Nacionales - 30-10-2019 / 08:10
EL PJ DESCONFÍA DEL ESCRUTINIO Y DENUNCIARÁ AL GOBIERNO POR ADULTERACIÓN DE PADRONES
El contundente triunfo en primera vuelta del Peronismo sobre Macri puede ser aún mayor
El contundente triunfo en primera vuelta del Frente de Todos sobre Juntos por el Cambio puede ser aún mayor a lo difundido. Los especialistas coinciden en que el recuento provisorio, que no llegó al ciento por ciento, terminaría en 9 puntos y que el escrutinio definitivo puede estirar la diferencia a los 10. La narrativa del macrismo es que el FT se impuso “por poquito”. La falacia trata de revitalizar la figura de Macri, lo consagra jefe de la oposición, un rol que no existe en la experiencia presidencialista argentina. Antes que nada se usa como recurso para condicionar al presidente electo. Deberá consensuar todo, sino no conseguirá aprobar leyes, dicen.
Hoy comenzó el escrutinio definitivo y, debido a las numerosas inconsistencias denunciadas durante las elecciones del último domingo, se generó una gran desconfianza sobre los resultados provisorios. Según informaron fuentes del peronismo, Alberto Fernández alcanzó los 10 puntos de diferencia sobre Mauricio Macri.
Desde el frente que ganó los comicios afirmaron que según los cálculos que manejan, el resultado final de la elección será 49% para Fernández frente a un 39% de Macri, bastante por debajo del 40,37 que arrojó el escrutinio provisorio.
Además, el Partido Justicialista realizará una denuncia penal para advertir sobre una "maniobra del Gobierno" de "adulteración de padrones" que, según advierten, impidió que "miles de ciudadanos pudieron votar el domingo" pasado en las elecciones generales. La queja del peronismo se basa en las denuncias en la provincia de Buenos Aires.
El PJ también informó en un comunicado que realizó una presentación ante la Cámara Nacional Electoral para que se investiguen las "serias irregularidades" en la instrumentación por parte del personal de Cancillería de la votación de ciudadanos argentinos residentes en el exterior.
"Hemos reiterado hasta la saturación que no confiamos en la información proporcionada por el gobierno y tampoco de las conclusiones emanadas de esas cifras", agrega el PJ en el escrito elaborado por Jorge Landau, apoderado del partido.
En el PJ dudan respecto a los más de dos millones que consiguió Macri el domingo pasado en relación a las PASO del 11 de agosto, lo que le valió para recortar en casi ocho puntos la diferencia respecto a Alberto. En la noche del domingo, Smartmatic dibujó un primer número de 6,34 de diferencia para que Macri pudiera hablar en Costa Salguero, derrotado, sin expectativas, pero con un poco de aire. A la noche ya eran ocho puntos.
Hoy en día, teniendo en cuenta las mesas que faltan escrutar, que son principalmente de las zonas populosas del Gran Buenos Aires, la ventaja en el escrutinio provisorio podría terminar en nueve puntos. Habrá que ver qué sucede en el escrutinio definitivo, pero todavía la brecha podría ampliarse a casi diez puntos.
Una verdadera paliza, si se considera que es un triunfo en primera vuelta, sin ballotage, y comparado con los 2,48 que hubo en la segundo vuelta de 2015, y que fueron presentados por la prensa macrista, Clarín, La Nación e Infobae, como una especie de avalancha histórica.
La Opinión Popular
¿QUÉ PUEDE PASAR CON EL ESCRUTINIO DEFINITIVO?
Alberto Fernández ampliaría a diez puntos su ventaja
El fantasma de "las cuentas no cierran" recorre las redes sociales. La idea básica es que Juntos por el Cambio (JxC) sumó casi 2.350.000 votos más, comparando la elección del domingo con las Paso de agosto, mientras que el Frente de Todos (FdT) sumó sólo 267.000 votos.
Por lo tanto, los whatsapp fantasmales se preguntan de dónde pudo sacar el oficialismo esa cantidad de votos adicionales si los que sufragaron esta vez fueron apenas 734.410 votos más que en las Paso. Los errores numéricos y de razonamiento son de todo tipo.
Por supuesto que ayudó la manipulación de la Casa Rosada en el anuncio de los resultados. A las 21 dijeron que había algo más de seis puntos de diferencia, a las 23 ya había ocho, todo indica que el escrutinio provisorio terminará 49 a 40, o sea nueve de brecha, y es probable que el escrutinio definitivo lleve la distancia a diez. Quisieron esconder esa victoria contundente de Fernández-Fernández.
Los errores del fantasma de las redes sociales son los siguientes:
1. Por de pronto se está comparando un escrutinio definitivo, el de las Paso, con un escrutinio provisorio, como el que tenemos del domingo pasado. De la elección de esta semana está escrutado el 97,13 por ciento de las urnas. O sea que falta escrutar el 2,87 por ciento.
Sumando a los 734.410 de nuevos votantes que ya figuran en el provisorio, hay otros 740.000 votos adicionales que vendrán de lo no escrutado todavía. La conclusión es que este domingo votaron aproximadamente (todavía no están ni el provisorio ni el definitivos terminados) 1.500.000 ciudadanos más que en las Paso.
2. Se puede poner en otros términos. Quedaron sin escrutar un total de 2873 mesas, que tomando el padrón y considerando un 80 por ciento de presentismo, suman 833.000 votos que faltan escrutar. La conclusión es la misma: aproximadamente 1.500.000 votos más que en agosto.
Aquí hay un detalle de importancia: de las 2.873 mesas, la mayoría, 1503, son de la Provincia de Buenos Aires, y tres de cada cuatro corresponden a dos secciones electorales en que la fórmula Fernández-Fernández ganó con claridad. Eso significará que la ventaja del FdT se ampliará en el cómputo nacional. Es casi seguro que Alberto Fernández termine con diez puntos más que Mauricio Macri.
Hasta aquí puede decirse entonces que hubo alrededor de 1.500.000 votantes más que en agosto para distribuir entre las grandes fuerzas. Pero las alianzas principales no se nutrieron sólo de nuevos votantes o de los no computados sino que le sacaron a las otras fuerzas. Y eso es así.
3. Los candidatos de menor perfomance perdieron votos y todo indica que en una proporción importante fueron hacia Macri-Pichetto por afinidad ideológica. Roberto Lavagna perdió 481.000 votos; a Juan José Gómez Centurión se le fueron 226.000 votantes y a José Luis Espert se le cayeron 167.000 votantes.
Hubo tres pequeñas fuerzas de derecha, entre ellas el partido nazi, que estuvieron en agosto y no pasaron el dos por ciento requerido. Esos tres frentes sumaron otros 127.000 y ahora directamente no estuvieron.
En suma, el total de votos capturados en su gran parte por JxC llega a 1.010.000.
4. Del otro lado, en comparación con las Paso, el Fit perdió 161.000 votos y además este domingo no compitió el MAS que había llegado a 179.000. De manera que la izquierda dejó por el camino 340.000 votos, seguramente proclives a ir hacia el frente encabezado por el peronismo.
Sumado entonces a los nuevos votantes, 1.500.000 y los que se fueron de los pequeños partidos, 1.350.000, ya aparecieron en la bolsa para distribuir casi 2.850.000 votos entre las dos grandes fuerzas, aunque la mayor parte fue para el oficialismo.
Sin embargo, hay más en el juego de la distribución de votos. No son más sufragios sino que se distribuyeron distintos:
5. En agosto, los votos en blanco fueron 882.659, en cambio el domingo esa cifra bajó a menos de la mitad: 399.751. Eso significa que hubo casi medio millón de ciudadanos que en agosto no votaron a ningún candidato y esta vez lo hicieron por alguno, casi seguro de las fuerzas mayoritarias, porque son las que aumentaron. O sea que se suman otros 500.000 votos a la distribución entre las alianzas que prevalecieron.
6. Algo parecido pasó con los votos nulos. Fueron 318.009, mientras que ahora sumaron 232.208. Son otros 85.000 votos que se fueron a candidatos.
El total entonces que podía haberse distribuido entre las grandes fuerzas es de 3.400.000 votos, una bolsa grande en la que obviamente el oficialismo pudo quedarse con 2.350.000 votos.
Sin embargo hay un argumento adicional y decisivo que podría contradecir a los fantasmas:
7. No es descabellado que votantes del FdT se hayan ido al JxC. Hubo un tremendo clientelismo en el Gran Buenos Aires, donde algunos de los intendentes amarillos dieron vuelta diferencias de diez y hasta 15 puntos. Una parte por corte de boleta, pero en otros casos dando vuelta la boleta completa.
Hechos muy similares se dieron en Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Mendoza o San Luis, a veces con clientelismo y otras con presión de los aparatos partidarios. Da toda la impresión que el gobernador cordobés Juan Schiaretti jugó las fichas por Macri mientras que el peronismo de Santa Fe, Entre Ríos, Mendoza y San Luis se desentendió de la elección porque ya había pasado su principal batalla, la pelea por la gobernación. Es indudable que no se puede explicar el vuelco sin el pase de votos del FdT a JxC.
En el cuadro general también contribuyó que el holgado triunfo del Fernández-Fernández en las Paso relajó a la estructura partidaria del peronismo, que jugó un segundo tiempo con la victoria asegurada. Se mantuvo la intensidad en los municipios bonaerenses donde se peleaba no sólo la gobernación sino las intendencias. También crecieron los votos del FdT en CABA, otro distrito donde se disputaba la jefatura de gobierno.
En la otra vereda, la del antiperonismo, los números de agosto tensaron la cuerda. Cuatro años de acusaciones, de ahondar la grieta en los medios y la justicia, convirtieron la elección del domingo en una instancia dramática, una especie de "epopeya contra el mal". Ante la alarma del regreso de la alianza encabezada por el peronismo, una franja corrió al rescate en las urnas.
Por Raúl Kollmann
Fuente: pagina12.com.ar