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Groucho Marx dijo: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". En ese punto, Javier Milei es marxista.
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Entre Ríos - 22-11-2015 / 13:11
MEMORIA EN POLAROID DE UN GOBERNADOR QUE FUE

Sergio Urribarri: Tuvo ínfulas de faraón y pies de barro

Sergio Urribarri: Tuvo ínfulas de faraón y pies de barro
El periodista Ricardo Leguizamón repasa los ocho años de Sergio Daniel Urribarri al frente de la gobernación. "Tuvo ínfulas de faraón y, al final, quizá desde siempre, pies de barro", sostiene.
 
Ni un estadista destacado, ni un gobernante con proyección, ni un administrador prolijo, ni un político con pedigrí, ni un hacedor de proyectos, más o menos relevantes: hizo lo que pudo, muy a su modo, y su modo fue gobernar con modos de faraón una provincia que se acostumbró a vivir de la tarjeta de crédito. Vivir de prestado, consumiendo el fiado del almacén.
 
¿Qué deja Urribarri? ¿Cómo serán recordadas su dos gestiones? Su salida de la administración del Estado entrerriano -el 10 de diciembre lo sucederá Gustavo Bordet al frente del Ejecutivo- se da en un escenario de naufragio.
 
Urribarri -a quien no se le conoce otro ingreso más que el del Estado: desde los 27 años es empleado público- se va de la Administración por la salida de emergencia.
 
Deja un déficit en las cuentas públicas de $ 2.500 millones, y una deuda flotante de $ 4.312 millones, y vencimientos de deuda que deberá responder su sucesor por $1.926 millones, y la certeza de que cada mes en caja, Bordet, el sucesor, deberá contar con $1.700 millones para pagar sueldos.
 
Un rojo furioso deja Urribarri. Ni el rojo de la República de Entre Ríos, ni el del artiguismo de manual que practicaron sus funcionarios, ni el de la entrerrianía que lamían en despachos alfombrados los correveidile de turno: nada de eso, sólo un rojo en las cuentas públicas.
 
Sergio Daniel Urribarri, dos veces gobernador de Entre Ríos, tuvo ínfulas de faraón y, al final, quizá desde siempre, pies de barro


 
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La Wikipedia -esa enciclopedia global a veces de dudosa factoría-lo tiene a Urribarri y su biografía: Dice: "Urribarri nació en Arroyo Barú el 7 de octubre de 1958, hijo de Miriam Teresita Luchessi, directora de una escuela rural, y de Jorge Enrique Urribarri, jefe de una pequeña estación ferroviaria. Vivió en un ámbito rural hasta los 18 años. Luego, la familia se mudó a la localidad de General Campos, ubicada a 60 kilómetros de Concordia. El 17 de octubre de 1980 se casó con Analía Aguilera. Del matrimonio nacieron cinco hijos: Damián, Mauro, Bruno, Franco y Mateo. Uno de ellos, Bruno, es un futbolista profesional, y ha jugado en Boca Juniors, Colón de Santa Fe y River Plate en la Primera División futbolística argentina".
 
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Wikipedia dice también que Urribarri fue electo intendente de General Campos, cargo que desempeñó entre 1987 y 1991. De aquel pueblo, su predecesor lo había designado previamente a cargo de la comisión de cultura, entre 1985 y 1986.
 
En 1991 fue electo diputado provincial, y entre 1995 y 1999 se desempeñó como presidente de la Cámara de Diputados; entre 2003 y 2006, ministro de Gobierno, Justicia, Educación y Obras y Servicios del exgobernador Jorge Busti, y en 2007 inició su primera gestión al frente del Ejecutivo; en 2011, consiguió la reelección.
 
Desde los 27 años vive de un sueldo del Estado.
 
Tiene 57 años.
 
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Gobernó con la convicción de que el tiempo sería eterno, y los recursos, inagotables.
 
Armó un gobierno de mucho cartón pintado: voló en jets privados y helicópteros de la Policía, viajó por la provincia, el país y el mundo, se fotografió en shorts, bailando con pasistas de una comparsa, cantó arriba de un escenario, se puso la gorra de un policía, se agachó para asar carnes, pateó una pelota, tiró una bocha, besó niños y señoras, abrazó jóvenes y señores grandes, se sentó al lado de celebridades de cabotaje, y diagramó una agenda de anuncios de primer mundo.
 
Todo eso -un poco de todo eso-lo colgó en su web personal, urribarri.com, y las fotos de todo eso -mucho de todo eso-las subió a Facebook, las posteó en Twitter: Urribarri fue y vino con su fotógrafo personal, sus adláteres, y nada de lo que hizo -todo- estuvo ausente de los medios, de la agenda de los medios.
 
URRIBARRI CULTURAL
 
Urribarri gobernó para la cámara, y se aseguró que la cámara siempre lo tuviera en foco a él: la prensa le fue adicta, la construyó adicta.
 
"El gobierno de Urribarri ha sido exitoso en su propósito de manejar a la prensa", escribió el colega Riani en un libro de edición reciente editado por el Foro de Periodismo Argentino (Fopea).
 
URRUBARRI EN LA PLAYA
 
Urribarri gobernó así. "La matriz económica de la provincia de Entre Ríos, desindustrializada y con una fuerte incidencia del estado provincial en el movimiento económico mediante obras públicas y burocracia, determinan que los desafíos planteados no sean de sencilla concreción -abundó Riani-. Sin embargo, como en todos los tiempos -por aciagos que hayan sido- existen periodistas dispuestos a honrar la profesión".
 
Quizá las crónicas que vengan darán cuenta de un gobernador, Urribarri, y su gobierno, que en su retirada fue inaugurando obradores, y sepultando en el olvido proyectos ambiciosos que sólo fueron titulares de diarios. Quizá haya que empezar a contar las imágenes en polaroid de un administrador del Estado entrerriano que empieza a ser anécdota.
 
Por Ricardo Leguizamón
 
Fuente: Entre Ríos Ahora
 
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