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Sociedad e Interés General - 19-09-2019 / 18:09
EFEMÉRIDES POPULARES. LLEGÓ EN SEPTIEMBRE DE 1979, EN MEDIO DEL TRIUNFO DE LA SELECCIÓN JUVENIL EN EL MUNDIAL EN JAPÓN

La visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos reveló los crímenes de la dictadura militar

La visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos reveló los crímenes de la dictadura militar
"Por favor, hagan algo", suplicaban madres, padres y otros familiares de desaparecidos en cartas que enviaban a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a finales de los años setenta. "A mi hijo se lo llevaron, llamé a todos los juzgados y comisarías y nadie sabe nada", contaban en algunos de los escritos que llegaban a Washington. "Se llevaron a mi hermano", "Se llevaron a mi padre", detallaban en otros. La CIDH había recibido miles de denuncias similares cuando envió una delegación a Buenos Aires en septiembre de 1979 para investigar. En la imagen: el dictador Videla (izquierda) con integrantes de la CIDH en Buenos Aires en septiembre de 1979.
La histórica visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a la Argentina, realizada del 6 al 20 de septiembre de 1979, abrió una luz de esperanza entre quienes luchaban por conocer el destino de los secuestrados por el gobierno militar.
 
La llegada de la CIDH a Buenos Aires coincidió en 1979 con la euforia del Mundial Juvenil de Japón, que la dictadura utilizó para montar su campaña de "Los argentinos somos derechos y humanos".
 
El Partido Justicialista en ese entonces fue el único -los otros partidos políticos no se animaron- en realizar el primer reclamo frente a la CIDH.  Se distinguió el valor de dos hombres del PJ, el Vicepresidente primero, Deolindo Bittel y el Vicepresidente segundo,Herminio Iglesias, quienes tuvieron el coraje de firmar, en plena dictadura, una dura declaración.
 
Publicamos el documento completo del PJ.
 
De la redacción de La Opinión Popular


A 40 años de la histórica visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a la Argentina, realizada del 6 al 20 de septiembre de 1979, se cumplirán diversos actos y ceremonias para conmemorar un hito que en su momento abrió una luz de esperanza entre quienes luchaban por conocer el destino de los secuestrados por el gobierno militar.
 
La llegada de la CIDH a Buenos Aires coincidió en 1979 con la euforia del Mundial Juvenil de Japón, que la dictadura utilizó para montar su campaña de "Los argentinos somos derechos y humanos".

Consigna Clarín que participan de los actos funcionarios nacionales, y algunos de los integrantes de la histórica misión a la Argentina realizada durante la última dictadura, como los ex comisionados Tom Farer (EE. UU.) y el secretario ejecutivo, Edmundo Vargas Carreño (Chile). 

Según Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo, la visita provocó "esperanzas entre las que buscábamos a dos generaciones en soledad". 

Con su esposo, Carlotto formó la larga fila sobre la Avenida De Mayo al 700 y entregó el escaso material con el que contaba sobre el secuestro y desaparición de su hija Laura, embarazada de dos meses y medio. 

El Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, aseguró que durante la visita "el país se dividía entre el drama de un pueblo y el éxito deportivo", en referencia al triunfo del seleccionado juvenil de fútbol en Japón. Destacó la importancia de que "por primera vez una organización internacional enviara a una delegación que desnudaría la situación que atravesaba el país". 

Mientras familiares de desaparecidos hacían la fila en Avenida de Mayo al 700, una caravana de autos pasaba por la sede de la OEA, donde la CIDH recibía las denuncias, tocando bocina y arrojando volantes con la leyenda "los argentinos somos derechos y humanos". Lideró su difusión, entre otros, el fallecido relator deportivo José María Muñoz a través de los micrófonos de radio Rivadavia. La campaña contó con el obvio aval de la dictadura. Por ese entonces Julio Grondona recorría sus primeros pasos al frente de la AFA.
 
Recordamos que el Partido Justicialista en ese entonces fue el único -los otros partidos políticos no se animaban- en realizar el primer reclamo frente a la Delegación de la CIDH.
 
También resaltamos el valor de dos hombres del PJ, el Vicepresidente primero, Deolindo Bittel y el Vicepresidente segundo, Herminio Iglesias, quienes tuvieron el coraje de firmar, en plena dictadura, la siguiente declaración:
 
"El Justicialismo desde 1946 representa a la gran mayoría del pueblo argentino y con esa representatividad incontestable, se dirige a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos respondiendo a una generalizada inquietud de la comunidad internacional que considera que el comportamiento de la autoridad militar que ejercita el mando de la República Argentina es, francamente, violatoria de los Derechos Humanos. Los benefactores de la actual situación son y serán nuestros implacables adversarios. 
 
No podemos aceptar el terrorismo de Estado. No puede haber Doctrina de la Seguridad Nacional que esté por encima de la ley que debe amparar por igual a todos los ciudadanos. Por ello, el Justicialismo denuncia la muerte y/o desaparición de miles de ciudadanos, lo que insólitamente se pretende justificar con la presunción de fallecimiento, que no significa más que el reconocimiento de las arbitrariedades cometidas".
 
Fue un texto nacido de la convicción de Deolindo "Chacho" Bittel, en la conciencia absoluta de que a partir de la publicidad del documento, colocaba en máximo riesgo su vida.
 
Cuando otros partidos callaron e incluso la cúpula del mismo Partido Comunista apoyó abiertamente al régimen o tuvo actitudes complacientes con la dictadura que jamás olvidaremos.
 
A modo de homenaje, publicamos el documento completo del PJ presentado a la OEA por el Escribano Deolindo Felipe Bittel el 12 de septiembre de 1979, en su carácter de Presidente del PJ:
 
El justicialismo denuncia la violación de los derechos humanos.
 
I - El Justicialismo, desde 1946, representa a la gran mayoría delpueblo argentino, sin que nada ni nadie hasta la fecha hayades virtuado esta aseveración tantas veces confirmada como cuantas veces nuestro pueblo logró ser protagonista de la historia de la Patria a través de la consulta electoral. 
 
II - Con esta representatividad incontestable el Justicialismo se dirige a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos considerando que ella representa una instancia internacional creada por laOrganización de Estados Americanos, de la que la República Argentina es miembro desde su fundación; que su visita tiene por objeto verificar la observancia, por parte del gobierno de facto, de los derechos humanos, y que la presencia de la Comisión responde a una generalizada inquietud de la comunidad internacional - de la que nuestro pueblo forma parte - que considera que el comportamiento de la autoridad militar que ejercita el mando en la República Argentina, es francamente violatorio de los derechos humanos. 
 
III - No hemos de abundar en la descripción de nuestro movimiento político y de sus banderas. Pero cabe señalar que desde 1946 hasta lafecha en el Justicialismo se traducen las legítimas aspiraciones espirituales y materiales del hombre argentino. - Nuestro concepto de Justicia Social, la idea de una sociedad igualitaria, ha afectado y continúa afectando el privilegio. - Nuestro concepto de la Independencia Económica, el manejo de nuestros recursos en función delos intereses nacionales, ha lesionado y lesiona el privilegio. -Nuestro concepto de Soberanía Política, de que nadie puede subrogar al pueblo, también ha afectado y afecta al privilegio. - Por todo esto, los beneficiarios de la actual situación, son y serán nuestros implacables adversarios. Y sostenemos que quienes se aferran al privilegio no encontrarán otra manera de mantenerlo sino solo mediantela violación sistemática de los derechos humanos. 
 
IV - Los hombres del Justicialismo, los que ejercieron la primera magistratura de la Nación, los que integraron el Poder Legislativo,los magistrados y funcionarios del Poder Judicial de la Nación, los dirigentes políticos y sindicales, los docentes, las mujeres y la juventud, han sido el blanco de una indiscriminada represión. Y están los otros hacedores y fundamento de de nuestro accionar y de nuestra historia: el obrero silencioso, el estudiante, el profesional, el empresario, en fin, los que trabajan con esperanza y creyeron y creen que la Patria es un techo generoso que puede cobijar a todos. Tal vez esta creencia sea el delito que le asignan al pueblo. 
 
V - No podemos aceptar que la lucha contra una minoría terrorista - de la que también hemos sido víctimas - se la quiera transformar en una excusa para implantar el terrorismo del Estado. "Dentro de la ley todo, fuera de la ley nada", decía nuestro líder, el teniente general Juan Domingo Perón. Este concepto es el que ha regido nuestro gobierno y es el que exigimos se ponga en inmediata vigencia, porque no puede haber Doctrina de la Seguridad Nacional que esté por encima de la ley que debe amparar por igual a todos los ciudadanos. Aceptar cualquier otro criterio significaría transformar a la persona humana en simple objeto de los delirios represivos de las minorías. 
 
VI - Nosotros, hombres del Justicialismo, no hemos de permanecer impasibles, no hemos de hacer de nuestro silencio una conducta. Sentimos un imperativo, producto de nuestras convicciones y de nuestra larga y dura militancia en la causa de la Patria. En consecuencia, el dolor de una madre es nuestro dolor; el dolor de un hijo es también nuestro; el obrero al que le falta el pan y no permiten decir lo que le falta, se hará voz en nuestras voces. Y esto nos compromete a asumir el dolor de aquellos que padecen la cárcel, a través de "actas", "decretos" o "bandos" en las prisiones, embajadas, domicilios y confinamientos; y de los que padecen - y son millones - este exilio interior de la represión, el silencio y el hambre. 
 
VII - Finalmente, hacemos nuestras las palabras de Su Santidad Juan Pablo II cuando dice: "La Iglesia (...) quiere hoy continuar su misiónde fe y de defensa de los derechos humanos, invitando a los cristianos a comprometerse en la construcción de un mundo mas justo, humano y habitable, que no se cierra en sí mismo, sino que se abre a Dios". Hacer ese mundo mas justo significa, entre otras cosas (...) que no haya injusticia y desigualdad en la impartición de la justicia; que no haya nadie sin amparo de la ley y que la ley ampare a todos por igual; que no prevalezca la fuerza sobre la verdad y el derecho, sino la verdad y el derecho sobre la fuerza; y que no prevalezca jamás lo económico ni lo político sobre lo humano. 
 
VIII - Por ello, el Justicialismo DENUNCIA:  
 
a) el encarcelamiento, vejación y confiscación de sus bienes de la señora presidente de la Nación Argentina, doña María Estela Martínez de Perón; de nuestro prestigioso dirigente gremial, don Lorenzo Miguel y de otros tantos que padecen las consecuencias de las llamadas "actas"; 
 
b) la muerte y/o desaparición de miles de ciudadanos, lo que insólitamente se pretende justificar con la presunción de fallecimiento, que no significa otra cosa más que el reconocimiento de quienes se han atrevido o se atreven a levantar su voz y que han llevado o llevarán como "pena" desde un silencio impuesto, hasta la muerte". 
 
DEOLINDO FELIPE BITTEL 
 
PRESIDENTE DEL PJ

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La visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos reveló los crímenes de la dictadura militar
En septiembre de 1979 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), de la Organización de Estados Americanos, llegaba a la Argentina para relevar la situación de los derechos humanos y su visita se convirtió en un hecho histórico que permitió legitimizar las denuncias sobre los crímenes aberrantes perpetrados por el terrorismo de Estado. En la imagen: La CIDH visita las cárceles de la dictadura militar.
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