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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 08-06-2019 / 09:06
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

La pobreza y la degradación de la calidad de vida no aparecen en la campaña macrista

La pobreza y la degradación de la calidad de vida no aparecen en la campaña macrista
En la ciudad de la nada se camina entre decenas de familias sin techo que duermen en las calles, mientras el discurso de la monstruosidad los estigmatiza como vagos, merecedores de ese destino argentino, de actores de una conspiración política. Un gobierno que tuviera la mínima sensibilidad, no ya entre sus principales dirigentes, sino en sus segundas y terceras líneas, en su activismo, debería estar asustado, lelo o dolorido. Debería transmitir la conmoción que lo atraviese, enviar una señal de empatía con el dolor que causan sus políticas. No es el caso de Cambiemos.
Entre el desatino insólito del "creo que mi deber es no presentarme a declarar" de Carlos Stornelli y el anuncio desopilante de una moneda común con Brasil, Argentina se sumerge en las aguas muertas de "cualquier cosa puede pasar" y "cualquier cosa se puede decir" y así este país se convierte, junto con la palabra, en cualquier cosa, de la mano de Cambiemos.
 
Que un fiscal de la República se ampare en sus fueros cuando lo acusan, le quita autoridad cuando alguno de sus acusados haga lo mismo. Y su acusada preferida, Cristina Fernández, cuya persecución es la excusa para ampararse en sus fueros de fiscal, también tiene fueros pero, al revés que él, asiste cuando la convocan. Igual, resulta que el republicano es Carlos Stornelli y la ex presidenta la desacatada.
 
Como no tiene nada que anunciar después de una reunión estéril con el presidente argentino Mauricio Macri, Jair Bolsonaro sacó de la galera una imposible moneda única cuando ni siquiera pueden ponerse de acuerdo en un banco en común. "Ya les dije que no sé nada de economía", es su frase favorita en Brasil cuando le preguntan por la caída brusca del PBI.
 
Entre las manifestaciones del fiscal que fue declarado en rebeldía después de que se negó cinco veces a declarar en una causa donde hay muchas pruebas que lo acusan, y el anuncio hueco de Bolsonaro que, de realizarse implicaría cederle a Brasil la soberanía monetaria, hay un océano de nada que envuelve a los argentinos en un discurso enloquecedor porque masacra lo correcto, lo real y lo posible.
 
Mientras el gran fiscal se ufana de su repudio a la ley y dos presidentes anuncian algo que no existe, al mismo tiempo, en el primer cuatrimestre de este año, la ONG Defendamos Buenos Aires contabilizó en el área metropolitana 12.300 jóvenes que abandonaron el país en busca de un futuro que perdieron con la economía macrista.
 
Y el Observatorio de la Universidad Católica dice que el 51 por ciento de los niños argentinos son pobres, que el 35 por ciento tiene que asistir a comedores populares y que el 13 por ciento pasa hambre.
 
El discurso vacío y la nada por un lado y, por el otro, cifras que muestran un país que se desangra con la emigración de sus jóvenes y el hambre de sus niños y adolescentes. En ese contraste, lo vacío se convierte en perversión o en maldad pura. El discurso engañador reclama el sacrificio de los más vulnerables, los niños, y los jóvenes pobres mientras abre cuentas offshore en paraísos fiscales.
 
En la ciudad de la nada se camina entre decenas de familias sin techo que duermen en las calles, mientras el discurso de la monstruosidad los estigmatiza como vagos, merecedores de ese destino argentino, de actores de una conspiración política. Lo puede decir un taxista o la vendedora de un comercio que mañana serán expulsados a ese lugar con el que se ensañan. La degradación de la palabra acompaña la degradación de las relaciones humanas.

 
El trance llega a su punto crítico. La política de degradación de la palabra y virtualización de la realidad fue diseñada para sofocar la protesta contra la aplicación de las políticas neoliberales. Es el punto de inflexión en la hegemonía de ese discurso silenciador.
 
Y llega cuando se desata el proceso electoral. Ese punto de inflexión puede ser el punto sin retorno, a partir del cual será difícil un cambio del humor social.
 
Catástrofe social y elecciones han ido pocas veces de la mano, aunque la mayoría ha desembocado en elecciones después de grandes protestas.
 
El Gobierno camina sobre una fina capa de hielo que es la paciencia de la gente y sus límites ante la miseria y el hambre. Si la situación se agrava, puede provocar el desborde antes de las elecciones. El 35 por ciento de los niños y adolescentes se alimenta en comedores populares a los que todos los días se les reduce la dieta y el otro 13 por ciento ya no tiene por dónde achicar.
 
Un gobierno que tuviera la mínima sensibilidad, no ya entre sus principales dirigentes, sino en sus segundas y terceras líneas, en su activismo, debería estar asustado, lelo o dolorido. Debería transmitir la conmoción que lo atraviese, enviar una señal de empatía con el dolor que causan sus políticas. No es el caso de Cambiemos.
 
El Gobierno está enfocado en las consecuencias que está produciendo la crisis en sus expectativas electorales. No mira hacia el dolor que ha producido, sino hacia las elecciones provinciales, las PASO de agosto y las elecciones de octubre. No hay deliberación por la pobreza que han traído sino sobre los efectos de esa pobreza en sus aspiraciones políticas. Es lo que le importa y lo que siente.
 
No se ven medidas de contención ni solución. Se ve un gobierno que delibera sobre el plan "V" de Vidal, que disputa espacios de poder entre el PRO y los radicales, que elucubra posibles vices para Macri y que no termina de acomodar el lanzamiento de la fórmula opositora de los Fernández en Nación y de Kicillof-Magario en el distrito bonaerense.
 
Una fuerza que fue técnica y fría en elecciones anteriores en este principio de las presidenciales lanza operaciones mediáticas elementales, desmentibles con rapidez y en esencia inoperantes. En elecciones anteriores fue una máquina fría ante el triunfalismo después frustrado del peronismo-kirchnerismo.
 
Son operaciones que no trascienden más allá de las 24 horas. Parecen movidas de aficionados y no mecanismos diseñados por profesionales pagados por multimillonarios. Hay por lo menos tres que se pueden enunciar.
 
La más conspicua fue prohibir por decreto las listas colectoras para evitar la confluencia de diferentes corrientes peronistas. Y al poco tiempo, buscó la forma de anular ese decreto presidencial para permitir posibles alianzas con la gobernadora María Eugenia Vidal. El mismo que las anuló por decreto ahora busca anular ese decreto. No es una imagen ganadora.
 
Movida mediática: cuando la información fue capturada por las negociaciones de los Fernández con Sergio Massa y otras corrientes, todos al mismo tiempo, como se estila, salieron a decir que Juan Manuel Urtubey, Roberto Lavagna y Massa estaban negociando con Vidal y que ya estaba en danza la posibilidad de confluir a través de colectoras. Eso fue un día. Al siguiente los protagonistas tomaron distancia y desmintieron.
 
Si el efecto que buscaban era hacerla intervenir a Vidal en ese flujo informativo, lo lograron nada más que por 24 horas. Porque al día siguiente lo que quedó tras esa operación mediática tan pobre fue la imagen de una Vidal solitaria sin margen de alianzas posibles. Tampoco es una imagen ganadora.
 
Y la tercera fue la versión de que le habían ofrecido ocho millones de dólares a Roberto Lavagna para que bajara su candidatura. Pero con esa movida consiguieron todo lo contrario y el ex ministro se apresuró a presentarse como candidato. El que filtró esa versión buscaba de hecho ese resultado que le resta más votos al oficialismo que a la oposición.
 
La nota de Clarín sobre la falsa trombosis pulmonar de Alberto Fernández genera, en cambio, dudas sobre la salud del candidato. Pero lo hace sobre la base de una fake news, una noticia falsa, igual que los 32 llamados de Cristina Fernández de Kirchner a su secretario de Seguridad, Sergio Berni, el día que se descubrió el suicidio del fiscal Alberto Nisman. La noticia puede ser verdadera, porque es lógico que la presidenta hiciera esas llamadas, pero se le da una connotación falsa.
 
Los operadores mediáticos quedan cada vez más expuestos. La sincronía de tiempos y contenidos en la difusión de falsas grabaciones ilegales de los presos políticos puso en evidencia la cadena de repetidores que se origina en la AFI. La pobreza y la degradación de la calidad de vida no aparecen en esas campañas de los servicios de inteligencia destinadas a la difamación de candidatos y dirigentes opositores.
 
Pero esa realidad que ocultan terminará por devorar la imagen virtual que tratan de sostener casi con desesperación. Los pibes que emigran no son una metáfora literaria, la pobreza no es una cifra abstracta que se transmite por televisión, el hambre no es un concepto. Para millones de personas, esa es la vida desde donde miran televisión cuando pueden. En la televisión se come bien. Afuera ya no.
 
Por Luis Bruschtein
 
Fuente: Página12
 

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29-12-2025 / 09:12
La metodología del Indec para algunos indicadores centrales de la economía y la sociedad vienen recibiendo cuestionamientos debido a la distancia que existe entre las mediciones y lo que ocurre en la realidad.
 
Un informe de Centro de Economía Política Argentina (CEPA) analizó en detalle las distintas controversias en torno a las estimaciones del organismo de medición oficial y encontró claras inconsistencias en las cifras sobre salarios -que impactan en el cálculo de la pobreza-, en las de pobreza e inflación -por la sub ponderación de indicadores claves- y en la estimación de la actividad económica -con la que evitaron titulares sobre el ingreso de la economía en recesión-.
 
Las modificaciones en las formas de calcular, para que los datos se adapten a la narrativa del gobierno de Javier "el Loco Milei, no solo agregan descrédito a las estadísticas oficiales e imposibilidad de realizar comparaciones certeras con años previos, sino que subestiman problemáticas graves a las que el Estado debería ubicar en el eje de sus políticas.
 
El reporte reveló que entre la asunción de Milei en el Ejecutivo y mayo de 2025, el salario del empleo no registrado publicado por Indec registra un aumento real acumulado de 27,2 por ciento, "mostrando un desacople significativo respecto del resto de los asalariados".
 
El dato tiene como base a la EPH, que por cambios metodológicos introducidos desde fines de 2023 "comenzó a captar con mayor precisión ingresos no laborales previamente subregistrados (Tarjeta Alimentar, pensiones no contributivas, Progresar y otros programas)".
 
El problema, de acuerdo con CEPA, es que el instituto no explicó el impacto de estas modificaciones sobre la comparabilidad histórica de la serie. "Esta mejora en la captación de ingresos afecta no sólo la medición del salario no registrado, sino también la estimación de la pobreza y la comparación con otros indicadores salariales, como el salario registrado del SIPA", remarcó el documento.
 
Sobre el Índice de Precios al Consumidor (IPC), la dificultad está relacionada con el uso de una canasta de consumo y una estructura de ponderadores que no resultan representativas de los patrones de consumo actuales de los hogares. Por ejemplo, no pondera de forma adecuada los fuertes aumentos tarifarios, de alquileres y de combustibles.
 
"Así, entre noviembre de 2023 y noviembre de 2025, la inflación acumulada sería de 288,2 por ciento con ponderadores actualizados, frente al 249,5 por ciento resultante de la metodología vigente, una brecha cuya relevancia ha sido señalada incluso por el FMI", sostiene CEPA.
 
La medición de la pobreza es otro de los indicadores que quedó en el centro de las críticas. Por un lado, la Canasta Básica Total (CBT) se construye a partir de una relación gasto alimentario-no alimentario que subestima el peso actual de los servicios y el transporte, explica el reporte.
 
"En la última medición, la CBA representa el 45 por ciento de la CBT, un valor significativamente superior al observado en encuestas previas de gastos de los hogares", afirma CEPA. El impacto en el número final contiene entonces la subestimación del componente no alimentario "en un contexto de fuertes aumentos tarifarios".
 

28-12-2025 / 12:12
Las ventas en rubros estratégicos de Alimentos caen hasta 20% interanual, y aun así las fábricas avisaron aumentos mayores al 5% desde el 1 de enero. El diagnóstico de la UIA da balance en rojo de Los 4 grandes. Deberá el presidente Javier "el Loco" Milei quemar en la hoguera de los balances de fin de año una de sus teorías predilectas sobre uno de los fenómenos que creyó tener bajo control, pero que se le está desmadrando.
 
Apasionado por la idea del poco iluminado economista austríaco Carl Menger, el mandatario aplicó uno de sus principios para -a lo largo de estos dos años- afirmar que los precios se establecen en relación no a los costos de producción y otros factores, sino a la cantidad de dinero que los consumidores estén dispuestos a convalidar como precio de ese bien.
 
Pero los hechos muestran que pasó exactamente lo contrario: hace varios meses, y sobre todo con mayor intensidad desde el triunfo electoral libertario el 26 de octubre, las grandes empresas del sector alimentos decidieron subir los precios, aún en un contexto de consumo masivo desplomado.
 
Es decir, eligieron regular su pérdida aumentando el precio del producto, sin importar lo que los consumidores creen, convalidan o rechazan sobre esos precios. Y esto pegó de lleno en las mediciones de inflación del INDEC, que siguen centradas más en Bienes que en Servicios, a pesar del cambio de composición en el gasto de los hogares.
 
Así, Milei y su ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, se garantizaron la permanencia en el escenario que todos los gobiernos intentan esquivar: la estanflación, es decir, estancamiento de la actividad con inflación al alza.
 
Desde octubre, de hecho, no hubo ni una sola semana con precios de alimentos estables, y las últimas cuatro semanas del mes acumulan un alza de al menos 2,5 por ciento en un rubro clave como es el consumo de bienes básicos.
 
PáginaI12 accedió en las últimas horas a listados con aumentos de precios de hasta 6 por ciento a aplicarse desde el 1° de enero en diferentes rubros. "No hay explicación alguna", admiten los comerciantes que recibieron las alzas, pero aseguran que las empresas de alimentos nucleadas en la Coordinadora de Productores de Alimentos (COPAL) precisan que no hay otra forma de amortiguar que la crisis que venden por precios lo que no sale de góndola por cantidades.
 
Hay un pelotón de firmas, entre las que están los gigantes Procter & Gamble, SC Johnson y Unilever, que ya avisaron que desde el 1° de enero aumentan un 5 por ciento toda su línea de productos. Un poco más abajo, aparecen lácteas como La Serenísima, que pasaron listas con aumentos del 2,5 para enero. Esto último es curioso, dado que la mayoría de las empresas, a diferencia de lo que ve el Gobierno, estiman que la inflación será mayor, no menor, en los meses siguientes.
 
En ese grupo de las que pasaron aumentos cercanos al 3 por ciento también aparecen Coca Cola y Pepsi, y varias de las empresas que producen cerveza, que hace al menos tres meses no suben de precio y tienen ventas derrumbadas, aún en los calores, temporada alta de su negocio.
 
Lo curioso es que, a muchas de estas firmas, hace cerca de dos semanas, los supermercados y comercios ya les rechazaron listas de aumentos por no querer aplicarlos. El Gobierno, que se jacta de ser el más liberal del mundo, les ruega a los comerciantes que no acepten aumentos, sino el desborde sería mayor.
 

27-12-2025 / 09:12
Negando lo innegable, defendiendo lo indefendible. Con iglesias evangélicas que se oponen al aborto pero apoyan a un gobierno que regala libros que elogian a proxenetas y narcos; con militares que votan en masa a un gobierno que los lleva al suicidio; con industriales que se entusiasman con el oficialismo que los lleva a la quiebra; con jóvenes que se ilusionan con un "cambio" que les roba el futuro; con un gobierno que abandona a los discapacitados, pero se queda con una coima del tres por ciento de sus medicamentos, el país parece terminar el año en un descomunal aquelarre cuya lógica la oposición no termina de aprehender.
 
Surgen gurúes de la pobreza que entienden todo y autoflagelaciones de culpa que recriminan incapacidad, pero en realidad no se trata de un fenómeno exclusivo, sino que acompaña la deriva de Occidente. Estados Unidos, que ha sido la matriz ideológica de las últimas décadas, se ha lanzado a la conquista agresiva de Latinoamérica.
 
El diseño es igual de esquizofrénico, primero establece una ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA), que le permite sólo a Estados Unidos fabricar guerras para robar petróleo, como a Venezuela, confiscar recursos financieros, como a Rusia, o decretar aranceles de castigo para todo el mundo.
 
Y después la completa con lineamientos de seguridad nacional que le permiten agredir, invadir o bloquear a cualquier otro país. La esquizofrenia está en la pretensión de que el mundo acepte esos auto permisos como leyes establecidas incluso por los que son agredidos.
 
En la que fue la primera democracia del planeta cualquiera puede ser detenido sin causa sólo por el tono de su piel y tiene de presidente a Donald Trump que fue acusado de intentar un golpe de Estado. Por años, Occidente ha asimilado en forma bizarra el producto ideológico de esa matriz que en realidad ocultaba la relación entre el imperio y sus colonias dominadas.
 
Con la pérdida de poder de Estados Unidos en su puja con China, el fondo de esa lógica quedó al descubierto, pero Washington mantiene la pretensión de que su propuesta de opresión se asuma como de libertad. Parece una estupidez obvia, pero cuenta con el dispositivo de construcción simbólica más poderoso del planeta y de la historia de la humanidad para hacerlo creíble.
 
Aparecieron réplicas en América Latina y aquí en Argentina se expresó en los libertarios, donde esa palabra que identificaba a los viejos anarquistas fue apropiada por lo opuesto: el poder de las corporaciones sobre el resto de la sociedad; la palabra Libertad también significa lo opuesto a lo que ellos proponen y la idea de "cambio" en realidad significa para ellos romper los cambios verdaderos que promovieron igualdad y libertad.
 
Son sociedades donde la esperanza se reemplazó por la ansiedad y la depresión, porque la ilusión de que sólo basta el mérito personal termina en frustración. Son sociedades, como la Argentina, donde el suicidio se ha triplicado a causa de la frustración y la depresión y se ha convertido en la principal causa de muerte violenta en los jóvenes entre los 10 y 19 años. Todos los días se suicida un chico o chica en Argentina según un informe del Ministerio de Seguridad que se publicó a mediados de noviembre, en 2024 hubo 4294 suicidios.
 
En la semana previa a las navidades, -que la diputada libertaria Juliana Santillán confundió con las Pascuas (¡!)- hubo tres suicidios de soldados y otro de un gendarme. Las Fuerzas Armadas y De Seguridad votaron masivamente a este gobierno que los ha hundido en la pobreza. 
 

26-12-2025 / 07:12
Sea por la infatuación que le dio el triunfo en las elecciones de octubre, por un criterio equivocado o por simple ignorancia política, el gobierno de Javier "el Loco" Milei ha incurrido en un error que puede resultarle caro. Aunque no explícitamente, se ha indispuesto con la Iglesia Católica, porque esta defiende la Justicia Social.
 
Se sabe que esta institución, se diría que, desde siempre, ha sido el credo mayoritario en el país, con militancia de las clases altas y muchas de las jerarquías militares, y si no recordar los últimos meses del primer período de gobierno peronista, cuando hubo un abierto enfrentamiento con la Iglesia y los aviones que bombardearon a gente inocente en Plaza de Mayo lo hicieron con el claro signo de "Cristo Vence" escrito en el fuselaje de sus máquinas.
 
Aquí y ahora la situación no ha llegado a extremos semejantes, pero se manifiesta claramente en el tradicional cambio de saludos para fin de año que concretaron la Iglesia y el Gobierno. A una nota enviada por el arzobispo al Presidente en la que destaca "nuestro anhelo de una paz social sólida, fundada en el cuidado de cada persona y especialmente de quienes atraviesan mayores fragilidades: los pobres, los trabajadores que sostienen día a día la vida del país y los ancianos cuya sabiduría y experiencia necesitamos valorar y acompañar".
 
Milei respondió diciendo que aprecia y valora "el llamado a la reflexión, a la paz social y el compromiso por el bien común" planteado por la jerarquía católica" y sostiene que "seguiremos trabajando incansablemente para generar las condiciones que permitan a cada argentino desarrollarse con dignidad, libertad y oportunidades reales de progreso, especialmente a quienes se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad".
 
Es fácil advertir que ambas misivas rezuman protocolo. Es posible que en el proceder de la Presidencia se refleje la dudosa capacidad de sus colaboradores en la materia (tal como se ha hecho evidente en materia diplomática) pero en el asunto cuentan dos hechos altamente significativos.
 
El primero es la abierta confesión de Milei de su militancia en la religión judía, la que no sólo lo ha llevado a alineamientos internacionales con Israel que hicieron trizas la tradicional neutralidad argentina; y también a cometer algunas torpezas dentro del rito mismo. Imbuida de una tradición de presidentes católicos o poco menos, la Iglesia debió deglutir en silencio el sapo que representó su presencia en actos de profunda significación dentro de la fe católica.
 
El otro error fue más grosero. No solamente faltó el tradicional encuentro de Navidad y Fin de Año entre ambos sectores político-religiosos; desde el Ejecutivo ha habido una suspensión de fondos a obras sociales que eran administradas por la Iglesia Católica, con el agravante -se diría que casi ofensa-- de derivarlos hacia congregaciones protestantes y evangelistas, miembros de la llamada Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (Aciera).
 
A primera vista parecería una áspera respuesta por elevación a las repetidas homilías que el Episcopado católico ha hecho públicas, claramente críticas de la actual política de gobierno. Tampoco hay que olvidar la presencia presidencial de hace algunos meses en la inauguración de un gran templo evangélico, que hasta contó con la concreción de pretendidos -y torpes-milagros. La falta de contactos efectivos mencionada antes tuvo un agravante: sus principales integrantes evangélicos sí fueron participantes de un encuentro con autoridades del Poder Ejecutivo.
 
"El presidente -ha dicho uno de los principales analistas en el tema- no invita a dialogar a las autoridades del Episcopado católico, mientras orienta fondos hacia los evangelistas de Aciera y celebra con ellos en Casa Rosada". Una relación que va de fría a congelada.
 
La Opinión Popular
 

24-12-2025 / 11:12
La guerra de las coimas. Daniel Garbellini, el hombre de los primos Menem al que Daniel Spagnuolo definía en sus audios como "un delincuente" y al que le echó toda la culpa por la corrupción con los remedios para discapacitados, declaró ante la Justicia que el verdadero culpable era el propio Spagnuolo. "El asumió la suma del poder en la Andis y era el único que tenía firma autorizada para realizar pagos", sostiene en un documento.
 
La causa sobre coimas, direccionamiento y sobreprecios en la compra de medicamentos en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) dejó expuesta una batalla entre los principales imputados. Después de que el exdirector del organismo, Spagnuolo, buscara en un escrito responsabilizarlo por las irregularidades, Garbellini -su exnúmero dos, extitular de Acceso a los Servicios de Salud- le devolvió en un descargo la gentileza.
 
En el marco de la causa que investiga las irregularidades en la Agencia Nacional de Discapacidad, Garbellini, ex número dos del organismo, presentó un escrito ante la Justicia en el que negó todas las acusaciones y trasladó la responsabilidad de las decisiones operativas y administrativas a Diego Spagnuolo, ex abogado personal de Javier "el Loco" Milei y exdirector ejecutivo de la entidad.
 
Garbellini fue removido de su cargo tras el escándalo por sobornos en la compra de medicamentos y detalló que asumió la Dirección de Acceso a los Servicios de Salud en junio de 2024. Según su descargo, sus funciones se limitaban a la gestión del programa Incluir Salud, destinado a brindar cobertura médica a personas con discapacidad sin obra social, y no incluían facultades decisorias sobre contrataciones ni sobre bajas de pensiones.
 
En su presentación, sostuvo que el control total del sistema informático, las compulsas de precios y los pagos estaban en manos exclusivas de la Dirección Ejecutiva. "Tanto el suscripto como el resto de los funcionarios éramos usuarios del sistema", afirmó, y remarcó que el acceso pleno e irrestricto a la información dependía únicamente del director ejecutivo.
 
Garbellini insistió en que no tenía atribuciones para transparentar o abrir las contrataciones, y que cualquier falta de publicidad o control público fue una decisión ajena a su responsabilidad. Incluso aseguró haber sugerido cambios estructurales que fueron rechazados con el argumento de que "todo se hacía por urgencia".
 
El caso se originó a partir de grabaciones que involucraban a Spagnuolo, aunque esas pruebas no fueron consideradas válidas por el fiscal Franco Picardi. En esos registros también se mencionaba un vínculo entre Garbellini y Karina Milei, a través de un colaborador cercano, aunque esa línea no avanzó formalmente.
 
Hasta ahora, el único testimonio oral fue el de Roger Grant, quien admitió irregularidades en las contrataciones del programa PACBI y aseguró que actuaba bajo órdenes directas de Garbellini, a quien señaló como la figura que definía la operatoria. Sin embargo, evitó referirse a presuntas coimas. El expediente también incorpora anotaciones secuestradas en un allanamiento que vuelven a comprometer al exfuncionario libertario y refuerzan la disputa de responsabilidades en la causa.
 
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