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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 21-12-2019 / 08:12
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

Las claves de la votación en Diputados y el Senado

Las claves de la votación en Diputados y el Senado
El titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, fue fundamental para que el peronismo consiguiera el quórum necesario para tratar el proyecto de Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva y además, aprovechando la división opositora entre gobernadores radicales y macristas talibanes, lograr su aprobación.
La aprobación de la ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva fue una gimnasia maratónica de negociaciones que probó a fuego a los nuevos actores en la Argentina posmacrista. El titular del bloque del Frente de Todos, Máximo Kirchner y el presidente de la Cámara, Sergio Massa, desplegaron su arsenal de recursos para conseguir la aprobación de la ley que el Gobierno considera axial en el plan para frenar la crisis y comenzar el despegue.
 
La ley se propone redistribuir y aumentar la recaudación en impuestos como bienes personales, sobre todo las posesiones en el exterior, y la actualización de las retenciones. Cada paso que se avanza crea respaldos y decepciones y aunque sean muchos más los favorecidos, algunos quedan en el camino. El triunfo electoral provoca una onda tan amplia de expectativas que arrastra a parte de los que no lo votaron.
 
Urgidos por el mismo Mauricio Macri, los legisladores del PRO habían logrado imponer en la bancada de Cambiemos la decisión de impedir que asumieran los 22 nuevos diputados del oficialismo. Antes de viajar a Qatar para la final del mundial de fútbol, Macri propició esa jugada de extrema dureza pero de baja calidad democrática.
 
El bloque de Cambiemos estuvo a punto de estallar, e incluso hubo acusaciones contra el titular del comité radical, el ex gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo. El domingo, Cornejo acompañó a los gobernadores radicales a una reunión con Alberto Fernández. El presidente les informó que anularía el Pacto Fiscal, --al que los sometió Macri--, para que los gobernadores puedan manejar sus presupuestos con libertad. Cornejo suavizó la posición del bloque y así dieron quórum para que asuman los nuevos diputados del oficialismo.
 
La palabra retenciones unida al verbo "actualizar" en el texto del proyecto de ley fue usada para atizar el recelo de los empresarios rurales. Hubo amagues para convocar una gran concentración opositora el miércoles frente al Congreso. En las redes macristas se verificó gran entusiasmo por la convocatoria. Pero el impulso se fue desinflando con el paso de las horas. La medida no afecta tanto a los empresarios rurales y resultó evidente que no tenían ambiente propicio para una convocatoria fuerte.
 
Si en un principio se habían dejado llevar por el falso clima creado en las redes por los trolls macristas, finalmente los dirigentes se replegaron. El macrismo insistió y agregó a la convocatoria la defensa de las jubilaciones y el rechazo a delegar más funciones en el presidente. Esos fueron los argumentos de Cambiemos para votar contra la ley. Pero en la calle, esos argumentos apenas reunieron a mil o dos mil personas.
 
La pobreza del acto macrista fuera del Congreso y la deserción de dirigentes y entidades fue la confirmación que la base social del macrismo no está en disposición movilizadora y que está sintiendo el efecto de la crisis y la derrota. Y, por otra parte, no encuentra una actitud beligerante por parte del gobierno, lo que también la desmotiva.

 
PANORAMA POLÍTICO: EL QUÓRUM Y LA LEY
 
Las claves de la votación en Diputados y el Senado
 
 
Unos entraban y otros salían en el minué que escenificaron los diputados el jueves para discutir la primera ley del gobierno. Damos quórum para esto, pero no para aquello y entraban y salían después para que entren los que daban quórum para aquello y después, algunos de los que dieron quórum votaron en contra de la nueva ley o de algunos de sus puntos.
 
Fue una gimnasia maratónica de negociaciones y parlamentos que probó a fuego a los nuevos actores de esta nueva serie de los Fernández en la Argentina posmacrista.
 
El titular del bloque del Frente de Todos, Máximo Kirchner y el presidente de la Cámara, Sergio Massa desplegaron su arsenal de recursos para conseguir la aprobación de la ley que el gobierno considera axial en el plan para frenar la crisis y comenzar el despegue.
 
La ley se propone redistribuir y aumentar la recaudación en impuestos como bienes personales, sobre todo las posesiones en el exterior, y la actualización de las retenciones.
 
Son los días de la verdad para un nuevo gobierno. Es el tiempo cuando se aprovecha la inercia poderosa del respaldo que se ganó en las urnas para hundir el cuchillo hasta donde pueda. Es probable que sea el momento de mayor respaldo de la gestión.
 
Cada paso que se avanza crea respaldos y decepciones y aunque sean muchos más los favorecidos, algunos quedan en el camino. El triunfo electoral, en cambio, provoca una onda tan amplia de expectativas que arrastra incluso a gran parte de los que no lo votaron.
 
Mauricio Macri aprovechó ese momento en el 2015 para anular la ley de pago soberano que impedía pagar a los fondos buitre y le ponía condiciones al endeudamiento. Son los claroscuros. El kirchnerismo se opuso a pesar de esa inercia de gobierno nuevo potenciada por el respaldo avasallante de la corporación mediática.
 
Como aquella vez fue el kirchnerismo, ahora el macrismo fue el que se opuso a pesar de esa inercia, que esta vez no está potenciada por los medios hegemónicos, como en el 2015, sino por la esperanza de salir del pozo donde quedó la mayoría de los argentinos por la crisis.
 
La memoria histórica muestra esa danza de pensamientos en pugna, los que pagaban a los fondos buitre para comenzar un nuevo ciclo de endeudamiento y los que se opusieron. Los que ahora proponen esta ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva y los macristas que se oponen.
 
En 2015, el macrismo consiguió aprobar la abolición de la ley de pago soberano gracias al voto de algunos peronistas. Ahora la operación de los macristas puros fue ablandada por los gobernadores radicales cuya responsabilidad territorial siempre repercute en el Parlamento.
 
Urgidos por el mismo Mauricio Macri, los legisladores del PRO habían logrado imponer en la bancada de Cambiemos la decisión de impedir que asumieran los 22 nuevos diputados del oficialismo.
 
Antes de viajar a Qatar de vacaciones para presenciar la final del mundial de equipos de fútbol, el ex presidente Mauricio Macri se reunió con su primo Jorge, intendente de Vicente López y propició esa jugada de extrema dureza pero también de baja calidad democrática.
 
El bloque de Cambiemos estuvo a punto de estallar, e incluso hubo acusaciones contra el titular del comité radical, el ex gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo.
 
El domingo, Cornejo acompañó a los gobernadores radicales a una reunión con el presidente Alberto Fernández y el ministro del Interior, Wado de Pedro. El presidente les informó que anularía el Pacto Fiscal, --al que los sometió Mauricio Macri--, para que los gobernadores puedan manejar sus presupuestos con libertad.
 
En el marco de esa negociación, Cornejo suavizó la posición del bloque y así dieron quórum para que asuman los nuevos diputados del oficialismo. En la reunión con Fernández estuvo Gerardo Morales cuya provincia quedó en una situación de fuerte dependencia económica del gobierno nacional. Morales criticó públicamente la posición más dura del bloque de Cambiemos.
 
El gobernador jujeño tiene una cuenta pendiente con el movimiento popular por la encarnizada persecución y el encarcelamiento de la dirigente Milagro Sala. Clara Langhe de Falcone, la legisladora radical que asumió como jueza del Superior Tribunal de Justicia de Jujuy cuando comenzó la persecución del gobernador Morales contra la dirigente del Movimiento Tupac Amaru, fue apartada de su cargo de presidente del Tribunal.
 
Unos días antes de su reemplazo había subrayado que "no vamos a permitir la libertad de Milagro Sala". Con Sala presa, será difícil para Morales sostener la calidad de relaciones que necesita su provincia con el gobierno nacional.
 
La Casa Rosada no le ha mostrado los dientes a nadie, pero Alberto Fernández calificó varias veces como una herencia nefasta en el Poder Judicial a la práctica de lawfare del macrismo con sus operadores judiciales.
 
La palabra retenciones unida al verbo "actualizar" en el texto del proyecto de ley fue usada para atizar el recelo de los empresarios rurales. Hubo amagues para convocar una gran concentración opositora el miércoles frente al Congreso.
 
En las redes macristas se verificó gran entusiasmo por la convocatoria. Pero el impulso se fue desinflando con el paso de las horas. La medida no afecta tanto a los empresarios rurales y resultó evidente que no tenían ambiente propicio para una convocatoria fuerte.
 
Si en un principio se habían dejado llevar por el falso clima creado en las redes por los trolls macristas, finalmente los dirigentes se replegaron. El macrismo insistió y agregó a la convocatoria la defensa de las jubilaciones y el rechazo a delegar más funciones en la figura presidencial.
 
Esos fueron los argumentos de los diputados de Cambiemos para votar contra la ley. Pero en la calle, esos argumentos apenas reunieron a mil o dos mil personas.
 
La pobreza del acto macrista fuera del Congreso y la deserción de dirigentes y entidades fue la confirmación de que la base social del macrismo no está en disposición movilizadora y que está sintiendo el efecto de la crisis y la derrota. Y, por otra parte, no encuentra una actitud beligerante por parte del gobierno, lo que también la desmotiva.
 
Pero mientras avanza en el Congreso, el gobierno no termina de conformar su estructura de gestión y en varios ministerios hay dificultades para la designación de secretarios y directores.
 
Algunos de los que han sido designados no tienen firma para tomar decisiones porque los directores salientes se tomaron vacaciones antes de renunciar y en otros casos se fueron sin dejar las claves de los sistemas informáticos por lo cual los nuevos funcionarios no tienen acceso a información vital.
 
Alberto Fernández se mantiene activo. Tras la reunión con los gobernadores, esta semana hizo una incursión en territorio apache para un gobierno peronista.
 
El presidente se apersonó en la cena de fin de año de la AEA, el club más selecto de grandes empresarios. "No podemos perder más tiempo y seguir peleándonos entre nosotros" le dijo al CEO del Grupo Clarín, Héctor Magneto, sentado en la mesa más cercana.
 
No hubo reacción del representante de la que en este momento es una de las tres empresas que más factura del país. Si en otro tiempo representó a un sector de la industria con el desarrollismo, ahora se representa a sí mismo con un inmenso poder desequilibrante para cualquier gobierno.
 
Esas palabras del presidente fueron un gesto de que intentará una difícil y controvertida convivencia pacífica con el Grupo que fue principal sostén de Mauricio Macri y por lo tanto corresponsable de la crisis que expuso ante los empresarios.
 
Cristina Kirchner participó en la asunción de los intendentes de La Matanza, de Quilmes y de Avellaneda y viajará a Cuba para pasar las fiestas con su hija Florencia. Máximo Kirchner tiene fotos en mangas de camisa, extenuado, hablando con todos los jefes de bloque incluyendo los del macrismo. Trajinó con mucha capacidad de diálogo y negociación para la aprobación de la ley en el Congreso.
 
El cuco del kirchnerismo a full disipa fantasmas y vaticinios agoreros. Fernández se quedó dos horas con los empresarios. El malestar con la gestión macrista se siente también en ese ambiente que le fue tan favorable siempre al macrismo. Y hasta hubo algún elogio a la "inteligencia política" de la ex presidenta.
 
 Por Luis Bruschtein
 
Fuente: Página12
 

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16-12-2025 / 10:12
Las reformas que impulsa el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei, en especial la laboral, buscan sin disimulo convertir a nuestro país en una economía colonial de enclave, productor de materias primas, sin industria y en donde sobre más de la mitad de los argentinos. En el país cierra una empresa por hora y 400 trabajadores por día se quedan sin empleo. El cálculo surge de tomar en cuenta que "el Peluca" y su motosierra destruyeron 19.114 firmas dejando en la calle a algo más que 264 mil asalariados registrados en sus dos primeros años de gobierno.
 
Para Argentina es un cambio dramático, pues es uno de los países en donde la legislación laboral del siglo XX más avanzó en el sentido de proteger a los trabajadores. Por esa razón, por ese "mal ejemplo" para la región latinoamericana, el objetivo del FMI de retroceder más de un siglo en las condiciones bajo las cuales se desenvuelve el mundo laboral, haya sido tomado con tanta energía por los últimos gobiernos de derecha y mucho más ahora bajo el modelo reaccionario extremo que impulsan los desquiciados Milei, Sturzenegger, Caputo y cía.
 
Todos y cada uno de los puntos del extenso proyecto que acaba de aterrizar en el Congreso es un muestrario de la ideología conservadora y retrógrada que alienta a este gobierno como fiel representante de la elite económico-financiera también conocida como "círculo rojo". A tal extremo esto es así que el gobierno ni se molestó en desmentir lo que hace un tiempo se conoció: los autores materiales de este engendro son los estudios de abogados que prestan sus servicios a las corporaciones más poderosas, los llamados "dueños de la Argentina". Es el gobierno para los ricos.
 
El sueño húmedo de esta minoría enferma de codicia es voltear, una por una, todas las protecciones legales que tienen los trabajadores argentinos, aunque también debe decirse que buena parte de ellas ya fueron demolidas de hecho por el propio accionar de un mercado laboral que, con independencia de los gobiernos que se sucedieron desde el estallido social y la gran crisis económica de 2001, dejaron a casi la mitad de los asalariados desempeñándose "en negro", al margen de la formalidad.
 
Lo que veremos en las próximas horas en el Congreso les dejará en claro a los argentinos quiénes son los senadores y diputados dignos de ser llamados oposición y quiénes se someterán ante las ofertas de dinero que ya está circulando por oscuras vías. Gobernadores dialoguistas también estarán en el "toma y daca" que este gobierno puso en marcha sin que la gran prensa porteña, convertida en vocera oficial de la Casa Rosada, hable como lo hacía habitualmente de "látigo y billetera" con otros gobiernos que nunca llegaron a extremos de manipulación de los recursos fiscales como el actual.
 
El triunfo electoral de octubre de Milei es el combustible que aceleró la decisión de avanzar con este proyecto y con otros que también buscan reconfigurar en profundidad el diseño social, económico e institucional de la Argentina. La llamada ley de tierras, de glaciares, la reforma educativa, la tributaria, etc. conforman una ofensiva de los sectores concentrados de la economía contra el conjunto social. Convertir a este país en una economía colonial, sin industria, sin ciencia, sin educación de calidad, sin protección social ni laboral para las mayorías populares es una meta que está en las mentes de los libertarios. La política de tierra arrasada que se proponen les resulta indiferente, pues la ambición de poder -político y económico- está por encima de todo.
 
La CGT convocó a una movilización a la Plaza de Mayo para el jueves a la que adhirieron las dos CTA, ATE y otros gremios, el peronismo, organizaciones sociales y partidos políticos de izquierda.  Para aterrorizar, la especialidad del mileísmo, aplicarán el protocolo antipiquetes. Si la movilización es masiva, cuesta creer que la amenaza de represión violenta se cumpla. Crispar el clima social en vísperas de fin de año, en nuestro país, nunca tuvo buenos resultados para los gobiernos.
 
La Opinión Popular
 

14-12-2025 / 09:12
Bajo el mote de reforma laboral se esconde la decisión de Javier "el Loco" Milei que pretende consagrar institucionalmente, en 2026, los objetivos que en 1976 se planteara la dictadura militar genocida. Los cambios en el proceso de acumulación en el marco del genocidio, el endeudamiento, la valorización financiera y la fuga de capitales, la desindustrialización, el modo de incorporación del cambio tecnológico y la llegada del capitalismo de plataformas, produjo una sustancial alteración de la relación capital-trabajo, obviamente en desmedro del conjunto de los trabajadores.
 
En ese marco de brutal regresividad en las condiciones materiales de vida de quienes trabajan, se sucedieron en las distintas administraciones conservadoras cambios normativos, todos con la misma dirección. 1. Abaratar el precio del trabajo. 2. Facilitar el despido. 3. Debilitar los convenios colectivos. 4. Limitar y destruir la organización sindical.
 
Estas orientaciones fueron parte de los cambios normativos que impulsó la dictadura militar, de las leyes que llevaron adelante Cavallo, Menem y De la Rúa, del frustrado intento de Macri y también del proyecto de Milei. Proyecto este cuya profundidad en términos de alteración de la Ley de Contrato de Trabajo solo es equiparable a lo planteado hace 50 años por la dictadura militar.
 
Además, se lleva a cabo la directa eliminación de los costos del despido a partir de la creación de un Fondo de Asistencia Laboral que se financiará con tres puntos de las actuales contribuciones patronales. A la vez, se les reduce en un punto adicional los aportes a los empresarios en relación a las obras sociales que dejarían de percibir un punto de los que están recibiendo en la actualidad.
 
En síntesis, cuatro puntos de los aportes patronales dejan de financiar las jubilaciones y la salud de los trabajadores, con el objeto de eliminar los costos del despido y reducir los costos laborales. Situación ésta que implica una redistribución de ingresos desde los trabajadores al capital, cercana a los 3000 millones de dólares.
 
Las experiencias internacionales y la propia experiencia nacional indican que estas propuestas solo profundizan la desocupación, la informalidad y la pobreza. Es más, aspectos laborales de esta naturaleza son los que contenía la Ley Bases y que ya tuvieron dos años de aplicación en el curso del gobierno de Milei. Años que lejos de promover el empleo registrado, coexisten con la destrucción de 222 mil puestos de trabajo formales registrados de los cuales 139 mil son del propio sector privado, al tiempo que el monotributo y los asalariados no registrados constituyen las formas de inserción laboral de mayor importancia en los últimos dos años.
 
Por si esto fuera poco, los modelos que pregonan los funcionarios libertarios como objetivos a alcanzar por la Argentina, no hacen más que negar con la evidencia lo que el propio gobierno pregona para justificar lo que propone. Poner como ejemplo a seguir países como Paraguay o Perú, que prácticamente carecen de legislación laboral, resulta inentendible. Estos dos países exhiben, aún sin legislación laboral, niveles de informalidad superiores a los que hoy exhibe la Argentina.
 
Para frenar esta ofensiva hay que convocar a la sociedad a discutir la necesidad de relaciones laborales diferentes para un país distinto al que construye Milei. Para eso necesitamos relaciones laborales que se edifiquen en base a la redistribución del ingreso, la revalorización del trabajo y la necesidad de expandir derechos para todos aquellos que trabajan independientemente del tipo de inserción laboral que tengan.
 
La Opinión Popular
 

13-12-2025 / 09:12
El proyecto de país que perfila el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei tomó el aspecto de una sociedad sin derechos organizada por el mercado. El mercado elimina el concepto de soberanía y decidirá quién irá preso y quién se tomará vacaciones. A su vez, el mercado está organizado por una escala jerárquica según el poder económico.
 
O sea: la libertad de los libertarios es como la milanesa tucumana hecha con papel higiénico. Y de postre: inflación. Si alguno pensó que el esfuerzo valía la pena, el 2,5 de inflación -medido por un Indec que todo el mundo sabe trucho-- le dio una mala noticia: se quedó sin trabajo, se quedó sin empresa, y además tiene inflación.
 
En la misma semana asumió Joaquín Mogaburu como subsecretario de Derechos Humanos y se presentó el proyecto de reforma laboral en el Congreso. El nuevo funcionario es un personaje ligado a los represores y da cursos en los cuarteles sobre "memoria completa".
  
Mogaburu aboga por la conciliación y el perdón a los genocidas. El combo es coherente con el protocolo de seguridad que criminalizó la protesta social, el decreto que permitió a las fuerzas armadas intervenir en conflictos internos y la eliminación del derecho a huelga y otros derechos como lo estipula la reforma laboral enviada al Congreso.
 
Durante el mes hubo decenas de actos sobre derechos humanos en centros culturales, casas de la memoria y en plazas de todo el país. Y el jueves se realizó un festival en la Plaza de Mayo encabezado por Madres, Abuelas y el Serpaj de Adolfo Pérez Esquivel. Al mismo tiempo, la CGT anunciaba un acto público para oponerse al proyecto de ley enviado al Congreso.
 
No hay derechos humanos y no hay derechos laborales. No hay derecho a la protesta y no hay derecho que proteja contra la tortura y la violación como reclaman los que piden la libertad de torturadores y violadores que actuaron tras haber usurpado el Estado durante el golpe genocida. No hay sujetos de derecho en esta sociedad que conciben los libertarios y que ha sido votada por muchos que perderán los derechos que tenían.
 
Con el mercado se come, con el mercado se educa, con el mercado se cura. Si eso era difícil con la democracia, el mercado ni se lo plantea porque el único derecho que reconoce es el del que tiene más capital. El mercado habla de méritos, pero los derechos no se ganan. Los derechos implican también responsabilidades, pero no se ganan por méritos. Al menos la democracia reconoce que todos tienen derecho a comer, a la educación y a la salud. Después dependerá de los gobiernos proveer esos derechos.
 
Los libertarios inventaron una democracia con voto, pero sin derechos. Y los derechos son para todos porque son inherentes a la condición del ser humano. Si son para pocos, no califica. La democracia se construye sobre los derechos ciudadanos. Sin esos derechos básicos no hay sistema democrático. Este gobierno habla de democracia y libertad, pero cuando hace la milanesa, le pone papel higiénico en vez de libertad y democracia.
 

12-12-2025 / 10:12
El gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei mandó al Senado un proyecto de contrarreforma para eliminar derechos laborales, sindicales y de huelga que atrasa un siglo. Contra la Constitución desconoce hasta la jornada de 8 horas y el derecho a huelga. Redactado por los abogados de las grandes empresas, de Paolo Rocca, Galperin y Eurnekian, en cada rubro empeora la posición de los trabajadores. Perjudica también a monotributistas e informales y se propone financiar los despidos con la plata de los jubilados.
 
El gobierno libertario demoró la presentación de la contrareforma laboral, que no registra precedentes desde la dictadura genocida de 1976, para estirar los tiempos de negociación y definir cuán a fondo iría en su ofensiva contra los trabajadores y el sindicalismo. El proyecto que ingresó al Senado retoma lo peor de todas las versiones anteriores y lo condensa en 71 páginas y 191 artículos.
 
Enmascarada en una supuesta "modernización", la iniciativa retrocede más de un siglo y desconoce pilares básicos del derecho laboral como la jornada de ocho horas y restringe el derecho a huelga. Lejos de mejorar la vida de los trabajadores, crear empleo o incorporar a los informales al mercado formal, la reforma sólo busca abaratar costos para que el empleador pueda despedir y amplía la desprotección sobre el sector más débil.
 
Los especialistas coinciden en que "invierte la presunción de laborabilidad" perjudicando a monotributistas y trabajadores "independientes". El texto final del proyecto confirma la transferencia regresiva de los derechos de los trabajadores en favor del gran capital, debilita su capacidad de organización y faculta al empleador para modificar condiciones laborales según sus necesidades.
 
La reforma laboral, firmada por Milei, fue elevada al Congreso de manera errónea por parte de Gobierno. Legisladores opositores y abogados laboralistas cuestionaron el ingreso por el Senado, ya que la reforma laboral contiene un capítulo tributario que modifica impuestos centrales. Al respecto, la Constitución fija que toda ley de carácter impositivo debe originarse en Diputados.
 
La reforma laboral que impulsa Milei atrasa porque reinstala un modelo previo al propio nacimiento del derecho laboral. La abogada Natalia Salvo advierte que es "una novedad de museo que nos devuelve a un tiempo sin normas". El proyecto permite jornadas de hasta 12 horas, un retroceso a antes de la Ley 11.544, conquistada después de las huelgas y masacres de la Patagonia y la Semana Trágica.

También elimina ítems remunerativos para achicar aguinaldo y vacaciones, ahora fraccionadas como en etapas de precariedad anteriores a cualquier estándar moderno. Al mismo tiempo, remarca que la iniciativa desconoce los avances globales sobre las plataformas: mientras en Europa los tribunales y países como España o Portugal ya reconocen a esos trabajadores como dependientes, aquí se los deja en un limbo jurídico. Modernizar sería ampliar la protección, no recortarla. Con un 43 por ciento de informalidad, el proyecto empuja al país hacia un pasado sin resguardo, donde la relación laboral quedaba librada a la voluntad de la patronal.

Un Gobierno que miente en todo, presenta el argumento principal en la supuesta "creación de trabajo formal". Silogismo falaz, acaba de ser refutado por un hombre del gran capital, el abogado Julián de Diego. Dijo que "sin crecimiento, no habrá generación de empleo". Ese crecimiento se presenta, como promesa lejana, relato de un provenir etéreo, medido en décadas. Equiparada a Irlanda, Alemania, y otras naciones. Por ahora, lo que hay es recesión, inflación en alza y deuda. Cada vez más deuda.

La Opinión Popular


11-12-2025 / 10:12
Turismo "con la nuestra". Nuevo papelón internacional de Javier "el Loco" Milei que fue a perder el tiempo a Noruega disfrazado con el mameluco de YPF, viajó 25.000 kilómetros para sacarse una foto... y se volvió sin nada. María Corina Machado faltó a su premiación como Nobel de la Paz. Viajó con su hermana Karina a Oslo en el avión presidencial, en un viaje que cuesta 300 mil dólares, y se alojó en el Gran Hotel de Oslo, en donde una habitación cuesta mil euros por noche. "El Peluca" volvió a las apuradas y de inmediato puso su firma en el funesto proyecto que apunta contra la justicia social y modifica la regulación de horas extras, vacaciones e indemnizaciones.
 
El fugaz y costoso paseo de Milei por Noruega terminó en un traspié político que expuso improvisación y falta de estrategia. La salida apresurada dejó al libertario sin el rédito simbólico que buscaba y reforzó las críticas sobre un viaje reducido a gestos vacíos, sin resultados concretos ni agenda internacional consistente. Tenía una agenda que incluía reuniones con el primer ministro y con el rey, además de la posibilidad de un encuentro cara a cara con Corina Machado, y los dejó "de garpe". Cosa de loco.
 
Milei regresó de apuro para evitar que una interna ponga en riesgo el tratamiento de la reforma laboral. Las explicaciones oficiales, en off the record, hablaban de la necesidad de "firmar la ley de reforma laboral" después de hacer "algún ajuste de último momento", sin embargo, tanto los cambios como la firma se pueden gestionar de manera remota. Lo que sucedió en realidad es que una nueva interna en el gobierno casi hace volar por los aires la Ley Rifle. Lo más llamativo, en este caso, es que los que frenaron el proyecto son dos enemigos íntimos: Santiago Caputo y Martín Menem.
 
Ellos son los dos interlocutores más fluidos que tiene la CGT dentro de la estructura libertaria y vienen advirtiendo desde hace tiempo que así como la estaba planteando Federico Sturzenegger, la reforma laboral corre el riesgo de empantanarse en el Congreso y terminar siendo rechazada, modificada hasta volverla irreconocible o aprobada a un costo demasiado alto. El recuerdo de la reforma previsional de Mauricio Macri en 2017 está presente en todos los cálculos.
 
Las partes observadas son justamente las que apuntan contra el andamiaje financiero y normativo que sostiene a los sindicatos, los llamados "derechos colectivos" que la CGT prioriza antes que las condiciones de trabajo individuales. De hecho, este lunes Sturzenegger estuvo reunido con los diputados de LLA, en un encuentro del que Menem no participó, y ante las consultas sobre estos asuntos el ministro prometió una "versión light", más sencilla de aprobar.
 
Sin embargo, el anuncio que hizo el vocero con sueldo de jefe de gabinete, Manuel Adorni, al día siguiente, no contempla la mayoría de esos recortes e incluye cláusulas inaceptables para el más dialoguista de los líderes gremiales. Dicen en la Casa Rosada que la orden de ir a fondo la dio el mismo Milei. El proyecto ya estaba listo para ingresar al Senado cuando Caputo y los Menem lograron frenarlo. Ese fue el motivo por el que el presidente tuvo que volver de apuro.
 
Patricia Bullrich, en tanto, defiende la redacción de Stuzenegger pero reclama que la situación se destrabe porque cree que si la reforma no tiene un tratamiento express y media sanción antes de las fiestas, después puede empantanarse. Su plan original de dictaminar esta misma semana, incluso el viernes a última hora, se fue diluyendo con el correr de las horas. El escenario más optimista apunta a sesionar en vísperas de noche buena. Sería un verdadero milagro navideño, mientras la CGT y el peronismo se abroquelan contra la reforma laboral anti obrera y pro patronal de Milei.
 
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