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El clima en Paraná

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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 26-10-2019 / 10:10
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

El neoliberalismo de Piñera, Macri y Bolsonaro en jaque en el escenario regional

El neoliberalismo de Piñera, Macri y Bolsonaro en jaque en el escenario regional
El viernes se cumplió el octavo día consecutivo de protestas a nivel nacional con la mayor marcha en la historia de Chile. Las demandas van por una vida digna y atraviesan todo el tejido social. Apuntan a un cambio a la estructura: que a los escolares no se les estigmatice ni se les criminalice, que los universitarios no salgan al campo laboral con deudas que deban pagar en veinte o treinta años. Que el sueldo de los adultos les permita vivir y no sobrevivir. Que los abuelos y abuelas no tengan que trabajar porque las pensiones se les acaben en la compra mensual de medicamentos. En otras palabras, fue el despertar de todos contra el neoliberalismo.
La rebelión en Chile y las PASO en Argentina destruyeron dos mitos centrales del neoliberalismo en la región: el modelo de país y el Che del libre mercado. Ni el modelo ni ese Che de pacotilla se sostuvieron.
 
Estos dos fenómenos más la rebelión popular en Ecuador, el triunfo indiscutible de Evo en Bolivia en primera vuelta, después de doce años de gobierno, más el posible triunfo mañana de Daniel Martínez, el candidato de un Frente Amplio que gobierna Uruguay desde hace 15 años, y la sintonía de estos movimientos con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dibujan la frontera estrecha del neoliberalismo en el continente, que tampoco pudo avanzar sobre Venezuela ni Cuba.
 
El escenario regional tiene un mensaje claro: un modelo de exclusión como es el neoliberal no se sostiene sin la resignación de los excluidos que no se puede lograr ni siquiera con la artillería pesada de las corporaciones mediáticas.
 
Chile vivió bajo dictadura formal y de fondo desde 1973 hasta 1990, pero la dictadura de hecho siguió hasta la muerte de Pinochet en 2006. No es la primera vez que se escucha la voz de la protesta en las calles. Los estudiantes se levantaron contra el costo altísimo de la educación y los mapuches por la devolución de sus tierras.
 
Ninguno de los gobiernos, incluyendo a los socialistas, hicieron nada por resolver esos reclamos. Pero no es solamente responsabilidad de los políticos. La sociedad chilena fue sometida durante tantos años a la figura aplastante de Pinochet como amo indiscutible de un sentido común que se reivindicaba como el Dios severo del Primer Testamento.
 
Y en contrapartida se alimentó una mitología difamatoria contra el primer presidente socialista del continente: Salvador Allende. Fue una regla hasta la muerte de Pinochet. Se podía hablar de cualquier tema, menos elogiar al gobierno y a la figura de Allende. Una máxima que aceptó incluso una parte de la izquierda para legitimar su intervención en la política.
 
La difamación de Allende fue muy parecida a la que se hizo contra Perón en Argentina y a la que se desató más tarde contra el kirchnerismo. Al viajero que había conocido al Chile altamente politizado de Allende le resultaba disonante y hasta ofensivo escuchar los mitos burdos que la gente común, el taxista, el verdulero, el mozo del restaurante comentaban de Allende, que fue uno de los políticos más democráticos que tuvo Chile.
 
Para los argentinos es válido hacer una equivalencia con la Córdoba culta y altamente politizada de los Cordobazos y la actual, ultraconservadora y derechista después del imperio sangriento del general Luciano Benjamín Menéndez que se mantuvo durante muchos años tras la caída de la dictadura. Una expresión de esa inercia posdictadura ha sido el ministro Oscar Aguad, alias "el milico", cortesano de Menéndez y, más recientemente, de Mauricio Macri.

 
La construcción del Pinochet, padre severo, y del Allende populista autoritario y disoluto, fue una tarea de las corporaciones mediáticas chilenas, tanto de los medios amarillistas populares, como los supuestamente "serios" como "El Mercurio".
 
No fueron siete años de dictadura como aquí, sino 33 años de bombardeo sistemático al tiempo que la política económica de la dictadura formateaba una nueva burguesía reaccionaria ligada a los Estados Unidos.
 
La difamación de Allende, igual que la de Perón y el kirchnerismo, buscaba deslegitimar cualquier política de justicia social. Así, el político que hiciera promesas legítimas de justicia social, pasaba a convertirse en poco serio, un mentiroso, un chanta de cuarta. Es una parte del dogma.
 
La otra cara es la meritocracia que intenta convencer al pueblo a resignarse, que cada quien tiene lo que se merece, los pobres, como los ricos, que los derechos como la educación o la salud, son regalos demagógicos.
 
La clase política se encuadró en ese dogma que es incapaz de dar respuesta al reclamo popular. Y ahora se topa con una inmensa movilización, casi espontánea, que levanta reclamos básicos: el costo de la salud, de la educación, del transporte, de los servicios, los bajos salarios y las jubilaciones de hambre.
 
Cada uno de esos reclamos que ahora incendiaron Chile, eran el orgullo de los exégetas del modelo que presumían de haber convertido en grandes negocios para ellos a las jubilaciones privadas, la educación privada, la salud privada, y los bajos salarios y la ausencia de derechos laborales. El modelo neoliberal chileno se sostiene en esas y otras injusticias y por eso era exhibido como un ejemplo para los demás países de la región.
 
Ahora se lo puede exhibir para lo contrario. Ni siquiera alcanzó con más de treinta años de reventarle la cabeza a la gente. Es una lección para la clase política y también para los empresarios chilenos incapaces de comprender los derechos de los trabajadores. Al punto que fue un empresario chileno, el dueño de café Cabrales, quien se convirtió aquí en Argentina en el más entusiasta impulsor de la reforma laboral macrista.
 
En Argentina el proceso es similar en algunos sentidos. Porque en un primer momento, Mauricio Macri fue presentado ante el mundo como un héroe del neoliberalismo, el Che de la burguesía, capaz de derrotar en las urnas a un gobierno popular. Las PASO acabaron con esa imagen que en el mundo ya estaba desprestigiada desde los Panamá papers
 
Macri fue sostenido por grandes empresarios que fueron favorecidos en los gobiernos kirchneristas a los que boicotearon. Y fueron destrozados por el neoliberalismo que respaldaron. Tendrían que hacer una reflexión más seria sobre el dogmatismo en relación con su pensamiento.
 
Y tienen que afrontar una realidad. Los postulados neoliberales generan grandes desigualdades y, por lo tanto, sociedades muy inestables, que cuando se caen los arrastra también a ellos. Tienen que aceptar la realidad y en consecuencia cambiar la forma de pensar, sin que eso signifique dejar de ser empresarios.
 
La rebelión popular en Ecuador cuando se empezaban a aplicar políticas reclamadas por el Fondo Monetario, también fue en un proceso similar al argentino. Lenin Moreno se quedó sin fondos y sin banca y tuvo que recurrir al FMI que cedió un préstamo a cambio de un interés real y otro más real pero que juega en el plano de lo simbólico, que son las exigencias.
 
El hombre que traicionó a Rafael Correa, el presidente que le transfirió sus votos y lo proclamó como su candidato, quiso aumentar el precio de los combustibles y se produjo una pueblada. Moreno dio marcha atrás pero su destino en la política terminó en esa rebelión popular.
 
El papel que jugó la OEA en Bolivia genera inquietud sobre otros procesos electorales, entre ellos, el argentino que tendrá lugar mañana. La derecha apostó todo a pasar a segunda vuelta, apoyándose en el voto de las grandes ciudades. Era lógico que los votos rurales llegaran más tarde y que modificaran los primeros resultados. Pero la derecha se movilizó desde el principio del escrutinio para denunciar un supuesto fraude.
 
La estrategia fue tan burda que se verificó incluso en Argentina donde antes de finalizado el escrutinio, Clarín y La Nación decían que habría segunda vuelta. La OEA, se sumó entonces al reclamo de la derecha, pero a pesar de haber fiscalizado el proceso electoral, no tenía pruebas de que se hubiera realizado fraude.
 
Entonces dijo que, si bien el escrutinio señalaba que Evo había sobrepasado los diez puntos de diferencia sobre su competidor --lo que lo daba como ganador en primera vuelta--, como solamente habían sido unos decimales, lo mejor era pasar a segunda vuelta.
 
Las centrales obreras y campesinas se movilizaron a favor de Evo. Sin pruebas de fraude que respaldara las denuncias, en todo el mundo empezaron a reconocer el triunfo de Evo.
 
La actitud reticente y antidemocrática de las derechas que buscan esconder sus derrotas detrás de denuncias de fraude, sin pruebas que las respalden, más la actitud de la OEA y la advertencia de Washington a Evo, constituyen el verdadero peligro de las democracias en la región y generan preocupación aquí por las elecciones del domingo.
 
 Por Luis Bruschtein
 
Fuente: Página12
 

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El neoliberalismo de Piñera, Macri y Bolsonaro en jaque en el escenario regional
La Plaza Italia de Santiago de Chile fue desbordada ayer por 1.200.000 chilenos y chilenas que protagonizaron la marcha más masiva que se recuerde desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet, pero el clima de celebración popular no pudo escapar a la orden del gobierno de Sebastián Piñera de reprimir y mantener el toque de queda en la región metropolitana y otras ciudades del país.
El neoliberalismo de Piñera, Macri y Bolsonaro en jaque en el escenario regional
Un millón de personas piden la renuncia de Piñera en Chile: ¿es su final? Al cumplirse una semana de las marchas multitudinarias, con denuncias de represión por parte de las fuerzas militares, Chile hace historia aproximadamente 1 millón de personas se reúnen en Plaza Italia, en Santiago de Chile (ciudad capital). Los intentos del presidente Piñera por detener las manifestaciones, con medidas económicas de último momento y un posible cambio de gabinete, no fueron suficientes ya que la población chilena sigue pidiendo por su renuncia.
21-12-2025 / 09:12
Cuando los cimientos están agrietados, todo lo que se construye es frágil e inestable. Cincuenta días tardó Javier "el Loco" Milei, tras una sorpresiva e impactante victoria en las elecciones de medio término, en fagocitarse el crédito político, de la misma forma que se fagocitó -durante los últimos dos años- una cantidad récord de divisas sin poder acumular reservas.
 
Ahora, tiene por delante dos años en los que su suerte está atada a la voluntad de aliados poco confiables. El FMI volvió a intervenir la economía, forzando un volantazo; los gobernadores pasaron por caja y después le votaron en contra. Un poco de su propia medicina. Hola incertidumbre, mi vieja amiga, podría cantar el presidente. Dos años, en Argentina, es mucho tiempo.
 
Después de la sesión del miércoles en la Cámara de Diputados, la mayoría de los medios titularon con un triunfo del oficialismo por la media sanción de diputados y apenas destinaron alguna línea en la bajada para comentar, como algo secundario, la inesperada derrota en el Capítulo 11 que se votó de madrugada. Con el correr de las horas, la realidad se encargó de corregir ese evidente error de criterio.
 
La derrota del gobierno fue completa y sus consecuencias están teniendo ramificaciones imprevistas. Milei amenazó con vetar su propio presupuesto y Patricia Bullrich tuvo que anunciar la postergación del tratamiento de la reforma laboral, justo a la hora que la CGT desconcentraba la Plaza de Mayo. Una derrota indisimulable.
 
El debate sobre la Ley de Presupuesto en la Cámara Baja era la primera y la más sencilla de todas las sesiones que tiene por delante el Gobierno para aprobar las reformas que anunció. La dificultad insalvable que encontró esta semana echa dudas sobre la viabilidad del resto de sus planes, justo cuando tiene que convencer a los acreedores que le vuelvan a prestar el dinero que no podrá devolver en 20 días.
 
La forma en la que intentó, sin éxito, salvar esa dificultad, repercutió negativamente en la relación con todos sus aliados, a los que necesita para que el Congreso le siga dando una pátina de legitimidad a sus decisiones, muchas veces ilegales e inconstitucionales.
 
La caída del artículo 75, el corazón de la derrota, está cargada de significado político porque fue una rebelión contra la cláusula de la humillación. Enceguecido por una mala lectura de las urnas, Milei no se contentó con ganar sino que quiso escenificar un triunfo absoluto y definitivo sometiendo a los legisladores que antes de la elección habían apoyado las leyes que daban presupuesto a la Universidad Pública y a las personas con discapacidad, para que votaran explícitamente en contra de esas mismas leyes. Ese era el corazón político del proyecto que había enviado el Poder Ejecutivo. Las partidas pueden reconducirse por decreto. Lo importante era coronar a Milei.
 
Así, el solsticio de verano no sólo marca hoy el final de la primavera, sino también, en coincidencia, el de la primaverita política que había comenzado para el gobierno con el resultado de las elecciones de medio término y que terminó sin que pudiera capitalizar de manera alguna ese éxito. La realidad muestra que, al fin y al cabo, las cosas no son tan malas como parecían en septiembre ni tan buenas como nos quisieron hacer creer después de octubre.
 
Todo sigue más o menos parecido a lo que fue el largo 2025: precario, inestable, violento, cada vez más autoritario y deteriorado. Este año Milei necesitó tres rescates del FMI, de Trump y de las urnas, para llegar hasta acá. Va a necesitar uno más, de los Senadores, antes del brindis del 31. Y con el 2026 comenzará una historia diferente.
 

20-12-2025 / 10:12
Agrandado como alpargata de pobre, en pocas semanas el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei dilapidó el resultado favorable de las urnas, resquebrajó su alianza con el PRO al romper la promesa de un lugar en la AGN; soportó un masivo acto de protesta de la CGT; debió postergar la reforma laboral, y le rechazaron en el Congreso su intento de derogar las leyes de presupuestos universitario y para discapacidad.
 
El efecto colateral del resultado favorable pero inesperado en las urnas fue confiarse demasiado y tomar de su propia medicina para creerse el relato sobre la estupidez humana. No ganó las elecciones porque los ciudadanos piensen que están bien. Es posible que así piense una pequeña parte de sus votantes. La mayoría sabe que está mal y votó -o no fue a votar- entre el discurso gorila antiperonista y la amenaza de un apocalipsis argentino inminente revoleado por el presidente norteamericano Donald Trump.
 
Javier Milei insiste en que la gente está bien. Es una mala lectura de la realidad que dibujan el Indec, el ministro Toto Caputo y Santiago Bausili en el Banco Central. Es el peor mensaje para mentir porque cualquier hijo de vecino puede constatar su falsedad. No importa si la inflación es cero o diez, ni si los medios dicen que bajó la pobreza. El sueldo no llega a fin de mes. O para que llegue hay que hacer sacrificios en calidad de vida, en calidad de salud y alimentación, en las vacaciones y el transporte. Todos saben que el padre, el tío o los abuelos están en el horno con las jubilaciones.
 
La lista de desgracias es más larga porque hay que anotar a los que perdieron negocios o el trabajo, que son cientos de miles. El gobierno hizo una mala lectura y sobre esa base tomó decisiones equivocadas. Una de ellas fue prometerles a sus aliados del PRO un puesto en la Auditoría General de la Nación que no podría otorgarle.
 
Se habló de una negociación con Unión por la Patria, pero en realidad, el puesto que estaba en discusión fue el que asumió la salteña Pamela Calleti que responde al gobernador Gustavo Sáenz. Si hubo negociación no fue por los votos. Los diputados de Unión por la Patria rechazaron las propuestas del Gobierno en todas las votaciones siguientes. Desde el intento oficial de derogar las leyes de financiamiento universitario y para la discapacidad, hasta el presupuesto. No hubo votos de Unión por la Patria en ninguna de esas votaciones.
 
El bochorno mayor fue con la compra de voluntades con los ATN (Aportes del Tesoro Nacional) previo a la votación. Las provincias más fieles a las decisiones del bloque, como Buenos Aires, La Pampa, Tierra del Fuego, La Rioja y Formosa quedaron fuera del reparto. Milei repartió 66 mil millones de pesos de ATN para comprar esos votos. Lo hizo en forma descarada.
 
Al tucumano Osvaldo Jaldo, el más favorecido, lo hizo llegar hasta Buenos Aires para que le bese el anillo y para escracharlo con una fotografía en la Rosada. Votos en remate para el Presupuesto y la Reforma Laboral, que son parte de las políticas del Gobierno que está destruyendo la industria y expulsando inversiones.
 
Se ha naturalizado esa actitud como un acto "responsable" de los gobernadores, como si el gobierno pudiera usar con ese fin los ATN que son para problemas concretos y no para comprar votos. Usado de esa manera, ese mecanismo es directamente extorsivo.
 
Los diputados que representan a las provincias de Misiones, Salta, San Juan y Mendoza, que originalmente habían votado a favor del aumento del presupuesto a las universidades y a la discapacidad, cambiaron su voto luego de que sus gobernadores recibieran los ATN.
 

19-12-2025 / 10:12
La central obrera, acompañada de otras centrales sindicales, organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos, gritaron el rechazo a la reforma laboral y avisaron que comenzó un plan de lucha. Una masiva movilización desbordó la Plaza de Mayo, y muchas otras plazas de todo el país, en el primer paso del plan de lucha de la CGT y otras centrales sindicales contra la "reforma laboral" esclavista. Desde el escenario, los dirigentes de la CGT marcaron que irán escalando hasta un paro nacional.  El Gobierno tomó nota de la creciente resistencia y, cagado en las patas, pateó su tratamiento hasta febrero.
 
"Ojo con lo que hacen, porque el pueblo y la patria se defienden", advirtió, en el acto, primero Octavio Argüello. Luego llegó el turno de Cristian Jerónimo: "El proyecto está escrito y redactado maliciosamente a favor de las grandes corporaciones y de las grandes empresas de la Argentina", afirmó. El último en hablar fue Jorge Sola: "Este es el primer paso, sigan sin escucharnos, terminaremos en un paro nacional en todo el país", aseguró.
 
Las frases retumbaban en Plaza de Mayo. Los triunviros de la CGT hablaban en el escenario -que le daba la espalda a la Casa Rosada- acompañados por todo el universo sindical y referentes del peronismo, la izquierda, organismos de derechos humanos y organizaciones sociales. No eran pocos, como especulaba y afirmaba el oficialismo, era una multitud.
 
Los bombos, platillos y bronces marcaban el ritmo de los discursos sin saber, al menos en ese instante, que el gobierno reculaba y desactivaba el tratamiento exprés de la dañina reforma laboral. Todo quedaba para febrero porque habían confirmado que el proyecto sumaba más detractores que aplaudidores. Y se asustaron con la movilización masiva.
 
Al menos por ahora, los derechos de los trabajadores y trabajadoras, quedaron a salvo. No es poco para estos tiempos de crueldad que corren. Una señal clara de debilidad. La decisión es el resultado de las limitaciones de una administración acostumbrada a gobernar por DNU y que choca contra la realidad parlamentaria cuando intenta avanzar sobre derechos laborales consolidados.
 
El apuro por aprobar modificaciones estructurales sin diálogo ni consenso encontró un freno en un Congreso que todavía funciona. El mensaje de la oposición fue contundente: no habrá cheque en blanco para desmantelar conquistas sociales mientras se niegan recursos a discapacitados y universidades. La ratificación de estas leyes pese al veto presidencial marca un límite que la Casa Rosada no puede ignorar.
 
Patricia Bullrich reculó en chancletas y ya anunció que habrá nuevas extraordinarias del 2 al 27 de febrero para insistir con las reformas que exigen el FMI y los empresarios. Sin embargo, las fechas elegidas confirman lo que todos intuyen: el Gobierno deberá prometer el Presupuesto como condición para obtener votos opositores.
 
La estrategia de avanzar sin negociar nada tiene precio. Lo que pretendía ser un trámite exprés se convirtió en un recordatorio de que gobernar requiere construir mayorías, no imposiciones. Mientras Milei insiste con su agenda autoritaria de ajuste brutal, lo que ocurrió en las calles y el Congreso demuestra que aún queda capacidad de resistencia popular dispuestas a defender derechos básicos. La reforma laboral esperará, pero las dudas sobre la capacidad del Loco Mlei para aprobar sus iniciativas anarco capitalista, y gobernar a favor de los ricos, crecen. El gobierno de la oligarquía no se puede llevar todo por delante.
 
La Opinión Popular
 

18-12-2025 / 08:12
Tras conseguir la media sanción de un presupuesto 2026 que multiplica el ajuste, solo favorece a los más ricos y carga los costos sobre los desprotegidos, el Gobierno de Javier "el Loco" Milei sufrió un duro golpe con el rechazo al capítulo que derogaba el Financiamiento Universitario y la Emergencia en Discapacidad. También quedaron fuera la restricción de la ley de zona fría y la desindexación de la AUH.
 
El Gobierno consiguió la aprobación en general el Presupuesto 2026, pero sufrió una derrota clave: la oposición logró voltear completo el capítulo 11, donde se concentraba la derogación del financiamiento universitario y de la emergencia en discapacidad, dos leyes que el oficialismo insiste con incumplir. Tras una sesión que comenzó a las dos de la tarde y se extendió hasta la madrugada, Lule Menem y Diego Santilli ofrecieron concesiones de todo tipo a gobernadores y bloques aliados para blindar el capítulo entero.
 
Sin embargo, al momento de la votación sólo reunieron 117 votos afirmativos, mientras que la oposición alcanzó 123 rechazos y sumó además dos abstenciones. Es la tercera vez en un semestre que el Gobierno pierde frente al financiamiento universitario y la emergencia en discapacidad, si se cuentan la sanción original de las leyes, la insistencia parlamentaria tras el veto presidencial y ahora el intento de derogación vía presupuesto. También se rechazaron la eliminación de las actualizaciones automáticas de la Asignación Universal por Hijo y demás asignaciones familiares.
 
Envalentonado por el triunfo electoral de octubre, el oficialismo buscó acelerar la motosierra y eliminar dos normas que el Congreso sancionó, el Ejecutivo vetó y ambas Cámaras ratificaron con mayoría agravada, más de los dos tercios de los presentes. A pesar de las arduas negociaciones, el reparto de ATN y las promesas de la Casa Rosada a los gobernadores aliados, la catamarqueña Fernanda Avila, se les dio vuelta y voto en contra el capítulo 11, al igual que los tres tucumanos del bloque Independencia y los tres salteños de Innovación Federal.
 
Para destrabar el trámite, el oficialismo había intentado a último momento una maniobra más: incorporó la adecuación de la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires y un refuerzo de 21.000 millones de pesos para el Poder Judicial, bajo la administración del Consejo de la Magistratura. El objetivo fue evitar el naufragio del capítulo completo. "Le ponen un condicionamiento al Poder Judicial para que ni se le ocurra judicializar el capítulo XI porque se les cae el financiamiento. Son unos chantas y eso es lo que están haciendo ahora", denunció el jefe del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez.
 
A la hora de votar, resultaron decisivas las abstenciones de los radicales Cipolini y Schneider. Desde sus redes, la diputada Cecilia Moreu celebró la victoria de la oposición. "Quisieron jugar sucio y les salió mal. Pese a las múltiples maniobras extorsivas con las que el oficialismo y los sectores cómplices intentaron blindar la derogación de las leyes de Emergencia en Discapacidad y Financiamiento Universitario, logramos sostenerlas. Basta de dilaciones, son leyes votadas y ratificadas por el Congreso Nacional. Vamos a seguir dando la pelea para que entren en vigencia y se apliquen como corresponde", escribió en X.
 
Durante el debate varios diputados habían advertido que judicializarían la norma, de aprobarse. Los diputados Maximiliano Ferraro y Eduardo Valdés, fueron los encargados de advertir que el intento del oficialismo vulneraba el artículo 20 de la Ley 24.156 de Administración Financiera que en relación al presupuesto establece que "no podrá contener disposiciones de carácter permanente, ni reformar o derogar leyes vigentes".
 
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17-12-2025 / 09:12
A días de cumplir su segundo año de gestión, el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei busca aprobar su primer presupuesto sin frenar en las curvas. Tras conseguir dictamen de mayoría con ayuda de gobernadores aliados, este miércoles se trata la "Ley de Leyes" en Diputados. Envalentonada, Patricia Bullrich buscará incluirlo también en la sesión del viernes 26, en la que se debatirá la reforma laboral en el Senado. Para sorpresa de la oposición, el dictamen deroga el Financiamiento Universitario y la Emergencia en discapacidad. Ambas iniciativas fueron sancionadas por el Congreso, vetadas por el Gobierno e insistidas en ambas cámaras. El nuevo proyecto deroga el ajuste automático de las asignaciones familiares y la Asignación Universal por Hijo y le da discrecionalidad al gobierno.
 
En un súper miércoles, la Casa Rosada intentará disciplinar al Congreso con la ley de "Disciplina Fiscal", que penaliza a quienes atenten contra el excel libertario y buscará avanzar con la aprobación de un blanqueo blue rebautizado "inocencia fiscal". La CGT llamó a movilizar contra el desfinanciamiento de la educación, la ciencia y la tecnología.
 
Al Gobierno le quedan menos de diez días hábiles para cumplir los deberes que le fijaron Donald Trump y el FMI: tener un presupuesto y sancionar una reforma laboral. Ayer, la Comisión de Presupuesto y Hacienda que preside Bertie Benegas Lynch dejó listo el dictamen que el oficialismo buscará aprobar este miércoles. Los apoyos para reunir las 28 firmas -sobre un total de 46- llegaron de la mano de sus aliados del PRO, la UCR y el MID, y de los gobernadores de Catamarca, Tucumán, San Juan, Mendoza y Misiones.
 
De esas 28 firmas, seis fueron en disidencia, lo que obliga al Gobierno a continuar las negociaciones si no quiere correr una suerte similar a la que atravesó durante el tratamiento de la Ley Bases, que perdió buena parte de su articulado en el camino.
 
Para asegurarse los respaldos, la administración de Milei abrió la billetera. En los últimos días, los gobernadores colaboracionistas recibieron Aportes del Tesoro Nacional. El misionero Hugo Passalacqua recibió 12 mil millones de pesos; el chaqueño Leandro Zdero, 11 mil millones; y el tucumano Osvaldo Jaldo, 20 mil millones. Esta última fue la cifra más generosa que el Gobierno envió a una provincia en todo 2025.
 
Además, el lunes por la noche la Casa Rosada envió al Congreso la reforma de la Ley de Glaciares. La iniciativa habilita a las provincias a avanzar con proyectos mineros sobre reservas estratégicas de agua. De aprobarse, Catamarca, Mendoza y San Juan quedarían entre las principales beneficiadas para hacer negocios con las multinacionales yanquis que miran de reojo.
 
Si bien existe consenso entre la mayoría de los bloques en que el Gobierno no puede seguir administrando el Estado sin un presupuesto, el proyecto no contempla partidas para recomponer los ingresos de los jubilados, no prevé mecanismos para reactivar la obra pública ni incluye un solo artículo orientado a impulsar la actividad económica.
 
Todo el andamiaje se reduce a blindar el equilibrio fiscal, que Milei alcanzó a fuerza de recortar en todas las áreas sensibles del Estado, a excepción del pago de los intereses de la deuda. Además, las metas que fija parecen a simple vista difíciles de cumplir. El proyecto prevé un crecimiento de la economía del 5 por ciento del PBI, una inflación anual del 10,1 por ciento y proyecta un dólar a 1423 pesos para diciembre de 2026. Esto último está por debajo del precio actual.
 

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