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                  13:25  |  Lunes 01 de Diciembre de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná

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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 12-08-2017 / 17:08
AUMENTO DESMESURADO DE PRECIOS

Macri lo hizo: Las compras en la Argentina son un 40% más caro que en el resto de Sudamérica

Macri lo hizo: Las compras en la Argentina son un 40% más caro que en el resto de Sudamérica
La realidad económica que vive el país dista de estar entre las mejores. Los presupuestos familiares se han visto enormemente resentidos en los últimos meses por la suba sin freno de la inflación, lo que ha llevado a un incremento desmedido en los precios de los productos de la Canasta Básica, produciendo una sostenida caída del consumo.
 
Según datos relevados por diferentes organismos de defensa de los intereses de los consumidores, hacer las compras en la Argentina es un 40% más caro que en el resto de los países de Latinoamérica, trepando en algunos casos la diferencia hasta el 100%. Los precios de los artículos indispensables para la subsistencia son mucho más baratos en territorios como Brasil, Chile, Paraguay, Bolivia o Colombia al compararlos con los valores que imperan en suelo nacional, una paradoja increíble para un país que elabora alimentos para 400 millones de personas.
 
Diversos analistas y referentes de usuarios consultados explican que este fenómeno se debe a varias causas, entre ellas un índice inflacionario que no puede ser contenido por las autoridades, lo que ha provocado que los valores de los artículos esenciales se hayan ido por las nubes, convirtiéndose en inaccesibles para la mayor parte de la población.
 
A eso se le suma la profunda concentración de los diversos rubros de la producción, lo que lleva a que unos pocos impongan los precios del mercado. Además, al no existir controles por parte del Estado, estas empresas se manejan como quieren, imponiendo precios abusivos de los distintos productos, provocando la consecuente pérdida para los bolsillos de los ciudadanos.

 
Para arriba
 
En la Argentina un kilo de pan tiene un valor promedio de $40, mientras que en países como Paraguay su costo es de $19. Es decir, en nuestro país uno de los productos típicos de las mesas de las familias sale un 105% más. En Chile, por su parte, este producto está a $20, mientras que en Brasil su precio es de $29, en Bolivia, de $24 y en Colombia, de $22.
 
Adquirir un kilo de arroz en suelo nacional cuesta $30, mientras que en Colombia sale $17, es decir, casi un 85% menos. En Brasil y Paraguay sale $22, en Chile, $23 y en Bolivia, $25.
 
En otro producto como la leche se repite la misma historia, con un valor promedio en la Argentina por litro de $24, cuando en territorio cafetero sale $19 (60% menos), en Bolivia y Paraguay $17, en tierra carioca $19 y cruzando la cordillera $20.
 
Ocurre algo similar con el importe del aceite, un producto que se utiliza en cualquier comida para adobar, condimentar y cocinar los alimentos. El litro de este artículo, común en todas las tertulias familiares, vale en territorio nacional $32, cuando en Paraguay este producto se adquiere por $21, o sea, un 52% menos, mientras que en Chile sale $23, y en Bolivia, Colombia y Brasil $26.
 
En el caso del pollo, la Ar­gentina pasó de ser exportador mundial a te­ner que importar este producto, por lo que el kilo del ave se fue a $40 en las carnicerías y supermercados, cuando en Bolivia se obtiene por $23 (74% menos), en Paraguay y Colombia por $26, en Brasil por $27 y en Chile por $35.
 
Caso curioso es el de las manzanas, que sale $40 el kilo en la Argentina, pero, dada la inmensa crisis en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén, se debe importar la fruta desde Chile, donde sale $22 el kilo. A su vez, el producto cuesta $29 en Colombia, $30 en Paraguay, $31 en Brasil y $32 en Bolivia.
 
 
Comer un asado, una misión imposible
 
Una tradición que pasó de una generación a otra en nuestro país es la de juntarse a comer un asado los fines de semana con familiares y amigos. Esa costumbre tan típica de los argentinos parece estar hoy en extinción, a causa de los altos valores en los que se encuentra el kilo de carne. De esta manera, en nuestro país comer un asado casi puede considerarse un lujo para un importante porcentaje de la población.
 
Solo en los últimos 19 meses, el precio del asado se incrementó en más de un 90 por ciento, costando hoy un kilogramo de esta carne más de $125, con lo que organizar esta comida para una familia tipo de cuatro personas se ha convertido casi en una misión imposible.
 
Un kilo de vacío cuesta en la Argentina $146, mientras que la misma cantidad de producto en matambre sale $155. Si se lo quiere acompañar con algunas achuras, el valor se encarece aún más, ya que los chorizos cuestan $110, las morcillas, $105, y las salchichas parrilleras se encuentran en los $155.
 
Tan insólita es la situación que un kilogramo de carne sale más barato en otros países de Sudamérica que en la Argentina. Tal es el caso de Brasil, donde un kilo de asado cuesta $98, el corte del vacío, $130, y los embutidos, $100, mientras que las salchichas parrilleras trepan a los $135.
 
Mayor diferencia hay en Colombia, ya que en tierra cafetera -un país no productor de este tipo de carnes- se puede adquirir el kilo de asado por $87, el de vacío por $116, achuras parecidas a nuestros chorizos y morcillas por $95, y el matambre se consigue a $135 el kilogramo.
 
Idéntica situación se vive en Paraguay, donde el valor del asado ronda los $100 por kilo. A su vez, en tierra guaraní el vacío se consigue por $128 y las salchichas parrilleras se adquieren por $140.
 
Como puede observarse, este hábito tan popular y característico de nuestro país está cada vez más en desuso por parte de los argentinos, quienes, por cuestiones meramente económicas, se ven obligados a postergar las reuniones de amigos para mejores tiempos.
 
 
El ocio, una actividad para pocos
 
Disfrutar el tiempo libre es una necesidad, aunque hacerlo parece ser cada vez más caro e inaccesible para los argentinos. Esto se debe a que en nuestro país una entrada al cine cuesta $145, cuando en Brasil el ticket para ver una película sale $135, en Chile, $121; en Bolivia y Paraguay, $115, y en Colombia, $75.
 
Juntarse a charlar con amigos en un bar suele ser una de las distracciones típicas de los ciudadanos de nuestro país, aunque hoy es un lujo: tomar una cerveza de litro sale en cualquier negocio entre $90 y $110, de acuerdo a la calidad de la misma. En cambio, en Brasil este producto se adquiere por $85, en Bolivia, por $90; en Chile, por $82; en Paraguay, por $78, y en Colombia, por $88.
 
Un menú en una casa de comidas rápidas para los más chicos en la Argentina se puede adquirir por $135, mientras que en Brasil, por $130; en Bolivia, por $115, cruzando la cordillera cuesta $110, en Paraguay, $105, y en Colombia, $90.
 
 
PALABRAS AUTORIZADAS
  
"Desechan el consumo interno porque da menores ganancias"
 
Claudio Boada, Director de Unión de Usuarios y Consumidores
 
"Por el tipo de producción, la Argentina exporta lo mismo que consume. Esta capacidad que tenemos para producir alimentos para 400 millones de habitantes nos afecta en el consumo interno.
 
Las grandes corporaciones que concentran la producción buscan maximizar las ganancias y pretenden ganar lo mismo en el mercado interno que la máxima ganancia posible en el mercado exterior. Desechan el consumo interno porque da menores márgenes de ganancias. Esto afecta a los consumidores, pero también a los productores en general. Estamos acostumbrados a que quienes dominan las cadenas productivas paguen migajas para abajo (a pequeños y medianos productores) y cobren fortunas a los consumidores. No existen sistemas de protección al consumo interno que regulen los precios y los separen de los precios de exportación, ni existen sistemas que nos permitan saber con claridad cuál es el valor de cada producto".
 
 
"El problema es la falta de control por parte del Estado"
 
Susana Andrada, Titular del Centro de Educación al Consumidor (CEC)
 
"La Argentina produce alimentos para alimentar a cientos de millones de personas, y sin embargo paga los alimentos más caros del mundo, algo inentendible pero propio de una tierra cargada de contradicciones.
 
Esto existe por la concentración del mercado, algo que está siendo analizado en distintas partes del mundo. En otros países también es elevada, pero existe un Estado regulador que evita el abuso de posición dominante o la distorsión de los precios.
 
El problema es la falta de control por parte del Estado. ¿Qué significa esto?, que cuando hay concentración del mercado y hay abuso de posición dominante, concentrando la compra hacia arriba y la venta hacia abajo de un producto por parte de dos o tres empresas que se cartelizan, el problema en sí es que el Estado no aplica multas lo suficientemente altas y correctivas para que esto no vuelva a suceder".
 
 
"La concentración avanza a paso agigantado"
 
Héctor Polino, Titular de Consumidores Libres
 
"El tema del aumento excesivo de los precios en un país que es productor de alimentos se debe a la alta carga impositiva, al traslado que se hace a través de camiones, lo que no genera una baja en los costos, sino todo lo contrario.
 
Lamentablemente, la libre competencia en nuestro país ha sido eliminada y lo que vemos es que la concentración y el monopolio avanzan a pasos agigantados. Hay una falta de regulación por parte del Estado para poder llevar adelante una acción que va contra los argentinos.
 
En cuanto a la concentración de mercado, que también es una desviación para los precios, eso también se podría modificar si existiese un Estado presente que le aplique multas correctivas y no multas que terminan siendo irrisorias. Creo que esos son los factores que hacen que tengamos un mercado totalmente desvirtuado de los precios en detrimento de los consumidores".
 
Fuente: Hoy en la Noticia
 

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01-12-2025 / 09:12
En Diputados, con una impunidad ante la que vale detenerse, la legisladora macrista Marilú Quiroz organizó una jornada de seis horas contra "la obligatoriedad y compulsividad" de las vacunas, abarcando relacionarlas con el autismo. Vimos a un tipo que, a torso descubierto, se mostró imantado por efecto de la inoculación. En 2014 ya habían montado el mismo circo, en una actuación televisiva y con otro protagonista, y adjudicándoselo a otros factores. Los objetos metálicos "se le pegan al cuerpo", ratificaron esta vez tras varios intentos fallidos.
 
Lo más parecido a esto que se vio el jueves debe ser el conjunto de infradotados, vestidos de búfalo, que tomaron el Capitolio el 6 de enero de 2021. El acto, el de acá, fue autorizado por la presidencia de la Cámara de Diputados.
 
Al margen del espanto y las denuncias de toda autoridad científica, ya con siete niños muertos de sarampión y tos convulsa por no estar vacunados, se desconocen presentaciones judiciales o procederes de oficio. Hubo un delito. Un atentado contra la salud pública.
 
¿Hecho menor, por haberse tratado de un grupo de delirantes bien que ocupando parte del edificio parlamentario? ¿O símbolo gigantesco?
 
Basta recorrer por encima los temas dominantes de la agenda publicada para advertir el momento prácticamente bizarro de nuestra política. Es el accionar gubernamental, es la plancha desconcertante en que está sumida la oposición y son las consecuencias de ese estadio. ¿Será la calma o desviación temática que preceden a alguna tormenta o, acaso, un clima destinado a permanecer durante largo rato?
 
La guerra entre la AFA, el Gobierno y los medios oficialistas, operada desde el efectismo de un campeonato de escritorio y una formación de pasillo dando la espalda a los campeones, se lleva por varios cuerpos el conversatorio periodístico, digital y vaya a saberse si, también, masivo. Es de esos disparadores que invitan a la básica y poderosa pregunta de si no pasa nada más importante en el país.
 
Los títulos de casi toda la prensa ametrallan sin parar, incluso a través de "noticias" y variantes fragmentadas -sobre el mismo tópico- que se suceden una tras otra. Pocas veces se vio algo semejante, tan desembozado.
 
Hasta un imberbe percibiría que no destrozan a la AFA por sus desaguisados ni por arbitrajes escandalosos, que desde ya sobran. El centro indesmentible es privatizar la actividad futbolística hasta el extremo que sea posible, pero eso ni siquiera es mencionado de refilón por la militancia independiente de los bufones oficiales.
 
Desde el Presidente de la Nación hasta su ministra de Seguridad instalaron el asunto con rango de gravedad nacional. Se supone que una cosa es la pasión desenfrenada que el fútbol desata en Argentina. Y que otra, completamente distinta, es llevar el caso a una cuestión de Estado ligada a negociados formidables. Sólo se supone.
 

30-11-2025 / 12:11
La concentración de fachos en Plaza de Mayo para pedir por la libertad de los represores fue un fracaso. No fue nutrida ni contó con la asistencia de las caras más conocidas del reclamo pro-dictadura. Sus organizadores debieron levantar sus petates a las apuradas cuando un efectivo de la Policía Federal Argentina (PFA) se acercó para avisarles que estaba llegando la manifestación por Palestina, que los sextuplicaba en participantes.
 
El que recibió el mensaje fue Guillermo Sottovia, uno de los organizadores de la movida fallida, que dice ser piloto civil e hijo de un oficial de la Aeronáutica. A Sottovia no le quedó más remedio que agarrar el megáfono maltrecho que tenían e iniciar la retirada. -Nos tenemos que ir, no por cobardes, sino para demostrar que ellos son los violentos -dijo.
 
Hasta segundos antes, Sottovia había estado a los abrazos con Carlos Pampillón, el dirigente neonazi marplatense procesado por atacar un monumento a la Memoria, la Verdad y la Justicia. Pampillón palmeaba a algunos hombres con uniformes y los llamaba "héroes" mientras se abría paso por la Plaza de Mayo.
 
Asunción Benedit estaba contenta porque casi había más fotógrafos que concurrentes. Ella se había puesto un pañuelo negro en la cabeza como forma de identificarse: no solo en oposición a las Madres de Plaza de Mayo sino porque también dice estar de "luto" por los represores presos.
 
Según las estadísticas de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad (PCCH), hay 22 criminales de lesa humanidad presos en cárceles comunes y 63 en la Unidad 34 de Campo de Mayo, considerada una prisión VIP por sus comodidades.
 
Tanto Asunción como su hermano, el diputado nacional entrerriano Beltrán Benedit, suelen visitar a los condenados y procesados por secuestrar, torturar y desaparecer personas. Ella sostiene que no solo hay que pedirle al gobierno de Javier "el Loco" Milei por su libertad, sino también reivindicar su accionar represivo.
 
"La esperanza es lo último que se pierde", dijo la mujer que pululó por distintas organizaciones pro-dictadura. "De hecho podemos estar haciendo este reclamo. Si fuera con otro gobierno, ya estaríamos presos", concedió, aunque no esconde su desazón porque la administración de La Libertad Avanza (LLA) no hizo más para tener al genocida Alfredo Astiz y compañía fuera de las cárceles.
 
Conformaron un grupúsculo que se dio en llamar Unidos por la Sangre Derramada, pero, en realidad, lo que derramaron fueron peleas internas. Hasta hace diez días, Orlando González se presentaba como el coordinador general de la iniciativa. El tema se complicó cuando se contó quién era el personaje: un represor de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) condenado a prisión perpetua y que se encuentra en arresto domiciliario. Aficionado a la fotografía, el "Hormiga" González solía retratar a sus víctimas.
 
En Plaza San Martín se hicieron grandes actos para oponerse a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia del kirchnerismo y para reclamar una amnistía general. Las concentraciones eran mucho más nutridas que las de este sábado en Plaza de Mayo. Pese a eso, con megáfono en mano, Sottovia afirmaba: "Tenemos poder ahora de cambiar la historia. Nunca se hizo un acto como éste". Patético.
 
La Opinión Popular
 

29-11-2025 / 10:11
Con un señor en cueros haciendo equilibrio para que no se le caiga un pedazo de fierro que sostenía en sus grandes pectorales flácidos empezó en el Congreso la reunión antivacunas que convocó la diputada oficialista Marilú Quiroz.
 
El hombre quedó "imantado" por las vacunas, según denunciaron, mientras el Senado retrasaba, hasta que ingresen los nuevos senadores, la discusión sobre la incorporación de la rionegrina oficialista Lorena Villaverde, ya rechazada por la comisión de Asuntos Constitucionales por sus antecedentes vinculados con el narcotráfico.
 
El INDEC retocó los índices de crecimiento para ocultar que el país está en recesión desde principios de año. Pero cuando se habla con los industriales, parecen vacas que van al matadero al balbucear que igual respaldan a este gobierno "porque es el único que se preocupó por la macro".
 
La pobreza de pensamiento de la clase empresarial produce hasta molestia física. Cuestionan aspectos como los antivacunas o la corrupción del famoso tres por ciento, pero no pueden ver que se intenta cambiar la matriz productiva y que el primer paso es el industricidio.
 
Aplauden como focas un proyecto de reforma laboral que atrasa 200 años las relaciones de trabajo, mientras tienen que cerrar sus propias empresas. Esta semana Whirlpool cerró la fábrica de Pilar, que había inaugurado hace tres años con una inversión de 50 millones de dólares.
 
Desde noviembre de 2023, cerraron más de quince mil empresas. Las patronales del campo pensaban que tenían la vaca atada pero ahora, con un dólar barato, tienen que afrontar insumos inflacionados, rutas abandonadas e inundaciones y sequias sin asistencia.
 
"Unos 220 obreros quedaron en la calle por el cierre de Whirlpool" adujo el periodista. El economista oficialista Miguel Boggiano, hijo de un ex juez de la Corte menemista, explicó: "Pero ahora tenés a 850 mil que van a comprar más barato el lavarropa". Aplazado el economista Boggiano, porque los desocupados y los que tienen bajos salarios dejaran de comprar lavarropas, heladeras, televisores, bicicletas, motos, etc., etc. Sin comprar nada de eso, la mayoría de los argentinos no llega a fin de mes con lo que gana.
 
Con este proyecto de país, industriales y comerciantes se van al bombo o se ajustan y los patrones rurales se achican. En contrapartida, las tecnológicas, extremistas del discurso anti Estado, reciben subsidios. El capital concentrado trata de volcarse a la energía, la minería y la timba financiera, que son los únicos que crecieron realmente. Y el INDEC funciona como vaselina con dibujos de los índices de crecimiento, de inflación o de consumo, para que el infierno parezca paraíso.
 
El Gobierno que salió airoso de las elecciones de medio término, ahora se dirige a cobrar el premio. Un Consejo de Mayo inútil, que no resuelve nada, pensado para una foto mentirosa que quiera dar la imagen de "diálogo", anunció que antes de fin de año el gobierno enviará al Congreso un proyecto de Reforma Laboral, que no tuvo consenso ni fue aprobado por ese Consejo por el nivel esclavista que propone para los trabajadores.
 

28-11-2025 / 10:11
El presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Ricardo Diab, alertó por el cierre de empresas en Argentina, y entre las principales causas detalla la baja en el consumo y la apertura de importaciones que impulsa el gobierno de Javier "el Loco" Milei. Diab mencionó el reciente cierre de Whirlpool, que dejó a 220 personas sin trabajo, y el de la láctea La Suipachense señalando que estas no son "grandes empresas" pero si son significativas.
 
Vale recordar que la CAME tomó partido por Milei antes del balotaje con Sergio Massa, apoyó públicamente el mega DNU del presidente en diciembre de 2023 sobre la desregulación total de la economía y respaldó junto a otras cámaras de grandes empresas el endeudamiento de Luis Caputo ante el FMI.
 
En primer lugar, el presidente de CAME sostuvo que la baja en el consumo "hace que el comercio en sí mismo no demande a la industria producto por este mismo motivo. Nosotros solicitamos otras alternativas de incentivo al consumo, en lo que tenía que ver con los planes de cuota a largo plazo que dio en un momento facilidades en la forma de estirar el salario".
 
Sin embargo, indicó que no tuvo éxito porque el Estado no interviene en las cuestiones de los privados: "Si los bancos no acceden, no aceptan o las plataformas de tarjeta, es muy difícil llevarlo a cabo". A esto se le suma la apertura de importaciones: "Muchas empresas ven que no son competitivas con respecto a productos que vienen fundamentalmente de China". El empresario señaló que incluso en rubros como el alimenticio se observa un aumento de productos importados que compiten con los nacionales.
 
Aunque el comercio internacional es "imprescindible", para Diab en el crecimiento económico en tecnología y materias primas, ciertos sectores nacionales no logran ser competitivos, lo que "lleva al cierre". Observó, además, que la tendencia es "creciente", al punto que empresarios que no tenían entre sus proyectos ser importadores, ahora lo están analizando.
 
El dirigente también destacó el impacto de la carga tributaria en la competitividad de las empresas argentinas. "Si sabemos que automáticamente cualquiera de nuestros productos tiene un 50% de impuesto, ya partimos de una situación impositiva muy difícil de resolver", afirmó, y comparó la situación con otros países que tienen menores cargas o distintos estilos de producción.
 
En cuanto al mercado laboral, Diab fue contundente al señalar que "en línea genérica, no hay actividad que esté demandando empleo". Explicó que, aunque una adecuación de la legislación laboral es necesaria, no será suficiente "si no hay demanda productiva". El presidente de CAME reconoció que, si bien la gente no consume porque "no tiene salarios buenos", las propias empresas, en especial las PyMEs, están imposibilitadas de mejorar esos salarios sustancialmente debido a la falta de rentabilidad y la fragilidad del contexto económico.
 
La industria nacional, a contramano de los datos que promociona el Gobierno de Milei, sigue en un pozo del que no puede salir. "Estamos inmersos casi en un círculo negativo donde los mismos que declamamos no lo podemos llevar a cabo fácilmente", afirmó. Además, el dirigente mencionó que, si bien han dialogado con el Gobierno, "el Estado hoy no interviene absolutamente en nada que tenga que ver los privados".
 
La Opinión Popular
 

27-11-2025 / 10:11
El industricidio avanza gracias a las políticas neoliberales de Javier "el Loco" Milei y Luis "Toto" Caputo. Ya pasó un mes de aquellas elecciones legislativas donde Milei logró un triunfo que hizo crecer la soberbia de su gobierno, lo cual impulsa la reforma laboral que propone. No obstante, se enfrenta a un panorama complicado que lo desafía por completo.

A un mes de la "Argentina" violeta, se acumulan los despidos en fábricas ante la apertura de importaciones. Whirlpool cerró la planta de Pilar inaugurada en 2022 y despidió a sus 220 trabajadores. Asimismo, el consumo continúa en caída libre mientras que diciembre se avecina con nuevos aumentos que sigue golpeando más de un bolsillo. Por su parte, el salario continúa congelado y no hay sueldo que aguante.

Sin embargo, el Gobierno anarco capitalista hace vista ciega y avanza a fondo por la reforma laboral. Tal es así que el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, reunió este miércoles (26/11) en Casa Rosada a los miembros del Consejo de Mayo y, pese a la falta de consensos, anunció que la administración libertaria enviará el proyecto al Congreso el próximo 9 de diciembre.

Si los tiempos avanzan como pretende Milei, la reforma laboral se debatirá al filo o durante la Navidad y Año Nuevo anticipando semanas difíciles para aquellos trabajadores que perdieron su empleo, lo que se intensificó en los últimos días luego de la victoria electoral de La Libertad Avanza, donde nada cambió para la economía real pese al rescate del INDEC.

Las pálidas continúan y están a la vista de todos los argentinos. Sin ir más lejos, los datos del último informe de CEPA, que abarca hasta agosto, sostienen que desde que Milei inició su gestión, por día cierran 30 empresas y, en total, se destruyeron 276.000 puestos de trabajo registrados. "Creer o reventar", dice la frase.

Por su parte, el INDEC que conduce Marco Lavagna quedó en el centro de una nueva polémica por una sugestiva corrección de los datos del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) para evitar que la economía entre en recesión técnica. El organismo que en septiembre la actividad económica tuvo un incremento de 0,5% en comparación con agosto, un dato mucho mejor que el estimado por las consultoras privadas que preveían una caída de entre 0,1% y 0,3%. Dibujando los números, el gobierno logró evitar ese título negativo pese que el tercer trimestre fue el más afectado por la inestabilidad económica consecuencia de las elecciones.

En tanto, los principales bancos y consultoras nacionales e internacionales recortaron sus previsiones de crecimiento para la economía argentina en 2026. Según el relevamiento de FocusEconomics, el Producto Bruto Interno se expandirá menos de la estimación previa. El ajuste refleja un escenario menos optimista y expone el desgaste del discurso libertario, que hasta ahora muestra más promesas que resultados.

El relato libertario remacha que la economía empieza a mostrar signos de recuperación, pero la realidad en las góndolas y en los bolsillos cuenta otra historia. El consumo masivo sigue estancado, sin el menor atisbo de mejora en la segunda mitad del año. Los datos publicados por el Indec este miércoles son contundentes: las ventas en supermercados cayeron a nivel intermensual y ya suman seis meses consecutivos de baja hasta septiembre. El golpe al consumo es tan fuerte que, en la comparación interanual, las ventas también retrocedieron. El ingreso de productos importados que compiten con los de fabricación nacional, el dólar barato y el encarecimiento de los costos productivos alientan la desindustrialización y el desempleo.

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