Nacionales - 17-08-2018 / 09:08
Macri y su Patria contratista
EL PRESIDENTE HABLÓ SOBRE LA CORRUPCIÓN EN EL ENCUENTRO EMPRESARIAL DE LA AEA. Estaban presentes Paolo Rocca y Aldo Roggio, titulares de las empresas que reconocieron pago de coimas. Macri en su momento fue procesado por contrabando y luego sobreseído por la Corte menemista, sin embargo ayer, ante sus antiguos colegas, pronunció palabras que rozaron la burla y el cinismo: “Vayan para adelante. Ustedes son los generadores de riqueza”, les dijo. Y, tras el desplante, les propuso: “Si alguno se encuentra con un pedido indebido, acá tienen un Presidente al cual acudir”. “¿Y Macri, a quién acudirá”, deslizó con irónica bronca un alto empresario.
En el gobierno de Mauricio Macri se disponen a capitalizar la causa de los "cuadernos de las coimas", novela con aires de burlesque, y poner al Presidente -un hombre que fue por años un empresario de la obra pública- del lado de la transparencia y la anticorrupción.
Los cuadernos, el show mediático, el desfile por Comodoro Py, resulta para los empresarios una traición de quien consideraban un par: el hijo rico nacido en las entrañas de la "Patria contratista", testigo y partícipe de la corrupción con Socma, la empresa que le legó su padre; o Iecsa, de Ángelo Calcaterra, el primo testaferro y "arrepentido" al que, no obstante, le otorgó el soterramiento del tren Belgrano.
Macri en su momento fue procesado por contrabando y luego sobreseído por la Corte menemista, sin embargo ayer, ante sus antiguos colegas, pronunció palabras que rozaron la burla y el cinismo: "Vayan para adelante. Ustedes son los generadores de riqueza", les dijo. Y, tras el desplante, les propuso: "Si alguno se encuentra con un pedido indebido, acá tienen un Presidente al cual acudir". "¿Y Macri, a quién acudirá", deslizó con irónica bronca un alto empresario.
No será gratuito que la Justicia alcance al gran poder económico de la Argentina, que incluye al clan Macri. Lo grave es que, más allá de las condenas, del efecto judicial e individual que la causa tenga en cada uno de los imputados, ellos son empresarios que tienen a su cargo algunas de las obras más importantes del país. De ellos depende la inversión que emplea a tantos obreros, que mueven el débil consumo, que hacen que la economía no desfallezca más.
Hoy vemos arrepentirse o negar el pago de coimas al poderoso Paolo Rocca, presidente del Grupo Techint, mayor productor de acero de la Argentina y el mayor productor del mundo de tubos sin costura, comprometido en la explotación de Vaca Muerta. También a Aldo Roggio, que, tras declarar como "arrepentido", renunció a la presidencia del holding que carga con más de un siglo de historia; pero también a Carlos Wagner, expresidente de la Cámara de la Construcción, y actual titular de Esuco, de quien dependen varias de las obras públicas en marcha.
También, aparece ahora el banquero Luis María Ribaya, exdirectivo del Galicia y Nación (donde se desempeñó hasta el año pasado), quien se sumaría a la ola de "arrepentidos" y podría provocar un tembladeral en el sistema financiero argentino. Los bancos, encargados de blanquear el dinero negro, podrían ventilar nuevos males.
Nada importaría si esto fuera simplemente una escena de empresarios delatores y vengativos, pero si la Justicia, o el propio humor de estos magnates, lo dispone, las pocas obras públicas en marcha podrían paralizarse, empujando a más trabajadores fuera del sistema, agregando más sal a la herida de la recesión.
La difusa meta de campaña del Presidente se pervierte: de la pobreza cero, pasaremos a la obra pública cero, nos volveremos todos un poco más pobres. Si eso sucede, el hilo se habrá cortado por lo más delgado, por el pueblo que nada hizo y sufre la corrupción enquistada. Los inmorales deben recibir su castigo. Pero, ¿pagarán los responsables?
La Opinión Popular
EL PRESIDENTE HIZO REFERENCIA A LA CAUSA DE LOS CUADERNOS EN EL ENCUENTRO EMPRESARIAL DE LA AEA
Macri, nada que ver con la obra pública
Convencidos de que (al menos en lo mediático) el episodio judicial de Angelo Calcaterra pasó a segundo plano, en el Gobierno se disponen a capitalizar la causa de los cuadernos y poner al presidente Mauricio Macri -un hombre que fue por años un empresario de la obra pública- del lado de la transparencia y la anticorrupción. La puesta en escena que eligieron para esto fue la apertura del encuentro de la Asociación Empresaria Argentina (AEA).
"Si alguno de ustedes se encuentra con un pedido indebido, acá tienen un presidente al cual acudir y a un equipo de Gobierno ante el cual denunciarlo", sostuvo Macri, que en su momento fue procesado por contrabando y luego sobreseído por la Corte menemista. Además, Macri anunció que presentará tres proyectos vinculados a la transparencia del Estado.
Macri habló allí con los 200 principales empresarios del país. Desde el comienzo de su discurso se paró como alguien que no hubiera atravesado los recovecos de la obra pública como empresario durante la década menemista y que hubiera tenido más de un problema judicial por el presunto contrabando de autopartes (el sobreseimiento de la Corte menemista fue usado como argumento para la destitución de algunos de sus jueces), las cloacas de Morón y el todavía pendiente affaire por la privatización del Correo.
"Estamos construyendo un Estado que rinde cuentas y que combate la corrupción", afirmó el presidente, quien remarcó en relación a su primo Angelo Calcaterra, que admitió pagos a funcionarios del Gobierno anterior ante el juez Claudio Bonadio: "No tengo pensado hipotecar mi Gobierno ni el futuro de los argentinos para defender a nadie que actúe fuera de la ley".
"Si alguno de ustedes se encuentra con un pedido indebido, acá tienen un Presidente al cual acudir y a un equipo de gobierno ante el cual denunciarlo", aseguró Macri, quien remarcó que están "haciendo lo que hay que hacer para asegurar la transparencia, la institucionalidad, que son fundamentales para avanzar hacia el país que queremos y nos merecemos".
Macri adelantó que, en ese sentido, presentará tres leyes al Congreso: se trata de una ley de Datos Personales, una nueva Ley de Etica Pública, y una reforma del Indec.
De las dos últimas ya se conocieron borradores, aunque según pudo averiguar este diario en la Rosada, llegarán con modificaciones. Según precisaron, ninguna de las modificaciones se hizo luego de iniciada la causa de los cuadernos, sino que están vinculados a crear "un régimen permanente para detectar y castigar la corrupción".
"Estamos avanzando con tres anteproyectos que vamos a enviar al Congreso: la nueva Ley de Ética Pública, una ley para el Indec y de datos personales", indicó el Presidente, quien insistió en que busca que lo antes posible se "apruebe en el Congreso la ley de extinción de dominio que nos permita recuperar lo que es de todos".
"Otros ejemplos de este camino que llevamos adelante son la ley de responsabilidad penal de las personas jurídicas y la ley del arrepentido, una herramienta que hoy hace posible juzgar casos de corrupción", aseguró sobre la forma en la que está llevando adelante la investigación el juez Bonadio, a través de prisiones preventivas y liberaciones para los que decidan colaborar.
Ante los empresarios, también hizo una defensa del ajuste de las cuentas públicas. Llamó a "no gastar sin control los recursos del Estado que claramente son los recursos de todos los argentinos", señaló. "Este es el único camino correcto, por eso estamos trabajando para resolver cada uno de los obstáculos que tenemos, y así poder lograr las metas que nos hemos impuesto", indicó sobre el acuerdo con el FMI, que está siendo auditado por estos días.
"Atravesamos una tormenta de frente", sostuvo Macri, que continúa con sus metáforas meteorológicas para presentar la situación económica como inevitable.
"Es importante no perder el foco ante tantos pronósticos catastróficos, como que este país no tiene destino o que no tenemos futuro", les recomendó a los empresarios, a quienes nuevamente llamó a "terminar con los comportamientos mafiosos que ustedes tienen que denunciar".
Por Werner Pertot
Fuentes: Página 12 y Diario Hoy