Groucho Marx dijo: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". En ese punto, Javier Milei es marxista.
La central termoeléctrica a carbón, que inauguró Cristina, es una obra que no sirve para nada
El carbón es una de las fuentes de energía que afecta al cambio climático y en el mundo científico es muy criticada la utilización de este recurso.
La obra inaugurada ayer por la presidenta no sirve para nada, no es viable. Significa una más de las irracionalidades que se han cometido en el sector energético durante los últimos 12 años. En primer lugar, el carbón que se produce en Río Turbio no alcanza para hacer funcionar una turbina de 125 megavatios, lo que no la haría rentable en lo más mínimo. Río Turbio no produce más de 125 mil toneladas de carbón al año y esa turbina como mínimo necesitaría 300 mil toneladas para hacerla funcionar normalmente. En segundo lugar, se ha tenido que ampliar la línea de gas y evidentemente esto se hizo para que la usina funcione con ese combustible. Es decir, asistimos a un anuncio que no dice toda la verdad. Una obra de esta naturaleza no resulta para nada ventajoso para el país. Se trata sólo un compromiso político de Néstor Kirchner con los trabajadores luego de la muerte de 14 mineros en 2004. Representa un costo económico enorme para los argentinos y, desde el punto de vista del sistema energético, es una carga muy grande.
En esta obra se han gastado $9.000 millones y sólo servirá para darle electricidad a la zona de Río Turbio, el Calafate y Río Gallegos. Cuando se haga una segunda turbina va a tener que estudiarse el sistema de transporte por donde viene esa energía. Además, claramente, el carbón es una de las fuentes de energía que afecta al cambio climático y en el mundo científico es muy criticada la utilización de este recurso. La política del gobierno nacional en materia energética se podría decir que ha sido casi inexistente en los últimos 12 años. Hoy la Argentina se encuentra en una situación energética peor que la que tenía en los peores momentos de la crisis del 2002. Los números demuestran que se ha retrocedido mucho. Todo esto se debió más que nada a errores de la política que llevaron a situaciones no deseables, como la necesidad de importar cantidades cada vez mayores de combustibles líquidos y de gas natural. Peor todavía le fue a este gobierno en la calidad del servicio eléctrico. Por Gerardo Rabinovich Profesor de la Maestría de Energía en la Universidad Nacional de Cuyo. Vicepresidente del Instituto Argentino de Energía General Mosconi. Fuente: diariohoy.net