiasman con el oficialismo que los lleva a la quiebra; con jóvenes que se ilusionan con un "cambio" que les roba el futuro; con un gobierno que abandona a los discapacitados, pero se queda con una coima del tres por ciento de sus medicamentos, el país parece terminar el año en un descomunal aquelarre cuya lógica la oposición no termina de aprehender.
 
Surgen gurúes de la pobreza que entienden todo y autoflagelaciones de culpa que recriminan incapacidad, pero en realidad no se trata de un fenómeno exclusivo, sino que acompaña la deriva de Occidente. Estados Unidos, que ha sido la matriz ideológica de las últimas décadas, se ha lanzado a la conquista agresiva de Latinoamérica.
 
El diseño es igual de esquizofrénico, primero establece una ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA), que le permite sólo a Estados Unidos fabricar guerras para robar petróleo, como a Venezuela, confiscar recursos financieros, como a Rusia, o decretar aranceles de castigo para todo el mundo.
 
Y después la completa con lineamientos de seguridad nacional que le permiten agredir, invadir o bloquear a cualquier otro país. La esquizofrenia está en la pretensión de que el mundo acepte esos auto permisos como leyes establecidas incluso por los que son agredidos.
 
En la que fue la primera democracia del planeta cualquiera puede ser detenido sin causa sólo por el tono de su piel y tiene de presidente a Donald Trump que fue acusado de intentar un golpe de Estado. Por años, Occidente ha asimilado en forma bizarra el producto ideológico de esa matriz que en realidad ocultaba la relación entre el imperio y sus colonias dominadas.
 
Con la pérdida de poder de Estados Unidos en su puja con China, el fondo de esa lógica quedó al descubierto, pero Washington mantiene la pretensión de que su propuesta de opresión se asuma como de libertad. Parece una estupidez obvia, pero cuenta con el dispositivo de construcción simbólica más poderoso del planeta y de la historia de la humanidad para hacerlo creíble.
 
Aparecieron réplicas en América Latina y aquí en Argentina se expresó en los libertarios, donde esa palabra que identificaba a los viejos anarquistas fue apropiada por lo opuesto: el poder de las corporaciones sobre el resto de la sociedad; la palabra Libertad también significa lo opuesto a lo que ellos proponen y la idea de "cambio" en realidad significa para ellos romper los cambios verdaderos que promovieron igualdad y libertad.
 
Son sociedades donde la esperanza se reemplazó por la ansiedad y la depresión, porque la ilusión de que sólo basta el mérito personal termina en frustración. Son sociedades, como la Argentina, donde el suicidio se ha triplicado a causa de la frustración y la depresión y se ha convertido en la principal causa de muerte violenta en los jóvenes entre los 10 y 19 años. Todos los días se suicida un chico o chica en Argentina según un informe del Ministerio de Seguridad que se publicó a mediados de noviembre, en 2024 hubo 4294 suicidios.
 
En la semana previa a las navidades, -que la diputada libertaria Juliana Santillán confundió con las Pascuas (¡!)- hubo tres suicidios de soldados y otro de un gendarme. Las Fuerzas Armadas y De Seguridad votaron masivamente a este gobierno que los ha hundido en la pobreza. 
 

26-12-2025 / 07:12
Sea por la infatuación que le dio el triunfo en las elecciones de octubre, por un criterio equivocado o por simple ignorancia política, el gobierno de Javier "el Loco" Milei ha incurrido en un error que puede resultarle caro. Aunque no explícitamente, se ha indispuesto con la Iglesia Católica, porque esta defiende la Justicia Social.
 
Se sabe que esta institución, se diría que, desde siempre, ha sido el credo mayoritario en el país, con militancia de las clases altas y muchas de las jerarquías militares, y si no recordar los últimos meses del primer período de gobierno peronista, cuando hubo un abierto enfrentamiento con la Iglesia y los aviones que bombardearon a gente inocente en Plaza de Mayo lo hicieron con el claro signo de "Cristo Vence" escrito en el fuselaje de sus máquinas.
 
Aquí y ahora la situación no ha llegado a extremos semejantes, pero se manifiesta claramente en el tradicional cambio de saludos para fin de año que concretaron la Iglesia y el Gobierno. A una nota enviada por el arzobispo al Presidente en la que destaca "nuestro anhelo de una paz social sólida, fundada en el cuidado de cada persona y especialmente de quienes atraviesan mayores fragilidades: los pobres, los trabajadores que sostienen día a día la vida del país y los ancianos cuya sabiduría y experiencia necesitamos valorar y acompañar".
 
Milei respondió diciendo que aprecia y valora "el llamado a la reflexión, a la paz social y el compromiso por el bien común" planteado por la jerarquía católica" y sostiene que "seguiremos trabajando incansablemente para generar las condiciones que permitan a cada argentino desarrollarse con dignidad, libertad y oportunidades reales de progreso, especialmente a quienes se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad".
 
Es fácil advertir que ambas misivas rezuman protocolo. Es posible que en el proceder de la Presidencia se refleje la dudosa capacidad de sus colaboradores en la materia (tal como se ha hecho evidente en materia diplomática) pero en el asunto cuentan dos hechos altamente significativos.
 
El primero es la abierta confesión de Milei de su militancia en la religión judía, la que no sólo lo ha llevado a alineamientos internacionales con Israel que hicieron trizas la tradicional neutralidad argentina; y también a cometer algunas torpezas dentro del rito mismo. Imbuida de una tradición de presidentes católicos o poco menos, la Iglesia debió deglutir en silencio el sapo que representó su presencia en actos de profunda significación dentro de la fe católica.
 
El otro error fue más grosero. No solamente faltó el tradicional encuentro de Navidad y Fin de Año entre ambos sectores político-religiosos; desde el Ejecutivo ha habido una suspensión de fondos a obras sociales que eran administradas por la Iglesia Católica, con el agravante -se diría que casi ofensa-- de derivarlos hacia congregaciones protestantes y evangelistas, miembros de la llamada Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (Aciera).
 
A primera vista parecería una áspera respuesta por elevación a las repetidas homilías que el Episcopado católico ha hecho públicas, claramente críticas de la actual política de gobierno. Tampoco hay que olvidar la presencia presidencial de hace algunos meses en la inauguración de un gran templo evangélico, que hasta contó con la concreción de pretendidos -y torpes-milagros. La falta de contactos efectivos mencionada antes tuvo un agravante: sus principales integrantes evangélicos sí fueron participantes de un encuentro con autoridades del Poder Ejecutivo.
 
"El presidente -ha dicho uno de los principales analistas en el tema- no invita a dialogar a las autoridades del Episcopado católico, mientras orienta fondos hacia los evangelistas de Aciera y celebra con ellos en Casa Rosada". Una relación que va de fría a congelada.
 
La Opinión Popular
 

24-12-2025 / 11:12
La guerra de las coimas. Daniel Garbellini, el hombre de los primos Menem al que Daniel Spagnuolo definía en sus audios como "un delincuente" y al que le echó toda la culpa por la corrupción con los remedios para discapacitados, declaró ante la Justicia que el verdadero culpable era el propio Spagnuolo. "El asumió la suma del poder en la Andis y era el único que tenía firma autorizada para realizar pagos", sostiene en un documento.
 
La causa sobre coimas, direccionamiento y sobreprecios en la compra de medicamentos en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) dejó expuesta una batalla entre los principales imputados. Después de que el exdirector del organismo, Spagnuolo, buscara en un escrito responsabilizarlo por las irregularidades, Garbellini -su exnúmero dos, extitular de Acceso a los Servicios de Salud- le devolvió en un descargo la gentileza.
 
En el marco de la causa que investiga las irregularidades en la Agencia Nacional de Discapacidad, Garbellini, ex número dos del organismo, presentó un escrito ante la Justicia en el que negó todas las acusaciones y trasladó la responsabilidad de las decisiones operativas y administrativas a Diego Spagnuolo, ex abogado personal de Javier "el Loco" Milei y exdirector ejecutivo de la entidad.
 
Garbellini fue removido de su cargo tras el escándalo por sobornos en la compra de medicamentos y detalló que asumió la Dirección de Acceso a los Servicios de Salud en junio de 2024. Según su descargo, sus funciones se limitaban a la gestión del programa Incluir Salud, destinado a brindar cobertura médica a personas con discapacidad sin obra social, y no incluían facultades decisorias sobre contrataciones ni sobre bajas de pensiones.
 
En su presentación, sostuvo que el control total del sistema informático, las compulsas de precios y los pagos estaban en manos exclusivas de la Dirección Ejecutiva. "Tanto el suscripto como el resto de los funcionarios éramos usuarios del sistema", afirmó, y remarcó que el acceso pleno e irrestricto a la información dependía únicamente del director ejecutivo.
 
Garbellini insistió en que no tenía atribuciones para transparentar o abrir las contrataciones, y que cualquier falta de publicidad o control público fue una decisión ajena a su responsabilidad. Incluso aseguró haber sugerido cambios estructurales que fueron rechazados con el argumento de que "todo se hacía por urgencia".
 
El caso se originó a partir de grabaciones que involucraban a Spagnuolo, aunque esas pruebas no fueron consideradas válidas por el fiscal Franco Picardi. En esos registros también se mencionaba un vínculo entre Garbellini y Karina Milei, a través de un colaborador cercano, aunque esa línea no avanzó formalmente.
 
Hasta ahora, el único testimonio oral fue el de Roger Grant, quien admitió irregularidades en las contrataciones del programa PACBI y aseguró que actuaba bajo órdenes directas de Garbellini, a quien señaló como la figura que definía la operatoria. Sin embargo, evitó referirse a presuntas coimas. El expediente también incorpora anotaciones secuestradas en un allanamiento que vuelven a comprometer al exfuncionario libertario y refuerzan la disputa de responsabilidades en la causa.
 
La Opinión Popular
 

23-12-2025 / 09:12
Un fallo de Cámara obliga al Gobierno a explicar ante la Justicia dónde está el oro que, en junio de 2024, el gobierno de Javier "el Loco" Milei sacó del Banco Central para enviar al exterior. Para los jueces, esa información constituye "un asunto de indudable interés público como es la administración de las reservas". La presentación la hizo La Asociación Bancaria, el gremio que descubrió y denunció la maniobra con los lingotes de oro. El presidente del Banco central, Santiago Bausili, ya se negó a contestar un requerimiento de la Auditoría General de La Nación. Junto a "Toto" Caputo sacaron el oro del país y nunca informaron sobre su destino.
 
En un operativo clandestino de ribetes policiales, comenzó una saga de ocultamiento de las autoridades sobre el destino de uno de los principales activos líquidos del organismo monetario. El diputado nacional y líder de La Bancaria, Sergio Palazzo, presentó varios pedidos de informes exigiendo a las autoridades que expliquen donde está el oro y que tipo de cauciones lo afectan. Caputo nunca quiso explicar su destino, se limitó a comentar muy por arriba en un programa de televisión que se giró a un banco para cobrar intereses. No explicó quien lo tiene ni qué tipo de operación se hizo con ese importante activo.
 
Ahora, la Justicia Federal ordenó este lunes al Banco Central que entregue información precisa sobre el destino del oro. En una resolución firmada por los jueces Guillermo Treacy y Pablo Gallegos Fedriani, la Sala V de la Cámara Contencioso Administrativa Federal, consideró que la autoridad monetaria no justificó de manera suficiente su decisión de no informar sobre el destino del activo y sostuvo que la negativa vulneró los principios de transparencia.
 
Es que Caputo y Bausili sostienen que la operación forma parte de la "administración" de las reservas y por ende es secreta. El mismo criterio opaco que Caputo utiliza para no dar precisiones sobre el swap firmado con Estados Unidos y los bonos que le entregó al Tesoro para que rentabilice la venta de dólares que hizo sobre el cierre de la campaña.
 
Los jueces fueron punzantes sobre el lamentable manejo de Caputo sobre información que debería ser pública. "La configuración de alguna de las excepciones legales a la entrega de información pública no puede depender de una apreciación unilateral del sujeto obligado", sostiene el fallo y subraya que es el Estado quien debe demostrar, de manera concreta, que la difusión de los datos solicitados causaría un daño a un interés legítimamente protegido.
 
El Banco Central respondió apenas con un comunicado formal que "había completado transferencias de parte de sus reservas en oro entre sus diferentes cuentas", sin precisar monto, destino ni motivo concreto. La respuesta evasiva del BCRA encendió alarmas. Porque ese oro no es un adorno: según informes oficiales, las reservas de oro rondan unos USD 4.900 millones, un componente significativo del total de activos extranjeros del Central.
 
Aunque la entidad insiste en que las operaciones no alteran el volumen agregado de las reservas, nadie sabe realmente dónde están físicamente esos lingotes y si siguen efectivamente en poder del Estado o se remataron en algunas de las operaciones de préstamos igualmente opacas que concretó Caputo. El balance del BCRA, en ciertos trimestres, llegó incluso a no mostrar ese componente con claridad, como si hubiera desaparecido entre páginas y cifras.
 
La Auditoría General de la Nación (AGN) reveló recientemente que el Banco Central se negó a entregar documentación sobre dónde están los lingotes, bajo qué condiciones se conservan y si parte del oro fue transformado en instrumentos financieros. El argumento oficial: la información es "confidencial" y su difusión podría poner en riesgo la seguridad de los activos. Como sea, la pregunta es: ¿dónde está el oro? Eso es lo que la Justicia ahora exige que responda Milei.
 
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