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Nacionales - 09-09-2019 / 10:09

Las últimas medidas de Macri asfixian a las provincias

Las últimas medidas de Macri asfixian a las provincias
Las provincias argentinas transitan un deterioro de sus finanzas públicas a raíz del combo dado por la caída de la recaudación por la crisis económica, la merma de recursos coparticipables a causa del “plan alivio” del gobierno de Mauricio Macri, el congelamiento de los combustibles que afectó a las regalías, el default selectivo de títulos en pesos y la devaluación.
Las provincias argentinas transitan un deterioro de sus finanzas públicas a raíz del combo dado por la caída de la recaudación por la crisis económica, la merma de recursos coparticipables a causa del "plan alivio" del gobierno de Mauricio Macri, el congelamiento de los combustibles que afectó a las regalías, el default selectivo de títulos en pesos y la devaluación.
 
Los factores negativos superan al impulso a las arcas provinciales que da la mayor coparticipación de recursos antes afectados a la Anses, según precisó la Corte a finales de 2015 y ratificó el Consenso Fiscal. Las administraciones provinciales mostraban hasta hace unos meses buenos números fiscales en base a las mayores transferencias de recursos coparticipables por parte de la Nación, beneficio que tuvo como mayores privilegiados los distritos macristas de la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires.
 
Sin embargo, la magnitud de la crisis desploma la recaudación de Ingresos Brutos (principal fuente de los recursos provinciales) y también afecta a impuestos nacionales coparticipables, como el IVA y Ganancias. En lo que va del año la recaudación del IVA subió en términos nominales un 40 por ciento según AFIP, 15 puntos por debajo de la inflación. Ganancias, por su parte, le empata a los precios.
 
Más del 80 por ciento de los ingresos fiscales de las provincias provienen de la recaudación de Ingresos Brutos (IIBB), que depende muy estrechamente del nivel de actividad. En una crisis como la actual muchos contribuyentes dejan de pagar IIBB.
 
La suba del mínimo no imponible y devolución de Ganancias, impuesto totalmente coparticipable, implica una pérdida de recaudación para las provincias de $26 mil millones de acá a diciembre. La quita de IVA para alimentos hasta fin de año implica otros 5 mil millones y las medidas para monotributistas, otros 500 millones. En total, son unos $30 mil millones que dejan de percibir las provincias.
 
Muchas provincias se sumaron al festival de la deuda externa en 2016 y 2017, de la mano del Gobierno de Macri. Se calculan emisiones provinciales por 12.336 millones de dólares de deuda. Con las sucesivas devaluaciones, la carga de intereses es uno de los principales componentes del gasto público provincial.
 
Los títulos en pesos emitidos por el Tesoro nacional y defolteados (modificación unilateral de los plazos de repago) eran instrumentos de usual utilización por parte de varias administraciones provinciales. Se calcula que el conjunto de las provincias quedaron atrapadas en 1248 millones de dólares.
 
Quienes ganan son los mismos de siempre, los banqueros, las empresas privatizadas de servicios, los sojeros y especuladores. Aquellos que el día post elecciones PASO, mostraron con descaro e impunidad quiénes ponen las reglas; con una fuerte devaluación y el aval extorsivo de un Macri que no digiere la derrota y pretende saquear al interior federal.
 
La Opinión Popular

 
Caída de la recaudación
 
Más del 80 por ciento de los ingresos fiscales de las provincias provienen de la recaudación de Ingresos Brutos (IIBB), que depende muy estrechamente del nivel de actividad. Es más, en una crisis como la actual muchos contribuyentes dejan de pagar IIBB, cosa que es menos común en el caso del IVA. Es decir, IIBB pierde tanto por caída de la actividad como en la capacidad recaudatoria. De ahí que los ingresos provinciales vengan sufriendo por la crisis.
 
"La medición del primer semestre muestra una caída de entre el 5 y el 10 por ciento en términos reales en IIBB. Al mismo tiempo, caen los ingresos fiscales derivados de la coparticipación, del 3 al 6 por ciento salvo Buenos Aires y La Pampa. Si se suma el efecto IIBB y de la coparticipación, se verifica una reducción de los ingresos en términos reales de 5 a 7 puntos. Es una caída relevante", explica Ariel Barraud, del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).
 
"Por otro lado, en el gasto en general no se hizo un ajuste fiscal grande y hay muchos distritos con negociaciones salariales atadas a algún índice de inflación. De manera que con la aceleración inflacionaria, cae la recaudación por nivel de actividad y sube el gasto en salarios", agrega Barraud.
 
En ese sentido, corren más riesgos de deterioro fiscal las provincias del norte del país, que dependen mayormente de los envíos de fondos coparticipables.
 
"Las provincias venían desendeudadas y relativamente ordenadas. Pero indudablemente hoy la situación es mucho más ajustada. En la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, hace más de un año que cae la recaudación en términos reales. Y el Consenso Fiscal, aquel acuerdo para ir ordenando impuestos en el marco de la suba de recursos coparticipables, queda muy deteriorado, en el mejor de los casos, luego de las medidas del Gobierno nacional que afectan a las provincias sin previa consulta a los gobernadores", indicó a este diario Martín Di Bella, asesor económico del bloque de senadores de Unidad Ciudadana en la provincia de Buenos Aires.
 
 
El plan "alivio"
 
Se calcula que la suba del mínimo no imponible y devolución de Ganancias, que es un impuesto totalmente coparticipable, implica una pérdida de recaudación para las provincias del orden de los 26 mil millones de pesos de acá a diciembre. La quita de IVA para alimentos hasta fin de año implica otros 5 mil millones y las medidas para monotributistas, otros 500 millones.
 
En total, son unos 30 mil millones de pesos que dejan de percibir las provincias, de los cuales 6 mil millones corresponden a la provincia de Buenos Aires. En el caso de Tucumán, por ejemplo, son 1500 millones de pesos, equivalentes a un mes de sueldos del Estado de esa provincia. El Gobierno enfatiza que una parte (difícil de cuantificar) volverá a las arcas provinciales con la mejora de la recaudación de ingresos brutos.
 
"Para tener una referencia, esos 30 mil millones de pesos representa un tres por ciento del total de los recursos coparticipables que la Nación envió a las provincias entre enero y agosto. No parece ser un número imposible de sostener a nivel macroeconómico, pero la decisión unilateral del gobierno choca directamente con la necesidad de aprobación parlamentaria. Las provincias patagónicas están más complicadas, porque también dejan de percibir ingresos por regalías a partir del congelamiento de los combustibles", explica Martín Mangas, investigador docente de la Universidad General Sarmiento.
 
 
Devaluación y deuda extranjera
 
Las provincias se sumaron al festival de la deuda externa en 2016 y 2017, de la mano del Gobierno nacional. Se calculan emisiones provinciales por 12.336 millones de dólares de deuda de los cuales la provincia de Buenos Aires emitió unos 5100 millones.
 
"Hubo una política irresponsable de endeudamiento en moneda extranjera y bajo legislación extranjera. Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza y Neuquén son los distritos que más se endeudaron. En Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, cerca del 80 por ciento de la deuda es en moneda extranjera. Con las sucesivas devaluaciones, la carga de intereses es uno de los principales componentes del gasto público provincial. Los servicios de deuda vuelven a ser, como en los '90, las estrellas de los presupuestos de las provincias", agrega Mangas.
 
Otros distritos con mucho peso de la deuda en moneda extranjera son Chubut y Neuquén.
 
En 2018 y en lo que va de este año las emisiones de deuda externa cesaron con el cierre de los mercados internacionales. Ante la necesidad de refinanciar vencimientos de capital, las provincias también miran con mucha preocupación a la suba del riesgo país.
 
"Si bien no hay tanta deuda de cortísimo plazo como tiene el Estado nacional, hay necesidad de refinanciar o incluso de reperfilar. Y hay fuerte suba del peso de los intereses de deuda sobre el gasto corriente", advierte Barraud.
 
"En la ley de presupuesto bonaerense 2019 el pago de intereses implicaba 68 mil millones de pesos, más que todas las partidas destinadas a Salud (51 mil millones de pesos), y casi el triple que lo destinado a Desarrollo Social (23 mil millones)", agrega Mangas.
 
Durante su gestión, la gobernadora Vidal incrementó la deuda en un 40 por ciento valuada en dólares. La deuda total pasó del 5,9 por ciento del producto bruto geográfico en 2015 al 8,4 por ciento a junio de 2019.
 
El peso de la deuda subió fuertemente con la devaluación posterior a las PASO, ya que el 80 por ciento de la deuda bonaerense está nominado en dólares y bajo ley extranjera. El mayor endeudamiento se verificó a pesar del período de bonanza fiscal dado por el impacto del Consenso Fiscal y de las mayores transferencias de la Nación.
 
 
Default selectivo
 
Los títulos en pesos emitidos por el Tesoro nacional y defolteados (modificación unilateral de los plazos de repago) eran instrumentos de usual utilización por parte de varias administraciones provinciales.
 
"Se calcula que el conjunto de las provincias quedaron adentro de esos títulos por 1248 millones de dólares. La decisión de reperfilar genera nuevos inconvenientes financieros para las provincias, que a su vez tendrán que 'reperfilar' sus obligaciones con proveedores y otros acreedores. El derrame también llega a los municipios", dice Mangas.
 
Según datos de la UNGS, Buenos Aires invirtió unos 500 millones de dólares en los títulos defolteados, seguida de San Juan (234 millones), Mendoza (205 millones), la Ciudad de Buenos Aires (123 millones), Río Negro (83 millones), Salta (35 millones), Formosa (20 millones), Santa Fe (20 millones), Catamarca (15 millones) y La Rioja (13 millones).
 
Además, en casos como el de Buenos Aires, "el juego de comprar bonos del Tesoro para obtener rendimiento y luego pagar sus propios bonos provinciales se rompió con el reperfilamiento", agregó Martín Di Bella.
 
Por Javier Lewkowicz
 
Fuente: Página12
 

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22-10-2025 / 11:10
A cinco días de las elecciones legislativas de medio término, la economía argentina volvió a quedar atrapada en un torbellino de tensiones cambiarias y el Banco Central debió volver a intervenir para que el dólar mayorista no superara el techo de la banda de flotación.
 
Ni las intervenciones del Tesoro de Estados Unidos, ni la firma del swap con Washington, ni el anuncio de una recompra de bonos alcanzaron para calmar la incertidumbre del mercado, que se mueve bajo una sola lógica: cubrirse como sea ante el riesgo electoral, aun pagando precios récord por el dólar y desarmando posiciones en acciones y bonos soberanos.
 
El sueño de Javier "el Cipayo" Milei de conseguir un megacrédito internacional empieza a tambalearse. Los gigantes financieros de Wall Street pusieron el freno y exigen garantías concretas antes de liberar los 20 mil millones de dólares prometidos. En la Casa Rosada, el discurso libertario suena fuerte, pero los bancos no compran humo: quieren saber quién paga si el país vuelve a tropezar con su historia de impagos.
 
El plan oficial buscaba armar una línea de financiamiento para reforzar reservas y dar aire al Gobierno, pero el entusiasmo se pinchó rápido. Desde el JP Morgan hasta el Citi, todos coincidieron en algo: Argentina necesita mostrar activos reales o un respaldo estatal sólido, algo que Milei se resiste a ofrecer en su cruzada contra el "Estado elefante".
 
La tensión se siente en los despachos. Mientras el ministro Luis "Toto" Caputo negocia contrarreloj, los operadores financieros miran los indicadores y ven lo mismo que los argentinos: un déficit que sigue sin cerrarse y un dólar que sube como fiebre sin Paracetamol. Cada día sin definición profundiza la desconfianza y pone más presión sobre el presidente, que esperaba anunciar el acuerdo como una victoria política.
 
Para los banqueros, el problema no es ideológico sino contable. Quieren garantías, y las quieren por escrito. Sin eso, los 20 mil millones seguirán siendo una promesa tan etérea como las teorías de "mercado libre" que Milei repite frente a los micrófonos. En el país ya se habla de "default técnico disfrazado de negociación", y los rumores empujan los bonos argentinos a la baja.
 
Desde su entorno intentan minimizar la situación, pero las fuentes financieras son tajantes: el préstamo no está cerrado y no lo estará hasta que el Gobierno muestre números concretos. Entre tanto, en los pasillos del poder ya suena un murmullo incómodo: "Si ni los bancos le creen, ¿Quién va a prestarle a la Argentina?"
 
El Banco Central tuvo que vender divisas de las reservas, ya casi exhaustas, para que la demanda mayorista no hiciera volar el techo de la banda cambiaria. Los anuncios oficiales pasan desapercibidos.
 
La Opinión Popular
 

21-10-2025 / 11:10
El yanqui Donald Trump hizo un demoledor diagnóstico sobre la desatrosa situación económica en la Argentina para justificar el "rescate" al gobierno anarco capitalista de Javier "el Cipayo" Milei, un tema que le está generando muchas críticas internas. "No tienen nada, están muriendo", afirmó el presidente. Con ese análisis, el swap no alcanzó, caen las acciones y el dólar quedó a 1% de la banda.
 
Cuestionado por una periodista por la posibilidad de que EEUU compre carne argentina, una medida que perjudicaría a los productores estadounidenses como ya pasó con la soja, Trump se ofuscó y respondió: "Señorita usted no sabe nada de esto, Argentina está luchando por su vida". "Están luchando por su vida. A Argentina no los beneficia en nada. ¿Entiendes lo que eso significa? No tienen dinero, no tienen nada. Están luchando muy duro por sobrevivir, están muriendo", justificó Trump. Lo dijo a pesar de que no se vean cadáveres en las calles.
 
Trump dijo que intentará ayudar a la Argentina a "sobrevivir en un mundo libre" porque le "gusta" el presidente Milei. "Creo que está intentando hacerlo lo mejor que puede, pero no hagas que parezca que lo están pasando bien, están muriendo. Están muriendo", lanzó. Se trata de la segunda vez en menos de una semana que el presidente de EEUU intenta ayudar al chupamedia Milei, pero lo termina hundiendo.
 
El martes pasado, durante la reunión en la Casa Blanca, le reiteró el apoyo, pero advirtió que está atado al resultado de las elecciones del 26 de octubre. "Si pierde, no seremos generosos con la Argentina", dijo Trump generando un desplome en los mercados. El gobierno de Milei tuvo que salir a aclarar por todos lados que se refería a las elecciones de 2027, pero Trump reiteró en sus redes que se refería a las de medio término. Días después, Milei se enojó con un periodista que le preguntó sobre esa frase y enojado respondió que fue malinterpretada por el Grupo Clarín.
 
Las palabras del mandatario yanqui obligaron a una rápida reacción oficial. El vocero presidencial, Manuel "Cara de Piedra" Adorni, buscó relativizar el impacto y pidió "entender el contexto". Sin embargo, terminó admitiendo que "claramente no somos un país al que le vaya bien", al enumerar inflación mensual del 2%, riesgo país en torno a los 1.000 puntos y un clima electoral enrarecido.
 
El Banco Central (BCRA) firmó el acuerdo de swap con EE. UU. por U$S 20.000 millones. A pesar del anuncio, el riesgo país se ubicó por encima de los 1000 puntos, los ADRs de empresas argentinas cayeron hasta 5% y el dólar cerró en $1495. Otro anuncio de la Secretaría de Finanzas, de toma de deuda con el JP Morgan, hizo revertir algo la caída de bonos. No alcanzó con el Tesoro, se suman los "bancos internacionales amigos" al saqueo y la rapiña.
 
Mientras Trump describió a la Argentina como un país "sin dinero" y "peleando por sobrevivir", la respuesta libertaria se redujo a relativizar el golpe y aceptar, a medias, el diagnóstico externo. Como sea, el mercado parece ya no creer en las promesas de ayuda de Trump y espera hechos concretos. Ni siquiera las intervenciones de Scott Bessent comprando pesos han logrado frenar la volatilidad del dólar.
 
La Opinión Popular
 

20-10-2025 / 10:10
La relación entre José Luis Espert y Fred Machado, el acusado por narcotráfico que financió su campaña presidencial en 2019, sigue complicando a La Libertad Avanza, aunque el economista, al que todavía defiende Javier "Cipayo" Milei, ya no encabeza la lista libertaria oficialista. En el último reportaje que otorgó el día que se confirmó su extradición a los Estados Unidos, se reveló el mensaje que Machado le pasó al Gobierno. Soltó una bomba que hizo temblar a más de uno en La Rosada.
 
En una entrevista de ocho horas con la periodista Caro Fernández, de Splendid AM 990, lanzó una advertencia que suena a ultimátum: "Si hablo, se cae el país". Con la extradición a Estados Unidos autorizada por la Corte Suprema, Machado no se guardó nada y apuntó directo al corazón del poder libertario, salpicando a figuras como José Luis Espert, Patricia Bullrich y Alberto Weretilneck con acusaciones que, de probarse, podrían destruir al Gobierno de Javier Milei.
 
El empresario, con un tono que mezcla bronca y desesperación, mandó un mensaje filoso a Santiago Caputo, estratega clave de Milei: "A Santiago Caputo le hago llegar un mensaje: Yo no quiero ir a Estados Unidos. Si esto explota, yo fundo todo. Yo hablo y se cae el país mañana". La respuesta fue: "Mensaje recibido". ¿Qué sabe Machado que pone tan nervioso al entorno presidencial?
 
Con Espert, su exaliado, no fue menos duro. Financió su campaña en 2019, pero ahora lo acusa de darle la espalda. "Espert no tendría que haberme negado. ¿Por qué me negó?", dijo, recordando una advertencia que le hizo en marzo de 2021 sobre los riesgos que corrían. "Le expliqué que irían por él. Pero no me escuchó", disparó con amargura.
 
Las acusaciones también alcanzaron a Patricia Bullrich. Según Machado, habría una triangulación de fondos para su campaña presidencial de 2023, con más de 3 millones de pesos movidos a través de una empresa de la familia Bada Vázquez, de los cuales al menos 215.000 pesos habrían ido a parar a su campaña.
 
Sobre Weretilneck, señaló un supuesto entramado de negocios en Río Negro, con permisos de explotación de arenas silíceas otorgados a Claudio Cicarelli, presunto testaferro del gobernador.
 
En un intento por limpiar su nombre, Machado insistió: "Es una cuestión de plata, no de droga". Sin embargo, la noticia de su extradición lo desmoronó. Entre el ladrido de sus perros y la tensión del momento, suplicó a Fernández: "No me dejes solo". Horas después, un operativo policial lo trasladó para enfrentar su destino en Estados Unidos.
 
La Opinión Popular
 

19-10-2025 / 08:10
Entre el colapso económico, la pérdida de relato y el avance de sus propios aliados, Javier "el Cipayo" Milei enfrenta el tramo final de la campaña convertido en símbolo de su propio fracaso: un presidente sin respuestas, cercado por la realidad y por quienes financiaron su ascenso. El plan "llegar" se quedó sin nafta cuando todavía falta una semana para alcanzar la meta. La impotencia es la tónica en la recta final antes de unas elecciones que se convirtieron en un delicado plebiscito sobre el futuro del gobierno y del país.
 
El proyanqui Milei volvió de Washington DC con una hoja que dice "amigo" y el fibrón que usó Donald Trump para estampar esa dedicatoria. A su regreso dio dos entrevistas en las que se peleó con sus interlocutores (le dijo "marxista" a Eduardo Feinmann y a Esteban Trebucq que le hacía el "caldo gordo a los psicópatas kirchneristas") y confesó que no tiene una solución para los problemas de los argentinos.
 
- El ochenta por ciento apenas si puede llegar a fin de mes y el sesenta por ciento, setenta, llega al día veinte. Les falta dinero en el bolsillo.
- ¿Qué quiere? ¿Que lo emita?
- No, yo no...
- A ver, entonces, emitiendo no se arregla. ¿Cómo quiere que lo arregle? Vamos, dígame. ¿Cómo le pongo plata a la gente?
- El economista es usted.
- No, bueno, pero digo o sea, a ver, digamos.
 
Un día más tarde insistió:
 
- ¿Y la gente que no puede esperar, presidente?
- A ver. A ver, pero, de vuelta. Te hago una pregunta, no puede esperar, a ver, ¿cómo lo resolvemos?
- Es que yo no lo sé.
- No, bueno, entonces.
- Sólo le pregunto.
- No, bueno, pero si vas a hacer el punto, digamos, a ver, empecemos a discutir cómo se resuelve.
 
Para Milei la escasez y la mala calidad de vida de millones de personas es en todo caso un problema intelectual, teórico, en el que no tiene demasiado interés. Dos años después de asumir le sugiere a su interlocutor (no un funcionario, no un asesor, ni siquiera un consultor sino un periodista en el contexto de una entrevista televisiva en vivo) que empiece la discusión.
 
Decir que no le quita el sueño sería una exageración: ni siquiera lo considera un problema, algo que deba resolver. La economía se encargará de hacerlo, cuando deje de existir el riesgo kuka. Suena estúpido, pero es exactamente el argumento presidencial, palabra por palabra.
 
Para la mayoría de los argentinos se trata en cambio de una cuestión muy concreta, a veces de vida o muerte. Este miércoles, en Congreso, en la marcha semanal por el reclamo de una mejora en las jubilaciones, una pareja daba su testimonio a las cámaras de televisión.
 
Él está atravesando un tratamiento contra el cáncer, le sacaron la cobertura de los remedios para aliviar los dolores y los vómitos cuando le hacen quimioterapia. En el hospital sólo le entregan la mitad. Desde los estudios, la cronista sugiere que den un "alias" bancario para recibir transferencias de gente que pueda ayudarlos. No tienen teléfono: tuvieron que venderlo para comprar medicinas. Milei no tiene una respuesta para ellos ni va a tenerla. 
 

18-10-2025 / 09:10
Un 17 de octubre en la recta final de una campaña electoral, donde dos de sus figuras principales son el secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent por el oficialismo y por la oposición la expresidenta Cristina Kirchner con prisión domiciliaria. Que dos de las figuras que más pesan en una puja electoral sean el ministro de Economía de una potencia extranjera y la principal dirigente de la oposición proscripta, constituye un síntoma de descomposición del sistema político.
 
Con las ventas de dólares del Tesoro de los Estados Unidos y con una catarata de mensajes con promesas de campaña, Bessent se puso al hombro la campaña del oficialismo. Prometió como si fuera candidato, pidió el voto para las listas de los falsos libertarios y aseguró que, si ganaban los seguidores de Javier "el Cipayo" Milei, Argentina sería bendecida por Estados Unidos. El gobierno casi no mostró sus candidatos. El yanqui Bessent ha sido hasta ahora su carta principal.
 
La intervención del alto funcionario norteamericano no fue oculta, sino que ha sido pública, ciertamente impúdica, y en situaciones normales se juzgaría como intervencionismo de una potencia en la política interna de otro país. Lo paradójico ha sido que no fue una intervención impuesta o forzada, sino solicitada por el mismo presidente Milei.
 
Si el oficialismo no tiene candidatos más fuertes que el ministro de Economía de una potencia extranjera y, si al mismo tiempo, la principal dirigente de la oposición fue encarcelada, son datos muy fuertes que al cruzarlos inducen a pensar que la expresidenta fue proscripta porque sus adversarios son incapaces de generar un liderazgo similar y tienen que recurrir a una potencia extranjera que cobrará caro por su intervención.
 
La intervención de Bessent puso en evidencia la falta de propuestas del oficialismo que, de esta manera, lo único que se le ocurrió fue ofrecer una dependencia ruinosa en lo material e indigna en lo moral. La dependencia colonial del gobierno con Washington es evidente porque es el único recurso que tiene en política y en la economía.
 
Los últimos diez días mostraron a un gobierno desesperado en esa dependencia. Todo el equipo económico -la mayoría de ellos tienen residencia en Estados Unidos- en procesión entre Washington y Nueva York para rogar por ayuda. Como si fueran creyentes que le piden a la virgen de Luján. Con la diferencia que Estados Unidos no es la virgen y cobrará caro cada gesto.
 
La falta de cuadros políticos, de dirigentes y candidatos en el oficialismo agrandó aún más el liderazgo que mostró Cristina Kirchner en la convocatoria al acto de ayer. La expresidenta planteó que así como en 1945, la consigna fue "Braden o Perón", en las próximas elecciones se trata de "Milei o Argentina".
 
Mientras la multitud se congregaba en Constitución, frente al edificio donde Cristina Kirchner permanece prisionera, el oficialismo tenía dificultades para reunir un puñado de simpatizantes en Caseros, en el conurbano. Al mismo tiempo se juntaba a protestar un grupo espontáneo de vecinos y se repitió la escena que frustró la mayoría de los actos de campaña de Milei.
 
El presidente se movilizó en helicóptero y alcanzó a explicar con un megáfono que no había que abandonar en mitad del río. Su discurso se resumió en que hace falta más esfuerzo. Pero el presidente estuvo pocos minutos y no hizo la caminata que estaba prevista. Reaccionó a la defensiva tras un discurso a la defensiva: "Hay que aguantar".
 

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