La Opinión Popular
                  18:37  |  Viernes 26 de Abril de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná
Groucho Marx dijo: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". En ese punto, Javier Milei es marxista.
Recomendar Imprimir
Nacionales - 03-09-2017 / 11:09

La pésima reacción del Gobierno de Macri convirtió el caso Maldonado en una crisis política de primera magnitud

La pésima reacción del Gobierno de Macri convirtió el caso Maldonado en una crisis política de primera magnitud
La reacción del Gobierno de Macri, con negativas, obstrucciones y trabas a la investigación, y la relación privilegiada entre Patricia Bullrich y Gendarmería, aumentan las sospechas. Las voces, los cuerpos, los mensajes confluyen para denunciar la desaparición forzada de Santiago Maldonado. Fue visto con vida por última vez durante un operativo violento e ilegal de la Gendarmería, según testimonios y material audiovisual harto difundidos.
Es un misterio por qué algunos casos logran conmover incluso a las sociedades más anestesiadas. Pero ocurre. La primer reacción de los gobiernos ante una crisis suele ser negarla. "Ya va a pasar", sugiere esa mezcla de pereza intelectual y aislamiento que produce la adormidera del poder.
 
Pero en este caso todo fue y sigue siendo peor. El bloque oficialista -que trasciende largamente al Gobierno e incluye voceros oficiosos- eligió el tortuoso camino de magnificar un supuesto terrorismo mapuche, como una remix solapada del "algo habrán hecho", la misma operación de desplazar la culpa hacia la víctima.
 
Es culpable la madre que demora el ADN, son culpables los mapuches que no dejan pasar a los investigadores, es culpable el propio Santiago Maldonado porque viaja a Chile, porque es artesano, porque se cambia el nombre, porque atacó a un puestero o porque simplemente estuvo en el lugar equivocado en el momento menos indicado.
 
Patricia Bullrich creyó que le hacía un favor al Gobierno cuando se cerró en la defensa de la sospechada Gendarmería y dijo en el Senado que lo hacía porque "yo me la banco". Sí, dijo eso. Es curioso cómo evolucionan las personas. Como si provenir de la izquierda los obligara, ya de grandes, a sobreactuar una dureza de derechas de caricatura.
 
Nada de esto le hace bien al Gobierno, que se cierra sobre una postura que los deja enojados y a la defensiva. Cuando lo más sencillo sería enfrentar el problema: Pudo ser la Gendarmería, lo vamos a investigar y caerán los que tengan que caer. Y sobre todo: Para qué enredarse en la discusión sobre si es o no una desaparición forzada. Esa negativa no trae nada bueno. Falta sensibilidad política o sobra revanchismo.
 
Pero la "grieta" genera estas confusiones. Si los K apoyan el reclamo, si los gremios docentes, las Madres, los piqueteros, los actores, hacen del caso una bandera, esto es una maniobra de desestabilización y la mejor manera de desbaratarla es confrontar, y demonizar a los que nos buscan demonizar.
 
Lo que falta es tan obvio como ausente. Serenarse, regresar al punto de partida, allá en esa estepa desolada, a trabajar profesionalmente en la investigación. Y sobre todo, como Estado, garantizar que no habrá impunidad ni encubrimiento.
 
No se trata de bancarse nada, sino de averiguar dónde está Santiago Maldonado y que fue lo que pasó. Se podrían hacer tantas cosas para demostrar esa convicción: Desde nombrar a un fiscal especial, de renombre y prestigio, hasta solicitar la cooperación de fuerzas internacionales de probada capacidad de investigación. Todo hubiera sido más sencillo si prevalecía el sentido común. Ahora es una crisis de primera magnitud y el desenlace tendrá consecuencias políticas.
 
La Opinión Popular

 OPINIÓN
 
Un clamor que estremece
 
La fuerza cumplía órdenes directas del Ministerio de Seguridad, reconoció el Comandante de la operación. Pablo Noceti, jefe de Gabinete de la ministra Patricia Bullrich, estaba a la cabeza de la movida. Tales circunstancias fueron ocultadas o camufladas o negadas por el Gobierno, mientras pudo.
 
Más de un mes sin saber nada de Santiago en el contexto de una acción represiva del Estado: las normas locales y los tratados internacionales estatuyen encuadrar legalmente el caso como desaparición forzada. Así se caratula el expediente judicial, tras titubeos y dilaciones.
 
Los efectos de la desaparición se perpetúan, es un delito continuo.  Las leyes penales no inventan cuando imponen la imprescriptibilidad de los delitos: apenas (nada menos) dan forma a lo real.
 
La incertidumbre y los escollos para conseguir evidencias son, por así decir, inherentes a los casos de desaparición forzada. La principal línea de investigación para autoridades judiciales y ejecutivas es la responsabilidad de la Gendarmería. La mayor sospecha recae sobre sus agentes y oficiales.
 
De sospecha hablamos, no de plena prueba, ni menos de condena. No incurramos en la perversa lógica tan típica de los medios, de demasiados dirigentes políticos y hasta de personas del común. Una sospecha no es lo mismo que un procesamiento. Ni un procesamiento es igual a una condena firme.
 
 
Orden de jerarquía
 
Las búsquedas de personas o de información en hechos atroces y resonantes activan testimonios y denuncias: decenas, cientos. La gran mayoría son pistas falsas, consecuencia de la voluntad de cooperar, de la ansiedad de gentes del común, de afán de protagonismo, en ocasiones de mentalidades perturbadas o fantasiosas.
 
Es deber de quienes pesquisan tomar nota de todas y dedicarles atención. Nada debe recriminarse cuando se pide data a Chile o se chequea una versión trucha sobre un camionero en Entre Ríos... salvo que se descuide la labor esencial. De la difusión mediática hablaremos líneas más abajo, ya explicaremos por qué.
 
Lo imperdonable es la falta de voluntad del Gobierno nacional para instar las tareas impuestas por protocolos consagrados por la comunidad internacional y las reglas locales.
 
Van ejemplos, sin agotar el repertorio. Apartar a la Gendarmería de la investigación y separarla físicamente de quienes alegan ser sus víctimas con argumentos verosímiles. Suspender a los jefes de la acción, como medida cautelar y no como sanción disciplinaria. Pesquisar la repartición a fondo desde los primeros días, que son los más gravitantes. Controlar sus llamadas, revisar los celulares, sus movimientos, allanar sus instalaciones de modo inmediato.
 
Patricia Bullrich se niega a tirar "gendarmes por la ventana". Nadie le pide eso, apenas que honre el deber que juró cumplir. Cinco drones dispuso Bullrich para sobrevolar la movilización a Plaza de Mayo. Ninguno atraviesa el cielo de Chubut, Río Negro o Neuquén. El orden de las prioridades sí que altera el producto y tiene el peso de una confesión.
 
 
Culpar a la víctima
 
La Casa Rosada y sus aliados mediáticos hacen un culto de escamotear el hecho principal. Siembran árboles por doquier para ocultar el bosque.
 
La comunidad mapuche es equiparada a cuanta organización terrorista dé vuelta por el mundo. Un editorialista de Clarín la emparenta con ISIS aunque se ahorra de anoticiar cuáles son los atentados múltiples con víctimas mortales que produjeron. Otro de La Nación, como quien no quiere la cosa, parangona al lonko mapuche Facundo Jones Huala con Hitler. Clarín mezcla la cobertura del acto en la Plaza con noticias sobre "otro atentado terrorista mapuche". Guau.
 
Un allanamiento a los agredidos halla bombas molotov, motosierras y objetos cortantes. Esas sí se consideran pruebas de cargo. ¿Qué ha de ser un objeto cortante? ¿Un cortaplumas con navaja? Habría que añadir a MacGyver entre los enemigos públicos número uno que son un montón, como "las peleas del siglo". ¿O a los guardabosques, que antes eran tomados como protectores del medio ambiente?
 
La insidia contra las víctimas despista, valga la expresión. 
 
 
La narrativa M
 
Empecemos a hablar de la retórica macrista. Elegimos encabezar esta columna con el problema central: la desaparición de Santiago, es un orden de prioridades. Claro que el discurso oficial es parte de su estrategia. Enchastrar a la víctima, estigmatizar a la comunidad mapuche, a la que banca sin integrarla.
 
El reduccionismo subestima el impacto y las adhesiones a nivel nacional e internacional. Aducen que son sólo los odiosos kirchneristas o la izquierda (a quienes se coloca al borde de la muerte civil), los subversivos originarios.
 
El rostro de Santiago, el nombre de pila, las pancartas e imágenes los refutan en todas las latitudes. Las redes sociales copan en parte la escena. Un agudo artículo de Natalia Aruguete y Ernesto Calvo en la revista Anfibia informa sobre su protagonismo, entienden que forzaron a los medios a cambiar su agenda.
 
Quizá sea forzoso acotar que no todos los medios o periodistas jugaron a encubrir. Numerosos comunicadores, radios, canales de tevé y diarios sostuvieron desde el primer momento los reclamos. Por ejemplo, PáginaI12 que viene informando con precisión, nutriendo a otras voces. Pero el fenómeno existe: ciudadanxs de la red, jóvenes, no organizados ni encuadrados, claman por Maldonado. Posiblemente se identifiquen más con él que con Patricia Bullrich, tal vez sientan temor.
 
La prensa internacional se hace eco. Trabajadores de la cultura, afamados o no, enarbolan carteles. En las canchas de fútbol también hay memoria y conciencia. Laburantes de los medios hegemónicos contradicen con coraje la línea editorial y se fotografían demostrándolo.
 
Anteayer una marea humana rebasó la Plaza de Mayo. La imagen se repitió  en numerosas ciudades del país. Quien no quiere oír, no escucha. El gobierno perjura que es una campaña política, desvía la atención.
 
De nuevo, lo peor no es como discute sino como (no) investiga, como no actúa a la altura de sus obligaciones.
 
 
La historia y las diferencias
 
Los crímenes contra la libertad y contra la vida son abominables, en cualquiera de sus variantes. Los agrava y califica haber sido perpetrados malversando el uso de la violencia estatal, que deja de ser legítima.
 
Los seres humanos somos idénticos en dignidad y derechos, ninguna vida vale más que otra. Un ranking de víctimas es una perversión. Pero sí se pueden diferenciar, como el Código Penal y las reglas de convivencia, casos diferentes.
 
Miles de personas faltan de sus hogares pero hay un abanico de situaciones  diferentes. La casuística no es uniforme: quienes se extravían, quienes se van de sus hogares, los que caen víctimas de la trata.
 
Desde Felipe Vallese en 1962 hubo desaparecidos en la Argentina. El  terrorismo de estado dictatorial se valió de la desaparición como herramienta pero hay ejemplos de desapariciones forzadas sin que existiera un plan sistemático de exterminio.
 
El Jefe de Gabinete, Marcos Peña, guiona a los trolls rentados y alecciona a los miembros del elenco gubernamental mediante su famosa cadena de e-mails. Mencionemos situaciones análogas, mintamos que son idénticas, diluyamos el caso concreto.
 
Jorge Julio López desapareció durante la presidencia de Néstor Kirchner. "Republicanos" macristas, confesos o no, mendaces o mal informados, actúan como eco de la Casa Rosada: aducen que serían situaciones idénticas. Vale la pena, entonces, hacer un racconto. López declaró como testigo de cargo en una causa por crímenes de lesa humanidad. Uno de los acusados, luego condenado era el represor Miguel Etchecolatz.
 
López desapareció y hasta ahora nada se sabe sobre su destino. Las sospechas recaen sobre grupos de represores que se tomaron venganza y emitieron un mensaje para amedrentar otros testigos. La investigación principal recayó en el gobierno de la provincia de Buenos Aires, donde vivía López. En Chubut se ocupa el gobierno nacional como derivación de la innegable presencia de Gendarmería.
 
El gobernador Felipe Solá y el ministro de Seguridad León Arslanián desplegaron un activismo enérgico aunque infructuoso. Se efectuaron rastrillajes, allanamientos, sobrevuelos de helicópteros, se comidió a buzos tácticos. Ellos mismos, personalmente, atendieron a ciudadanos ansiosos por aportar datos y que temían a (o desconfiaban de) la Policía Bonaerense.
 
Siguieron, claro, pistas falsas, no desecharon ninguna. Solá recibió a los familiares cercanos de López quienes le pidieron gestionara un encuentro con Kirchner. El gobernador lo llamó, el presidente les dio audiencia en la Casa de Gobierno al día siguiente. La foto de López estaba en el escritorio de su despacho, como la del joven Axel Blumberg. Allí se quedaron hasta que terminó su mandato.
 
Gentes de a pie, organismos de derechos humanos, partidos políticos, se congregaron en la Plaza de Mayo, al modo de anteayer. El kirchnerismo participó con militancia, dirigentes, adherentes. Los mandatarios provincial y nacional se colocaron del lado de las víctimas. He ahí un primer mojón de la defensa de derechos humanos conculcados en democracia. No es suficiente pero no deja de ser imprescindible.
 
Ni Macri ni Bullrich se dieron cita con el hermano y los padres de Maldonado. La comunicación oficial los ningunea o maltrata, según el humor de los "formadores de opinión M". Ese distanciamiento es cuestionable siempre. El presidente ostentó desprecio tomando un helado en Tucumán a la hora del acto en Plaza de Mayo.
 
La magistratura oficialista -la misma que cubrió la Patagonia con excavadoras en acciones contra "empresarios K"- se muestra abúlica, contemplativa. De vez en cuando hacen declaraciones sugiriendo que no está probado lo que ellos deben investigar. Ni lo estará si siguen obstruyendo. De por sí, es dificilísimo cuando se hace en serio...
 
 
Recapitulemos
 
Las Plazas hablan, en las redes sociales los internautas del macrismo son goleados por los espontáneos. La Confederación de Trabajadores de la Educación Argentina (Ctera) propone a sus afiliados cómo abordar la desaparición de Santiago en las aulas. Reaccionan padres indignados: he ahí un título de tapa para La Nación.
 
El educador Manuel J. Becerra derrama lucidez en otra nota editada en Anfibia. Cuenta que las directivas de Ctera no son obligatorias (no es una fuerza armada, ironizaría este cronista). Que él mismo quiso dejarla de lado en una clase ante pibas y pibes de cuarto año. Hablar sobre otra cuestión, seguir el programa. La clase le preguntó sobre Santiago, puso el temario. Miran las redes, ven carteles en la calle, conocen el nombre y el rostro del joven. Se interrogan y le preguntan al profe.
 
Gendarmería es la fuerza de Seguridad predilecta de Bullrich. Custodia a Milagro Sala, la única presa con prisión domiciliaria vigilada como si fuera Rudolf Hess. Armó una pericia sobre la muerte dudosa del fiscal Alberto Nisman. El editorialista de Clarín Julio Blanck adelantó el sesudo dictamen un mes antes de haber sido entregado, cuando se supone que no estaba concluido. A lo mejor tiene poderes extrasensoriales.
 
Bullrich defiende a su tropa, entorpece la investigación, incumple sus deberes de funcionaria pública. Los indicios son apabullantes, no bastan para acreditar dolo penal ni para hallar al joven. De nuevo: sospecha-procesamiento-condena... etc.
 
Todo indica que Santiago Maldonado desapareció tras ser detenido  por los gendarmes y que estos ocultan su cuerpo. Hay que investigarlo, desde ya. Todavía hay un resquicio para esperanzarse con un desenlace menos atroz. Cada día que pasa, el margen se estrecha.
 
Cuando la Corte Suprema pronunció la vergonzosa sentencia del 2x1 para represores el macrismo retrocedió ante la reacción social. "Entregó" a los tres cortesanos que hicieron mayoría, dos de ellos nombrados por Macri.
 
El fallo, seguro, había sido conversado entre el tribunal y el Ejecutivo. Al menos uno de los Supremos, Carlos Rosenkrantz, fue designado para realizar esas tareas sucias con ropaje leguleyo. Macri los dejó solos con un desprestigio que puede acompañarlos (por ahí y ojalá) toda la vida. Se lavó las manos, se "blanqueó". Frente a la desaparición de Maldonado cambió el modus operandi. No volvió sobre sus pasos, se empacó. Otro indicio que da para pensar.
 
Por Mario Wainfeld, de Pagina12
 
Por Ignacio Fidanza, de La Política Online
 
Fuentes: Pagina12, La Política Online y La Opinión Popular
 

Agreganos como amigo a Facebook
26-04-2024 / 09:04
En un hecho inédito en la historia nacional, Javier "el Loco" Milei será el primer presidente en funciones que "no es bienvenido" en el mega evento cultural que se realiza hace 48 años en Buenos Aires. Así lo indicó Alejandro Vaccaro, titular de la Fundación El libro, en sus palabras inaugurales. Dijo que "no hay plata" para pagar el evento en el cual Milei pretende presentar su libro. Además indicó que "concurrir a la feria este año representa un acto de rebeldía y de resistencia" contra "las políticas devastadoras que propone este gobierno" anarco capitalista.
 
Vaccaro procedió a explicar las razones por las cuales, más que echar él al presidente, el presidente se echó solo de la Feria del Libro. "No registra la memoria de nuestra feria que el gobierno nacional haya estado ausente sin un stand en este evento. La excusa de que la participación del Estado nacional en la feria implicaba una erogación de 300 millones de pesos no es otra cosa que una flagrante mentira. Después de una larga negociación, en la cual accedimos a todos sus requerimientos, aún así el Banco Nación decidió retirar, después de muchos años, su esponsoreo de la Feria, dejando trascender que la orden vino de arriba".
 
"Pero esto no es todo, luego de despreciar nuestra Feria, el presidente no se sonroja y pide participar en este espacio, cuya presencia está prevista para el próximo domingo 12 de mayo en la pista central de La Rural. Su participación en la feria, vidriera extraordinaria, implica una serie de erogaciones también extraordinarias que la Fundación El libro no puede afrontar".
 
Hasta una ironía (y mucho más graciosa que las del presidente en la Fundación Libertad) se permitió este hombre por lo demás muy solemne: "Señor presidente, se lo digo con una mano en el corazón: no hay plata. Por lo tanto, todo lo ateniente a su seguridad y de la gente que concurra a su evento correrá por su exclusiva cuenta, o lo que es peor, será un gasto extra para el tesoro nacional"
 
Así también declaró que "concurrir a la Feria este año representa un acto de rebeldía y de resistencia. Como nunca este espacio cultural activo será el eje central alrededor del cual girará el repudio de todas las fuerzas culturales a las políticas devastadoras que propone este gobierno". Vaccaro denunció "la abrupta pérdida del poder adquisitivo de amplias franjas de la población, el excesivo aumento de los alimentos y de todos aquellos productos de primera necesidad" que "tornan el consumo en cualquiera de sus formas en un lujo que muy pocos se pueden dar".
 
Destacó a su vez el impacto devastador de esta situación en la industria del libro "que se venía recuperando con mucha dificultad después de la oscura noche de los últimos años de la década pasada y de la pandemia" y dio datos para solventar sus expresiones: "en 2015 el país produjo 129 millones de libros para caer en 2018 a 26 millones. En 2023 y luego de la pandemia, las cifras llegaron a 48 millones de ejemplares. Este año la cifra final no se describe con números sino con palabras: será paupérrima."
 
Además, Vaccaro listó una serie de reclamos: "No al cierre del Fondo Nacional de las Artes. No al cierre del Instituto Nacional del Teatro. No al desguace del Instituto Nacional de Cine. No a la derogación de la ley 25.542 de defensa de la actividad librera. No a la negativa a comprar algo más de 14 millones de manuales escolares por parte del Ministerio de Capital Humano, que iban a ser entregados a las escuelas públicas". "Sí a la Universidad pública, gratuita e inclusiva."
 
La Opinión Popular
 

25-04-2024 / 09:04
El guarango presidente de la Nación, Javier "el Loco"  Milei, brindó un verdadero stand up en la cena anual de la ultra liberal Fundación Libertad, en la que por momentos provocó vergüenza ajena, inclusive entre los comensales que no podían creer lo que estaban escuchando. Milei se reencontró con Mauricio Macri, celebró su ajuste neoliberal feroz, hizo chistes groseros y bizarros (todos malos) y se burló de economistas y sectores opositores.

"¿Quieren saber cómo va a crecer la economía? Va a crecer como pedo de buzo", afirmó insólitamente Milei y se llevó los aplausos de los trolls rentados libertarios que estaban en la sala. Luego Milei apuntó contra Carlos Melconian
, de quien se burló con una imitación de su voz porque es crítico de su gestión: "se equivocó feo". "Qué quieren que les diga si había uno que decía no podés dolarizar si no hay fideos, no hay tuco... Es más fácil tirar volquetes de estiércol antes que reconocer el error", aseveró Milei. Claro, la frase y el tono de Milei cayó mal en la gente y eso le molestó al Presidente: "Si los que están murmurando se comieron el verso, lo siento. Im So Sorry, la vida es así", completó.


El stand up de Milei fue insoportable. No cabe otra definición. Ya seguirlo por YouTube resultaba tortuoso. Imposible imaginar tener que verlo en vivo. Fue por eso que los medios afines al Gobierno anarco capitalista rápidamente lo sacaron del aire. Cuando no habían pasado ni 20 minutos del inicio, tanto TN como LN+ continuaron con su programación habitual. Las arengas libertarias de "el Loco" parece que van perdiendo rating.

Milei habló de su propio ajuste. Lo celebró repitiendo las mismas falacias e invenciones que viene diciendo desde el 10 de diciembre e incluso desde antes. En ese auto-elogio delirante, comparó a Luis Caputo y Patricia Bullrich con Lionel Messi, haciendo rechinar los oídos de más de uno. Milei ya camina sobre terreno resbaladizo. La prepotencia y los chistes malos tienen su lado "delarrúesco".
 
El discurso de este miércoles pareció hecho dentro de una burbuja de gas. Un discurso de casta, ajeno a la dura realidad que sufren las mayorías populares con el áspero golpe que ya representan los nuevos tarifazos. A una pobreza que se extiende de la mano de la recesión, por más que el presidente celebre el relativo enlentecimiento de la inflación.
 
En la cena de la Fundación Libertad, Milei eligió hablar de miles de cosas para no hablar de lo evidente: el enorme golpe político a su Gobierno que significó la masiva marcha universitaria. El presidente apenas musitó la frase "causa noble" para aludir elípticamente al reclamo que este martes llevó a un millón de personas a las calles de todo el país. Un golpe político que cambió de discurso, pasando de la prepotencia al lamento.
 
Este miércoles Milei habló como si viviera en una nube de gas. Esa arrogancia se vio muchas veces en la política argentina. Gobiernos civiles y regímenes militares completamente disociados de los intereses y deseos de las mayorías populares. El resultado, fue, muchísimas veces, la rebelión popular. La lucha en las calles. La emergencia de la clase trabajadora, la juventud y el pueblo pobre como actores combativos de un cambio profundo de la sociedad. La arrogancia de Milei pavimenta el camino en esa dirección.
 
La Opinión Popular

24-04-2024 / 10:04
La Marcha Federal Universitaria reunió a un millón de personas en todo el país. Fue en defensa de la universidad pública y desbordó las calles y avenidas porteñas transformándose en un hito de rechazo al irracional ajuste anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei. Encabezados por docentes y estudiantes, cerca de un millón de personas en todo el país hizo naufragar el operativo represivo con el que amenazó la macrista Patricia Bullrich, que se quedó con las ganas de reprimir.
 
La primera marcha fue del movimiento obrero, el 24 de enero, contra el DNU, la ley ómnibus y la flexibilización laboral; la segunda fue el 24 de marzo por los derechos humanos. Y esta ha sido la tercera gran marcha contra el gobierno libertariano de Milei, movilizada por la comunidad educativa en defensa de la educación pública. Y cada vez fue mayor.
 
El espíritu de la producción y el trabajo representado en los trabajadores, el espíritu moral y ético que simbolizan las Madres y las Abuelas y el espíritu cultural del país que alimentan las escuelas, colegios y universidades, fueron los atacados por este gobierno y los primeros en reaccionar. Hay más que tres marchas en juego, entre las tres, además de su masividad expresan la esencia de un país. Para este gobierno, todo es corrupción, menos los corruptos, a los que concibe como "héroes" que fugan millones, abusan de los precios o especulan en la bicicleta financiera.
 
El gobierno despreció esta marcha porque -dijeron- la organizaron y participaron los que no quieren la auditoría de las universidades. "Son los que se favorecen con este sistema de corrupción y no quieren perder sus beneficios", dijeron por la televisión. Y Bullrich la calificó de "rara". Defender la universidad gratuita que el gobierno quiere cerrar es "raro". Todo el relato se monta sobre grandes mentiras que se reproducen en las redes hasta el infinito, porque las universidades tienen sus propios sistemas de auditorías.
 
Pero todo es corrupción, menos los corruptos. Igual que Mauricio Macri, hablan del curro de los derechos humanos y cuando no pueden comprar a los sindicalistas, los acusan de corruptos. Pero la verdadera corrupción, la que sí equivale a un PBI, es la que fugó 400 mil millones de dólares, los dueños de las offshore que reciben a Milei en el Llao Llao, los que colocaron a sus gerentes en las decisiones de política económica y en las empresas del Estado.
 
La enorme movilización de ayer fue la más grande en muchos años. Las fotos aéreas lo reafirman. Más las grandes movilizaciones que se realizaron en Mar del Plata, Córdoba, Tucumán, Misiones, Mendoza, Paraná y demás, dejaron en claro que el gobierno tendrá problemas si busca destruir a la educación pública.
 
Es probable que las movilizaciones no le muevan el amperímetro a Milei, que se pasó la tarde en las redes, igual que su vice que trató de humillar a Hebe de Bonafini. El Loco Milei confía más en sus modelos matemáticos que, como tales, nunca son la realidad, sino su representación: un modelo de números sin seres humanos, como los que mostró en la cadena nacional de radio y televisión el lunes. Le interesan esos números voladores y no los seres humanos, imperfectos y corrompibles. Pero ojo, las frías matemáticas son manipulables y manipuladas en este caso.
 
La Opinión Popular
 

23-04-2024 / 10:04
Finalmente, habrá que tomárselo en serio. El presidente Javier Milei es un loco. Por lo general, estas personas tienen una relación de literalidad con las palabras. No es broma cuando dice que quiere destruir el Estado. Ese es su objetivo y, a menos que el pueblo se lo impida, lo concretará con el ahogo económico más una campaña de desprestigio. El inaudito ataque a la educación y la universidad públicas intentan tapar el desastre económico. Hoy 23 de abril, Milei conocerá el juicio que las medidas de su gobierno están concitando en amplias franjas sociales, políticas, intelectuales y culturales. La mejor encuesta.
 
Milei, como es sabido, tuvo una carrera académica mediocre, incompleta y de irregular desempeño en entidades privadas, cuyos "logros" son hasta el momento desconocidos. Con su religión privatista y ultra individualista, odia a la universidad pública. Su saña contra las universidades públicas comenzó apenas asumió la presidencia, cuando repitió el presupuesto de 2023 para las casas de estudios. La Universidad pública está siendo amenazada por un grupo fanático, dotado de un liberalismo ultramontano, que ocupa circunstancialmente la Casa Rosada, ese reino actual de la improvisación, la insensatez y los intereses espurios vinculados a las clases más ricas de la sociedad.
 
Con una inflación anual cercana al 300%, el congelamiento del presupuesto significa una reducción del 72%, como lo afirma el último informe del Centro de investigación de la Economía Nacional (CIEN), instituto que monitorea los presupuestos universitarios. En lo que va del año, los docentes ya perdieron un 50% de sus ingresos, a lo que se agrega el desmantelamiento del Conicet y la eliminación del Ministerio de Ciencia y Tecnología.
 
A esa política de ahogo económico, se le suma la campaña de desprestigio. Con la letanía del "adoctrinamiento", Milei pretende deslegitimar una de las instituciones de mayor prestigio de la Argentina, con tres universidades (las de Buenos Aires, Córdoba y La Plata) en el podio de las 100 mejores universidades del mundo. Con esa insolencia típica de la ignorancia, impugna el supuesto "adoctrinamiento" socialista que aquejaría a estas últimas. Desde la nefasta dictadura cívico-militar genocida no se escuchaban semejantes idioteces y necedades.

Siendo un faro científico-cultural en toda la región, las universidades nacionales tienen su propio sistema de gobierno basado en la autonomía, la autarquía y el cogobierno, base del trípode de enseñanza, investigación y extensión que les legara la Reforma Universitaria de 1918. Por supuesto, un sistema que está muy lejos de imponer las verdades reveladas que inspiran al Presidente, una megalomanía que rinde culto a los próceres de la "neorreacción global" como Murray Rothbard y Von Mises, cuyo único objetivo es destruir el Estado.

Desde hace años, quienes defendemos las universidades públicas las defendemos en las aulas, en los laboratorios, en los claustros... Hoy nos toca defenderlas en la calle. Marchemos este martes 23 de abril todos por las universidades públicas. Habrá movilizaciones en todo el país protagonizadas por amplios sectores de la sociedad que defienden la educación pública. Y también contra la nueva Ley Ómnibus, la reforma laboral y el plan hambreador de saqueo y ajuste de la ultra derechista La Libertad Avanza
, que nos quieren pobres e ignorantes para manipularnos mejor.


La Opinión Popular

22-04-2024 / 10:04
Hace diez días se conoció el ranking universitario mundial QS 2024: entre las mejores 150 carreras del planeta, hay 28 de universidades argentinas. El jueves apareció otra lista, de la consultora británica Quacquarelli: la UBA quedó entre las 100 mejores universidades del mundo. Esa misma institución reconocida a nivel internacional, con más de 320 mil alumnos, hoy batalla junto a las 69 universidades e institutos universitarios del país por sobrevivir.
 
En esa lucha in crescendo contra la asfixia presupuestaria del gobierno de Javier "el Loco" Milei, el martes será un punto de inflexión. La Marcha Federal del 23 se convertirá en la primera movilización transversal contra el ajuste de la administración neoliberal libertaria que alcanza a todo: jubilados, pacientes oncológicos, comedores, científicos. Y universitarios. La movilización, de tintes históricos, será en todo el país, pero el epicentro estará en CABA. Bajo el lema "En defensa de la educación pública".
 
La asistencia está lejos de ser puramente universitaria: además de estudiantes, docentes y graduados, prometieron estar las centrales obreras (desde la CGT a las CTA), organismos de Derechos Humanos, organizaciones sociales y partidos políticos. Dirigentes como Sergio Massa y Axel Kicillof confirmaron que marcharán. No solo el presente está en juego: si algo representa la educación, es el futuro y el desarrollo de un país.
 
La Marcha Federal convocada por el Frente Sindical de Universidades Nacionales, la Federación Universitaria Argentina y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que reúne a los rectores del país, "será inédita por esta unidad impensada 15 años atrás", declaró el titular del CIN, Victor Moriñigo. Y acotó: "Mientras eligen a universidades argentinas en el mundo, acá no financian la educación. Es muy raro. Todo el mundo nos pregunta por esto".

La posición del Ejecutivo fue de intransigencia. Un delirante Milei hablando de dar la "batalla cultural" contra el "adoctrinamiento" de las universidades públicas, y el ejército troll atacando al sector. El designado subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, lejos de buscar conciliación apoya la teoría ideológica del "adoctrinamiento". Álvarez dedicó las últimas horas a llamar personalmente a cada uno de los rectores de las universidades nacionales para que se bajen de la marcha. "Promete cualquier cosa con tal que nos bajemos
, está desesperado", relató uno de ellos.


Mientras Álvarez busca conciliar posiciones con representantes de las universidades, el presidente fue muy agresivo en redes sociales. Milei replicó decenas de posteos que insultan a la universidad pública. Milei pretende un país mucho más dependiente del capital extranjero, de EEUU y sus aliados: Gran Bretaña e Israel, donde aumente la precarización laboral, la pobreza y la ignorancia. Para eso necesita un modelo de educación pública donde cada vez sean menos los que puedan acceder y donde la educación universitaria se piense al servicio de los negocios de los grandes empresarios.

El ajuste universitario puede ser un punto de inflexión para el gobierno: una encuesta de esta semana de la consultora Zuban Córdoba señala que un 89,4% aseguró está "de acuerdo" o "muy de acuerdo" en que la educación pública "es un derecho que debe ser defendido". Y un 58,5% se mostró en contra de congelar el presupuesto de las universidades. Una Argentina que gira entre la crueldad libertaria y una crisis social al borde de estallar.

La Opinión Popular

NicoSal soluciones web

© Copyright 2009 LA OPINIÓN POPULAR – www.laopinionpopular.com.ar - Todos los derechos reservados.

E-mail: contacto@laopinionpopular.com.ar