Nacionales - 26-11-2015 / 09:11
FORMA GERENCIAL Y CONTENIDO POLÍTICO
Macri designa un gabinete con un fuerte perfil técnico-gerencial y algunos políticos
La expectativa llegó a su fin y Mauricio Macri reveló la mayoría de los nombres que lo acompañarán cuando asuma el gobierno el próximo 10 de diciembre. Marcos Peña, quien será el jefe de Gabinete, fue el encargado de dar a conocer quiénes fueron los elegidos por el nuevo presidente. Los ministros serán: Rogelio Frigerio (Interior); Alfonso Prat Gay (Economía); Susana Malcorra (Relaciones Exteriores); Esteban Bullrich (Educación); Jorge Lemus (Salud); Gustavo Santos (Turismo); Ricardo Buryaile (Agricultura); Germán Garavano (Justicia); Julio Martínez (Defensa); Patricia Bullrich (Seguridad); Francisco Cabrera (Producción); Guillermo Dietrich (Transporte); Juan José Aranguren (Energía y Minería); Carolina Stanley (Desarrollo Social); Pablo Avelluto (Cultura); Sergio Bergman (Ambiente y Desarrollo Sustentable).
Mauricio Macri definió ayer su gabinete. En la selección de los ministros y funcionarios sobresale la búsqueda de capacidad gerencial. Ese criterio no sorprende en alguien que, como Macri, se formó en una empresa. Para el nuevo presidente, política es gestión, antes que otra cosa. Y en el staff predomina la cultura corporativa.
El gobierno de Cristina Fernández se destacó por su mala praxis. Deja tras de sí un país con 7000 millones de dólares de reservas, habiendo gobernado con precios agropecuarios siderales. Incrementó la pobreza. Destruyó las estadísticas. Terminó con el autoabastecimiento energético. Colaboraron con ella en el desastre: Julio De Vido, Guillermo Moreno y Axel Kicillof.
Detrás de la propensión tecnocrática de Macri asoma una estrategia política. Él llega al poder después de revertir la derrota en la primera vuelta, lo que significa contar con un gran volumen de votos prestados. Además, no dispone de la mayoría en el Congreso. Dada esa fragilidad, su apuesta inicial es legitimarse con un éxito administrativo. Las disputas convencionales de poder quedarán subordinadas a ese objetivo. Es la idea central del nuevo jefe de Gabinete, Marcos Peña, a quien Macri considera una de las dos personas más relevantes de su elenco. La otra es María Eugenia Vidal.
Macri confirmó su predilección por Alfonso Prat-Gay para Hacienda y Finanzas. Es un profesional con antecedentes destacados a escala internacional y fue, desde el Banco Central, un funcionario clave en la superación de la crisis de 2001. Prat-Gay tendrá que alcanzar dos objetivos. Por un lado, lograr que la economía regrese a lo que enseñan los manuales. Por otro, hacerlo de tal modo que quede desmentida la campaña del miedo que llevó adelante Daniel Scioli.
Scioli sacó en el ballottage 3.200.000 votos más que en la primera vuelta. ¿Cuánto de ese caudal se alimentó con el temor a un ajuste salvaje? Prat-Gay debe revertirlo. El núcleo de la gestión se completa con Rogelio Frigerio. El eje de las relaciones del nuevo gobierno con la oposición pasará por la discusión federal de los recursos fiscales, la especialidad de Frigerio.
Los ministros "amarillos" llegan a diez. Los radicales, a tres. Prat-Gay es de la Coalición Cívica. Bullrich tiene su propio partido. Y el peronismo está representado por Lino Barañao, que continúa en Ciencia y Tecnología. En el elenco hay 15 porteños y tres del interior.
Macri está ante un desafío delicado. Deberá arbitrar entre el sesgo gerencial de su gabinete y la negociación en una coalición política que, además de contener al radicalismo, debe pactar con el peronismo, en un contexto difícil. Al desairar ayer a su sucesor, Cristina mostró cómo piensa ubicarse. El de la opositora más dura al nuevo gobierno.
Y al declarar la inconstitucionalidad de la exacción del 15% de la coparticipación para financiar a la Anses, la Corte Suprema otorgó un respaldo invalorable al peronismo en sus negociaciones con Macri. Los gobernadores del PJ, que dominan el Senado, se sentarán frente al nuevo presidente con una sentencia a su favor sobre la mesa.
Si Macri pensaba pactar la gobernabilidad sobre el reparto de recursos, comienzan la jugada con menos fichas para intercambiar. La Corte se sentó del lado de los caudillos peronistas. Muchos de ellos, que temían no poder pagar el aguinaldo, respiraron aliviados.
Macri designa un gabinete con fuerte impronta técnica y algunos políticos
Tres días después de ganar las elecciones presidenciales, Mauricio Macri definió ayer al gabinete de ministros que lo acompañará a partir del jueves 10 de diciembre, cuando reciba la banda presidencial de manos de Cristina Kirchner.
Siete funcionarios del gobierno porteño, dirigentes de Pro, tres representantes de la UCR, extrapartidarios con prestigio y hasta un ministro actual del gobierno kirchnerista conforman el conglomerado de 19 ministros confirmados ayer por el futuro jefe de Gabinete, Marcos Peña. Quedó vacante la cartera de Trabajo, a pesar de las negociaciones con Jorge Lawson, actual ministro de Comunicación del gobierno de Córdoba.
"Hemos elegido gente de distintos orígenes políticos, de diferentes rincones del país", dijo Peña luego de dar a conocer los nombres de los ministros designados.
La confianza compartida en su gestión como jefe de gobierno porteño fue uno de los motivos que inclinaron a Macri a optar por varios de sus actuales funcionarios. Al propio Peña, actual secretario de Gobierno y futuro jefe de Gabinete, se le suman Esteban Bullrich (Educación), Carolina Stanley (Desarrollo Social), Guillermo Dietrich (Transporte), Francisco Cabrera (hoy ministro de Desarrollo Económico porteño, pasará a ser ministro de Producción) y Andrés Ibarra, actual ministro de Modernización porteño, que pasará a ocupar idéntico lugar en el gabinete nacional.
A los siete funcionarios actuales que se mudan a la Casa Rosada se suma el ex ministro de Salud porteño Jorge Lemus, que se encargará de la cartera nacional de esa área; Pablo Avelluto (actual asesor en comunicación, que será ministro de Cultura), y Rogelio Frigerio, actual titular del Banco Ciudad, que ocupará la estratégica cartera de Interior, encargada de la relación con los gobernadores e intendentes, tanto propios como identificados con las distintas vertientes del peronismo.
Macri también premió a diputados nacionales cercanos, como Patricia Bullrich, tal vez la apuesta más riesgosa del gabinete. La ex ministra de Trabajo de la Alianza será ministra de Seguridad del nuevo gobierno. Otro diputado nacional, el rabino Sergio Bergman, fue tal vez la otra gran sorpresa de los anuncios: ocupará el cargo de ministro de Medio Ambiente.
El ministro de Justicia será Germán Garavano, ex fiscal general de la ciudad e integrante de Compromiso para el Cambio, germen del actual partido de gobierno, Pro. Bajo su órbita estará la actual diputada nacional Laura Alonso, titular de la Oficina Anticorrupción, con "plenos poderes de investigación", y Claudio Avruj, secretario de Derechos Humanos de la ciudad y ocupante de ese mismo cargo en la Nación.
Socios radicales
El radicalismo, socio principal de Pro en el frente Cambiemos, tendrá a su cargo los ministerios de Defensa, Agricultura y Comunicaciones. El primero de ellos será ocupado por el diputado riojano Julio Martínez, el segundo -en un claro guiño al campo- por el diputado formoseño Ricardo Buryaile, y el tercero, por el cordobés Oscar Aguad, uno de los primeros y más fieles aliados de Macri dentro de la estructura de la UCR.
A ellos se le suma Gustavo Santos, funcionario de las administraciones de José Manuel de la Sota y Juan Schiaretti, que será ministro de Turismo, y el tucumano José Cano, que tendrá a su cargo el ambicioso y multimillonario Plan Belgrano para la recuperación del Norte, que Macri prometió durante la campaña electoral.
Dos dirigentes provenientes del mundo empresarial ocuparán cargos clave de la futura administración. A Susana Malcorra, ex CEO de IBM y Telecom y funcionaria de las Naciones Unidas confirmada anteayer como canciller, se le sumó Juan José Aranguren, ex titular de la petrolera Shell y protagonista de duras controversias con el kirchnerismo.
Desaparecido el Ministerio de Economía, y dividida esa área en siete, el Ministerio de Hacienda será ocupado por el ex titular del Banco Central Alfonso Prat-Gay, a quien Peña denominó "integrante de la Coalición Cívica", partido del que se alejó hace más de dos años.
Único sobreviviente del gabinete kirchnerista, Lino Barañao seguirá siendo ministro de Ciencia y Tecnología durante la gestión macrista. "Ha tenido una gestión exitosa y la Presidenta está de acuerdo", afirmó Peña durante la conferencia.
Otras designaciones terminaron de diseñar el mapa. El periodista Jorge Grecco será secretario de Medios, mientras que Miguel de Godoy, que ocupa ese puesto en la ciudad, será titular de la Afsca. La AFIP estará a cargo de Alberto Abad y el sistema de medios oficial quedará bajo la conducción del hoy ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi.
Las segundas líneas, explicaron en Pro, serán sostén técnico para designaciones políticas. Enrique Negri, por caso, secundará a Buryaile; José Sánchez Elia a Aguad, y Enrique Avogrado a Avelluto.
¿Cómo se explica la designación de Bullrich en Seguridad? "Es toda una señal que se trate de una mujer, y está trabajando y estudiando el tema desde hace tiempo", afirmaron cerca de Macri. Desde allí también defendieron la designación de Lemus, "uno de los profesionales más prestigiosos en el diseño de políticas de salud". En referencia a los cargos para la UCR, afirmaron que los fondos que manejarán Cano y Buryaile los beneficiarán en sus proyectos para gobernar sus provincias.
Definido en una reunión de mesa chica entre Macri, el empresario Nicolás Caputo y Peña, la noche del lunes y luego de consultar interlocutores como el radical Enrique Nosiglia, el gabinete conformó a propios y extraños. "Volvimos a un país normal, con conferencias de prensa y anuncios claros, todo un cambio, ¿no?", dijo Miguel Braun, director de la Fundación Pensar.
Del editor: qué significa. Macri decidió poner fin a la danza de nombres; dio a conocer los nombres de sus ministros y permitió entrever el perfil que buscará darle a su gestión.
Por Jaime Rosemberg
Por Carlos Pagni
Fuente: LA NACION