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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 31-05-2019 / 08:05
MACRI INTENTÓ DESACREDITAR LA MEDIDA DE FUERZA CON ARGUMENTOS INCONSISTENTES Y FALSOS

El Gobierno pretende explicar el impacto económico del paro con razonamientos absurdos

El Gobierno pretende explicar el impacto económico del paro con razonamientos absurdos
Por lo absurdo del razonamiento, los números del Gobierno sobre el paro no cierran por ningún lado. Los que sí cierran son los de la pérdida de poder adquisitivo. Que se traducen en cierre de fábricas, cierre de comercios y cierre de planes a futuro.
Dos pérdidas. Con los datos oficiales sobre salarios que el Indec difundió ayer se llega a la conclusión de que sólo en el mes de marzo de este año los asalariados en blanco del sector público y del sector privado perdieron poder de compra por 44.000 millones de pesos respecto a un año atrás.
 
Otra vez para que quede claro: sólo en un mes perdieron 44.000 millones de pesos. Esa pérdida se elevaría muchísimo si se calculara la pérdida acumulada mes a mes, teniendo en cuenta que en el último año los salarios vienen perdiendo la carrera contra la inflación. Y subiría aún más si se agregara lo que ha perdido el tercio de los trabajadores no registrados.
 
Por otro lado el gobierno de Macri sostuvo anteayer que el paro le generó a la economía una pérdida de 40.500 millones de pesos. Se trata de dos números muy parecidos: 44.000 millones perdieron los asalariados en blanco en un mes, y 40.500 millones habría perdido la economía por un día de paro, según el gobierno.
 
La lógica en la que se basa es tan sencilla como que lo que se deja de producir ese día constituye una pérdida. Es una idea fácilmente comprensible que se acomoda a un sentido común superficial. Pero más allá de que sea correcta en algún caso, como conclusión global para el conjunto de la economía es una burda falacia. Capaz de confundir y engañar a muchos, pero impropia de gente que sabe economía.
 
Es indiscutible que para el conductor de un taxi, para una línea de colectivos o para el sistema ferroviario, casi todos los viajes que no se hicieron el día del paro no se harán nunca, y eso significará que esas actividades habrán perdido producción que no recuperarán. Pero ese razonamiento válido para esas actividades y algunas otras, no opera en absoluto para el grueso del resto de la economía.
 
Valga como ejemplo el de una empresa de alimentación que fue paralizada por completo. Es obvio que lo que no pudo producir ese día, lo compensará de alguna manera con tal de abastecer su demanda. Puede ocurrir que lo tenga que hacer con un turno extra pagando un plus salarial. En ese caso lo que habrá perdido la empresa es un poco de rentabilidad, y los trabajadores compensarán parte de lo que se les podría haber descontado por la falta, o perdido por incumplir el presentismo. Pero para la economía el impacto es poco relevante.
 
Suponer que lo que no se produjo el miércoles resta al Producto Bruto porque no se lo va a producir nunca más, es tan absurdo como creer que si un trabajador que adhirió al paro aprovechó el día para salir de compras o ir al cine, estaría aumentando el consumo y el PBI. Su nivel de consumo está determinado por sus ingresos, así como lo que produce una empresa está básicamente en función de lo que le demanden.
 
Por lo absurdo del razonamiento ya explicado, los números del Gobierno sobre el paro no cierran por ningún lado. Los que sí cierran son los de la pérdida de poder adquisitivo. Que se traducen en cierre de fábricas, cierre de comercios y cierre de planes a futuro.

 
MACRI BUSCÓ EXPLICAR EL IMPACTO ECONÓMICO DEL PARO CON RAZONAMIENTOS ABSURDOS QUE NO CIERRAN POR NINGÚN LADO
 
Las pérdidas del Gobierno
 
Dos pérdidas. Con los datos oficiales sobre salarios que el Indec difundió ayer se llega a la conclusión de que sólo en el mes de marzo de este año los asalariados en blanco del sector público y del sector privado perdieron poder de compra por 44.000 millones de pesos respecto a un año atrás. Otra vez para que quede claro: sólo en un mes perdieron 44.000 millones de pesos. Esa pérdida se elevaría muchísimo si se calculara la pérdida acumulada mes a mes, teniendo en cuenta que en el último año los salarios vienen perdiendo la carrera contra la inflación. Y subiría aún más si se agregara lo que ha perdido el tercio de los trabajadores no registrados.
 
Por otro lado el ministerio de Hacienda sostuvo anteayer que el paro le generó a la economía una pérdida de 40.500 millones de pesos. Se trata de dos números muy parecidos: 44.000 millones perdieron los asalariados en blanco en un mes, y 40.500 millones habría perdido la economía por un día de paro, según el gobierno.
 
Pero más allá de ese parecido casual, entre ambos números hay una diferencia sustancial. Mientras los 44.000 millones de pérdida de poder adquisitivo es una cifra que surge de cálculos muy sencillos e inobjetables basados en datos oficiales, los 40.500 millones de pérdida por el paro resultan de un razonamiento absurdo y falaz.
 
A los 44.000 millones se llega de la siguiente manera. Según la información del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) en marzo de 2018 la remuneración promedio de los 6,2 millones de trabajadores registrados del sector privado era de 29.146 pesos. Asumiendo que los 3,1 millones de trabajadores del sector público cobraban lo mismo, se tiene que la masa salarial de esos 9,3 millones de trabajadores sumaba en marzo del año pasado 270.000 millones de pesos.
 
Si esa masa salarial hubiera aumentado desde entonces hasta marzo pasado al ritmo de la inflación (54,7 por ciento), hubiera alcanzado los 417.000 millones de pesos. Pero como el Indec informó ayer que el aumento de ese período fue de 38,2 por ciento, la masa salarial fue de 373.000 millones de pesos.
 
EL GOBIERNO INTENTÓ DESACREDITAR LA MEDIDA DE FUERZA DEL MIÉRCOLES PASADO CON UN ARGUMENTO INCONSISTENTE Y FALSO
La diferencia entre haber mantenido el poder de compra y lo que realmente ocurrió es de 44.000 millones de pesos. Nuevamente, es la pérdida de un solo mes.
 
Por su parte, el Gobierno intentó desacreditar la medida de fuerza del miércoles pasado con un argumento inconsistente y falso. A través de un comunicado del ministerio de Hacienda pretendió mostrar que el paro del miércoles implicó una pérdida para el país de 40.500 millones de pesos, equivalente al 0,22 por ciento del Producto Bruto Interno del año.
 
La lógica en la que se basa es tan sencilla como que lo que se deja de producir ese día constituye una pérdida. Es una idea fácilmente comprensible que se acomoda a un sentido común superficial. Pero más allá de que sea correcta en algún caso, como conclusión global para el conjunto de la economía es una burda falacia. Capaz de confundir y engañar a muchos, pero impropia de gente que sabe economía.
 
Es indiscutible que para el conductor de un taxi, para una línea de colectivos o para el sistema ferroviario, casi todos los viajes que no se hicieron el día del paro no se harán nunca, y eso significará que esas actividades habrán perdido producción que no recuperarán.
 
Pero ese razonamiento válido para esas actividades y algunas otras (por ejemplo un restaurante que no abrió), no opera en absoluto para el grueso del resto de la economía.
 
Valga como ejemplo el de una empresa de alimentación que fue paralizada por completo. Es obvio que lo que no pudo producir ese día, lo compensará de alguna manera con tal de abastecer su correspondiente demanda. Puede ocurrir que lo tenga que hacer con un turno extra pagando un plus salarial.
 
En ese caso lo que habrá perdido la empresa es un poco de rentabilidad, y los trabajadores compensarán parte de lo que se les podría haber descontado por la falta, o perdido por incumplir el presentismo. Pero para la economía el impacto es poco relevante.
 
Suponer que lo que no se produjo el miércoles resta al Producto Bruto porque no se lo va a producir nunca más, es tan absurdo como creer que si un trabajador que adhirió al paro aprovechó el día para salir de compras o ir al cine, estaría aumentando el consumo y el PBI. Su nivel de consumo está determinado por sus ingresos, así como lo que produce una empresa está básicamente en función de lo que le demanden.
 
Qué pasó con el consumo eléctrico
 
Además, hay otros datos bien objetivos que revelan que el impacto del paro sobre el nivel de actividad global es muy inferior al que sostiene el Gobierno. Por ejemplo, observando qué sucedió con el consumo de electricidad.
 
El miércoles a las 17 horas la gerencia de Análisis y Control Global de Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista S.A.) emitió un informe de situación firmado por el gerente de Operaciones Daniel Kaller dando cuenta que hasta ese momento la caída en el uso de energía eléctrica era de apenas el 6 por ciento comparado con el miércoles de la semana anterior. Cierto es que se trató de un día algo más frío que el miércoles previo, lo que pudo haber incidido en un mayor consumo, pero de todos modos la caída no fue muy significativa.
 
Alguien podría contra-argumentar que la ausencia laboral aumentó el uso residencial y bajó mucho el consumo de electricidad para la producción. Sin embargo, otro informe de Cammesa diluye esa especulación. Hubo una diferencia máxima de 2.000 Megawatts a las 8 de la mañana, que se fue  reduciendo hasta casi equipararse a partir de las 13 horas. Es decir que en los típicos horarios de mayor actividad productiva la menor demanda osciló entre un 5 y un 13 por ciento.
 
Esos porcentajes dejan en ridículo la estimación de que el paro implicó una pérdida equivalente al 0,22 por ciento del PBI anual.
 
El ridículo también se desprende del siguiente razonamiento. Si el nivel de actividad económica fuera el mismo todos los días del año, cada día representaría el 0,27 por ciento (100 / 365). Por supuesto que eso no es así, dado que los feriados y fines de semana se produce muchísimo menos. Estimando que un día laborable normal se produce el 0,40 por ciento, el dato que revoleó el Gobierno del 0,22 por ciento de pérdida del PBI anual implicaría que el paro destruyó definitivamente la producción de más de medio día.
 
Por lo absurdo del razonamiento ya explicado y por las cifras de Cammesa, los números del Gobierno sobre el paro no cierran por ningún lado.
 
Los que sí cierran son los de la pérdida de poder adquisitivo. Que se traducen en cierre de fábricas, cierre de comercios y cierre de planes a futuro.
 
Por Marcelo Zlotogwiazda
 
Fuente: Infobae
 

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14-12-2025 / 09:12
Bajo el mote de reforma laboral se esconde la decisión de Javier "el Loco" Milei que pretende consagrar institucionalmente, en 2026, los objetivos que en 1976 se planteara la dictadura militar genocida. Los cambios en el proceso de acumulación en el marco del genocidio, el endeudamiento, la valorización financiera y la fuga de capitales, la desindustrialización, el modo de incorporación del cambio tecnológico y la llegada del capitalismo de plataformas, produjo una sustancial alteración de la relación capital-trabajo, obviamente en desmedro del conjunto de los trabajadores.
 
En ese marco de brutal regresividad en las condiciones materiales de vida de quienes trabajan, se sucedieron en las distintas administraciones conservadoras cambios normativos, todos con la misma dirección. 1. Abaratar el precio del trabajo. 2. Facilitar el despido. 3. Debilitar los convenios colectivos. 4. Limitar y destruir la organización sindical.
 
Estas orientaciones fueron parte de los cambios normativos que impulsó la dictadura militar, de las leyes que llevaron adelante Cavallo, Menem y De la Rúa, del frustrado intento de Macri y también del proyecto de Milei. Proyecto este cuya profundidad en términos de alteración de la Ley de Contrato de Trabajo solo es equiparable a lo planteado hace 50 años por la dictadura militar.
 
Además, se lleva a cabo la directa eliminación de los costos del despido a partir de la creación de un Fondo de Asistencia Laboral que se financiará con tres puntos de las actuales contribuciones patronales. A la vez, se les reduce en un punto adicional los aportes a los empresarios en relación a las obras sociales que dejarían de percibir un punto de los que están recibiendo en la actualidad.
 
En síntesis, cuatro puntos de los aportes patronales dejan de financiar las jubilaciones y la salud de los trabajadores, con el objeto de eliminar los costos del despido y reducir los costos laborales. Situación ésta que implica una redistribución de ingresos desde los trabajadores al capital, cercana a los 3000 millones de dólares.
 
Las experiencias internacionales y la propia experiencia nacional indican que estas propuestas solo profundizan la desocupación, la informalidad y la pobreza. Es más, aspectos laborales de esta naturaleza son los que contenía la Ley Bases y que ya tuvieron dos años de aplicación en el curso del gobierno de Milei. Años que lejos de promover el empleo registrado, coexisten con la destrucción de 222 mil puestos de trabajo formales registrados de los cuales 139 mil son del propio sector privado, al tiempo que el monotributo y los asalariados no registrados constituyen las formas de inserción laboral de mayor importancia en los últimos dos años.
 
Por si esto fuera poco, los modelos que pregonan los funcionarios libertarios como objetivos a alcanzar por la Argentina, no hacen más que negar con la evidencia lo que el propio gobierno pregona para justificar lo que propone. Poner como ejemplo a seguir países como Paraguay o Perú, que prácticamente carecen de legislación laboral, resulta inentendible. Estos dos países exhiben, aún sin legislación laboral, niveles de informalidad superiores a los que hoy exhibe la Argentina.
 
Para frenar esta ofensiva hay que convocar a la sociedad a discutir la necesidad de relaciones laborales diferentes para un país distinto al que construye Milei. Para eso necesitamos relaciones laborales que se edifiquen en base a la redistribución del ingreso, la revalorización del trabajo y la necesidad de expandir derechos para todos aquellos que trabajan independientemente del tipo de inserción laboral que tengan.
 
La Opinión Popular
 

13-12-2025 / 09:12
El proyecto de país que perfila el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei tomó el aspecto de una sociedad sin derechos organizada por el mercado. El mercado elimina el concepto de soberanía y decidirá quién irá preso y quién se tomará vacaciones. A su vez, el mercado está organizado por una escala jerárquica según el poder económico.
 
O sea: la libertad de los libertarios es como la milanesa tucumana hecha con papel higiénico. Y de postre: inflación. Si alguno pensó que el esfuerzo valía la pena, el 2,5 de inflación -medido por un Indec que todo el mundo sabe trucho-- le dio una mala noticia: se quedó sin trabajo, se quedó sin empresa, y además tiene inflación.
 
En la misma semana asumió Joaquín Mogaburu como subsecretario de Derechos Humanos y se presentó el proyecto de reforma laboral en el Congreso. El nuevo funcionario es un personaje ligado a los represores y da cursos en los cuarteles sobre "memoria completa".
  
Mogaburu aboga por la conciliación y el perdón a los genocidas. El combo es coherente con el protocolo de seguridad que criminalizó la protesta social, el decreto que permitió a las fuerzas armadas intervenir en conflictos internos y la eliminación del derecho a huelga y otros derechos como lo estipula la reforma laboral enviada al Congreso.
 
Durante el mes hubo decenas de actos sobre derechos humanos en centros culturales, casas de la memoria y en plazas de todo el país. Y el jueves se realizó un festival en la Plaza de Mayo encabezado por Madres, Abuelas y el Serpaj de Adolfo Pérez Esquivel. Al mismo tiempo, la CGT anunciaba un acto público para oponerse al proyecto de ley enviado al Congreso.
 
No hay derechos humanos y no hay derechos laborales. No hay derecho a la protesta y no hay derecho que proteja contra la tortura y la violación como reclaman los que piden la libertad de torturadores y violadores que actuaron tras haber usurpado el Estado durante el golpe genocida. No hay sujetos de derecho en esta sociedad que conciben los libertarios y que ha sido votada por muchos que perderán los derechos que tenían.
 
Con el mercado se come, con el mercado se educa, con el mercado se cura. Si eso era difícil con la democracia, el mercado ni se lo plantea porque el único derecho que reconoce es el del que tiene más capital. El mercado habla de méritos, pero los derechos no se ganan. Los derechos implican también responsabilidades, pero no se ganan por méritos. Al menos la democracia reconoce que todos tienen derecho a comer, a la educación y a la salud. Después dependerá de los gobiernos proveer esos derechos.
 
Los libertarios inventaron una democracia con voto, pero sin derechos. Y los derechos son para todos porque son inherentes a la condición del ser humano. Si son para pocos, no califica. La democracia se construye sobre los derechos ciudadanos. Sin esos derechos básicos no hay sistema democrático. Este gobierno habla de democracia y libertad, pero cuando hace la milanesa, le pone papel higiénico en vez de libertad y democracia.
 

12-12-2025 / 10:12
El gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei mandó al Senado un proyecto de contrarreforma para eliminar derechos laborales, sindicales y de huelga que atrasa un siglo. Contra la Constitución desconoce hasta la jornada de 8 horas y el derecho a huelga. Redactado por los abogados de las grandes empresas, de Paolo Rocca, Galperin y Eurnekian, en cada rubro empeora la posición de los trabajadores. Perjudica también a monotributistas e informales y se propone financiar los despidos con la plata de los jubilados.
 
El gobierno libertario demoró la presentación de la contrareforma laboral, que no registra precedentes desde la dictadura genocida de 1976, para estirar los tiempos de negociación y definir cuán a fondo iría en su ofensiva contra los trabajadores y el sindicalismo. El proyecto que ingresó al Senado retoma lo peor de todas las versiones anteriores y lo condensa en 71 páginas y 191 artículos.
 
Enmascarada en una supuesta "modernización", la iniciativa retrocede más de un siglo y desconoce pilares básicos del derecho laboral como la jornada de ocho horas y restringe el derecho a huelga. Lejos de mejorar la vida de los trabajadores, crear empleo o incorporar a los informales al mercado formal, la reforma sólo busca abaratar costos para que el empleador pueda despedir y amplía la desprotección sobre el sector más débil.
 
Los especialistas coinciden en que "invierte la presunción de laborabilidad" perjudicando a monotributistas y trabajadores "independientes". El texto final del proyecto confirma la transferencia regresiva de los derechos de los trabajadores en favor del gran capital, debilita su capacidad de organización y faculta al empleador para modificar condiciones laborales según sus necesidades.
 
La reforma laboral, firmada por Milei, fue elevada al Congreso de manera errónea por parte de Gobierno. Legisladores opositores y abogados laboralistas cuestionaron el ingreso por el Senado, ya que la reforma laboral contiene un capítulo tributario que modifica impuestos centrales. Al respecto, la Constitución fija que toda ley de carácter impositivo debe originarse en Diputados.
 
La reforma laboral que impulsa Milei atrasa porque reinstala un modelo previo al propio nacimiento del derecho laboral. La abogada Natalia Salvo advierte que es "una novedad de museo que nos devuelve a un tiempo sin normas". El proyecto permite jornadas de hasta 12 horas, un retroceso a antes de la Ley 11.544, conquistada después de las huelgas y masacres de la Patagonia y la Semana Trágica.

También elimina ítems remunerativos para achicar aguinaldo y vacaciones, ahora fraccionadas como en etapas de precariedad anteriores a cualquier estándar moderno. Al mismo tiempo, remarca que la iniciativa desconoce los avances globales sobre las plataformas: mientras en Europa los tribunales y países como España o Portugal ya reconocen a esos trabajadores como dependientes, aquí se los deja en un limbo jurídico. Modernizar sería ampliar la protección, no recortarla. Con un 43 por ciento de informalidad, el proyecto empuja al país hacia un pasado sin resguardo, donde la relación laboral quedaba librada a la voluntad de la patronal.

Un Gobierno que miente en todo, presenta el argumento principal en la supuesta "creación de trabajo formal". Silogismo falaz, acaba de ser refutado por un hombre del gran capital, el abogado Julián de Diego. Dijo que "sin crecimiento, no habrá generación de empleo". Ese crecimiento se presenta, como promesa lejana, relato de un provenir etéreo, medido en décadas. Equiparada a Irlanda, Alemania, y otras naciones. Por ahora, lo que hay es recesión, inflación en alza y deuda. Cada vez más deuda.

La Opinión Popular


11-12-2025 / 10:12
Turismo "con la nuestra". Nuevo papelón internacional de Javier "el Loco" Milei que fue a perder el tiempo a Noruega disfrazado con el mameluco de YPF, viajó 25.000 kilómetros para sacarse una foto... y se volvió sin nada. María Corina Machado faltó a su premiación como Nobel de la Paz. Viajó con su hermana Karina a Oslo en el avión presidencial, en un viaje que cuesta 300 mil dólares, y se alojó en el Gran Hotel de Oslo, en donde una habitación cuesta mil euros por noche. "El Peluca" volvió a las apuradas y de inmediato puso su firma en el funesto proyecto que apunta contra la justicia social y modifica la regulación de horas extras, vacaciones e indemnizaciones.
 
El fugaz y costoso paseo de Milei por Noruega terminó en un traspié político que expuso improvisación y falta de estrategia. La salida apresurada dejó al libertario sin el rédito simbólico que buscaba y reforzó las críticas sobre un viaje reducido a gestos vacíos, sin resultados concretos ni agenda internacional consistente. Tenía una agenda que incluía reuniones con el primer ministro y con el rey, además de la posibilidad de un encuentro cara a cara con Corina Machado, y los dejó "de garpe". Cosa de loco.
 
Milei regresó de apuro para evitar que una interna ponga en riesgo el tratamiento de la reforma laboral. Las explicaciones oficiales, en off the record, hablaban de la necesidad de "firmar la ley de reforma laboral" después de hacer "algún ajuste de último momento", sin embargo, tanto los cambios como la firma se pueden gestionar de manera remota. Lo que sucedió en realidad es que una nueva interna en el gobierno casi hace volar por los aires la Ley Rifle. Lo más llamativo, en este caso, es que los que frenaron el proyecto son dos enemigos íntimos: Santiago Caputo y Martín Menem.
 
Ellos son los dos interlocutores más fluidos que tiene la CGT dentro de la estructura libertaria y vienen advirtiendo desde hace tiempo que así como la estaba planteando Federico Sturzenegger, la reforma laboral corre el riesgo de empantanarse en el Congreso y terminar siendo rechazada, modificada hasta volverla irreconocible o aprobada a un costo demasiado alto. El recuerdo de la reforma previsional de Mauricio Macri en 2017 está presente en todos los cálculos.
 
Las partes observadas son justamente las que apuntan contra el andamiaje financiero y normativo que sostiene a los sindicatos, los llamados "derechos colectivos" que la CGT prioriza antes que las condiciones de trabajo individuales. De hecho, este lunes Sturzenegger estuvo reunido con los diputados de LLA, en un encuentro del que Menem no participó, y ante las consultas sobre estos asuntos el ministro prometió una "versión light", más sencilla de aprobar.
 
Sin embargo, el anuncio que hizo el vocero con sueldo de jefe de gabinete, Manuel Adorni, al día siguiente, no contempla la mayoría de esos recortes e incluye cláusulas inaceptables para el más dialoguista de los líderes gremiales. Dicen en la Casa Rosada que la orden de ir a fondo la dio el mismo Milei. El proyecto ya estaba listo para ingresar al Senado cuando Caputo y los Menem lograron frenarlo. Ese fue el motivo por el que el presidente tuvo que volver de apuro.
 
Patricia Bullrich, en tanto, defiende la redacción de Stuzenegger pero reclama que la situación se destrabe porque cree que si la reforma no tiene un tratamiento express y media sanción antes de las fiestas, después puede empantanarse. Su plan original de dictaminar esta misma semana, incluso el viernes a última hora, se fue diluyendo con el correr de las horas. El escenario más optimista apunta a sesionar en vísperas de noche buena. Sería un verdadero milagro navideño, mientras la CGT y el peronismo se abroquelan contra la reforma laboral anti obrera y pro patronal de Milei.
 
La Opinión Popular
 

10-12-2025 / 09:12
La denuncia por la compra de chatarra militar suma un nuevo capítulo. A la venta por un euro de los F-16 a Rumania, se añade el inminente acuerdo entre Polonia y Estados Unidos para la comprar de 250 vehículos blindados Stryker por sólo el valor simbólico de un dólar.
 
Los Stryker forman parte del catálogo militar yanqui que fueron utilizados en Afganistán e Irak y están diseñados para el transporte ágil de tropas y equipamiento. Según versiones oficiales, la elección del modelo responde a una planificación que prioriza la movilidad, la protección y la capacidad de respuesta ante diversas situaciones operativas.
 
Se trata de unidades adaptadas a distintos escenarios urbanos y misiones, con posibilidad de implementación progresiva conforme a los requerimientos logísticos y de capacitación establecidos por el Ejército Argentino.
 
Ya en julio que había opciones mejores que estaban siendo barajadas como el Guaraní de Brasil, que son vehículos muy similares a los que se usan en Argentina con el aditamento que los componentes mecánicos son argentinos como el motor y transmisión de IVECO.
 
Según publicó el medio ecuatoriano El Universal en base a un informe de Interesting Engineering, con esta oferta se pretende que los Strykers, que actualmente están desplegados en Europa, no vuelvan a territorio estadounidense, sino que sean entregados directamente a Polonia como parte del proceso de disminución de presencia militar norteamericana en la región.
 
Un análisis de Breaking Defense detalla que los Strykers llegarían en condiciones deterioradas, lo que implicaría reparaciones costosas, modernización y la creación de un nuevo sistema de soporte y entrenamiento, especialmente complejo para una plataforma que Argentina nunca operó.
 
Por otra parte, sostiene el informe, también hay dudas sobre el impacto industrial que traería la llegada de estos blindados, ya que puede desplazar la demanda de vehículos de fabricación nacional, como el Rosomak. En efecto, como ocurre con los F-16, se confirma que Estados Unidos y sus aliados de la OTAN están deshaciéndose de la buena parte de su material militar por considerarlo vetusto y desactualizado.
 
Por eso, en el Ejército argentino preferían El Guaraní brasileño dado no se impone límite de cantidad, son nuevos, se transfiere tecnología de fabricación de partes y es interoperable con Brasil.
 
"Los EEUU limitan la cantidad, nos entregan un lote de usados que Chile descartó oportunamente. No son anfibios y puede ser que venga una flota final heterogénea, con menor ciclo de vida útil y mayor costo de mantenimiento. Es relevante que no sean anfibios. No van a poder varear nuestros ríos", detalló un militar activo en ese momento.
 
Para armas, plata hay. De los 27 vehículos que el gobierno le compró a Estados Unidos el valor total fue de 100 millones de dólares. La propuesta de Brasil por los Guaraní era de 161 vehículos (156 + 5 de entrenamiento) por 400 millones de dólares, quedando cada unidad en valor de 2,5 millones de dólares cada uno contra los 3,7 de los Stryker. Es decir, si se hubiesen comprado la misma cantidad a Brasil, hubiera gastado 67 millones, 32 millones menos que lo que gastó ahora. ¿Aliados a EEUU? Las pelotas... A Milei, los yanquis lo toman de gil.

 

 

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