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El clima en Paraná
Groucho Marx dijo: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". En ese punto, Javier Milei es marxista.
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Nacionales - 01-05-2016 / 10:05
CRÓNICA POLÍTICA

Escrachadores y malandras

Escrachadores y malandras
A diferencia de los K, los escraches a Zannini son espontáneos. Ningún partido político los mandó a insultarlo. Lo hicieron por su propia cuenta y riesgo.
 
No me gustan los escraches y los escrachadores. Y no lo digo para posar de moderado o hacerme el buenito. Lo dije siempre, desde que los señoritos K decidieron iniciar esta faena considerada patriótica y revolucionaria.
 
Es verdad, los escraches de los K son planificados, con premeditación y alevosía diría un abogado. Los K y cierta izquierda fascista son los únicos que creen en la terapia revolucionaria del escrache. Me miro en ese espejo y no quiero parecerme a estos herederos de los camisas negras, los camisas pardas y las camisas rojas de los rufianes estalinistas.
 
Es verdad. A diferencia de los K, los escraches a Zannini son espontáneos. Ningún partido político los mandó a insultarlo. Lo hicieron por su propia cuenta y riesgo. Pero esa espontaneidad tampoco la comparto.
 
Es la espontaneidad de los linchadores, de la patota que arremete contra un tipo solo. No me gusta. Sospecho seriamente que el escrachador es un cobarde, que sólo es capaz de posar de guapo cuando la barra lo respalda, cuando sale gratis en definitiva.

 
Mis argumentos en contra del escrache son políticos, pero si me apuran diría que son también éticos y estéticos. Se dice que la gente tiene derecho a indignarse ante tanto latrocinio público e impunidad. La indignación es una pasión humana, pero para que además sea justa depende de múltiples factores. También el fascismo se nutre de la indignación.
 
La pasión instintiva y primaria de los escrachadores no es justa. Arreglados estaríamos en esta vida y en este mundo si ante cada injusticia o ante cada hecho que nos parece injusto, reaccionáramos con la subcultura del barrabrava.
 
En el más suave de los casos lo calificaría como un hábito peligroso. De la barbarie nunca puede esperarse nada bueno. Y el escrache tiene mucho de barbarie. Demasiado para mi gusto.
 
A la hora de interpelar no me gusta hablar de los escrachadores en general, sino del escrachador en particular, del tipo o la tipa que decide empezar a vociferar contra un político, un funcionario, un policía o quien sea en la calle.
 
¿Qué pasa por su cabeza? ¿Supone que hace justicia? ¿Se saca las ganas? ¿O el objeto del agresión es apenas un pretexto que intenta disimular otras carencias y otras impotencias? "Hay que entender la calentura de la gente", me dicen. Yo la entiendo porque no soy ajeno a esa pasión, la entiendo pero sencillamente no la comparto. Sobre todo no comparto esa calentura que pretende presentarse como acto justiciero.
 
Desde hace muchos años aprendí que una de las grandes luchas que tenemos que librar en nuestra vida es contra el animal que llevamos adentro; o el enano fascista como le gustaba decir a mi querida Oriana Fallaci.
 
El escrachador, devenido en energúmeno, le otorga aire, le da un soplo de vida a ese enano fascista que tal vez todos tengamos adentro. Si de ese enano fascista los K fundaron una institución política, yo no quiero hacer lo mismo. No lo quise antes ni lo quiero ahora.
 
¿Corrección política? Y si así fuera qué tiene de malo. ¿O para no ser correcto políticamente voy a atizar la judeofobia, voy a alentar la persecución a los homosexuales, voy a estigmatizar a los pobres, discriminar otro color de piel u otra religión o aplaudir a los golpeadores de mujeres?
 
¿La movilización de las centrales obreras fue correcta políticamente? Yo no los calificaría a Moyano o a Barrionuevo como políticamente correctos, pero sí como políticamente inevitables.
 
A Menem y a la Señora pudimos mandarlos a cuarteles de invierno, pero los burócratas sindicales no se van nunca. Es verdad, no son todos lo mismo, pero en lo único que se parecen, que además es lo único que les importa, es en eternizarse en el poder. Años, décadas, en el sindicato en el que mandan y son obedecidos como señores feudales.
 
Los argentinos nunca nos terminaremos de lamentar por no haber resuelto la democratización de los sindicatos, cuando Alfonsín jugó una carta brava en esa dirección. Y en política se sabe que lo que no se hace en su momento, en este caso bajo el impulso de la democratización, es muy difícil, por no decir imposible, hacerlo luego. Así fue.
 
La movilización del viernes se hizo contra la inflación, el impuesto a las Ganancias y el desempleo. Nadie, ni siquiera el gobierno, puede estar en contra de esas consignas, pero convengamos que adolecen de una amplitud supina. Tan amplias son, que en nombre de ellas podríamos movilizarnos todos los días del año sin complejos y sin culpas. Es más, podríamos agregar al petitorio para que nadie quede excluido el derecho a la felicidad y el derecho al amor.
 
Admito de todos modos que Moyano y Barrionuevo alguna autoridad moral tienen para hacer estos reclamos. Lo que resulta miserable y canalla son los señores K que durante doce años defendieron con uñas y dientes el impuesto a las Ganancias, eliminaron del vocabulario político la palabra "inflación" y dejaron al país con más de doce millones de pobres.
 
El benemérito señor Recalde hoy milita a favor de la doble indemnización y lo hace con el mismo entusiasmo con que, pocos años antes, se oponía a ella en nombre de la racionalidad económica.
 
Mientras tanto los allanamientos en la provincia de Santa Cruz continúan. Era hora. El juez Casanello rindió tantos honores a la lentitud y la incompetencia, que su labor hizo recordar al mítico general Allais, el militar que debía reprimir a los carapintadas y nunca llegó.
 
Se dice que como los allanamientos se iniciaron tarde no se encontró nada. Yo no sería tan contundente. Se encontraron más de cuarenta estancias que suman alrededor de medio millón de hectáreas, más de novecientos autos, cerca de veinte mansiones, joyas, pinturas, incunables. ¿Les parece que no encontró nada?
 
Esas propiedades, esa obscena y morbosa acumulación de riquezas, no se hace trabajando, pero además no se hace sin respaldo político. ¿O alguien a esta altura del partido tiene alguna duda de que el señor Báez pudo haber acumulado esa enorme fortuna sin el apoyo de los K?
 
Se dice que la Señora había discutido con él por haberse quedado con propiedades y dineros que no le correspondían. Lecciones de la política. La épica K degradada en una sucia y viscosa disputa y forcejeo por el botín.
 
Yo lo siento mucho por los K que creen honestamente en su causa y empiezan a sospechar que fueron estafados y usados de idiotas útiles. Lo siento por ellos, pero los allanamientos van a seguir y a esta altura del partido, más allá de lo jurídico, lo que cada vez se instala con más certeza en el sentido común de la gente es que durante doce años hemos estado gobernados por una banda de ladrones y saqueadores.
 
Las escenas de La Rosadita y de los sicarios de Milagro Sala cobrando en el banco, serán el símbolo histórico del poder K. Es probable que en esa última cena entre Néstor, Lázaro y Cristina -con llamada telefónica de Moyano incluida- esté expresada la clave del poder K. Mala suerte para los argentinos. Salieron a la calle en 2001 pidiendo que se vayan todos y vinieron los K.
 
Sería justo que en nombre de la justicia terminen presos, pero si esto no fuera posible, ya que los poderosos son poderosos porque disponen de recursos para asegurar su impunidad, sería deseable que la sanción social sea tan alta y tan categórica, que así como en los inicios de la recuperación democrática se habló del "Nunca más" al terror, en un futuro inmediato pueda hablarse de un "Nunca más" a la cleptocracia, un régimen de poder que, dicho sea de paso, el peronismo se dio el lujo de practicar por partida doble: con Menem primero y con los Kirchner después.
 
La otra versión que los K compran alegremente para justificar lo injustificable es que Cristina, pobre Cristina, no sabía nada de lo que hacía este buen hombre llamado Lázaro. Para ponerse a llorar. La triste viuda engañada por un rufián inescrupuloso.
 
Raro. Sobre todo para la épica K. Según esta mustia epifanía Cristina es un genio de la política, una de las grandes estadistas del mundo, una de esas líderes carismáticas que la historia produce una o dos veces en un siglo. Mas sucede que pronto esa dirigente insigne deriva en una viuda desamparada, en una niña ingenua y pura engañada por los hombres malos que se aprovecharon de su corazón de oro. Para ponerse a llorar.
 
Por Rogelio Alaniz
 
Fuente: El Litoral de Santa Fe
 

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25-04-2024 / 09:04
El guarango presidente de la Nación, Javier "el Loco"  Milei, brindó un verdadero stand up en la cena anual de la ultra liberal Fundación Libertad, en la que por momentos provocó vergüenza ajena, inclusive entre los comensales que no podían creer lo que estaban escuchando. Milei se reencontró con Mauricio Macri, celebró su ajuste neoliberal feroz, hizo chistes groseros y bizarros (todos malos) y se burló de economistas y sectores opositores.

"¿Quieren saber cómo va a crecer la economía? Va a crecer como pedo de buzo", afirmó insólitamente Milei y se llevó los aplausos de los trolls rentados libertarios que estaban en la sala. Luego Milei apuntó contra Carlos Melconian
, de quien se burló con una imitación de su voz porque es crítico de su gestión: "se equivocó feo". "Qué quieren que les diga si había uno que decía no podés dolarizar si no hay fideos, no hay tuco... Es más fácil tirar volquetes de estiércol antes que reconocer el error", aseveró Milei. Claro, la frase y el tono de Milei cayó mal en la gente y eso le molestó al Presidente: "Si los que están murmurando se comieron el verso, lo siento. Im So Sorry, la vida es así", completó.


El stand up de Milei fue insoportable. No cabe otra definición. Ya seguirlo por YouTube resultaba tortuoso. Imposible imaginar tener que verlo en vivo. Fue por eso que los medios afines al Gobierno anarco capitalista rápidamente lo sacaron del aire. Cuando no habían pasado ni 20 minutos del inicio, tanto TN como LN+ continuaron con su programación habitual. Las arengas libertarias de "el Loco" parece que van perdiendo rating.

Milei habló de su propio ajuste. Lo celebró repitiendo las mismas falacias e invenciones que viene diciendo desde el 10 de diciembre e incluso desde antes. En ese auto-elogio delirante, comparó a Luis Caputo y Patricia Bullrich con Lionel Messi, haciendo rechinar los oídos de más de uno. Milei ya camina sobre terreno resbaladizo. La prepotencia y los chistes malos tienen su lado "delarrúesco".
 
El discurso de este miércoles pareció hecho dentro de una burbuja de gas. Un discurso de casta, ajeno a la dura realidad que sufren las mayorías populares con el áspero golpe que ya representan los nuevos tarifazos. A una pobreza que se extiende de la mano de la recesión, por más que el presidente celebre el relativo enlentecimiento de la inflación.
 
En la cena de la Fundación Libertad, Milei eligió hablar de miles de cosas para no hablar de lo evidente: el enorme golpe político a su Gobierno que significó la masiva marcha universitaria. El presidente apenas musitó la frase "causa noble" para aludir elípticamente al reclamo que este martes llevó a un millón de personas a las calles de todo el país. Un golpe político que cambió de discurso, pasando de la prepotencia al lamento.
 
Este miércoles Milei habló como si viviera en una nube de gas. Esa arrogancia se vio muchas veces en la política argentina. Gobiernos civiles y regímenes militares completamente disociados de los intereses y deseos de las mayorías populares. El resultado, fue, muchísimas veces, la rebelión popular. La lucha en las calles. La emergencia de la clase trabajadora, la juventud y el pueblo pobre como actores combativos de un cambio profundo de la sociedad. La arrogancia de Milei pavimenta el camino en esa dirección.
 
La Opinión Popular

24-04-2024 / 10:04
La Marcha Federal Universitaria reunió a un millón de personas en todo el país. Fue en defensa de la universidad pública y desbordó las calles y avenidas porteñas transformándose en un hito de rechazo al irracional ajuste anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei. Encabezados por docentes y estudiantes, cerca de un millón de personas en todo el país hizo naufragar el operativo represivo con el que amenazó la macrista Patricia Bullrich, que se quedó con las ganas de reprimir.
 
La primera marcha fue del movimiento obrero, el 24 de enero, contra el DNU, la ley ómnibus y la flexibilización laboral; la segunda fue el 24 de marzo por los derechos humanos. Y esta ha sido la tercera gran marcha contra el gobierno libertariano de Milei, movilizada por la comunidad educativa en defensa de la educación pública. Y cada vez fue mayor.
 
El espíritu de la producción y el trabajo representado en los trabajadores, el espíritu moral y ético que simbolizan las Madres y las Abuelas y el espíritu cultural del país que alimentan las escuelas, colegios y universidades, fueron los atacados por este gobierno y los primeros en reaccionar. Hay más que tres marchas en juego, entre las tres, además de su masividad expresan la esencia de un país. Para este gobierno, todo es corrupción, menos los corruptos, a los que concibe como "héroes" que fugan millones, abusan de los precios o especulan en la bicicleta financiera.
 
El gobierno despreció esta marcha porque -dijeron- la organizaron y participaron los que no quieren la auditoría de las universidades. "Son los que se favorecen con este sistema de corrupción y no quieren perder sus beneficios", dijeron por la televisión. Y Bullrich la calificó de "rara". Defender la universidad gratuita que el gobierno quiere cerrar es "raro". Todo el relato se monta sobre grandes mentiras que se reproducen en las redes hasta el infinito, porque las universidades tienen sus propios sistemas de auditorías.
 
Pero todo es corrupción, menos los corruptos. Igual que Mauricio Macri, hablan del curro de los derechos humanos y cuando no pueden comprar a los sindicalistas, los acusan de corruptos. Pero la verdadera corrupción, la que sí equivale a un PBI, es la que fugó 400 mil millones de dólares, los dueños de las offshore que reciben a Milei en el Llao Llao, los que colocaron a sus gerentes en las decisiones de política económica y en las empresas del Estado.
 
La enorme movilización de ayer fue la más grande en muchos años. Las fotos aéreas lo reafirman. Más las grandes movilizaciones que se realizaron en Mar del Plata, Córdoba, Tucumán, Misiones, Mendoza, Paraná y demás, dejaron en claro que el gobierno tendrá problemas si busca destruir a la educación pública.
 
Es probable que las movilizaciones no le muevan el amperímetro a Milei, que se pasó la tarde en las redes, igual que su vice que trató de humillar a Hebe de Bonafini. El Loco Milei confía más en sus modelos matemáticos que, como tales, nunca son la realidad, sino su representación: un modelo de números sin seres humanos, como los que mostró en la cadena nacional de radio y televisión el lunes. Le interesan esos números voladores y no los seres humanos, imperfectos y corrompibles. Pero ojo, las frías matemáticas son manipulables y manipuladas en este caso.
 
La Opinión Popular
 

23-04-2024 / 10:04
Finalmente, habrá que tomárselo en serio. El presidente Javier Milei es un loco. Por lo general, estas personas tienen una relación de literalidad con las palabras. No es broma cuando dice que quiere destruir el Estado. Ese es su objetivo y, a menos que el pueblo se lo impida, lo concretará con el ahogo económico más una campaña de desprestigio. El inaudito ataque a la educación y la universidad públicas intentan tapar el desastre económico. Hoy 23 de abril, Milei conocerá el juicio que las medidas de su gobierno están concitando en amplias franjas sociales, políticas, intelectuales y culturales. La mejor encuesta.
 
Milei, como es sabido, tuvo una carrera académica mediocre, incompleta y de irregular desempeño en entidades privadas, cuyos "logros" son hasta el momento desconocidos. Con su religión privatista y ultra individualista, odia a la universidad pública. Su saña contra las universidades públicas comenzó apenas asumió la presidencia, cuando repitió el presupuesto de 2023 para las casas de estudios. La Universidad pública está siendo amenazada por un grupo fanático, dotado de un liberalismo ultramontano, que ocupa circunstancialmente la Casa Rosada, ese reino actual de la improvisación, la insensatez y los intereses espurios vinculados a las clases más ricas de la sociedad.
 
Con una inflación anual cercana al 300%, el congelamiento del presupuesto significa una reducción del 72%, como lo afirma el último informe del Centro de investigación de la Economía Nacional (CIEN), instituto que monitorea los presupuestos universitarios. En lo que va del año, los docentes ya perdieron un 50% de sus ingresos, a lo que se agrega el desmantelamiento del Conicet y la eliminación del Ministerio de Ciencia y Tecnología.
 
A esa política de ahogo económico, se le suma la campaña de desprestigio. Con la letanía del "adoctrinamiento", Milei pretende deslegitimar una de las instituciones de mayor prestigio de la Argentina, con tres universidades (las de Buenos Aires, Córdoba y La Plata) en el podio de las 100 mejores universidades del mundo. Con esa insolencia típica de la ignorancia, impugna el supuesto "adoctrinamiento" socialista que aquejaría a estas últimas. Desde la nefasta dictadura cívico-militar genocida no se escuchaban semejantes idioteces y necedades.

Siendo un faro científico-cultural en toda la región, las universidades nacionales tienen su propio sistema de gobierno basado en la autonomía, la autarquía y el cogobierno, base del trípode de enseñanza, investigación y extensión que les legara la Reforma Universitaria de 1918. Por supuesto, un sistema que está muy lejos de imponer las verdades reveladas que inspiran al Presidente, una megalomanía que rinde culto a los próceres de la "neorreacción global" como Murray Rothbard y Von Mises, cuyo único objetivo es destruir el Estado.

Desde hace años, quienes defendemos las universidades públicas las defendemos en las aulas, en los laboratorios, en los claustros... Hoy nos toca defenderlas en la calle. Marchemos este martes 23 de abril todos por las universidades públicas. Habrá movilizaciones en todo el país protagonizadas por amplios sectores de la sociedad que defienden la educación pública. Y también contra la nueva Ley Ómnibus, la reforma laboral y el plan hambreador de saqueo y ajuste de la ultra derechista La Libertad Avanza
, que nos quieren pobres e ignorantes para manipularnos mejor.


La Opinión Popular

22-04-2024 / 10:04
Hace diez días se conoció el ranking universitario mundial QS 2024: entre las mejores 150 carreras del planeta, hay 28 de universidades argentinas. El jueves apareció otra lista, de la consultora británica Quacquarelli: la UBA quedó entre las 100 mejores universidades del mundo. Esa misma institución reconocida a nivel internacional, con más de 320 mil alumnos, hoy batalla junto a las 69 universidades e institutos universitarios del país por sobrevivir.
 
En esa lucha in crescendo contra la asfixia presupuestaria del gobierno de Javier "el Loco" Milei, el martes será un punto de inflexión. La Marcha Federal del 23 se convertirá en la primera movilización transversal contra el ajuste de la administración neoliberal libertaria que alcanza a todo: jubilados, pacientes oncológicos, comedores, científicos. Y universitarios. La movilización, de tintes históricos, será en todo el país, pero el epicentro estará en CABA. Bajo el lema "En defensa de la educación pública".
 
La asistencia está lejos de ser puramente universitaria: además de estudiantes, docentes y graduados, prometieron estar las centrales obreras (desde la CGT a las CTA), organismos de Derechos Humanos, organizaciones sociales y partidos políticos. Dirigentes como Sergio Massa y Axel Kicillof confirmaron que marcharán. No solo el presente está en juego: si algo representa la educación, es el futuro y el desarrollo de un país.
 
La Marcha Federal convocada por el Frente Sindical de Universidades Nacionales, la Federación Universitaria Argentina y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que reúne a los rectores del país, "será inédita por esta unidad impensada 15 años atrás", declaró el titular del CIN, Victor Moriñigo. Y acotó: "Mientras eligen a universidades argentinas en el mundo, acá no financian la educación. Es muy raro. Todo el mundo nos pregunta por esto".

La posición del Ejecutivo fue de intransigencia. Un delirante Milei hablando de dar la "batalla cultural" contra el "adoctrinamiento" de las universidades públicas, y el ejército troll atacando al sector. El designado subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, lejos de buscar conciliación apoya la teoría ideológica del "adoctrinamiento". Álvarez dedicó las últimas horas a llamar personalmente a cada uno de los rectores de las universidades nacionales para que se bajen de la marcha. "Promete cualquier cosa con tal que nos bajemos
, está desesperado", relató uno de ellos.


Mientras Álvarez busca conciliar posiciones con representantes de las universidades, el presidente fue muy agresivo en redes sociales. Milei replicó decenas de posteos que insultan a la universidad pública. Milei pretende un país mucho más dependiente del capital extranjero, de EEUU y sus aliados: Gran Bretaña e Israel, donde aumente la precarización laboral, la pobreza y la ignorancia. Para eso necesita un modelo de educación pública donde cada vez sean menos los que puedan acceder y donde la educación universitaria se piense al servicio de los negocios de los grandes empresarios.

El ajuste universitario puede ser un punto de inflexión para el gobierno: una encuesta de esta semana de la consultora Zuban Córdoba señala que un 89,4% aseguró está "de acuerdo" o "muy de acuerdo" en que la educación pública "es un derecho que debe ser defendido". Y un 58,5% se mostró en contra de congelar el presupuesto de las universidades. Una Argentina que gira entre la crueldad libertaria y una crisis social al borde de estallar.

La Opinión Popular

21-04-2024 / 09:04
Claramente Javier "el Loco" Milei todavía no termina de comprender que es Presidente de la Nación y que cada palabra que dice tiene repercusiones. En el mediodía de este viernes expuso en el exclusivo encuentro de empresarios que se desarrolló en el Hotel Llao Llao, ubicado cerca de la ciudad de Bariloche. Con un discurso en contra de la política de la institución a la que pertenece por ser el jefe de Estado y a favor de sus amigos, los grandes empresarios, donde los instó a delinquir. Por eso es que despotricó contra la política y las medidas que se aplican para cuidar el bolsillo de los ciudadanos.

Pero lo más grave es que el mandatario aseguró que "el que fuga es un héroe" que logró escaparse de las garras del Estado. Claramente la fuga es un delito que el Presidente no debería instar a los grandes empresarios a hacerlo. Y ya que estaba también recomendó comprar dólares en el mercado negro. Ni siquiera tiene en cuenta que esto de fugar y no invertir desfinancia y empobrece al país. ¿Está chapita?

Su discurso fue el de un gerente que se dirige a sus patrones para proponerles nuevas ofertas para conseguir ganancias. Durante una hora, Milei despotricó contra el Estado y defendió el rol de la inversión privada como único motor de la economía. Fue un discurso para el gran capital, que aplaudió ante las oportunidades que se le ofrecían desde el escenario.

Milei llegó a justificar la compra de dólares ilegales para no pagar impuestos al tiempo que rechazaba toda regulación de los mercados, sean financieros o de bienes y servicios. En ese contexto, el presidente alentó al delito de fuga de divisas: "El que fuga es un héroe, que logró escaparse de las garras del Estado", deliró. Pero después manda al Congreso la restitución de Ganancias sobre el salario de los trabajadores para conseguir recursos.
 
A diferencia de su exposición en la apertura de sesiones del Congreso, el 1° de marzo pasado, esta vez Milei no leyó, con lo que su alocución quedó librada a la libre asociación de ideas que suele llevar a cabo, camino en el que se mezclan sus diatribas contra el Estado y contra los que enfrentan sus ideas e incluye metáforas escabrosas y cifras imposibles de chequear.

Fue una pijamada de adoctrinamiento anarco capitalista y una marcada de cancha del rumbo neoliberal del país. Aunque parezca divergente para gente que maneja empresas y tiene responsabilidad sobre una parte de la economía, la puesta en escena parecía propia de una estudiantina, con un orador insultando como un adolescente y un grupo de hombres entrados en edad aplaudiendo.

La polémica afirmación de Milei es un alerta sobre lavado, por las características del blanqueo de capitales que el Gobierno incluyó en el paquete fiscal que empezó a debatirse en el Congreso esta semana, porque es permeable al ingreso de capitales ilícitos de alto perfil.

El Registro de Incentivos para Grandes Inversiones (Rigi) es una puerta de acceso camuflada, con graves visos de legalidad, para que capitales provenientes del tráfico de estupefacientes, armas y personas entre otros, ingresen al circuito económico y financiero de la República Argentina sin exigencias reales de licitud de origen y trazabilidad
, convirtiéndonos en un Narcoestado.


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