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El clima en Paraná

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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 28-09-2019 / 09:09
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

El fracaso de la negociación de alto nivel con el FMI fue una forma de despedir a Macri

El fracaso de la negociación de alto nivel con el FMI fue una forma de despedir a Macri
Mauricio Macri ya no puede hacer promesas que nunca cumplió, como cuando era oposición, y tampoco puede mostrar aspectos positivos de su gestión. Solamente pueden convocar con el odio, inducir el miedo a fantasmas imaginarios. Un discurso por la negativa. Aún así, el 30 por ciento sirve para movilizar, pero está muy lejos de lo que necesita para ganar. Y si pierde, gran parte de ese 30 por ciento se diluye.
"Tendrá que esperar más tiempo", fue la frase del Dos del FMI, David Lipton. Hablaba de la relación financiera con la Argentina de Mauricio Macri. Le aportaron para que llegue hasta las elecciones y ya lo dan por perdido. Ahora les parece plata echada a la basura.
 
Fracasó el plan A. El plan B sería condicionar al ganador de las presidenciales. La misión del Ministro de Hacienda Hernán Lacunza, del titular del Banco Central, Guido Sandleris y hasta del presidente en persona fue un fracaso.
 
Las declaraciones públicas de Lipton rompieron la estricta confidencialidad de estas negociaciones. Si el señor Dos se expresó de esa forma en público es que dan por descontado el fracaso del plan A y asumen que Macri ya no está en condiciones de garantizar nada y no le tienen consideración.
 
 "Vamos a trabajar para una eventual reanudación de la relación financiera con Argentina", insistió Lipton en declaraciones a Blumberg Radio. Un portazo patético para los representantes del gobierno macrista. Así como la expresión que el macrismo se visualiza a nivel internacional como el fracaso más estrepitoso en la gestión de fondos públicos.
 
Se trata de un gobierno que llegó a tener en su seno a más de 27 ex gerentes de bancos internacionales y agentes de Wall Street. Esa participación de representantes del mundo financiero permitió que la deuda argentina creciera a una velocidad insólita y que el mismo FMI decidiera concederle el préstamo más grande de su historia.
 
Y esa misma composición más la aplicación consecuente de todos los lugares comunes del neoliberalismo fueron la causa del tremendo fracaso. Hicieron fracasar a la economía del país pero los bancos y los fondos que ellos representaron hicieron negocios jugosos con la deuda y la timba del dólar y las altas tasas.
 
En menos de tres años y pico, el macrismo (radicales, pro y Coalición Cívica) tomó deuda por 180 mil millones de dólares, al tiempo que se producía una fuga de capitales por 130 mil millones y fundían al país. Alguno tendrá que pagar.
 
La lista de perdedores en estos cuatro años de macrismo es larguísima y conocida: los más humildes, castigados por el hambre y la indigencia, trabajadores que han perdido sus trabajos o aquellos que lo mantienen pero cuyos salarios perdieron el 30 por ciento, igual que los jubilados; la clase media cuya calidad de vida cayó en picada, la pequeña y mediana empresa acosada por las importaciones, la falta de crédito accesible, los costos altísimos y la caída de la demanda.
 
Los sectores que más se beneficiaron son los grandes productores y exportadores sojeros y las mineras, las empresas de los amigos del gobierno más los bancos y las empresas del sector energético. La rentabilidad de los dos últimos sectores se multiplicó por cien o más en algunos casos, mientras el país se fundía.

 
El candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, dio varias pistas del curso que tomará la negociación si gana las elecciones. El concepto se reduce a una frase: "no se pagará a costa del sufrimiento de los argentinos".
 
La candidata a vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, completó esa idea: "Yo quiero que los sectores que más se beneficiaron le presten un poco de atención a los que apenas pueden sobrevivir. Esto es la etapa que viene", indicó durante la presentación de su libro "Sinceramente" en La Matanza.
 
A la hora de pagar habrá que repartir el sacrificio de acuerdo con ese parámetro. El que más perdió tendrá que recibir un salvataje de los que más ganaron. Y el Estado será la herramienta para esa transferencia de recursos en sentido inverso al que tuvo en estos últimos cuatro años.
 
Pero las condiciones que ha planteado el Fondo en cualquier negociación siempre han sido en sentido contrario: achicar el Estado, disminuir jubilaciones, reforma previsional, y reforma laboral desregulando el mercado de trabajo. Son todas condiciones para empobrecer a los más pobres y favorecer a los más ricos.
 
Aunque no se plantee default ni quitas, las exigencias del FMI apuntarán en ese sentido a cambio de bajar cuotas y ampliar plazos. El gobierno inminente tendrá poco margen para actuar si no reasigna prioridades.
 
La experiencia demostró la forma cómo actúa el FMI y cómo actúan los sectores privilegiados cuando se afectan sus privilegios aunque sea en lo más mínimo.
 
Al principio son condescendientes y después comienza un bombardeo despiadado con discursos violentos y difamatorios a través de los medios en los que representan la mayor parte de la torta publicitaria.
 
Los últimos años de democracia han confirmado la extrema volubilidad de algunos periodistas que en la fácil se declamaban progresistas o peronistas. No es una novedad. Son escenas que se repiten.
 
Aún cuando haga concesiones, trate de evitar formas confrontativas y de no romper instancias de mediación, si el futuro gobierno se mantiene firme en esa decisión de no pagar a costa del sufrimiento de los argentinos, más pronto que tarde soportará una fuerte campaña en su contra.
 
Y a mediano plazo, el sistema de medios hegemónico tratará de incitar una fuerte tendencia a regresar a las políticas económicas que históricamente han arruinado al país, como han sido la de las dictaduras, la del menemismo y las de la Alianza y Cambiemos.
 
En la campaña electoral todavía resuenan esos discursos violentos. Las convocatorias a la marcha del sábado se centran en que "se van a perder libertades" (si gana el Frente de Todos), marchan "contra la corrupción" y en defensa de la "dignidad". Es el discurso del odio, donde los que no coinciden son corruptos o no tienen dignidad.
 
Como ha sido siempre, Macri se cuida de usar ese tono que queda reservado para las figuras más provocativas entre dirigentes como Elisa Carrió o Miguel Ángel Pichetto, y algunos artistas y periodistas del oficialismo. Advierten contra "el fascismo" y contra el uso de la fuerza para coartar libertades.
 
Estas consignas buscan movilizar a las personas haciéndoles creer que están a punto de perder libertades, que corren algún peligro o que los van a despojar, como dijo el candidato a vice Miguel Angel Pichetto: "el que tenga un departamento de más, lo tendrá que dar a la revolución". No es casual que el discurso recrudezca, --supuestas amenazas incluidas-- cuando necesitan movilizar.
 
El discurso odiador busca movilizar, pero provoca enojo en las personas que se sienten insultadas. Ese tono genera mucho malestar en la mayoría de la sociedad que ya quiere terminar con este gobierno y es consciente de la manipulación que intentan con inventos y exageraciones.
 
Es un discurso que ya no se recuesta en el clima político que preponderaba en la sociedad hasta hace uno o dos años, creado por los medios y comunicadores del macrismo.
 
Si Macri todavía representa al 30 por ciento del electorado, es probable que las marchas del "sísepuede", como han bautizado estos actos de su campaña por la reelección, tengan bastante participación. Muchas de esas personas se movilizarán por el odio que genera el miedo fantasma con que se las convoca, aunque Alberto ni Cristina Fernández hayan hablado nunca de "revolución" ni de los departamentos de nadie.
 
Resulta que a la inversa, ha sido este gobierno el que ha perseguido a periodistas críticos con listas negras, ha cerrado medios opositores, encarcelado a los propietarios de otros de esos medios y amenazado a los demás. Este gobierno tendrá que responder por los presos políticos, las muertes de decenas de víctimas de la represión y el gatillo fácil y por la manipulación desembozada de la Justicia.
 
Sin embargo, ninguna de las fuerzas de oposición que compiten en la campaña apeló a este discurso. Más bien lo ha evitado. Y no es porque ignoren esas circunstancias sino porque pueden ofrecer propuestas, eligen un discurso por la positiva, propositivo.
 
El oficialismo ya no puede hacer promesas que nunca cumplió, como cuando era oposición, y tampoco puede mostrar aspectos positivos de su gestión. Solamente pueden convocar con el odio, inducir el miedo a fantasmas imaginarios. Un discurso por la negativa. Aún así, el 30 por ciento sirve para movilizar, pero está muy lejos de lo que necesita para ganar. Y si pierde, gran parte de ese 30 por ciento se diluye.
 
Por Luis Bruschtein
 
Fuente: Página12
 

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22-12-2025 / 10:12
Las joyas de la abuela que remata el gobierno. A espaldas del Congreso, el Gobierno ya vendió 40 valiosos terrenos del Estado (pertenecientes a las fuerzas armadas, instituciones científicas y hasta predios de ex centros clandestinos de detención) y tiene 140 inmuebles más para subastar. Luis "Toto" Caputo sueña con conseguir unos mil millones de dólares mientras las grandes inmobiliarias amigas del gobierno, con Eduardo Costantini a la cabeza, se quedan con el botín.
 
Tierras del Plan Procrear, de las Fuerzas Armadas, ferroviarias, de instituciones científicas, predios de ex Centros Clandestinos de Detención y hasta un pedazo de montaña en Mendoza. Todo eso incluye la lista de más de 180 terrenos e inmuebles públicos que conforman el plan de ventas de bienes del Estado que ya avanza en el Gobierno de Javier "el Loco" Milei.
 
Los remates, que esta semana fueron noticia por la venta de tierras destinadas originalmente a viviendas sociales, se concentran por ahora en la Ciudad de Buenos Aires con las empresas de Eduardo Costantini como principales beneficiarias y otros grandes jugadores del sector, como el Grupo IRSA, codiciando las tierras.
 
A través de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), y sin pasar por el Congreso, la fuerza libertaria ya vendió cerca de 40 bienes y tiene en lista otros 140 lotes e inmuebles publicados para subastar en lo que le queda de mandato.
 
La lista de subastas futuras cuenta con terrenos de hasta 300 hectáreas a vender en el interior del país con destino al negocio agropecuario o a grandes proyectos inmobiliarios. Especialistas y organizaciones ambientalistas advierten que se trata "de uno de los procesos de descapitalización pública más agresivos de nuestra historia reciente".
 
"Vamos a vender muchos de los activos de la AABE y eso va a generar un ingreso de miles de millones". No mentía el ministro de Economía, "Toto" Caputo, cuando a principios de junio reconocía que el gobierno remataría las tierras del Estado para intentar sostener las reservas, en conjunto con los procesos de privatizaciones y concesiones.
 
Sólo desde ese mes la Agencia abrió subastas para un total de 26 terrenos e inmuebles a los que hay que sumarle otros 17 procesos de remate que se habían abierto desde fines de 2023. En paralelo a las subastas de la AABE, el gobierno remata también las tierras que estaban destinadas al ya disuelto Plan Procrear y apunta a recaudar una suma de entre 800 y 1000 millones de dólares por todo el paquete. Aunque hubo ventas en Mendoza, La Plata, Pinamar y Córdoba, la mayor parte de los bienes vendidos hasta ahora se concentran en la Ciudad de Buenos Aires.
 
El terreno más grande de ese paquete es el predio de cuatro hectáreas que pertenecía al Ejército y que Eduardo Costantini adquirió por más de 120 millones de dólares. El mismo empresario se quedó con un lote de la Policía Federal en Bajo Belgrano a través de la firma Argencons, que controla desde mayo, en una subasta peleada en la que la empresa le ganó incluso al peso pesado de Eduardo Elsztain y su Grupo IRSA.
 
Antes, Costantini también había sumado otro terreno a pocos metros del Campo Argentino de Polo. En los tres casos se construirán desarrollos inmobiliarios.
 

21-12-2025 / 09:12
Cuando los cimientos están agrietados, todo lo que se construye es frágil e inestable. Cincuenta días tardó Javier "el Loco" Milei, tras una sorpresiva e impactante victoria en las elecciones de medio término, en fagocitarse el crédito político, de la misma forma que se fagocitó -durante los últimos dos años- una cantidad récord de divisas sin poder acumular reservas.
 
Ahora, tiene por delante dos años en los que su suerte está atada a la voluntad de aliados poco confiables. El FMI volvió a intervenir la economía, forzando un volantazo; los gobernadores pasaron por caja y después le votaron en contra. Un poco de su propia medicina. Hola incertidumbre, mi vieja amiga, podría cantar el presidente. Dos años, en Argentina, es mucho tiempo.
 
Después de la sesión del miércoles en la Cámara de Diputados, la mayoría de los medios titularon con un triunfo del oficialismo por la media sanción de diputados y apenas destinaron alguna línea en la bajada para comentar, como algo secundario, la inesperada derrota en el Capítulo 11 que se votó de madrugada. Con el correr de las horas, la realidad se encargó de corregir ese evidente error de criterio.
 
La derrota del gobierno fue completa y sus consecuencias están teniendo ramificaciones imprevistas. Milei amenazó con vetar su propio presupuesto y Patricia Bullrich tuvo que anunciar la postergación del tratamiento de la reforma laboral, justo a la hora que la CGT desconcentraba la Plaza de Mayo. Una derrota indisimulable.
 
El debate sobre la Ley de Presupuesto en la Cámara Baja era la primera y la más sencilla de todas las sesiones que tiene por delante el Gobierno para aprobar las reformas que anunció. La dificultad insalvable que encontró esta semana echa dudas sobre la viabilidad del resto de sus planes, justo cuando tiene que convencer a los acreedores que le vuelvan a prestar el dinero que no podrá devolver en 20 días.
 
La forma en la que intentó, sin éxito, salvar esa dificultad, repercutió negativamente en la relación con todos sus aliados, a los que necesita para que el Congreso le siga dando una pátina de legitimidad a sus decisiones, muchas veces ilegales e inconstitucionales.
 
La caída del artículo 75, el corazón de la derrota, está cargada de significado político porque fue una rebelión contra la cláusula de la humillación. Enceguecido por una mala lectura de las urnas, Milei no se contentó con ganar sino que quiso escenificar un triunfo absoluto y definitivo sometiendo a los legisladores que antes de la elección habían apoyado las leyes que daban presupuesto a la Universidad Pública y a las personas con discapacidad, para que votaran explícitamente en contra de esas mismas leyes. Ese era el corazón político del proyecto que había enviado el Poder Ejecutivo. Las partidas pueden reconducirse por decreto. Lo importante era coronar a Milei.
 
Así, el solsticio de verano no sólo marca hoy el final de la primavera, sino también, en coincidencia, el de la primaverita política que había comenzado para el gobierno con el resultado de las elecciones de medio término y que terminó sin que pudiera capitalizar de manera alguna ese éxito. La realidad muestra que, al fin y al cabo, las cosas no son tan malas como parecían en septiembre ni tan buenas como nos quisieron hacer creer después de octubre.
 
Todo sigue más o menos parecido a lo que fue el largo 2025: precario, inestable, violento, cada vez más autoritario y deteriorado. Este año Milei necesitó tres rescates del FMI, de Trump y de las urnas, para llegar hasta acá. Va a necesitar uno más, de los Senadores, antes del brindis del 31. Y con el 2026 comenzará una historia diferente.
 

20-12-2025 / 10:12
Agrandado como alpargata de pobre, en pocas semanas el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei dilapidó el resultado favorable de las urnas, resquebrajó su alianza con el PRO al romper la promesa de un lugar en la AGN; soportó un masivo acto de protesta de la CGT; debió postergar la reforma laboral, y le rechazaron en el Congreso su intento de derogar las leyes de presupuestos universitario y para discapacidad.
 
El efecto colateral del resultado favorable pero inesperado en las urnas fue confiarse demasiado y tomar de su propia medicina para creerse el relato sobre la estupidez humana. No ganó las elecciones porque los ciudadanos piensen que están bien. Es posible que así piense una pequeña parte de sus votantes. La mayoría sabe que está mal y votó -o no fue a votar- entre el discurso gorila antiperonista y la amenaza de un apocalipsis argentino inminente revoleado por el presidente norteamericano Donald Trump.
 
Javier Milei insiste en que la gente está bien. Es una mala lectura de la realidad que dibujan el Indec, el ministro Toto Caputo y Santiago Bausili en el Banco Central. Es el peor mensaje para mentir porque cualquier hijo de vecino puede constatar su falsedad. No importa si la inflación es cero o diez, ni si los medios dicen que bajó la pobreza. El sueldo no llega a fin de mes. O para que llegue hay que hacer sacrificios en calidad de vida, en calidad de salud y alimentación, en las vacaciones y el transporte. Todos saben que el padre, el tío o los abuelos están en el horno con las jubilaciones.
 
La lista de desgracias es más larga porque hay que anotar a los que perdieron negocios o el trabajo, que son cientos de miles. El gobierno hizo una mala lectura y sobre esa base tomó decisiones equivocadas. Una de ellas fue prometerles a sus aliados del PRO un puesto en la Auditoría General de la Nación que no podría otorgarle.
 
Se habló de una negociación con Unión por la Patria, pero en realidad, el puesto que estaba en discusión fue el que asumió la salteña Pamela Calleti que responde al gobernador Gustavo Sáenz. Si hubo negociación no fue por los votos. Los diputados de Unión por la Patria rechazaron las propuestas del Gobierno en todas las votaciones siguientes. Desde el intento oficial de derogar las leyes de financiamiento universitario y para la discapacidad, hasta el presupuesto. No hubo votos de Unión por la Patria en ninguna de esas votaciones.
 
El bochorno mayor fue con la compra de voluntades con los ATN (Aportes del Tesoro Nacional) previo a la votación. Las provincias más fieles a las decisiones del bloque, como Buenos Aires, La Pampa, Tierra del Fuego, La Rioja y Formosa quedaron fuera del reparto. Milei repartió 66 mil millones de pesos de ATN para comprar esos votos. Lo hizo en forma descarada.
 
Al tucumano Osvaldo Jaldo, el más favorecido, lo hizo llegar hasta Buenos Aires para que le bese el anillo y para escracharlo con una fotografía en la Rosada. Votos en remate para el Presupuesto y la Reforma Laboral, que son parte de las políticas del Gobierno que está destruyendo la industria y expulsando inversiones.
 
Se ha naturalizado esa actitud como un acto "responsable" de los gobernadores, como si el gobierno pudiera usar con ese fin los ATN que son para problemas concretos y no para comprar votos. Usado de esa manera, ese mecanismo es directamente extorsivo.
 
Los diputados que representan a las provincias de Misiones, Salta, San Juan y Mendoza, que originalmente habían votado a favor del aumento del presupuesto a las universidades y a la discapacidad, cambiaron su voto luego de que sus gobernadores recibieran los ATN.
 

19-12-2025 / 10:12
La central obrera, acompañada de otras centrales sindicales, organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos, gritaron el rechazo a la reforma laboral y avisaron que comenzó un plan de lucha. Una masiva movilización desbordó la Plaza de Mayo, y muchas otras plazas de todo el país, en el primer paso del plan de lucha de la CGT y otras centrales sindicales contra la "reforma laboral" esclavista. Desde el escenario, los dirigentes de la CGT marcaron que irán escalando hasta un paro nacional.  El Gobierno tomó nota de la creciente resistencia y, cagado en las patas, pateó su tratamiento hasta febrero.
 
"Ojo con lo que hacen, porque el pueblo y la patria se defienden", advirtió, en el acto, primero Octavio Argüello. Luego llegó el turno de Cristian Jerónimo: "El proyecto está escrito y redactado maliciosamente a favor de las grandes corporaciones y de las grandes empresas de la Argentina", afirmó. El último en hablar fue Jorge Sola: "Este es el primer paso, sigan sin escucharnos, terminaremos en un paro nacional en todo el país", aseguró.
 
Las frases retumbaban en Plaza de Mayo. Los triunviros de la CGT hablaban en el escenario -que le daba la espalda a la Casa Rosada- acompañados por todo el universo sindical y referentes del peronismo, la izquierda, organismos de derechos humanos y organizaciones sociales. No eran pocos, como especulaba y afirmaba el oficialismo, era una multitud.
 
Los bombos, platillos y bronces marcaban el ritmo de los discursos sin saber, al menos en ese instante, que el gobierno reculaba y desactivaba el tratamiento exprés de la dañina reforma laboral. Todo quedaba para febrero porque habían confirmado que el proyecto sumaba más detractores que aplaudidores. Y se asustaron con la movilización masiva.
 
Al menos por ahora, los derechos de los trabajadores y trabajadoras, quedaron a salvo. No es poco para estos tiempos de crueldad que corren. Una señal clara de debilidad. La decisión es el resultado de las limitaciones de una administración acostumbrada a gobernar por DNU y que choca contra la realidad parlamentaria cuando intenta avanzar sobre derechos laborales consolidados.
 
El apuro por aprobar modificaciones estructurales sin diálogo ni consenso encontró un freno en un Congreso que todavía funciona. El mensaje de la oposición fue contundente: no habrá cheque en blanco para desmantelar conquistas sociales mientras se niegan recursos a discapacitados y universidades. La ratificación de estas leyes pese al veto presidencial marca un límite que la Casa Rosada no puede ignorar.
 
Patricia Bullrich reculó en chancletas y ya anunció que habrá nuevas extraordinarias del 2 al 27 de febrero para insistir con las reformas que exigen el FMI y los empresarios. Sin embargo, las fechas elegidas confirman lo que todos intuyen: el Gobierno deberá prometer el Presupuesto como condición para obtener votos opositores.
 
La estrategia de avanzar sin negociar nada tiene precio. Lo que pretendía ser un trámite exprés se convirtió en un recordatorio de que gobernar requiere construir mayorías, no imposiciones. Mientras Milei insiste con su agenda autoritaria de ajuste brutal, lo que ocurrió en las calles y el Congreso demuestra que aún queda capacidad de resistencia popular dispuestas a defender derechos básicos. La reforma laboral esperará, pero las dudas sobre la capacidad del Loco Mlei para aprobar sus iniciativas anarco capitalista, y gobernar a favor de los ricos, crecen. El gobierno de la oligarquía no se puede llevar todo por delante.
 
La Opinión Popular
 

18-12-2025 / 08:12
Tras conseguir la media sanción de un presupuesto 2026 que multiplica el ajuste, solo favorece a los más ricos y carga los costos sobre los desprotegidos, el Gobierno de Javier "el Loco" Milei sufrió un duro golpe con el rechazo al capítulo que derogaba el Financiamiento Universitario y la Emergencia en Discapacidad. También quedaron fuera la restricción de la ley de zona fría y la desindexación de la AUH.
 
El Gobierno consiguió la aprobación en general el Presupuesto 2026, pero sufrió una derrota clave: la oposición logró voltear completo el capítulo 11, donde se concentraba la derogación del financiamiento universitario y de la emergencia en discapacidad, dos leyes que el oficialismo insiste con incumplir. Tras una sesión que comenzó a las dos de la tarde y se extendió hasta la madrugada, Lule Menem y Diego Santilli ofrecieron concesiones de todo tipo a gobernadores y bloques aliados para blindar el capítulo entero.
 
Sin embargo, al momento de la votación sólo reunieron 117 votos afirmativos, mientras que la oposición alcanzó 123 rechazos y sumó además dos abstenciones. Es la tercera vez en un semestre que el Gobierno pierde frente al financiamiento universitario y la emergencia en discapacidad, si se cuentan la sanción original de las leyes, la insistencia parlamentaria tras el veto presidencial y ahora el intento de derogación vía presupuesto. También se rechazaron la eliminación de las actualizaciones automáticas de la Asignación Universal por Hijo y demás asignaciones familiares.
 
Envalentonado por el triunfo electoral de octubre, el oficialismo buscó acelerar la motosierra y eliminar dos normas que el Congreso sancionó, el Ejecutivo vetó y ambas Cámaras ratificaron con mayoría agravada, más de los dos tercios de los presentes. A pesar de las arduas negociaciones, el reparto de ATN y las promesas de la Casa Rosada a los gobernadores aliados, la catamarqueña Fernanda Avila, se les dio vuelta y voto en contra el capítulo 11, al igual que los tres tucumanos del bloque Independencia y los tres salteños de Innovación Federal.
 
Para destrabar el trámite, el oficialismo había intentado a último momento una maniobra más: incorporó la adecuación de la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires y un refuerzo de 21.000 millones de pesos para el Poder Judicial, bajo la administración del Consejo de la Magistratura. El objetivo fue evitar el naufragio del capítulo completo. "Le ponen un condicionamiento al Poder Judicial para que ni se le ocurra judicializar el capítulo XI porque se les cae el financiamiento. Son unos chantas y eso es lo que están haciendo ahora", denunció el jefe del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez.
 
A la hora de votar, resultaron decisivas las abstenciones de los radicales Cipolini y Schneider. Desde sus redes, la diputada Cecilia Moreu celebró la victoria de la oposición. "Quisieron jugar sucio y les salió mal. Pese a las múltiples maniobras extorsivas con las que el oficialismo y los sectores cómplices intentaron blindar la derogación de las leyes de Emergencia en Discapacidad y Financiamiento Universitario, logramos sostenerlas. Basta de dilaciones, son leyes votadas y ratificadas por el Congreso Nacional. Vamos a seguir dando la pelea para que entren en vigencia y se apliquen como corresponde", escribió en X.
 
Durante el debate varios diputados habían advertido que judicializarían la norma, de aprobarse. Los diputados Maximiliano Ferraro y Eduardo Valdés, fueron los encargados de advertir que el intento del oficialismo vulneraba el artículo 20 de la Ley 24.156 de Administración Financiera que en relación al presupuesto establece que "no podrá contener disposiciones de carácter permanente, ni reformar o derogar leyes vigentes".
 
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