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Groucho Marx dijo: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". En ese punto, Javier Milei es marxista.
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Entre Ríos - 12-12-2018 / 10:12

Se nos fue el Gordo Puchulu, querido compañero y amigo

Se nos fue el Gordo Puchulu, querido compañero y amigo
Murió el compañero y amigo Juan Luis Puchulu. Nuestro inolvidable "Gordo". Periodista de profesión y militante político por pasión. Tenía 70 años y su vida se apagó víctima del Mal de Parkinson. Foto: Blas García para La Opinión Popular
Murió el compañero y amigo Juan Luis Puchulu. Nuestro inolvidable "Gordo". Periodista de profesión y militante político por pasión. Tenía 70 años y su vida se apagó víctima del Mal de Parkinson.
 
Su deceso se produjo el 11 de diciembre, en Concepción del Uruguay, la ciudad que amó y que distinguió con incontables producciones radiales, entre ellas las transmisiones solidarias en las que permanecía 24 horas al aire.
 
Lo conocí hace 50 años, allá por fines de la década del sesenta y llenos de ilusiones militamos juntos en la primera línea del frente de batalla contra la dictadura militar de Onganía, en ese bastión de resistencia popular que fue la Universidad Nacional de Córdoba. Compartí también tantas noches de peñas y vinos, con un idealista, desordenado, sensible y poco convencional Puchulu, un verdadero cronopio peronista.
 
Por el andarivel de la vida política se distinguió por ser un estrecho colaborador de Jorge Busti, con quien compartimos militancia en tiempos juveniles y años después las gestiones en el gobierno entrerriano durante tres periodos.
 
Acalló su voz y nos dejó el silencio. Su penetrante escritura, nacional y popular, contra los explotadores y oligarcas, nacionales e internacionales, no tuvo pausa ni supo de claudicaciones.
 
Quisiera contar tantas cosas del Gordo, pero las lágrimas no me dejan continuar, por eso reproduzco lo que el periodista Gerardo Iglesias escribió, en caliente, sobre la muerte de 
él. "Puta carajo. Se fue el Gordo nomás". Hasta siempre querido compañero y amigo.

  
Blas García 

 Se nos fue el Gordo Puchulu, querido compañero y amigo

La nostalgia permanente
 
En los tiempos que corren, la muerte parece más rápida, tan veloz como dolorosa lo fue siempre. Basta un wasap de un colega para que te desarme la tarde, la cabeza se ponga a mil, con "recuerdos como gema" y papeles que salen del corazón.
 
"Murió el Gordo Puchulu". Así de escueto, así de duro, así de real.
 
Lo otro fueron miles de imágenes de quien fue -es- para mí un gran amigo, aunque su paso por mi vida fueron quizás pocos, pero esos momentos fueron sublimes, luminosos, bohemos y barriales, como me gustan a mi. Como le gustaban a él.
 
Lo conocí cuando despuntaban los 90 y estábamos a punto de embarcarnos en una revista uruguayense que llamamos Juntos, en compañía de Betina Scotto, Carlos Ariel González Cardozo y su hijo, Pablo Salomone, Américo Schavartzman, Cristina Villanes, Marga Presas y Pablo Salomone. Revista que tuvo unos pocos números, rescató algunas cosas del Concepción diario y me dejó la amistad eterna con el Gordo y varios de los nombrados.
 
Cada vez que maniqueaba una nota decía "vamos a hermosearla" y ya sabíamos que se veían largas hojas escritas a mano de algún personaje de la ciudad o de lo que fuera. Yo las leía casi con emoción porque eran imágenes que veíamos todos los días, personajes que cruzábamos a diario por las calles, que se transformaban en poesía desde los palabras.
 
La muerte de su hijo Estanislao en un terrible accidente de tránsito lo golpeó y nos golpeó a todos, surgiendo de ese dolor una movida solidaria recordada como una épica de noches sin dormir. Y junto a ella, la Campaña del Juguete, de la que fue parte motorizadora, junto a sus amigos de LT11, que aún la continúan, y la continuarán este 24 de diciembre, como debe ser, como el seguramente espera.
 
El nacimiento de mi hijo mayor, mucho tiempo después, valió una carta que aún emociona a mi mujer Juliana y a mí, cuando la leemos tras 20 años de haber sido escrita.
 
Puta carajo. Se fue el Gordo nomás. Sobre el momento de la noticia la lluvia se adueñó de Concepción, para reafirmar esa sabia frase de las viejas, esas que tanto amó el, "cuando muere alguien bueno, el cielo llora".
 
Se murió el Gordo nomás. La última carta que me mando con Ata, uno de sus hijos, músico y pingazo, decía "Esta es la primera carta que escribo dictándola. Mi enfermedad es una degeneración (....) Te imaginas Pipo vos que me conoces, que a los 66 años, el médico que diga que tengo una "degeneración" es redundante. Que yo era un degenerado ya lo sabía a los 16 años" hasta en esas situaciones yo perdía el humor y su genio.
 
Creo que con su muerte se va el último de los periodistas de escaño y noches, de vidas al borde de las sillas desfondadas, de madrugadas interminables, con historias diarias que se transformaban en bellezas de escrituras. De mostradores de la Marcela y la Lusera, de amistades eternas, del amor por la radio. De la nostalgia permanente. Se fue el Gordo nomás. Un día de lluvia y a poco de la navidad, quizá para pasarla, de una vez por todas, con todos los que tiene allá arriba, que lo están esperando con los brazos abiertos. Salute Gordo querido. Fue un placer.
 
Por Gerardo Iglesias
 
Fuente: UNO
 

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