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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 15-09-2019 / 10:09
SOBRE PACTOS Y CLASES

Macrismo clasista y combativo

Macrismo clasista y combativo
La narrativa macrista niega la existencia de la lucha de clases; sin embargo su praxis la radicalizó. El macrismo desechó el gradualismo en sus primeros cien días. Cimentó en ellos la redistribución regresiva de los ingresos, el poder y las oportunidades.
La narrativa macrista niega la existencia de la lucha de clases; sin embargo su praxis la radicalizó. El macrismo desechó el gradualismo en sus primeros cien días. Cimentó en ellos la redistribución regresiva de los ingresos, el poder y las oportunidades.
 
Sentó las bases para que prosperaran la Banca, los especuladores, el capital financiero, los exportadores agropecuarios, los fondos buitres, las concesionarias de servicios públicos. Favoreció a los medios concentrados. Definió a los ganadores (por goleada) y a los perdedores del modelo. Implantó la persecución judicial a opositores, mediante la doctrina Gerardo Morales- Irurzun.
 
El gobierno de clase se propuso bajar los salarios y presionar a los trabajadores con el cruel dilema: aceptar sueldos de hambre o quedar en la calle. Dicho objetivo se concretó en buena medida, limitado en parte por la movilización social, por la cultura resistente de los argentinos y por la red de protección social creada o consolidada por el peronismo.
 
Otra ambición animaba al macrismo: instalar una hegemonía político-cultural que le garantizara poner fin al populismo y perpetuarse en el poder. Fracasó ese designio, tan ajeno a la historia nacional.
 
Si, como todo lo indica, se ratifica su derrota en el todavía lejano 27 de octubre dejará un país asolado, endeudado hasta el tuétano.
 
La herencia del macrismo moviliza a los cuerpos de sus candidatos y líderes territoriales. Todos se alejan de Mauricio Macri, reniegan de su existencia y de su legado que incluye legislación regresiva, doctrina Chocobar y otras lindezas.
 
Todas maquilladas bajo el seudónimo "republicano", adoptado por la derecha nativa que ni siquiera tiene la franqueza de reconocer su propia identidad.
 

 
Los flujos de dinero, información, Netflix, pornografía, circulan en tiempo real o a la velocidad de la luz sin enterarse de la existencia de fronteras. Los seres humanos topan con escollos severos, la inversión para repeler migraciones se incrementa exponencialmente.
 
El desmoronamiento berlinés, a tres décadas vista, diseminó un legado imprevisto: los muros proliferan, la xenofobia mezclada con sadismo hacia el diferente signa la época.
 
Sin embargo, los contactos cara siguen siendo indispensables, en la vida común y en la política. Los cuerpos cuentan, las muchedumbres resisten al nuevo caos internacional, los grandes jugadores toman decisiones tras verse los rostros.
 
Los presidentes y funcionarios viajan, se (des)encuentran. Las fotos publicitan las reuniones, mienten más que mil palabras: esconden adrede las asimetrías de poder.
 
Los enviados del Fondo Monetario Internacional (FMI) remolonean la venida a la Argentina, el tránsito funciona como prerrequisito del desembolso de 5400 millones de dólares. El tiempo fluye a su modo. Se duda sobre si el Fondo remesará ese tramo: el plazo prefijado vence mañana... se pateó para adelante.
 
Es casi un dato que quedará para después de las elecciones. Seis semanas no son tanto para soltar una fortuna pero pesan como décadas en la coyuntura nacional.
 
El apretón de manos no arriba, la burocracia del organismo internacional frena que alguien dé "enter" a la transferencia que llegaría en segundos si no mediaran obstáculos.
 
El ministro de Hacienda Hernán Lacunza viajará hacia Washington a fin de mes recorriendo el camino de Damasco fatigado por varios antecesores en el cargo.
 
En la Casa Rosada se marchitan las ilusiones. El Gobierno del presidente Mauricio Macri echa mano a la matemática creativa, una de sus especialidades. Alega que las metas pactadas con el FMI se cumplieron, a diferencia de las promesas destinadas al pueblo cuatro años atrás o dos o uno.
 
¿Creerán en sus embustes como en las encuestas que amañaron? No se me apure a contestar: el enfrascamiento de Palacio sabe ser imbatible.
 
 
De Europa a Tucumán
 
Alberto Fernández regresa del periplo europeo, hace escala en Buenos Aires, rebota hacia San Miguel de Tucumán. La minigira norteña abarca una reunión con el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Acevedo, en un momento desolador para la actividad.
 
Las cifras "finitas" quedan para los expertos: cuanti y cualitativamente la capacidad ociosa replica o agrava la padecida en 2001. Crecen y se multiplican las quiebras, los concursos, los despidos, las suspensiones, los cierres.
 
Se concuerda en la necesidad de un viraje en la economía política tanto como en la de un acuerdo intersectorial de precios y salarios para los primeros meses del gobierno peronista, si es que se ratifica el plebiscito de las PASO.
 
Enunciar la necesidad constituye un prólogo ineludible. Tal vez sea hora de pensar mecanismos estables, normados, de Diálogo Social. Inviable en la coyuntura la perspectiva de una reforma de la Constitución, cualquier novedad institucional se fortificaría si naciera en el Congreso convalidada por un amplio arco político.
 
El Pacto Social de la tercera presidencia de Juan Domingo Perón vale como referencia remota, difusa. Demasiada agua pasó bajo el puente desde esa encomiable experiencia, tramada cuando epilogaban los treinta años gloriosos del Estado benefactor, agonía que pasaba desapercibida para la mayoría de los actores.
 
No se recuerda mucho pero durante los gobiernos kirchneristas se cabildeó más de una vez sobre un Consejo económico social tripartito, con ese nombre u otros.
 
En campaña presidencial durante 2007 y en el discurso de apertura de sesiones del Congresos en marzo de 2008 la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner enunció la necesidad y la puesta en marcha de un Acuerdo del Bicentenario.
 
Discurrió sobre la iniciativa en reuniones con la cúpula de la Iglesia, la Confederación General del Trabajo (CGT) y la CTA. Quedó en agua de borrajas, en gran medida arrollada por las secuelas del conflicto con "el campo".
 
Otro precedente se remonta al 2001, magnificado por intérpretes interesados. La apodada "Mesa de Diálogo", promovida por la cúpula de la Iglesia Católica y conducida por un funcionario internacional, el español Carmelo Angulo.
 
Más declamatoria que efectiva, constreñida por la carencia, congregaba al gobierno de Fernando de la Rúa, al peronismo duhaldista y a representaciones sectoriales. Angulo la apodaba "nuestra Moncloa" pecando de voluntarismo y carencia de perspectiva histórica.
 
Se le atribuye a la Mesa haber sido la mentora del ingreso ciudadano universal (onda la Asignación Universal por Hijo) o el Plan Jefas y Jefes de Hogar puesto en práctica durante la presidencia de Eduardo Duhalde. Al endiosarla tanto se subestima el influjo del Frente Nacional contra la Pobreza (FRENAPO) que produjo una movilización formidable en pos de un programa social reparador.
 
Un célebre cónclave de la Mesa de Diálogo terminó con estrépito en diciembre de 2001 cuando la fronda ciudadana abucheó y puso en fuga a importantísimos dirigentes nacionales.
 
La experiencia comparada pinta un abanico de estructuras posibles. El ex presidente brasileño Lula da Silva al comienzo de su primer mandato creó un órgano asesor, llamado Consejo de Desarrollo Económico y Social (CDES). Lo concibió para debatir rumbos futuros de la acción estatal: políticas sociales, la reforma fiscal, proyecciones de largo plazo.
 
El CDES estaba compuesto por representantes de empresarios, sindicalistas, organizaciones sociales y hasta religiosas. Sus 82 integrantes eran elegidos por el Ejecutivo cuyo titular asistía a sus sesiones. Lula y luego Dilma Rousseff escuchaban sus discursos (limitados en el tiempo de exposición pero no en sus contenidos), respondían, tomaba nota.
 
Los antecedentes locales, pues, escasean... la existencia de algún formato de Acuerdo Social es deseable y necesario. Peliagudo concretarlo con una economía devastada y con una estructura social muy distinta a la que moldeó el primer peronismo y se sostuvo, bien que mal, hasta los años '90.
 
 
La clase trabajadora
 
La CGT suscribió el Pacto Social de 1973, cuando bastaba para representar a una mayoría consistente de los trabajadores. El desempleo era bajísimo, altri tempi.
 
La oratoria del General herbívoro basculaba cuando hablaba de la "columna vertebral" del peronismo: en ocasiones aludía al Movimiento Obrero Organizado (MOO), en otras a la clase trabajadora. La segunda acepción pasa a ser la única adecuada para el siglo XXI.
 
Un interesante libro del periodista Agustín Álvarez Rey, "La nueva columna vertebral" recorre la irrupción y crecimiento de los movimientos sociales.
 
Álvarez Rey pinta bien el nuevo mapa de la clase: la condición de trabajador no se limita a quienes tienen empleo formal. Ni siquiera a quienes trabajan, "la única clase de hombres", conforme rezaba un apotegma del peronismo original.
 
Son trabajadores los desempleados, los informales, los integrantes de cooperativas sociales, quienes la reman en empresas recuperadas, los productores de la economía social y un sinfín de etcéteras. Componen un conjunto que se hizo visible ya en la Marcha Federal de la CTA hace un cuarto de siglo.
 
La representación de un sector tan vasto y variopinto desafía a un posible gobierno nacional-popular que no puede ignorarlos ni dejarlos en la angustiante situación que atraviesan hoy en día. La explotación capitalista se agudiza; no se expresa solamente en la relación entre patrones y empleados.
 
La fragmentación de la clase se propaga a las agrupaciones que la representan sin expresar tampoco a la totalidad. La resistencia a la ofensiva macrista tuvo la "virtud" de aglutinarlos en la unidad de acción. Hasta despabiló a los más esclarecidos dirigentes cegetistas que captaron que la clase excedía los límites de la más poderosa Central del MOO.
 
Supera las competencias del cronista proponer cómo incluir a las nuevas expresiones de la clase trabajadora, como darles un espacio en nuevo diseño de Estado, para imaginar políticas públicas que promuevan una mejor subsistencia y articulación. Solo le cabe subrayar que una sociedad inclusiva exige herramientas bien distintas a las funcionales cuarenta o veinte años atrás.
 
Por Mario Wainfeld
 
Fuente: pagina12.com.ar
 

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07-12-2025 / 09:12
La profecía de Javier "el Loco" Milei vuelve a atormentarlo: no hay plata. Esa frase que en el comienzo de su mandato el presidente utilizaba como un mantra para justificar su motosierra ahora se convirtió en el principal obstáculo para alcanzar su único objetivo económico concreto, que es recuperar el acceso genuino a los mercados de crédito voluntario internacional de los que estamos vedados por insolvencia desde la primera gestión del actual ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo.
 
Ante la imposibilidad de cumplir esa meta, el gobierno argentino ensayó una pantomima guionada, que sólo elude el papelón gracias a los bolsillos generosos y la mirada permisiva de grandes capitales nacionales jugados all-in en el experimento de Milei a partir de los resultados de las elecciones de medio término. El resultado es una farsa montada sobre otra farsa, un engaño consentido para un público diminuto, que lejos de mostrar fortaleza, echa luz sobre su fragilidad.
 
Caputo es un tahúr habilidoso, pero el suyo no deja de ser un oficio que se ejerce siempre al borde de perderlo todo. Quedar expuesto con una mentira es apenas un accidente cotidiano del que uno debe reponerse rápido y seguir adelante. Pero cada vez se paga un costo de credibilidad y el prontuario del ministro ya tiene muchas páginas. Los 20 mil millones de dólares que preparaban los bancos se convirtieron en seis o siete. Esos seis o siete no aparecieron.
 
Es por eso que el gobierno, ante la cercanía de un vencimiento de 4000 millones de dólares en enero que no tiene cómo pagar, tuvo que salir a recaudar un "bono patriótico" entre empresarios amigos que se vieron beneficiados y tienen promesas de más negocios en la Argentina que proyecta Milei, directamente interesados también en la aprobación de un nuevo blanqueo y de las reformas laborales, tributarias, previsionales y penales en carpeta para los próximos meses.
 
Para eso les armaron una pasarela que una vez más les garantiza a jugadores muy específicos a través de herramientas direccionadas pret a porter un negocio redondo con fondos públicos. Tal como advirtió el economista de CEPA Hernán Letcher, "el gobierno publicó una resolución que permite a las aseguradoras endeudarse a una tasa baja en dólares para usar esos fondos en la licitación primaria del miércoles y así mostrar una demanda inflada por el nuevo título".
 
Sin embargo, los acreedores externos no compran esas mentiras autoindulgentes. Por eso fracasó el primer crawling peg, por eso fracasó el esquema de bandas y por eso va en firme camino al fracaso el nuevo crawling peg disfrazado de esquema de bandas que funciona (es una manera de decir) desde las elecciones de octubre. Por eso, no importa con qué le tiren, el riesgo país no baja. Nadie va a volver a prestar hasta no ver la plata. No es que no quieran creerle, es que no le creen.
 
Las voces que advierten sobre la fragilidad intrínseca que trae consigo la falta de dólares se multiplican y a esta altura ya conforman un coro, en el que se lleva el rol solista la vocera del Fondo Monetario Internacional, Julie Kozack, que esta semana reclamó "un camino más ambicioso en la acumulación de reservas", sobresaliendo entre otras melodías similares, de bancos internacionales como JP Morgan y Barclays, consultoras locales y hasta "próceres" liberales como Domingo Cavallo.
 
Caputo ya avisó: no va a acumular reservas. Eso va en contra de su único credo que es la fuga de divisas. Todo dólar que entra tiene que salir. Una gestión bulímica que es incapaz de retener riqueza y necesita atracones de miles de millones de dólares varias veces por año para no colapsar. Puro flujo, nada de stock. Es un país que funciona bajo la tiranía de compulsiones y apuestas arriesgadas pero no tiene una red que lo sostenga cuando algo salga mal.
 

06-12-2025 / 08:12
El Departamento de Estado de los Estados Unidos cambió el nombre al Instituto para la Paz y ahora se llama Instituto Donald Trump para la Paz. La Casa Blanca habilitó un portal con una lista negra de periodistas críticos del gobierno. Y dos días antes de las elecciones en Honduras, Trump respaldó al candidato del conservador Partido Nacional e indultó a Juan Orlando Hernández, expresidente por ese partido, condenado en Estados Unidos por narcotraficante, mientras acusó de narcotraficante al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y amenazó con invadir ese país. En bochornosa complicidad con Trump, en La Haya, el representante del cipayo Javier Milei, Diego Sadosfchi exigió "medidas urgentes" de la Corte Penal Internacional contra el mandatario venezolano.
 
Estados Unidos no reconoce a esa Corte pero necesitaba muestras de respaldo internacional a su acción amenazadora contra Venezuela y el gobierno argentino se prestó rastreramente a ofrecerle coartadas. Fue una forma de devolver favores por las intervenciones de Trump y su gobierno en las elecciones locales de medio término.
 
Otra forma de intervencionismo en países en América Latina fue el indulto al expresidente Juan Orlando Hernández, condenado por introducir durante décadas toneladas de cocaína en Estados Unidos. Con Honduras, Trump hizo algo parecido que con Argentina y amenazó con el apocalipsis si no ganaba el candidato del partido del narco Hernández.
 
La sombra del narcotráfico oscurece a Estados Unidos. Un artículo de The Washington Post, del año 2015, describió las relaciones familiares de Marco Rubio, actual titular del Departamento de Estado y virtual canciller norteamericano, con el mundo narco. Durante su adolescencia en Miami, Rubio convivió en el domicilio de su hermana mayor, Bárbara, casada con Orlando Cicilia, un capo de la droga cuando Miami era la capital de la cocaína.
 
El vocero de Rubio quiso desmentir al diario, al decir que de esa información no se podía inferir la complicidad de Rubio con los narcos. Por ese lado, Rubio ya no tiene problemas. El multimillonario Jeff Bezos, dueño de Amazon, compró el histórico diario y advirtió que sólo escribirían aquellos que coincidan con su pensamiento.
 
Cicilia era para todo el mundo en Miami un empresario super exitoso, multimillonario y ostentoso, lo cual no constituía la excepción en esa parte del mundo. Fue apresado en los años 80. "Al momento de caer en manos de la justicia Orlando Cicilia (también de origen cubano), Marco Rubio tenía apenas 16 años. Pero su ambiente familiar ya era bastante turbio", señala el tabloide británico Daily Mail.
 
Orlando Cicilia fue condenado a más de 35 años de cárcel. Pero cumplió poco más de 12 años. Salió en libertad plena justo cuando Marco Rubio asumió como representante en el Congreso de los Estados Unidos en el año 2000. Cicilia salió de la cárcel apenas cuatro días después de que Rubio asumió. El antiguo jefe de Orlando, Mario Tabraue, sobre quien pesaba una pena de 100 años de cárcel por sus delitos, salió de prisión en el año 2003, con solo 15 años de pena cumplida.
 
La participación de Orlando Hernández fue descripta y comprobada con lujo de detalles. Nadie puso en duda su culpabilidad. La excusa que dio Trump fue que "fuentes amigas y creíbles" le habían informado que Hernández había sufrido un trato injusto. Pero no habló de inocencia porque no existe forma de exculpar al expresidente hondureño. El seguidismo de Milei, el "perrito faldero" del gobierno yanqui, es cómplice de los narcos.
 

05-12-2025 / 12:12
El endeudador seria Luis "Toto" Caputo es sinónimo de deuda impagable. El ministro emitirá nuevos bonos en dólares, con el nuevo Bonar 2029N, volverá a tomar deuda en dólares para pagar deuda, bajo ley local y a una tasa de usura, que pagará el próximo gobierno. Receta repetida. 

El experimento anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei vuelve a aplicar una receta tristemente conocida: emite nueva deuda para pagar una anterior. Así lo confirmó este viernes el ministro de Economía, el endeudador compulsivo Luis "Toto" Caputo, quien confirmó esta mañana que la Argentina volverá al mercado internacional de capitales, con un bono a cuatro años. Con un dólar bajo que impide exportar e importaciones abiertas indiscriminadamente, es imposible acumular reservas en dólares y el futuro es la miseria.

Las reservas netas, excluyendo los desembolsos del FMI, son hoy más bajas que cuando Milei asumió y no hay señales claras de que el Gobierno tenga intención de revertir esa fragilidad externa. "No es deuda nueva. Es para pagar deuda vieja. Al poder refinanciar vencimientos cada dólar que compre lo podrá acumular. No sale desde enero de 2018. Los bonos son con legislación local", afirmó el ministro.

Como no podía ser de otro modo, la medida fue celebrada por Milei. "VAAAAAAAAMOOOOOO TOTO...!!! Volvimos al mercado de capitales con un bono al 2029 con cupón del 6,5% bajo ley Local. El mejor de todos los tiempos...!!! LA LIBERTAD AVANZA", posteó entusiasmado el desquiciado mandatario.

Tras este anuncio, la Secretaría de Finanzas confirmó el llamado a licitación del Bono del Tesoro Nacional (BONAR 2029N - nuevo) que, segun detalló, será "en dólares estadounidenses 6,50% con vencimiento el 30 de noviembre de 2029″.
 
"En un contexto de fuerte compresión de las tasas de interés de los bonos en dólares fruto del resultado electoral y del sostenido desempeño del programa económico, el Tesoro busca ampliar sus objetivos financieros para cubrir los vencimientos de deuda en dólares sin afectar las reservas netas del BCRA", explicaron desde la Secretaría.
 
En este sentido, señalaron que "habiendo alcanzado costos financieros sostenibles, el Tesoro comienza así con una nueva estrategia tendiente a refinanciar sus vencimientos de capital en dólares sin afectar el proceso de fortalecimiento de la hoja de balance del Banco Central, permitiendo que las compras de reservas resulten en acumulación neta".
 
Asimismo, se resaltó que "el resultado de la licitación, irá a cancelar parcialmente el vencimiento del capital de los bonos AL30 y AL29 que vencen el 9/1/2026″. El desempeño débil de las reservas no ocurrió porque se haya reducido la deuda pública en moneda extranjera. Los Bopreales y los repos con bancos agregan USD 12 mil millones en deuda denominada en dólares que no existía en 2023.
 
Desde Finanzas informaron que la recepción de ofertas de este instrumento comenzará a las 10 horas y finalizará a las 15 horas del miércoles 10 de diciembre de 2025, mientras que la liquidación de las ofertas recibidas y adjudicadas se efectuará el 12 de diciembre de 2025. La suscripción deberá realizarse únicamente en dólares.
 
La Opinión Popular
 

 

04-12-2025 / 08:12
Martillar el último clavo en el ataúd que encierra el cadáver del peronismo es una causa nacional que pronto cumplirá 80 años. Ahí, en 1946, radica la "cifra redonda", el año fundacional, tanto del peronismo como movimiento de masas como del antiperonismo como irrenunciable leit motiv de buena parte de la sociedad argentina. Y así venimos desde hace décadas, matando al peronismo, dándolo por finiquitado, y asistiendo a sus múltiples y polifacéticas resurrecciones.
 
Como un destino nacional inexorable; "el hecho maldito del país burgués" que definió John William Cooke. En ese itinerario pueden indentificarse 11 muertes del peronismo, 11 episodios que el antiperonismo festejó como un Mundial para, poco después, volver a empezar.
 
Pero, ¿qué sería del antiperonismo, buceando ya en profundidades ontológicas, si el peronismo realmente muriera? Si combatir al peronismo en todas sus formas -rechazarlo, denostarlo y condenarlo- es la razón de ser de tantos argentinos, ¿qué vendría después? ¿Qué verían al asomarse a ese abismo nietzscheano que nos habita y nos acecha cuando el monstruo de afuera ya no esté?
 
La flamante victoria de La Libertad Avanza generó todo tipo de conjeturas sobre el futuro de un peronismo enredado en la miseria de sus internas y carente de una propuesta alternativa, capaz de seducir a una ciudadanía desencantada. Lo llamativo es que este contexto crítico se replicó en varias ocasiones desde los años 50 a la fecha y generó los mismos efectos.
 
"Ahora sí, este es el fin del peronismo", es un título redactado en numerosas ocasiones, siempre listo y nunca definitivo. Será porque los intentos por "matar" al peronismo han adoptado distintas formas: la proscripción, la represión, la fragmentación interna, la debacle económica, la derrota electoral. Cada uno de esos embates reforzó, de una manera u otra, su condición de fenómeno político persistente.
 
Los siguientes 11 episodios -las 11 muertes- lo ejemplifican.
 
1) 26 de julio 1952. La que fallece es Eva Duarte, "Jefa Espiritual de la Nación" y estandarte del "primer peronismo", cuando el país -al decir de Félix Luna- era una fiesta. Después de Evita, ¿qué?, era la pregunta. Las pintadas celebratorias repartidas por Buenos Aires ("viva el cáncer") expresaban el anhelo de que esa muerte de carne y hueso fuera el simbólico inicio de otra muerte, la de Perón, la de su gobierno y la de todo lo que el peronismo representaba. Muchos lo creyeron así.
 
2) 16 de septiembre de 1955. Golpe de Estado. Revolución Libertadora (para los peronistas, la "fusiladora"). Es el comienzo de una gigantesca operación cultural: la desperonización de la Argentina. La proscripción del peronismo y el exilio de 18 años de su líder son la punta del iceberg. Se demuelen estatuas, se destruyen bustos, se queman cuadros, se borra todo vestigio de peronismo al punto de prohibir, por ley, que se lo nombre en público. Pero en lugar de matarlo, lo que lograron fue fortalecer la identidad, al punto de que el sólo hecho de ser peronista se convirtió en un acto de resistencia.
 

03-12-2025 / 10:12
No fue solo un giro diplomático: por primera vez desde el retorno de la democracia, Argentina votó en esta materia junto con EEUU e Israel, dos países cuestionados por graves violaciones a los derechos humanos y hasta genocidio, posicionándose, así como los tres únicos Estados en el mundo que se niegan a condenar el uso de la tortura.
 
El posicionamiento argentino desnuda la verdadera esencia del gobierno de Javier "el Loco" Milei, al cual la calificación de fascista no resulta exagerada, pues hubo incluso gobiernos de extrema derecha, que por vergüenza o compromiso, votaron afirmativamente condenando la tortura.
 
La resolución rechazada por Argentina fue promovida por el Comité contra la Tortura (CAT), órgano que días antes había publicado un informe crítico sobre la situación del país. Ese informe expresó su "profunda preocupación" por la persistencia de detenciones prolongadas en comisarías, prácticas policiales violentas, falta de controles judiciales efectivos y condiciones inhumanas en lugares de encierro.
 
El Comité recordó que los jueces y juezas penales son garantes últimos de la legalidad y dignidad de toda detención, y que el Estado argentino viola sus obligaciones cuando tolera celdas sin ventilación, superpobladas, sin colchones, sin agua potable, o cuando naturaliza golpizas, hostigamientos y traslados arbitrarios.
 
Nada de esto es nuevo: hace décadas que organismos de DDHH como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) o la Comisión Provincial por la Memoria de la provincia de Buenos Aires, entre otros, advierten y condenan las prácticas sistemáticas que se dan en los contextos de encierro, que encuadran dentro de los "Tratos crueles, inhumanos o degradantes" tal como se define en el derecho internacional en materia de DDHH.
 
Sin embargo, lejos de reconocer la legitimidad de estas observaciones, el gobierno argentino reaccionó con un ataque político. El mismo día que se conoció el informe del CAT, se publicó en el sitio "Argentina.gob" la respuesta oficial, calificando al informe como "sesgado", bajo la acusación de haber omitido "graves abusos ocurridos durante el gobierno de Alberto Fernández".
 
Para el gobierno de Milei, el documento emitido por el CAT está "abiertamente influido por grupos militantes y organizaciones con marcada orientación kirchnerista" y "exhibe un sesgo ideológico incompatible con la imparcialidad que exige el sistema internacional de derechos humanos".
 
Resultaría gracioso, si no fuera tan trágico, que se etiquete de esa forma a un organismo técnico en el ámbito de las Naciones Unidas. Pero esa es la lógica del gobierno de La Libertad Avanza: quien denuncia abusos policiales o defiende garantías constitucionales es automáticamente sospechado de "zurdo" o "kuka".
 

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