Nacionales - 27-06-2018 / 10:06
“SEGUNDO SEMESTRE” CON RECESIÓN + INFLACIÓN
Cuando el Estado es más fuerte que los negocios hay Patria, cuando los negocios toman de rehén al Estado, hay Colonia
Dentro de unos días comienza un “segundo semestre” muy diferente al que pregonaba el presidente Mauricio Macri: no sólo el vector de la economía dejó de apuntar hacia arriba, sino que empezó un ciclo recesivo con alta inflación inercial. Los nuevos ministros de la Producción y Energía ya empezaron a compartir reuniones sectoriales para atajarle al IPC todos los penales que puedan, aunque la goleada en contra esté asegurada.
Dentro de unos días comienza un "segundo semestre" muy diferente al que pregonaba el presidente Mauricio Macri: no sólo el vector de la economía dejó de apuntar hacia arriba, sino que empezó un ciclo recesivo con alta inflación inercial. Los nuevos ministros de la Producción y Energía ya empezaron a compartir reuniones sectoriales para atajarle al IPC todos los penales que puedan, aunque la goleada en contra esté asegurada.
Por su parte, Javier Iguacel procura que petroleros y distribuidores se conformen por este año con indexar y posterguen la recuperación del tercio en las tarifas que según ellos falta aún para llegar al objetivo comprometido. Así mismo, Dante Sica instó a la Unión Industrial Argentina y la Cámara de Comercio "no hacer abusivos traslados de la devaluación a los precios". En ambos casos, la codicia de los grandes empresarios no deja demasiado margen para el optimismo.
Argentina es hoy un país donde los rojos que las cuentas públicas se acumulan en todos sus balances. En ese contexto, ayer se hizo público el déficit de cuenta corriente de la balanza de pagos, que mostró durante el primer trimestre del año un déficit de u$s9.623 M, lo que marcó un empeoramiento de u$s2.465 M respecto del año previo, donde un 46% corresponde a intereses de la deuda, un 18% déficit comercial y un 36% turismo (y otros servicios).
El dato es preocupante: en los últimos cuatro trimestres, el saldo negativo de la cuenta corriente asciende a -5,3% del PBI (u$s34.000 M), el déficit más alto desde la salida de la convertibilidad, rojo que fue resuelto a través de la toma de deuda en moneda extranjera, que trepó 28% en el primer trimestre del año, y donde el sector público (Gobierno y BCRA), incrementó sus pasivos en u$s40.000 M respecto de los primeros meses de 2017.
Hoy la producción se desploma, un gran número de pymes han desaparecido y las que sobreviven están asfixiadas, las economías regionales agonizan. A su vez, las grandes empresas monopólicas que administran la energía y que jamás apostaron al país, están haciendo estragos en la industria y castigan al ciudadano de a pie con los tarifazos.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, aseguró que el paro general de este lunes generó una pérdida de unos 29 mil millones de pesos a la economía, cifra que resulta imcomprobable. Lo que no dice y oculta este Gobierno es que entre mayo y lo que va de junio, ya se fugaron casi el triple de ese monto de las reservas del Banco Central para contener la corrida del dólar, que a su vez, es fomentada desde sectores especuladores privados muy cercanos a los funcionarios macristas. Cuando el Estado es más fuerte que los negocios hay Patria, cuando los negocios toman de rehén al Estado, hay Colonia.
La Opinión Popular
El flamante ministro de la Producción, Dante Sica, debutó en la cartera con un trato directo con las cámaras empresarias y con un anuncio que dejó atónitos a colegas del gabinete, como el titular de Trabajo, Jorge Triaca: la reapertura de las paritarias, al haber quedado sepultado por la inflación el tope salarial del 15% que se firmó en muchas de ellas.
Llamó la atención, sin embargo, que el anuncio de la reapertura de paritarias haya provenido del representante del Gobierno ante las patronales y no del colega laboral. Es que los convenios firmados con tope del 15% contienen cláusula gatillo, lo cual virtualmente los indexa hacia fin de año, y se cree que sentar a los gremios a discutir la aplicación, en medio de una recesión y amenazas a la estabilidad de los empleos, podría rebanar algunos puntos, tomando como referencia el cierre de camioneros al 25%.
Los empresarios aducen que el traslado a precios de la devaluación tendrá un freno natural en la desaceleración de la economía, pero al continuarse con el cronograma de ajuste en las tarifas y al ser controlados los mercados que abastecen a la canasta básica por formadores de precios y cadenas comerciales monopólicos, el IPC tiene asegurada su retroalimentación. Y si a fin de año rebota aunque sea un poco la economía como esgrimió Sica, ¿quién parará las remarcaciones que se mantuvieron en el molde?
En el edificio de Leandro Alem venían deshojado la margarita sobre si homologar o no el 25% acordado en Camioneros, previo al paro general impulsado por los propios líderes del gremio, la familia Moyano, pero los representantes del sector privado que suscribieron convenios con cláusula gatillo ven en un arreglo como ése un mal menor, ya que ateniéndose a la letra a fin de año tendrían que reconocer una diferencia por la indexación que hasta podría duplicar aquella pauta inflacionaria que el viento se llevó.
Este martes 26/06, la Administración Macri hasta admitió ante el Fondo Monetario Internacional que sería deseable un IPC, al cabo de 2018, del 27%, que se queda corto frente al Relevamiento de Expectativas Macroeconómicas (REM), que proyecta 30%.
Sica, que hasta su designación como funcionario era uno de los más conspicuos proveedores de consultoría del empresariado, se encargó de anunciar la reapertura de las paritarias, a sabiendas per se, y por recoger las inquietudes sectoriales por línea privada (como se dice en los reportajes radiales) de que la economía entró de nuevo en recesión y ese será el condicionante de cualquier renegociación para las cláusulas gatillo.
En la reunión que acaba de mantener con las cúpulas de la Unión Industrial Argentina (UIA) liderada por Miguel Acevedo, y de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), que encabeza Jorge Di Fiori, estuvieron hablando de las tasas, de las cadenas de pagos, pero de lo difíciles que serán los próximos meses de baja actividad si se trasladan los mayores costos por tarifas y devaluación a los precios "en forma abusiva".
Se mencionó la existencia de la ley de Defensa de la Competencia, que aumenta las multas a las empresas hasta $ 4.000 millones e impone la figura de la "clemencia" para empresarios que delaten a sus pares en maniobras de cartelización, pero en la práctica el ex director de Abeceb ratificó en el cargo de secretario de Comercio al cuestionado primo del jefe de Gabinete, Marcos Peña, el supermercadista Martín Braun, quien en todo este tiempo asistió impávido al festival de remarcaciones por hache o por ve y creía en la competencia importada como reguladora de la estructura de precios relativos. Queda también donde lo había puesto Francisco Cabrera el secretario de Industria, Fernando Grasso
Sin embargo, desde la Cámara de Comercio transmitieron la tranquilidad de que no será posible trasladar la devaluación a los precios porque sería peor el remedio que la enfermedad si se aumentan con la demanda retraída.
Coincide con esta postura Federico Furiase, del Estudio Eco/Go, para quien "el traslado a precios va a ser más moderado que en 2014 y 2016 porque estás en un contexto recesivo y la tasa en pesos al 40%. Entonces las empresas van a tener menos margen y habrá incentivos para desarmar inventarios, priorizando su participación en un mercado debilitado por la caída en el poder adquisitivo y el mayor costo en la cadena de crédito", teorizó.
La canasta básica no descansa
Como desmentida temprana a un supuesto freno recesivo a los incrementos en el costo de vida y del resto del aparato productivo, en los últimos 20 días los alimentos y productos de higiene personal y limpieza se encarecieron hasta un 13% como consecuencia de la apreciación del dólar en ese lapso, del 10,68%, desde los u$s 25,48 el 30 de mayo hasta los u$s 28,20 el 18 de junio, , según un estudio realizado por Focus Market en 515 puntos de venta en todo el país a través de Scanntech (lector de scanner).
Los viejos analistas dirían que es consecuencia de la demanda inelástica, pero la verdad hay que buscarla en la concentración de la oferta y la distribución, que es donde se forman los precios.
Consultado por BAE Negocios, el economista Salvador Di Stéfano enumeró la corrección en combustibles y tarifas tras el salto de la divisa para seguir recortando subsidios y el "efecto dominó" que tiene sobre la economía, las subas salariales luego de las paritarias "que se trasladan a precios porque no va a haber aumento en la producción" que permita compensar los mayores costos en energía y sueldos, así como la carrera que juega el billete verde con el valor de los productos, que varían con la cotización de la moneda norteamericana.
Desde la consultora LCG asumen que "no se suspenderán los aumentos que, hacia finales de año, implican la reducción gradual de los subsidios", pero por otro lado Di Stéfano alerta sobre que, como ya se transita un contexto mucho más recesivo que en 2014 ó 2016 debido a la sequía y su impacto en la cosecha de soja y maíz, el índice del consumidor encontró un techo en la crisis en el sector del ganado vacuno, que por la sequía no tiene cómo alimentar a los animales, acelerando la liquidación y así se contuvo el precio de la carne roja, afectando también a las de origen porcino y aviar.
De modo que, según el IPC porteño de mayo, subió 1,4% contra un 3,2% que se encarecieron los alimentos y bebidas en general, explica.
"Esto por ahora te tira abajo el índice de precios, pero va a aumentar de manera importante a fin de año porque "el productor ya no va a estar apurado a vender", adelantó el experto en producción agropecuaria.
En consecuencia, la mala noticia sería que, de concretarse el optimista pronóstico del gobierno de que para fin de año la economía volverá a la senda del crecimiento, empujada sobre todo por los sectores exportadores que ahora cuentan con el alivio que les generó la fuerte devaluación del peso, como ratificó Sica ante la UIA y la CAC, la inflación podría cortar amarras.
Para entonces, la perspectiva indicaría, de acuerdo con una de las líneas de análisis, que los precios probablemente aumenten 37% en 2018, con un dólar a $28, que implicaría una suba del tipo de cambio del 50%. La TIR de los títulos con tasa Badlar cerraría al 45% anual la de los que ajustan por CER, del 8%.
La delegación de la UIA que concurrió al Palacio de Hacienda, integrada además del presidente Acevedo por los vices Luis Betnaza, Daniel Funes de Rioja, Cristiano Rattazzi, Adrián Kaufmann, Eduardo Nougués, Alberto Sellaro, el vicepresidente Pymi, Miguel Ángel Rodríguez, y el secretario de la entidad, Alberto Álvarez Saavedra, aprovechó para reiterarle a Sica lo que su antecesor en el cargo, Francisco Cabrera, hacía caso omiso: la posibilidad de que haya desvíos de comercio, en momentos en que Estados Unidos y China parecen encaramarse a una guerra comercial. Y que sea restablecido el informe de Aduana sobre importaciones que el ex titular de AFIP, Alberto Abad, ordenó dejar de publicar.
Fuente: Urgente24