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                  21:02  |  Viernes 26 de Abril de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná
Groucho Marx dijo: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". En ese punto, Javier Milei es marxista.
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Entre Ríos - 13-02-2019 / 12:02
PANORAMA POLÍTICO PROVINCIAL

El PRO juega contra la UCR en Paraná y le pelea la intendencia

El PRO juega contra la UCR en Paraná y le pelea la intendencia
La incertidumbre es la clave de la política paranaense, y hoy registra un panorama inédito. El Intendente de Paraná, Sergio Varisco, anunciado precandidato para su reelección, deberá ir a las PASO de Cambiemos contra dos postulantes macristas, Emanuel Gainza y Diego Dlugovitsky, este último de la mano de la Vice intendenta, Josefina Etienot.
La incertidumbre es la clave de la política paranaense, y hoy registra un panorama inédito. El Intendente de Paraná, Sergio Varisco, anunciado precandidato para su reelección, deberá ir a las PASO de Cambiemos contra dos postulantes macristas, Emanuel Gainza y Diego Dlugovitsky, este último de la mano de la Vice intendenta, Josefina Etienot.
 
Lejos de ir despejándose, el escenario se va haciendo más denso a medida en que corren los días que faltan para los comicios. La única certeza potente y ordenadora del contexto político cambietista quedó asediada de interrogantes, tras la causa de narcotráfico y la intervención quirúrgica que le realizaron al intendente paranaense.
 
El varisquismo se esforzó por minimizar el episodio y por ratificar que nada cambiará en la agenda oficial, que a esta altura es al ritmo febril que impone la campaña electoral. La medicina, que no tiene un vademécum específico para gobernantes en carreras proselitistas, advierte que hay límites humanos universales.
 
La noción de omnipotencia que envuelve al varisquismo y que descansa en la conducción unipersonal del Intendente de la Capital difícilmente pueda ignorar de ahora en más esos límites de vulnerabilidad como especie.
 
¿Qué hará Cambiemos con esta realidad inesperada? es un verdadero misterio, aunque rápidamente se haya ratificado la postulación del Intendente. ¿Qué hará Varisco ante ese límite?, es un enigma todavía mayor, tanto a nivel personal como político.
 
Lo real es que, al presente, solo el oficialismo paranaense ofrecía certezas electorales. El varisquismo es el único que no duda en ningún momento: si no hay acuerdo, el candidato debe surgir de los votos de una interna, repiten en el entorno del intendente, y además postulan los supuestos beneficios de esa elección en lo que hace a movilización partidaria.
 
Cualquier intento de la Casa Rosada por evitar esa interna será repudiado por la UCR, que mantiene intacta su chance de patear el tablero. Lejos de poder controlar al radicalismo, en este momento la Casa Rosada no puede siquiera dominar las intrigas que envuelven al PRO paranaense, fragmentado en varias partes. 
 
Ya estamos en campaña, pero ahora se incrementará la intensidad y dureza. Operaciones cruzadas, "fake news" desinformativas y mentiras están abundando. Danza de nombre y fórmulas insólitas hasta que se cierren las listas. Alianzas impensadas y algunos resultados que no eran previsibles. Todo eso y más veremos hasta que se definan los comicios.
 
La Opinión Popular

El PRO juega contra la UCR en Paraná y le pelea la intendencia  

Estrategias electorales
 
En la semana que pasó, quedó muy claro el escenario político sobre el que se desarrollarán las elecciones: guerra de fiscales, de jueces federales y espías, denuncias y "carpetazos" de un lado y otro. Y el gobierno de Mauricio Macri tratando de esconder el desastre económico que perpetraron.
 
Además, danza de candidaturas en casi todas las fuerzas política, polarización mediática, lluvia de fakenews, mucha movida en redes sociales que se diluye en audiencias autistas y una serie de "promesas" oficiales de futuros maravillosos, donde el voluntarismo, muchas veces, es superado por el realismo mágico.
 
Macri sabe que pueden contar con el voto macrista, mucho del radical y casi todos los "lilitos". Cristina sabe que pueden contar con el voto K, parte del peronista y algo del progresista. La pelea será por los macristas desencantados, los progresistas combativos y los independientes sin partido.Cada hecho que ocurre, busca impactar sobre cada uno de estos grupos electorales.
 
Por ejemplo, el avance que, en soledad, el juez federal Claudio Bonadío lleva a cabo, responde a la demanda de una parte del votante de Cambiemos e independientes que reclamaba (y aún reclama) "meter presos a todos los K", sin entender del principio de inocencia, del derecho de defensa en juicio, de plazos procesales, causas que nunca llegan a juicios o sentencias que nunca quedan firmes.
 
A su vez, la denuncia de soborno contra el fiscal federal Carlos Stornelli, consolida el argumento K que todas las causas de corrupción son inventadas, que es sólo una forma de persecución política y que se usa a la Justicia como parte de una maniobra del poder neoliberal de evitar el retorno de un Gobierno "nacional y popular".
 
Los diarios mostraron la grieta en el tratamiento de temas político-judiciales, como nunca, dado que mientras Clarín, La Nación e Infobae ignoraron o minimizaron la denuncia de coimas contra Stornelli; en Página 12 avanzaron con la acusación de soborno contra el fiscal federal.
 
Aunque sospechados y discutidos, los vaivenes de la causa de los cuadernos serán utilizados como insumo para la campaña electoral en ciernes. Todos coinciden que detrás de los "carpetazos", las denuncias y guerra de jueces federales están las manos de los nefastos servicios de inteligencia, que, supuestamente, ya no deberían tener poder.
 
Sin embargo, quizás por primera vez en la historia electoral argentina, se ve claramente cómo los servicios de inteligencia han "operado" en las campañas electorales para tratar de volcar la voluntad de los votantes independientes hacia un bando o el otro, hacia un candidato u otro.
 
Hace años que mucho del juego político se define en Comodoro Py. Durante un tiempo, fue sólo en la Justicia Electoral, pero cuando el objetivo es lapidar el prestigio del contrario, la lluvia de denuncias se hace sentir. Poco importa si es con verdades, medias verdades o puras mentiras.
 
Esto provoca un embudo que polariza el debate entre macristas y cristinistas, pero, por tercera vez, en 2019, se pretende imponer el mismo método electoral exitoso. La confrontación con Cristina "aún garpa". Pese al colapso de la economía que clava al país en el duro escenario de la estanflación, de la inflación con recesión.
 
Así, se llegó a la elecciones 2015 con casi 1.000 denuncias contra Cristina Fernández, muchos de los candidatos K y ex funcionarios. Pocas avanzaron, no hay casi sentencias en firme ni presos; y por los resultados que se observó en las elecciones de 2015 y 2017, al votante K, al progresista y a los de izquierda combativa, no les importa saber si son reales, no les importan las pruebas, no les importan los testigos; dado que descuentan que son falsas.
 
Sin duda ocurre lo mismo con los votantes macristas, que no les interesan las denuncias de corrupción, evasión fiscal, lavado de dinero y negociados de los millonarios funcionarios del gobierno de Macri. Incluso, para este grupo, es más importante una licitación arreglada, un gasto público innecesario, un nombramiento absurdo, con cargo más absurdo aún y sueldo inmenso; que una denuncia por corrupción.
 

Cambiemos apuesta a la división del PJ en Entre Ríos
 
Cristina es una tabla de salvación
 
Lo es tanto para los que la defenestran como para aquellos que la erigen en un eje para la unidad opositora. A conveniencia la arrastran desde las rejas de la cárcel al santuario de la política. Centralidad es la palabra que define su ubicación en el panorama nacional.
 
El macrismo la necesita todo año en el banquillo de los acusados o en los pasillos de la justicia para terminar convirtiendo su nombre en sinónimo de corrupción que le permita hacer campaña y polarizar con quien creen que es el adversario electoral que les garantiza el triunfo.
 
Un sector del peronismo la necesita con la excusa de aglutinar las voluntades en un polo anti macrista para regresar al poder. Cristina, como se ve, tiene sus PRO y sus contras. El cristinismo es una necesidad existencial de propios y de extraños para sobrevivir según sus necesidades, intereses, especulaciones, oportunismo y conveniencias.
 
 
Las provincias son más predecibles
 
En las provincias, la política es muchos más predecible de lo que dicen las encuestas manipuladas por el macrismo. La mayoría de los gobernadores serán reelectos, lo mismo que los intendentes y los legisladores provinciales y concejales municipales.
 
Casi todos han diseñado sus cronogramas electorales locales para retener el poder y sólo la visión voluntarista de la Casa Rosada fantasea con ganar algunas provincias que hoy gobiernan las distintas formas del peronismo.
 

Cambiemos apuesta a la división del PJ en Entre Ríos
 
Mientras tanto, en Entre Ríos...
 
El mandatario provincial, Gustavo Bordet, se integró en Alternativa Federal y parecía colocarse en el centro de la escena de ese peronismo que piensa poder disputarle el poder nacional a Cambiemos. Intentaba ser el eslabón de unión entre las partes, mientras departía con Sergio Massa, Miguel Pichetto y mandatarios provinciales diversos.
 
Pero las necesidades comarcanas, no las convicciones políticas, hicieron que Bordet se deslizara dando muestras, como mínimo, de preocupación ante lo que puede significar el apoyo de la ex presidenta Cristina para con quien fuera su antecesor, Sergio Urribarri.
 
Bordet, como cualquier candidato, quiere sumar votos y eso implicaría conseguir el apoyo explícito de Cristina, cosa que naturalmente no obtendrá por el momento, al menos hasta que se defina si hay internas o no, y en caso de que existan primarias quien gane.
 
Pero hay señales que le fueron dado tranquilidad: las demoras en las definiciones de candidaturas dentro de Unidad Ciudadana; la ausencia de referentes K que vinieran a acompañar a Urribarri; la prudencia de Solanas en las críticas al gobernador... Todo le otorga credibilidad a los que afirman que Cristina ha pedido un acuerdo de unidad para Entre Ríos.
 
Desde el urricristinismo, reunido en Unidad Ciudadana, ahora afirman que están buscando la unidad, no la interna en el PJ. La unidad seria un acuerdo que contemple listas comunes en todo el territorio provincial. Otro plan, el Plan B, es ir por fuera del PJ.
 
El plan A sería que el ex gobernador retenga la presidencia de la Cámara de Diputados de la provincia durante 2019 a cambio de dejar de lado cualquier pretensión electoral en la instancia local. Es decir no integraría ninguna lista en las elecciones provinciales, pero sí quedaría la puerta abierta para que busque una banca en el Congreso nacional.
 
En conclusión, la ex presidenta se mueve en el medio de la grieta "a la entrerriana" y ya logró sacar a Bordet de la liga de gobernadores que se unían para darle la espalda hasta hace apenas unos meses. A cambio, habría entregado su alfil en la provincia. ¿Cómo terminará la historia?
 
El dilema es el mismo de siempre y las encuestas y estudios que hacen desde el oficialismo no lo resuelven: ¿le sirve o no electoralmente la unidad al PJ? Y si le sirve, ¿Qué tipo de unidad construir? El intríngulis que Bordet no puede resolver es como arreglar con las dispersas agrupaciones K entrerrianas sin tener que "tragarse el sapo" de Urrinarri.
 
Pareciera que se está instalando la idea de hacer una unidad maquillada. Una hipótesis es que Bordet los sumaría pero no irían en lugares protagónicos, incluso no les daría la vice gobernación que piden. Tampoco se oficializarían candidatos a intendentes de Unidad Ciudadana.
 
Otra lectura es la interna testimonial. Aquí se especula con la idea de que Urribarri no acompañaría el armado de Solanas y este quedaría librado a su suerte. Lo real es que dentro del espacio de Cristina en la provincia, casi todos entienden que más allá del momento que atraviesa Urribarri su aporte en términos logísticos y políticos es casi imprescindible para armar un esquema competitivo.
 
Pero un desempeño magro en la interna obligaría a la expresión de UC a ir por fuera, que si bien le permite con mayor laxitud pelear como premio consuelo algunas bancas, tampoco garantiza electoralmente nada.
 
Estos escenarios, especulativos todos, no pueden prever la reacción de la propia Cristina. ¿Apoyará un armado político que salga tercero cómodo, que no supere, supongamos, el 10%? La ex presidenta no puede romper su aureola de buena electora con sucesivos armados perdidosos en las provincias.
 
Y de esto ya hay claras señales, el caso de Córdoba por ejemplo, donde de hecho parece que Cristina desalienta cualquier armado que se identifique con ella ante las pobrísimas mediciones que recogen los candidatos que se quieren identificar con la ex presidenta.
 
Algo de esto se puede ir aclarando con la inscripción de los Frentes hoy y con la resolución de la presidencia en la Cámara de Diputados de la provincia. Igualmente, lo demás, son todas especulaciones, pero de esto se trata hasta el 23 de febrero.
 
 
Sectores internos más duros
 
Hay sectores de la interna peronista que tienen posiciones más duras. Sostienen que aún en el caso de un acuerdo con Urribarri, el cambio en la Cámara ya sería un hecho y asumiría Reynaldo Navarro, el candidato del gobernador.
 
Para ellos, una pata de la estrategia del oficialismo es la de la identificación de sus fieles o sea la tropa propia; los que no revistan ahí pero están en igualdad de posiciones, son aliados. Si no son lo uno o lo otro, son enemigos a batallar.
 
El bordetismo tiene un núcleo duro. Quienes están a la cabeza quieren arrasar con todo. Quizás con demasiados. Dejara fuera a empleados legislativos; a candidatos; a nombres en la lista de UC. Pero la iniciativa no parece viable porque otros temen que sus acciones se conviertan en un bumerán impulsado por heridos políticos ávidos de desquite. ¿Por dónde vendrán los tiros?
 

Cambiemos apuesta a la división del PJ en Entre Ríos
 
Todos se disputan a Cristina
 
En Entre Ríos también se disputan a la ex presidenta, unos con mayor eficacia que otros, porque mide bien y porque hay que cooptar las simpatías que ella atrapa. La defienden decenas de agrupaciones políticas -los K- y la tironean entre Bordet y Urribarri.
 
La razón es poderosa, y tremendamente pragmática más que ideológica: Cristina es la dirigente nacional que mejor mide en la provincia, con un elevado porcentaje de adhesión, dato en el que coinciden oficialistas y opositores. Entonces, ¡cómo no mostrarse del lado de la ex jefa de Estado! Suma a la causa electoral.
 

El PRO juega contra la UCR en Paraná y le pelea la intendencia
 
¿Qué pasa con la militancia K? 
 
Si hay tantos simpatizantes y adherentes al cristinismo en la provincia, ¿por qué no se constituye una opción K pura como una alternativa política y electoral que rompa la polarización, en el peronismo, entre bordetistas y urribarristas?
 
Hay varias organizaciones que militan en esa corriente desde los orígenes mismos del kirchnerismo, sin embargo cada una sobrevive en su propio mini espacio y según sus propias convicciones, visiones e intereses sectoriales. Están dispersas, muchas manteniendo contactos entre ellas, pero navegando entre desconfianzas y personalismos.
 
Hay distintos niveles de kirchnerismos. Encima, algunos están jugando con Bordet. Y hay otros que están en el medio, equidistantes, observando críticamente el desenlace del proceso político-electoral. Agazapados y a la espera del desenlace nacional que involucre a todo el peronismo, y también aguardando una señal de Cristina.
 
El punto que debería ser de confluencia entre todos -el cristinista puro- no pesa lo suficiente a la hora de pensar en la generación de una opción con fuerza electoral y política que entre a terciar; precisamente por la gran dispersión.
 
Unos prefieren estar a "la sombra de...", otros optan por defender y centrarse en su identidad para mantener lazos directos con CFK. El año de las votaciones se les vino encima sin que los hallara consolidados, unidos, sólidos, en un mismo frente.
 
Son muchos soldados que no pudieron conformar un ejército. Carecen de poder de fuego, por la poca penetración territorial o al número de votos que puedan captar. Parafraseando a Juan Perón: con pocos se hace poco, con muchos se hace política.
 
Dada la dispersión de las fuerzas K en Entre Ríos, no están en condiciones de aglutinarse en una expresión única de fuerza electoral, sino que están más en posición de sumarse a uno u a otro espacio, o bien de mantenerse con un perfil de independencia.
 
Algunos, sabedores que el cristinismo implica una oportunidad en la provincia, provocaron movimientos en torno de explotar las simpatías hacia Cristina a través de postular a candidatos del espacio. Así surgió el nombre de Julio Solanas como candidato a gobernador por UC, aunque no como referente de todas las expresiones del cristinismo en la provincia.
 
Sin embargo, para esa instancia, hay que aguardar, porque los K están más a la espera de lo que resuelva Cristina, la única a la quien responden, antes de dar algún paso a nivel local. No pueden avanzar en nada que no vaya en línea con la conducción, so pena de afectar la estrategia nacional.
 
En fin, ¿qué harán las organizaciones K?, ¿algunas saldrán a reivindicar el espacio y a poner cierta distancia del bordetismo y del urribarrismo? ¿Apoyarán la unidad impulsada por el PJ local pero aclararán que quienes se autoproclaman como referentes de UC en la provincia no lo son respecto del espacio nacional que lidera la ex presidenta? O sea, ¿fijarán distancia con la conducción provincial de UC?
 
Algunos K temen que si apoyan en las elecciones provinciales, no se esfuercen después por Cristina. Es casi lógico. Una mirada práctica sobre la pragmática conducta peronista, pero que se centra sólo en la ex jefa de Estado y omite los efectos de una posible alternativa de unidad opositora nacional, con Cristina jugando allí dentro, siendo o no candidata. ¿Y si no lo es? Se pueden abrir distintas especulaciones.
 
Los sectores K más puros están encorsetados a lo que resuelva la senadora, y se mueven según sus intereses. Para ellos, Bordet y Urribarri son elementos secundarios a los que hay que observar según la forma en que se relacionen con Cristina. Están más para jugar de suplentes en un partido nacional que para involucrarse como titulares en uno provincial.
 
Pero también están los otros, los que formando parte de Unidad Ciudadana han decidido apostar a uno u a otro. Están aquí y allá, y en ningún lado; cada espacio K juega su propio partido atendiendo a sus intereses; sólo los une la identificación con Cristina.
 

El peronismo entrerriano estÃÆ'¡ listo para lanzar la campaÃÆ'±a 

¿Los dirigentes locales de Cambiemos están peleados o dormidos?
 
Mientras el peronismo entrerriano no se toma un respiro, en la alianza antiperonista Cambiemos continúan esperando, vaya uno a saber qué, para poner primera en la campaña. Lejos está el espacio opositor de mostrar candidatos, sentar postura, avisar si habrá internas o empezar a instalar figuras.
 
Por lo pronto, continúa con eternas charlas de pocos para convencer a algunos que lo más conveniente es mostrar unidad, algo que no tienen. El intendente de Chajarí, Pedro Galimberti, se reunió con el diputado nacional, Atilio Benedetti, solo para informar lo que todos saben: que ambos serán precandidatos a gobernador por Cambiemos. "Coincidimos en la necesidad de trabajar para garantizar el triunfo de Cambiemos en la provincia", aseguró a través de las redes sociales.
 
Los que participan de esas reuniones sostienen que un sector amplio pide que Rogelio Frigerio no compita por la Gobernación y que se ponga al hombro la campaña. Un pedido similar habría llegado incluso de referentes nacionales del espacio.
 
Los seguidores de Frigerio en la provincia no estarían dispuestos a resignar esa candidatura. De ahí el silencio en torno a la fórmula y el tiempo perdido en comparación a los principales contrincantes de cara a los comicios de este año.
 
Este lunes, Cambiemos finalmente se constituyó en alianza. La Justicia admitirá la coalición y ya hay un calendario corriendo hacia la interna abierta si no logran acordar por la vía de la negociación. ¿La constitución legal despeja las dudas de una eventual fragmentación de Cambiemos? No lo hace.
 
El escenario es pura incertidumbre y parece más encaminado hacia una interna que, si finalmente se concreta, no hará más que incrementar las dosis de duda y vacilación hasta la votación general. Hay quienes creen que será Macri, a dedo, quien termine definiendo lo que los cambietistas entrerrianos no logran resolver.
 

Anticipos de las internas polÃÆ'­ticas entrerrianas
 
Sin estridencias, sin mucho ruido
 
Pocas cosas no se discuten como la candidatura de Adán Bahl para la Municipalidad de Paraná. Es el candidato, el único hombre del peronismo con posibilidades de recuperar la capital provincial para el PJ. Solo le falta oficializar la candidatura.
 
El peronismo lanzó en los hechos la candidatura del vice gobernador y ya no oculta que hay una negociación en curso en un intento por concretar una oferta unificada que garantizaría un triunfo en la Capital. Esto incluiría a importantes agrupaciones del kirchnerismo. Con la candidatura de Bahl a intendente, se busca que, si hay interna, esta pueda ponerle punto final a las disputas.
 
Si todo es incierto entre los dirigentes, aspirantes a candidatos y militantes que no pueden evaluar en qué fila alistarse, mejor no imaginar lo que el futuro político representa para los votantes. Pero nada indica que sean muchos los que están pendientes de ese enredo.
 
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