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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 06-11-2019 / 08:11
ALTA FICCIÓN: ASÍ DICE EL GOBIERNO QUE DEJA LA ECONOMÍA

Para Macri, se creó empleo, la deuda dejó de ser problema y se resolvió la inflación

Para Macri, se creó empleo, la deuda dejó de ser problema y se resolvió la inflación
RELATO MACRISTA CONSTRUIDO SOBRE FALACIAS. En la transición, el Gobierno de Macri realizó un documento titulado "Ocho puntos sobre la economía" en el que desarrolla la herencia que le dejará al presidente electo, Alberto Fernández. El informe fue elaborado por Marcos Peña y Hernán Lacunza. La economía sigue en descenso, con alta inflación y pérdida de empleo, pero para el Gobierno el país está "listo para crecer" y afirma que se "pudo revertir la herencia de 2015". ¿Por qué perdieron las elecciones?
Real o mentirosa, de buena o de mala fe, franca o cínica, la narrativa es parte de la política. En los últimos años fue denominada "relato" y es el sentido que una fuerza política busca darle a su práctica para que los propios sepan adónde van y qué deben hacer, para que los espectadores se sumen y para que los adversarios no la tengan fácil.
 
A partir del 10 de diciembre será feroz la pelea de Alberto Fernández por detener la caída, mitigar el hambre y comenzar la recuperación económica. En un principio la misma crisis puede ayudarlo. La esperanza colectiva será un insumo clave. La victoria convirtió al ex jefe de gabinete en el nuevo líder de la reconstrucción.
 
La narrativa de Alberto es doble. Por un lado, describe y explica el gobierno de Macri como una combinación de inutilidad, búsqueda de beneficios para los amigos, insensibilidad social, endeudamiento brutal y timba financiera. Esa narrativa sintonizó con la mitad de los votantes. Sentían lo que él decía y le creyeron.
 
La otra parte de la narrativa es el sentido del futuro gobierno: derrota del hambre, freno a la caída de los trabajadores y la clase media baja, renacimiento de las pymes, fin de los privilegios para los amigos, articulación latinoamericana, pragmatismo con los Estados Unidos, negociación dilatoria con el Fondo Monetario Internacional.
 
Se verá si Alberto consigue o no sus objetivos. Pero son módicos. No prometen el paraíso. La narrativa de Fernández se parece a la de Néstor Kirchner cuando proponía a los argentinos el sueño de salir del infierno y llegar al purgatorio.
 
El problema de Macri, en cambio, es que se quedó sin narrativa creíble. Hipótesis a comprobar: su 40 por ciento de votos no se debe al relato falseado sobre los cuatro años de macrismo sino al antiperonismo cerril, a la utopía de la salvación individual y al recuerdo negativo del kirchnerismo por sus cosas malas y por sus cosas buenas.
 
El paper de los "Ocho puntos sobre la economía", el informe macrista sobre la herencia, diseñado por Marcos Peña son una vuelta a la inverosimilitud que irritó a millones de votantes. Es malo percibirse en bancarrota. Peor aún resulta escuchar que la bancarrota no existe o es un breve calvario hacia la prosperidad.
 
En lugar de ofrecer un puesto de lucha contra Fernández-Fernández, lo cual sería una aspiración legítima y tendría una suculenta clientela, Peña parece haber convencido a Macri que importa la fábula y no la política. Error: la gente puede comprar futuro pero no dentífrico con olor a podrido.
 
Si ésa es la narrativa del macrismo, el Frente de Todos puede respirar tranquilo. Sin narrativa propia, la esperanza del macrismo consiste en ensuciar el mensaje de Fernández.

 
MENOS MAL QUE APAGARON "EL MOTOR DE LA INFLACIÓN"
 
El insólito documento de Marcos Peña sobre los "logros" de la economía macrista
 
El gobierno elaboró un documento en donde asegura que "el país está listo para crecer" ya que, entre otras cosas, "en estos cuatro años nos ocupamos de apagar los motores de la inflación". También resalta que "en nuestra gestión se crearon 1.250.000 puestos de trabajo", aunque aclara que en esa cuenta incluye a los puestos informales y pronostica que "la deuda pública dejará de ser un problema".
 
El presidente electo, Alberto Fernández, le respondió diciendo que "este problema de la deuda no existía hace cuatro años y hace dos años nadie pensaba que la Argentina iba a tener la crisis de deuda que hoy tiene, que es producto de la gran inoperancia. Aunque les queden diez minutos de gobierno, tienen que parar con la mentira". Desde todos los puntos del arco ideológico, en la Argentina y en el exterior, economistas contradicen al relato macrista.
 
"Ocho puntos sobre la economía" se titula el paper que el gobierno hizo circular entre funcionarios y periodistas con la idea de reforzar el relato de cara al recambio presidencial. Dice que el gobierno de Mauricio Macri recibió en 2015 "un Banco Central sin reservas y restricciones cambiarias para importar y viajar", "déficit brutal del 7 por ciento con una presión impositiva récord", "desempleo mentiroso y pobreza estructural altísima", "inflación ya alta durante ocho años y en ascenso", "tipo de cambio atrasado que perjudicaba la actividad productiva", "un Estado arrasado" y "crisis energética".
 
El documento luego resume que "hemos revertido la herencia de 2015. A fin de 2019 el país está listo para crecer". Distinta es la mirada del Financial Times, principal diario económico del mundo, que publicó hace dos semanas que "el vencedor de las elecciones en Argentina heredará uno de los desastres económicos menos envidiables del mundo. Macri ha logrado lo que pocos creían posible: entregará la economía argentina en peor estado que cuando la heredó en 2015".
 
El gobierno miente cuando dice que revirtió la herencia del Banco Central sin reservas y con restricciones. La autoridad monetaria cuenta con menos de 10 mil millones de dólares de reservas utilizables para afrontar una deuda externa que es muy pesada para los próximos años. De ahí que el riesgo de default esté a la vuelta de la esquina.
 
Por eso el Washington Post publicó que "la economía argentina se precipita una vez más hacia el abismo económico. Los frutos de la tarea de Macri son una economía fallida que ahora está más moribunda que la que heredó". Todos los economistas e inversores del mundo descuenten que la Argentina va hacia una reestructuración de la deuda, que incluso fue anticipada por el actual gobierno.
 
Como frutilla del postre, la administración de Macri se va con restricciones cambiarias más duras de que recibió, ya que al momento sólo se pueden adquirir 200 dólares mensuales para atesorar.
 
La inflación es otro capítulo en donde el gobierno hace un autobombo inverosímil. "Lamentablemente, no se puede eliminar la inflación de un día para el otro -como prometió Macri en campaña--, pero en estos cuatro años hemos dado los pasos necesarios para empezar a ver una reducción sostenida y sostenible de la inflación. Nos ocupamos de apagar esos motores, empezamos a corregir los problemas de fondo, y sin atajos. Las tarifas ya valen casi lo mismo que lo que cuestan. El dólar, más allá de las restricciones recientes, vale lo que se dice que vale. Y, lo más importante, vamos a terminar 2019 con un Estado cerca del equilibrio", dice el gobierno.
 
Según el índice de precios del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la inflación en 2015 fue del 26,9 por ciento, por debajo de la suba del 38 por ciento registrada en 2014. En 2013, fue del 26,6 por ciento. El mismo indicador porteño mostró una inflación del 41 por ciento en 2016; 26,1 en 2017 -en línea con la herencia que recibió Macri--, luego subió al 45,5 por ciento el año pasado y cerraría al menos en el 55 por ciento en 2019.
 
No sólo la inflación que deja Macri es muy superior a la que recibió, sino que tampoco apagó los motores de la inflación, más bien abrió la llave de gas y encendió una mecha.
 
"El Banco Central ya ha comenzado a perder el control de la emisión monetaria y este fenómeno se acentuará apenas se produzca el vencimiento de las Lecaps y las Letes cuyos plazos fueron prorrogados entre tres y seis meses. Aun cuando no se produzca en noviembre y diciembre, la hiperinflación seguirá siendo un gran riesgo durante los años 2020 y 2021". No lo dice "la grasa militante", sino el ex ministro Domingo Cavallo.
 
En el tema de la deuda, el informe dice que "si se considera el período entre 2009 y 2015, el déficit financiero fue superior a los 100.000 millones de dólares e implicó que la deuda pública creciera 65.000 millones de dólares. La totalidad de ese incremento la aportó el BCRA, a través de mayores tenencias de letras intransferibles y el crecimiento de los adelantos transitorios.
 
Durante el período 2016-2019, el déficit acumulado será de 110.000 millones de dólares y el incremento de la deuda de 75.000 millones de dólares (la deuda con el Banco Central medida en dólares se redujo 12.000 millones)".
 
Los propios números oficiales recopilados por la UMET muestran que desde octubre de 2015 y hasta el segundo trimestre de este año, la deuda pública creció en un 43 por ciento. El ratio deuda/PBI para el final del mandato de Macri habrá pasado del 37,6 por ciento al 80,7 por ciento.
 
En particular, la deuda externa, que exige a la economía nacional con fuertes vencimientos en moneda dura, subió un 69,4 por ciento desde finales de 2015. La deuda externa podría no ser un fuerte escollo si la Argentina tuviera acceso al mercado internacional de crédito, pero Macri perdió esa carta muy rápidamente, luego de dos años de mala praxis.
 
"La situación es muy compleja, no tenemos financiamiento de ningún lado", dijo esta semana el economista ortodoxo Miguel Ángel Broda. La deuda interna también representa un grave problema, según consigna el propio Carlos Rodríguez, ex viceministro de Economía del menemismo, quien sugirió implementar "un Plan Bonex para la deuda interna".
 
El gobierno dice que "el desempleo está en niveles similares a los que dejó el gobierno anterior". Sin embargo, la Cepal muestra que el desempleo en el primer trimestre se ubicó en el 10,1 por ciento y que en el mismo período de 2015 estaba en el 7,1 (un incremento del 42 por ciento).
 
A pesar de la afirmación anterior, el gobierno aclara que "el aumento del desempleo no se da por una destrucción del empleo. La cantidad de personas que trabajan sigue creciendo. En nuestra gestión se crearon 1.250.000 puestos de trabajo, incluidos los informales".
 
Los datos del sistema previsional muestran que en agosto de 2015 había 11.967.000 trabajadores registrados y que en agosto de este año, último número disponible, había 12.107.000 empleados. Son 140 mil puestos más que se explican por la aparición de 135 mil nuevos monotributistas y 120 mil nuevos empleados públicos, mientras que se destruyeron 162 mil puestos en el sector privado.
 
En particular, la industria perdió 155 mil puestos en cuatro años. En otra parte del documento, el gobierno dice que "el empleo privado es el gran organizador social".
 
En el capítulo energético, el gobierno se ufana que "volvió a crecer la producción de petróleo y la de gas y volvimos a exportar gas a Chile". Si bien se redujo el déficit energético, en parte por la caída de la producción industrial, hay fuertes desafíos vinculados a las tarifas, que fueron multiplicadas en favor de las petroleras y de las distribuidoras y en contra de la producción manufacturera local; en la relación con el sector petrolero, que busca aumentar las naftas, lo cual tendría impacto recesivo y en el propio esquema de incentivos de Vaca Muerta.
 
Por Javier Lewkowicz
Por Martín Granovsky
 
Fuente: Página12
 

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Para Macri, se creó empleo, la deuda dejó de ser problema y se resolvió la inflación
Mauricio Macri y su jefe de Gabinete, Marcos Peña, celebraron los resultados de su mandato en un documento muy poco creíble.
26-12-2025 / 07:12
Sea por la infatuación que le dio el triunfo en las elecciones de octubre, por un criterio equivocado o por simple ignorancia política, el gobierno de Javier "el Loco" Milei ha incurrido en un error que puede resultarle caro. Aunque no explícitamente, se ha indispuesto con la Iglesia Católica, porque esta defiende la Justicia Social.
 
Se sabe que esta institución, se diría que, desde siempre, ha sido el credo mayoritario en el país, con militancia de las clases altas y muchas de las jerarquías militares, y si no recordar los últimos meses del primer período de gobierno peronista, cuando hubo un abierto enfrentamiento con la Iglesia y los aviones que bombardearon a gente inocente en Plaza de Mayo lo hicieron con el claro signo de "Cristo Vence" escrito en el fuselaje de sus máquinas.
 
Aquí y ahora la situación no ha llegado a extremos semejantes, pero se manifiesta claramente en el tradicional cambio de saludos para fin de año que concretaron la Iglesia y el Gobierno. A una nota enviada por el arzobispo al Presidente en la que destaca "nuestro anhelo de una paz social sólida, fundada en el cuidado de cada persona y especialmente de quienes atraviesan mayores fragilidades: los pobres, los trabajadores que sostienen día a día la vida del país y los ancianos cuya sabiduría y experiencia necesitamos valorar y acompañar".
 
Milei respondió diciendo que aprecia y valora "el llamado a la reflexión, a la paz social y el compromiso por el bien común" planteado por la jerarquía católica" y sostiene que "seguiremos trabajando incansablemente para generar las condiciones que permitan a cada argentino desarrollarse con dignidad, libertad y oportunidades reales de progreso, especialmente a quienes se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad".
 
Es fácil advertir que ambas misivas rezuman protocolo. Es posible que en el proceder de la Presidencia se refleje la dudosa capacidad de sus colaboradores en la materia (tal como se ha hecho evidente en materia diplomática) pero en el asunto cuentan dos hechos altamente significativos.
 
El primero es la abierta confesión de Milei de su militancia en la religión judía, la que no sólo lo ha llevado a alineamientos internacionales con Israel que hicieron trizas la tradicional neutralidad argentina; y también a cometer algunas torpezas dentro del rito mismo. Imbuida de una tradición de presidentes católicos o poco menos, la Iglesia debió deglutir en silencio el sapo que representó su presencia en actos de profunda significación dentro de la fe católica.
 
El otro error fue más grosero. No solamente faltó el tradicional encuentro de Navidad y Fin de Año entre ambos sectores político-religiosos; desde el Ejecutivo ha habido una suspensión de fondos a obras sociales que eran administradas por la Iglesia Católica, con el agravante -se diría que casi ofensa-- de derivarlos hacia congregaciones protestantes y evangelistas, miembros de la llamada Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (Aciera).
 
A primera vista parecería una áspera respuesta por elevación a las repetidas homilías que el Episcopado católico ha hecho públicas, claramente críticas de la actual política de gobierno. Tampoco hay que olvidar la presencia presidencial de hace algunos meses en la inauguración de un gran templo evangélico, que hasta contó con la concreción de pretendidos -y torpes-milagros. La falta de contactos efectivos mencionada antes tuvo un agravante: sus principales integrantes evangélicos sí fueron participantes de un encuentro con autoridades del Poder Ejecutivo.
 
"El presidente -ha dicho uno de los principales analistas en el tema- no invita a dialogar a las autoridades del Episcopado católico, mientras orienta fondos hacia los evangelistas de Aciera y celebra con ellos en Casa Rosada". Una relación que va de fría a congelada.
 
La Opinión Popular
 

24-12-2025 / 11:12
La guerra de las coimas. Daniel Garbellini, el hombre de los primos Menem al que Daniel Spagnuolo definía en sus audios como "un delincuente" y al que le echó toda la culpa por la corrupción con los remedios para discapacitados, declaró ante la Justicia que el verdadero culpable era el propio Spagnuolo. "El asumió la suma del poder en la Andis y era el único que tenía firma autorizada para realizar pagos", sostiene en un documento.
 
La causa sobre coimas, direccionamiento y sobreprecios en la compra de medicamentos en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) dejó expuesta una batalla entre los principales imputados. Después de que el exdirector del organismo, Spagnuolo, buscara en un escrito responsabilizarlo por las irregularidades, Garbellini -su exnúmero dos, extitular de Acceso a los Servicios de Salud- le devolvió en un descargo la gentileza.
 
En el marco de la causa que investiga las irregularidades en la Agencia Nacional de Discapacidad, Garbellini, ex número dos del organismo, presentó un escrito ante la Justicia en el que negó todas las acusaciones y trasladó la responsabilidad de las decisiones operativas y administrativas a Diego Spagnuolo, ex abogado personal de Javier "el Loco" Milei y exdirector ejecutivo de la entidad.
 
Garbellini fue removido de su cargo tras el escándalo por sobornos en la compra de medicamentos y detalló que asumió la Dirección de Acceso a los Servicios de Salud en junio de 2024. Según su descargo, sus funciones se limitaban a la gestión del programa Incluir Salud, destinado a brindar cobertura médica a personas con discapacidad sin obra social, y no incluían facultades decisorias sobre contrataciones ni sobre bajas de pensiones.
 
En su presentación, sostuvo que el control total del sistema informático, las compulsas de precios y los pagos estaban en manos exclusivas de la Dirección Ejecutiva. "Tanto el suscripto como el resto de los funcionarios éramos usuarios del sistema", afirmó, y remarcó que el acceso pleno e irrestricto a la información dependía únicamente del director ejecutivo.
 
Garbellini insistió en que no tenía atribuciones para transparentar o abrir las contrataciones, y que cualquier falta de publicidad o control público fue una decisión ajena a su responsabilidad. Incluso aseguró haber sugerido cambios estructurales que fueron rechazados con el argumento de que "todo se hacía por urgencia".
 
El caso se originó a partir de grabaciones que involucraban a Spagnuolo, aunque esas pruebas no fueron consideradas válidas por el fiscal Franco Picardi. En esos registros también se mencionaba un vínculo entre Garbellini y Karina Milei, a través de un colaborador cercano, aunque esa línea no avanzó formalmente.
 
Hasta ahora, el único testimonio oral fue el de Roger Grant, quien admitió irregularidades en las contrataciones del programa PACBI y aseguró que actuaba bajo órdenes directas de Garbellini, a quien señaló como la figura que definía la operatoria. Sin embargo, evitó referirse a presuntas coimas. El expediente también incorpora anotaciones secuestradas en un allanamiento que vuelven a comprometer al exfuncionario libertario y refuerzan la disputa de responsabilidades en la causa.
 
La Opinión Popular
 

23-12-2025 / 09:12
Un fallo de Cámara obliga al Gobierno a explicar ante la Justicia dónde está el oro que, en junio de 2024, el gobierno de Javier "el Loco" Milei sacó del Banco Central para enviar al exterior. Para los jueces, esa información constituye "un asunto de indudable interés público como es la administración de las reservas". La presentación la hizo La Asociación Bancaria, el gremio que descubrió y denunció la maniobra con los lingotes de oro. El presidente del Banco central, Santiago Bausili, ya se negó a contestar un requerimiento de la Auditoría General de La Nación. Junto a "Toto" Caputo sacaron el oro del país y nunca informaron sobre su destino.
 
En un operativo clandestino de ribetes policiales, comenzó una saga de ocultamiento de las autoridades sobre el destino de uno de los principales activos líquidos del organismo monetario. El diputado nacional y líder de La Bancaria, Sergio Palazzo, presentó varios pedidos de informes exigiendo a las autoridades que expliquen donde está el oro y que tipo de cauciones lo afectan. Caputo nunca quiso explicar su destino, se limitó a comentar muy por arriba en un programa de televisión que se giró a un banco para cobrar intereses. No explicó quien lo tiene ni qué tipo de operación se hizo con ese importante activo.
 
Ahora, la Justicia Federal ordenó este lunes al Banco Central que entregue información precisa sobre el destino del oro. En una resolución firmada por los jueces Guillermo Treacy y Pablo Gallegos Fedriani, la Sala V de la Cámara Contencioso Administrativa Federal, consideró que la autoridad monetaria no justificó de manera suficiente su decisión de no informar sobre el destino del activo y sostuvo que la negativa vulneró los principios de transparencia.
 
Es que Caputo y Bausili sostienen que la operación forma parte de la "administración" de las reservas y por ende es secreta. El mismo criterio opaco que Caputo utiliza para no dar precisiones sobre el swap firmado con Estados Unidos y los bonos que le entregó al Tesoro para que rentabilice la venta de dólares que hizo sobre el cierre de la campaña.
 
Los jueces fueron punzantes sobre el lamentable manejo de Caputo sobre información que debería ser pública. "La configuración de alguna de las excepciones legales a la entrega de información pública no puede depender de una apreciación unilateral del sujeto obligado", sostiene el fallo y subraya que es el Estado quien debe demostrar, de manera concreta, que la difusión de los datos solicitados causaría un daño a un interés legítimamente protegido.
 
El Banco Central respondió apenas con un comunicado formal que "había completado transferencias de parte de sus reservas en oro entre sus diferentes cuentas", sin precisar monto, destino ni motivo concreto. La respuesta evasiva del BCRA encendió alarmas. Porque ese oro no es un adorno: según informes oficiales, las reservas de oro rondan unos USD 4.900 millones, un componente significativo del total de activos extranjeros del Central.
 
Aunque la entidad insiste en que las operaciones no alteran el volumen agregado de las reservas, nadie sabe realmente dónde están físicamente esos lingotes y si siguen efectivamente en poder del Estado o se remataron en algunas de las operaciones de préstamos igualmente opacas que concretó Caputo. El balance del BCRA, en ciertos trimestres, llegó incluso a no mostrar ese componente con claridad, como si hubiera desaparecido entre páginas y cifras.
 
La Auditoría General de la Nación (AGN) reveló recientemente que el Banco Central se negó a entregar documentación sobre dónde están los lingotes, bajo qué condiciones se conservan y si parte del oro fue transformado en instrumentos financieros. El argumento oficial: la información es "confidencial" y su difusión podría poner en riesgo la seguridad de los activos. Como sea, la pregunta es: ¿dónde está el oro? Eso es lo que la Justicia ahora exige que responda Milei.
 
La Opinión Popular
 

22-12-2025 / 10:12
Las joyas de la abuela que remata el gobierno. A espaldas del Congreso, el Gobierno ya vendió 40 valiosos terrenos del Estado (pertenecientes a las fuerzas armadas, instituciones científicas y hasta predios de ex centros clandestinos de detención) y tiene 140 inmuebles más para subastar. Luis "Toto" Caputo sueña con conseguir unos mil millones de dólares mientras las grandes inmobiliarias amigas del gobierno, con Eduardo Costantini a la cabeza, se quedan con el botín.
 
Tierras del Plan Procrear, de las Fuerzas Armadas, ferroviarias, de instituciones científicas, predios de ex Centros Clandestinos de Detención y hasta un pedazo de montaña en Mendoza. Todo eso incluye la lista de más de 180 terrenos e inmuebles públicos que conforman el plan de ventas de bienes del Estado que ya avanza en el Gobierno de Javier "el Loco" Milei.
 
Los remates, que esta semana fueron noticia por la venta de tierras destinadas originalmente a viviendas sociales, se concentran por ahora en la Ciudad de Buenos Aires con las empresas de Eduardo Costantini como principales beneficiarias y otros grandes jugadores del sector, como el Grupo IRSA, codiciando las tierras.
 
A través de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), y sin pasar por el Congreso, la fuerza libertaria ya vendió cerca de 40 bienes y tiene en lista otros 140 lotes e inmuebles publicados para subastar en lo que le queda de mandato.
 
La lista de subastas futuras cuenta con terrenos de hasta 300 hectáreas a vender en el interior del país con destino al negocio agropecuario o a grandes proyectos inmobiliarios. Especialistas y organizaciones ambientalistas advierten que se trata "de uno de los procesos de descapitalización pública más agresivos de nuestra historia reciente".
 
"Vamos a vender muchos de los activos de la AABE y eso va a generar un ingreso de miles de millones". No mentía el ministro de Economía, "Toto" Caputo, cuando a principios de junio reconocía que el gobierno remataría las tierras del Estado para intentar sostener las reservas, en conjunto con los procesos de privatizaciones y concesiones.
 
Sólo desde ese mes la Agencia abrió subastas para un total de 26 terrenos e inmuebles a los que hay que sumarle otros 17 procesos de remate que se habían abierto desde fines de 2023. En paralelo a las subastas de la AABE, el gobierno remata también las tierras que estaban destinadas al ya disuelto Plan Procrear y apunta a recaudar una suma de entre 800 y 1000 millones de dólares por todo el paquete. Aunque hubo ventas en Mendoza, La Plata, Pinamar y Córdoba, la mayor parte de los bienes vendidos hasta ahora se concentran en la Ciudad de Buenos Aires.
 
El terreno más grande de ese paquete es el predio de cuatro hectáreas que pertenecía al Ejército y que Eduardo Costantini adquirió por más de 120 millones de dólares. El mismo empresario se quedó con un lote de la Policía Federal en Bajo Belgrano a través de la firma Argencons, que controla desde mayo, en una subasta peleada en la que la empresa le ganó incluso al peso pesado de Eduardo Elsztain y su Grupo IRSA.
 
Antes, Costantini también había sumado otro terreno a pocos metros del Campo Argentino de Polo. En los tres casos se construirán desarrollos inmobiliarios.
 

21-12-2025 / 09:12
Cuando los cimientos están agrietados, todo lo que se construye es frágil e inestable. Cincuenta días tardó Javier "el Loco" Milei, tras una sorpresiva e impactante victoria en las elecciones de medio término, en fagocitarse el crédito político, de la misma forma que se fagocitó -durante los últimos dos años- una cantidad récord de divisas sin poder acumular reservas.
 
Ahora, tiene por delante dos años en los que su suerte está atada a la voluntad de aliados poco confiables. El FMI volvió a intervenir la economía, forzando un volantazo; los gobernadores pasaron por caja y después le votaron en contra. Un poco de su propia medicina. Hola incertidumbre, mi vieja amiga, podría cantar el presidente. Dos años, en Argentina, es mucho tiempo.
 
Después de la sesión del miércoles en la Cámara de Diputados, la mayoría de los medios titularon con un triunfo del oficialismo por la media sanción de diputados y apenas destinaron alguna línea en la bajada para comentar, como algo secundario, la inesperada derrota en el Capítulo 11 que se votó de madrugada. Con el correr de las horas, la realidad se encargó de corregir ese evidente error de criterio.
 
La derrota del gobierno fue completa y sus consecuencias están teniendo ramificaciones imprevistas. Milei amenazó con vetar su propio presupuesto y Patricia Bullrich tuvo que anunciar la postergación del tratamiento de la reforma laboral, justo a la hora que la CGT desconcentraba la Plaza de Mayo. Una derrota indisimulable.
 
El debate sobre la Ley de Presupuesto en la Cámara Baja era la primera y la más sencilla de todas las sesiones que tiene por delante el Gobierno para aprobar las reformas que anunció. La dificultad insalvable que encontró esta semana echa dudas sobre la viabilidad del resto de sus planes, justo cuando tiene que convencer a los acreedores que le vuelvan a prestar el dinero que no podrá devolver en 20 días.
 
La forma en la que intentó, sin éxito, salvar esa dificultad, repercutió negativamente en la relación con todos sus aliados, a los que necesita para que el Congreso le siga dando una pátina de legitimidad a sus decisiones, muchas veces ilegales e inconstitucionales.
 
La caída del artículo 75, el corazón de la derrota, está cargada de significado político porque fue una rebelión contra la cláusula de la humillación. Enceguecido por una mala lectura de las urnas, Milei no se contentó con ganar sino que quiso escenificar un triunfo absoluto y definitivo sometiendo a los legisladores que antes de la elección habían apoyado las leyes que daban presupuesto a la Universidad Pública y a las personas con discapacidad, para que votaran explícitamente en contra de esas mismas leyes. Ese era el corazón político del proyecto que había enviado el Poder Ejecutivo. Las partidas pueden reconducirse por decreto. Lo importante era coronar a Milei.
 
Así, el solsticio de verano no sólo marca hoy el final de la primavera, sino también, en coincidencia, el de la primaverita política que había comenzado para el gobierno con el resultado de las elecciones de medio término y que terminó sin que pudiera capitalizar de manera alguna ese éxito. La realidad muestra que, al fin y al cabo, las cosas no son tan malas como parecían en septiembre ni tan buenas como nos quisieron hacer creer después de octubre.
 
Todo sigue más o menos parecido a lo que fue el largo 2025: precario, inestable, violento, cada vez más autoritario y deteriorado. Este año Milei necesitó tres rescates del FMI, de Trump y de las urnas, para llegar hasta acá. Va a necesitar uno más, de los Senadores, antes del brindis del 31. Y con el 2026 comenzará una historia diferente.
 

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