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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Nacionales - 23-08-2019 / 09:08
PANORAMA EMPRESARIO SEMANAL

Señas de truco en la transición y peligros del cogobierno de facto

Señas de truco en la transición y peligros del cogobierno de facto
¿No es acaso un riesgo para Alberto consumir los cien días de gracia de todo presidente incluso antes de sentarse en el sillón de Rivadavia? ¿No es peligroso el desgaste del cogobierno de facto al que lo forzó una victoria tan apabullante como la del 11? ¿Alcanza con decir, como ayer, “yo soy solo un candidato”? ¿Acaso le queda otra que ejercer durante la transición ese cogobierno lo más secretamente posible?
El seminario "Democracia y Desarrollo" del grupo Clarín, donde ayer se cruzaron Mauricio Macri y Alberto Fernández con apenas minutos de diferencia, probó con la misma nitidez que el charter de los banqueros brasileños que visitó al candidato del peronismo, que el poder se escurre como el agua. Y que a veces lo salpica a uno antes de tiempo.
 
¿No es acaso un riesgo para Alberto consumir los cien días de gracia de todo presidente incluso antes de sentarse en el sillón de Rivadavia? ¿No es peligroso el desgaste del cogobierno de facto al que lo forzó una victoria tan apabullante como la del 11?
 
¿Alcanza con decir, como ayer, "yo soy solo un candidato"? ¿Acaso le queda otra que ejercer durante la transición ese cogobierno lo más secretamente posible?
 
La designación de Hernán Lacunza es en sí misma un hito de ese cogobierno tácito. A Macri le permitió avanzar con el populismo de emergencia que decidió desplegar apenas perdió las PASO y que Nicolás Dujovne resistió atrincherado en el déficit cero comprometido ante el FMI.
 
A Fernández le abrió un canal de interlocución privilegiada: Lacunza fue durante muchos años (en la Fundación Capital y en el Banco Central) la mano derecha de Martín Redrado, el mismo que ayer Fernández reconoció ante la plana mayor de Clarín como uno de sus más asiduos consultores.
 
A Fernández también le aparecen insólitos aliados circunstanciales, como las petroleras. Los barones del crudo pusieron el grito en el cielo por el congelamiento preelectoral de combustibles, una puñalada que jamás esperaron del Macri que les dejó elegir al ministro del área apenas asumió.
 
Sus pataleos judiciales contra el congelamiento irán al fondo del cajón y ellos lo saben. Apenas procuran cubrirse con las demandas de eventuales juicios de accionistas o reguladores.
 
Pero sí pueden prosperar las objeciones de las provincias, que entran directamente a la Corte Suprema por la Secretaría de Originarios, llamada así precisamente porque los pleitos originarios que debía resolver el máximo tribunal eran los inter jurisdiccionales. Todo un reordenamiento del mapa de alianzas del poder en la Argentina.

 
El candidato apenas pasó a saludar y conversar un rato, pero una reunión de las tantas que se suceden en las oficinas de la calle México exhibió con nitidez hasta qué punto la agenda de Alberto Fernández ya se convirtió en la de un presidente en ejercicio. Mal que le pese.
 
Fue el jueves pasado cerca del mediodía. Al comando de campaña llegaron directamente desde Aeroparque en varias camionetas blindadas unos 20 banqueros paulistas que habían fletado especialmente un avión charter desde Guarulhos, que los esperó y los devolvió a casa al término de la cita.
 
No perdieron tiempo en pasar a ver a Nicolás Dujovne, para ese entonces ya eyectado del cargo aunque aún no se lo hubiera anunciado. Tampoco pidieron audiencia con Mauricio Macri.
 
Había ejecutivos top del Safra Bank, del Bradesco y del Itaú, pero también de bancos de inversión globales como el JP Morgan y el Citi que tienen en San Pablo sus cuarteles generales para todo el Cono Sur.
 
Los recibieron los economistas Cecilia Todesca y Ariel Schale y el politólogo Santiago Cafiero, quien desde el día anterior hacía malabares para atender de a uno a la multitud de empresarios del grupo de whatsapp "Nuestra Voz" que le escribían al exjefe de Gabinete para "tomarse un cafecito". Sin avisar al grupo, claro.
 
Los banqueros fueron al grano. "¿Van a pagar los vencimientos de deuda con privados?", preguntó uno en portuñol. "Sí. Nunca dijimos lo contrario", respondió Todesca. "¿No los preocupan los 18.000 millones de dólares en vencimientos que hay hasta fin de año?", inquirió otro.
 
"Sí, Nicolás (por Dujovne) tiene un problema", replicó Cafiero. "No, el problema lo tienen ustedes", lo cortó en seco uno de los visitantes. El trío de albertistas asintió de nuevo. El problema, admitieron, es tanto de entrantes como de salientes.
 
Ahí vino el pedido explícito. "¿Y por qué no dejan a (Guido) Sandleris en el Banco Central y dan una señal de continuidad que ahuyente los fantasmas de un default?", preguntó sin sonrojarse otro de los recién aterrizados.
 
Schale tomó nota. El economista de la Fundación ProTejer, ex subsecretario de Comercio Internacional entre 2010 y 2011 y archienemigo de Guillermo Moreno, es a quien Fernández encargó coordinar la estrategia productiva del próximo gobierno junto a Fernando Peirano y José Ignacio de Mendiguren.
 
Esa estrategia tendrá como eje desarmar "la bola de Leliqs" y bajar el costo del financiamiento para las Pymes. Según las fuentes que pudo consultar BAE Negocios en la calle México, en ningún momento se barajó que Sandleris pilotee ese viraje de 180 grados.
 
 
Remes se busca
 
El dilema para el equipo económico albertista que empieza a despuntar en el búnker es que si Sandleris sigue sacrificando reservas al ritmo de agosto (hasta anteayer acumulaba US$ 9.000 millones de sangría), para el 10 de diciembre puede no quedar nada.
 
El desembolso de 5.500 millones del FMI no está asegurado y las reservas netas (las que pueden usarse para intervenir en el mercado) no superan los 15.000 millones. Pero si no interviene para cuidarlas, la cotización del dólar puede espiralizarse con la inflación y dispararse a $80 o $100 en un abrir y cerrar de ojos.
 
Es una cuestión de especulación, no de valores de equilibrio ni de competitividad comercial. Por eso sigue latente el riesgo de otro salto, incluso aunque en términos reales el "dólar Dylan" -el que le hizo caso a Alberto y se clavó justito abajo de $60- sea el dólar más caro desde 2007.
 
¿Le conviene al Frente de Todos iniciar su mandato con el dólar más alto posible? Las opiniones en la calle México están divididas. Hay quienes creen que sí y que la severa recesión que se desató en el último año atenuará mucho el traslado a precios de la devaluación, como pasó en 2002.
 
Con matices, coinciden en eso Matías Kulfas y Todesca. Los otros, entre ellos Axel Kicillof y el metafórico Emmanuel Alvarez Agis, advierten que la economía actual está mucho más dolarizada e indexada que aquella.
 
Y que otro aumento llevaría a un escenario parecido al que Hernán Lacunza definió como "por la ventana" (sic) en el machete que llevaba en su regazo cuando lo fotografiaron al entrar a la quinta de fin de semana del Presidente.
 
Un escenario caótico, con inflación del 100% y 50% de pobreza. Un país más parecido al que gobernó Eduardo Duhalde que al que recibió después Néstor Kirchner.
 
El propio Fernández lo habló por teléfono con Lacunza anteayer, un rato antes de que lo fueran a visitar Todesca y Guillermo Nielsen a su flamante despacho en el quinto piso del Palacio de Hacienda. Es un equilibrio muy delicado donde, aunque sean adversarios en las elecciones de octubre, unos se necesitan a otros.
 
En esa charla pactaron que durante los próximos días, Lacunza insistirá en que el Central está listo para intervenir y el jefe del Frente de Todos reclamará que no le dejen vacías las arcas de Reconquista 266. Entre ambos procuran presionar al tercer actor en pugna: el Fondo Monetario. El único que puede poner los dólares que faltan para cerrar la ecuación.
 
 
Vasos comunicantes
 
Solo ese barajar y dar de nuevo puede albergar un festival de reconciliaciones como el que se puso ayer en escena en el MALBA, donde el casi seguro próximo presidente admitió públicamente el dato exclusivo publicado en esta columna el viernes pasado: que antes de las PASO se había reunido en secreto con el CEO del grupo Clarín, Héctor Magnetto. O como lo llamó él, con confianza, "Héctor".
 
En la era de Alberto, Axel y Cristina, al parecer, Mauricio vuelve a ser Macri pero Magnetto vuelve a tutearse con el inquilino de la Rosada y a sonreír de oreja a oreja al verlo.
 
 
Deshielos
  
El burdo panquecazo de los jueces de Comodoro Py en las causas sobre Odebrecht y Correo Argentino son harina de otro costal. La revocación de los procesamientos de kirchneristas y de las faltas de mérito para macristas no deben entenderse como un rebalanceo del poder tribunalicio hacia el albertismo sino como el desmoronamiento del dispositivo jurídico que consiguió armar el macrismo contra la oposición apenas asumió.
 
"Lo que estás viendo es el deshielo. De vez en cuando se va a romper un bloque grande, pero el goteo es continuo", graficó poético un operador que gasta sus suelas en la calle Talcahuano.
 
Lo sabe también Marcelo Mindlin, prócer del lobbying criollo desde los años 90, quien anteayer pasó la mañana como un ajedrecista en dos mesas simultáneas del Dashi de Figueroa Alcorta. En una de ellas desayunaba el gerente institucional del Grupo América, Gabriel Hochbaum. En otra, contigua, el bodeguero Nicolás Catena. Toda gente que recalibró sus afinidades políticas antes del 11 de agosto. Igual que Magnetto.
 
Son reflejos veloces del capital, un talento que no reconoce fronteras. El mismo del que hizo gala en su edición de esta semana la revista inglesa The Economist, que publicó un réquiem despiadado para Mauricio Macri titulado "Los límites de la tecnocracia". A rey muerto, rey puesto.
 
Por Alejandro Bercovich
 
Fuente: BAE Negocios
 

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15-11-2025 / 10:11
Desde mayo la tendencia inflacionaria es al alza pero el IPC del Indec está lejos del sufrimiento de los bolsillos argentinos. Fuertes subas sub representadas que marcan un pulso en la calle muy distinto al que registra la estadística oficial. Es la mentira de las canastas de pobreza e indigencia. En ese marco, el Gobierno de Javier "el Loco" Milei atraviesa un momento de creciente desgaste político y social, marcado por una serie de errores estratégicos, decisiones económicas controvertidas y promesas de campaña que se han diluido con el paso del tiempo.
 
Aunque el presidente continúa sosteniendo su discurso de reformas estructurales y combate contra la "casta", distintos sectores señalan falencias de gestión, inconsistencias doctrinarias y retrocesos que han afectado tanto su imagen como el rumbo de la administración. Uno de los principales focos de crítica apunta a la política económica. Pese a haber prometido libertad absoluta de mercados, el oficialismo implementó un esquema de devaluaciones administradas que contradice su discurso inicial.
 
Mientras se aplicó un crawling peg que deterioró salarios, jubilaciones y capacidad de consumo, también se produjo un reacomodamiento financiero que impactó sobre pymes y sectores productivos. El desarme de instrumentos financieros, como las letras estatales, generó un clima de incertidumbre que especialistas atribuyen a errores propios de gestión más que a herencias recibidas.
 
La gobernabilidad es otro frente de debilidad. Sin una base legislativa sólida y con tensiones internas, el oficialismo se apoyó recurrentemente en decretos, lo que debilitó la capacidad de negociación y profundizó la distancia con fuerzas aliadas y opositoras. A ello se sumó un episodio político costoso: la fallida estrategia de forzar un plebiscito anticipado, que derivó en una derrota y dejó al Presidente expuesto en su momento de mayor fragilidad.
 
La estructura de poder extremadamente concentrada, especialmente en el círculo íntimo más reducido, manejado autoritariamente por su hermana Karina, también es señalada como un factor que limita la capacidad de reacción ante crisis. Otro golpe duro llegó con el escándalo de la criptomoneda LIBRA, impulsada desde sectores cercanos al oficialismo y que terminó desplomándose abruptamente.
 
La polémica, bautizada como "Cryptogate", dañó la credibilidad presidencial, instaló dudas sobre el rol corrupto de funcionarios vinculados al proyecto y abrió interrogantes sobre eventuales responsabilidades políticas. A esto se suman los efectos sociales del ajuste. Los recortes profundos en salud pública redujeron programas, afectaron personal y dejaron en situación crítica a áreas sensibles, lo que despertó fuertes cuestionamientos desde organizaciones médicas y sociales. La contradicción entre el discurso de eficiencia estatal y la caída de prestaciones esenciales alimenta críticas sobre la orientación del ajuste.
 
En paralelo, varias promesas centrales de campaña quedaron inconclusas. La privatización de Vaca Muerta y de empresas estatales no avanzó; la ruptura de vínculos comerciales con países catalogados como "comunistas" quedó en declaraciones simbólicas más que en acciones concretas; y el supuesto desmantelamiento del sistema de planes sociales no llegó acompañado de mejoras sostenibles en la asistencia. Incluso afirmaciones erróneas sobre vacunas, como en el caso de la prevención del dengue, generaron malestar por la falta de precisión en cuestiones de salud pública. Con este panorama, Milei enfrenta un desgaste que combina problemas económicos, errores políticos y promesas que no lograron materializarse.
 
La Opinión Popular
 

15-11-2025 / 09:11
En una sincronía que se ha repetido en la historia, al tiempo que en Naciones Unidas el representante del gobierno argentino acusaba de corruptas a las víctimas de la dictadura y a sus familiares, en Washington se anunciaba un acuerdo con el gobierno de Javier "el Loco" Milei de subordinación y entrega. En Argentina, la violación de los derechos humanos, o su negación como en este caso, siempre tuvo su correlato con una relación de sumisión abyecta con Estados Unidos. La injerencia yanqui sobre su colonia argentina se profundiza. 

El miserable discurso pronunciado en la Comisión contra la Tortura de la ONU generó rechazo entre los demás presentes. En general, revictimizar a personas que han sufrido las peores aberraciones en torturas, violaciones, secuestros y desapariciones, genera repugnancia.

El funcionario al que le tocó jugar ese papel denigrante fue el subsecretario de Derechos Humanos, el siniestro Alberto Baños. Acusó a los organismos de derechos humanos, a las víctimas de la represión y a sus familiares de inventar la cifra de los 30 mil desaparecidos "para hacer negocio".
 
Este personaje tenía que responder preguntas sobre la represión del gobierno de Javier Milei a la protesta social y por el cercenamiento de políticas de derechos humanos. Pero eligió el papel más repulsivo para desacreditar a los organismos de derechos humanos que han sido quizás el aporte más democratizador que tuvo el proceso de transición democrática en la Argentina.
 
Baños es un exponente típico de un amplio sector del Poder Judicial. Se incorporó al fuero civil de la ciudad de Buenos Aires durante la dictadura y fue designado juez en el gobierno de Carlos Menem. Tuvo a su cargo algunos casos de resonancia, como la desaparición del policía de la Ciudad Arshak Karshanyan, en la que estaban sospechados miembros de esa institución. Baños hizo que la misma policía sospechada participara en la investigación y después de un tiempo dejó el caso sin resolver.
 
En otro caso, declaró prescripta la corrupción por el vaciamiento de Aerolíneas, lo que después tuvo que ser reconsiderado por otro tribunal. Y cuando se reabrió la investigación por la desaparición de las manos de Perón, la carpeta donde estaban los resultados de la investigación fue misteriosamente sustraída de su despacho.
 
No sería el sujeto más indicado para hablar de corrupción o para ser la cara de los derechos humanos de un gobierno que los respete. Más bien, su función ha sido hasta ahora liquidar las políticas de derechos humanos que la sociedad construyó laboriosamente desde la retirada de la dictadura.
 
Y en su presentación en Ginebra ante la Comisión contra la Tortura intentó ocultar la violencia institucional del gobierno del estafador Milei que todos los miércoles es pública y notoria cuando reprime con violencia a los jubilados.
 
La presentación tan sucia de Baños coincidió con el anuncio del gobierno de Estados Unidos del acuerdo con Milei que levanta aranceles aduaneros a los productos de ese país, elimina controles de calidad, así como controles sanitarios y se compromete a obstaculizar el ingreso de productos de otros países.
 
La contrapartida es cero. Estados Unidos no se compromete a nada que favorezca a los productos argentinos. Lo que se conoce del acuerdo afectará gravemente a la industria local como advirtió el gobierno de la provincia de Buenos Aires, donde se asienta gran parte de esa actividad. Hay una regla invariable en la historia moderna del país: la violación sistemática de los derechos humanos ha estado siempre relacionada con gobiernos que al mismo tiempo entregaron soberanía. 
 

14-11-2025 / 09:11
La Casa Blanca de Estados Unidos dio a conocer unilateralmente los primeros lineamientos del acuerdo comercial entre Argentina y EE.UU., a espaldas de los argentinos y del debate en el Congreso. Anunciaron un acuerdo comercial y de inversiones que materializa el momento histórico de mayor subordinación colonialista de Argentina a Estados Unidos. Más apertura hacia la entrada de productos yanquis incluso agrarios, eliminación de barreras arancelarias y no arancelarias, entre otros puntos. Sin detalles, que todavía deben ser negociados, el texto muestra un completo alineamiento con todas las regulaciones norteamericanas, más allá del interés argentino, y la apertura total a sus mercaderías. El comunicado local no expresa claramente cuáles serían los "beneficios" para Argentina.
 
Los argentinos nos enteramos del acuerdo por el que Trump viene a cobrar su apoyo electoral a Milei, y que pagaremos todos los argentinos. Allí, se anuncia la firma de un convenio Marco para un Acuerdo sobre Comercio e Inversión Recíprocos con Argentina. Ambos países se comprometen en abrir sus mercados en "áreas clave", aunque en la letra del texto difundido es mucho más la Argentina abriendo sus fronteras a los productos norteamericanos que los "compromisos" asumidos por este último. Es una reversión de Pacto Roca-Runcimann de 1933, el Estatuto Legal del Coloniaje, que subordinó la economía argentina a los intereses británicos.
 
El acuerdo favorece mucho más a los Estados Unidos. Entre los puntos principales destaca que Argentina brindará "acceso preferencial a productos estadounidenses como medicamentos, maquinaria, tecnologías de la información y productos agrícolas". A su vez, Estados Unidos eliminará aranceles para "ciertos recursos naturales argentinos y bienes farmacéuticos no patentados" y considerará el impacto del acuerdo al aplicar medidas comerciales relacionadas con la seguridad nacional.
 
En el ámbito agrícola, ambas partes se comprometieron a mejorar las condiciones de acceso al mercado de carne vacuna y aviar, así como a facilitar el comercio de productos como menudencias, carne de cerdo y productos lácteos. También se acordó no restringir el uso de ciertos términos cárnicos y lácteos.
 
El documento subraya que Argentina eliminará barreras no arancelarias como licencias de importación y formalidades consulares, y se comprometió a desmantelar gradualmente el impuesto estadístico para productos estadounidenses. Asimismo, se alineará con estándares internacionales en múltiples sectores y reconocerá certificaciones de organismos estadounidenses como la FDA. Este último punto implica un mazazo para la industria farmacéutica nacional.
 
Es un acuerdo con costos. El Marco de Comercio Recíproco e Inversión se presenta como un paso histórico para el vínculo bilateral. Sin embargo, la letra fina sugiere que Milei es un títere de los yanquis y los principales beneficios inmediatos recaerán sobre la economía de la potencia del norte: mayor acceso a sectores industriales y tecnológicos argentinos, influencia regulatoria ampliada, apertura en agroalimentos y una posición reforzada en cadenas de valor estratégicas. Para Argentina, los potenciales beneficios -posible llegada de inversiones- dependerán de cómo se implementen las reformas y de si el país puede evitar que la apertura derive en una nueva dependencia comercial asimétrica.
 
Milei celebró la difusión del acuerdo por parte del gobierno de Estados Unidos (que en Argentina no se oficializó formalmente). Para los norteamericanos, los "recates" al gobierno anarco capitalista tras haber fracasado no una, sino dos veces en menos de seis meses (salvataje del FMI en abril y de EEUU en octubre), están rindiendo con el sometimiento de Argentina en forma de entrega de soberanía.
 
La Opinión Popular

13-11-2025 / 09:11
Se perdieron más de 220.000 puestos de trabajo durante el gobierno cipayo, vende patria y pro oligarca de Javier "el Loco" Milei. Es la caída de empleo registrado privado, público y trabajadoras de casas particulares en agosto en relación a noviembre de 2023. En el mismo período creció el monotributo (+121.740). La precarización laboral avanza. En ese marco, Milei puso nuevamente en agenda la reforma laboral con el falso argumento de crear empleo. En la historia del país ya se demostró que eso no ocurrió, solo avanzó la precarización laboral, con salarios por el piso, que aumentó las ganancias de los empresarios.
 
El impensable y contundente resultado electoral de hace unos domingos atrás agrandó al gobierno anarco capitalista, que pasó a la ofensiva. La punta de lanza de esta ofensiva es la promocionada reforma laboral. ¿Se trata de una modernización equitativa y democrática de las relaciones capital trabajo, o se trata de una regresión a formas de dominio absoluto del capital sobre el trabajo?
 
Aprovechando el envión dado por las urnas, Milei está decidido a cumplir con las imposiciones del FMI. Que el Congreso apruebe el presupuesto 2026 en las sesiones extraordinarias de diciembre y sancione las leyes que impongan las reformas laboral esclavista y la tributaria, también exigidas por el Círculo Rojo, en enero. La previsional quedaría para más adelante.
 
Así como desde el inicio de su gestión creó una suerte de sentido común acerca de las bondades del equilibrio fiscal, que ya nadie en la oposición sistémica discute. Así ha buscado imponer un ambiente favorable a las reformas, particularmente la que tiene que ver en contra de los derechos del trabajo.
 
Los argumentos son por demás conocidos. Modernizar la legislación y sus normativas que estarían obsoletas frente a los nuevos procesos de producción y comercialización, que no se adaptarían a las nuevas tecnologías en continuo cambio, que su rigidez impediría la creación de empleo y por lo tanto obstaculizaría la reducción de la informalidad. Cuando el desempleo en Argentina llegó al 7,9% en el primer trimestre de 2025, según el INDEC. Casi 1,8 millones de personas estuvieron sin trabajo en ese período.
 
No se trata de ninguna modernización, es una regresión a las condiciones laborales del pre peronismo, si se quiere de fines del siglo XIX y principios del XX, que maximizan las ganancias de las empresas sobre la base de rebajar aún más el ingreso de los trabajadores. La experiencia demuestra que este tipo de reformas solo traen más precarización y pérdida de derechos. (Recordar "Ley de Empleo", 1991 y "Ley de Empleo, productividad y equidad", 2000 (Ley Banelco). La creación de empleos formales, que baja la informalidad, no depende de este tipo de normativas sino del crecimiento de la inversión productiva y la expansión de la actividad económica.
 
¿Qué tipo de reforma es necesaria? Una que compense la asimetría entre capital y trabajo, que no incline la cancha más de lo que está. Que por ejemplo reduzca la jornada para crear empleo. Que reconozca la calidad de trabajadores y por lo tanto sus derechos a quiénes se desempeñan en los servicios de plataformas. Que otorgue derechos a quienes trabajan en la Economía Popular. Que reconozca las licencias por paternidad y regule las tareas de cuidados...
 
Las condiciones de vida de los trabajadores no mejorarán con la reforma laboral de Milei, hay que rechazar el proyecto y conquistar trabajo con derecho para todos. No hay nada que negociar. Por el contrario, hay que resistir y luchar contra esta reforma antiobrera y antisindical que beneficia a los ricos y perjudica a los pobres. 
 
La Opinión Popular
 

12-11-2025 / 11:11
Gobierno libertario solo para la casta de los más ricos. Los "héroes" del Presidente. Marcos Galperín, ferviente defensor de que el Estado no intervenga en la economía, recibe millonarias exenciones impositivas. En un contexto de ajuste fiscal y debates por la reforma tributaria, el Formulario 10-Q presentado por Mercado Libre ante la SEC de Estados Unidos expone una vez más los jugosos beneficios fiscales que el gobierno de Javier Milei le otorga al "unicornio" fundado por Galperín, el hombre más rico de la nación con un patrimonio de 8.300 millones de dólares, según Forbes.
 
La empresa, valorada en más de 106 mil millones de "verdes", reportó ingresos netos de 7.400 millones en el tercer trimestre, un 39 por ciento más que el año anterior, y ganancias de 421 millones de dólares. Sin embargo, detrás de estos números relucientes se esconde un "secreto a voces": exenciones impositivas que superan los 350 millones de dólares en los últimos cinco años.
 
Bajo el régimen de promoción de la Economía del Conocimiento, Mercado Libre accedió en los primeros nueve meses de 2025 a beneficios por 50 millones en Ganancias y 17 millones de dólares en aportes previsionales, un 52 por ciento más que en 2024. "Es un subsidio injusto a una multinacional que no lo necesita", critica el Observatorio del Trabajo Informático (OTI), vinculado a la Asociación Gremial de Computación.
 
A Galperín le perdonaron en 2021: US$ 59 millones, en 2022: US$ 81 millones, en 2023: US$ 109 millones, en 2024: US$ 57 millones, en 2025: US$ 67 millones. Total: US$ 373 millones de impuestos le perdonaron a Galperin en cinco años. Pero los sectores populares tienen que pagar el IVA de los fideos sin chistar.
 
Sectores gremiales y la industria financiera coinciden: con su tamaño colosal, Javier Milei abusa del esquema al encuadrar áreas menores bajo un solo CUIT, mientras evade contribuciones que podrían destinarse a pymes o servicios públicos en crisis. Galperín, exiliado fiscal en Uruguay, predica la libre competencia, pero no duda en alzar la voz contra rivales como Temu y Shein, las plataformas chinas que inundan el mercado con productos baratos.
 
En el Foro Abeceb, Juan Martín de la Serna, presidente de la filial argentina de Mercado Libre, exigió "reglas claras" para importaciones, advirtiendo que amenazan el 90 por ciento de ventas de pymes en la plataforma y el empleo local. "Abrir indiscriminadamente da trabajo a chinos, no a argentinos", sentenció.
 
Ironía pura: el defensor del no intervenciónismo estatal ahora pide regulaciones que protejan su imperio. El cruce en X con Miguel Ángel Pichetto lo desnuda todo. El diputado peronista instó a gravar a estas "economías de plataformas" para cuidar la industria nacional.

Galperín replicó con arrogancia: "No estoy preocupado, competimos exitosamente". Pichetto no se quedó atrás: "Mejor empezá a preocuparte, porque te van a pasar por arriba y ya impactan en empleos de distribución".

Mientras, el Gobierno de Milei discute bajar cargas patronales, pero calla sobre estos privilegios elitistas de los más ricos empresarios. Esta disparidad fiscal alimenta el descontento: ¿por qué el gobierno de Milei regala millones a un magnate mientras mientras los salarios deprimidos de jubilados y trabajadores pagan la crisis?

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