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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 08-11-2019 / 10:11
PANORAMA EMPRESARIO SEMANAL

El CEO Julian Cook calificó al peronismo como "un cáncer" para la Argentina

El CEO Julian Cook calificó al peronismo como
Uno de los hombres fuertes de la primera low cost que aterrizó en el país, el británico Julian Cook, anunció que se iría del país con destino a Londres a partir del triunfo de la fórmula liderada por Alberto Fernández en las últimas elecciones. Según se filtró a los medios de comunicación Cook señaló a sus colegas que “les deseo lo mejor, amo la Argentina y espero que un día va a salir del peronismo, un cáncer que destruye el país poco a poco desde décadas”. Flybondi se despegó de las críticas de su ex CEO y le pidieron la renuncia.
Duras como el pavimento que no es relato, dos estadísticas oficiales de esta semana ilustran lo maltrecha que deja la economía Mauricio Macri: la recesión ya es la más larga en veinte años y la inflación, la más alta en casi treinta.
 
Los datos arrollan cualquier rapto de revisionismo histórico como el que ensayó de urgencia Marcos Peña antes de volar en Hércules para darse un último gusto personal: conocer la Antártida.
 
Sus "ocho puntos sobre la economía", condensados en el informe de siete páginas que distribuyó su oficina en la Casa Rosada, se convirtieron de inmediato en pasto para las fieras del establishment. Los CEOs se ríen sonoramente de quien fuera hasta hace poco su mayor esperanza para desterrar del país al populismo.
 
Entre la desazón de los decepcionados y garrochazos como los de Marcos Galperín (Mercado Libre) o Martín Migoya (Globant), quien anteayer ofició de sonriente anfitrión a la distancia de Alberto Fernández en México, los últimos mohicanos del macrismo corporate se afirman en sus convicciones.
 
El sincericidio antiperonista del inglés Julian Cook, quien comparó al partido que acaba de ganar las elecciones con un "cáncer que destruye el país poco a poco", le valió discretísimas felicitaciones de dueños de grandes compañías del sector energético y de accionistas de dos bancos nacionales. Ninguno de ellos se atrevería a reproducirlas en público, pero muchos todavía piensan así. Como en los años 50.
 
"Fue un placer vivir en la Argentina, conocí y trabajé con muchas personas brillantes y tengo acá amigos de la vida; el país es lindísimo. Es una pena irme, pero no me quedó otra", escribió Cook en los mensajes al grupo "Empresarios por el Cambio" que reveló Francisco Olivera en La Nación.
 
Es un spin-off del grupo "Nuestra Voz", donde impera un macrismo más ambiguo y menos emocional, y donde empezaron a ensayar el salto con garrocha apenas se conocieron los resultados de las PASO. Al fin y al cabo, negocios son negocios.
 

 
El cáncer, la quita y los submarinos nucleares de Bolsonaro
 
Los aviones siempre fueron una debilidad personal del todavía Presidente. Y no solo por el negocio familiar de MacAir, la base sobre la que se montó la filial local de Avianca.
 
Apenas comenzó su gestión en la Rosada, Pablo Biró recibió una advertencia de Luis Barrionuevo a la que en ese momento no prestó demasiada atención por creer que se trataba de una canchereada más de las que abundan en el mundo sindical.
 
El jefe de los gastronómicos llamó al de los pilotos con la excusa de una sobrina que iba a hacer un viaje importante, para ver si ese vuelo se reprogramaría por una huelga, y le anticipó al pasar que Macri intentaría privatizar Aerolíneas. "Lo conozco bien a este pibe y hablé de tu tema. Quiere privatizar Aerolíneas para que entren las low-cost. Yo le dije que espere dos años pero no sé si me hará caso", soltó.
 
¿Sería realmente ése el plan original, abortado luego por las protestas sindicales que levantó el desembarco de las low-cost? Otra línea del whatsapp de Cook sugiere que sí. "Lamentablemente se quedó a mitad de camino en muchos aspectos", sostuvo el británico. Y puntualizó: "No hizo una reestructuración de Aerolíneas Argentinas, que tuvo US$680 millones de pérdida en 2018".
 
 
Esta grasa que no se quita
  
En su viaje a México, Alberto Fernández terminó de aceptar que no logrará una quita de la deuda con el Fondo Monetario ni siquiera agitando el fantasma de Chile, como empezó a hacerlo inmediatamente después de haber sido electo.
 
 Ya se lo habían dicho Guillermo Nielsen, Matías Kulfas y Cecilia Todesca: eso jamás pasó. Pero se convenció después de reunirse en el DF con Mauricio Claver-Carone, miembro clave del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense y principal asesor de Donald Trump para la región.
 
"Es difícil hablar de quita porque el Fondo lo prohíbe. Lo que sí creo es que el Fondo debe asumir la responsabilidad que tuvo. Yo no quiero que los argentinos le deban más plata al Fondo. Lo que quiero es que revise lo que hizo. Y que en esa revisión nos ayude a pagar. Nosotros no queremos incumplir", dijo el presidente electo ante una de las cámaras que cubría su primer viaje después del 27 de octubre.
 
Y detalló: "No se trata de conseguir una quita. Se trata de lograr que nos den la posibilidad de ponernos de pie, volver a producir, volver a exportar y juntar los dólares necesarios para poder pagar".
 
Los economistas del Frente de Todos no terminan de ponerse de acuerdo en cómo debe ser la dinámica de la renegociación. Cuando termine de definir quiénes lo acompañarán en la gestión y en qué cargos, Fernández también decidirá por dónde empezar y en qué tono.
 
Si termina eligiendo a Nielsen o a Emmanuel Álvarez Agis, por ejemplo, se impondrán sus propuestas de renegociar sin quita con los acreedores privados un reperfilamiento rápido e indoloro para la banca. Al FMI, en cambio, se le propondrá simplemente que espere. Nielsen incluso llegó a advertir en su última gira por Wall Street que "el FMI no es acreedor privilegiado", como suelen aclarar financistas y funcionarios.
 
Kulfas, Miguel Pesce y Mercedes Marcó del Pont, en cambio, creen que el FMI puede convertirse en un aliado que apoye una fuerte quita para los acreedores privados.
 
Y que la renegociación de los US$ 44.000 millones que tomó prestados Macri de Christine Lagarde puede encararse sin un Acuerdo de Facilidades Extendidas (EFF) sino con la simple firma de un nuevo StandBy que estire todos los plazos por cuatro años.
 
"La renegociación tiene que ser simultánea y hay que apurarla si no queremos caer en default total en abril-mayo. Pero no tenemos por qué aceptar ninguna condición, salvo los típicos compromisos de ir reduciendo el déficit fiscal", dijo a este diario uno de esos economistas de consulta permanente del jefe de Estado electo. Sobre el control de cambios, por ejemplo, no aceptarán discutir. Sobre las jubilaciones, dicen, tampoco.
 
El ministro saliente, Hernán Lacunza, intentó sosegar la transición y hasta se ofreció para ir junto con un emisario del FdT a retomar las tratativas en Washington. Fue una gentileza, pero no hará falta que lo haga.
 
Sin más confirmación en el cargo que haber designado preventivamente una vocera de prensa, Nielsen se cruzará hoy mismo con Alejandro Werner, el jefe para América del FMI. Será en un seminario de la Universidad de Miami, donde -según el programa- ambos disertarán sobre "cómo aprovechar las oportunidades en Latinoamérica".
 
"No tengo conocimiento de ninguna reunión planificada en este momento, pero no hay que excluir que se crucen en los pasillos como suele ocurrir en este tipo de eventos", precisó ayer el vocero del FMI, Gerry Rice.
 
Marcó del Pont es la más optimista del grupo. Asegura que tanto empresas como personas con alto poder adquisitivo se dolarizaron tanto que la brecha entre el dólar oficial y el paralelo no tiene razones para aumentar ahora ni después del 10 de diciembre, dada la oferta que habrá.
 
Martín Redrado, por su parte, prepara informes para Alberto sobre temas específicos como el uso de bonos para pago de impuestos o la compra de autos o casas. Hay mecenas empresarios que cubren los honorarios de la Fundación Capital.
 
 
Santos reactores, Batman
 
Lo que más atormenta al equipo de Fernández es la relación con Brasil. La decisión de Jair Bolsonaro de comprar trigo sin arancel fuera del Mercosur encendió todas las alarmas. Los ruralistas argentinos ya avisaron que no les dolería tanto una vuelta de las retenciones porcentuales -incluso móviles- como un cierre del mercado brasileño.
 
¿Quedará todo en patoteadas aisladas y tuits ofensivos como los de esta semana, o pasará a mayores como sugiere lo del trigo? Difícil preverlo con Bolsonaro. Menos con Lula libre, amenazando su continuidad en el poder.
 
Para peor, en breve la Armada brasileña botará sus nuevos submarinos nucleares. Quizás sea especialmente oportuna la visita de Rafael Grossi, el nuevo jefe de la OIEA (el órgano antinuclear de la ONU), quien se verá con Alberto -ah, y con Macri- la semana próxima.
 
Por Alejandro Bercovich
 
Fuente: BAE Negocios
 

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22-12-2025 / 10:12
Las joyas de la abuela que remata el gobierno. A espaldas del Congreso, el Gobierno ya vendió 40 valiosos terrenos del Estado (pertenecientes a las fuerzas armadas, instituciones científicas y hasta predios de ex centros clandestinos de detención) y tiene 140 inmuebles más para subastar. Luis "Toto" Caputo sueña con conseguir unos mil millones de dólares mientras las grandes inmobiliarias amigas del gobierno, con Eduardo Costantini a la cabeza, se quedan con el botín.
 
Tierras del Plan Procrear, de las Fuerzas Armadas, ferroviarias, de instituciones científicas, predios de ex Centros Clandestinos de Detención y hasta un pedazo de montaña en Mendoza. Todo eso incluye la lista de más de 180 terrenos e inmuebles públicos que conforman el plan de ventas de bienes del Estado que ya avanza en el Gobierno de Javier "el Loco" Milei.
 
Los remates, que esta semana fueron noticia por la venta de tierras destinadas originalmente a viviendas sociales, se concentran por ahora en la Ciudad de Buenos Aires con las empresas de Eduardo Costantini como principales beneficiarias y otros grandes jugadores del sector, como el Grupo IRSA, codiciando las tierras.
 
A través de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), y sin pasar por el Congreso, la fuerza libertaria ya vendió cerca de 40 bienes y tiene en lista otros 140 lotes e inmuebles publicados para subastar en lo que le queda de mandato.
 
La lista de subastas futuras cuenta con terrenos de hasta 300 hectáreas a vender en el interior del país con destino al negocio agropecuario o a grandes proyectos inmobiliarios. Especialistas y organizaciones ambientalistas advierten que se trata "de uno de los procesos de descapitalización pública más agresivos de nuestra historia reciente".
 
"Vamos a vender muchos de los activos de la AABE y eso va a generar un ingreso de miles de millones". No mentía el ministro de Economía, "Toto" Caputo, cuando a principios de junio reconocía que el gobierno remataría las tierras del Estado para intentar sostener las reservas, en conjunto con los procesos de privatizaciones y concesiones.
 
Sólo desde ese mes la Agencia abrió subastas para un total de 26 terrenos e inmuebles a los que hay que sumarle otros 17 procesos de remate que se habían abierto desde fines de 2023. En paralelo a las subastas de la AABE, el gobierno remata también las tierras que estaban destinadas al ya disuelto Plan Procrear y apunta a recaudar una suma de entre 800 y 1000 millones de dólares por todo el paquete. Aunque hubo ventas en Mendoza, La Plata, Pinamar y Córdoba, la mayor parte de los bienes vendidos hasta ahora se concentran en la Ciudad de Buenos Aires.
 
El terreno más grande de ese paquete es el predio de cuatro hectáreas que pertenecía al Ejército y que Eduardo Costantini adquirió por más de 120 millones de dólares. El mismo empresario se quedó con un lote de la Policía Federal en Bajo Belgrano a través de la firma Argencons, que controla desde mayo, en una subasta peleada en la que la empresa le ganó incluso al peso pesado de Eduardo Elsztain y su Grupo IRSA.
 
Antes, Costantini también había sumado otro terreno a pocos metros del Campo Argentino de Polo. En los tres casos se construirán desarrollos inmobiliarios.
 

21-12-2025 / 09:12
Cuando los cimientos están agrietados, todo lo que se construye es frágil e inestable. Cincuenta días tardó Javier "el Loco" Milei, tras una sorpresiva e impactante victoria en las elecciones de medio término, en fagocitarse el crédito político, de la misma forma que se fagocitó -durante los últimos dos años- una cantidad récord de divisas sin poder acumular reservas.
 
Ahora, tiene por delante dos años en los que su suerte está atada a la voluntad de aliados poco confiables. El FMI volvió a intervenir la economía, forzando un volantazo; los gobernadores pasaron por caja y después le votaron en contra. Un poco de su propia medicina. Hola incertidumbre, mi vieja amiga, podría cantar el presidente. Dos años, en Argentina, es mucho tiempo.
 
Después de la sesión del miércoles en la Cámara de Diputados, la mayoría de los medios titularon con un triunfo del oficialismo por la media sanción de diputados y apenas destinaron alguna línea en la bajada para comentar, como algo secundario, la inesperada derrota en el Capítulo 11 que se votó de madrugada. Con el correr de las horas, la realidad se encargó de corregir ese evidente error de criterio.
 
La derrota del gobierno fue completa y sus consecuencias están teniendo ramificaciones imprevistas. Milei amenazó con vetar su propio presupuesto y Patricia Bullrich tuvo que anunciar la postergación del tratamiento de la reforma laboral, justo a la hora que la CGT desconcentraba la Plaza de Mayo. Una derrota indisimulable.
 
El debate sobre la Ley de Presupuesto en la Cámara Baja era la primera y la más sencilla de todas las sesiones que tiene por delante el Gobierno para aprobar las reformas que anunció. La dificultad insalvable que encontró esta semana echa dudas sobre la viabilidad del resto de sus planes, justo cuando tiene que convencer a los acreedores que le vuelvan a prestar el dinero que no podrá devolver en 20 días.
 
La forma en la que intentó, sin éxito, salvar esa dificultad, repercutió negativamente en la relación con todos sus aliados, a los que necesita para que el Congreso le siga dando una pátina de legitimidad a sus decisiones, muchas veces ilegales e inconstitucionales.
 
La caída del artículo 75, el corazón de la derrota, está cargada de significado político porque fue una rebelión contra la cláusula de la humillación. Enceguecido por una mala lectura de las urnas, Milei no se contentó con ganar sino que quiso escenificar un triunfo absoluto y definitivo sometiendo a los legisladores que antes de la elección habían apoyado las leyes que daban presupuesto a la Universidad Pública y a las personas con discapacidad, para que votaran explícitamente en contra de esas mismas leyes. Ese era el corazón político del proyecto que había enviado el Poder Ejecutivo. Las partidas pueden reconducirse por decreto. Lo importante era coronar a Milei.
 
Así, el solsticio de verano no sólo marca hoy el final de la primavera, sino también, en coincidencia, el de la primaverita política que había comenzado para el gobierno con el resultado de las elecciones de medio término y que terminó sin que pudiera capitalizar de manera alguna ese éxito. La realidad muestra que, al fin y al cabo, las cosas no son tan malas como parecían en septiembre ni tan buenas como nos quisieron hacer creer después de octubre.
 
Todo sigue más o menos parecido a lo que fue el largo 2025: precario, inestable, violento, cada vez más autoritario y deteriorado. Este año Milei necesitó tres rescates del FMI, de Trump y de las urnas, para llegar hasta acá. Va a necesitar uno más, de los Senadores, antes del brindis del 31. Y con el 2026 comenzará una historia diferente.
 

20-12-2025 / 10:12
Agrandado como alpargata de pobre, en pocas semanas el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei dilapidó el resultado favorable de las urnas, resquebrajó su alianza con el PRO al romper la promesa de un lugar en la AGN; soportó un masivo acto de protesta de la CGT; debió postergar la reforma laboral, y le rechazaron en el Congreso su intento de derogar las leyes de presupuestos universitario y para discapacidad.
 
El efecto colateral del resultado favorable pero inesperado en las urnas fue confiarse demasiado y tomar de su propia medicina para creerse el relato sobre la estupidez humana. No ganó las elecciones porque los ciudadanos piensen que están bien. Es posible que así piense una pequeña parte de sus votantes. La mayoría sabe que está mal y votó -o no fue a votar- entre el discurso gorila antiperonista y la amenaza de un apocalipsis argentino inminente revoleado por el presidente norteamericano Donald Trump.
 
Javier Milei insiste en que la gente está bien. Es una mala lectura de la realidad que dibujan el Indec, el ministro Toto Caputo y Santiago Bausili en el Banco Central. Es el peor mensaje para mentir porque cualquier hijo de vecino puede constatar su falsedad. No importa si la inflación es cero o diez, ni si los medios dicen que bajó la pobreza. El sueldo no llega a fin de mes. O para que llegue hay que hacer sacrificios en calidad de vida, en calidad de salud y alimentación, en las vacaciones y el transporte. Todos saben que el padre, el tío o los abuelos están en el horno con las jubilaciones.
 
La lista de desgracias es más larga porque hay que anotar a los que perdieron negocios o el trabajo, que son cientos de miles. El gobierno hizo una mala lectura y sobre esa base tomó decisiones equivocadas. Una de ellas fue prometerles a sus aliados del PRO un puesto en la Auditoría General de la Nación que no podría otorgarle.
 
Se habló de una negociación con Unión por la Patria, pero en realidad, el puesto que estaba en discusión fue el que asumió la salteña Pamela Calleti que responde al gobernador Gustavo Sáenz. Si hubo negociación no fue por los votos. Los diputados de Unión por la Patria rechazaron las propuestas del Gobierno en todas las votaciones siguientes. Desde el intento oficial de derogar las leyes de financiamiento universitario y para la discapacidad, hasta el presupuesto. No hubo votos de Unión por la Patria en ninguna de esas votaciones.
 
El bochorno mayor fue con la compra de voluntades con los ATN (Aportes del Tesoro Nacional) previo a la votación. Las provincias más fieles a las decisiones del bloque, como Buenos Aires, La Pampa, Tierra del Fuego, La Rioja y Formosa quedaron fuera del reparto. Milei repartió 66 mil millones de pesos de ATN para comprar esos votos. Lo hizo en forma descarada.
 
Al tucumano Osvaldo Jaldo, el más favorecido, lo hizo llegar hasta Buenos Aires para que le bese el anillo y para escracharlo con una fotografía en la Rosada. Votos en remate para el Presupuesto y la Reforma Laboral, que son parte de las políticas del Gobierno que está destruyendo la industria y expulsando inversiones.
 
Se ha naturalizado esa actitud como un acto "responsable" de los gobernadores, como si el gobierno pudiera usar con ese fin los ATN que son para problemas concretos y no para comprar votos. Usado de esa manera, ese mecanismo es directamente extorsivo.
 
Los diputados que representan a las provincias de Misiones, Salta, San Juan y Mendoza, que originalmente habían votado a favor del aumento del presupuesto a las universidades y a la discapacidad, cambiaron su voto luego de que sus gobernadores recibieran los ATN.
 

19-12-2025 / 10:12
La central obrera, acompañada de otras centrales sindicales, organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos, gritaron el rechazo a la reforma laboral y avisaron que comenzó un plan de lucha. Una masiva movilización desbordó la Plaza de Mayo, y muchas otras plazas de todo el país, en el primer paso del plan de lucha de la CGT y otras centrales sindicales contra la "reforma laboral" esclavista. Desde el escenario, los dirigentes de la CGT marcaron que irán escalando hasta un paro nacional.  El Gobierno tomó nota de la creciente resistencia y, cagado en las patas, pateó su tratamiento hasta febrero.
 
"Ojo con lo que hacen, porque el pueblo y la patria se defienden", advirtió, en el acto, primero Octavio Argüello. Luego llegó el turno de Cristian Jerónimo: "El proyecto está escrito y redactado maliciosamente a favor de las grandes corporaciones y de las grandes empresas de la Argentina", afirmó. El último en hablar fue Jorge Sola: "Este es el primer paso, sigan sin escucharnos, terminaremos en un paro nacional en todo el país", aseguró.
 
Las frases retumbaban en Plaza de Mayo. Los triunviros de la CGT hablaban en el escenario -que le daba la espalda a la Casa Rosada- acompañados por todo el universo sindical y referentes del peronismo, la izquierda, organismos de derechos humanos y organizaciones sociales. No eran pocos, como especulaba y afirmaba el oficialismo, era una multitud.
 
Los bombos, platillos y bronces marcaban el ritmo de los discursos sin saber, al menos en ese instante, que el gobierno reculaba y desactivaba el tratamiento exprés de la dañina reforma laboral. Todo quedaba para febrero porque habían confirmado que el proyecto sumaba más detractores que aplaudidores. Y se asustaron con la movilización masiva.
 
Al menos por ahora, los derechos de los trabajadores y trabajadoras, quedaron a salvo. No es poco para estos tiempos de crueldad que corren. Una señal clara de debilidad. La decisión es el resultado de las limitaciones de una administración acostumbrada a gobernar por DNU y que choca contra la realidad parlamentaria cuando intenta avanzar sobre derechos laborales consolidados.
 
El apuro por aprobar modificaciones estructurales sin diálogo ni consenso encontró un freno en un Congreso que todavía funciona. El mensaje de la oposición fue contundente: no habrá cheque en blanco para desmantelar conquistas sociales mientras se niegan recursos a discapacitados y universidades. La ratificación de estas leyes pese al veto presidencial marca un límite que la Casa Rosada no puede ignorar.
 
Patricia Bullrich reculó en chancletas y ya anunció que habrá nuevas extraordinarias del 2 al 27 de febrero para insistir con las reformas que exigen el FMI y los empresarios. Sin embargo, las fechas elegidas confirman lo que todos intuyen: el Gobierno deberá prometer el Presupuesto como condición para obtener votos opositores.
 
La estrategia de avanzar sin negociar nada tiene precio. Lo que pretendía ser un trámite exprés se convirtió en un recordatorio de que gobernar requiere construir mayorías, no imposiciones. Mientras Milei insiste con su agenda autoritaria de ajuste brutal, lo que ocurrió en las calles y el Congreso demuestra que aún queda capacidad de resistencia popular dispuestas a defender derechos básicos. La reforma laboral esperará, pero las dudas sobre la capacidad del Loco Mlei para aprobar sus iniciativas anarco capitalista, y gobernar a favor de los ricos, crecen. El gobierno de la oligarquía no se puede llevar todo por delante.
 
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18-12-2025 / 08:12
Tras conseguir la media sanción de un presupuesto 2026 que multiplica el ajuste, solo favorece a los más ricos y carga los costos sobre los desprotegidos, el Gobierno de Javier "el Loco" Milei sufrió un duro golpe con el rechazo al capítulo que derogaba el Financiamiento Universitario y la Emergencia en Discapacidad. También quedaron fuera la restricción de la ley de zona fría y la desindexación de la AUH.
 
El Gobierno consiguió la aprobación en general el Presupuesto 2026, pero sufrió una derrota clave: la oposición logró voltear completo el capítulo 11, donde se concentraba la derogación del financiamiento universitario y de la emergencia en discapacidad, dos leyes que el oficialismo insiste con incumplir. Tras una sesión que comenzó a las dos de la tarde y se extendió hasta la madrugada, Lule Menem y Diego Santilli ofrecieron concesiones de todo tipo a gobernadores y bloques aliados para blindar el capítulo entero.
 
Sin embargo, al momento de la votación sólo reunieron 117 votos afirmativos, mientras que la oposición alcanzó 123 rechazos y sumó además dos abstenciones. Es la tercera vez en un semestre que el Gobierno pierde frente al financiamiento universitario y la emergencia en discapacidad, si se cuentan la sanción original de las leyes, la insistencia parlamentaria tras el veto presidencial y ahora el intento de derogación vía presupuesto. También se rechazaron la eliminación de las actualizaciones automáticas de la Asignación Universal por Hijo y demás asignaciones familiares.
 
Envalentonado por el triunfo electoral de octubre, el oficialismo buscó acelerar la motosierra y eliminar dos normas que el Congreso sancionó, el Ejecutivo vetó y ambas Cámaras ratificaron con mayoría agravada, más de los dos tercios de los presentes. A pesar de las arduas negociaciones, el reparto de ATN y las promesas de la Casa Rosada a los gobernadores aliados, la catamarqueña Fernanda Avila, se les dio vuelta y voto en contra el capítulo 11, al igual que los tres tucumanos del bloque Independencia y los tres salteños de Innovación Federal.
 
Para destrabar el trámite, el oficialismo había intentado a último momento una maniobra más: incorporó la adecuación de la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires y un refuerzo de 21.000 millones de pesos para el Poder Judicial, bajo la administración del Consejo de la Magistratura. El objetivo fue evitar el naufragio del capítulo completo. "Le ponen un condicionamiento al Poder Judicial para que ni se le ocurra judicializar el capítulo XI porque se les cae el financiamiento. Son unos chantas y eso es lo que están haciendo ahora", denunció el jefe del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez.
 
A la hora de votar, resultaron decisivas las abstenciones de los radicales Cipolini y Schneider. Desde sus redes, la diputada Cecilia Moreu celebró la victoria de la oposición. "Quisieron jugar sucio y les salió mal. Pese a las múltiples maniobras extorsivas con las que el oficialismo y los sectores cómplices intentaron blindar la derogación de las leyes de Emergencia en Discapacidad y Financiamiento Universitario, logramos sostenerlas. Basta de dilaciones, son leyes votadas y ratificadas por el Congreso Nacional. Vamos a seguir dando la pelea para que entren en vigencia y se apliquen como corresponde", escribió en X.
 
Durante el debate varios diputados habían advertido que judicializarían la norma, de aprobarse. Los diputados Maximiliano Ferraro y Eduardo Valdés, fueron los encargados de advertir que el intento del oficialismo vulneraba el artículo 20 de la Ley 24.156 de Administración Financiera que en relación al presupuesto establece que "no podrá contener disposiciones de carácter permanente, ni reformar o derogar leyes vigentes".
 
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