Nacionales - 19-11-2019 / 09:11
LA POLÍTICA FISCAL NO MODERÓ LAS DESIGUALDADES
Reformas tributarias de Macri generaron transferencias por $690.000 millones a los ricos
Un esquema tributario más regresivo que el que había antes de asumir es unas de las herencias que deja el macrismo. Las distintas reformas impositivas que aplicó Cambiemos en los cuatro años de gobierno representaron la transferencia de 690.825 millones de pesos de recursos hacia el sector privado más concentrado.
Las modificaciones tributarias realizadas por el gobierno de Mauricio Macri generaron una transferencia de $690.000 millones desde el Estado hacia los más ricos: exportadores del agro, las empresas y las personas físicas con mayores ingresos. Esta dinámica regresiva de la política fiscal impactó en las posibilidades de alcanzar el déficit cero en 2019. En 2020 el rojo primario heredado sería de 1,9% del PBI. Reformas impositivas achicarían la brecha.
Un informe publicado por Proyecto Económico calculó el impacto que tuvieron las reformas en bienes personales, derechos de exportación y contribuciones patronales sobre los recursos fiscales. Las decisiones que toman los gobiernos acerca de cómo recaudar y cómo gastar, es decir la política fiscal, son clave en la distribución de los recursos.
Con la participación del salario sobre el PBI cayendo al 42,5%, cada vez más lejos del fifty-fifty y de los niveles de los países desarrollados (en Estados Unidos y Canadá supera al 60%), las decisiones impositivas no apuntaron a contrarrestar las desigualdades del mercado. Por el lado del gasto, el ajuste enfocado en los subsidios y en la obra pública también fue regresivo. Con la pobreza trepando cerca del 40% para fines del 2019, el Indec mostró que tampoco hubo mejoras en la cobertura de cloacas, agua potable y acceso a gas de red.
Por las reformas en los tres tributos, en 2019 el estado perdió 1,2% del PBI en ingresos, según el cálculo de Proyecto Económico. Esa cantidad habría alcanzado para cerrar el déficit primario, que según privados cerrará el año en 1% del PBI.
El informe destacó: "Por el mero efecto de las modificaciones en los impuestos seleccionados, el Estado Nacional dejó de recaudar $483.632 millones, que equivalen a $690.825 millones a precios de 2019. Dependiendo del año, la merma recaudatoria por estos tributos rondó entre 0,5% y 1,2% del PBI. En particular, para el año 2019, nuestra estimación indica que la diferencia recaudatoria para el año 2019 (primeros 3 trimestres), supera el 1% del PBI, diferencia que quizá sea suficiente para el añorado (por el FMI) equilibrio primario".
Otro trabajo reciente, de la consultora LCG, indagó en la cuestión de los mermados recursos del estado. Al 1% de rojo primario sobre el PBI proyectado para 2019, habrá que agregarle otro 0,9% en 2020, porque este año hubo privatizaciones para engordar los ingresos y porque la ley de movilidad tendrá impacto en los gastos. Con los acreedores observando todo lo que ocurra en las cuentas públicas, la necesidad de dar señales de achicamiento del rojo fiscal obliga a tomar decisiones. "El Gobierno entrante apelará a la suba de retenciones, a nuevos impuestos al patrimonio, y posiblemente al turismo, y un mayor señoreaje (impuesto inflacionario)" sostuvo.
La Opinión Popular
EL ESTADO PERDIÓ 690 MIL MILLONES DE PESOS DE RECAUDACIÓN POR LAS REFORMAS
¿Quiénes ganaron con los cambios impositivos?
Un esquema tributario más regresivo que el que había antes de asumir es unas de las herencias que deja el macrismo. Las distintas reformas impositivas que aplicó Cambiemos en los cuatro años de gobierno representaron la transferencia de 690.825 millones de pesos de recursos hacia el sector privado más concentrado.
Según un relevamiento de Proyecto Económico, ese flujo se repartió en 287.690 millones de pesos en "perdones impositivos" a grandes propietarios, 277.022 millones a exportadores de granos y 133.066 millones a empresarios.
Esto no derivó en una mejora en la actividad, lo que echa por tierra el argumento de que una disminución en los impuestos y aportes conducen necesariamente a una mejora de la producción y en los niveles de inversión y empleo. La clave no es más o menos impuestos sino avanzar a un sistema tributario progresivo.
Entre los dogmas neoliberales y pro mercado con los que asumió Cambiemos, la idea de eliminar impuestos como un factor clave para estimular la inversión y la oferta era uno de los más destacados. De la misma magnitud que la receta de contraer la base monetaria al extremo para bajar la inflación o ajustar el gasto para crecer. Todas estas recetas tuvieron un fracaso rotundo al aplicarse, el mismo resultado de dos décadas atrás y que, aun así, volvieron a instrumentarse desde 2015.
En materia tributaria, la primera medida que tomó Cambiemos fue la eliminación de retenciones a la mayoría de los granos -con reducción escalonada para la soja-, la minería y la industria. En los últimos meses de su mandato tuvo que reinstaurarlas en formato de retención fija porque el desfinanciamiento del Estado ya se le había ido de la mano.
Esta medida, junto con la eliminación de Ganancias para los trabajadores, había sido eje de campaña de Macri. Solo eliminó las retenciones. En cuatro años sin retenciones el complejo maicero no agregó valor y el 60 por ciento de las exportaciones representa el grano en bruto, mientras que en el caso de la soja las ventas externas del poroto representan sólo el 10 por ciento del total", según un informe de la consultora Ecolatina.
Los cambios
El gobierno de Cambiemos emprendió una serie de modificaciones impositivas que se tradujeron en fuertes transferencias del Estado al sector privado.
Bienes personales. Es el impuesto progresivo por excelencia, porque grava la riqueza. En 2015 las alícuotas aplicadas a partir de un mínimo no imponible de alrededor de 30.000 dólares eran de 0,5, 0,75, 1 y 1,25 por ciento. El Gobierno las redujo entre 2016 y 2018 a una alícuota única de 0,25 por ciento y un mínimo no imponible más elevado. La eliminación de la escalas le quitó el carácter progresivo al impuesto.
Retenciones. Apenas asumió el Gobierno, una de las primeras decisiones que tomó consistió en la eliminación de los Derechos de Exportación a todos los productos agropecuarios e industriales (típicamente manufacturas de origen agropecuario). En cambio, las retenciones a la soja disminuyeron del 35 al 30 por ciento, estableciendo a su vez una política de baja gradual del 0,5 mensual que se detuvo hasta alcanzar un 25,5 por ciento.
Contribuciones patronales. El Gobierno instrumentó una reducción gradual de las contribuciones que pagan los empleadores. Estableciendo un mínimo no imponible que alcanzaba a los 12.000 (actualizables) pesos para el año 2022. Esta medida impactó en una merma recaudatoria del fisco en beneficio de las empresas, pese a lo cual no se tradujo en un incremento del empleo formal. Por el contrario, la ocupación no registrada fue en permanente aumento, hasta alcacanzar el 34,5 por ciento en el segundo trimestre del año, último dato oficial.
Ganancias. El impuesto a las Ganancias sufrió una modificación a fines de 2016. Se introdujo una actualización de los mínimos no imponibles por el índice de salarios a los trabajadores. El cambio más relevante consistió en la implementación de un sistema de integración parcial en donde se gravan las ganancias de la sociedad y la distribución de dividendos a sus accionistas.
Los ganadores
Las modificaciones en los impuestos mencionados provocaron que el Estado nacional dejara de recaudar 483.632 millones de pesos, equivalente a 690.825 millones a precios de 2019. Dependiendo del año, la merma recaudatoria por estos tributos rondó entre 0,5 por ciento y 1,2 por ciento del PBI, según las cifras de Proyecto Económico.
"Estas modificaciones representaron para el Estado nacional un costo de 690.000 millones de pesos, es decir que en la práctica se produjo una transferencia millonaria de recursos al sector privado, por lo que dejó de recaudar durante estos casi cuatro años. Esta política impositiva benefició fundamentalmente a las empresas (vía cargas patronales), a los exportadores agropecuarios (mediante la rebaja en las retenciones) y a las personas físicas de mayores ingresos (por la reducción de la alícuota de Bienes Personales)", explican desde la entidad que dirige la economista y diputada Fernanda Vallejos.
Por el contrario, el aumento en la recaudación es el resultado de una mejora en la actividad económica. "La macroeconomía impacta de forma directa en la recaudación: Ganancias e Ingresos Brutos reaccionan ante la inflación y el crecimiento; Aportes y Contribuciones a la Seguridad Social se encuentran asociados al nivel de empleo, los salarios y la formalización del trabajo", detalla el informe.
Por Cristian Carrillo
Por Mariano Cuparo Ortiz
Fuentes: Página12 y BAE Negocios