Nacionales - 20-08-2017 / 19:08
BALANCE POST PASO
El peronismo sigue en stand by y sin liderazgo
Cristina, si termina ganando, lo hará por una ventaja mínima. Varios de los gobernadores del PJ perdieron. Las primarias sólo dejaron incertidumbre.
"El peronismo está en terapia intensiva, pero con pronóstico favorable. Debemos construir un peronismo del siglo XXI", dijo estos días el gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey. Distinto balance y diagnóstico hizo el jefe del bloque del PJ-FpV en el Senado, Miguel Pichetto: "El peronismo atraviesa su peor crisis desde la recuperación de la democracia. Tal vez nos espere el llano en 2019".
Un dirigente de vasta trayectoria en el peronismo nacional, pero sobre todo el bonaerense, tiene en cambio un pronóstico menos agorero: "La suerte (en la presidencial de 2019) y la posibilidad de un liderazgo dependerán mucho de lo que haga este gobierno".
Balances distintos, según el cristal con que se hagan. Pero a la luz de los resultados que arrojaron las PASO hace una semana y que eventualmente serán confirmados en la elección legislativa "por los porotos" del 22 de octubre próximo, el peronismo, en su más amplia geografía político-ideológica, todavía no logra arrancar una reformulación que le permita abrigar alguna chance para 2019 después de doce años en el poder.
De los números de la "gran encuesta" del domingo 13 pueden sacarse algunas conclusiones. La primera de ellas, con relación a Cristina Fernández de Kirchner. La ex presidenta habrá ganado al finalizar el escrutinio definitivo en la provincia de Buenos Aires, admiten en el Gobierno nacional, pero por una diferencia en torno a 1,5% sobre el candidato de Cambiemos, el ex ministro de Educación Esteban Bullrich.
Nada como para tirar manteca al techo: una ventaja por 6 o 7 puntos, en cambio, habría casi despejado incertidumbres respecto del resultado de octubre y la habría posicionado en un lugar sobresaliente hacia 2019. Podría haber alcanzado esa diferencia si hubiera accedido a una interna con su ex ministro Florencio Randazzo, pero ésa es una discusión aparte a estas alturas.
Aun así, la precandidata a senadora por Unidad Ciudadana (UC) hizo la mejor elección posible. Su alrededor de 36% de votos es su "piso", pero también su "techo". Es parecido, también, al porcentaje de votos, más o menos, que el obtenido en 2015 por Daniel Scioli en la primera vuelta y al de Aníbal Fernández en las PASO de gobernador.
"El 35% es el voto histórico del PJ en la provincia", observó aquel dirigente. La posibilidad de mejorar en octubre dependerá de si logra atraer el "voto anti Gobierno" que lo hizo por Randazzo y que aún pueda quedarle a Sergio Massa, porque el "pro Gobierno" del tigrense, se estima, ya lo hizo por Cambiemos hace una semana.
También a favor está el dato, especulan, de que en la PASO hubo un alto índice de votación, a diferencia de 2015.
La cosecha kirchnerista en las PASO no resultó tan magra a nivel nacional, aunque en su Santa Cruz de origen sufrió la caída mayor, como también en San Luis con la derrota de su principal aliado, los Rodríguez Saá.
A los triunfos de los precandidatos kirchneristas en Chubut, Tierra del Fuego y Río Negro sobre los que respondían a los gobernadores PJ en los dos primeros casos, sumó el de Santa Fe, con su ex ministro Agustín Rossi en una interna que en ese caso incluyó al PJ, con lo que se perfila con chances ciertas de triunfo en la elección de gobernador en 2019, en un acuerdo tácito con el senador Omar Perotti de candidato.
También logró sumar en Salta con una buena elección, y en provincias en las que el PJ ha sido aliado firme, cuando no eventual: Formosa y Chaco entre los primeros; Tucumán entre los segundos.
De validar su triunfo en octubre, Cristina llegará al Senado por una puerta diametralmente distinta a la que lo hará si es perdidosa. Podría en ese caso preservar la unidad del bloque PJ-FpV, pero impulsar para eso una presidencia de transición en lugar de Pichetto, quien si se confirman los números de las PASO definitivamente habrá perdido poder.
Sucede que su fortaleza actual depende del poder delegado por los gobernadores del PJ, cuya liga promovida por Juan Schiaretti aparece debilitada después de la dura derrota sufrida por "el cordobesismo" frente a Cambiemos. Y también del entrerriano Gustavo Bordet y la fueguina Rosana Bertone.
Dentro de la "liga", en cambio, hubo gobernadores que ratificaron su poder territorial, entre ellos el sanjuanino Sergio Uñac, el chaqueño Domingo Peppo, la catamarqueña Lucía Corpacci y el riojano Sergio Casas.
Pero ese polo de poder interno dentro del peronismo quedó debilitado el domingo 13; de ahí tal vez el pronóstico oscuro de Pichetto: "Tal vez tengamos que esperar como el PRI, que tardó doce años en volver al poder. El PJ debe volver a ser un partido de centro nacional. No somos la izquierda porteña".
El único con proyección nacional, desde las antípodas político-ideológicas del kirchnerismo y más cerca de un PJ "de centro nacional" como el que pregona Pichetto, y que ratificó su liderazgo en las PASO, es el salteño Juan Manuel Urtubey. Aunque como opositor haya hecho méritos este bienio como para ganarse el título del gobernador más macrista del peronismo.
Por Horacio Serafini
Fuente: Los Andes