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Nacionales - 02-09-2019 / 09:09
A MENOS DE CUATRO AÑOS DE HABER DESMANTELADO TODAS LAS REGULACIONES AL MOVIMIENTO DE CAPITALES

Macri reconoció el fracaso de sus políticas e impuso por Decreto el control de cambios

Macri reconoció el fracaso de sus políticas e impuso por Decreto el control de cambios
Macri se despide con default y “cepo”, aunque es mejor decir que, a la fuerza, tuvo que reimplantar un imprescindible control de cambios, lo que el fundamentalismo neoliberal había eliminado y él mismo había festejado. Asistimos así a un episodio más del fin de un ciclo. No el fin de un gobierno, sino el ocaso de una idea. El tercer o cuarto fracaso en el intento de modelar a la Argentina de acuerdo a los principios de un neoliberalismo salvaje. El país atendido por sus propios dueños, los ricos, que termina en una crisis catastrófica.
Mauricio Macri, todos los economistas neoliberales, la red de propaganda oficialista privada, y amplios sectores de la clase media y alta, festejaron en diciembre de 2015 que se eliminaba lo que denominaban despectivamente "cepo". Saludaban que a partir de ese momento se podía comprar dólares sin restricciones, recuperando la libertad que la "dictadura K" había cercenado.
 
El primero de marzo de 2016, Macri escribió el siguiente tuit: "Levantamos el cepo y todas las restricciones cambiarias sin que ocurriese ninguna de las desgracias pronosticadas". Las desgracias ocurrieron y para intentar llegar al 10 de diciembre en la Casa Rosada, restableció un régimen de administración del mercado de cambios.
 
Hubo que llegar a semejante tragedia financiera, una economía real derrumbada, el colapso del negocio bursátil, un sistema bancario bajo tensión máxima por la incipiente corrida contra los depósitos en dólares y en pesos, y un nuevo default, para que se reconozca que la economía funciona con control de cambios para evitar crisis devastadora.
 
El discurso tóxico de la mayoría de los economistas neoliberales, como voceros del poder económico concentrado, amplificado en gran parte de los medios de comunicación, construyó el sentido común acerca de que no es conveniente la administración y control de acceso a la moneda extranjera. El saldo no ha sido otro que una crisis catastrófica.
 
Así fue durante la dictadura militar, que tuvo el estallido de la tablita cambiaria previa desregulación total del mercado. Fue el comienzo de un proceso de dolarización destructiva de la economía argentina con esa política neoliberal extrema liderada por José Alfredo Martínez de Hoz. Después se consolidó con la fantasía de pensar que un peso era igual a un dólar, el experimento de Domingo Felipe Cavallo equiparando ambas monedas para contratos y créditos, con apertura irrestricta al ingreso de capitales especulativos. Explotó en el 2001.
 
Ahora, la economía macrista diseñó un esquema similar de apertura financiera total, desregulación absoluta del mercado de cambios y un endeudamiento desaforado que se volvió impagable. El saldo no podía ser otro que el estallido de esa política con costos sociolaborales inmensos, como pasó con la política económica de la última dictadura militar de Videla y la convertibilidad de Menem.
 
Macri se despide con default y "cepo", a la fuerza tuvo que reimplantar un control de cambios, lo que el fundamentalismo neoliberal había eliminado y él mismo había festejado. Asistimos así a un episodio más del fin de un ciclo. No el fin de un gobierno, sino el ocaso de una idea. El tercer o cuarto fracaso en el intento de modelar a la Argentina de acuerdo a los principios de un neoliberalismo salvaje. El país atendido por sus propios dueños, los ricos, que termina en una crisis catastrófica.
 
La Opinión Popular

 
CONTROL CAMBIARIO, RESTRICCIÓN A LA COMPRA DE DÓLARES Y LIQUIDACIÓN INMEDIATA OBLIGATORIA PARA EXPORTADORES
 
Ultimo recurso buscando evitar el estallido
 
El gobierno estableció controles de capitales y limitó la venta de dólares en un nuevo intento por frenar la corrida cambiaria que hace tambalear la economía argentina. Las regulaciones cambiarias de emergencia fueron implementadas a través de un decreto firmado por el presidente Mauricio Macri que ya entró en vigencia.
 
Las instrumentos para administrar la fuga de capitales restringen la compra de divisas hasta 10 mil dólares mensuales para atesoramiento, bloquean la remisión al exterior de las ganancias de las empresas y obligan a las exportadoras a liquidar los dólares de sus operaciones en un plazo de hasta 5 días hábiles. La normativa del Banco Central dispone que las herramientas estarán vigentes hasta fin de año.
 
Con la tardía reposición de algunos de los mecanismos de administración del mercado cambiario que existían hasta 2015 y la reestructuración compulsiva de la deuda de cortísimo plazo que patea la carga de los vencimientos al próximo gobierno, el gobierno espera garantizarse disponibilidad de dólares que le permita finalizar el mandato sin nuevos sobresaltos en la cotización de la moneda estadounidense. Ninguna de las medidas anunciadas contiene la estampida de capitales financieros.
 
Los encargados de implementar los controles admiten que la crisis financiera generó pánico entre los pequeños ahorristas y, por eso, enfatizan que no habrá restricciones para retirar dólares de los bancos. Como reaseguro habilitan a las entidades financieras a extender el horario de atención al público hasta las 17 horas aunque la decisión dependerá de cada banco.
 
La celeridad en el retiro de los depósitos del sistema bancario que acompañará los anuncios dominicales dependerá de la capacidad de cada entidad para abastecer los pedidos en sus distintas sucursales. Algunos de los instrumentos anunciados el domingo formaban parte de los mecanismos de administración del mercado de cambios utilizados para hacer frente a la escasez de dólares durante el gobierno anterior.
 
El celebrado desmantelamiento de las demonizadas regulaciones financieras y normativas cambiarias registrado desde el inicio de la administración Cambiemos exacerbó la fragilidad externa de la economía argentina hasta dejarla al borde del colapso.
 
El presidente del Banco Central, Guido Sandleris, y el titular del Palacio de Hacienda, Hernán Lacunza, son los encargados de informar las medidas a los banqueros y empresarios. Los funcionarios reportaron las medidas al Staff del Fondo Monetario Internacional y mantuvieron una conversación con los referentes económicos del Frente de Todos. El diagnóstico oficial es que con el precio del dólar por las nubes y una política de ahogo monetario, los distintos controles de cambios deberían garantizar holgura para evitar un estallido.
 
*Restricciones para la compra de divisas: A partir de este lunes los individuos sólo podrán comprar hasta 10 mil dólares mensuales para atesoramiento. Cualquier operación que pretenda superar ese monto, como la compra de dólares para concretar la adquisición de un inmueble, requerirá la autorización del BCRA. Las personas interesadas en saltar el umbral deberán justificar para qué requieren esos dólares a su banco y éste solicitará el permiso a las autoridades regulatorias. Las estadísticas oficiales muestran que las compras de billetes hasta 10 mil dólares representaron en julio el 69 por ciento de todas las operaciones. En mayo de 2016 la autoridad monetaria elevó de 2 a 5 millones el máximo para la compra de dólares y tres meses después anunciaba la eliminación definitiva de los topes ("uno de los pasos finales en la remoción de las restricciones cambiarias heredadas, siguiendo el camino iniciado con la liberación del cepo", celebraba entonces el BCRA en su comunicado). El tope para enviar divisas a cuentas en el exterior será de 10 mil dólares para las personas físicas. Por encima de ese tope se requerirá autorización. No hay restricciones para las operaciones realizadas en el exterior.
 
*Cuentas en dólares y horario extendido en bancos: Las medidas anunciadas, enfatizan en el gobierno, no contemplan ningún tipo de restricción para la extracción de dólares y pesos de las cuentas bancarias. Como reconocen que el pánico asociado a la profundización de la crisis llevó a muchas personas a retirar sus ahorros se decidió habilitar la extensión del horario de atención en los bancos de 10 a 17 horas durante septiembre. La medida será evaluada e implementada a discreción por cada entidad financiera. Las entidades extranjeras son las más interesadas en la extensión de plazos. Los trabajadores bancarios, reconocen las autoridades, deberán ser compensados por las horas extra.
 
*Controles a la compra de dólares de grandes empresas: El BCRA decidió no venderle más dólares a las empresas para que los atesoren sin un destino específico. Las operaciones destinadas a financiar importaciones y el pago de deudas en moneda extranjera no requieren ningún tipo de autorización. Cuando las empresas quieran comprar dólares para ahorrar, cualquiera sea la cantidad, deberán solicitar una autorización. No se anunciaron medidas adicionales para evitar que la fuga de capitales mediante operaciones de importación simuladas o infladas.
 
*Utilidades y dividendos: La remisión de las ganancias a las casas matrices quedará sujeta al visto bueno del Banco Central. Las empresas ya no podrán enviar utilidades y dividendos de manera automática sino que deberán contar con la conformidad previa de la autoridad monetaria. Las entidades financieras quedaron alcanzadas por una normativa similar la semana pasada. Las cuentas externas muestran que muchas empresas se anticiparon a las medidas y aceleraron la remisión de sus ganancias al exterior.
 
*¿Quién y cómo se define la venta de dólares por encima de los límites?: El relanzamiento de los controles cambiarios será acompañado por la revitalización de la Gerencia de Exterior y Cambios del BCRA aunque tendrá una denominación aggiornada a la retórica oficial. Los parámetros que utilizarán para definir cuáles son las empresas que pueden remitir utilidades al exterior o qué personas pueden adquirir más de 10 mil dólares en un mes no fueron establecidos.
 
*Liquidación de los dólares de las exportaciones: Después de permitir que los exportadores no ingresen los dólares que generaban el gobierno decidió establecer plazos para que esas divisas sean liquidadas en el mercado cambiario local. Con el objetivo de aumentar la oferta de dólares, las compañías van a tener que vender los billetes generados por las exportaciones en los 5 días hábiles posteriores al cobro o 180 días corridos después del permiso de embarque (lo que sea más corto). En el caso del sector agroexportador y el resto de las commodities, el plazo en tiempos será de 15 días. La normativa apunta a ampliar la oferta de divisas. La disposición se suma al tímido e inocuo intento anunciado la semana pasada por el BCRA para que las cerealeras ingresen dólares.
 
*Opciones para las empresas atrapadas por la reestructuración unilateral de letras de corto plazo: En lugar de cobrar el 15 por ciento de sus acreencias al vencimiento y esperar hasta seis meses para cobrar, al momento de la maduración de sus tenencias reperfiladas de Letes, Lecaps, Lecer o Lelinks, las empresas podrán utilizar para cancelar deudas previsionales vencidas. En otras palabras, usar créditos defaulteados para pagar deudas atrasadas con el sistema de la seguridad social. También se corrigieron algunas imprecisiones del anuncio original que fue realizado el miércoles que pusieron en riesgo el funcionamiento de los Fondos Comunes de Inversión. La normativa contempla, a su vez, restricciones para que los bancos realicen maniobras de contado con liquidación.
 
Por Tomás Lukin
 
Fuente: Página12
 

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25-10-2025 / 10:10
En el contexto de una furiosa batalla mundial por el control de chips, de tecnología de baterías de litio y nuevas fuentes de energía, la designación de Pablo Quirno como canciller, un economista sin experiencia en la diplomacia, pero relacionado estrechamente con el fondo de inversiones JP Morgan, dio pistas sobre las garantías requeridas a cambio de la intervención financiera del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
 
El diario The Wall Street Journal publicó que el apoyo de Estados Unidzos a Javier Milei se basa en el interés por conseguir nuevas fuentes de aprovisionamiento de uranio. El uranio argentino está en la mira. "Ha quedado dolorosamente claro que Estados Unidos se ha vuelto demasiado dependiente de fuentes poco fiables de minerales, productos y manufacturas críticas, todas ellas esenciales para nuestra seguridad nacional", explicó a mediados de octubre de este año Jamie Dimon, cabeza de este grupo que especula con bonos en Wall Street y en todo el mundo.
 
Dimon formuló estas declaraciones al presentar el informe Security and Resiliency Initiative, el ambicioso programa de inversiones del JP Morgan. En ese comunicado, Dimon se refirió concretamente a la estrecha ligazón de la institución financiera que dirige, con la seguridad nacional y los intereses económicos de los Estados Unidos. No es una empresa alejada de la política, sino que sus metas coinciden abiertamente con las de Estados Unidos como potencia hegemonista.
 
El concepto de "poco fiables", aludió básicamente a China, Rusia y otros países asiáticos. Cuando el presidente estadounidense Donald Trump anunció que aplicaría aranceles abusivos a los productos chinos, la respuesta de los agredidos fue suspender las compras de soja y la venta de tierras raras. China compraba el 50 por ciento de la soja norteamericana y los abastecía con la mayor parte de las tierras raras que insume la industria electrónica.
 
Con una política de defensa del interés nacional, Argentina tiene posibilidades de inserción en ese escenario tan complejo porque, además de la producción de alimentos, tiene riqueza en el litio que consumen las baterías de la industria electrónica y además tiene reservas de uranio y un desarrollo nuclear propio con capacidad de exportación de reactores con tecnología desarrollada en el país.
 
El concepto de "poco fiables" para la seguridad nacional de los Estados Unidos le agrega otra condición a cualquier negociación con el JP Morgan en las áreas que ellos han definido, como el litio y la energía nuclear. El concepto implica que los Estados Unidos tienen que tener control sobre "esos productos esenciales para nuestra seguridad nacional".
 
Argentina es un país independiente, no es otra estrella en la bandera de los Estados Unidos. Además, es un país democrático. Mañana puede cambiar el gobierno. La pregunta es cuáles serían entonces las medidas que exige el JP Morgan para que sean "fiables" las concesiones que haga la política entreguista de este gobierno.
 
Estados Unidos está perdiendo suministros estratégicos a manos de sus competidores y parece decidido a reemplazarlos por otras fuentes en América Latina. Y para eso necesita impedir el desarrollo local de industrias que incorporen valor agregado a sus riquezas naturales.
 
En esa visión del mundo, en la que América Latina funcionaría como una cantera de materias primas para salvar al hegemón de su decadencia, resulta inconcebible, y hasta lesivo para ellos, que Argentina desarrolle una industria nuclear de punta y competitiva. El país tiene grandes reservas de uranio sobre todo en la provincia de Chubut, y también en Mendoza, Río Negro, La Rioja y Salta.
 

24-10-2025 / 07:10
Donald Trump, JP Morgan y el FMI apuntalan un modelo anarco capitalista que se derrumba. Con el dólar contenido artificialmente y un salto en el endeudamiento, el gobierno de Javier "el Loco" Milei llega arrastrándose a las elecciones legislativas. El capital extranjero y el gran empresariado local preparan una nueva ofensiva contra los trabajadores. La confusión es mayúscula; la desconfianza, también. Solo el voto al peronismo puede enfrentar este proyecto de saqueo y entrega.
 
A solo días de las elecciones legislativas del 26 de octubre, el nuevo informe de Trespuntozero marca una tendencia clara de recuperación del voto peronista, en contraste con el estancamiento del oficialismo libertario. Según los datos, Fuerza Patria (FP) alcanza el 46,2 por ciento de intención de voto nacional, frente a un 40 por ciento de La Libertad Avanza (LLA). Milei llega al 26 de octubre sostenido solo por los yanquis.
 
El sondeo, realizado en seis provincias clave (Buenos Aires, CABA, Córdoba, Santa Fe, Mendoza y Tucumán) más un muestreo nacional complementario, deja ver que la gestión de Javier Milei acumula un 54 por ciento de imagen negativa y apenas un 42 por ciento positiva, con caídas en casi todos los distritos principales
 
En la provincia de Buenos Aires, Jorge Taiana (FP) se consolida con el 47,1 por ciento, superando a Diego Santilli (LLA), que apenas llega al 38,7 por ciento. En Santa Fe, la candidata peronista Caren Tepp achicó la distancia con el libertario Agustín Pellegrini, situándose en un 32 por ciento frente al 34,6 por ciento, en un distrito históricamente adverso para el PJ
 
Para la Casa Rosada, Córdoba es otra vez la madre de todas las batallas. Si ganan la provincia mediterránea pueden evitar el papelón de presentarse como la fuerza que representa la iniciativa privada y perder en el corazón productivo del país real (Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe).

El estudio también revela un dato clave: el 73,3 por ciento del electorado afirma tener "muchas ganas" de ir a votar, lo que podría favorecer a los espacios opositores tras un año de malestar social y ajuste económico. "El 50 por ciento de los argentinos llega a fin de mes usando ahorros o endeudándose", advirtió Raúl Timerman, quien señaló que la pérdida del poder adquisitivo es el principal motor del voto castigo.

La encuesta expone un creciente desencanto con el modelo económico libertario, que se refleja tanto en los indicadores de gestión como en la caída de intención de voto en Córdoba, Mendoza y Tucumán. En palabras de Timerman, "la adhesión al peronismo aumentó discretamente, la de LLA se estancó y lo que se redujo fue el universo de indecisos".

Los datos consolidan una tendencia que preocupa al desquiciado Milei en la recta final: la elección se nacionalizó alrededor del malestar económico, y los números muestran que su narrativa de recuperación pierde fuerza frente al voto opositor. Es horrible todo lo que está pasando y se huele el miedo en el oficialismo. El caos consume a un gobierno sin plan y sin cabeza. El Presidente no conduce. Nadie conduce. La anarquía, de novedad virtuosa pasó a virus letal. 

La Opinión Popular
 

23-10-2025 / 08:10
En el ocaso de una campaña sin épica, Javier "el Cipayo" Milei enfrenta el miedo más grande de su propio gobierno: quedar sin el tercio legislativo que sostiene su poder político seudo democrático. El que hace un año prometía "refundar la Argentina", llega a la elección del 26 de octubre devaluado, aislado y con un discurso cada vez más errático, mientras las encuestas anticipan una caída que podría dejar a La Libertad Avanza sin capacidad de defensa en el Congreso.
 
Consultado por Guillermo Andino sobre qué consideraría un "buen resultado", el presidente no habló de ganar ni de convencer, sino de sobrevivir: "Uno que me asegure un tercio en la Cámara, que es una pared de defensa", admitió Milei, resignado a celebrar un empate como si fuera un triunfo. Esa "pared" es lo único que separa al Gobierno anarco capitalista del colapso institucional. Sin ese tercio, el oficialismo perdería poder de veto sobre leyes opositoras, vería caer sus DNU y hasta quedaría a tiro de un eventual juicio político, algo que hoy se comenta en voz baja en despachos peronistas y radicales.
 
Según un informe elaborado por el politólogo Gonzalo Taboada, el Gobierno solo mantendría control con un 39 por ciento de los votos, cifra que nadie se anima a pronosticar. En el escenario más optimista, Milei llegaría a 104 diputados sumando el PRO y algunos gobernadores aliados; pero con un resultado más realista, cercano al 32 por ciento, el oficialismo quedaría a merced de bloques provinciales y de una oposición fortalecida, con 109 bancas y capacidad de bloquear cualquier iniciativa presidencial.
 
En el peor escenario, con un 30 por ciento o menos, La Libertad Avanza ni siquiera lograría conformar el tercio propio ni sumando al PRO, lo que significaría una catástrofe política. "Una elección de 30 por ciento o menos es el número del abismo", señaló Taboada. "En ese escenario el Gobierno dependería de los árbitros, perdería autonomía y quedaría sin margen de maniobra".
 
La situación no sorprende a quienes observan el deterioro del poder libertario. El desquiciado Milei, que se soñó emperador, terminó mendigando apoyo a Donald Trump, mientras su ministro de Economía intenta contener una recesión que ya acumula dos años consecutivos, con inflación persistente y un dólar que sigue escalando.
 
A la crisis económica se suma una soledad política creciente. Karina "la Coimera" Milei se atrincheró en la Secretaría General, Santiago Caputo perdió influencia y el vínculo con los gobernadores aliados se tensó al extremo. El PRO ya no se comporta como socio, sino como tutor de un Gobierno que no logra ordenar su propia tropa.
 
La estrategia electoral del oficialismo se limitó a campañas de miedo, spots improvisados y discursos cargados de enojo, sin propuestas ni respuestas ante el descontento social. Milei dejó de hablar de "reformas estructurales" para conformarse con conservar la silla presidencial y evitar el aislamiento total.
 
"Pasar de un balotaje con 55 por ciento a una legislativa que arranque con un 20 y pico sería un golpe devastador", reconoció un operador libertario que, en privado, admite que el Gobierno festejará si logra un empate técnico. La foto final podría marcar un antes y un después. Si Milei no alcanza el tercio, su relato de liderazgo "anticasta" trucho quedará pulverizado y su futuro político dependerá de los mismos actores a los que prometió "dinamitar". La elección del domingo, más que una prueba electoral, será un plebiscito sobre su propia capacidad de gobernar.
 
La Opinión Popular
 

22-10-2025 / 11:10
A cinco días de las elecciones legislativas de medio término, la economía argentina volvió a quedar atrapada en un torbellino de tensiones cambiarias y el Banco Central debió volver a intervenir para que el dólar mayorista no superara el techo de la banda de flotación.
 
Ni las intervenciones del Tesoro de Estados Unidos, ni la firma del swap con Washington, ni el anuncio de una recompra de bonos alcanzaron para calmar la incertidumbre del mercado, que se mueve bajo una sola lógica: cubrirse como sea ante el riesgo electoral, aun pagando precios récord por el dólar y desarmando posiciones en acciones y bonos soberanos.
 
El sueño de Javier "el Cipayo" Milei de conseguir un megacrédito internacional empieza a tambalearse. Los gigantes financieros de Wall Street pusieron el freno y exigen garantías concretas antes de liberar los 20 mil millones de dólares prometidos. En la Casa Rosada, el discurso libertario suena fuerte, pero los bancos no compran humo: quieren saber quién paga si el país vuelve a tropezar con su historia de impagos.
 
El plan oficial buscaba armar una línea de financiamiento para reforzar reservas y dar aire al Gobierno, pero el entusiasmo se pinchó rápido. Desde el JP Morgan hasta el Citi, todos coincidieron en algo: Argentina necesita mostrar activos reales o un respaldo estatal sólido, algo que Milei se resiste a ofrecer en su cruzada contra el "Estado elefante".
 
La tensión se siente en los despachos. Mientras el ministro Luis "Toto" Caputo negocia contrarreloj, los operadores financieros miran los indicadores y ven lo mismo que los argentinos: un déficit que sigue sin cerrarse y un dólar que sube como fiebre sin Paracetamol. Cada día sin definición profundiza la desconfianza y pone más presión sobre el presidente, que esperaba anunciar el acuerdo como una victoria política.
 
Para los banqueros, el problema no es ideológico sino contable. Quieren garantías, y las quieren por escrito. Sin eso, los 20 mil millones seguirán siendo una promesa tan etérea como las teorías de "mercado libre" que Milei repite frente a los micrófonos. En el país ya se habla de "default técnico disfrazado de negociación", y los rumores empujan los bonos argentinos a la baja.
 
Desde su entorno intentan minimizar la situación, pero las fuentes financieras son tajantes: el préstamo no está cerrado y no lo estará hasta que el Gobierno muestre números concretos. Entre tanto, en los pasillos del poder ya suena un murmullo incómodo: "Si ni los bancos le creen, ¿Quién va a prestarle a la Argentina?"
 
El Banco Central tuvo que vender divisas de las reservas, ya casi exhaustas, para que la demanda mayorista no hiciera volar el techo de la banda cambiaria. Los anuncios oficiales pasan desapercibidos.
 
La Opinión Popular
 

21-10-2025 / 11:10
El yanqui Donald Trump hizo un demoledor diagnóstico sobre la desatrosa situación económica en la Argentina para justificar el "rescate" al gobierno anarco capitalista de Javier "el Cipayo" Milei, un tema que le está generando muchas críticas internas. "No tienen nada, están muriendo", afirmó el presidente. Con ese análisis, el swap no alcanzó, caen las acciones y el dólar quedó a 1% de la banda.
 
Cuestionado por una periodista por la posibilidad de que EEUU compre carne argentina, una medida que perjudicaría a los productores estadounidenses como ya pasó con la soja, Trump se ofuscó y respondió: "Señorita usted no sabe nada de esto, Argentina está luchando por su vida". "Están luchando por su vida. A Argentina no los beneficia en nada. ¿Entiendes lo que eso significa? No tienen dinero, no tienen nada. Están luchando muy duro por sobrevivir, están muriendo", justificó Trump. Lo dijo a pesar de que no se vean cadáveres en las calles.
 
Trump dijo que intentará ayudar a la Argentina a "sobrevivir en un mundo libre" porque le "gusta" el presidente Milei. "Creo que está intentando hacerlo lo mejor que puede, pero no hagas que parezca que lo están pasando bien, están muriendo. Están muriendo", lanzó. Se trata de la segunda vez en menos de una semana que el presidente de EEUU intenta ayudar al chupamedia Milei, pero lo termina hundiendo.
 
El martes pasado, durante la reunión en la Casa Blanca, le reiteró el apoyo, pero advirtió que está atado al resultado de las elecciones del 26 de octubre. "Si pierde, no seremos generosos con la Argentina", dijo Trump generando un desplome en los mercados. El gobierno de Milei tuvo que salir a aclarar por todos lados que se refería a las elecciones de 2027, pero Trump reiteró en sus redes que se refería a las de medio término. Días después, Milei se enojó con un periodista que le preguntó sobre esa frase y enojado respondió que fue malinterpretada por el Grupo Clarín.
 
Las palabras del mandatario yanqui obligaron a una rápida reacción oficial. El vocero presidencial, Manuel "Cara de Piedra" Adorni, buscó relativizar el impacto y pidió "entender el contexto". Sin embargo, terminó admitiendo que "claramente no somos un país al que le vaya bien", al enumerar inflación mensual del 2%, riesgo país en torno a los 1.000 puntos y un clima electoral enrarecido.
 
El Banco Central (BCRA) firmó el acuerdo de swap con EE. UU. por U$S 20.000 millones. A pesar del anuncio, el riesgo país se ubicó por encima de los 1000 puntos, los ADRs de empresas argentinas cayeron hasta 5% y el dólar cerró en $1495. Otro anuncio de la Secretaría de Finanzas, de toma de deuda con el JP Morgan, hizo revertir algo la caída de bonos. No alcanzó con el Tesoro, se suman los "bancos internacionales amigos" al saqueo y la rapiña.
 
Mientras Trump describió a la Argentina como un país "sin dinero" y "peleando por sobrevivir", la respuesta libertaria se redujo a relativizar el golpe y aceptar, a medias, el diagnóstico externo. Como sea, el mercado parece ya no creer en las promesas de ayuda de Trump y espera hechos concretos. Ni siquiera las intervenciones de Scott Bessent comprando pesos han logrado frenar la volatilidad del dólar.
 
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