Nacionales - 15-02-2018 / 09:02
PRIMERA QUITA PARA PAGAR LOS INTERESES DE LA DEUDA
En marzo comienza el saqueo macrista a los jubilados
MAURICIO MACRI Y JUBILADOS: LAS MENTIRAS DE CAMPAÑA QUEDARON ATRÁS. Macri lo primero que dijo la campaña electoral es que no iba a tocar a los jubilados. Ipso facto, lo primero que hizo cuando ganó fue mandar una ley que les saca $100.000 millones de pesos por año a los susodichos. Después de saquearlos, dijo en un discurso que la prioridad principal de su gobierno son los jubilados a los que acababa de estafar. Y después de decir que son su principal desvelo, fue a felicitar a los policías que les rompieron la cabeza a los que protestaron por el saqueo.
Mauricio Macri lo primero que dijo la campaña electoral es que no iba a tocar a los jubilados. Ipso facto, lo primero que hizo cuando ganó fue mandar una ley que les saca $100.000 millones de pesos por año a los susodichos. Después de saquearlos, dijo en un discurso que la prioridad principal de su gobierno son los jubilados a los que acababa de estafar. Y después de decir que son su desvelo, fue a felicitar a los policías que reprimieron a los que protestaron por el saqueo.
El mes próximo, cuando cobren el primer haber que contiene los cambios previsionales, los jubilados sentirán en carne propia el saqueo practicado a fin de año entre el gobierno de Mauricio Macri y los legisladores que transformaron en ley la reforma previsional que dio por terminada la movilidad que regía desde 2009: en lugar de percibir un aumento del 12,5%, como surgiría de la fórmula derogada, recibirán 5,71% por la aplicación del nuevo sistema.
El anterior cálculo incluía una participación en lo que recauda Anses y el salario general promedio, mientras que en el actual se toma el 70% de la inflación del trimestre correspondiente al semestre previo al de actualización y el 30% de la variación del sueldo medio de los trabajadores estables (RIPTE) en ese lapso.
La medida se adoptó para recortar en 2018 en el orden de los $100.000 millones anuales los gastos de jubilaciones y pensiones. Teniendo en cuenta los 4,3 millones de Asignaciones Familiares y las 3,8 millones de AUH, sumado a otras prestaciones de la Seguridad Social, el recorte total alcanza a más de $110.000 millones.
Trascendió que el gobierno ya tiene definida la nueva ponderación, que combina en una proporción 30-70, el 7,1% del sueldo medio de los trabajadores estables (RIPTE) y el 5,1% que acumuló el Índice de Precios al Consumidor Nacional en el trimestre correspondiente al semestre previo, lo cual arroja 5,71% neto de incremento a liquidar para los que superen los $10 mil.
Si se hubiera mantenido la movilidad que rigió hasta octubre, el aumento tendría que haber sido del 12,5%. La diferencia no sólo faltará en los hogares, sino que para cuando se efectivice llega licuada por la andanada poselectoral de tarifazos en luz, gas y agua, combustibles, transportes, devaluación y, finalmente, el traslado de todo a la canasta básica. El 5,7% de marzo, para entonces, se lo habrá engullido de un bocado una inflación que en el trimestre inicial supera el 8%.
La reforma previsional no viene sola sino que llega con la extensión voluntaria de la edad de retiro a los 70 años. Les va a venir muy bien a los 3 de cada 4 prejubilados encuestados por la consultora Mercer, que admiten no haber ahorrado para dejar de trabajar y vivir de los haberes que, para peor, el macrismo se los acaba de diezmar. Así, los jubilados que votaron a Macri se anoticiaron -después de las elecciones- que habían facilitado el camino a Cambiemos para que el aumento sea menor del que recibían antes.
La Opinión Popular
NUEVA MOVILIDAD DESDE MARZO
Primera quita jubilatoria a la salud del déficit fiscal
Se acerca marzo, mes en el que los jubilados verán finalmente reflejados en el bolsillo los efectos del cambio de sistema de reajuste de haberes.
Esta semana se devela la incógnita cuando el gobierno nacional dé a conocer el índice resultante de la nueva movilidad previsional, con cuya aplicación se llega en marzo al 5,71% que sería el que le sea liquidado a la cuarta parte de los 6,9 millones jubilados y pensionados y 1,5 millones titulares de pensiones no contributivas (PNC) y excombatientes de Malvinas que pasa ahora a cobrar por encima de $10.000, habida cuenta de que el Índice de Precios al Consumidor Nacional acumuló 5,1%, mientras que el RIPTE se elevó 7,1%.
Las tres cuartas partes del padrón que no llega a los $10.000 cobrará, por única vez, entre $400 y 700 que se dispusieron como resarcimiento por la modificación del régimen de actualización y luego seguirá en las generales de la ley.
En consecuencia, las pérdidas promedio de los jubilados con aportes que cobran $10.000 serían de $11.250 anuales (entre $11.436 y $11.076, según los supuestos que se consideren de salarios e inflación para 2018).
En marzo pasarían a cobrar $11.321 (nueva ley + bono de $750), mientras que con la ley derogada hubiesen percibido $11.694. Una pérdida de $373 ese mes, y el siguiente ya se amplía la pérdida a $1.123 porque no tendrían el bono de $750.
La realidad es que, desde la última vez que se corrigieron los haberes, en setiembre, el repunte de la inflación erosionó el poder adquisitivo de activos y pasivos, sobre todo después de soltarse los tarifazos de los servicios públicos, los combustibles y otros incrementos de precios regulados que estaban contenidos para no afectar las chances electorales del oficialismo, ofensiva a la que se acopló el dólar y el traslado a los valores, en especial de la canasta básica, que es la que en mayor medida consume un jubilado.
Si se toma el promedio actual de $12.500, el cambio de fórmula representa un incremento adicional de $75, a $13.212, mientras que la Asignación Universal por Hijo pasará en marzo próximo de $1.412 a $1.492.
La perspectiva apunta a un 5,8% en junio, un 3,9% en setiembre (que por la movilidad de 2009 hubiera andado por el 10,3%) y finalmente 3,8%. De modo que en promedio los incrementos para 17 millones de jubilados y beneficiarios de prestaciones sociales pueden llegar en 2018 al 20,5%, cuando hubiese correspondido 29%, según la variante intermedia que ensaya La Izquierda Diario.
Sin embargo, la consultora Econométrica estimó que un haber actualmente de hasta $ 10.000 mensuales dispondrá de un aumento promedio de 24,2% este año, frente a una inflación de 24,8% también en el promedio anual.
En tanto que para los haberes superiores a los $ 10.000, que no gozarán de un adicional en marzo, el avance será del 23,5%, por detrás de la inflación promedio. Y el haber mínimo se incrementará 24%, también levemente por debajo del IPC promedio.
Para los jubilados con 30 años de aportes (cerca de 1,5 millones de jubilados), la nueva ley establece un haber mínimo del 82% del Salario Mínimo, Vital y Móvil.
Es decir, que quienes tienen jubilación ordinaria (no por moratoria), y cobran la mínima de $7.246 (son cerca de 800 mil en esta situación), en enero van a recibir el 82% de $9.500, esto es, $7.790. Este nuevo haber es $544 superior a la mínima actual.
Pero dicha mejora relativa sólo dura 2 meses. Ya en marzo, cuando impacte el aumento de la movilidad, incluso con el "bono" que recibirán de $750, la diferencia se achica a $66 a favor, y en abril comienzan a perder $684 por mes. En términos anuales, la pérdida es de al menos $6.327.
Para ir palpitando lo que se viene en materia de salarios en diciembre último tuvieron un incremento de 1,1% frente al mes anterior, mientras que mostró un crecimiento de 27,5% acumulado 2017, señaló el INdEC.
El sondeo subrayó que el Índice de salarios total registrado acumuló un aumento de 26,5% a lo largo del año pasado, como consecuencia del incremento de 27,3% del sector privado y un aumento del 25% del público, mientras la inflación de todo el año pasado se ubicó en 24,8%.
Mauricio Macri bailando con una jubilada (antes de la reforma).
Edad jubilatoria
Con menos ruido también entra en vigencia en la reforma previsional la extensión de la edad para jubilarse, que tanto en los hombres como en las mujeres pasa a ser optativa hasta los 70 años.
La directora de Wealth de la consultora de RRHH Mercer, Ana María Weisz, señaló que "Argentina está dando un paso con la opción de postergar la edad de retiro a 70 años en ambos géneros" y además "habiendo incluido en la reforma tributaria deducciones impositivas para el ahorro para la jubilación".
Sin embargo, "el camino a andar está sembrado de necesidades de inversión en herramientas tecnológicas para la educación financiera e instrumentos de ahorro para toda la población", expresó.
A la vez hizo hincapié en que "también somos un país casi único al ofrecer salud para todos los jubilados (PAMI), aunque allí el gobierno tiene un largo camino que recorrer para su mejora. Quien desee tener un plan de medicina prepago tendrá que tener ahorrado a la edad de retiro un capital superior a $1 millón para poder financiarse la cuota en forma vitalicia", destacó.
Recordó que trabajar por un periodo más extenso requiere tener cierto grado de aptitud física y que la salud es vital para el patrimonio. Aún así, sólo un 39% declara tener un buen o excelente estado de salud compatible con el trabajo que desarrollan en la actualidad.
De la nueva encuesta sobre seguridad financiera "Healthy, Wealthy and Work-Wise" efectuada por la consultora en RRHH Mercer surgió que "las personas no están seguras de que tendrán suficiente dinero para jubilarse: se espera que las personas vivan entre 15 a 20 años jubilados, pero sin una mejor planificación, en muchos casos sus gastos superarán sus ahorros. Dado que los ahorros personales no son suficientes y según lo demostrado por la investigación, sólo un cuarto de los prejubilados confía en que ahorrarán lo suficiente para el retiro".
El hecho de que a 1 de cada 4 personas en edad de retirarse haya juntado ahorros para poder concretarlo, implica que "la edad esperada de jubilación ya no existe porque la gente está trabajando más años, ya sea por elección o necesidad económica.
Más de dos tercios (68%) de los encuestados espera seguir trabajando en cierto grado o no jubilarse nunca", según revela el sondeo realizado en 12 países, 7 regiones y que contó con la participación de 7.000 adultos mayores de 18 años y 600 líderes en toma de decisiones tanto del sector público como privado.
Son varios los factores que afectan la capacidad de ahorro e inversión: estrés, asequibilidad y confianza en las inversiones, según la edad, género y etapa de vida. En la actualidad, un tercio de los encuestados indica que no ha realizado ningún cálculo financiero de ahorro para la jubilación, y el mayor segmento de la fuerza laboral (la generación del milenio o los 'millennials') cambia de trabajo con mayor frecuencia, lo que también tiene impacto en los ahorros.
La mujeres enfrentan diferencias por género en cuanto a desigualdad salarial y continuidad laboral; y los trabajadores independientes o informales se las tienen que arreglar casi solos.
"En Argentina el 52% de las empresas tienen plan de pensión. La comunicación es a través de portales que permiten analizar la evolución financiera. Además hay herramientas que ofrecen educación previsional para que las personas puedan entender lo que van a recibir del Estado", señaló Weisz.
Destacó que el asesoramiento y la siembra de interés en el tema no acompañan aquella proporción. "Necesitamos más sponsors: empresas, colegios de profesionales, sindicatos, instituciones financieras, aseguradores, y por qué no las instituciones educativas. Es fundamental la inversión en tecnología que permita que las personas de cualquier edad puedan hacer sus propias proyecciones", señaló la experta de Mercer.
Los resultados de la encuesta demuestran que la población tiene un alto nivel de confianza en los consejos de sus empleadores. Un 79% sostiene que son seguros e independientes en cuanto a la planificación, ahorro e inversión. Estos datos demuestran que existen oportunidades para que los empleadores desempeñen un papel crucial para superar los obstáculos de inversión actuales para las personas.
En comparación, solo 1 de cada 6 encuestados indica haber consultado un asesor financiero para calcular los ahorros para la jubilación, tal vez porque solo el 56% de los encuestados indicó que confiaba en los asesores financieros.
"Ante la ausencia de una bola de cristal que nos permita determinar cuánto vamos a vivir y qué vamos a necesitar para vivir bien, para vivir mejor adelante hay que actuar hoy. Hoy es el pasado del futuro", concluyó Weisz.
Fuente: Urgente 24