La Opinión Popular
                  07:07  |  Miercoles 24 de Diciembre de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná

Por
“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
Recomendar Imprimir
Nacionales - 08-06-2019 / 09:06
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

La pobreza y la degradación de la calidad de vida no aparecen en la campaña macrista

La pobreza y la degradación de la calidad de vida no aparecen en la campaña macrista
En la ciudad de la nada se camina entre decenas de familias sin techo que duermen en las calles, mientras el discurso de la monstruosidad los estigmatiza como vagos, merecedores de ese destino argentino, de actores de una conspiración política. Un gobierno que tuviera la mínima sensibilidad, no ya entre sus principales dirigentes, sino en sus segundas y terceras líneas, en su activismo, debería estar asustado, lelo o dolorido. Debería transmitir la conmoción que lo atraviese, enviar una señal de empatía con el dolor que causan sus políticas. No es el caso de Cambiemos.
Entre el desatino insólito del "creo que mi deber es no presentarme a declarar" de Carlos Stornelli y el anuncio desopilante de una moneda común con Brasil, Argentina se sumerge en las aguas muertas de "cualquier cosa puede pasar" y "cualquier cosa se puede decir" y así este país se convierte, junto con la palabra, en cualquier cosa, de la mano de Cambiemos.
 
Que un fiscal de la República se ampare en sus fueros cuando lo acusan, le quita autoridad cuando alguno de sus acusados haga lo mismo. Y su acusada preferida, Cristina Fernández, cuya persecución es la excusa para ampararse en sus fueros de fiscal, también tiene fueros pero, al revés que él, asiste cuando la convocan. Igual, resulta que el republicano es Carlos Stornelli y la ex presidenta la desacatada.
 
Como no tiene nada que anunciar después de una reunión estéril con el presidente argentino Mauricio Macri, Jair Bolsonaro sacó de la galera una imposible moneda única cuando ni siquiera pueden ponerse de acuerdo en un banco en común. "Ya les dije que no sé nada de economía", es su frase favorita en Brasil cuando le preguntan por la caída brusca del PBI.
 
Entre las manifestaciones del fiscal que fue declarado en rebeldía después de que se negó cinco veces a declarar en una causa donde hay muchas pruebas que lo acusan, y el anuncio hueco de Bolsonaro que, de realizarse implicaría cederle a Brasil la soberanía monetaria, hay un océano de nada que envuelve a los argentinos en un discurso enloquecedor porque masacra lo correcto, lo real y lo posible.
 
Mientras el gran fiscal se ufana de su repudio a la ley y dos presidentes anuncian algo que no existe, al mismo tiempo, en el primer cuatrimestre de este año, la ONG Defendamos Buenos Aires contabilizó en el área metropolitana 12.300 jóvenes que abandonaron el país en busca de un futuro que perdieron con la economía macrista.
 
Y el Observatorio de la Universidad Católica dice que el 51 por ciento de los niños argentinos son pobres, que el 35 por ciento tiene que asistir a comedores populares y que el 13 por ciento pasa hambre.
 
El discurso vacío y la nada por un lado y, por el otro, cifras que muestran un país que se desangra con la emigración de sus jóvenes y el hambre de sus niños y adolescentes. En ese contraste, lo vacío se convierte en perversión o en maldad pura. El discurso engañador reclama el sacrificio de los más vulnerables, los niños, y los jóvenes pobres mientras abre cuentas offshore en paraísos fiscales.
 
En la ciudad de la nada se camina entre decenas de familias sin techo que duermen en las calles, mientras el discurso de la monstruosidad los estigmatiza como vagos, merecedores de ese destino argentino, de actores de una conspiración política. Lo puede decir un taxista o la vendedora de un comercio que mañana serán expulsados a ese lugar con el que se ensañan. La degradación de la palabra acompaña la degradación de las relaciones humanas.

 
El trance llega a su punto crítico. La política de degradación de la palabra y virtualización de la realidad fue diseñada para sofocar la protesta contra la aplicación de las políticas neoliberales. Es el punto de inflexión en la hegemonía de ese discurso silenciador.
 
Y llega cuando se desata el proceso electoral. Ese punto de inflexión puede ser el punto sin retorno, a partir del cual será difícil un cambio del humor social.
 
Catástrofe social y elecciones han ido pocas veces de la mano, aunque la mayoría ha desembocado en elecciones después de grandes protestas.
 
El Gobierno camina sobre una fina capa de hielo que es la paciencia de la gente y sus límites ante la miseria y el hambre. Si la situación se agrava, puede provocar el desborde antes de las elecciones. El 35 por ciento de los niños y adolescentes se alimenta en comedores populares a los que todos los días se les reduce la dieta y el otro 13 por ciento ya no tiene por dónde achicar.
 
Un gobierno que tuviera la mínima sensibilidad, no ya entre sus principales dirigentes, sino en sus segundas y terceras líneas, en su activismo, debería estar asustado, lelo o dolorido. Debería transmitir la conmoción que lo atraviese, enviar una señal de empatía con el dolor que causan sus políticas. No es el caso de Cambiemos.
 
El Gobierno está enfocado en las consecuencias que está produciendo la crisis en sus expectativas electorales. No mira hacia el dolor que ha producido, sino hacia las elecciones provinciales, las PASO de agosto y las elecciones de octubre. No hay deliberación por la pobreza que han traído sino sobre los efectos de esa pobreza en sus aspiraciones políticas. Es lo que le importa y lo que siente.
 
No se ven medidas de contención ni solución. Se ve un gobierno que delibera sobre el plan "V" de Vidal, que disputa espacios de poder entre el PRO y los radicales, que elucubra posibles vices para Macri y que no termina de acomodar el lanzamiento de la fórmula opositora de los Fernández en Nación y de Kicillof-Magario en el distrito bonaerense.
 
Una fuerza que fue técnica y fría en elecciones anteriores en este principio de las presidenciales lanza operaciones mediáticas elementales, desmentibles con rapidez y en esencia inoperantes. En elecciones anteriores fue una máquina fría ante el triunfalismo después frustrado del peronismo-kirchnerismo.
 
Son operaciones que no trascienden más allá de las 24 horas. Parecen movidas de aficionados y no mecanismos diseñados por profesionales pagados por multimillonarios. Hay por lo menos tres que se pueden enunciar.
 
La más conspicua fue prohibir por decreto las listas colectoras para evitar la confluencia de diferentes corrientes peronistas. Y al poco tiempo, buscó la forma de anular ese decreto presidencial para permitir posibles alianzas con la gobernadora María Eugenia Vidal. El mismo que las anuló por decreto ahora busca anular ese decreto. No es una imagen ganadora.
 
Movida mediática: cuando la información fue capturada por las negociaciones de los Fernández con Sergio Massa y otras corrientes, todos al mismo tiempo, como se estila, salieron a decir que Juan Manuel Urtubey, Roberto Lavagna y Massa estaban negociando con Vidal y que ya estaba en danza la posibilidad de confluir a través de colectoras. Eso fue un día. Al siguiente los protagonistas tomaron distancia y desmintieron.
 
Si el efecto que buscaban era hacerla intervenir a Vidal en ese flujo informativo, lo lograron nada más que por 24 horas. Porque al día siguiente lo que quedó tras esa operación mediática tan pobre fue la imagen de una Vidal solitaria sin margen de alianzas posibles. Tampoco es una imagen ganadora.
 
Y la tercera fue la versión de que le habían ofrecido ocho millones de dólares a Roberto Lavagna para que bajara su candidatura. Pero con esa movida consiguieron todo lo contrario y el ex ministro se apresuró a presentarse como candidato. El que filtró esa versión buscaba de hecho ese resultado que le resta más votos al oficialismo que a la oposición.
 
La nota de Clarín sobre la falsa trombosis pulmonar de Alberto Fernández genera, en cambio, dudas sobre la salud del candidato. Pero lo hace sobre la base de una fake news, una noticia falsa, igual que los 32 llamados de Cristina Fernández de Kirchner a su secretario de Seguridad, Sergio Berni, el día que se descubrió el suicidio del fiscal Alberto Nisman. La noticia puede ser verdadera, porque es lógico que la presidenta hiciera esas llamadas, pero se le da una connotación falsa.
 
Los operadores mediáticos quedan cada vez más expuestos. La sincronía de tiempos y contenidos en la difusión de falsas grabaciones ilegales de los presos políticos puso en evidencia la cadena de repetidores que se origina en la AFI. La pobreza y la degradación de la calidad de vida no aparecen en esas campañas de los servicios de inteligencia destinadas a la difamación de candidatos y dirigentes opositores.
 
Pero esa realidad que ocultan terminará por devorar la imagen virtual que tratan de sostener casi con desesperación. Los pibes que emigran no son una metáfora literaria, la pobreza no es una cifra abstracta que se transmite por televisión, el hambre no es un concepto. Para millones de personas, esa es la vida desde donde miran televisión cuando pueden. En la televisión se come bien. Afuera ya no.
 
Por Luis Bruschtein
 
Fuente: Página12
 

Agreganos como amigo a Facebook
23-12-2025 / 09:12
Un fallo de Cámara obliga al Gobierno a explicar ante la Justicia dónde está el oro que, en junio de 2024, el gobierno de Javier "el Loco" Milei sacó del Banco Central para enviar al exterior. Para los jueces, esa información constituye "un asunto de indudable interés público como es la administración de las reservas". La presentación la hizo La Asociación Bancaria, el gremio que descubrió y denunció la maniobra con los lingotes de oro. El presidente del Banco central, Santiago Bausili, ya se negó a contestar un requerimiento de la Auditoría General de La Nación. Junto a "Toto" Caputo sacaron el oro del país y nunca informaron sobre su destino.
 
En un operativo clandestino de ribetes policiales, comenzó una saga de ocultamiento de las autoridades sobre el destino de uno de los principales activos líquidos del organismo monetario. El diputado nacional y líder de La Bancaria, Sergio Palazzo, presentó varios pedidos de informes exigiendo a las autoridades que expliquen donde está el oro y que tipo de cauciones lo afectan. Caputo nunca quiso explicar su destino, se limitó a comentar muy por arriba en un programa de televisión que se giró a un banco para cobrar intereses. No explicó quien lo tiene ni qué tipo de operación se hizo con ese importante activo.
 
Ahora, la Justicia Federal ordenó este lunes al Banco Central que entregue información precisa sobre el destino del oro. En una resolución firmada por los jueces Guillermo Treacy y Pablo Gallegos Fedriani, la Sala V de la Cámara Contencioso Administrativa Federal, consideró que la autoridad monetaria no justificó de manera suficiente su decisión de no informar sobre el destino del activo y sostuvo que la negativa vulneró los principios de transparencia.
 
Es que Caputo y Bausili sostienen que la operación forma parte de la "administración" de las reservas y por ende es secreta. El mismo criterio opaco que Caputo utiliza para no dar precisiones sobre el swap firmado con Estados Unidos y los bonos que le entregó al Tesoro para que rentabilice la venta de dólares que hizo sobre el cierre de la campaña.
 
Los jueces fueron punzantes sobre el lamentable manejo de Caputo sobre información que debería ser pública. "La configuración de alguna de las excepciones legales a la entrega de información pública no puede depender de una apreciación unilateral del sujeto obligado", sostiene el fallo y subraya que es el Estado quien debe demostrar, de manera concreta, que la difusión de los datos solicitados causaría un daño a un interés legítimamente protegido.
 
El Banco Central respondió apenas con un comunicado formal que "había completado transferencias de parte de sus reservas en oro entre sus diferentes cuentas", sin precisar monto, destino ni motivo concreto. La respuesta evasiva del BCRA encendió alarmas. Porque ese oro no es un adorno: según informes oficiales, las reservas de oro rondan unos USD 4.900 millones, un componente significativo del total de activos extranjeros del Central.
 
Aunque la entidad insiste en que las operaciones no alteran el volumen agregado de las reservas, nadie sabe realmente dónde están físicamente esos lingotes y si siguen efectivamente en poder del Estado o se remataron en algunas de las operaciones de préstamos igualmente opacas que concretó Caputo. El balance del BCRA, en ciertos trimestres, llegó incluso a no mostrar ese componente con claridad, como si hubiera desaparecido entre páginas y cifras.
 
La Auditoría General de la Nación (AGN) reveló recientemente que el Banco Central se negó a entregar documentación sobre dónde están los lingotes, bajo qué condiciones se conservan y si parte del oro fue transformado en instrumentos financieros. El argumento oficial: la información es "confidencial" y su difusión podría poner en riesgo la seguridad de los activos. Como sea, la pregunta es: ¿dónde está el oro? Eso es lo que la Justicia ahora exige que responda Milei.
 
La Opinión Popular
 

22-12-2025 / 10:12
Las joyas de la abuela que remata el gobierno. A espaldas del Congreso, el Gobierno ya vendió 40 valiosos terrenos del Estado (pertenecientes a las fuerzas armadas, instituciones científicas y hasta predios de ex centros clandestinos de detención) y tiene 140 inmuebles más para subastar. Luis "Toto" Caputo sueña con conseguir unos mil millones de dólares mientras las grandes inmobiliarias amigas del gobierno, con Eduardo Costantini a la cabeza, se quedan con el botín.
 
Tierras del Plan Procrear, de las Fuerzas Armadas, ferroviarias, de instituciones científicas, predios de ex Centros Clandestinos de Detención y hasta un pedazo de montaña en Mendoza. Todo eso incluye la lista de más de 180 terrenos e inmuebles públicos que conforman el plan de ventas de bienes del Estado que ya avanza en el Gobierno de Javier "el Loco" Milei.
 
Los remates, que esta semana fueron noticia por la venta de tierras destinadas originalmente a viviendas sociales, se concentran por ahora en la Ciudad de Buenos Aires con las empresas de Eduardo Costantini como principales beneficiarias y otros grandes jugadores del sector, como el Grupo IRSA, codiciando las tierras.
 
A través de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), y sin pasar por el Congreso, la fuerza libertaria ya vendió cerca de 40 bienes y tiene en lista otros 140 lotes e inmuebles publicados para subastar en lo que le queda de mandato.
 
La lista de subastas futuras cuenta con terrenos de hasta 300 hectáreas a vender en el interior del país con destino al negocio agropecuario o a grandes proyectos inmobiliarios. Especialistas y organizaciones ambientalistas advierten que se trata "de uno de los procesos de descapitalización pública más agresivos de nuestra historia reciente".
 
"Vamos a vender muchos de los activos de la AABE y eso va a generar un ingreso de miles de millones". No mentía el ministro de Economía, "Toto" Caputo, cuando a principios de junio reconocía que el gobierno remataría las tierras del Estado para intentar sostener las reservas, en conjunto con los procesos de privatizaciones y concesiones.
 
Sólo desde ese mes la Agencia abrió subastas para un total de 26 terrenos e inmuebles a los que hay que sumarle otros 17 procesos de remate que se habían abierto desde fines de 2023. En paralelo a las subastas de la AABE, el gobierno remata también las tierras que estaban destinadas al ya disuelto Plan Procrear y apunta a recaudar una suma de entre 800 y 1000 millones de dólares por todo el paquete. Aunque hubo ventas en Mendoza, La Plata, Pinamar y Córdoba, la mayor parte de los bienes vendidos hasta ahora se concentran en la Ciudad de Buenos Aires.
 
El terreno más grande de ese paquete es el predio de cuatro hectáreas que pertenecía al Ejército y que Eduardo Costantini adquirió por más de 120 millones de dólares. El mismo empresario se quedó con un lote de la Policía Federal en Bajo Belgrano a través de la firma Argencons, que controla desde mayo, en una subasta peleada en la que la empresa le ganó incluso al peso pesado de Eduardo Elsztain y su Grupo IRSA.
 
Antes, Costantini también había sumado otro terreno a pocos metros del Campo Argentino de Polo. En los tres casos se construirán desarrollos inmobiliarios.
 

21-12-2025 / 09:12
Cuando los cimientos están agrietados, todo lo que se construye es frágil e inestable. Cincuenta días tardó Javier "el Loco" Milei, tras una sorpresiva e impactante victoria en las elecciones de medio término, en fagocitarse el crédito político, de la misma forma que se fagocitó -durante los últimos dos años- una cantidad récord de divisas sin poder acumular reservas.
 
Ahora, tiene por delante dos años en los que su suerte está atada a la voluntad de aliados poco confiables. El FMI volvió a intervenir la economía, forzando un volantazo; los gobernadores pasaron por caja y después le votaron en contra. Un poco de su propia medicina. Hola incertidumbre, mi vieja amiga, podría cantar el presidente. Dos años, en Argentina, es mucho tiempo.
 
Después de la sesión del miércoles en la Cámara de Diputados, la mayoría de los medios titularon con un triunfo del oficialismo por la media sanción de diputados y apenas destinaron alguna línea en la bajada para comentar, como algo secundario, la inesperada derrota en el Capítulo 11 que se votó de madrugada. Con el correr de las horas, la realidad se encargó de corregir ese evidente error de criterio.
 
La derrota del gobierno fue completa y sus consecuencias están teniendo ramificaciones imprevistas. Milei amenazó con vetar su propio presupuesto y Patricia Bullrich tuvo que anunciar la postergación del tratamiento de la reforma laboral, justo a la hora que la CGT desconcentraba la Plaza de Mayo. Una derrota indisimulable.
 
El debate sobre la Ley de Presupuesto en la Cámara Baja era la primera y la más sencilla de todas las sesiones que tiene por delante el Gobierno para aprobar las reformas que anunció. La dificultad insalvable que encontró esta semana echa dudas sobre la viabilidad del resto de sus planes, justo cuando tiene que convencer a los acreedores que le vuelvan a prestar el dinero que no podrá devolver en 20 días.
 
La forma en la que intentó, sin éxito, salvar esa dificultad, repercutió negativamente en la relación con todos sus aliados, a los que necesita para que el Congreso le siga dando una pátina de legitimidad a sus decisiones, muchas veces ilegales e inconstitucionales.
 
La caída del artículo 75, el corazón de la derrota, está cargada de significado político porque fue una rebelión contra la cláusula de la humillación. Enceguecido por una mala lectura de las urnas, Milei no se contentó con ganar sino que quiso escenificar un triunfo absoluto y definitivo sometiendo a los legisladores que antes de la elección habían apoyado las leyes que daban presupuesto a la Universidad Pública y a las personas con discapacidad, para que votaran explícitamente en contra de esas mismas leyes. Ese era el corazón político del proyecto que había enviado el Poder Ejecutivo. Las partidas pueden reconducirse por decreto. Lo importante era coronar a Milei.
 
Así, el solsticio de verano no sólo marca hoy el final de la primavera, sino también, en coincidencia, el de la primaverita política que había comenzado para el gobierno con el resultado de las elecciones de medio término y que terminó sin que pudiera capitalizar de manera alguna ese éxito. La realidad muestra que, al fin y al cabo, las cosas no son tan malas como parecían en septiembre ni tan buenas como nos quisieron hacer creer después de octubre.
 
Todo sigue más o menos parecido a lo que fue el largo 2025: precario, inestable, violento, cada vez más autoritario y deteriorado. Este año Milei necesitó tres rescates del FMI, de Trump y de las urnas, para llegar hasta acá. Va a necesitar uno más, de los Senadores, antes del brindis del 31. Y con el 2026 comenzará una historia diferente.
 

20-12-2025 / 10:12
Agrandado como alpargata de pobre, en pocas semanas el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei dilapidó el resultado favorable de las urnas, resquebrajó su alianza con el PRO al romper la promesa de un lugar en la AGN; soportó un masivo acto de protesta de la CGT; debió postergar la reforma laboral, y le rechazaron en el Congreso su intento de derogar las leyes de presupuestos universitario y para discapacidad.
 
El efecto colateral del resultado favorable pero inesperado en las urnas fue confiarse demasiado y tomar de su propia medicina para creerse el relato sobre la estupidez humana. No ganó las elecciones porque los ciudadanos piensen que están bien. Es posible que así piense una pequeña parte de sus votantes. La mayoría sabe que está mal y votó -o no fue a votar- entre el discurso gorila antiperonista y la amenaza de un apocalipsis argentino inminente revoleado por el presidente norteamericano Donald Trump.
 
Javier Milei insiste en que la gente está bien. Es una mala lectura de la realidad que dibujan el Indec, el ministro Toto Caputo y Santiago Bausili en el Banco Central. Es el peor mensaje para mentir porque cualquier hijo de vecino puede constatar su falsedad. No importa si la inflación es cero o diez, ni si los medios dicen que bajó la pobreza. El sueldo no llega a fin de mes. O para que llegue hay que hacer sacrificios en calidad de vida, en calidad de salud y alimentación, en las vacaciones y el transporte. Todos saben que el padre, el tío o los abuelos están en el horno con las jubilaciones.
 
La lista de desgracias es más larga porque hay que anotar a los que perdieron negocios o el trabajo, que son cientos de miles. El gobierno hizo una mala lectura y sobre esa base tomó decisiones equivocadas. Una de ellas fue prometerles a sus aliados del PRO un puesto en la Auditoría General de la Nación que no podría otorgarle.
 
Se habló de una negociación con Unión por la Patria, pero en realidad, el puesto que estaba en discusión fue el que asumió la salteña Pamela Calleti que responde al gobernador Gustavo Sáenz. Si hubo negociación no fue por los votos. Los diputados de Unión por la Patria rechazaron las propuestas del Gobierno en todas las votaciones siguientes. Desde el intento oficial de derogar las leyes de financiamiento universitario y para la discapacidad, hasta el presupuesto. No hubo votos de Unión por la Patria en ninguna de esas votaciones.
 
El bochorno mayor fue con la compra de voluntades con los ATN (Aportes del Tesoro Nacional) previo a la votación. Las provincias más fieles a las decisiones del bloque, como Buenos Aires, La Pampa, Tierra del Fuego, La Rioja y Formosa quedaron fuera del reparto. Milei repartió 66 mil millones de pesos de ATN para comprar esos votos. Lo hizo en forma descarada.
 
Al tucumano Osvaldo Jaldo, el más favorecido, lo hizo llegar hasta Buenos Aires para que le bese el anillo y para escracharlo con una fotografía en la Rosada. Votos en remate para el Presupuesto y la Reforma Laboral, que son parte de las políticas del Gobierno que está destruyendo la industria y expulsando inversiones.
 
Se ha naturalizado esa actitud como un acto "responsable" de los gobernadores, como si el gobierno pudiera usar con ese fin los ATN que son para problemas concretos y no para comprar votos. Usado de esa manera, ese mecanismo es directamente extorsivo.
 
Los diputados que representan a las provincias de Misiones, Salta, San Juan y Mendoza, que originalmente habían votado a favor del aumento del presupuesto a las universidades y a la discapacidad, cambiaron su voto luego de que sus gobernadores recibieran los ATN.
 

19-12-2025 / 10:12
La central obrera, acompañada de otras centrales sindicales, organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos, gritaron el rechazo a la reforma laboral y avisaron que comenzó un plan de lucha. Una masiva movilización desbordó la Plaza de Mayo, y muchas otras plazas de todo el país, en el primer paso del plan de lucha de la CGT y otras centrales sindicales contra la "reforma laboral" esclavista. Desde el escenario, los dirigentes de la CGT marcaron que irán escalando hasta un paro nacional.  El Gobierno tomó nota de la creciente resistencia y, cagado en las patas, pateó su tratamiento hasta febrero.
 
"Ojo con lo que hacen, porque el pueblo y la patria se defienden", advirtió, en el acto, primero Octavio Argüello. Luego llegó el turno de Cristian Jerónimo: "El proyecto está escrito y redactado maliciosamente a favor de las grandes corporaciones y de las grandes empresas de la Argentina", afirmó. El último en hablar fue Jorge Sola: "Este es el primer paso, sigan sin escucharnos, terminaremos en un paro nacional en todo el país", aseguró.
 
Las frases retumbaban en Plaza de Mayo. Los triunviros de la CGT hablaban en el escenario -que le daba la espalda a la Casa Rosada- acompañados por todo el universo sindical y referentes del peronismo, la izquierda, organismos de derechos humanos y organizaciones sociales. No eran pocos, como especulaba y afirmaba el oficialismo, era una multitud.
 
Los bombos, platillos y bronces marcaban el ritmo de los discursos sin saber, al menos en ese instante, que el gobierno reculaba y desactivaba el tratamiento exprés de la dañina reforma laboral. Todo quedaba para febrero porque habían confirmado que el proyecto sumaba más detractores que aplaudidores. Y se asustaron con la movilización masiva.
 
Al menos por ahora, los derechos de los trabajadores y trabajadoras, quedaron a salvo. No es poco para estos tiempos de crueldad que corren. Una señal clara de debilidad. La decisión es el resultado de las limitaciones de una administración acostumbrada a gobernar por DNU y que choca contra la realidad parlamentaria cuando intenta avanzar sobre derechos laborales consolidados.
 
El apuro por aprobar modificaciones estructurales sin diálogo ni consenso encontró un freno en un Congreso que todavía funciona. El mensaje de la oposición fue contundente: no habrá cheque en blanco para desmantelar conquistas sociales mientras se niegan recursos a discapacitados y universidades. La ratificación de estas leyes pese al veto presidencial marca un límite que la Casa Rosada no puede ignorar.
 
Patricia Bullrich reculó en chancletas y ya anunció que habrá nuevas extraordinarias del 2 al 27 de febrero para insistir con las reformas que exigen el FMI y los empresarios. Sin embargo, las fechas elegidas confirman lo que todos intuyen: el Gobierno deberá prometer el Presupuesto como condición para obtener votos opositores.
 
La estrategia de avanzar sin negociar nada tiene precio. Lo que pretendía ser un trámite exprés se convirtió en un recordatorio de que gobernar requiere construir mayorías, no imposiciones. Mientras Milei insiste con su agenda autoritaria de ajuste brutal, lo que ocurrió en las calles y el Congreso demuestra que aún queda capacidad de resistencia popular dispuestas a defender derechos básicos. La reforma laboral esperará, pero las dudas sobre la capacidad del Loco Mlei para aprobar sus iniciativas anarco capitalista, y gobernar a favor de los ricos, crecen. El gobierno de la oligarquía no se puede llevar todo por delante.
 
La Opinión Popular
 

NicoSal soluciones web

© Copyright 2009 LA OPINIÓN POPULAR – www.laopinionpopular.com.ar - Todos los derechos reservados.

E-mail: contacto@laopinionpopular.com.ar