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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 06-11-2019 / 08:11
ALTA FICCIÓN: ASÍ DICE EL GOBIERNO QUE DEJA LA ECONOMÍA

Para Macri, se creó empleo, la deuda dejó de ser problema y se resolvió la inflación

Para Macri, se creó empleo, la deuda dejó de ser problema y se resolvió la inflación
RELATO MACRISTA CONSTRUIDO SOBRE FALACIAS. En la transición, el Gobierno de Macri realizó un documento titulado "Ocho puntos sobre la economía" en el que desarrolla la herencia que le dejará al presidente electo, Alberto Fernández. El informe fue elaborado por Marcos Peña y Hernán Lacunza. La economía sigue en descenso, con alta inflación y pérdida de empleo, pero para el Gobierno el país está "listo para crecer" y afirma que se "pudo revertir la herencia de 2015". ¿Por qué perdieron las elecciones?
Real o mentirosa, de buena o de mala fe, franca o cínica, la narrativa es parte de la política. En los últimos años fue denominada "relato" y es el sentido que una fuerza política busca darle a su práctica para que los propios sepan adónde van y qué deben hacer, para que los espectadores se sumen y para que los adversarios no la tengan fácil.
 
A partir del 10 de diciembre será feroz la pelea de Alberto Fernández por detener la caída, mitigar el hambre y comenzar la recuperación económica. En un principio la misma crisis puede ayudarlo. La esperanza colectiva será un insumo clave. La victoria convirtió al ex jefe de gabinete en el nuevo líder de la reconstrucción.
 
La narrativa de Alberto es doble. Por un lado, describe y explica el gobierno de Macri como una combinación de inutilidad, búsqueda de beneficios para los amigos, insensibilidad social, endeudamiento brutal y timba financiera. Esa narrativa sintonizó con la mitad de los votantes. Sentían lo que él decía y le creyeron.
 
La otra parte de la narrativa es el sentido del futuro gobierno: derrota del hambre, freno a la caída de los trabajadores y la clase media baja, renacimiento de las pymes, fin de los privilegios para los amigos, articulación latinoamericana, pragmatismo con los Estados Unidos, negociación dilatoria con el Fondo Monetario Internacional.
 
Se verá si Alberto consigue o no sus objetivos. Pero son módicos. No prometen el paraíso. La narrativa de Fernández se parece a la de Néstor Kirchner cuando proponía a los argentinos el sueño de salir del infierno y llegar al purgatorio.
 
El problema de Macri, en cambio, es que se quedó sin narrativa creíble. Hipótesis a comprobar: su 40 por ciento de votos no se debe al relato falseado sobre los cuatro años de macrismo sino al antiperonismo cerril, a la utopía de la salvación individual y al recuerdo negativo del kirchnerismo por sus cosas malas y por sus cosas buenas.
 
El paper de los "Ocho puntos sobre la economía", el informe macrista sobre la herencia, diseñado por Marcos Peña son una vuelta a la inverosimilitud que irritó a millones de votantes. Es malo percibirse en bancarrota. Peor aún resulta escuchar que la bancarrota no existe o es un breve calvario hacia la prosperidad.
 
En lugar de ofrecer un puesto de lucha contra Fernández-Fernández, lo cual sería una aspiración legítima y tendría una suculenta clientela, Peña parece haber convencido a Macri que importa la fábula y no la política. Error: la gente puede comprar futuro pero no dentífrico con olor a podrido.
 
Si ésa es la narrativa del macrismo, el Frente de Todos puede respirar tranquilo. Sin narrativa propia, la esperanza del macrismo consiste en ensuciar el mensaje de Fernández.

 
MENOS MAL QUE APAGARON "EL MOTOR DE LA INFLACIÓN"
 
El insólito documento de Marcos Peña sobre los "logros" de la economía macrista
 
El gobierno elaboró un documento en donde asegura que "el país está listo para crecer" ya que, entre otras cosas, "en estos cuatro años nos ocupamos de apagar los motores de la inflación". También resalta que "en nuestra gestión se crearon 1.250.000 puestos de trabajo", aunque aclara que en esa cuenta incluye a los puestos informales y pronostica que "la deuda pública dejará de ser un problema".
 
El presidente electo, Alberto Fernández, le respondió diciendo que "este problema de la deuda no existía hace cuatro años y hace dos años nadie pensaba que la Argentina iba a tener la crisis de deuda que hoy tiene, que es producto de la gran inoperancia. Aunque les queden diez minutos de gobierno, tienen que parar con la mentira". Desde todos los puntos del arco ideológico, en la Argentina y en el exterior, economistas contradicen al relato macrista.
 
"Ocho puntos sobre la economía" se titula el paper que el gobierno hizo circular entre funcionarios y periodistas con la idea de reforzar el relato de cara al recambio presidencial. Dice que el gobierno de Mauricio Macri recibió en 2015 "un Banco Central sin reservas y restricciones cambiarias para importar y viajar", "déficit brutal del 7 por ciento con una presión impositiva récord", "desempleo mentiroso y pobreza estructural altísima", "inflación ya alta durante ocho años y en ascenso", "tipo de cambio atrasado que perjudicaba la actividad productiva", "un Estado arrasado" y "crisis energética".
 
El documento luego resume que "hemos revertido la herencia de 2015. A fin de 2019 el país está listo para crecer". Distinta es la mirada del Financial Times, principal diario económico del mundo, que publicó hace dos semanas que "el vencedor de las elecciones en Argentina heredará uno de los desastres económicos menos envidiables del mundo. Macri ha logrado lo que pocos creían posible: entregará la economía argentina en peor estado que cuando la heredó en 2015".
 
El gobierno miente cuando dice que revirtió la herencia del Banco Central sin reservas y con restricciones. La autoridad monetaria cuenta con menos de 10 mil millones de dólares de reservas utilizables para afrontar una deuda externa que es muy pesada para los próximos años. De ahí que el riesgo de default esté a la vuelta de la esquina.
 
Por eso el Washington Post publicó que "la economía argentina se precipita una vez más hacia el abismo económico. Los frutos de la tarea de Macri son una economía fallida que ahora está más moribunda que la que heredó". Todos los economistas e inversores del mundo descuenten que la Argentina va hacia una reestructuración de la deuda, que incluso fue anticipada por el actual gobierno.
 
Como frutilla del postre, la administración de Macri se va con restricciones cambiarias más duras de que recibió, ya que al momento sólo se pueden adquirir 200 dólares mensuales para atesorar.
 
La inflación es otro capítulo en donde el gobierno hace un autobombo inverosímil. "Lamentablemente, no se puede eliminar la inflación de un día para el otro -como prometió Macri en campaña--, pero en estos cuatro años hemos dado los pasos necesarios para empezar a ver una reducción sostenida y sostenible de la inflación. Nos ocupamos de apagar esos motores, empezamos a corregir los problemas de fondo, y sin atajos. Las tarifas ya valen casi lo mismo que lo que cuestan. El dólar, más allá de las restricciones recientes, vale lo que se dice que vale. Y, lo más importante, vamos a terminar 2019 con un Estado cerca del equilibrio", dice el gobierno.
 
Según el índice de precios del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la inflación en 2015 fue del 26,9 por ciento, por debajo de la suba del 38 por ciento registrada en 2014. En 2013, fue del 26,6 por ciento. El mismo indicador porteño mostró una inflación del 41 por ciento en 2016; 26,1 en 2017 -en línea con la herencia que recibió Macri--, luego subió al 45,5 por ciento el año pasado y cerraría al menos en el 55 por ciento en 2019.
 
No sólo la inflación que deja Macri es muy superior a la que recibió, sino que tampoco apagó los motores de la inflación, más bien abrió la llave de gas y encendió una mecha.
 
"El Banco Central ya ha comenzado a perder el control de la emisión monetaria y este fenómeno se acentuará apenas se produzca el vencimiento de las Lecaps y las Letes cuyos plazos fueron prorrogados entre tres y seis meses. Aun cuando no se produzca en noviembre y diciembre, la hiperinflación seguirá siendo un gran riesgo durante los años 2020 y 2021". No lo dice "la grasa militante", sino el ex ministro Domingo Cavallo.
 
En el tema de la deuda, el informe dice que "si se considera el período entre 2009 y 2015, el déficit financiero fue superior a los 100.000 millones de dólares e implicó que la deuda pública creciera 65.000 millones de dólares. La totalidad de ese incremento la aportó el BCRA, a través de mayores tenencias de letras intransferibles y el crecimiento de los adelantos transitorios.
 
Durante el período 2016-2019, el déficit acumulado será de 110.000 millones de dólares y el incremento de la deuda de 75.000 millones de dólares (la deuda con el Banco Central medida en dólares se redujo 12.000 millones)".
 
Los propios números oficiales recopilados por la UMET muestran que desde octubre de 2015 y hasta el segundo trimestre de este año, la deuda pública creció en un 43 por ciento. El ratio deuda/PBI para el final del mandato de Macri habrá pasado del 37,6 por ciento al 80,7 por ciento.
 
En particular, la deuda externa, que exige a la economía nacional con fuertes vencimientos en moneda dura, subió un 69,4 por ciento desde finales de 2015. La deuda externa podría no ser un fuerte escollo si la Argentina tuviera acceso al mercado internacional de crédito, pero Macri perdió esa carta muy rápidamente, luego de dos años de mala praxis.
 
"La situación es muy compleja, no tenemos financiamiento de ningún lado", dijo esta semana el economista ortodoxo Miguel Ángel Broda. La deuda interna también representa un grave problema, según consigna el propio Carlos Rodríguez, ex viceministro de Economía del menemismo, quien sugirió implementar "un Plan Bonex para la deuda interna".
 
El gobierno dice que "el desempleo está en niveles similares a los que dejó el gobierno anterior". Sin embargo, la Cepal muestra que el desempleo en el primer trimestre se ubicó en el 10,1 por ciento y que en el mismo período de 2015 estaba en el 7,1 (un incremento del 42 por ciento).
 
A pesar de la afirmación anterior, el gobierno aclara que "el aumento del desempleo no se da por una destrucción del empleo. La cantidad de personas que trabajan sigue creciendo. En nuestra gestión se crearon 1.250.000 puestos de trabajo, incluidos los informales".
 
Los datos del sistema previsional muestran que en agosto de 2015 había 11.967.000 trabajadores registrados y que en agosto de este año, último número disponible, había 12.107.000 empleados. Son 140 mil puestos más que se explican por la aparición de 135 mil nuevos monotributistas y 120 mil nuevos empleados públicos, mientras que se destruyeron 162 mil puestos en el sector privado.
 
En particular, la industria perdió 155 mil puestos en cuatro años. En otra parte del documento, el gobierno dice que "el empleo privado es el gran organizador social".
 
En el capítulo energético, el gobierno se ufana que "volvió a crecer la producción de petróleo y la de gas y volvimos a exportar gas a Chile". Si bien se redujo el déficit energético, en parte por la caída de la producción industrial, hay fuertes desafíos vinculados a las tarifas, que fueron multiplicadas en favor de las petroleras y de las distribuidoras y en contra de la producción manufacturera local; en la relación con el sector petrolero, que busca aumentar las naftas, lo cual tendría impacto recesivo y en el propio esquema de incentivos de Vaca Muerta.
 
Por Javier Lewkowicz
Por Martín Granovsky
 
Fuente: Página12
 

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Para Macri, se creó empleo, la deuda dejó de ser problema y se resolvió la inflación
Mauricio Macri y su jefe de Gabinete, Marcos Peña, celebraron los resultados de su mandato en un documento muy poco creíble.
16-12-2025 / 10:12
Las reformas que impulsa el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei, en especial la laboral, buscan sin disimulo convertir a nuestro país en una economía colonial de enclave, productor de materias primas, sin industria y en donde sobre más de la mitad de los argentinos. En el país cierra una empresa por hora y 400 trabajadores por día se quedan sin empleo. El cálculo surge de tomar en cuenta que "el Peluca" y su motosierra destruyeron 19.114 firmas dejando en la calle a algo más que 264 mil asalariados registrados en sus dos primeros años de gobierno.
 
Para Argentina es un cambio dramático, pues es uno de los países en donde la legislación laboral del siglo XX más avanzó en el sentido de proteger a los trabajadores. Por esa razón, por ese "mal ejemplo" para la región latinoamericana, el objetivo del FMI de retroceder más de un siglo en las condiciones bajo las cuales se desenvuelve el mundo laboral, haya sido tomado con tanta energía por los últimos gobiernos de derecha y mucho más ahora bajo el modelo reaccionario extremo que impulsan los desquiciados Milei, Sturzenegger, Caputo y cía.
 
Todos y cada uno de los puntos del extenso proyecto que acaba de aterrizar en el Congreso es un muestrario de la ideología conservadora y retrógrada que alienta a este gobierno como fiel representante de la elite económico-financiera también conocida como "círculo rojo". A tal extremo esto es así que el gobierno ni se molestó en desmentir lo que hace un tiempo se conoció: los autores materiales de este engendro son los estudios de abogados que prestan sus servicios a las corporaciones más poderosas, los llamados "dueños de la Argentina". Es el gobierno para los ricos.
 
El sueño húmedo de esta minoría enferma de codicia es voltear, una por una, todas las protecciones legales que tienen los trabajadores argentinos, aunque también debe decirse que buena parte de ellas ya fueron demolidas de hecho por el propio accionar de un mercado laboral que, con independencia de los gobiernos que se sucedieron desde el estallido social y la gran crisis económica de 2001, dejaron a casi la mitad de los asalariados desempeñándose "en negro", al margen de la formalidad.
 
Lo que veremos en las próximas horas en el Congreso les dejará en claro a los argentinos quiénes son los senadores y diputados dignos de ser llamados oposición y quiénes se someterán ante las ofertas de dinero que ya está circulando por oscuras vías. Gobernadores dialoguistas también estarán en el "toma y daca" que este gobierno puso en marcha sin que la gran prensa porteña, convertida en vocera oficial de la Casa Rosada, hable como lo hacía habitualmente de "látigo y billetera" con otros gobiernos que nunca llegaron a extremos de manipulación de los recursos fiscales como el actual.
 
El triunfo electoral de octubre de Milei es el combustible que aceleró la decisión de avanzar con este proyecto y con otros que también buscan reconfigurar en profundidad el diseño social, económico e institucional de la Argentina. La llamada ley de tierras, de glaciares, la reforma educativa, la tributaria, etc. conforman una ofensiva de los sectores concentrados de la economía contra el conjunto social. Convertir a este país en una economía colonial, sin industria, sin ciencia, sin educación de calidad, sin protección social ni laboral para las mayorías populares es una meta que está en las mentes de los libertarios. La política de tierra arrasada que se proponen les resulta indiferente, pues la ambición de poder -político y económico- está por encima de todo.
 
La CGT convocó a una movilización a la Plaza de Mayo para el jueves a la que adhirieron las dos CTA, ATE y otros gremios, el peronismo, organizaciones sociales y partidos políticos de izquierda.  Para aterrorizar, la especialidad del mileísmo, aplicarán el protocolo antipiquetes. Si la movilización es masiva, cuesta creer que la amenaza de represión violenta se cumpla. Crispar el clima social en vísperas de fin de año, en nuestro país, nunca tuvo buenos resultados para los gobiernos.
 
La Opinión Popular
 

14-12-2025 / 09:12
Bajo el mote de reforma laboral se esconde la decisión de Javier "el Loco" Milei que pretende consagrar institucionalmente, en 2026, los objetivos que en 1976 se planteara la dictadura militar genocida. Los cambios en el proceso de acumulación en el marco del genocidio, el endeudamiento, la valorización financiera y la fuga de capitales, la desindustrialización, el modo de incorporación del cambio tecnológico y la llegada del capitalismo de plataformas, produjo una sustancial alteración de la relación capital-trabajo, obviamente en desmedro del conjunto de los trabajadores.
 
En ese marco de brutal regresividad en las condiciones materiales de vida de quienes trabajan, se sucedieron en las distintas administraciones conservadoras cambios normativos, todos con la misma dirección. 1. Abaratar el precio del trabajo. 2. Facilitar el despido. 3. Debilitar los convenios colectivos. 4. Limitar y destruir la organización sindical.
 
Estas orientaciones fueron parte de los cambios normativos que impulsó la dictadura militar, de las leyes que llevaron adelante Cavallo, Menem y De la Rúa, del frustrado intento de Macri y también del proyecto de Milei. Proyecto este cuya profundidad en términos de alteración de la Ley de Contrato de Trabajo solo es equiparable a lo planteado hace 50 años por la dictadura militar.
 
Además, se lleva a cabo la directa eliminación de los costos del despido a partir de la creación de un Fondo de Asistencia Laboral que se financiará con tres puntos de las actuales contribuciones patronales. A la vez, se les reduce en un punto adicional los aportes a los empresarios en relación a las obras sociales que dejarían de percibir un punto de los que están recibiendo en la actualidad.
 
En síntesis, cuatro puntos de los aportes patronales dejan de financiar las jubilaciones y la salud de los trabajadores, con el objeto de eliminar los costos del despido y reducir los costos laborales. Situación ésta que implica una redistribución de ingresos desde los trabajadores al capital, cercana a los 3000 millones de dólares.
 
Las experiencias internacionales y la propia experiencia nacional indican que estas propuestas solo profundizan la desocupación, la informalidad y la pobreza. Es más, aspectos laborales de esta naturaleza son los que contenía la Ley Bases y que ya tuvieron dos años de aplicación en el curso del gobierno de Milei. Años que lejos de promover el empleo registrado, coexisten con la destrucción de 222 mil puestos de trabajo formales registrados de los cuales 139 mil son del propio sector privado, al tiempo que el monotributo y los asalariados no registrados constituyen las formas de inserción laboral de mayor importancia en los últimos dos años.
 
Por si esto fuera poco, los modelos que pregonan los funcionarios libertarios como objetivos a alcanzar por la Argentina, no hacen más que negar con la evidencia lo que el propio gobierno pregona para justificar lo que propone. Poner como ejemplo a seguir países como Paraguay o Perú, que prácticamente carecen de legislación laboral, resulta inentendible. Estos dos países exhiben, aún sin legislación laboral, niveles de informalidad superiores a los que hoy exhibe la Argentina.
 
Para frenar esta ofensiva hay que convocar a la sociedad a discutir la necesidad de relaciones laborales diferentes para un país distinto al que construye Milei. Para eso necesitamos relaciones laborales que se edifiquen en base a la redistribución del ingreso, la revalorización del trabajo y la necesidad de expandir derechos para todos aquellos que trabajan independientemente del tipo de inserción laboral que tengan.
 
La Opinión Popular
 

13-12-2025 / 09:12
El proyecto de país que perfila el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei tomó el aspecto de una sociedad sin derechos organizada por el mercado. El mercado elimina el concepto de soberanía y decidirá quién irá preso y quién se tomará vacaciones. A su vez, el mercado está organizado por una escala jerárquica según el poder económico.
 
O sea: la libertad de los libertarios es como la milanesa tucumana hecha con papel higiénico. Y de postre: inflación. Si alguno pensó que el esfuerzo valía la pena, el 2,5 de inflación -medido por un Indec que todo el mundo sabe trucho-- le dio una mala noticia: se quedó sin trabajo, se quedó sin empresa, y además tiene inflación.
 
En la misma semana asumió Joaquín Mogaburu como subsecretario de Derechos Humanos y se presentó el proyecto de reforma laboral en el Congreso. El nuevo funcionario es un personaje ligado a los represores y da cursos en los cuarteles sobre "memoria completa".
  
Mogaburu aboga por la conciliación y el perdón a los genocidas. El combo es coherente con el protocolo de seguridad que criminalizó la protesta social, el decreto que permitió a las fuerzas armadas intervenir en conflictos internos y la eliminación del derecho a huelga y otros derechos como lo estipula la reforma laboral enviada al Congreso.
 
Durante el mes hubo decenas de actos sobre derechos humanos en centros culturales, casas de la memoria y en plazas de todo el país. Y el jueves se realizó un festival en la Plaza de Mayo encabezado por Madres, Abuelas y el Serpaj de Adolfo Pérez Esquivel. Al mismo tiempo, la CGT anunciaba un acto público para oponerse al proyecto de ley enviado al Congreso.
 
No hay derechos humanos y no hay derechos laborales. No hay derecho a la protesta y no hay derecho que proteja contra la tortura y la violación como reclaman los que piden la libertad de torturadores y violadores que actuaron tras haber usurpado el Estado durante el golpe genocida. No hay sujetos de derecho en esta sociedad que conciben los libertarios y que ha sido votada por muchos que perderán los derechos que tenían.
 
Con el mercado se come, con el mercado se educa, con el mercado se cura. Si eso era difícil con la democracia, el mercado ni se lo plantea porque el único derecho que reconoce es el del que tiene más capital. El mercado habla de méritos, pero los derechos no se ganan. Los derechos implican también responsabilidades, pero no se ganan por méritos. Al menos la democracia reconoce que todos tienen derecho a comer, a la educación y a la salud. Después dependerá de los gobiernos proveer esos derechos.
 
Los libertarios inventaron una democracia con voto, pero sin derechos. Y los derechos son para todos porque son inherentes a la condición del ser humano. Si son para pocos, no califica. La democracia se construye sobre los derechos ciudadanos. Sin esos derechos básicos no hay sistema democrático. Este gobierno habla de democracia y libertad, pero cuando hace la milanesa, le pone papel higiénico en vez de libertad y democracia.
 

12-12-2025 / 10:12
El gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei mandó al Senado un proyecto de contrarreforma para eliminar derechos laborales, sindicales y de huelga que atrasa un siglo. Contra la Constitución desconoce hasta la jornada de 8 horas y el derecho a huelga. Redactado por los abogados de las grandes empresas, de Paolo Rocca, Galperin y Eurnekian, en cada rubro empeora la posición de los trabajadores. Perjudica también a monotributistas e informales y se propone financiar los despidos con la plata de los jubilados.
 
El gobierno libertario demoró la presentación de la contrareforma laboral, que no registra precedentes desde la dictadura genocida de 1976, para estirar los tiempos de negociación y definir cuán a fondo iría en su ofensiva contra los trabajadores y el sindicalismo. El proyecto que ingresó al Senado retoma lo peor de todas las versiones anteriores y lo condensa en 71 páginas y 191 artículos.
 
Enmascarada en una supuesta "modernización", la iniciativa retrocede más de un siglo y desconoce pilares básicos del derecho laboral como la jornada de ocho horas y restringe el derecho a huelga. Lejos de mejorar la vida de los trabajadores, crear empleo o incorporar a los informales al mercado formal, la reforma sólo busca abaratar costos para que el empleador pueda despedir y amplía la desprotección sobre el sector más débil.
 
Los especialistas coinciden en que "invierte la presunción de laborabilidad" perjudicando a monotributistas y trabajadores "independientes". El texto final del proyecto confirma la transferencia regresiva de los derechos de los trabajadores en favor del gran capital, debilita su capacidad de organización y faculta al empleador para modificar condiciones laborales según sus necesidades.
 
La reforma laboral, firmada por Milei, fue elevada al Congreso de manera errónea por parte de Gobierno. Legisladores opositores y abogados laboralistas cuestionaron el ingreso por el Senado, ya que la reforma laboral contiene un capítulo tributario que modifica impuestos centrales. Al respecto, la Constitución fija que toda ley de carácter impositivo debe originarse en Diputados.
 
La reforma laboral que impulsa Milei atrasa porque reinstala un modelo previo al propio nacimiento del derecho laboral. La abogada Natalia Salvo advierte que es "una novedad de museo que nos devuelve a un tiempo sin normas". El proyecto permite jornadas de hasta 12 horas, un retroceso a antes de la Ley 11.544, conquistada después de las huelgas y masacres de la Patagonia y la Semana Trágica.

También elimina ítems remunerativos para achicar aguinaldo y vacaciones, ahora fraccionadas como en etapas de precariedad anteriores a cualquier estándar moderno. Al mismo tiempo, remarca que la iniciativa desconoce los avances globales sobre las plataformas: mientras en Europa los tribunales y países como España o Portugal ya reconocen a esos trabajadores como dependientes, aquí se los deja en un limbo jurídico. Modernizar sería ampliar la protección, no recortarla. Con un 43 por ciento de informalidad, el proyecto empuja al país hacia un pasado sin resguardo, donde la relación laboral quedaba librada a la voluntad de la patronal.

Un Gobierno que miente en todo, presenta el argumento principal en la supuesta "creación de trabajo formal". Silogismo falaz, acaba de ser refutado por un hombre del gran capital, el abogado Julián de Diego. Dijo que "sin crecimiento, no habrá generación de empleo". Ese crecimiento se presenta, como promesa lejana, relato de un provenir etéreo, medido en décadas. Equiparada a Irlanda, Alemania, y otras naciones. Por ahora, lo que hay es recesión, inflación en alza y deuda. Cada vez más deuda.

La Opinión Popular


11-12-2025 / 10:12
Turismo "con la nuestra". Nuevo papelón internacional de Javier "el Loco" Milei que fue a perder el tiempo a Noruega disfrazado con el mameluco de YPF, viajó 25.000 kilómetros para sacarse una foto... y se volvió sin nada. María Corina Machado faltó a su premiación como Nobel de la Paz. Viajó con su hermana Karina a Oslo en el avión presidencial, en un viaje que cuesta 300 mil dólares, y se alojó en el Gran Hotel de Oslo, en donde una habitación cuesta mil euros por noche. "El Peluca" volvió a las apuradas y de inmediato puso su firma en el funesto proyecto que apunta contra la justicia social y modifica la regulación de horas extras, vacaciones e indemnizaciones.
 
El fugaz y costoso paseo de Milei por Noruega terminó en un traspié político que expuso improvisación y falta de estrategia. La salida apresurada dejó al libertario sin el rédito simbólico que buscaba y reforzó las críticas sobre un viaje reducido a gestos vacíos, sin resultados concretos ni agenda internacional consistente. Tenía una agenda que incluía reuniones con el primer ministro y con el rey, además de la posibilidad de un encuentro cara a cara con Corina Machado, y los dejó "de garpe". Cosa de loco.
 
Milei regresó de apuro para evitar que una interna ponga en riesgo el tratamiento de la reforma laboral. Las explicaciones oficiales, en off the record, hablaban de la necesidad de "firmar la ley de reforma laboral" después de hacer "algún ajuste de último momento", sin embargo, tanto los cambios como la firma se pueden gestionar de manera remota. Lo que sucedió en realidad es que una nueva interna en el gobierno casi hace volar por los aires la Ley Rifle. Lo más llamativo, en este caso, es que los que frenaron el proyecto son dos enemigos íntimos: Santiago Caputo y Martín Menem.
 
Ellos son los dos interlocutores más fluidos que tiene la CGT dentro de la estructura libertaria y vienen advirtiendo desde hace tiempo que así como la estaba planteando Federico Sturzenegger, la reforma laboral corre el riesgo de empantanarse en el Congreso y terminar siendo rechazada, modificada hasta volverla irreconocible o aprobada a un costo demasiado alto. El recuerdo de la reforma previsional de Mauricio Macri en 2017 está presente en todos los cálculos.
 
Las partes observadas son justamente las que apuntan contra el andamiaje financiero y normativo que sostiene a los sindicatos, los llamados "derechos colectivos" que la CGT prioriza antes que las condiciones de trabajo individuales. De hecho, este lunes Sturzenegger estuvo reunido con los diputados de LLA, en un encuentro del que Menem no participó, y ante las consultas sobre estos asuntos el ministro prometió una "versión light", más sencilla de aprobar.
 
Sin embargo, el anuncio que hizo el vocero con sueldo de jefe de gabinete, Manuel Adorni, al día siguiente, no contempla la mayoría de esos recortes e incluye cláusulas inaceptables para el más dialoguista de los líderes gremiales. Dicen en la Casa Rosada que la orden de ir a fondo la dio el mismo Milei. El proyecto ya estaba listo para ingresar al Senado cuando Caputo y los Menem lograron frenarlo. Ese fue el motivo por el que el presidente tuvo que volver de apuro.
 
Patricia Bullrich, en tanto, defiende la redacción de Stuzenegger pero reclama que la situación se destrabe porque cree que si la reforma no tiene un tratamiento express y media sanción antes de las fiestas, después puede empantanarse. Su plan original de dictaminar esta misma semana, incluso el viernes a última hora, se fue diluyendo con el correr de las horas. El escenario más optimista apunta a sesionar en vísperas de noche buena. Sería un verdadero milagro navideño, mientras la CGT y el peronismo se abroquelan contra la reforma laboral anti obrera y pro patronal de Milei.
 
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