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Groucho Marx dijo: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". En ese punto, Javier Milei es marxista.
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Nacionales - 30-11-2015 / 09:11
EL "ESTILO MACRI" LLEGA AL ESTADO

Los efectos colaterales de un Gabinete manejado con un criterio empresarial

Los efectos colaterales de un Gabinete manejado con un criterio empresarial
El "estilo Macri" llega al Estado con los efectos colaterales de un Gabinete manejado con un criterio empresarial. De un superministerio a una constelación de oficinas, sin escalas. El cambio de estilo en el gabinete macrista, en el que se intenta imprimir la cultura corporativa de la eficiencia y la operatoria descentralizada de las grandes corporaciones ha generado elogios. Sin embargo, también despierta algunas dudas en el mismo sector privado.
Imprimirle a la gestión pública los principios de eficiencia y gestión descentralizada -propios de una empresa privada- es uno de los objetivos centrales de Mauricio Macri. No sólo lo ha proclamado en sus declaraciones sino que lo ha reflejado en la selección de su equipo de ministros y colaboradores.
 
Pero el pasaje de la cultura K de gestión -caracterizada por el verticalismo y por la sumisión de lo técnico a lo político- puede resultar más complicado de lo que parece. Los primeros motivos de desconfianza no sólo han provenido de Cristina -con su ya famosa advertencia "gobernar el país no es gestionar una empresa"- sino que en el sector privado también se han registrado algunos chispazos.
 
El "dream team" de Macri incluirá a muchos nombres destacados que vienen de ocupar cargos de alta responsabilidad en importantes corporaciones: JP Morgan, Telecom, Shell, Monsanto, Lan, Farmacity son algunas de ellas.
 
Lo que se está empezando a percibir es que un Gabinete con impronta empresarial no sólo traerá grandes alteraciones en el funcionamiento del Gobierno sino también en la relación con las compañías. Por lo pronto, no necesariamente todos serán positivos.
 
Los doce años de kirchnerismo acostumbraron a todo el mercado a un estilo marcado por la centralización de todas las decisiones en una mesa chica en la que participaba muy poca gente. Ese modo de conducir de Cristina - definido como "radial"- implicaba que todo pasaba por ella, con prescindencia de reuniones de Gabinete que posibilitaran la comunicación horizontal.
 
A partir de la asunción de Macri, las tareas quedarán descentralizadas. Por lo pronto, los nuevos ministerios de Producción, Transporte, Interior y Energía tomarán parte de todas esas tareas que vienen de estar "all in one". Posiblemente, hasta el de Modernización tenga que captar algunas de ellas. También es factible que la jefatura de Gabinete -donde habrá gente de perfil ejecutivo- tome funciones de inversión.
 
En este contexto, surge una pregunta clave: el hecho de tener múltiples interlocutores en vez de uno, ¿le hará las cosas más fáciles a las empresas privadas que trabajen con obra pública? Es un punto que está por verse, pero por lo pronto implicará todo un cambio en el estilo de trabajo y de gestión. También puede dar lugar al pase de algunas facturas que quedaron sin saldar de relaciones pasadas.
 
El pasaje a este nuevo esquema de trabajo implica, además, un gran desafío de coordinación. Es que la existencia de zonas grises o de límites difusos respecto de quién debe ocuparse de qué proyecto o de cuál otro puede ser materia de disputas y de eventuales conflictos.
 
¿Habrá choque de intereses? ¿Estará bien definida la frontera entre el "hombre de negocios" y el "hombre funcionario"? Con el correr de los días irán apareciendo las primeras respuestas a todos estos interrogantes. 

 
El "estilo Macri" llega al Estado: los efectos colaterales de un Gabinete manejado con un criterio empresarial
 
Imprimirle a la gestión pública los principios de eficiencia y gestión descentralizada -propios de una empresa privada- es uno de los objetivos centrales de Mauricio Macri. No sólo lo ha proclamado en sus declaraciones sino que lo ha reflejado en la selección de su equipo de ministros y colaboradores.
 
Pero el pasaje de la cultura kirchnerista de gestión -caracterizada por el verticalismo y por la sumisión de lo técnico a lo político- puede resultar más complicado de lo que parece. Los primeros motivos de desconfianza no sólo han provenido de Cristina Kirchner -con su ya famosa advertencia "gobernar el país no es gestionar una empresa"- sino que en el sector privado también se han registrado algunos chispazos.
 
Por lo pronto, ya hay desavenencias entre el nombrado para ocupar el Ministerio de Energía -Juan José Aranguren- y la poderosa empresa Techint. ¿El eje del conflicto?: el precio del petróleo.
 
Desde hace ya varios años, el barril de crudo dentro de la Argentina se compra y se vende a u$s77 (precio interno). Esa referencia permanece congelada desde aquellos tiempos en los que en el mundo cotizaba a cifras muy altas, del orden de los u$s150.
 
¿Por qué? Porque el kirchnerismo había intervenido para que dentro este país -por el sólo hecho de ser productor- se pactara más barato que en el extranjero. La cuestión es que el mercado se dio vuelta y en los últimos tres años la cotización del barril a nivel global se desplomó. Por cierto, a un valor muy por debajo de ese parámetro de u$s77. A punto tal que hoy día ronda los u$s43.
 
Esa reversión no fue replicada en el mercado local. De modo tal que las empresas que extraen petróleo le siguen vendiendo a las otras que lo refinan (para obtener naftas y derivados) a un precio interno "caro", de u$s77.
 
En otras palabras, a un 80% por encima de lo que vale en el mundo. Esta es la razón del porqué no bajaron los combustibles en las estaciones de servicio.
 
Una de las afectadas por este freezer ha sido Shell, ya que en el país no extrae crudo sino que lo compra para su procesamiento. Y así como se dio vuelta el precio, también cambió de mostrador quien fuera el CEO de esta compañía, que dejó de estar en el sector privado para ser ministro de Energía del gobierno de de Macri.
 
Ahora Aranguren - con el poder que le confiere la función pública- ya "avisó" que una de sus metas será la unificación de los valores y (tal como era de esperar) en su nivel más bajo.
 
En otras palabras, que internamente dejará de tomarse como referencia los "caros" u$s77 y que pasará a considerarse los u$s43 que rige en el mercado internacional. Al igual que Aranguren, buena parte de la industria festeja el cambio, ya que implica un abaratamiento de los costos.
 
Pero no es el caso de quienes extraen crudo ni del Grupo Techint, principal conglomerado industrial de la Argentina, que se encarga de proveer de tubos a las empresas que perforan. La compañía ya hizo saber que esta modificación abrupta en la referencia perjudicará sus inversiones. Y alertó que la industria petrolera perderá rentabilidad.
 
No hace falta demasiada audacia para analizar que detrás de esta advertencia subyace la idea de que Techint recortará empleos si pasa a tener menor actividad o ve que sus márgenes de ganancia se deterioran.
 
Es por eso que algunos en el sector ya están temiendo que el afán de eficiencia y el típico estilo de gestionar de los nuevos "ministros-ex empresarios" les pueda hacer perder la visión política que también necesita tener un funcionario.
 
 
Del superministerio a la constelación de oficinas
 
El "dream team" de Macri incluirá a muchos nombres destacados que vienen de ocupar cargos de alta responsabilidad en importantes corporaciones: JP Morgan, Telecom, Shell, Monsanto, Lan, Farmacity son algunas de ellas.
 
Lo que se está empezando a percibir es que un Gabinete con impronta empresarial no sólo traerá grandes alteraciones en el funcionamiento del Gobierno sino también en la relación con las compañías. Por lo pronto, no necesariamente todos serán positivos.
 
Por un lado, es cierto que los hombres de negocios se encontrarán con interlocutores que "hablan el mismo idioma", pero también es verdad que se darán situaciones poco conocidas para la cultura argentina.
 
Los doce años de kirchnerismo acostumbraron a todo el mercado a un estilo marcado por la centralización de todas las decisiones en una mesa chica en la que participaba muy poca gente. Ese modo de conducir de Cristina Kirchner - definido como "radial"- implicaba que todo pasaba por ella, con prescindencia de reuniones de Gabinete que posibilitaran la comunicación horizontal.
 
En ese marco, hubo un ministerio que se transformó en todo un emblema de esa "rara avis" de gestionar: el de Planificación, a cargo del "legendario" Julio De Vido. Fue ideado por Néstor Kirchner en 2003 para lograr dos objetivos.
 
- El primero: compensar el poder de Roberto Lavagna, que el ex presidente había heredado de la gestión Duhalde, no sin cierto disgusto.
 
- El segundo: para ejercer un control personal y directo sobre aquellos temas vinculados con la economía.
 
De Vido, un hombre de su máxima confianza, se convirtió así en un superministro. En su extensa carpeta de temas entraban cuestiones tan diversas como las tarifas de los servicios públicos, la inversión en energía, en telecomunicaciones, en rutas, en puentes, etc., etc., etc.
 
No sólo eso. Todas las licitaciones de obras públicas, todos los contratos, todas las regulaciones del transporte y, muy especialmente, el espinoso capítulo de los subsidios estatales, tenían que pasar por sus manos.
 
A partir de la asunción de Macri, las tareas de ese superministerio quedarán descentralizadas. Y no será el único caso. Hay una larga lista de administraciones y de nuevos organismos que seguirán ese mismo camino.
 
Por lo pronto, los nuevos ministerios de Producción, Transporte, Interior y Energía tomarán parte de todas esas tareas que vienen de estar "all in one". Posiblemente, hasta el de Modernización tenga que captar algunas de ellas. También es factible que la jefatura de Gabinete -donde habrá gente de perfil ejecutivo- tome funciones de inversión.
 
En este contexto, surge una pregunta clave: el hecho de tener múltiples interlocutores en vez de uno, ¿le hará las cosas más fáciles a las empresas privadas que trabajen con obra pública?
 
Es un punto que está por verse, pero por lo pronto implicará todo un cambio en el estilo de trabajo y de gestión de los contratistas. También puede dar lugar al pase de algunas facturas que quedaron sin saldar de relaciones pasadas.
 
 
Zonas de conflicto
 
El pasaje a este nuevo esquema de trabajo implica, además, un gran desafío de coordinación. Es que la existencia de zonas grises o de límites difusos respecto de quién debe ocuparse de qué proyecto o de cuál otro puede ser materia de disputas y de eventuales conflictos.
 
¿Por qué? Como se dice en la jerga empresaria, hasta por "deformación profesional".
 
En primer lugar, los distintos ministerios tendrán que pelear por su tajada de presupuesto, en un contexto en el que la suerte de cada iniciativa y el "brillo" de cada "funcionario-empresario" dependerá de los fondos que obtenga.
 
En segundo, porque la vida política de cada uno de ellos está atada a la confianza del Presidente y esta, a su vez, se retroalimenta con el éxito de la gestión, algo que es muy común en el ámbito corporativo.
 
En este contexto, hay varias zonas que se presentan como potenciales centros de esas tensiones. Ejemplos abundan, pero sólo por citar uno de ellos: ¿cómo se nutrirá el proclamado Plan Belgrano?
 
Se destinarán nada menos que u$s16.000 millones para erigir el plan de infraestructura más ambicioso de la Argentina para favorecer a diez provincias del Norte.
 
Contempla:
 
- La construcción de 250.000 viviendas
- Mejoras en los trenes de carga Belgrano Norte, Mitre y Urquiza (en los ramales Tucumán-Rosario y Tucumán-La Plata).
- La ampliación de los aeropuertos de Iguazú, Resistencia, Salta y Tucumán.
- Cerca de 500.000 nuevos accesos al agua.
 
¿Quién será el encargado de dirigir semejante iniciativa? En principio, el radical tucumano José Cano.
 
Sin embargo, no está todavía claro cuál será la participación de todas las provincias involucradas. Tampoco si se tratará de un ente autárquico que pueda "puentear" a los distinto ministerios involucrados, como el de Transporte, o el de Interior, por citar sólo algunos.
 
No sólo del Norte pueden llegar los conflictos. También del Sur, como por ejemplo a raíz del régimen industrial de Tierra del Fuego.
 
Los fabricantes de productos electrónicos le generan al país un gran agujero fiscal:
 
- El año pasado, $14.000 millones
- Este año, $23.000 millones
- En 2016, $30.000 millones (según presupuesto)
 
Este cálculo surge del propio Ministerio de Economía, a partir de estimar el monto que el Estado dejará de recaudar por todos los beneficios fiscales que reciben las compañías allí instaladas.
 
A eso se suma que gozan del beneficio de contar con una alícuota reducida en diferentes impuestos internos que recaen sobre los productos electrónicos.
 
El interrogante en este caso es: ¿quién en la administración macrista decidirá la suerte de este costosísimo polo industrial? Desaparecido el Ministerio de Industria, ¿será el de Producción, en manos de Francisco "Pancho" Cabrera, el que gestionará esta área tan sensible de la política económica?
 
¿Quién resolverá si deben abrirse o no las importaciones? ¿Aquel funcionario que querrá proteger a este sector o aquel otro que buscará que los productos de consumo lleguen más baratos a las góndolas?
 
Por cierto, ¿se aguantará Alfonso Prat Gay sin intentar influir en un régimen tan controvertido?
 
Son algunos de los tantos ejemplos que anticipan cómo en muchas áreas irán apareciendo conflictos de envergadura.
 
Un caso más: ¿cuál será la relación de la constructora Caputo, propiedad de "Nicki" Caputo -amigo personal de Macri- en los planes de obras públicas?
 
En la city porteña, los inversores ya fantasearon con negocios prósperos por venir. Por esta razón, las acciones de esta compañía vienen siendo de las que más se revalorizaron en este último tiempo.
 
Claro que los antecedentes no son tan lineales: el líder PRO dejó de lado a su amigo en las principales licitaciones de la ciudad de Buenos Aires.
 
 
De ejecutivos al Ejecutivo
 
Además de "Nicki", hay otro Caputo en el Gobierno, de alto perfil, que tiene antecedentes en cargos empresariales. Se trata de Luis "Toto" Caputo, que manejará la emblemática secretaría de Finanzas.
 
Es un ex ejecutivo del Deutsche Bank que en los últimos tiempos administró fondos de inversión y que, al igual que Prat Gay, pasó por el JP Morgan.
 
Es un amigo del nombrado ministro de Hacienda y Finanzas. En la city le asignan cercanía a los bancos y también es visto como un gran conocedor de los fondos "buitre" que litigan contra la Argentina.
 
Otro ejecutivo destacado en el nuevo Gobierno es Gustavo Lopetegui, hasta el 10 de diciembre el número uno de LAN Argentina. Ya fue designado como integrante del área económica, que a su vez está conformada por seis ministros.
 
Lopetegui, junto con Mario Quintana, coordinarán el trabajo de esos seis Ministerios. Ni más ni menos. Quintana es otro de los hombres que hoy en día siguen desarrollándose como ejecutivos de negocios. Es el titular del fondo de inversión Pegasus, dueño de la cadena Farmacity.
 
El tándem Lopetegui-Quintana se presenta como otra de las zonas grises del próximo gabinete nacional.
 
¿Habrá choque de intereses? ¿Estará bien definida la frontera entre el "hombre de negocios" y el "hombre funcionario"?
 
Con el correr de los días irán apareciendo las primeras respuestas a todos estos interrogantes.
 
Por Claudio Zlotnik-Fernando Gutiérrez
 
Fuente: iprofesional.com
 

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26-04-2024 / 09:04
En un hecho inédito en la historia nacional, Javier "el Loco" Milei será el primer presidente en funciones que "no es bienvenido" en el mega evento cultural que se realiza hace 48 años en Buenos Aires. Así lo indicó Alejandro Vaccaro, titular de la Fundación El libro, en sus palabras inaugurales. Dijo que "no hay plata" para pagar el evento en el cual Milei pretende presentar su libro. Además indicó que "concurrir a la feria este año representa un acto de rebeldía y de resistencia" contra "las políticas devastadoras que propone este gobierno" anarco capitalista.
 
Vaccaro procedió a explicar las razones por las cuales, más que echar él al presidente, el presidente se echó solo de la Feria del Libro. "No registra la memoria de nuestra feria que el gobierno nacional haya estado ausente sin un stand en este evento. La excusa de que la participación del Estado nacional en la feria implicaba una erogación de 300 millones de pesos no es otra cosa que una flagrante mentira. Después de una larga negociación, en la cual accedimos a todos sus requerimientos, aún así el Banco Nación decidió retirar, después de muchos años, su esponsoreo de la Feria, dejando trascender que la orden vino de arriba".
 
"Pero esto no es todo, luego de despreciar nuestra Feria, el presidente no se sonroja y pide participar en este espacio, cuya presencia está prevista para el próximo domingo 12 de mayo en la pista central de La Rural. Su participación en la feria, vidriera extraordinaria, implica una serie de erogaciones también extraordinarias que la Fundación El libro no puede afrontar".
 
Hasta una ironía (y mucho más graciosa que las del presidente en la Fundación Libertad) se permitió este hombre por lo demás muy solemne: "Señor presidente, se lo digo con una mano en el corazón: no hay plata. Por lo tanto, todo lo ateniente a su seguridad y de la gente que concurra a su evento correrá por su exclusiva cuenta, o lo que es peor, será un gasto extra para el tesoro nacional"
 
Así también declaró que "concurrir a la Feria este año representa un acto de rebeldía y de resistencia. Como nunca este espacio cultural activo será el eje central alrededor del cual girará el repudio de todas las fuerzas culturales a las políticas devastadoras que propone este gobierno". Vaccaro denunció "la abrupta pérdida del poder adquisitivo de amplias franjas de la población, el excesivo aumento de los alimentos y de todos aquellos productos de primera necesidad" que "tornan el consumo en cualquiera de sus formas en un lujo que muy pocos se pueden dar".
 
Destacó a su vez el impacto devastador de esta situación en la industria del libro "que se venía recuperando con mucha dificultad después de la oscura noche de los últimos años de la década pasada y de la pandemia" y dio datos para solventar sus expresiones: "en 2015 el país produjo 129 millones de libros para caer en 2018 a 26 millones. En 2023 y luego de la pandemia, las cifras llegaron a 48 millones de ejemplares. Este año la cifra final no se describe con números sino con palabras: será paupérrima."
 
Además, Vaccaro listó una serie de reclamos: "No al cierre del Fondo Nacional de las Artes. No al cierre del Instituto Nacional del Teatro. No al desguace del Instituto Nacional de Cine. No a la derogación de la ley 25.542 de defensa de la actividad librera. No a la negativa a comprar algo más de 14 millones de manuales escolares por parte del Ministerio de Capital Humano, que iban a ser entregados a las escuelas públicas". "Sí a la Universidad pública, gratuita e inclusiva."
 
La Opinión Popular
 

25-04-2024 / 09:04
El guarango presidente de la Nación, Javier "el Loco"  Milei, brindó un verdadero stand up en la cena anual de la ultra liberal Fundación Libertad, en la que por momentos provocó vergüenza ajena, inclusive entre los comensales que no podían creer lo que estaban escuchando. Milei se reencontró con Mauricio Macri, celebró su ajuste neoliberal feroz, hizo chistes groseros y bizarros (todos malos) y se burló de economistas y sectores opositores.

"¿Quieren saber cómo va a crecer la economía? Va a crecer como pedo de buzo", afirmó insólitamente Milei y se llevó los aplausos de los trolls rentados libertarios que estaban en la sala. Luego Milei apuntó contra Carlos Melconian
, de quien se burló con una imitación de su voz porque es crítico de su gestión: "se equivocó feo". "Qué quieren que les diga si había uno que decía no podés dolarizar si no hay fideos, no hay tuco... Es más fácil tirar volquetes de estiércol antes que reconocer el error", aseveró Milei. Claro, la frase y el tono de Milei cayó mal en la gente y eso le molestó al Presidente: "Si los que están murmurando se comieron el verso, lo siento. Im So Sorry, la vida es así", completó.


El stand up de Milei fue insoportable. No cabe otra definición. Ya seguirlo por YouTube resultaba tortuoso. Imposible imaginar tener que verlo en vivo. Fue por eso que los medios afines al Gobierno anarco capitalista rápidamente lo sacaron del aire. Cuando no habían pasado ni 20 minutos del inicio, tanto TN como LN+ continuaron con su programación habitual. Las arengas libertarias de "el Loco" parece que van perdiendo rating.

Milei habló de su propio ajuste. Lo celebró repitiendo las mismas falacias e invenciones que viene diciendo desde el 10 de diciembre e incluso desde antes. En ese auto-elogio delirante, comparó a Luis Caputo y Patricia Bullrich con Lionel Messi, haciendo rechinar los oídos de más de uno. Milei ya camina sobre terreno resbaladizo. La prepotencia y los chistes malos tienen su lado "delarrúesco".
 
El discurso de este miércoles pareció hecho dentro de una burbuja de gas. Un discurso de casta, ajeno a la dura realidad que sufren las mayorías populares con el áspero golpe que ya representan los nuevos tarifazos. A una pobreza que se extiende de la mano de la recesión, por más que el presidente celebre el relativo enlentecimiento de la inflación.
 
En la cena de la Fundación Libertad, Milei eligió hablar de miles de cosas para no hablar de lo evidente: el enorme golpe político a su Gobierno que significó la masiva marcha universitaria. El presidente apenas musitó la frase "causa noble" para aludir elípticamente al reclamo que este martes llevó a un millón de personas a las calles de todo el país. Un golpe político que cambió de discurso, pasando de la prepotencia al lamento.
 
Este miércoles Milei habló como si viviera en una nube de gas. Esa arrogancia se vio muchas veces en la política argentina. Gobiernos civiles y regímenes militares completamente disociados de los intereses y deseos de las mayorías populares. El resultado, fue, muchísimas veces, la rebelión popular. La lucha en las calles. La emergencia de la clase trabajadora, la juventud y el pueblo pobre como actores combativos de un cambio profundo de la sociedad. La arrogancia de Milei pavimenta el camino en esa dirección.
 
La Opinión Popular

24-04-2024 / 10:04
La Marcha Federal Universitaria reunió a un millón de personas en todo el país. Fue en defensa de la universidad pública y desbordó las calles y avenidas porteñas transformándose en un hito de rechazo al irracional ajuste anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei. Encabezados por docentes y estudiantes, cerca de un millón de personas en todo el país hizo naufragar el operativo represivo con el que amenazó la macrista Patricia Bullrich, que se quedó con las ganas de reprimir.
 
La primera marcha fue del movimiento obrero, el 24 de enero, contra el DNU, la ley ómnibus y la flexibilización laboral; la segunda fue el 24 de marzo por los derechos humanos. Y esta ha sido la tercera gran marcha contra el gobierno libertariano de Milei, movilizada por la comunidad educativa en defensa de la educación pública. Y cada vez fue mayor.
 
El espíritu de la producción y el trabajo representado en los trabajadores, el espíritu moral y ético que simbolizan las Madres y las Abuelas y el espíritu cultural del país que alimentan las escuelas, colegios y universidades, fueron los atacados por este gobierno y los primeros en reaccionar. Hay más que tres marchas en juego, entre las tres, además de su masividad expresan la esencia de un país. Para este gobierno, todo es corrupción, menos los corruptos, a los que concibe como "héroes" que fugan millones, abusan de los precios o especulan en la bicicleta financiera.
 
El gobierno despreció esta marcha porque -dijeron- la organizaron y participaron los que no quieren la auditoría de las universidades. "Son los que se favorecen con este sistema de corrupción y no quieren perder sus beneficios", dijeron por la televisión. Y Bullrich la calificó de "rara". Defender la universidad gratuita que el gobierno quiere cerrar es "raro". Todo el relato se monta sobre grandes mentiras que se reproducen en las redes hasta el infinito, porque las universidades tienen sus propios sistemas de auditorías.
 
Pero todo es corrupción, menos los corruptos. Igual que Mauricio Macri, hablan del curro de los derechos humanos y cuando no pueden comprar a los sindicalistas, los acusan de corruptos. Pero la verdadera corrupción, la que sí equivale a un PBI, es la que fugó 400 mil millones de dólares, los dueños de las offshore que reciben a Milei en el Llao Llao, los que colocaron a sus gerentes en las decisiones de política económica y en las empresas del Estado.
 
La enorme movilización de ayer fue la más grande en muchos años. Las fotos aéreas lo reafirman. Más las grandes movilizaciones que se realizaron en Mar del Plata, Córdoba, Tucumán, Misiones, Mendoza, Paraná y demás, dejaron en claro que el gobierno tendrá problemas si busca destruir a la educación pública.
 
Es probable que las movilizaciones no le muevan el amperímetro a Milei, que se pasó la tarde en las redes, igual que su vice que trató de humillar a Hebe de Bonafini. El Loco Milei confía más en sus modelos matemáticos que, como tales, nunca son la realidad, sino su representación: un modelo de números sin seres humanos, como los que mostró en la cadena nacional de radio y televisión el lunes. Le interesan esos números voladores y no los seres humanos, imperfectos y corrompibles. Pero ojo, las frías matemáticas son manipulables y manipuladas en este caso.
 
La Opinión Popular
 

23-04-2024 / 10:04
Finalmente, habrá que tomárselo en serio. El presidente Javier Milei es un loco. Por lo general, estas personas tienen una relación de literalidad con las palabras. No es broma cuando dice que quiere destruir el Estado. Ese es su objetivo y, a menos que el pueblo se lo impida, lo concretará con el ahogo económico más una campaña de desprestigio. El inaudito ataque a la educación y la universidad públicas intentan tapar el desastre económico. Hoy 23 de abril, Milei conocerá el juicio que las medidas de su gobierno están concitando en amplias franjas sociales, políticas, intelectuales y culturales. La mejor encuesta.
 
Milei, como es sabido, tuvo una carrera académica mediocre, incompleta y de irregular desempeño en entidades privadas, cuyos "logros" son hasta el momento desconocidos. Con su religión privatista y ultra individualista, odia a la universidad pública. Su saña contra las universidades públicas comenzó apenas asumió la presidencia, cuando repitió el presupuesto de 2023 para las casas de estudios. La Universidad pública está siendo amenazada por un grupo fanático, dotado de un liberalismo ultramontano, que ocupa circunstancialmente la Casa Rosada, ese reino actual de la improvisación, la insensatez y los intereses espurios vinculados a las clases más ricas de la sociedad.
 
Con una inflación anual cercana al 300%, el congelamiento del presupuesto significa una reducción del 72%, como lo afirma el último informe del Centro de investigación de la Economía Nacional (CIEN), instituto que monitorea los presupuestos universitarios. En lo que va del año, los docentes ya perdieron un 50% de sus ingresos, a lo que se agrega el desmantelamiento del Conicet y la eliminación del Ministerio de Ciencia y Tecnología.
 
A esa política de ahogo económico, se le suma la campaña de desprestigio. Con la letanía del "adoctrinamiento", Milei pretende deslegitimar una de las instituciones de mayor prestigio de la Argentina, con tres universidades (las de Buenos Aires, Córdoba y La Plata) en el podio de las 100 mejores universidades del mundo. Con esa insolencia típica de la ignorancia, impugna el supuesto "adoctrinamiento" socialista que aquejaría a estas últimas. Desde la nefasta dictadura cívico-militar genocida no se escuchaban semejantes idioteces y necedades.

Siendo un faro científico-cultural en toda la región, las universidades nacionales tienen su propio sistema de gobierno basado en la autonomía, la autarquía y el cogobierno, base del trípode de enseñanza, investigación y extensión que les legara la Reforma Universitaria de 1918. Por supuesto, un sistema que está muy lejos de imponer las verdades reveladas que inspiran al Presidente, una megalomanía que rinde culto a los próceres de la "neorreacción global" como Murray Rothbard y Von Mises, cuyo único objetivo es destruir el Estado.

Desde hace años, quienes defendemos las universidades públicas las defendemos en las aulas, en los laboratorios, en los claustros... Hoy nos toca defenderlas en la calle. Marchemos este martes 23 de abril todos por las universidades públicas. Habrá movilizaciones en todo el país protagonizadas por amplios sectores de la sociedad que defienden la educación pública. Y también contra la nueva Ley Ómnibus, la reforma laboral y el plan hambreador de saqueo y ajuste de la ultra derechista La Libertad Avanza
, que nos quieren pobres e ignorantes para manipularnos mejor.


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22-04-2024 / 10:04
Hace diez días se conoció el ranking universitario mundial QS 2024: entre las mejores 150 carreras del planeta, hay 28 de universidades argentinas. El jueves apareció otra lista, de la consultora británica Quacquarelli: la UBA quedó entre las 100 mejores universidades del mundo. Esa misma institución reconocida a nivel internacional, con más de 320 mil alumnos, hoy batalla junto a las 69 universidades e institutos universitarios del país por sobrevivir.
 
En esa lucha in crescendo contra la asfixia presupuestaria del gobierno de Javier "el Loco" Milei, el martes será un punto de inflexión. La Marcha Federal del 23 se convertirá en la primera movilización transversal contra el ajuste de la administración neoliberal libertaria que alcanza a todo: jubilados, pacientes oncológicos, comedores, científicos. Y universitarios. La movilización, de tintes históricos, será en todo el país, pero el epicentro estará en CABA. Bajo el lema "En defensa de la educación pública".
 
La asistencia está lejos de ser puramente universitaria: además de estudiantes, docentes y graduados, prometieron estar las centrales obreras (desde la CGT a las CTA), organismos de Derechos Humanos, organizaciones sociales y partidos políticos. Dirigentes como Sergio Massa y Axel Kicillof confirmaron que marcharán. No solo el presente está en juego: si algo representa la educación, es el futuro y el desarrollo de un país.
 
La Marcha Federal convocada por el Frente Sindical de Universidades Nacionales, la Federación Universitaria Argentina y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que reúne a los rectores del país, "será inédita por esta unidad impensada 15 años atrás", declaró el titular del CIN, Victor Moriñigo. Y acotó: "Mientras eligen a universidades argentinas en el mundo, acá no financian la educación. Es muy raro. Todo el mundo nos pregunta por esto".

La posición del Ejecutivo fue de intransigencia. Un delirante Milei hablando de dar la "batalla cultural" contra el "adoctrinamiento" de las universidades públicas, y el ejército troll atacando al sector. El designado subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, lejos de buscar conciliación apoya la teoría ideológica del "adoctrinamiento". Álvarez dedicó las últimas horas a llamar personalmente a cada uno de los rectores de las universidades nacionales para que se bajen de la marcha. "Promete cualquier cosa con tal que nos bajemos
, está desesperado", relató uno de ellos.


Mientras Álvarez busca conciliar posiciones con representantes de las universidades, el presidente fue muy agresivo en redes sociales. Milei replicó decenas de posteos que insultan a la universidad pública. Milei pretende un país mucho más dependiente del capital extranjero, de EEUU y sus aliados: Gran Bretaña e Israel, donde aumente la precarización laboral, la pobreza y la ignorancia. Para eso necesita un modelo de educación pública donde cada vez sean menos los que puedan acceder y donde la educación universitaria se piense al servicio de los negocios de los grandes empresarios.

El ajuste universitario puede ser un punto de inflexión para el gobierno: una encuesta de esta semana de la consultora Zuban Córdoba señala que un 89,4% aseguró está "de acuerdo" o "muy de acuerdo" en que la educación pública "es un derecho que debe ser defendido". Y un 58,5% se mostró en contra de congelar el presupuesto de las universidades. Una Argentina que gira entre la crueldad libertaria y una crisis social al borde de estallar.

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