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Sociedad e Interés General - 21-11-2019 / 19:11
EFEMÉRIDES POPULARES

Militares gorilas ingresan a la CGT y secuestran el cadáver embalsamado de Evita

Militares gorilas ingresan a la CGT y secuestran el cadáver embalsamado de Evita
Durante la dictadura militar gorila autodenominada Revolución Libertadora (1955-1958), durante la noche del 22 de noviembre de 1955, por órdenes directas del dictador Pedro Eugenio Aramburu, ingresan a la CGT y secuestran el cadáver de Evita. En la imagen: el cuerpo de Eva Perón embalsamado.
Durante la dictadura militar gorila autodenominada Revolución Libertadora (1955-1958) que derrocó al presidente democrático Juan Perón, durante la noche del 22 de noviembre de 1955, por órdenes directas del dictador Pedro Eugenio Aramburu, un comando de marinos al mando del teniente coronel Carlos de Moori Koenig entró por la fuerza en el edificio de la CGT.
 
Allí derribaron el busto de Evita que se encontraba en el primer piso y con armas forzaron la puerta de la capilla del segundo piso. Quemaron las banderas argentinas dispuestas sobre el cadáver y orinaron sobre el mismo, antes de llevárselo.
 
Querida por el Pueblo hasta el misticismo y odiada por la oligarquía hasta la profanación de su cadáver, Evita legó a su Patria una extraordinaria obra de justicia social, los derechos de los trabajadores y de la mujer, y el ejemplo de su fuerte compromiso militante por el bienestar de los trabajadores.
 
Por Blas García 


Durante tres días, el cuerpo recorrió diferentes puntos de la ciudad, a fin de no levantar sospechas, dentro de un camión. El relato del ex mayor Jorge Dansey Gazcón difiere, ya que asegura que fue él quien lo trasladó. Desde ese momento se estableció un itinerario macabro y perverso.
 
Moori Koenig puso el cadáver dentro de una camioneta y lo mantuvo en su interior durante varios meses, estacionándola en distintas calles de Buenos Aires, en depósitos militares, o incluso en la casa de un militar. Una noche incluso, los militares llegaron a matar a una mujer embarazada confundiéndola con un comando peronista que pretendía recuperar el cadáver. Moori Koenig instaló en su oficina el féretro, con el cadáver de pie. Una de las personas que vio en esas circunstancias el cadáver de Evita fue la cineasta María Luisa Bemberg.
 
Aramburu destituyó a Moori Koenig y le encomendó al coronel Héctor Cabanillas sepultarlo clandestinamente. La llamada Operación Traslado fue diseñada por el entonces teniente coronel -y luego también dictador- Alejandro Agustín Lanusse, con la ayuda del sacerdote Francisco "Paco" Rotger, a cargo de quien recayó la responsabilidad de obtener la complicidad de la Iglesia a través del superior general de la orden de los paulinos, el padre Giovanni Penco, y el propio Papa Pío XII.
 
El 23 de abril de 1957 el cadáver fue trasladado en secreto en el barco Conte Biancamano a Génova (Italia) en un ataúd que se explicaba pertenecía a una mujer llamada María Maggi de Magistris y fue enterrado bajo ese nombre en la tumba 41 del campo 86 del Cementerio Mayor de Milán.
 
Las versiones se multiplicaron y el mito se agrandó. Hay versiones que sostienen que los militares mandaron realizar tres copias de cera de la momia, y que las enviaron a otro cementerio italiano, uno en Bélgica y otro en Alemania Occidental. En 1970 la organización guerrillera Montoneros secuestró a Aramburu, exigiendo entre otras cosas la aparición del cuerpo de Evita.
 
En septiembre de 1971, el general Lanusse, dictador por entonces del país, le ordenó al coronel Cabanillas organizar el "Operativo Retorno". El cuerpo de Evita fue entonces desenterrado de la tumba clandestina en Milán y devuelto a Perón en Puerta de Hierro (Madrid). En tal acción participó el brigadier (R) Jorge Rojas Silveyra, embajador argentino en España. Al cadáver le faltaba un dedo que le fue cortado intencionalmente y presentaba un leve aplastamiento de la nariz, pero estaba en buenas condiciones generales.
 
El 17 de noviembre de 1974 la presidente María Estela Martínez de Perón trajo el cuerpo de Eva al país, y lo ubicó en la quinta presidencial de Olivos; ese mismo día apareció el cadáver del ex presidente Aramburu que los Montoneros retenían desde hacía un mes antes.
 
El gobierno comenzó a proyectar el Altar de la Patria, un gran mausoleo que albergaría los restos de Juan Perón, Eva Duarte de Perón, y todos los próceres de la Argentina, como símbolo de unión del país.
 
En 1976 la dictadura militar que tomó el poder el 24 de marzo le entregó el cuerpo a la familia Duarte, que dispuso que fuera enterrada en la bóveda que su familia posee en el Cementerio de la Recoleta de Buenos Aires, donde se encuentra desde entonces.
 
El conocido cuento del escritor Rodolfo Walsh, titulado Esa mujer, tiene como tema el secuestro del cadáver de Evita.
 
Fuente: Wikipedia

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Militares gorilas ingresan a la CGT y secuestran el cadáver embalsamado de Evita
El médico español Pedro Ara Sarriá la embalsamó tras su muerte, el 26 de julio de 1952. Había trabajado cuarenta meses sobre su cuerpo en un laboratorio montado en la sede de la CGT. Le había quitado el rictus de dolor en su rostro originado por el cáncer. El cadáver parecía una escultura de cera. La Revolución Libertadora, que había derribado sus monumentos, que había saqueado y quemado sus imágenes de los organismos públicos, que prohibió por decreto oficial mencionarla en público, secuestró ese cuerpo embalsamado.
29-10-2025 / 20:10
La derrota de Malvinas, en junio de 1982, marcó el comienzo del fin de la dictadura militar, iniciada el 24 de marzo de 1976. Las fuerzas políticas y sindicales que habían comenzado a salir del letargo antes de Malvinas se lanzaron decididamente a la calle, con un reclamo de libertad y justicia.
 
Una vez abierto el proceso de transición a la democracia bajo la presidencia de facto del general Reynaldo Bignone, el radical Raúl Alfonsín era uno de los dos principales candidatos presidenciales, mientras que el otro era el peronista Ítalo Lúder por el Partido Justicialista (PJ). Existía entonces una generalizada impresión de que el peronismo sería un claro ganador, incluso entre los propios dirigentes radicales.
 
Pero, la campaña electoral de Alfonsín se caracterizó por renovar los canales de la comunicación política en Argentina. Ocho meses antes de la elección, Alfonsín contrató al publicista David Ratto para dirigir su campaña. La campaña de Alfonsín buscó sobre todo transmitir una imagen de paz, evitando cuidadosamente todo conflicto, gestos de violencia en los actos o discursos agresivos.
 
En cambio, el cierre de campaña del PJ se destacó por la quema de un ataúd con las siglas de la UCR, que vino a ahondar aun más la repercusión negativa que tuvo la denuncia de un pacto entre la cúpula de las fuerzas armadas y la dirigencia sindical para no juzgar los crímenes cometidos por estos.
 
Las elecciones se realizaron el 30 de octubre de 1983 y, para sorpresa general, Alfonsín triunfó obteniendo el 51,7% de los votos frente al 40,1% del peronismo. Asumió en el cargo el 10 de diciembre. Después de más de siete años de dictadura, la más dura y violenta que vivió el país, todos los argentinos habían ganado, y se inició el ciclo democrático más largo de nuestra historia.
 
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Por Blas García  

29-10-2025 / 20:10
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