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Sociedad e Interés General - 25-04-2018 / 20:04
EFEMÉRIDES POPULARES

Alfredo Astiz se rinde sin pelear y entrega a los ingleses las Islas Georgia

Alfredo Astiz se rinde sin pelear y entrega a los ingleses las Islas Georgia
El 25 de abril de 1982, efectivos británicos desembarcaron cerca de Puerto Leith. Astiz fue rodeado por tropas enemigas. Tras los primeros disparos, las fuerzas británicas instaron a Astiz a rendirse pero este se negó. Fue ante una segunda intimación por parte del enemigo que Astiz depuso rápidamente las armas. El represor Astiz rindió cobardemente a su tropa al enemigo, sin efectuar la debida resistencia y se entregó ante las fuerzas armadas británicas. Muy bravo con las monjitas francesas indefensas y muy gonca con los soldados ingleses.
El 2 de abril de 1982 las fuerzas armadas argentinas ocuparon las Islas Malvinas dando origen a la guerra del Atlántico Sur. El excapitán de fragata de la Armada Argentina, Alfredo Ignacio Astiz, fue destinado a las Islas Georgias del Sur al frente de un grupo comando llamado Los Lagartos.
 
Pocos días después, el 25 de abril, efectivos británicos desembarcaron cerca de Puerto Leith. A las pocas horas Astiz, al mando de 15 hombres y 39 operarios civiles, fue rodeado por tropas enemigas. Tras los primeros disparos, las fuerzas británicas instaron a Astiz a rendirse pero este se negó. Reiniciado el ataque, Los Lagartos soportaron una nueva andanada de proyectiles, en tanto los efectivos de la Compañía M del 42 Comando de los Royal Marines estrechaban el cerco.
 
Fue ante una segunda intimación por parte del enemigo que Astiz depuso rápidamente las armas. El represor Astiz rindió cobardemente a  su tropa al enemigo, sin efectuar la debida resistencia y se entregó ante los capitanes Pentreath y Barker de las fuerzas armadas británicas. Muy guapo con las monjitas francesas indefensas y muy cagón con los soldados ingleses.
 
El genocida Astiz quedó detenido como prisionero de guerra. Francia y Suecia reclamaron su extradición para juzgarlo por secuestro y asesinato. Pero Gran Bretaña, gobernada por Margaret Thatcher, invocó la Convención de Ginebra, para negar la extradición y lo devolvió a la Argentina al finalizar la guerra.
 
La Opinión Popular 

 
Pidieron sumariar a Astiz por rendirse en Georgias sin pelear pero la cúpula de la Armada lo protegió
 
La comisión Rattenbach lo había pedido con todas las letras: abrir un sumario contra el entonces teniente de navío Alfredo Astiz por haberse rendido sin combatir en Puerto Leith, ubicado en las islas Georgias.
 
"El Angel Rubio" había sido mandado al frente un grupo de "lagartos" (comandos) con la intención de limpiar su carrera, luego de su sangriento paso como agente encubierto de la ESMA en las Madres de Plaza de Mayo.
 
Pero el 17 de mayo de 1982, un joven Astiz de barba firmó el acta de rendición a bordo del buque británico Plymouth (ver foto). En ese momento, Suecia y Francia pedían la extradición del marino por las desapariciones de la joven Dagmar Hagelin y las monjas francesas Léonie Duquet y Alice Domon. Pero luego Gran Bretaña lo devolvió a la Argentina como prisionero de guerra.
 
Este pedido de un sumario para un delito militar grave como rendirse sin combatir había sido borrado de la versión del informe que se publicó en 1983 en la revista "Siete Días" y había merecido, más tarde, una queja del propio Rattenbach.
 
A fojas 277 se puede leer que Astiz " rindió su tropa al enemigo, sin efectuar la debida resistencia . No se tiene conocimiento de que, en forma similar a lo indicado (con su colega el teniente Luna que estaba a cargo de otro grupo de comandos), el comando en jefe de la Armada haya ordenado la instrucción de un sumario". El accionar de Astiz fue informado por el capitán de navío César Trombeta.
 
El diferente tratamiento que tuvo Luna muestra una protección política desde la cúpula de la Armada quien, a pesar de este antecedente, siguió ascendiendo de grado hasta fines del gobierno del presidente Carlos Menem.
 
La participación de Astiz en el conflicto había comenzado el 2 de abril cuando la fragata "Guerrico" llevó a sus comandos a las Georgias porque 22 marines y 13 civiles británicos estaban hostigando a los obreros argentinos que habían izado una bandera argentina en Georgias donde estaban desmantelando instalaciones balleneras. Este episodio desencadenó la guerra. El desembarco de los militares argentinos dejó un saldo de 3 muertos y 7 heridos. Luego se mandó al teniente Luna con 40 hombres a custodiar Grytviken y a Astiz y 10 hombres a Puerto Leith, junto con los obreros argentinos contratados por el empresario Constantino Davidoff. Más tarde la "Guerrico" y el "Bahía Paraíso" regresaron al continente con los 35 británicos que se habían rendido.
 
Ambos se rindieron sin combatir y así se dejó asentado en el informe final. Pero en 1983, Rattenbach se enteró que la versión publicada faltaban las páginas referidas a Astiz y otros jefes militares y se quejó ante sus superiores.
 
Por el faltante de estas hojas, tanto el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas y luego la Cámara Federal porteño no condenaron a Astiz por su actuación en Malvinas. Recién el año pasado, el tribunal oral federal 5 condenó a Astiz a prisión perpetua pero por crímenes de lesa humanidad como miembro del grupo de tareas de la ESMA.
 
Fuente: Clarín
 

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17-10-2025 / 18:10
17-10-2025 / 18:10
17-10-2025 / 09:10
El coronel Juan Perón estaba preso. Nada se oponía a la restauración oligárquica y al retorno a la fraudulenta y corrupta Década Infame, interrumpida por la irrupción de la Revolución de Junio de 1943. Pero en ese momento la clase obrera se movilizó y desde ese instante se convertiría en un actor determinante del proceso político nacional.
 
Nadie la conocía aun. Carecía de antecedentes. Venía de abajo, del subsuelo de la Patria, y su marcha fue irresistible. Si había demorado en aparecer, lo cierto es que nadie pudo, desde entonces, olvidarlo jamás.
 
En la madrugada del 17 de octubre de 1945 comenzó una movilización de la clase trabajadora en los barrios populares del oeste de Capital Federal así como de las zonas industriales de sus alrededores.
 
Los obreros no ingresaban a trabajar en las fábricas y talleres e iban recorriendo los establecimientos vecinos, incitando a abandonarlos a quienes se encontraban en ellos, para luego marchar coreando consignas en favor de Juan Perón, por las calles principales hacia el centro de la Capital Federal.
 
Aquel 17 de octubre los trabajadores dejaron sus herramientas, apagaron las máquinas de sus talleres y fabricas, se subieron al tranvía o al ómnibus y se fueron a la Plaza de Mayo. Estaban dispuestos a dar la vida por Perón. Un nuevo ciclo histórico se iniciaba en la Argentina.
 
El 17 de octubre de 1945 marcó un antes y un después en la historia de nuestro país: más de un millón de trabajadores, coparon la Plaza de Mayo para exigir la liberación del que ya entonces consideraban su líder: el coronel Perón, quien desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, había instrumentado numerosas medidas que favorecieron a los obreros, sentando las bases de la movilidad social ascendente y permitiéndoles integrarse a un país que, hasta entonces, no los reconocía.
 
Setenta y ocho años después, recordamos aquella expresión de lealtad mutua: de los trabajadores hacia su líder, pero también de Perón hacia ellos, al visibilizarlos y, una vez en el poder, haber seguido defendiendo sus derechos. Sin arriar nunca las banderas del trabajo, la dignidad y la justicia social.

 
Escribe Blas García  

17-10-2025 / 09:10
El 17 de Octubre de 1945, Juan Perón fue rescatado de la cárcel por la masiva movilización de la clase trabajadora, exponiendo así la falencia del anciano régimen oligárquico antinacional -rapaz y parasitario- y la caducidad de los viejos partidos políticos seudo democráticos, sobrepasados por el proletariado, que de ahora en más, podía obtener reivindicaciones que ya no se pedían, se reclamaban, porque ya no se confiaba en la buena voluntad de los sectores dominantes sino en la propia fuerza de los trabajadores.

Ese día resurge la Argentina profunda, el subsuelo de la Patria sublevado, y reaparece para continuar escribiendo la historia de las masas populares, una secuencia que va desde las lanzas primero -con las montoneras federales del interior-, el voto después -con el radicalismo yrigoyenista- y por último los sindicatos obreros -con el peronismo-. Tres momentos en los que el Pueblo lucha para realizarse con el federalismo, la soberanía política y la democracia social.

Como consecuencia de la actuación revolucionaria de las masas populares el 17 de octubre de 1945, el justicialismo llega al poder y produce transformaciones en todos los ámbitos de la realidad del país. La Revolución Nacional, de Eva y Juan Perón, rompió con el modelo semicolonial dependiente, logrando la independencia económica, la justicia social y permitiendo importantes conquistas a los sectores populares. Una Nueva Argentina con el Pueblo de protagonista.

La terrible reacción gorila de la vieja Argentina oligárquica y autoritaria, en el golpe de septiembre de 1955, dan la medida de la trascendencia revolucionaria del peronismo. Cómo los movimientos nacionales antecesores: el federalismo de Rosas y el radicalismo de Yrigoyen; solo se alcanzaron conquistas transitorias y fueron derrotados por la estructura de la injusticia y la dependencia. Revolución y contrarrevolución.

A partir de 1955, la exclusión política del peronismo produjo un proceso de Resistencia que ampliaría su perfil. Aglutinó, representó y canalizó a todas las rebeldías y críticas contra el sistema económico, social y político, crecientemente ineficaz y en el cual era el único actor apartado. En esta lucha, el peronismo constituyó el agrupamiento de las fuerzas populares y proletarias, mientras que el régimen militar se identificaba con los intereses de la oligarquía, la burguesía entreguista y los partidos liberales.

Todos estos esfuerzos son partes de un mismo combate, en la que todavía no se han alcanzado triunfos definitivos. Corsi e ricorsi, la Patria aparece como un proyecto inacabado que debemos realizarlo plenamente hoy cuando el capitalismo globalizado pretende desembarazarse de las limitaciones que, a lo largo del siglo XX, le impusieran los Estados Nacionales y los movimientos sociales encabezados por la clase trabajadora, para aplicar sus políticas neoliberales de injusticia social.

Las medidas económicas impulsadas por Javier Milei y Luis Caputo están inspiradas en el más crudo neoliberalismo, que fue iniciado durante la Revolución Fusiladora, continuadas por la dictadura de Jorge Rafael Videla y por los votos en los gobiernos de Carlos MenemFernando de la Rua, Mauricio Macri y Javier Milei. Este tipo de recetas conservadoras y reaccionarias, que aumentan la injusticia quitando derechos sociales y agrandan la dependencia con el fuerte endeudamiento, siempre fracasaron, provocando resistencias populares y revueltas sociales. 


Por eso, como integrantes del Movimiento Nacional y Popular que cambió la historia política argentina, volvemos a levantar, como en 1945, el cuestionamiento del sistema neoliberal económico y social injusto y la necesidad de dar la pelea para cambiarlo. Con el peronismo, seremos una Nación independiente, y si nos sacamos la dependencia del capital financiero y del FMI volveremos al desarrollo económico. Caso contrario, podría retornar el neoliberalismo apátrida y seguiremos hundiéndonos aun más en la pobreza y la dependencia. 
La cuestión sigue siendo la misma, patria o colonia. El legado de la lucha continúa, hoy contra una de las formas mas crueles, brutales y salvajes de capitalismo, la de Javier Milei.


 
Gustavo Rearte, fundador y líder de la JP, héroe de la Resistencia Peronista 
 Escribe: Blas García 

 

15-10-2025 / 19:10
Juan Perón había surgido a la vida política dos años antes, desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, y había dignificado al obrero otorgando derechos vulnerados desde siempre. Unidos en el odio a Perón y defendiendo sus intereses, el frente oligárquico logra aislarlo, despojarlo de todos su cargos forzando su renuncia y recluirlo en la isla de Martín García. Parecía que una vez más en nuestra historia, los que más tenían, los que hacían las  leyes, los que vivían del trabajo ajeno, imponían su voluntad omnipotente.
 
Pero los trabajadores argentinos reaccionan y en la mañana del lunes 16 de octubre de 1945, los dirigentes de la CGT se entrevistan con presidente Edelmiro J. Farrell, al cual le trasmite su preocupación por la situación del coronel Perón, así como que algunos gremios han empezado a salir a la calle reclamando por su libertad. También le expresan la preocupación reinante en la clase trabajadora ante las versiones de los diarios acerca del nuevo gabinete que estaría integrado por hombres de la oligarquía y del conservadorismo.
 
Por su parte, la Unión Obrera Local- expresión sindical del Partido Comunista-sostiene que "desautoriza las versiones a favor de una huelga inminente lanzadas por un grupo afecto al gobierno desplazado y por elementos nazis que pretenden obstruir el camino de las elecciones libres".
 
A su vez, el Partido Socialista denuncia "la maniobra encaminada a confundir la opinión de los trabajadores y crear factores de perturbación y anarquía...tentativa de los dirigentes entregados a la dictadura implantada por el ex secretario de Trabajo y Previsión".
 
Los partidos de "izquierda" de la oligarquía, más que confundidos, no saben de donde sale esa "chusma" peroniana, como la denominan despectivamente, que nada tiene que ver con el modelo de obrero de sus libros y manuales, pulcro y atildado, con el que están acostumbrados a tratar.
 
A la tarde se conoce la decisión de la Central Obrera: por 16 votos contra 11, "la CGT, en defensa de las conquistas obtenidas y las por obtener y considerando que éstas se hallan en peligro ante la toma del poder por las fuerzas del capital y la oligarquía, declara un Paro General en todo el país por el término de 24 horas, que se hará efectivo el día jueves 18 de octubre, a partir de la cero hora".
 
Comienza así, el devenir histórico por el cual los trabajadores argentinos se introducen por primera vez y para siempre en la escena política nacional, para terminar con la semicolonia pastoril y construir una nación moderna e independiente, y lo hacen con un movimiento popular que tiene como eje al proletariado. En nuestro país nada volvería a ser igual.
 
Gustavo Rearte, fundador y líder de la JP, héroe de la Resistencia Peronista 
Escribe Blas García 

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