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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Nacionales - 30-07-2019 / 09:07
CRITICÓ EL MODELO ECONÓMICO DEL MACRISMO

Alberto Fernández: “Macri destina los recursos del Estado en los bancos, yo elijo a los jubilados”

Alberto Fernández: “Macri destina los recursos del Estado en los bancos, yo elijo a los jubilados”
"Promovieron un sistema económico que no se preocupa por los que producen, les preocupa los que especulan", explicó Fernández, que no sólo no echó atrás por el revuelo que habían generado sus planteos sino que los puso como ejemplo de su propuesta: la de un modelo que apunta a promover el consumo y el desarrollo productivo frente al actual que, sostuvo, sólo plantea la especulación, la recesión y el desempleo.
A menos de dos semanas para las próximas elecciones P.A.S.O es que el precandidato por el frente De Todos, Alberto Fernández, parece decidido a instalar la agenda económica en el centro del debate por la presidencia. El candidato explicó su propuesta de subir las jubilaciones a partir de una baja de la tasa de intereses de las Leliq que se le pagan a los bancos.
 
En este sentido, el ex jefe de Gabinete se pronunció sobre el rol que deben ser asignados sobre los recursos del Estado, el precio del dólar, las tarifas y aclaró cuál será su postura sobre el pago de los intereses de las Leliqs.
 
"Lo que estamos discutiendo con Macri es adónde destinamos los recursos del Estado, si los destinamos a los jubilados o a los bancos. Macri dice a los bancos, yo elijo a los jubilados", partió por señalar FernándezEl precandidato sostuvo que en caso de resultar electo no habrá un cese en el pago de las Letras de Liquidez del Banco Central: "Nunca hablé de defaultear las Leliqs, sí hablé de bajar los intereses de las Leliqs".
 
Tras este punto habló del dólar, el cual opera sobre los 43 pesos hace algunos días: "Si el dólar, todos sabemos que está devaluado. Preguntale a Dujovne o al presidente del Banco Central a cuánto está el dólar futuro en diciembre, un 25 por ciento más caro de lo que es hoy".
 
"Es un negocio que hace Macri de mantener el dólar planchado para que la gente tenga la sensación de una economía estable, pero la verdad es que el dólar está planchado, la inflación mensual está arriba del 2,5 por ciento", profundizó. En esta línea marcó que el precio del dólar y su eventual despegue va a tener un nuevo impacto sobre las tarifas: "Hay que explicarle a la gente que después de octubre las tarifas van a hacerse impagables".
 
"Habrá que verlo en concreto; yo digo ´desdolarizarlas´, porque con este valor del dólar estoy seguro que el dólar no va resistir mucho tiempo más. Si sigo la lógica del dólar futuro de acá a fin de año, tengo un 25% más de aumento de tarifas solo por el efecto ´dolarizador´", precisó.
 
En último término, hizo mención al caso de las retenciones al campo: "Es muy delicado. Este gobierno hizo lo peor de todo, las sacó, después se las aumentó de nuevo al campo, después metió retenciones a la fruta, al olivo, a los vinos y, como si no alcanzara, metió retenciones a la industria. Esto es un disparate". "Las retenciones solo se pueden concebir para la producción primaria, a la que no se le agrega valor. Al producto industrializado es un disparate. Esas retenciones no pueden durar diez minutos. Esas hay que sacarlas de cuajo, porque es un desaliento a la producción", concluyó Fernández.
 
La Opinión Popular

 
ALBERTO FERNÁNDEZ CRITICÓ EL MODELO ECONÓMICO DEL MACRISMO EN LA MATANZA
 
"No se preocupan por los que producen"
 
"Un punto de interés de las Leliqs es igual al presupuesto de La Matanza. ¿A ustedes les parece justo?", sostuvo el candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, ayer en su presentación en distrito más populoso del Conurbano de la mano de la intendenta y candidata a vicegobernadora, Verónica Magario, y de quien se postula para sucederla, Fernando Espinoza.
 
"Entre los jubilados y los bancos, me quedo con los jubilados. Me importa nada el resto", remarcó el candidato ante el aplauso de una platea de comerciantes y empresarios pyme que acababan de relatar sus penurias en la era Cambiemos.
 
En el entorno del candidato estaban satisfechos porque con su propuesta de bajar la tasa de las Leliqs y subir con ese ahorro las jubilaciones un 20 por ciento había conseguido finalmente instalar la discusión económica como tema de campaña en vez de la permanentes idas y venidas sobre lo que dijo tal o lo que dijo cual con la que busca enredarlo el Gobierno y los medios afines.
 
"Promovieron un sistema económico que no se preocupa por los que producen, les preocupa los que especulan", explicó Fernández, que no sólo no echó atrás por el revuelo que habían generado sus planteos sino que los puso como ejemplo de su propuesta: la de un modelo que apunta a promover el consumo y el desarrollo productivo frente al actual que, sostuvo, sólo plantea la especulación, la recesión y el desempleo. Incluso ironizó sobre esas reacciones: "A los únicos que les dan respuesta es a los especuladores. Se indignan, dicen '¡qué barbaridad, no quiere pagar las Leliqs!' ¡No sean indecentes! ¡No sean inmorales! Se ofenden porque uno dice que a esta altura de sus vidas los jubilados tienen derecho a disfrutar de no pagar los remedios para sobrevivir en la ancianidad".
 
El domingo a la noche, en el programa El Destape, Alberto Fernández explicó su idea de subir un 20 por ciento las jubilaciones como una de sus primeras medidas cuando llegue al poder, como manera de recomponer lo que los jubilados perdieron durante la gestión de Mauricio Macri. Cuando le preguntaron cómo financiaría esa suba, respondió: "Vamos a dejar de pagar los intereses de Leliq que está pagando la Argentina todos los días".
 
Claramente se refería a las tasas actuales, cercanas al 60 por ciento. Pero la web clarin.com tituló que Alberto Fernández planteaba ir al default con un recorte de la frase: "Vamos a dejar de pagar los intereses de las Leliq".
 
El mismo enfoque le dieron demás medios del grupo y copiaron otras señales afines al Gobierno durante el resto del día, por más que el propio Fernández y algunos economistas cercanos como Guillermo Nielsen y Arnaldo Bocco salieron a explicar que nunca había planteado dejar de pagar esas letras que tienen sólo los bancos y que se renuevan cada siete días, sino simplemente bajar las abusivas tasas que paga el macrismo. 
 
En el acto de ayer, el ex ministro de Economía y candidato a gobernador, Axel Kicillof, quien habló antes que Fernández, dijo que se trataba de las tasas "más altas del mundo". "No tendría que ser Alberto sino el Gobierno quien deba dar explicaciones sobre estas tasas. Es un saqueo. La que no tienen ustedes la tiene alguien. Miren las ganancias del sector financiero", les dijo Kicillof a los atribulados empresarios pyme.  
 
Mucho más cómodo en el terreno del debate sobre si alguien dijo Pindonga, Barreda o Venezuela, el oficialismo trató de elaborar su discurso ante el nuevo escenario que pone de relieve el desmanejo económico de estos cuatro años. Llamativamente fue otro ex ministro, el candidato a senador Martín Lousteau, el encargado de salir a responder y no el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, quien días atrás no hizo muy buen papel al retrucarle al candidato de Frente de Todos una discusión sobre el déficit a través de Twitter.
 
Por un lado, Lousteau consideró las declaraciones de Fernández como "irresponsables e imprudentes" y también como "una promesa incumplible". Sin embargo, algo que no es inhabitual en Lousteau, coincidió en que "si hay que bajar las tasas de interés, eso se discute".  
 
Por la tarde, poco antes del acto en La Matanza, en el comando de campaña del Frente de Todos estaban satisfechos con la movida que les permitió al fin colocar la discusión económica en el escenario electoral, algo que hasta ahora no había conseguido pese a que Alberto Fernández ya había hablado de subir jubilaciones y darle medicamentos gratuitos a los jubilados.
 
No es casual que varias de las propuestas más fuertes del discurso de Alberto Fernández estén dirigidas al sector pasivo. Más allá del reconocimiento a la pérdida del poder adquisitivo sufrida a partir de la reforma previsional y que prácticamente todo lo que perciben los jubilados va al consumo y sirve para reactivar la economía, también es importante que el grueso de los votantes de Juntos por el Cambio son las personas de mayor edad. Todo lo que el Frente de Todos pueda obtener de allí es ganancia doble.
 
Alberto Fernández realizó una visita a la Universidad Nacional de La Matanza junto a Magario, Espinoza y el rector Daniel Martínez, donde presenció una clase de tecnología, donde los alumnos desarrollan videojuegos y entornos de realidad virtual. El candidato aprovecharía la visita para criticar a la gobernadora María Eugenia Vidal sobre aquella desafortunada frase acerca de que los pobres no van a la universidad. El encuentro con comerciantes y pequeños empresarios tuvo el formato de charla, con los candidatos sentados en un sillón blanco sobre una tarima. Dos empresarios contaron, uno incluso con su voz quebrada, las dificultades que habían atravesado durante esta época. Luego hablaron Espinoza, Magario, Kicillof y Fernández.
 
Curiosamente, en la "capital nacional del peronismo", el candidato del Frente de Todos recordó la "ética de la solidaridad" que ponderaba el ex presidente Raúl Alfonsín. "Nadie es feliz en una sociedad donde uno crece y el resto está en la miseria, salvo los especuladores, que total se llevan su plata a las Bahamas, como el ministro de Economía", le tiró un dardo a Dujovne, en una pelea que toma temperatura y promete nuevos episodios.
 
Por Fernando Cibeira
 
Fuente: Página12
 

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22-10-2025 / 11:10
A cinco días de las elecciones legislativas de medio término, la economía argentina volvió a quedar atrapada en un torbellino de tensiones cambiarias y el Banco Central debió volver a intervenir para que el dólar mayorista no superara el techo de la banda de flotación.
 
Ni las intervenciones del Tesoro de Estados Unidos, ni la firma del swap con Washington, ni el anuncio de una recompra de bonos alcanzaron para calmar la incertidumbre del mercado, que se mueve bajo una sola lógica: cubrirse como sea ante el riesgo electoral, aun pagando precios récord por el dólar y desarmando posiciones en acciones y bonos soberanos.
 
El sueño de Javier "el Cipayo" Milei de conseguir un megacrédito internacional empieza a tambalearse. Los gigantes financieros de Wall Street pusieron el freno y exigen garantías concretas antes de liberar los 20 mil millones de dólares prometidos. En la Casa Rosada, el discurso libertario suena fuerte, pero los bancos no compran humo: quieren saber quién paga si el país vuelve a tropezar con su historia de impagos.
 
El plan oficial buscaba armar una línea de financiamiento para reforzar reservas y dar aire al Gobierno, pero el entusiasmo se pinchó rápido. Desde el JP Morgan hasta el Citi, todos coincidieron en algo: Argentina necesita mostrar activos reales o un respaldo estatal sólido, algo que Milei se resiste a ofrecer en su cruzada contra el "Estado elefante".
 
La tensión se siente en los despachos. Mientras el ministro Luis "Toto" Caputo negocia contrarreloj, los operadores financieros miran los indicadores y ven lo mismo que los argentinos: un déficit que sigue sin cerrarse y un dólar que sube como fiebre sin Paracetamol. Cada día sin definición profundiza la desconfianza y pone más presión sobre el presidente, que esperaba anunciar el acuerdo como una victoria política.
 
Para los banqueros, el problema no es ideológico sino contable. Quieren garantías, y las quieren por escrito. Sin eso, los 20 mil millones seguirán siendo una promesa tan etérea como las teorías de "mercado libre" que Milei repite frente a los micrófonos. En el país ya se habla de "default técnico disfrazado de negociación", y los rumores empujan los bonos argentinos a la baja.
 
Desde su entorno intentan minimizar la situación, pero las fuentes financieras son tajantes: el préstamo no está cerrado y no lo estará hasta que el Gobierno muestre números concretos. Entre tanto, en los pasillos del poder ya suena un murmullo incómodo: "Si ni los bancos le creen, ¿Quién va a prestarle a la Argentina?"
 
El Banco Central tuvo que vender divisas de las reservas, ya casi exhaustas, para que la demanda mayorista no hiciera volar el techo de la banda cambiaria. Los anuncios oficiales pasan desapercibidos.
 
La Opinión Popular
 

21-10-2025 / 11:10
El yanqui Donald Trump hizo un demoledor diagnóstico sobre la desatrosa situación económica en la Argentina para justificar el "rescate" al gobierno anarco capitalista de Javier "el Cipayo" Milei, un tema que le está generando muchas críticas internas. "No tienen nada, están muriendo", afirmó el presidente. Con ese análisis, el swap no alcanzó, caen las acciones y el dólar quedó a 1% de la banda.
 
Cuestionado por una periodista por la posibilidad de que EEUU compre carne argentina, una medida que perjudicaría a los productores estadounidenses como ya pasó con la soja, Trump se ofuscó y respondió: "Señorita usted no sabe nada de esto, Argentina está luchando por su vida". "Están luchando por su vida. A Argentina no los beneficia en nada. ¿Entiendes lo que eso significa? No tienen dinero, no tienen nada. Están luchando muy duro por sobrevivir, están muriendo", justificó Trump. Lo dijo a pesar de que no se vean cadáveres en las calles.
 
Trump dijo que intentará ayudar a la Argentina a "sobrevivir en un mundo libre" porque le "gusta" el presidente Milei. "Creo que está intentando hacerlo lo mejor que puede, pero no hagas que parezca que lo están pasando bien, están muriendo. Están muriendo", lanzó. Se trata de la segunda vez en menos de una semana que el presidente de EEUU intenta ayudar al chupamedia Milei, pero lo termina hundiendo.
 
El martes pasado, durante la reunión en la Casa Blanca, le reiteró el apoyo, pero advirtió que está atado al resultado de las elecciones del 26 de octubre. "Si pierde, no seremos generosos con la Argentina", dijo Trump generando un desplome en los mercados. El gobierno de Milei tuvo que salir a aclarar por todos lados que se refería a las elecciones de 2027, pero Trump reiteró en sus redes que se refería a las de medio término. Días después, Milei se enojó con un periodista que le preguntó sobre esa frase y enojado respondió que fue malinterpretada por el Grupo Clarín.
 
Las palabras del mandatario yanqui obligaron a una rápida reacción oficial. El vocero presidencial, Manuel "Cara de Piedra" Adorni, buscó relativizar el impacto y pidió "entender el contexto". Sin embargo, terminó admitiendo que "claramente no somos un país al que le vaya bien", al enumerar inflación mensual del 2%, riesgo país en torno a los 1.000 puntos y un clima electoral enrarecido.
 
El Banco Central (BCRA) firmó el acuerdo de swap con EE. UU. por U$S 20.000 millones. A pesar del anuncio, el riesgo país se ubicó por encima de los 1000 puntos, los ADRs de empresas argentinas cayeron hasta 5% y el dólar cerró en $1495. Otro anuncio de la Secretaría de Finanzas, de toma de deuda con el JP Morgan, hizo revertir algo la caída de bonos. No alcanzó con el Tesoro, se suman los "bancos internacionales amigos" al saqueo y la rapiña.
 
Mientras Trump describió a la Argentina como un país "sin dinero" y "peleando por sobrevivir", la respuesta libertaria se redujo a relativizar el golpe y aceptar, a medias, el diagnóstico externo. Como sea, el mercado parece ya no creer en las promesas de ayuda de Trump y espera hechos concretos. Ni siquiera las intervenciones de Scott Bessent comprando pesos han logrado frenar la volatilidad del dólar.
 
La Opinión Popular
 

20-10-2025 / 10:10
La relación entre José Luis Espert y Fred Machado, el acusado por narcotráfico que financió su campaña presidencial en 2019, sigue complicando a La Libertad Avanza, aunque el economista, al que todavía defiende Javier "Cipayo" Milei, ya no encabeza la lista libertaria oficialista. En el último reportaje que otorgó el día que se confirmó su extradición a los Estados Unidos, se reveló el mensaje que Machado le pasó al Gobierno. Soltó una bomba que hizo temblar a más de uno en La Rosada.
 
En una entrevista de ocho horas con la periodista Caro Fernández, de Splendid AM 990, lanzó una advertencia que suena a ultimátum: "Si hablo, se cae el país". Con la extradición a Estados Unidos autorizada por la Corte Suprema, Machado no se guardó nada y apuntó directo al corazón del poder libertario, salpicando a figuras como José Luis Espert, Patricia Bullrich y Alberto Weretilneck con acusaciones que, de probarse, podrían destruir al Gobierno de Javier Milei.
 
El empresario, con un tono que mezcla bronca y desesperación, mandó un mensaje filoso a Santiago Caputo, estratega clave de Milei: "A Santiago Caputo le hago llegar un mensaje: Yo no quiero ir a Estados Unidos. Si esto explota, yo fundo todo. Yo hablo y se cae el país mañana". La respuesta fue: "Mensaje recibido". ¿Qué sabe Machado que pone tan nervioso al entorno presidencial?
 
Con Espert, su exaliado, no fue menos duro. Financió su campaña en 2019, pero ahora lo acusa de darle la espalda. "Espert no tendría que haberme negado. ¿Por qué me negó?", dijo, recordando una advertencia que le hizo en marzo de 2021 sobre los riesgos que corrían. "Le expliqué que irían por él. Pero no me escuchó", disparó con amargura.
 
Las acusaciones también alcanzaron a Patricia Bullrich. Según Machado, habría una triangulación de fondos para su campaña presidencial de 2023, con más de 3 millones de pesos movidos a través de una empresa de la familia Bada Vázquez, de los cuales al menos 215.000 pesos habrían ido a parar a su campaña.
 
Sobre Weretilneck, señaló un supuesto entramado de negocios en Río Negro, con permisos de explotación de arenas silíceas otorgados a Claudio Cicarelli, presunto testaferro del gobernador.
 
En un intento por limpiar su nombre, Machado insistió: "Es una cuestión de plata, no de droga". Sin embargo, la noticia de su extradición lo desmoronó. Entre el ladrido de sus perros y la tensión del momento, suplicó a Fernández: "No me dejes solo". Horas después, un operativo policial lo trasladó para enfrentar su destino en Estados Unidos.
 
La Opinión Popular
 

19-10-2025 / 08:10
Entre el colapso económico, la pérdida de relato y el avance de sus propios aliados, Javier "el Cipayo" Milei enfrenta el tramo final de la campaña convertido en símbolo de su propio fracaso: un presidente sin respuestas, cercado por la realidad y por quienes financiaron su ascenso. El plan "llegar" se quedó sin nafta cuando todavía falta una semana para alcanzar la meta. La impotencia es la tónica en la recta final antes de unas elecciones que se convirtieron en un delicado plebiscito sobre el futuro del gobierno y del país.
 
El proyanqui Milei volvió de Washington DC con una hoja que dice "amigo" y el fibrón que usó Donald Trump para estampar esa dedicatoria. A su regreso dio dos entrevistas en las que se peleó con sus interlocutores (le dijo "marxista" a Eduardo Feinmann y a Esteban Trebucq que le hacía el "caldo gordo a los psicópatas kirchneristas") y confesó que no tiene una solución para los problemas de los argentinos.
 
- El ochenta por ciento apenas si puede llegar a fin de mes y el sesenta por ciento, setenta, llega al día veinte. Les falta dinero en el bolsillo.
- ¿Qué quiere? ¿Que lo emita?
- No, yo no...
- A ver, entonces, emitiendo no se arregla. ¿Cómo quiere que lo arregle? Vamos, dígame. ¿Cómo le pongo plata a la gente?
- El economista es usted.
- No, bueno, pero digo o sea, a ver, digamos.
 
Un día más tarde insistió:
 
- ¿Y la gente que no puede esperar, presidente?
- A ver. A ver, pero, de vuelta. Te hago una pregunta, no puede esperar, a ver, ¿cómo lo resolvemos?
- Es que yo no lo sé.
- No, bueno, entonces.
- Sólo le pregunto.
- No, bueno, pero si vas a hacer el punto, digamos, a ver, empecemos a discutir cómo se resuelve.
 
Para Milei la escasez y la mala calidad de vida de millones de personas es en todo caso un problema intelectual, teórico, en el que no tiene demasiado interés. Dos años después de asumir le sugiere a su interlocutor (no un funcionario, no un asesor, ni siquiera un consultor sino un periodista en el contexto de una entrevista televisiva en vivo) que empiece la discusión.
 
Decir que no le quita el sueño sería una exageración: ni siquiera lo considera un problema, algo que deba resolver. La economía se encargará de hacerlo, cuando deje de existir el riesgo kuka. Suena estúpido, pero es exactamente el argumento presidencial, palabra por palabra.
 
Para la mayoría de los argentinos se trata en cambio de una cuestión muy concreta, a veces de vida o muerte. Este miércoles, en Congreso, en la marcha semanal por el reclamo de una mejora en las jubilaciones, una pareja daba su testimonio a las cámaras de televisión.
 
Él está atravesando un tratamiento contra el cáncer, le sacaron la cobertura de los remedios para aliviar los dolores y los vómitos cuando le hacen quimioterapia. En el hospital sólo le entregan la mitad. Desde los estudios, la cronista sugiere que den un "alias" bancario para recibir transferencias de gente que pueda ayudarlos. No tienen teléfono: tuvieron que venderlo para comprar medicinas. Milei no tiene una respuesta para ellos ni va a tenerla. 
 

18-10-2025 / 09:10
Un 17 de octubre en la recta final de una campaña electoral, donde dos de sus figuras principales son el secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent por el oficialismo y por la oposición la expresidenta Cristina Kirchner con prisión domiciliaria. Que dos de las figuras que más pesan en una puja electoral sean el ministro de Economía de una potencia extranjera y la principal dirigente de la oposición proscripta, constituye un síntoma de descomposición del sistema político.
 
Con las ventas de dólares del Tesoro de los Estados Unidos y con una catarata de mensajes con promesas de campaña, Bessent se puso al hombro la campaña del oficialismo. Prometió como si fuera candidato, pidió el voto para las listas de los falsos libertarios y aseguró que, si ganaban los seguidores de Javier "el Cipayo" Milei, Argentina sería bendecida por Estados Unidos. El gobierno casi no mostró sus candidatos. El yanqui Bessent ha sido hasta ahora su carta principal.
 
La intervención del alto funcionario norteamericano no fue oculta, sino que ha sido pública, ciertamente impúdica, y en situaciones normales se juzgaría como intervencionismo de una potencia en la política interna de otro país. Lo paradójico ha sido que no fue una intervención impuesta o forzada, sino solicitada por el mismo presidente Milei.
 
Si el oficialismo no tiene candidatos más fuertes que el ministro de Economía de una potencia extranjera y, si al mismo tiempo, la principal dirigente de la oposición fue encarcelada, son datos muy fuertes que al cruzarlos inducen a pensar que la expresidenta fue proscripta porque sus adversarios son incapaces de generar un liderazgo similar y tienen que recurrir a una potencia extranjera que cobrará caro por su intervención.
 
La intervención de Bessent puso en evidencia la falta de propuestas del oficialismo que, de esta manera, lo único que se le ocurrió fue ofrecer una dependencia ruinosa en lo material e indigna en lo moral. La dependencia colonial del gobierno con Washington es evidente porque es el único recurso que tiene en política y en la economía.
 
Los últimos diez días mostraron a un gobierno desesperado en esa dependencia. Todo el equipo económico -la mayoría de ellos tienen residencia en Estados Unidos- en procesión entre Washington y Nueva York para rogar por ayuda. Como si fueran creyentes que le piden a la virgen de Luján. Con la diferencia que Estados Unidos no es la virgen y cobrará caro cada gesto.
 
La falta de cuadros políticos, de dirigentes y candidatos en el oficialismo agrandó aún más el liderazgo que mostró Cristina Kirchner en la convocatoria al acto de ayer. La expresidenta planteó que así como en 1945, la consigna fue "Braden o Perón", en las próximas elecciones se trata de "Milei o Argentina".
 
Mientras la multitud se congregaba en Constitución, frente al edificio donde Cristina Kirchner permanece prisionera, el oficialismo tenía dificultades para reunir un puñado de simpatizantes en Caseros, en el conurbano. Al mismo tiempo se juntaba a protestar un grupo espontáneo de vecinos y se repitió la escena que frustró la mayoría de los actos de campaña de Milei.
 
El presidente se movilizó en helicóptero y alcanzó a explicar con un megáfono que no había que abandonar en mitad del río. Su discurso se resumió en que hace falta más esfuerzo. Pero el presidente estuvo pocos minutos y no hizo la caminata que estaba prevista. Reaccionó a la defensiva tras un discurso a la defensiva: "Hay que aguantar".
 

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