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                  09:04  |  Viernes 26 de Abril de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná
Groucho Marx dijo: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". En ese punto, Javier Milei es marxista.
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Nacionales - 31-08-2019 / 10:08
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

La agonía: Macri no asume la presidencia

La agonía: Macri no asume la presidencia
El mes y medio que falta hasta las elecciones de octubre, más el otro mes y medio que faltaría para el traspaso de gobierno en diciembre se presentan como una larga agonía en la que el macrismo puede arrastrar al desastre a todos los argentinos. No puede pagar sus deudas, apenas tiene fondos para gobernar, no tiene capacidad para negociar, y el bloque del capital concentrado que lo respalda, desde Clarín hasta la Mesa de Enlace, ya busca contactos con Alberto Fernández.
El país se desvive, se funde, colapsa. Pero hay autocrítica: "Lo que nos faltó estos años es darnos cuenta que la felicidad está en lo cotidiano y no en lo excepcional --chupate esa mandarina--; no sólo somos felices cuando nos vamos de compras a Miami o Los Angeles con nuestras esposas".
 
No es fakenews, no es invento ni sarcasmo. Es una ventana al alma de este gobierno. Es lo que dijo ahora el Interventor de la Administración General de Puertos, Gonzalo Mórtola en el almuerzo del Rotary de la ciudad de Buenos Aires.
 
Deja vu, farsa, tragedia y desgracia sobre este país otra vez hambreado, desempleado y quebrado. Reminiscencias de Fernando De la Rúa. Son los mismos que están ahora. Votados por los mismos votos. Y los dos terminaron en aquelarre y devastación. La historia que se repite y se ensaña.
 
No hubo elecciones, ni siquiera hay presidente electo, pero hay un gobierno que bajó los brazos, abandonado por los que lo elevaron y compartieron sus iniquidades, incapaz de detener la fuga de riqueza que promovió hasta que no quedó nada.
 
No hay plata ni para apoyar la campaña electoral bonaerense de María Eugenia Vidal que muerde su bronca en silencio. En su naturaleza estaba este final y en su naturaleza está la incapacidad de resolverlo. Es el neoliberalismo.
 
El presidente Mauricio Macri no asume la presidencia. Dice que su gobierno no es responsable de la crisis. Que la oposición tiene la culpa por haber sacado más votos que el oficialismo.
 
La culpa de la crisis --dijo-- la tiene la gente que votó por Alberto Fernández en las PASO. Pero es al revés: el resultado de las PASO fue consecuencia de la crisis que empujó todos esos votos hacia un camino diferente al neoliberalismo de Cambiemos.
 
La famosa luz al final del túnel que anunció la vice Gabriela Michetti, estaba allí, pero era la locomotora de la crisis que se le venía encima al pueblo argentino.
 
Este gobierno habilitó la especulación financiera y estimuló la fuga de capitales. Estaba acabado mucho antes de las PASO, a las que no hubiera llegado sin el préstamo gigante del Fondo Monetario.
 
El Fondo transgredió todas las normas que rigen sus préstamos con un doble objetivo: sostener a Macri hasta las elecciones, y si las perdía, condicionar a quien ganara para que negocie de rodillas.

 
La llegada de Mauricio Macri al gobierno significó una novedad en la tradición política argentina. Por primera vez la derecha franca llegaba por el respaldo electoral sin la necesidad del disfraz de un partido popular o de un golpe de Estado.
 
También es la primera vez que un gobierno de derecha no es expulsado a las patadas por grandes movilizaciones como el Cordobazo o las del 18 y 19 de diciembre del 2001.
 
Macri entró por el voto y se va por el voto. Aunque todavía no se celebraron las elecciones presidenciales, las PASO develaron el misterio por el cual las protestas contra el gobierno de Macri no culminaban en acción destituyente como operaron sin duda las del Cordobazo y las del 19-20 de diciembre.
 
En esa tradición de movilización popular era más probable que se produjera una gran rebelión destituyente. Y por otro lado, nadie esperaba la gran diferencia de votos entre el Frente de Todos y Cambiemos. Fue una sorpresa que no se diera lo primero y que se produjera lo segundo.
 
La circunstancia de ejercer el derecho a elegir, de expresar soberanía política en el voto se reveló como una herramienta incorporada al acerbo popular.
 
Hubo mucha movilización durante estos cuatro años, mucha presencia popular en las calles, y por distintos motivos, desde la defensa de los derechos humanos, hasta las Ni una menos, pasando por los conflictos laborales y sociales, las luchas contra las reformas: laboral y previsional.
 
Fue una presencia combativa, pero al mismo tiempo organizada y enfocada en un proceso político, en la necesidad extendida de conformar una alternativa concreta a la fábrica de pobreza y desempleo en que Cambiemos había convertido la Casa Rosada.
 
A diferencia del escepticismo y el descreimiento del "que se vayan todos" de principios de milenio, estos actos y marchas estuvieron signados por la esperanza de que la política diera respuesta.
 
Esas movilizaciones no eran kirchneristas aunque fuera una de sus vertientes. Pero la experiencia de los doce años de los gobiernos de Néstor y Cristina está elaborada y asimilada como parte de una memoria colectiva.
 
El hecho que la dispersión que produjo la derrota de 2015 fuera contenida en gran medida, permitió que se preservara un núcleo fuerte y masivo con el liderazgo y la capacidad de generar una convocatoria más amplia.
 
Esos enunciados no tomaban la forma de un discurso ni programa o convocatoria. Cristina Kirchner ya habló de un frente de unidad con todos en el acto que se realizó en Comodoro Py cuando fue citada a declarar, en abril del 2016, pocas semanas después de que asumiera el macrismo.
 
Fue reflejo político tras la derrota de Daniel Scioli, pero no era un invento de la ex presidenta, sino que recogía una expectativa que empezaba a tomar cuerpo en una parte de la sociedad.
 
Esa idea más o menos difusa en los sectores populares acompañó las protestas contra el gobierno bajo la forma más líquida del deseo o la esperanza. Hasta que la situación tocó fondo y la crisis habilitó el ingrediente que faltaba y cristalizó esa expectativa en la proclamación de la fórmula que encabezan Alberto Fernández con Cristina Kirchner.
 
Roberto Lavagna y Alberto Fernández, como expresiones opositoras, aportaron lo que han podido para que el derrumbe del macrismo no se convierta en una catástrofe institucional.
 
Pero el gobierno despilfarró el préstamo del FMI antes de llegar siquiera a las elecciones presidenciales. Como era su único sustento, al mismo tiempo que despilfarró el préstamo, dilapidó gobernabilidad.
 
El mes y medio que falta hasta las elecciones de octubre, más el otro mes y medio que faltaría para el traspaso de gobierno en diciembre se presentan como una larga agonía en la que el macrismo puede arrastrar al desastre a todos los argentinos.
 
No puede pagar sus deudas, apenas tiene fondos para gobernar, no tiene capacidad para negociar, y el bloque del capital concentrado que lo respalda, desde Clarín hasta la Mesa de Enlace, ya busca contactos con Alberto Fernández.
 
El tiempo está destruyendo a la administración macrista. Enorme enseñanza para los que indujeron el discurso del odio: las fuerzas que fueron perseguidas y difamadas durante estos cuatro años por el macrismo, tanto aquellas del sindicalismo combativo, como del kirchnerismo y de los movimientos sociales, son las únicas que podrían estar en condiciones de sostener la transición.
 
Tampoco está claro que lo lograrían aún cuando se lo propusieran, pero son los únicos a los que el macrismo podría recurrir.
 
Es una carrera contra el tiempo cuyo resultado nadie se atreve a predecir. Y a nadie le conviene un derrumbe descontrolado que tendría consecuencias desastrosas porque donde siempre golpea más la crisis es en los más humildes y porque son siempre esos sectores los que ponen la sangre cuando hay represión.
 
Faltan poco más de tres meses pero el hambre no espera, aunque ya no sea más que una cuestión de paciencia. Es una ecuación difícil en la que incluso la política tiene pocos resortes para intervenir.
 
Más allá del derecho de todo el mundo a expresarse, en este escenario la marcha de respaldo a Mauricio Macri de la semana pasada aparece como un gesto grotesco para sostener a un personaje apabullado que ya ni quiere que lo sostengan y que salió al balcón para despedirse antes que lo echen.
 
En su desesperación, los periodistas del oficialismo exhiben esa expresión del grotesco de la política como si fuera un gesto de enorme valor ciudadano. El martes, los movimientos sociales movilizaron el doble de personas contra el hambre y esos periodistas ni lo mencionaron.
 
El globo de indignaciones sobreactuadas y falsas verdades del macrismo se desinfla con la crisis. Los discursos engolados de Elisa Carrió ya no indignan, igual que el denuncismo amarillista de los medios y periodistas oficialistas.
 
Todo eso va quedando al desnudo como un discurso mentiroso que se usó para ocultar mezquindades, bajas ambiciones y negociados de alto nivel.
 
Por Luis Bruschtein
 
Fuente: Página12
 

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25-04-2024 / 09:04
El guarango presidente de la Nación, Javier "el Loco"  Milei, brindó un verdadero stand up en la cena anual de la ultra liberal Fundación Libertad, en la que por momentos provocó vergüenza ajena, inclusive entre los comensales que no podían creer lo que estaban escuchando. Milei se reencontró con Mauricio Macri, celebró su ajuste neoliberal feroz, hizo chistes groseros y bizarros (todos malos) y se burló de economistas y sectores opositores.

"¿Quieren saber cómo va a crecer la economía? Va a crecer como pedo de buzo", afirmó insólitamente Milei y se llevó los aplausos de los trolls rentados libertarios que estaban en la sala. Luego Milei apuntó contra Carlos Melconian
, de quien se burló con una imitación de su voz porque es crítico de su gestión: "se equivocó feo". "Qué quieren que les diga si había uno que decía no podés dolarizar si no hay fideos, no hay tuco... Es más fácil tirar volquetes de estiércol antes que reconocer el error", aseveró Milei. Claro, la frase y el tono de Milei cayó mal en la gente y eso le molestó al Presidente: "Si los que están murmurando se comieron el verso, lo siento. Im So Sorry, la vida es así", completó.


El stand up de Milei fue insoportable. No cabe otra definición. Ya seguirlo por YouTube resultaba tortuoso. Imposible imaginar tener que verlo en vivo. Fue por eso que los medios afines al Gobierno anarco capitalista rápidamente lo sacaron del aire. Cuando no habían pasado ni 20 minutos del inicio, tanto TN como LN+ continuaron con su programación habitual. Las arengas libertarias de "el Loco" parece que van perdiendo rating.

Milei habló de su propio ajuste. Lo celebró repitiendo las mismas falacias e invenciones que viene diciendo desde el 10 de diciembre e incluso desde antes. En ese auto-elogio delirante, comparó a Luis Caputo y Patricia Bullrich con Lionel Messi, haciendo rechinar los oídos de más de uno. Milei ya camina sobre terreno resbaladizo. La prepotencia y los chistes malos tienen su lado "delarrúesco".
 
El discurso de este miércoles pareció hecho dentro de una burbuja de gas. Un discurso de casta, ajeno a la dura realidad que sufren las mayorías populares con el áspero golpe que ya representan los nuevos tarifazos. A una pobreza que se extiende de la mano de la recesión, por más que el presidente celebre el relativo enlentecimiento de la inflación.
 
En la cena de la Fundación Libertad, Milei eligió hablar de miles de cosas para no hablar de lo evidente: el enorme golpe político a su Gobierno que significó la masiva marcha universitaria. El presidente apenas musitó la frase "causa noble" para aludir elípticamente al reclamo que este martes llevó a un millón de personas a las calles de todo el país. Un golpe político que cambió de discurso, pasando de la prepotencia al lamento.
 
Este miércoles Milei habló como si viviera en una nube de gas. Esa arrogancia se vio muchas veces en la política argentina. Gobiernos civiles y regímenes militares completamente disociados de los intereses y deseos de las mayorías populares. El resultado, fue, muchísimas veces, la rebelión popular. La lucha en las calles. La emergencia de la clase trabajadora, la juventud y el pueblo pobre como actores combativos de un cambio profundo de la sociedad. La arrogancia de Milei pavimenta el camino en esa dirección.
 
La Opinión Popular

24-04-2024 / 10:04
La Marcha Federal Universitaria reunió a un millón de personas en todo el país. Fue en defensa de la universidad pública y desbordó las calles y avenidas porteñas transformándose en un hito de rechazo al irracional ajuste anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei. Encabezados por docentes y estudiantes, cerca de un millón de personas en todo el país hizo naufragar el operativo represivo con el que amenazó la macrista Patricia Bullrich, que se quedó con las ganas de reprimir.
 
La primera marcha fue del movimiento obrero, el 24 de enero, contra el DNU, la ley ómnibus y la flexibilización laboral; la segunda fue el 24 de marzo por los derechos humanos. Y esta ha sido la tercera gran marcha contra el gobierno libertariano de Milei, movilizada por la comunidad educativa en defensa de la educación pública. Y cada vez fue mayor.
 
El espíritu de la producción y el trabajo representado en los trabajadores, el espíritu moral y ético que simbolizan las Madres y las Abuelas y el espíritu cultural del país que alimentan las escuelas, colegios y universidades, fueron los atacados por este gobierno y los primeros en reaccionar. Hay más que tres marchas en juego, entre las tres, además de su masividad expresan la esencia de un país. Para este gobierno, todo es corrupción, menos los corruptos, a los que concibe como "héroes" que fugan millones, abusan de los precios o especulan en la bicicleta financiera.
 
El gobierno despreció esta marcha porque -dijeron- la organizaron y participaron los que no quieren la auditoría de las universidades. "Son los que se favorecen con este sistema de corrupción y no quieren perder sus beneficios", dijeron por la televisión. Y Bullrich la calificó de "rara". Defender la universidad gratuita que el gobierno quiere cerrar es "raro". Todo el relato se monta sobre grandes mentiras que se reproducen en las redes hasta el infinito, porque las universidades tienen sus propios sistemas de auditorías.
 
Pero todo es corrupción, menos los corruptos. Igual que Mauricio Macri, hablan del curro de los derechos humanos y cuando no pueden comprar a los sindicalistas, los acusan de corruptos. Pero la verdadera corrupción, la que sí equivale a un PBI, es la que fugó 400 mil millones de dólares, los dueños de las offshore que reciben a Milei en el Llao Llao, los que colocaron a sus gerentes en las decisiones de política económica y en las empresas del Estado.
 
La enorme movilización de ayer fue la más grande en muchos años. Las fotos aéreas lo reafirman. Más las grandes movilizaciones que se realizaron en Mar del Plata, Córdoba, Tucumán, Misiones, Mendoza, Paraná y demás, dejaron en claro que el gobierno tendrá problemas si busca destruir a la educación pública.
 
Es probable que las movilizaciones no le muevan el amperímetro a Milei, que se pasó la tarde en las redes, igual que su vice que trató de humillar a Hebe de Bonafini. El Loco Milei confía más en sus modelos matemáticos que, como tales, nunca son la realidad, sino su representación: un modelo de números sin seres humanos, como los que mostró en la cadena nacional de radio y televisión el lunes. Le interesan esos números voladores y no los seres humanos, imperfectos y corrompibles. Pero ojo, las frías matemáticas son manipulables y manipuladas en este caso.
 
La Opinión Popular
 

23-04-2024 / 10:04
Finalmente, habrá que tomárselo en serio. El presidente Javier Milei es un loco. Por lo general, estas personas tienen una relación de literalidad con las palabras. No es broma cuando dice que quiere destruir el Estado. Ese es su objetivo y, a menos que el pueblo se lo impida, lo concretará con el ahogo económico más una campaña de desprestigio. El inaudito ataque a la educación y la universidad públicas intentan tapar el desastre económico. Hoy 23 de abril, Milei conocerá el juicio que las medidas de su gobierno están concitando en amplias franjas sociales, políticas, intelectuales y culturales. La mejor encuesta.
 
Milei, como es sabido, tuvo una carrera académica mediocre, incompleta y de irregular desempeño en entidades privadas, cuyos "logros" son hasta el momento desconocidos. Con su religión privatista y ultra individualista, odia a la universidad pública. Su saña contra las universidades públicas comenzó apenas asumió la presidencia, cuando repitió el presupuesto de 2023 para las casas de estudios. La Universidad pública está siendo amenazada por un grupo fanático, dotado de un liberalismo ultramontano, que ocupa circunstancialmente la Casa Rosada, ese reino actual de la improvisación, la insensatez y los intereses espurios vinculados a las clases más ricas de la sociedad.
 
Con una inflación anual cercana al 300%, el congelamiento del presupuesto significa una reducción del 72%, como lo afirma el último informe del Centro de investigación de la Economía Nacional (CIEN), instituto que monitorea los presupuestos universitarios. En lo que va del año, los docentes ya perdieron un 50% de sus ingresos, a lo que se agrega el desmantelamiento del Conicet y la eliminación del Ministerio de Ciencia y Tecnología.
 
A esa política de ahogo económico, se le suma la campaña de desprestigio. Con la letanía del "adoctrinamiento", Milei pretende deslegitimar una de las instituciones de mayor prestigio de la Argentina, con tres universidades (las de Buenos Aires, Córdoba y La Plata) en el podio de las 100 mejores universidades del mundo. Con esa insolencia típica de la ignorancia, impugna el supuesto "adoctrinamiento" socialista que aquejaría a estas últimas. Desde la nefasta dictadura cívico-militar genocida no se escuchaban semejantes idioteces y necedades.

Siendo un faro científico-cultural en toda la región, las universidades nacionales tienen su propio sistema de gobierno basado en la autonomía, la autarquía y el cogobierno, base del trípode de enseñanza, investigación y extensión que les legara la Reforma Universitaria de 1918. Por supuesto, un sistema que está muy lejos de imponer las verdades reveladas que inspiran al Presidente, una megalomanía que rinde culto a los próceres de la "neorreacción global" como Murray Rothbard y Von Mises, cuyo único objetivo es destruir el Estado.

Desde hace años, quienes defendemos las universidades públicas las defendemos en las aulas, en los laboratorios, en los claustros... Hoy nos toca defenderlas en la calle. Marchemos este martes 23 de abril todos por las universidades públicas. Habrá movilizaciones en todo el país protagonizadas por amplios sectores de la sociedad que defienden la educación pública. Y también contra la nueva Ley Ómnibus, la reforma laboral y el plan hambreador de saqueo y ajuste de la ultra derechista La Libertad Avanza
, que nos quieren pobres e ignorantes para manipularnos mejor.


La Opinión Popular

22-04-2024 / 10:04
Hace diez días se conoció el ranking universitario mundial QS 2024: entre las mejores 150 carreras del planeta, hay 28 de universidades argentinas. El jueves apareció otra lista, de la consultora británica Quacquarelli: la UBA quedó entre las 100 mejores universidades del mundo. Esa misma institución reconocida a nivel internacional, con más de 320 mil alumnos, hoy batalla junto a las 69 universidades e institutos universitarios del país por sobrevivir.
 
En esa lucha in crescendo contra la asfixia presupuestaria del gobierno de Javier "el Loco" Milei, el martes será un punto de inflexión. La Marcha Federal del 23 se convertirá en la primera movilización transversal contra el ajuste de la administración neoliberal libertaria que alcanza a todo: jubilados, pacientes oncológicos, comedores, científicos. Y universitarios. La movilización, de tintes históricos, será en todo el país, pero el epicentro estará en CABA. Bajo el lema "En defensa de la educación pública".
 
La asistencia está lejos de ser puramente universitaria: además de estudiantes, docentes y graduados, prometieron estar las centrales obreras (desde la CGT a las CTA), organismos de Derechos Humanos, organizaciones sociales y partidos políticos. Dirigentes como Sergio Massa y Axel Kicillof confirmaron que marcharán. No solo el presente está en juego: si algo representa la educación, es el futuro y el desarrollo de un país.
 
La Marcha Federal convocada por el Frente Sindical de Universidades Nacionales, la Federación Universitaria Argentina y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que reúne a los rectores del país, "será inédita por esta unidad impensada 15 años atrás", declaró el titular del CIN, Victor Moriñigo. Y acotó: "Mientras eligen a universidades argentinas en el mundo, acá no financian la educación. Es muy raro. Todo el mundo nos pregunta por esto".

La posición del Ejecutivo fue de intransigencia. Un delirante Milei hablando de dar la "batalla cultural" contra el "adoctrinamiento" de las universidades públicas, y el ejército troll atacando al sector. El designado subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, lejos de buscar conciliación apoya la teoría ideológica del "adoctrinamiento". Álvarez dedicó las últimas horas a llamar personalmente a cada uno de los rectores de las universidades nacionales para que se bajen de la marcha. "Promete cualquier cosa con tal que nos bajemos
, está desesperado", relató uno de ellos.


Mientras Álvarez busca conciliar posiciones con representantes de las universidades, el presidente fue muy agresivo en redes sociales. Milei replicó decenas de posteos que insultan a la universidad pública. Milei pretende un país mucho más dependiente del capital extranjero, de EEUU y sus aliados: Gran Bretaña e Israel, donde aumente la precarización laboral, la pobreza y la ignorancia. Para eso necesita un modelo de educación pública donde cada vez sean menos los que puedan acceder y donde la educación universitaria se piense al servicio de los negocios de los grandes empresarios.

El ajuste universitario puede ser un punto de inflexión para el gobierno: una encuesta de esta semana de la consultora Zuban Córdoba señala que un 89,4% aseguró está "de acuerdo" o "muy de acuerdo" en que la educación pública "es un derecho que debe ser defendido". Y un 58,5% se mostró en contra de congelar el presupuesto de las universidades. Una Argentina que gira entre la crueldad libertaria y una crisis social al borde de estallar.

La Opinión Popular

21-04-2024 / 09:04
Claramente Javier "el Loco" Milei todavía no termina de comprender que es Presidente de la Nación y que cada palabra que dice tiene repercusiones. En el mediodía de este viernes expuso en el exclusivo encuentro de empresarios que se desarrolló en el Hotel Llao Llao, ubicado cerca de la ciudad de Bariloche. Con un discurso en contra de la política de la institución a la que pertenece por ser el jefe de Estado y a favor de sus amigos, los grandes empresarios, donde los instó a delinquir. Por eso es que despotricó contra la política y las medidas que se aplican para cuidar el bolsillo de los ciudadanos.

Pero lo más grave es que el mandatario aseguró que "el que fuga es un héroe" que logró escaparse de las garras del Estado. Claramente la fuga es un delito que el Presidente no debería instar a los grandes empresarios a hacerlo. Y ya que estaba también recomendó comprar dólares en el mercado negro. Ni siquiera tiene en cuenta que esto de fugar y no invertir desfinancia y empobrece al país. ¿Está chapita?

Su discurso fue el de un gerente que se dirige a sus patrones para proponerles nuevas ofertas para conseguir ganancias. Durante una hora, Milei despotricó contra el Estado y defendió el rol de la inversión privada como único motor de la economía. Fue un discurso para el gran capital, que aplaudió ante las oportunidades que se le ofrecían desde el escenario.

Milei llegó a justificar la compra de dólares ilegales para no pagar impuestos al tiempo que rechazaba toda regulación de los mercados, sean financieros o de bienes y servicios. En ese contexto, el presidente alentó al delito de fuga de divisas: "El que fuga es un héroe, que logró escaparse de las garras del Estado", deliró. Pero después manda al Congreso la restitución de Ganancias sobre el salario de los trabajadores para conseguir recursos.
 
A diferencia de su exposición en la apertura de sesiones del Congreso, el 1° de marzo pasado, esta vez Milei no leyó, con lo que su alocución quedó librada a la libre asociación de ideas que suele llevar a cabo, camino en el que se mezclan sus diatribas contra el Estado y contra los que enfrentan sus ideas e incluye metáforas escabrosas y cifras imposibles de chequear.

Fue una pijamada de adoctrinamiento anarco capitalista y una marcada de cancha del rumbo neoliberal del país. Aunque parezca divergente para gente que maneja empresas y tiene responsabilidad sobre una parte de la economía, la puesta en escena parecía propia de una estudiantina, con un orador insultando como un adolescente y un grupo de hombres entrados en edad aplaudiendo.

La polémica afirmación de Milei es un alerta sobre lavado, por las características del blanqueo de capitales que el Gobierno incluyó en el paquete fiscal que empezó a debatirse en el Congreso esta semana, porque es permeable al ingreso de capitales ilícitos de alto perfil.

El Registro de Incentivos para Grandes Inversiones (Rigi) es una puerta de acceso camuflada, con graves visos de legalidad, para que capitales provenientes del tráfico de estupefacientes, armas y personas entre otros, ingresen al circuito económico y financiero de la República Argentina sin exigencias reales de licitud de origen y trazabilidad
, convirtiéndonos en un Narcoestado.


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